Jimin y Jungkook entraron a una cafetería popular del lugar y ahí pidieron chocolate caliente.
— ¿No es esto muy cliché? — había preguntado Jungkook y Jimin sólo respondió que siempre había querido tomar chocolate caliente con alguien que quisiera en algún lugar así y a Jungkook le dio tanta ternura que lo atrajo hacia él para darle un besito suave en la mejilla haciendo que el mayor se sonrojara.
No les importaba que alguien los viera y pensara algo malo sobre ellos, no tenían por qué hacerlo, no estaban molestando a nadie así que no había razones para que algo malo pasara. Por suerte la gente del lugar parecía no inmutarse con el hecho de ver dos chicos de la mano, intentaban no darse grandes muestras de cariño si había alguien cerca por lo que el beso sorprendió a Jimin, pero al notar que nadie los había visto sonrió.
Se sentaron al lado de una ventana mientras esperaban sus bebidas, así que Jungkook decidió indagar sobre algo que le había quedado resonando de todo lo que le había dicho Jimin. Se inclinó un poco sobre la mesa y miró al mayor directamente a los ojos:
— ¿Qué era eso de que pasabas por mi ventana?
Jimin pasó una mano por su sedoso cabello, un gesto que Jungkook encontraba tan inocente y sexy al mismo tiempo, algo que sólo Jimin podía lograr.
— ¿Yo dije eso? — Jimin continuó el camino hasta su nuca intentando disimular. Jungkook levantó una ceja.
— ¿Ahora fingirás no haber dicho nada? Bien. — Jungkook volvió a reclinarse contra el respaldo de la silla y apoyar sus manos en su regazo.
— Quieres… hum… ¿que traiga servilletas? — le preguntó Jimin y Jungkook luchó con el impulso de reír, debía permanecer serio para que Jimin confesara.
— Seguro, ve a buscar. — le respondió.
Jimin dudó un segundo, sabía que el menor tramaba algo pero siempre le había costado descifrar los pensamientos de él. Se irguió con la intención de levantarse pero volvió a recostarse en la silla. Bien, decidió contarle, después de todo ¿qué tan embarazoso podía ser?
— Hum… bueno, verás… yo te conocía desde… antes.
Esta vez Jungkook rió.
— ¿En serio? ¿De una vida pasada?
Jimin hizo el amague de golpearlo.
— Hablo en serio — al ver que el menor no añadía nada y sólo lo miraba apretando los labios para no reír suspiró y agregó —, es decir, no te conocía-conocía literal, sino que había escuchado hablar de ti, sabía muchas cosas sobre ti sin saber quien eras.
Eso llamó la atención de Jungkook. Volvió a inclinarse sobre la mesa apoyando sus manos sobre ésta.
— ¿A qué te refieres?
Jimin se rascó la cabeza inseguro, temía que Jungkook lo confundiera con un acosador o algo así.
— ¿Recuerdas que la tienda de mi abuela es cerca de tu casa? — Jungkook asintió lentamente — Apenas te habías mudado tu madre solía ir todo el tiempo a comprar ahí porque apenas conocía el lugar. De alguna forma ella y mi abuela consiguieron llevarse muy bien y hablaban de cosas mientras mi abuela preparaba sus pedidos…
— ¿De cosas? — Jungkook levantó una ceja nuevamente y Jimin volvió a suspirar.
— Tu madre hablaba mucho de ti. Eres su tema de conversación favorito, ¿sabías? — Jimin no la culpaba, el menor también era su tema de conversación favorito, realmente le gustaba hablar con la madre de él sobre él, de esa forma podía conocer al Jungkook pequeño.
Jungkook suspiró. Su madre solía hacer eso, hablar de él con todo el mundo, ¿pero pasaba tiempo con él? Casi nada.
— El punto es que una de esas veces conocí a tu mamá y ella me dijo que tenía un hijo de mi edad que se la pasaba encerrado en su casa y me pidió que me hiciera tu amigo. Pero ya sabes… yo soy muy tímido y no me animaba a hablarte, en cambio sólo… sólo… —bajó la mirada. No podía decir eso, si lo hacía no podría volver a ver nunca más a Jungkook a los ojos por la vergüenza.
— ¿Sólo que? — el tono de voz dulce de Jungkook hizo que volviera a mirarlo, él no se veía avergonzado sino deseoso de saber más acerca de lo que el mayor le hablaba.
En ese momento una chica de uniforme llegó hasta su mesa con su pedido en una bandeja, dejó cada taza delante de cada uno, luego hizo una pequeña reverencia, a lo que los chicos respondieron, para finalmente alejarse.
Jungkook rodeó la taza con sus manos y Jimin lo imitó, así mantendrían el calor en sus manos, sin embargo el mayor no pudo evitar mirar las manos del menor y notó que las manos de Jungkook eran muy grandes en comparación a las suyas. De pronto se sintió cohibido. Escondió sus manos en los puños de su abrigo y tocó apenas con las puntas de los dedos la cerámica.
Jungkook, quien lo observaba con curiosidad advirtió su reacción y sonrió.
— Jiminnie tonto — le dijo y estiró su brazo para tomar una de las manos del menor.
