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Vida nueva por TaeHyun

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Notas del capitulo:

Feliz año nuevoo! 


 


Queria decir eso antes de empezar ^^/ 


Muchisimas gracias por leer y por los reviews <3 


<3 Quienfueraesabotella(?) 


Feliz año nuevo les desea el Jikook<3  y Bangtan<3 


Y no se olviden "Let's fly with our beautiful wings in 2017 as well~"


 

Jungkook le había avisado a su madre esa mañana que iría a la casa de Jimin luego de la escuela, su mamá no había puesto muchas quejas al respecto pero le dio más dinero de lo normal según ella por si “ocurría algún imprevisto” pero Jungkook no entendió bien a qué se refería. Así que al terminar las clases del día la pareja se despidió de sus amigos y se dirigieron hacia el lado contrario de siempre, sus amigos sabían que ese día era el cumpleaños del hermano de Jimin así que no hicieron preguntas al respecto; aunque Yoongi y Taehyung sabían del mensaje de la madre de Jimin y le habían dicho que si él quería podían ir también, sin embargo Jimin se había negado y había respondido que con Jungkook sería suficiente.

Por lo que Jimin y Jungkook se encontraban en el colectivo que el mayor acostumbraba a tomar hacía dos años dirigiéndose a su casa paterna cuando este rompió el silencio:

— Jungkook… — Jimin cerró su boca sin terminar la idea. No se atrevía a decirle a Jungkook lo que estaba pensando, le dolía y sus manos entrelazadas lo hacían sentir culpable.

Jungkook apretó su mano un poco.

— ¿Qué ibas a decir? — le preguntó y sus ojos tan cálidos y sensibles derritieron el corazón de Jimin. Suspiró y se preparó para decir lo que había pasado toda la noche practicando:

— Mis… mis padres no… — cerró los ojos y apoyó su cabeza contra una de los tubos del colectivo que sirven para agarrarse. Jungkook adivinó lo que le iba a decir:

— ¿No pueden saber lo nuestro?

Jimin negó con su cabeza sin moverla de donde estaba. Jungkook suspiró y soltó su mano de repente, se sentía… dolido.

Sí, sabía que las relaciones homosexuales no eran bien recibidas en su maldita sociedad ¿pero eso a él que le importaba? Después de lo que había tenido que sufrir por su primer intento de relación se había prometido que no volvería a darle importancia a lo que el resto de las personas pensaran… pero una vez más había elegido un chico con padres homofóbicos. De pronto no quería ir ahí, tan sólo quería permanecer en ese colectivo hasta que diera la vuelta y volviera a la escuela para él poder irse a casa donde no se sentía rechazado ni algo malo. ¿Por qué no podía ser normal y sentirse atraído por chicas? ¿Por qué mierda no podía? Sus ojos empezaron a nublarse y parpadeó varias veces para evitar que las lagrimas escaparan, respiró hondo y miró hacia otro lado, algún lugar donde no pudiera verlo Jimin, para que no se diera cuenta que estaba a punto de llorar.

Sin embargo el mayor no estaba mirándolo, seguía en la misma posición y él no estaba luchando con las lágrimas. Odiaba que sus padres fueran así. Aunque Jungkook era el primer chico que pensaba presentar como su novio no era el primero con quien lo veían… bueno, la forma en que ellos se habían enterado de que Jimin era gay no había sido muy buena y él creía que aún no lo habían superado, incluso lo habían echado de su casa, Jimin apenas podía ver a sus hermanos unos días al año y eso le dolía porque realmente los quería… y los extrañaba. Odiaba estar solo en su casa todo el día. Y ahora sabía que si llegaba a su casa y presentaba a Jungkook como su novio ni siquiera los dejarían entrar, sin embargo tampoco podía presentarlo como su amigo, eso no era justo para Jungkook y sus padres no eran idiotas. Además sus hermanos no eran tontos, tenían doce y el otro cumpliría siete hoy así que eran grandes y ellos sabían la verdad de Jimin, él no sabía cómo pero era consciente de que su madre había hallado alguna forma de explicárselos, al igual que seguramente les había dicho que no podían decirle eso a nadie porque la harían ver mal a ella, todos dirían que lo habían criado mal y por eso él era así y seguro también dirían que sus hermanos podrían ser así también. Jimin no podía dejar de pensar en todo eso y ni siquiera se preocupaba de que otras personas lo vieran llorar. Había sido una muy mala idea pedirle a Jungkook que lo acompañara, ahora no veía una forma buena de salir de ese problema en el que él mismo se había metido.

