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Under Your Control - Killing Stalking Omegaverse por Boo Bear LOL

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Siendo ya las 6: 00 a.m. del día siguiente y abriendo la puerta de su pequeño apartamento que más parecía una pocilga para indigentes que un adecuado hogar, Yoon Bum se dejó caer en el sillón como si de un saco de cemento se tratase para descansar y, repasar cautelosamente sobre los irónicamente aterradores hechos que habían dado lugar en esa noche.

Demasiadas cosas habían pasado en ocho horas.

La primera: La aparición de Ji Eun durante su trabajo privado.

Estando en una desfavorable posición para defenderse; además de haber sido herido en el lado izquierdo del tórax, se había limitado a mirar fijamente al rubio , el cual solo le demostraba burla y superioridad en su expresión facial.

Además, agregando el hecho de que el mismo se tratara posiblemente de su abusador de hace 5 años, ello solo empeoraba el sentimiento de espanto que estaba llegando a sofocarlo, tal cual enredaderas arrimadas que se adhieren abrumadoramente a una frágil y antigua pared de arcilla como lo era su sosiego mental ante las ridículas circunstancias en las que se hallaba.

El ruido de las risas falsas y de los alaridos de emoción por parte de los clientes junto a la música suave que había estado reproduciéndose a lo largo de la sesión, hacían de fondo sonoro en la pesada atmósfera de confusión y rabia en la se encontraban.

Ji Eun le sostenía la mirada titilante de ira y con destello inconfundible del orgullo herido que una omega tan exótica, como lo era ella, tenía al verse reemplazada con tal insulto de persona como la que estaba frente suyo.

- Explícate, ¿qué rayos haces aquí?...- El pelinegro no se atrevía a mencionar palabra alguna debido al miedo que le provocaba; por tanto, prefirió mantenerse callado.

- Parece que refieres quedarte en silencio; qué pena que no me gusten los mudos.- Con pasos alargados y furiosos, la pelinegra se acercó al omega y, acuclillándose hasta su altura, tomo algunos cabellos de los que conformaban su esponjoso flequillo azabache para luego jalarlos hacia atrás y poder mirarlo directamente a los ojos.

Dando un gemido de dolor y dejando algunas lagrimillas brotar de sus orbes atemorizados, Yoon Bum vio la peligrosa mirada que le dirigía la chica de la mejilla acorazonada. Mejor era explicarse antes de que le diera un golpe que lo dejara aún más maltratado de lo que ya estaba.

Apenas hizo el ademán de hablar cuando se vio interrumpido por una bofetada que la omega le había perpetrado en su rostro; tan fuerte que lo aturdió unos momentos en los cuales, pudo apreciar que la misma continuó hablando.- Mira, puedo comprender que un antipático omega como tú, que carece de gracia al igual que de encanto, pueda sentirse motivado a igualarme considerando que yo tengo todo lo que tú deseas...- El agarre se volvió más fuerte.

- ¡Pero!.-Haciendo el ademán de dar una segunda bofetada, Ji Eun continuó.- No puedo tolerar que mi imagen, que tantos años me costó construir, se vea arruinada por un intento de baile que un omega como tú pudo ser capaz de haber hecho. ¡Ello no te lo puedo perdonar!.- Con una gran velocidad, la mano de Ji Eun fue parar en la otra mejilla de Bum.

Cerrando fuertemente los ojos, sintió el rastro de aire helado característico de los golpes que tienen una gran cantidad de impulso y un fuerte impacto como recepción.

La sangre se le heló.

La ráfaga de aire se quedó prendida en los vellos de su piel.

Pero el dolor del golpe físico no lo sintió.

Abriendo temerosamente sus orbes, vio el puño de la pelinegra demasiado cerca de su nariz y envuelto en unos dedos más grandes y gruesos.

Subiendo la mirada, observó algo que lo sorprendió.

El alfa, al cual lo tenía como sospechosos número uno, estaba sosteniendo entre sus brazos a la pelinegra que, encolerizada, estaba dando patadas al aire intentando zafarse de su captor.