Jimin se sonrojó aunque intentó controlar sus sentimientos, pero su corazón latía tan rápido que sintió que iba a explotar. Bajó su rostro y luego continuó con lo que estaba diciendo antes:
— Sólo podía pasar y mirar la puerta donde tu madre me había indicado que vivían, pero nunca toqué, no podía hacerlo. A veces incluso estabas sentado en el alfeizar de tu ventana y tenía ganas de gritar tu nombre para que me vieras pero tampoco lo hacía. Siempre dejaba pasar mi oportunidad. Hablamos por primera vez el día que Jin nos presentó en la tienda de uniformes, ¿lo recuerdas?
Jungkook no podría olvidar jamás ese día. Asintió en respuesta a la pregunta de Jimin a lo que este sonrió.
Permanecieron unos segundos en silencio, dando sorbos a sus bebidas, hasta que Jungkook recordó algo:
— Pero un día venciste a tu timidez. — Jimin levantó la vista hacia él.
— ¿Sí? — ladeó la cabeza como un gatito prestando atención y el menor rió.
— Sí. Ese día que fuimos todos a dormir a tu casa, ¿no recuerdas qué me dijiste?
Jimin se sonrojó instantáneamente al recordar esa noche. Jungkook no lo sabía pero cuando el menor se había dormido el mayor había permanecido despierto durante una hora más observándolo dormir plácidamente. Que lo mataran. Era un acosador definitivamente.
— Me dijiste que me gustaba Jin-hyung. — Jungkook dijo al ver que Jimin no daba señales de querer responder.
Pero Jimin asintió con los ojos cerrados, aún demasiado avergonzado por lo que había hecho.
— No me había dado cuenta entonces, ¿pero ya tenías sentimientos por mí? — Jungkook había preguntado directamente, sin rodeos, como siempre hacía. Jimin asintió sin aún mirarlo. — ¿De verdad? — Jimin asintió lentamente — Hyung… lo siento, debe haber sido difícil para ti… — Jimin hizo una mueca al recordar todas esas veces que había llorado por Jungkook, esas otras que se había dicho a sí mismo que debía olvidarlo y esa vez en la que casi se acuesta con el tipo de arriba (que por suerte se había mudado hacía unas semanas) y se sintió extraño de repente. Había pasado por mucho debido a sus sentimientos por Jungkook. Su vista se desvió hasta sus manos entrelazadas y en ese momento supo que todo ese tiempo había valido la pena. Lo valía si ahora podía tomar la mano del menor sin tener que preocuparse de que alguno de los chicos pudieran verlos. Incluso estaba seguro de que volvería a pasar por todo lo mismo si la recompensa era aquella.
Miró a Jungkook a los ojos y le dijo:
— Te quiero. Eso importa ahora.
Una hora más tarde habían salido de la cafetería y debían hacer lo que seguía en la lista de Jimin:
— Tercero: recorrer el pueblo. — le hizo saber el mayor.
— ¿No teníamos que comprar también regalos para los chicos?
— Y Hana. — agregó Jimin.
— ¡Podríamos hacerlo mientras recorremos el pueblo!
— ¿Y fundir el paso tres con el cuatro?
— No. Sería hacer el paso 3,5.
Jimin lo meditó un segundo antes de aceptar lo que Jungkook le decía, después de todo era lo más lógico ya que en unas horas se haría de noche.
Caminaron por la zona comercial de Busan entrando a cada tienda que había. Una de ellas era de ropa, se encontraban en la sección de accesorios probándose gorros y anteojos de sol.
— ¿Deberíamos comprar uno de estos para Yoongi? — preguntó Jimin mientras se miraba en un pequeño espejo, llevaba puestos tres gorros, uno encima del otro y un par de lentes. Se giró hacia Jungkook quien soltó una carcajada al verlo.
— Veo que estás entretenido. — él en cambio se había probado un gorro rojo que le había gustado y un par de lentes.
Jimin se sacó los lentes y volvió a dejarlos en su lugar para luego sacarse los tres modelos de gorros que se había probado y que creía que le podrían gustar a su amigo, dos eran negros y uno verde militar, uno de los negros llevaba escrita la palabra “SWAG” en mayúsculas, mientras que el otro era liso y el verde tenía un parche. Se giró hacia Jungkook mostrándole los modelos:
— ¿Cuál crees que es mejor?
Jungkook los miró por un momento hasta que se decidió por el negro que decía “SWAG”.
— Y podríamos llevarle un par de lentes a Namjoon. — señaló el modelo que pensaba que al mayor podría gustarle, los vidrios eran redondos y negros y la montura en un tono entre cobre y dorado opaco. Jimin estuvo de acuerdo y le pasó a Jungkook el gorro para Suga mientras le decía que se adelantara a pagarlos mientras él acomodaba las cosas que se habían estado probando, vio que Jungkook dejaba el gorro rojo con tristeza y luego se alejaba hacia la caja. Jimin dejó los gorros en el estante donde estaban todos los otros y volvió a colgar los lentes. Esperó hasta que Jungkook había pagado y le dijo que lo esperara afuera que quería ver si encontraba algo para sus hermanos menores, así que Jungkook salió de la tienda. Jimin sonrió al ver que ya no estaba en el campo de visión del menor y agarró el gorro rojo y se dirigió rápidamente a la caja para pagarlo, pero no podía dejar que Jungkook viera el regalo, así que lo guardó en su mochila. Luego salió.