— Hyung.

Jimin sintió que algo lo jalaba del brazo y lo hacía sentarse en algún lado, levantó su cabeza para darse cuenta que estaba sentado al lado de una ventana y que al otro lado estaba Jungkook quien lo miraba preocupado.

— ¿Estás bien? — le preguntó el menor.

Jimin volvió a mirar por la ventana y reconoció el paisaje urbano, pero aún faltaba para que llegara a su parada. Volvió a girar su cabeza hacia Jungkook.

— Lo siento, Kookie. — las lágrimas no dejaron de salir esta vez.

— Jimin… — Jungkook tomó su rostro entre sus palmas, con sus pulgares limpiaba sus lágrimas — no tienes que disculparte, yo lo siento, sé que esto es duro para ti y… lo entiendo. Lo siento, por ser egoísta.

Jimin negó con la cabeza, aún algunas lágrimas escapaban de sus ojos.

— Perdona, Kookie, perdona por todo lo que va a ocurrir hoy.

Jungkook sonrió incómodo.

— No puedes estar seguro de que pasará algo malo.

Jimin sólo asintió y bajó su cabeza. Jungkook lo abrazó. A ninguno le importó si alguien del colectivo los estaba mirando, en ese momento sólo estaban ellos dos.

Luego de unas tres paradas, Jungkook no estaba seguro, Jimin le dijo que ya debían bajarse, así que se levantaron del asiento y apretaron el botón para dar la señal al chófer quien les abrió la puerta en la cuadra siguiente. Jungkook bajó primero y tuvo que esperar unos segundos a que Jimin bajara porque había dejado pasar antes a una chica con una niña pequeña, ella se les acercó y para sorpresa de ambos chicos les dijo:

— Lo siento mucho, pero viajaba detrás de ustedes y no pude evitar oír su conversación, espero que tengan suerte en lo que sea que tengan que hacer.

Ambos sonrieron y le dieron las gracias, la niña los saludo con su mano y ellos respondieron el gesto. Eso les subió el ánimo a ambos, Jimin tomó la mano de Jungkook y lo guió a través de las calles hacia su casa.

El viejo vecindario de Jimin estaba cerca del centro de Seúl, así que era muy ruidoso y estaba lleno de calles atestadas de autos y gente, Jungkook incluso extrañó la tranquilidad de su calle. Pero para llegar a la casa del mayor debían desviarse por una calle más vacía y levemente inclinada hacia arriba. Cuando llegaron Jungkook sabía que esa era la casa porque se parecía a Jimin de alguna forma y su curiosidad se incrementó al pensar en cómo sería la gente que vivía en esa casa con un bonito jardín y rejas blancas, era de ladrillos y la puerta era blanca también y el jardín delantero estaba tan cuidado que Jungkook incluso pensó que tenían un jardinero propio. Nunca le había preguntado al mayor si sus padres ganaban tanto dinero pero debían hacerlo porque mantenían un departamento para él además de la casa y a los hermanos pequeños de Jimin, sin contar todos los gastos extras. Sin embargo de alguna forma la casa parecía simple y hogareña, ni siquiera podías imaginarte que ahí vivían personas que habían echado a su hijo de la casa por ser homosexual.

— Hum… bueno, aquí es. — Sí, Jungkook tenía razón. Jimin se giró hacia él tomando sus dos manos antes de llamar al timbre — Escucha, quizás mis padres hagan comentarios hirientes así que me disculpo desde ya por eso, además si te hacen algún tipo de pregunta que no quieras responder simplemente no lo hagas ¿sí? No sé si vendrá algún otro miembro de la familia pero por lo que sé sólo seremos nosotros seis, pero en el caso de que haya alguien más debes ignorarlos también. Nada de lo que diga dentro de esa casa será real. — luego se inclinó hacia él y lo besó, obviamente él sabía los puntos ciegos de la casa y en ese lugar no podían verlos desde ninguna ventana. Jungkook lo besó de vuelta y Jimin tuvo que controlarse para no salir corriendo de ahí parar irse a otro lado con su novio. Se separaron y Jimin le dedicó una sonrisa triste, pero Jungkook le sonrió ampliamente y le dio un besito en la mejilla, Jimin suspiró; luego se giró hacia la puerta y tocó el timbre y para su sorpresa Jungkook soltó su mano y se separó unos cuantos pasos, Jimin lo miró extrañado pero de repente la puerta de la casa se abrió un palmo desde donde se asomó una cabecita pequeña y castaña quien al reconocer a Jimin salió corriendo de la casa gritando:

— ¡Hyuuung!