— ¿Compraste algo más?
— No, no había nada que les pudiera gustar. — Jimin hizo una mueca y esperó que su actuación fuera convincente.
Para su suerte lo fue porque Jungkook sólo asintió y le tomó la mano antes de empezar a caminar lentamente hasta la siguiente tienda que era específicamente de accesorios para mujeres y niñas, entraron y ahí compraron algunas cosas para la prima de Jungkook pero antes de pagar vieron que había pines con diferentes patrones y cosas escritas, uno de ellos era rosa y llevaba escrito “LOVE PINK” ambos rieron y automáticamente lo agregaron a la compra. El siguiente lugar al que entraron era una tienda de ropa común y corriente, pero ahí encontraron una remera sin mangas que se veía muy cómoda para bailar por lo que la compraron para Hoseok. En una tienda de regalos compraron un peluche de alien para Taehyung y finalmente en otra tienda de ropa compraron un sweater para Jin y a su regalo agregaron el pin que habían comprado antes.
— Creo que ya hemos comprado regalos para todos. — dijo Jimin mientras repasaba las compras. Jungkook asintió en acuerdo y luego sacó su celular para ver la hora.
— Son las ocho y media, podríamos buscar algún lugar para comer antes de ir al lugar que alquilaste para dormir. — sugirió Jungkook. En realidad quería perder el mayor tiempo posible antes de tener que ir a donde sea que tuviera que pasar la noche con Jimin, esperaba estar lo suficientemente cansado para entonces para que su mente no lo obligara a imaginarse posibles escenarios que fueran a provocarle insomnio.
— Tienes razón. — dijo Jimin asintiendo de paso podría darle a Jungkook el regalo que le había comprado.
Deambularon un poco más hasta que se decidieron por comer en un lugar donde según un cartel en la puerta hacían “el mejor plato de Busan”, así que entraron y fueron recibidos por una chica de unos veinte años que les sonrió y les indicó que se sentaran en una de las mesas, ellos pidieron la especialidad de la casa y ella les dijo que tenían suerte ya que su abuela (la dueña de ese restaurante familiar) estaba preparándolo en ese momento así que en unos minutos estaría listo. El famoso plato era sopa de verduras, fideos y carne y cuando se los sirvieron la presentación los conmovió porque, al igual que el lugar, era simple pero de alguna forma hogareño. No sabían lo hambrientos que estaban hasta que empezaron a comer, estaba muy bueno. Ellos comieron tranquilamente mientras charlaban y Jimin le contaba a Jungkook que solían ir a Busan con su familia muy seguido cuando era pequeño por eso conocía tanto la ciudad. Pero ellos no notaban que había alguien que los estaba observando detenidamente, y para nada disimulada, desde el otro lado del mostrador del lugar: la chica que los había atendido estaba atenta a su conversación y la manera de comportarse de ellos y al escuchar al chico de cabellos naranjas decir aquello una bombilla se prendió en su cabeza.
Jimin y Jungkook no notaron cuando la chica se acercó a ellos y les preguntó:
— ¿Jimin eres tú? — El aludido la miró sorprendido y extrañado ¿cómo sabía esa chica su nombre? — Sí lo eres ¿cierto? — Jimin asintió algo tímido y no reparó en la mirada molesta que Jungkook le daba.
¿Quién era esa chica y por qué sabía el nombre de Jimin? ¿Y por qué Jimin no le había dicho nada?
— ¡Soy yo, Amber!
Jungkook observó detenidamente a la chica por primera vez: llevaba pantalones largos algo sueltos y también un buzo que le quedaba algo grande, nada ceñido al cuerpo lo que le resultó extraño, además su cabello estaba corto pero peinado de una forma que la hacía ver linda, aparte su rostro era bastante exótico. La chica tenía su encanto a pesar de no verter como una chica con ropa que resaltara su cuerpo, sin embargo sabía cómo lucir bien con ropa que más parecía de chico que de chica. Era una tomboy, comprendió Jungkook.
— ¿Amber? — Jimin pareció reconocerla — ¡Woow, te ves tan diferente!
— ¿Tú sigues igual de enano? — le preguntó ella burlándose a lo que Jimin se paró de un salto para demostrarle que ahora era más alto que ella.
— Veo que te has quedado abajo…
Ella rió y lo golpeó en el brazo.
Jungkook observaba la escena y sólo quería desaparecer de ahí, se entretuvo jugando con su comida hasta que Amber fijo la vista en él.
— ¿Y él es…? — le preguntó a Jimin levantando una ceja y con una sonrisa pícara. Jimin se sonrojó y ella lo supo todo.
— Él es… hum… Jungkook. —dijo Jimin por fin y el menor perdió su apetito. ¿Acaso no le había pedido salir con él? ¿Qué todo lo que le había dicho ya no valía nada? Dejó sus palillos al lado del plato molesto y le preguntó a la chica dónde era el baño, ella le indicó el lugar y él se dirigió allí sin siquiera mirar a Jimin quien suspiró y volvió a sentarse.