Jimin quitó la mirada de Jungkook al reconocer la voz de su hermano más chico.

— ¡Hyunmin! — Jimin exclamó al mismo tiempo que se agachaba para quedar a la altura del niño, pasando sus manos a través de las rejas para poder tomar las manos de su hermanito.

— ¡Hyung, creí que no vendrías! — su hermanito agarró sus manos y saltó del otro lado de las rejas, Jimin rió y Jungkook sonrió al ver a Jimin tan feliz, no recordaba algún día en el que hubiera estado tan contento.

— Jimin… — la voz de una mujer hizo que Jungkook levantara la mirada hacia ella. Jimin no se paró pero sí la miró:

— Hola. — fue lo único que dijo y su madre se apresuró a abrir la puerta de rejas para dejarlos pasar, el hermanito de Jimin saltó sobre él en cuanto su madre sacó la llave.

— Hyuuung~ — su hermano lo abrazó fuerte y Jimin le devolvió el abrazo, se paró con su hermano en brazos.

— Nuestro Minie creció muchísimo ¿no? — le dijo a su hermano y el pequeño rió. Jungkook comprendió la facilidad de Jimin para llevarse bien con los niños al verlo con su hermano y entendió por qué le gustaba tanto jugar con Hana, de seguro extrañaba muchísimo a sus hermanos. De repente Jungkook sintió una mirada fría sobre él y miró a la madre de Jimin quien había clavado su mirada sobre él esperando que el menor hablara. Jungkook se preguntó si sería una buena idea hacer de cuenta que era mudo y hablaba con lenguaje de señas, pero desechó la idea porque no sabía hablar en lengua de señas y sería muy incómodo si la madre de Jimin sabía y él quedaba como un mentiroso, oh debía haberle preguntado antes a Jimin si su madre sabía. Esperen. ¡Aaaaahhh! Ya se estaba distrayendo, debía decir algo ya ¡YA!

— Hola, señora Park, mi nombre es Jeon Jungkook, soy amigo de Jimin. — se inclinó casi formando un ángulo perfecto de 90 grados. Ugh. Le dolió decir eso pero nada más había logrado salir de su boca, ni siquiera sabía cómo había sido capaz de decir aquello, de repente se sentía demasiado nervioso. ¿Y si salía huyendo de ahí?

Sin embargo la madre de Jimin pareció aflojar su postura al escuchar la palabra amigo. Bien, eso había salido bien. O eso esperaba Jungkook.

— Hola, Jungkook — la mujer inclinó su cabeza saludándolo y luego les indicó que entraran. Los chicos así lo hicieron mientras ella cerraba la puerta de rejas.

Jimin ni siquiera esperó a su madre, se obligó a no sentirse un extraño en su propia casa. Aunque así se sentía. Le indicó a Jungkook con un movimiento de su cabeza que lo siguiera y luchó por no reírse de la expresión de terror del menor, Jimin le dedicó una sonrisa de apoyo y Jungkook intentó hacer lo mismo pero se veía a punto de llorar, Jimin se resistió al deseo de tomar su mano, aunque a duras penas lograba sostener a su hermano, el niño debía haber subido de peso durante el tiempo que no se habían visto.