— Veo que sigues siendo un tonto, Jimin — le dijo Amber y él levantó la mirada hacia ella — ¿crees que no lo sé? Se nota desde lejos que están saliendo. — Jimin hizo una mueca.
— ¿Ah sí?
Amber rió, al parecer su amigo seguía siendo igual que antes.
— ¿Si no puede animarte a presentarlo como tu novio cómo puedes estar seguro que puedes protegerlo? — le preguntó ella y Jimin desvió la mirada.
— Yo creí que… — pero Amber lo interrumpió:
— No puedes ser inseguro, sino lo perderás y parece que es alguien a quien no quieres perder. — ella le sonrió dándole ánimos y Jimin le sonrió y asintió.
En ese momento Jungkook volvía del baño, sólo había ido para darles espacio a Jimin y su “amiga”. Estaba molesto y sólo quería irse de ahí, ni siquiera creía que pudiera seguir comiendo.
Amber y Jimin lo vieron acerarse y Jimin se paró de la silla, Jungkook desvió su mirada, pero no se esperaba que Jimin tomara su mano y se parara a su lado mirando a Amber antes de decirle a la chica:
— Tienes razón, es mi novio.
Jungkook lo miró directamente a los ojos sin poder creer lo que Jimin estaba diciendo. Era tan extraño oír su voz pronunciando esas palabras.
— ¡Bien! Así me gusta. — Amber aplaudió y luego le extendió una mano a Jungkook, el menor la tomó aún sin salir de su estupefacción y ella se presentó: — Mi nombre es Amber, Jimin y yo somos amigos desde pequeños, siempre que su familia venía aquí a vacacionar solíamos jugar juntos. Espero que seas bueno con él, confió en ti. — ella le dedicó una sonrisa genuina y Jungkook no pudo más que responderle con otra:
— Mi nombre es Jungkook, pero eso ya lo sabes. No te preocupes, cuidaré de él. — Amber asintió y luego recordó lo que quería decirles.
— Oh por cierto, yo no había venido a arruinarles su cita, sino que quería contarles que tenemos un postre especial para parejas y en este caso haré una excepción y se los regalaré yo.
Los chicos rieron y aceptaron el regalo, Amber les dijo que le avisaran cuando hubieran acabado la comida y ella se los traería, luego los volvió a dejar solos.
— Tienes tantos secretos, Park Jimin. — le dijo Jungkook mientras comía un bocado, su apetito había vuelto de un momento a otro.
— ¿Yo? ¿Por qué lo dices?
Jungkook rió y ambos continuaron comiendo. Más tarde, cuando hubieron acabado su comida, Amber volvió para llevarse los platos y traerles el postre de parejas, ambos chicos al verlo se sonrojaron y Amber rió, sabía que ambos reaccionarían así.
— Que disfruten~ — les dijo y se alejó de ellos.
— Amber…— Jimin gruñó el nombre de su amiga en voz baja y eso hizo que Jungkook riera.
El plato era bastante simple: un brownie húmedo de chocolate con helado y mousse de chocolate decorado con algunos frutos rojos. Sin embargo la particularidad del mismo era que sólo había un pequeño tenedor y venía con una nota que decía “este es el plato del amor, la pareja debe comerlo juntos e ir turnándose para darle un bocado de a uno, sin embargo la regla es que cada uno debe ser alimentado por el otro, ninguno puede comer por sí mismo. Disfruten y felicidades para la pareja”, al parecer era también la especialidad de la casa porque la nota venía impresa en un papel decorado.
Eso era realmente vergonzoso. Ninguno de los quería mirar al otro ni tocar el tenedor. Jimin debería haberse imaginado algo así cuando Amber les mencionó el postre.
— S-si no comemos se echará a perder… —dijo Jungkook tras haber pasado varios minutos en silencio. Jimin sólo asintió pero no sabía que hacer o decir, así que miró a sus costados para ver si había otras parejas comiendo eso y pudo ver a unas mesas de distancia a un hombre y una mujer, ambos de unos cuarenta años, comiéndolo y le pareció muy tierno, sin embargo aún no se animaba a hacerlo. Jungkook siguió con la vista el punto a dónde Jimin estaba mirando y reparó en la pareja lo que le hizo ganar confianza y tomar el pequeño tenedor para cortar un poco del brownie. Jimin notó que Jungkook se había movido delante de él así que observó lo que estaba haciendo y se sonrojó incluso más.
Jungkook estiró su brazo hacia Jimin con el tenedor servido pero sin mirarlo a los ojos, en cambio se concentró en mirar hacia adelante pero no directamente a Jimin.
— Aah… —murmuró para hacerle entender a Jimin que tenía que comerlo. El mayor se sentía demasiado avergonzado para hacerlo así que se quedó quieto sin siquiera abrirla boca.
El brazo de Jungkook comenzaba a cansarse, así que miró a Jimin y pudo ver que estaba todo rojo, probablemente él estaría igual pero no pudo evitar reírse al verlo, luego habló para terminar con ese extraño ambiente de una vez por todas:
— Si no lo comes entonces lo haré yo.
Jimin sacudió su cabeza volviendo a la realidad. Vio que Jungkook alejaba el tenedor de él y le dijo:
— ¡Hey, romperás la regla! — entonces se acercó con la boca abierta para que finalmente Jungkook volviera a acercar el tenedor a él y Jimin comiera lo que le daba.
Sus ojos se quedaron conectados mientras Jimin saboreaba el dulce sabor del chocolate y cuando tragó le dijo:
— Debes probar esto, está muy bueno.
Jungkook bajó su brazo aún con el tenedor en la mano pero Jimin a medio camino tocó su mano para poder agarrar él el tenedor. Jungkook se lo dio sin problemas y Jimin procedió a servir un poco del postre en el tenedor para luego extender su brazo para alimentar a Jungkook, el menor comió lo que el mayor le daba y al sentir el sabor un recuerdo vago invadió su mente: el sabor a chocolate que tenían los labios de Jimin cuando se besaron por primera vez. Sonrió al recordar eso, esta vez sin sentir vergüenza o temor sino más bien con ganas de besar al mayor.
— ¿Y qué crees? — le preguntó Jimin. — Jungkook lo miró a los ojos sonriendo luego de tragar para decirle:
— Creo que quiero besarte.
Jimin se sonrojó si es que aún podía hacerlo más y murmuró:
— ¿Por qué de pronto sale con eso?
Jungkook rió y le quitó con suavidad el tenedor de las manos para volver a alimentarlo.
Unos minutos más tarde el postre se había acabado y ambos ya habían perdido la vergüenza, tan sólo se reían y molestaban entre ellos.
Ya eran más de las nueve y debían hacer lo último que indicaba la lista de Jimin y eso ponía nervioso a Jungkook.
Se despidieron de Amber, Jimin y ella intercambiaron sus números de teléfono así podían seguir en contacto y luego de pagar por la cena salieron del lugar para darse cuenta que había bajado mucho la temperatura y que hacía mucho más frío que antes.
— Deberíamos apresurarnos para no enfermarnos. — le dijo Jimin a Jungkook tomando su mano y guiándolo hasta donde estaba el lugar donde había alquilado una habitación. Llegaron hasta una casa donde Jimin tocó la puerta que unos segundos después fue abierta por una mujer de unos cincuenta años que reconoció a Jimin cuando éste le dijo que había alquilado la habitación. La mujer les pidió que la siguieran y caminaron los tres unos pasos hasta llegar a dos casas más allá a una que tenía un amplio jardín con un cartel que decía “Residencia Jang”. La mujer les explicó que su familia había heredado esa casa y que habían decidido hacerla una pequeña residencia para personas que querían quedarse algunos días en la ciudad, tenía habitaciones para una, dos o tres personas. Jimin le recordó que él había solicitado una para dos y ella sintió recordándolo. Les mostró la casa y les indicó dónde estaba el baño, luego les dio las llaves de la habitación y de la casa y les dijo que en ese momento no era temporada alta de turismo por lo que sólo estarían ellos dos en la casa, luego agregó que “tenía paredes anchas que no dejaban salir el ruido” y rió mientras Jimin se enrojecía y Jungkook no parecía comprender a qué se refería. La mujer los dejó solos no sin antes decirles que por cualquier inconveniente la llamaran. Ellos le agradecieron y la despidieron para luego cerrar la puerta con llave como la mujer les había explicado ya que aunque no había mucha inseguridad en la ciudad siempre era mejor ser precavido.
Una vez solos Jimin guió a Jungkook hasta la habitación, ya que aún estaban tomados de la mano, ahí sí se las soltaron porque se quitaron las mochilas y los abrigos.
Jungkook estaba tan nervioso que se había golpeado tres veces con distintas cosas de la habitación. Agradecía que Jimin hubiera alquilado una habitación con dos camas, eso lo tranquilizaba un poco pero también lo desanimaba y no sabía muy bien por qué.
— Jungkook — Jimin lo nombró así que se giró hacia él y vio que llevaba un pequeño paquete en sus pequeñas manos —, quiero darte esto. — Jimin se acercó a él y le dio el paquete, Jungkook lo miró ladeando la cabeza sin entender pero lo tomó.
— ¿Esto qué…? — Jimin le explicó:
— Es un regalo.
Jungkook abrió los ojos sorprendido y halagado, rompió un poco el papel que envolvía lo que hubiera adentro y cuando tocó el objeto del interior su memoria táctil reconoció la tela suave. Sacó el gorro del paquete y abrió su boca sorprendido sin saber que decir.
— Vi que te había gustado así que sólo quise comprarlo para ti. — le dijo Jimin y Jungkook volvió a mirarlo sonriendo.
— No tenías que hacerlo, hyung. — le dijo pero realmente le había gustado ese gorro y no podía disimularlo. Jimin rió.
— Quise hacerlo.
Jungkook dejó el gorro y el paquete en la cama para besar a Jimin con ternura. Tomó su rostro entre sus manos y acercó sus labios lentamente, tomando a Jimin por sorpresa, sus labios se rozaron y ambos sonrieron. Jungkook acarició los labios de Jimin y luego le dio un beso. El mayor sintió mariposas en su estómago, era la primera vez que Jungkook tomaba la iniciativa y eso lo emocionó. El menor era gentil, tierno, apenas movía sus labios sobre los de Jimin, temeroso de hacer algo que el mayor no quisiera y Jimin notaba eso y le hacía quererlo aún más. Jungkook podía parecer duro por fuera pero por dentro era un niño que tenía que ser cuidado, al contrario de Jimin quien se veía inofensivo por fuera pero que podía ser una fiera por dentro si herían o tocaban lo que era suyo.