Al entrar a la casa se quitaron los zapatos, Jungkook notó que había dos pares de pantuflas acomodadas en la puerta lo que le llamó la atención, miró a Jimin y él  le explicó en susurros:

— Le dije que traería a alguien…  — su hermanito los miraba atentamente lo que incomodaba a Jungkook en cierta forma; jamás se había sentido tan fuera de lugar como en ese momento. Jimin dejó al niño en el suelo (sus brazos parecían haberse cansado por fin) y el menor salió corriendo dentro de la casa gritando:

— ¡Minho-hyung, Jimin-hyung ha venido! — Jungkook supuso que llamaba a su otro hermano y notó que los tres tenían el nombre Min, algo que hacían casi todas las familias de Corea, probablemente el entendería eso si tuviera algún hermano. De repente se sintió más solo de lo normal, ser hijo único a veces era muy triste. Pensó en Seokjin y su hermana Jinri, ambos tenían el nombre Jin, y no sabía si alguno de los otros chicos tenían hermanos (creía que Taehyung sí pero no estaba seguro) pero probablemente también compartirían un nombre con sus hermanos.

De alguna forma mientras estaba perdido en sus pensamientos había llegado a la sala y se había sentado en el sillón al lado de Jimin (pero a una distancia prudente).

Jimin miró de reojo para todos lados antes de disimuladamente tomar la mano de Jungkook para darle un apretón, lo hizo tan rápido que el menor apenas se percató de ello, pero Jimin no notó que Minho acababa de aparecer en el pasillo y los había visto, sin embargo fue lo suficientemente cortes para gritar antes de aparecer en el campo de visión de su hermano dándole tiempo de que soltara la mano de Jungkook:

— ¡Mamá, Jimin y su amigo están en el salón! — gritó y Jimin lo miró. Minho observó a su hermano mayor desde el otro lado del salón y le sonrió antes de saludarlo con la mano, luego desapareció por el pasillo de nuevo, Jimin supuso que iría a la cocina. Un segundo después apareció por el pasillo su Hyunmin con una caja más grande que su cabeza y Jimin comprendió que no estaría solo con Jungkook en ningún momento.

— ¡Mira, hyung, papá y mamá me regalaron esto! — el hermano pequeño de Jimin puso la caja sobre las piernas de Jimin y se sentó a su lado entre él y Jungkook, claro que Jimin no sabía lo que había planeado Minho, así que le sonrió a Jungkook a modo de disculpa aunque no sabía por qué lo hacía, Jungkook le devolvió la sonrisa y le preguntó a Hyunmin:

— ¿No es una pistola demasiado grande para ti? — el regalo en cuestión era una juego de dos pistolas de agua pero sí, eran bastante grandes para las pequeñas manos del niño.

— Es para jugar con Jimin-hyung. — le explicó el niño y Jungkook hizo una mueca que intentaba ser sonrisa, miró a Jimin y vio que sus ojos estaban brillando por las lágrimas, sin embargo el mayor pestañeó un poco y le dijo a su hermano:

— Vendré en verano para jugar contigo.

Su hermano asintió.

— ¿Lo prometes? — le preguntó haciendo un puchero y Jimin asintió enérgicamente.

— Hola, soy Minho, hermano de Jimin. — de pronto el otro hermano de Jimin había aparecido del otro lado de Jungkook trayendo un plato con algunas cosas para picar, Jungkook se contuvo para no lanzarse en picado sobre el plato, en cambio miró al otro chico quien había hecho una reverencia para saludarlo. Jungkook rió.

— Eres más educado que Jimin definitivamente.

— ¡Hey! — se quejó el mayor y sus dos hermanos rieron.

— Yo soy Jungkook, puedes decirme hyung si quieres — y el otro hermano de Jimin se quejó:

— ¿Y yo? — Jungkook lo miró y vio que estaba haciendo un puchero muy exagerado, así que sonrió y le respondió:

— Por supuesto que sí.

El niño festejó levantando sus dos brazos y Jungkook rió sin notar que Jimin lo observaba sonriendo a más no poder… y que la madre de Jimin observaba la escena. Ella carraspeó llamando la atención de todos los presentes:

— ¿Por qué no han venido Taehyung o Yoongi? Creí que ellos vendrían.

— Ellos no podían venir hoy, ya habían hecho planes… — y no quería venir solo, pensó Jimin pero no lo dijo, no quería que su madre pensara que odiaba estar ahí.

Sin embargo aún no había llegado lo peor. Cuando su padre llegara seguramente acusaría a Jimin y Jungkook de cualquier cosa y los echaría de ahí, luego le gritaría a su esposa por haber dejado que su hijo entrara con alguien como él y sus hermanos probablemente se echarían a llorar. Y Jimin se odiaría por haber ido.