Jimin colocó sus manos a ambos lados de la cintura de Jungkook, le amaba hacer eso, la única razón por la que le gustaban sus manos era porque encajaban perfectamente en el hueco que formaba la cintura del menor, sin embargo se resistió de atraerlo hacia él, no quería sentir que presionaba a Jungkook a nada, aunque sus cuerpos estaban a una distancia que Jimin apenas podía soportar.
Jungkook acariciaba las mejillas del mayor con suavidad, su piel era tan suave que él podría pasar toda su vida tocándola, acariciándola. Sentía las manos de Jimin en su cintura y eso lo volvía loco. Quería controlarse, de verdad que quería hacerlo pero como siempre Jimin se lo ponía difícil. Profundizó el beso abriendo cada vez más su boca para que encajara mejor con la de Jimin, pero quería más, de alguna forma eso ya no era suficiente. Rodeó el cuello de Jimin con sus brazos y se acercó un poco más a él, todavía había cierta distancia entre ellos.
Y Jimin no podía soportarlo más, él mismo avanzó hacia Jungkook pegando sus cuerpos lentamente, sólo quería sentir el pecho de Jungkook contra el suyo, que sus respiraciones fueran iguales. Abrazó a Jungkook con sus brazos y notó que el menor hacía lo mismo con él. Sus labios estaban muy juntos, pero de alguna forma sus besos eran lentos, dulces, como Jungkook. Jimin intentó controlarse aunque era tan malditamente difícil. No pudo hacerlo y dejó que su lengua buscara la de Jungkook.
Jungkook se separó de él y Jimin sintió un nudo en su estómago. Dios. Quiso golpearse, debió haber aguantado.
— Lo siento… — murmuró mirando hacia abajo. Pero no notó la mirada de deseo de Jungkook.
— Yo soy quien debería disculparse por esto. — dijo el menor y a continuación se separó completamente de Jimin para tomarle la mano y hacer que ambos se sentaran en el borde de la cama, dejó el gorro y el papel arriba de su mochila para que no estorbaran.
Jimin lo miró a los ojos sin comprender (o sin querer hacerlo)
— ¿Jungkook? — preguntó y el menor rió.
— Te ves tan lindo cuando intentas actuar inocente.
Entonces Jungkook volvió a besarlo esta vez con intensidad. Jimin se sorprendió porque ni siquiera le había dado tiempo de responder, pero se dejó llevar. Cerró los ojos y aceptó el beso de Jungkook mientras con la mano libre acariciaba la mejilla del menor. Jungkook se movió un poco para acercarse más a él sin soltarle la mano. En cambio se sentó tan cerca de Jimin que tuvo que poner una de sus piernas encima de una de Jimin para poder estar cómodo. El mayor se alejó un poco para mirarlo nuevamente, sus bocas aún estaban abiertas y ambos respiraban suavemente. Tan cerca.
Jimin soltó la mano de Jungkook y bajó la otra, colocó ambas en el hueco de la cintura de Jungkook y tiró un poco de él para que se sentara completamente sobre su regazo. Jungkook sonrió y así lo hizo, para luego rodear el cuello de Jimin con sus brazos mientras Jimin lo sostenía rodeando su cintura. Volvieron a besarse, esta vez fue algo incómodo porque ambos no dejaban de sonreír así que apenas podían abrir sus labios.
Jungkook se quitó las zapatillas con sus pies y Jimin lo imitó, así estarían más cómodos suponía él, pero no se esperaba que Jungkook, sin separar mucho sus labios pero tomando la mano de Jimin para indicarle que se sentara en la cama a lo largo para él inclinarse sobre Jimin, apoyando sus manos a ambos lados para hacer fuerza y poder sentarse nuevamente sobre su regazo pero esta vez arrodillarse con las piernas abiertas para poner una pierna de cada lado de Jimin. Se separó un poco del mayor para que pudiera ver la nueva posición y Jimin sonrió cuando Jungkook tomó su cabeza poniendo sus manos en sus mandíbulas para poder hacer que Jimin levantara su rostro y él, desde arriba, poder besarlo. Jungkook no podía tener suficiente de los labios de Jimin, quería besarlo todo el día y aún así no estaría satisfecho. Sus bocas se movían con rapidez mientras se besaban, sus lenguas jugaban entre sí e incluso peleaban un poco porque sí, incluso así debían pelear. Jungkook mordió el labio inferior de Jimin tirando un poco lo que hizo que Jimin sintiera calor recorrer su cuerpo. Pero su mente en cambio sólo podía pensar en algo: venganza. Sus brazos rodeaban a Jungkook, así que buscó el lugar donde la remera del menor terminaba para meter sus manos debajo de esta y pasar sus manos frías por la espalda del menor. Al sentir el frío Jungkook gritó y se separó de él, Jimin rió.
— Eres tan infantil. — le dijo Jungkook pero Jimin sólo reía. Jungkook hizo lo mismo que él le estaba haciendo pero para llegar hasta la parte de debajo de la remera de Jimin tuvo que inclinarse tanto sobre él que su cara quedó muy cerca del pecho del mayor. Eso los paralizó a los dos.
Jimin esperó a que Jungkook hiciera algo, después de todo él era quien se había inclinado sobre él de esa forma, además había movido un poco sus piernas para hacerlo así que es como si Jungkook hubiera pegado su torso contra el de Jimin.
Jungkook había llegado hasta el final de la remera de Jimin pero se le ocurrió otra cosa que hacer con ella. Tiró del borde de la prenda hacia arriba dejando al descubierto el abdomen marcado del mayor lo que sorprendió muchísimo a Jungkook, no sabía que Jimin se ejercitaba.
Jimin separó un poco sus cuerpos para que Jungkook pudiera terminar de sacarle su remera y se sintió cohibido cuando notó que el menor miraba su cuerpo, incluso tuvo el impulso de taparse pero no lo hizo.
Jungkook jamás había llegado tan lejos con alguien pero de alguna forma creía que sabía lo que tenía que hacer. Quería tocar la piel expuesta de Jimin, la parte de su cuerpo que acababa de conocer, no sabía que podía gustarle tanto alguien pero ahora lo sabía, además también sabía que Jimin le gustaba de cualquier forma, cada parte de Jimin le gustaba.
El mayor al ver que Jungkook sólo lo miraba avergonzado sin hacer nada tomó las manos de Jungkook y las puso sobre su abdomen lo que hizo que el menor abriera mucho más los ojos, enrojeciera todavía más y contuviera su respiración.
— Tú me quitaste la remera ¿ahora no vas a aprovechar? — le dijo Jimin y Jungkook abrió su boca sorprendido de oírlo decir eso.
Tímidamente pasó una de sus manos por el abdomen de Jimin y sintió como este se contraía cuando Jimin reía, oír la risa de Jimin lo hizo sentirse menos incómodo, sabía que el mayor no lo juzgaría y que todo lo que hacía era lo que él quería. Era consciente del poder que tenía sobre Jimin pero no sabía bien cómo funcionaba, sólo sabía que el mayor hacía cualquier cosa por él. Así que se animó y acarició con sus dos palmas el cuerpo del mayor, con las yemas de sus dedos recorría las partes sensibles.
Eso hizo que las terminales nerviosas de Jimin se pusieran de punta, pero de alguna forma todo lo que Jungkook hacía era tan inocente que Jimin se sentía a gusto. Se sentía querido, como nunca antes lo había hecho.
Abrazó a Jungkook sorprendiendo al menor, haciendo que la cabeza de Jungkook se apoyara en su pecho desnudo. Se dejó caer hacia atrás llevando a Jungkook consigo quien tuvo que estirar sus piernas para mantener el equilibrio. Jimin rió y Jimin movió su cabeza para poder mirarlo a los ojos.
— ¿A qué ha venido eso? — le preguntó y Jimin se encogió de hombros.
— Estoy feliz. — le dijo y Jungkook estuvo de acuerdo. Puso ambas manos a los lados de la cabeza de Jimin y se impulsó un poco hacia arriba, Jimin aún tenía sus manos en su cintura.
— Ahora has quedado atrapado debajo de mí y no sé que haré. — le dijo Jungkook en tono provocativo, lo que encendió a Jimin.
— ¿Ah sí? — el mayor lo miró con chispas en sus ojos.
Jungkook se inclinó hacia él, rozando sus labios y al hablar Jimin sentía las palabras sobre sus labios:
— Eres mío y sólo mío, Park Jimin.
Lo beso ardientemente y Jimin acarició su piel debajo de su remera, pero eso ya empezaba a molestarle, así que tiró de la tela hacia arriba haciendo que Jungkook tuviera que separarse de él para que Jimin pudiera sacarle la remera por el cuello, ésta cayó por los brazos de Jungkook y tapo la mitad de la cara de Jimin, justo sobre sus ojos. Jungkook rió y aprovecho para besarlo así, sin que pudiera verlo, pero lentamente levanto un brazo y se sacó la remera por la manga para luego hacer lo mismo con el otro brazo y agarrar la tela y dejarla caer al lado de la cama.
Jimin se soltó de sus labios y acarició la mejilla de Jungkook con su boca dejando besitos por donde pasaba lo que hizo sonreír a Jungkook. Luego Jimin comenzó a levantarse lentamente haciendo que Jungkook tuviera que volver a sentarse en su regazo y se miraron a los ojos, Jimin se movió suavemente, haciendo que Jungkook tuviera que sentarse a su lado. El mayor sonrió y gentilmente volvió a besar al menor mientras lo guiaba hacia la cama, haciendo que esta vez él se acostara. Desde la nueva posición Jimin se separó de Jungkook para poder ver su piel desnuda. El menor también tenía sus abdominales algo marcados, y su cuerpo era notablemente más grande que el de Jimin. El mayor notó que Jungkook se sonrojaba al ser visto por él.