Miró la pared donde debía estar un reloj; sí, ahí estaba, al parecer las cosas nunca cambiaban en esa casa. En unos diez minutos su padre saldría del trabajo y llegaría allí en unos veinte, el objetivo de Jimin era irse antes de que el hombre llegara.

— Hum… mamá — le era extraño decir esa palabra, en algún momento esa mujer se había dejado de sentir como su mamá, al igual que su padre, sin embargo no sabía de que otra forma referirse a ella. Su madre lo miró — ¿vendrá alguien más de la familia? — su madre lo miró extrañada por la pregunta, no sabía a donde quería llegar su hijo, pero aún así la respondió:

— Bueno, vendrán tus abuelos y más tarde tus tíos y primos.

— ¡Síí! —exclamó emocionado el cumpleañero.

— ¿Mamá, puedo mostrarle a Jimin mi habitación? No ha visto los cambios desde la última vez. — preguntó Minho.

Jungkook se sintió muy mal. No podía entender cómo se sentía Jimin, un extraño en su propia casa, debía ser horrible, él sólo quería abrazarlo y sacarlo de ese horrible lugar pero sabía que debía esperar a que Jimin le dijera que ya era hora de irse, le había dicho que estarían poco tiempo pero aún así a Jungkook se le hacía interminable. Además no soportaba más ver la expresión de Jimin, quería ponerse frente a esa horrible mujer y gritarle por todo lo que le había hecho, quería proteger a su chico le costara lo que le costara. No podía creer que incluso su hermano tuviera que pedir permiso para que él pudiera ir a su habitación ¿acaso eso era humano? ¿Acaso esa mujer tenía el derecho de ser llamada “madre”? Jungkook se prometió que cuando llegara a su casa abrazaría a su mamá y le diría que la quería y apreciaba muchísimo.

— Eh… bueno… creo que puede ser… — ¡Encima esa mujer lo dudaba! Jungkook echaba chispas por los ojos.

— ¡Ven, hyung! También tú, Jungkook-hyung. — Minho se levantó del lado de su madre en el otro sillón y se apresuró a agarrar el brazo de su hermano y el de Jungkook arrastrarlo antes de que su madre se arrepintiera de lo que había dicho. Y al parecer la mujer iba a negarse porque Jungkook la vio abrir su boca para decir algo pero ya era demasiado tarde, Minho los había llevado por el pasillo de antes el cual llevaba a la cocina y más allá a una escalera que conducía a un segundo piso. Minho los soltó mientras subían la escalera y Jungkook miró a Jimin esperando una señal pero él sólo le indicó que siguiera a su hermano, detrás de Jungkook subió Hyunmin y Jimin cerró la marcha.

Jungkook se sentía realmente halagado de que Jimin le permitiera ver la casa de su infancia pero aún así habría deseado que el contexto fuera diferente. Quería recorrer cada centímetro de la casa junto a Jimin mientras él le contaba las diferentes aventuras que había vivido ahí. Cuando llegaron al segundo piso Jungkook vio que había una puerta al fondo de un pasillo, y dos de cada lado.

— La del fondo es de mi mamá y de mi papá. — le contó Hyunmin luego se dirigió corriendo a la primera de la derecha y la abrió y dijo — este es el baño — luego abrió la del frente — esta es mi habitación. — y entró, así que Minho lo siguió quejándose:

— Veníamos a ver mí habitación no la tuya.

— ¡Es mi cumpleaños! — le respondió el niño cruzando sus brazos sobre su pecho.

Jungkook rió, esa casa debía ser caótica la mayor parte del tiempo.

—Vaya, Minie, tu habitación se ve muy diferente desde la última vez. — le dijo Jimin al entrar detrás de Jungkook.

Hyunmin se puso a nombrar las diferentes cosas que habían cambiado, desde el hecho que ahora tenía cortinas nuevas hasta que había puesto su primer poster en la pared. Luego siguieron a la habitación al lado del baño: la de Minho.

— Tengo un escritorio y una computadora ahora, hyung. — le contó Minho a su hermano mientras abría la puerta de su habitación.

— Mis padres nos regalan uno cuando cumplimos doce. — le explicó en susurros Jimin a Jungkook y este sonrió, le pareció muy tierno de alguna forma. Sabía que Jimin era el modelo a seguir de esos dos chicos y eso le parecía realmente adorable, además los chicos parecían realmente felices de mostrarle a su hermano mayor sus progresos.

— ¡Y ahora la habitación de hyung! — exclamó Hyunmin mientras salía corriendo de la habitación de Minho para ir a la del frente al lado de la suya que parecía ser la que antes ocupaba Jimin.

Jimin suspiró y Jungkook le regaló una sonrisa de ánimos. Minho pasó al lado de ellos y eso los sobresaltó, él se giró hacia ellos y les sonrió de una forma extraña.

— ¿No quieres ver la habitación de Jimin, hyung? — le preguntó Minho a Jungkook antes de cruzar a la otra habitación. Jungkook miró a Jimin:

— ¿Puedo? — Jimin sonrió.

— Te ves ansioso…

— Claro — luego se acercó mucho a su oreja y susurró — es la habitación de mi amigo…

Jimin lo golpeó y Jungkook rió, luego se alejó de él y fue a donde Hyunmin y Minho los esperaban.

La habitación de Jimin era difícil de describir. Las paredes estabas desnudas pintadas de blanco hueso, había un armario en una de las paredes y las puertas eran de roble oscuro, además la cama simple era de madera oscura y el acolchado era blanco; había un escritorio en una esquina, sobre éste reposaba una lámpara pero nada más; había una ventana en una de las paredes, tenía cortinas color crema y estaban descorridas por lo que la luz natural entraba e iluminaba toda la habitación además desde esta se podía ver el patio. El lugar era… triste, vacío. Pero de alguna forma estaba impecable, Jungkook notó que no había ni siquiera una fina capa de polvo lo que era extraño ya que se suponía que nadie ocupaba la habitación desde que Jimin se había ido. Jungkook miró al supuesto dueño de la habitación quien esperaba recostado en el marco de la puerta.

Jimin no quería entrar, el lugar le traía recuerdos aunque no estaba como la recordaba, sin embargo no podía decir cuando la habían cambiado ya que la última vez que había estado ahí no había podido subir. Suponía que la única persona responsable por el cambio de lo que alguna vez fue su espacio personal sólo podía ser un madre. A ella le encantaba decorar ambientes y cosas así, aunque su esposo no la dejaba cambiar las habitaciones importantes de la casa por lo que ella dejaba salir su potencial en las habitaciones de sus hijos o las casas de sus amigas en mayor medida, incluso todo el amoblado del departamento de Jimin había sido elegido por ella.

— Creí que no te molestaría si remodelaba tu habitación mientras no estabas… — la voz de la madre de Jimin hizo sobresaltar a Jungkook.

La mujer había aparecido detrás de Jimin para también ver la habitación o mejor dicho para ver la reacción de su primer hijo o para estar con él o quién sabe lo que le pasaba por la cabeza a esa mujer.

— Mamá limpia la habitación todos los días y Jimin-hyung ni siquiera vive aquí, pero yo debo limpiar sólo mi habitación. — dijo Hyunmin molesto.

Jimin se giró hacia su madre.

— ¿En serio?

Jimin se sintió halagado pero extraño. ¿Por qué ella limpiaría su habitación? ¿Por qué la remodelaría? Ni siquiera se preocupaba de llamar a su hijo a menos que fuera principio de mes.

Pero no le pudo preguntar nada de eso porque el sonido de la puerta de la casa siendo abierta y la inconfundible voz del hombre al que debía llamar padre hizo que todos los que estaban a su alrededor cambiaran sus expresiones en un milisegundo.

— ¡Park Hyunmin! — la voz del hombre era grave y ronca, del tipo que te genera desconfianza. Jimin miró al suelo y su madre se apresuró a ir a recibir a su esposo mientras que el cumpleañero la siguió rápidamente ya que a él lo habían llamado. Por su parte Minho permaneció en la habitación escuchando, pero un segundo después dijo:

— Será mejor que bajemos y que ustedes se vayan pronto, él también se dará cuenta fácilmente de que Jungkook-hyung no es tu amigo.

Vaya, oh vaya. Jungkook no se esperaba eso, los chiquillos de hoy en día sí que eran rápidos.