Jungkook se sentía acobardado por su cuerpo, definitivamente el de Jimin era increíble ¿y el suyo? No tenía forma. Se tapó los ojos con el brazo para no tener que ver a Jimin a los ojos y el mayor se mordió el labio por la reacción del menor.
Jimin se agachó hasta el abdomen del menor y lo acarició con sus labios, besándolo donde fuera que pudiera, acariciándolo con las yemas de sus dedos, haciendo que Jungkook se sintiera menor inseguro, esperando que se sintiera tan querido como él se había sentido antes.
Jungkook sintió a Jimin besando su piel por lo que movió su brazo para ver lo que hacía. Desde su posición veía al mayor inclinado hacia él, con su trasero parado (Jungkook intentó no mirar en esa dirección dos veces) y sus manos en sus costillas. Jimin lo besaba y acariciaba, haciendo que Jungkook sintiera su piel calentarse, incluso en lugares donde no sabía que tenía terminales nerviosas. De pronto Jimin notó que Jungkook lo observaba así que se separó un poco para decirle:
— Eres hermoso.
Jungkook se sonrojo y Jimin sonrió. Ahora subió lentamente por su abdomen rozándolo con sus labios hasta llegar a su pecho y luego hasta su cuello, el menor tenía su cabeza sobre la almohada y se contraía a medida que el mayor recorría su torso. Jimin empezó a recorrer el cuerpo de Jungkook con más intensidad, succionando y besándolo mientras también lo acariciaba con sus manos. Jungkook puso sus manos en la cabeza de Jimin moviéndola con suavidad pero también enredando sus dedos en el pelo de este. Jimin comenzó a lamer también haciendo que Jungkook se sintiera caliente, tan caliente que empezó a temer que se sintiera tan excitado que le provocara una erección. Maldito Jimin. Sin embargo lo que Jimin le hacía se sentía tan bien. Ahora sus pantalones se sentían como un estorbo.
Jimin había vuelto al cuello de Jungkook, mordió con suavidad para no herir al menor. Debía parar y lo sabía, no quería llegar tan lejos, no hoy. Así que volvió al terreno conocido. Subió por la mandíbula de Jungkook rozando sus labios y cuando llego a los labios del menor el chico lo beso con pasión. Jungkook tiraba de su cabello con sus dedos e incluso había bajado sus manos a su espalda donde pasaba sus manos con rapidez intentando recorrerla toda en el menor tiempo posible. Jungkook abría tanto su boca que eso calentó a Jimin. Su lenguas se enredaban y volvían a separarse, sus labios no sólo se juntaban sino que a veces abrían tanto sus bocas los costados también quedaban dentro. Jungkook le mordió el labio a Jimin tan fuerte que hizo que le saliera un poco de sangre, pero al mayor no le importó, siguió besando al menor.
Jimin apoyó su cuerpo sobre el de Jungkook y el menor lo rodeo. Sus entrepiernas estaban cerca. Pero ambos sabían controlarse, no eran niños. Aún no era el momento y ambos lo sabían. Sus piernas se enredaron y Jungkook hizo lo que tanto quería hacer. Bajó sus manos por la espalda de Jimin hasta llegar al final de ésta, pero no paró ahí sino que siguió hasta el abultado trasero de Jimin para sentirlo con sus propias manos. Jimin intentó no reír. En cambio subió por la mejilla de Jungkook hasta llegar a su oreja, mordió el lóbulo del menor y tiró de él con suavidad haciendo que Jungkook gimiera y pegara sus labios al cuello de Jimin para succionar tanto que provocó un gemido en el mayor.
— Jungkook… vengativo… — gimió mientras Jungkook reía.
Entonces se separó de él un poco, apoyándose sobre el pecho de Jungkook.
— Creo que deberíamos parar. — le dijo con rodas sus fuerzas de voluntad.
Jungkook suspiró dejando caer sus manos a los lados de su cuerpo.
— Lo sé.
Jimin sonrió, le dio un último beso en los húmedos labios y giró para quedar al lado del menor. Ambos se acostaron sobre sus costados y se miraron a los ojos. Jimin tomó la mano de Jungkook y la llevó a sus labios para besarla.
— Te quiero, Jungkook.
Jungkook quería responder lo mismo, pero sentía que esas palabras no eran suficientes para expresar lo que sentía por el mayor, así que se acercó para darle un beso en los labios y luego dijo:
— Te amo, Park Jimin.
Jimin sonrió.
— ¿Por qué siempre usas mi nombre completo?
Los ojos de Jungkook comenzaron a cerrarse lentamente. No sabía que hora era pero era consciente de que habían estado mucho tiempo ocupados.
— Porque tu nombre suena muy lindo. — murmuró cerrando los ojos mientras lentamente se dormía al sentir la respiración de Jimin a su lado y su mano sobre la suya.
Jimin notó que Jungkook se estaba durmiendo así que con cuidado lo hizo quitarse el pantalón para quedar en bóxers, sin mirar mucho, no quería hacerlo si el menor estaba dormido. Entonces lo hizo entrar en la cama, luego se quitó su propio pantalón y aunque sabía que lo mejor era que se acotara en la otra cama se acostó al lado de Jungkook, volviendo a tomar su mano.
Ambos se durmieron rápidamente.