Jimin asintió y agarró la mano de Jungkook lo que asustó al menor quien lo miró con una expresión indescriptible, Jimin le sonrió. Necesitaba apoyo, sólo durante un segundo. Jimin apretó su mano con fuerza pero Jungkook no se quejó, sólo esperó. Jimin cerró los ojos con fuerza y mantuvo sus lágrimas en su lugar. Tenía miedo. Y se sentía un estúpido por tener miedo de su propio padre.

Contuvo el aire.

Uno.

Dos.

Tres segundos.

Sólo entonces soltó la mano de Jungkook y volvió a respirar y abrir los ojos. Minho observó todo y sólo pudo morder su mejilla  dentro de su boca para no gritarle algo al hombre que estaba en el piso de abajo. Minho odiaba a ese hombre. Se acercó a su hermano y le dio una palmada en el hombro antes de decirle:

— Mamá viene aquí todos los días a leer, la escucho murmurando cosas aunque no sé qué dice. Pero siempre se asegura de dejar todo exactamente igual antes de que él llegue.

Jimin no sabía que responder. Estaba ahí paralizado sólo mirando a su hermano e intentando no llorar. No quería llorar frente a él.

— Vamos, no lo hagamos esperar tanto tiempo. — le dijo Minho y Jimin agradeció tener su apoyo.

— Gracias, Minho-ah. — le dijo y su hermano le sonrió para luego dirigirse a Jungkook:

— No te sientas mal por odiarlo, yo lo hago.

Luego salió de la habitación seguido muy de cerca por los otros dos chicos, Jungkook no quería que el hombre pensara que él y Jimin habían estado solos ahí. No quería darle a pensar nada. No merecía el beneficio de la duda. Y aunque estaba asustado su intriga era mayor, quería conocer al hombre.

Cuando llegaron otra vez a la sala Jungkook se encontró de frente con el hombre: era estatura media, un poco más alto que Jungkook, cabello negro, ojos oscuros, ceño fruncido, era algo delgado pero Jungkook notaba que tenía fuerza, lo intuía, se veía como ese tipo de persona que resuelve todo con violencia. Se encontraba parado en medio de la sala, se había quitado el blazer de su traje y éste descansaba sobre uno de los sillones, había desabotonado el primer botón de su camisa, desajustado un poco su corbata y estaba desabrochando los botones de las mangas cuando vio aparecer a Minho seguido de Jungkook y detrás Jimin quien tenía su cabeza hacia abajo. Sin embargo Jungkook lo miraba de frente y eso molestó al hombre.

Jungkook se sintió cohibido pero al mismo tiempo al sentir la presencia de Jimin detrás de él supo lo que tenía que hacer. Todo lo que venía deseando desde que entró a ese lugar estaba aún más presente en sus pensamientos y no sabía por qué algo dentro suyo no quería provocarle una buena impresión al hombre sino golpearlo con fuerza y muchas veces.

Pero se contuvo. Respiró hondo sin dejar de mirar al hombre pero luego de un momento de una intensa lucha de miradas Jimin lo empujó un poco para ponerse delante de él.

— Padre… — la voz de Jimin sonaba tan débil que hizo que Jungkook apretara sus dientes, jamás había oído hablar al mayor así.

— Te he dicho que no tienes el derecho de llamarme así. — fue lo único que dijo el hombre para luego dejar de mirar a Jungkook quitándole importancia y volver a concentrarse en el botón de su manga.

Jimin respiró profundo una, dos veces. Y luego volvió a hablar:

— Se-señor, Park… — su voz incluso temblaba y el hombre ni siquiera lo miraba. Jungkook sintió un vacío dentro suyo y comenzó a respirar con dificultad, sentía la adrenalina recorrer todo su cuerpo. Jimin siguió su oración al ver que su padre no se quejaba de cómo lo había llamado — él es mi amig… — pero Jimin no se esperaba la jugada de Jungkook.

Jungkook tomó su mano con fuerza, el movimiento hizo que el hombre volviera a posar la mirada sobre ellos, lo atrajo hacia él un poco y con la mejor expresión de orgullo que pudo hacer para disimular el odio que ya le tenía al hombre dijo:

— Mi nombre es Jeon Jungkook y soy el novio de Jimin.

El padre de Jimin tiró con fuerza el botón de su manga haciendo que éste cayera al suelo. 

Notas finales:

Feliz comienzo de añoooo


Nos leemooos / <3 


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