- Parece que las cosas se han complicado un poco, ¿no crees?.- Brindándole una sonrisa que aseguraba su bienestar, junto a ese tono grave de voz que lo tranquilizaba y, agregándole un comprensivo guiño a pesar de las dificultades en que se encontraba, el alivio se manifestó en él de manera física y mental.

¿No podía ser cierto que una persona tan buena como él, que se había atrevido a defenderlo sabiendo que él era un impostor, fuera el mismo alfa mal nacido que lo había agredido hace cinco años.. verdad?

No podía ser..

- ¿Por qué tanto ruido? Acaso no puede-. La frase quedó muerta en su garganta.

No tuvo tiempo para reflexionar cuando su jefe, el maldito que lo había puesto en estos apuros, se presentaba algo sorprendido de verse frente a la verdadera omega, protagonista del show, siendo capturada rudamente entre el cuerpo del cliente rubio y al costado de ambos, ver a Bum adolorido sosteniendo su tórax.

El segundo hecho se había manifestado minutos después del ingreso imprevisto de su jefe.

- ¡Oh! Hasta que al fin podemos deleitarnos con tu impuntual presencia, querida Ji Eun.- Su jefe le empezó a hablar con el tono sarcástico propio de él.- Mira que tardar alrededor de 3 horas para llegar a debutar, sí que no sabes sobre cumplir contratos.- Lentamente, la omega dejó los forcejeos para centrarse en el hombre que, por primera vez en lo que iba en el prostíbulo, la estaba retando.

- Disculpe señor cliente, no me esperaba que usted se viera inmiscuido en este "altercado". Ciertamente me disculpo inmensamente. Y claro que, también solicito, sino es mucha molestia, el que no tome represalias sobre nuestros trabajadores. Verá, no era nuestra intención el engañarlo con la omega con la cual usted había solicitado un baile privado; pero, al vernos en la necesidad de cumplir lo más pronto posible con su pedido, recurrimos a los últimos recursos disponibles.- Mientras el hombre seguía disculpándose con el rubio, la chica con la mejilla acorazonada se vio lentamente liberada a medida que el encargado solicitaba su liberación ara que él mismo pudiera hacerse responsable de los agravios ocasionados.

- Como disculpa, le ofrezco la barra libre pagada por cortesía de la casa.- Acercándose hasta donde se encontraba la pelinegra y el omega, tomó ambos antebrazos de ambos y se aproximó de forma apresurada antes de que el cliente pudiera oponerse su oferta.

- No se moleste, pero espero que esto no vuelva a repetirse, sino... ¿Quién sabe qué imagen podría llevarse este establecimiento?.- Con un tono grave y sarcástico, el rubio advirtió antes de que los tres implicados salieran del lugar.

- Lo tendré en cuenta, señor.

Llevando a ambos al pasillo, empezó a gritarles severamente sobre las acciones efectuadas y que posiblemente hubieran repercutido en el negocio.

Bum no escuchaba nada de lo que se quejaba el hombre, ni siquiera cuando éste los amenazó con despedirlos o cuando la pelinegra al lado suyo comentaba sobre que todo había sido culpa suya. La mirada del alfa antes de que se retiraran le había llamado la atención.

En sus ojos no había rastro de preocupación, solamente de diversión.

Desertó de su ensoñación al sentir la mirada filosa de alguien al costado suyo que parecía cortarle la cabeza con solo la furia con que transmitían sus orbes.

¿Pero, por qué?

¿Escuchaste Bum?, a partir de mañana trabajarás como bailarín regular de este prostíbulo durante un mes como castigo al haber provocado este incidente. Además, estoy seguro que no te sentirás solo al trabajar colaborativamente con Ji Eun, ya que ambos van a estar cambiándose en camerinos vecinos. Y tú, Ji Eun, ni se te ocurra volver tarde otra vez sino quieres que tu sueldo se descuente a la mitad el próximo mes. Estoy seguro con el descuento del 15% de esta quincena ya es suficiente para ti.

Dejando a ambos con un mal sabor de boca, Yoon Bum sintió que poco a poco sus días de tranquilidad y serenidad se verían interrumpidos abruptamente por la amenazante presencia con la que iba a estar conviviendo por un mes al lado.

Cambiando la rotación de sus pies suavemente para que no le siguiera incomodando el tórax, Yoon Bum hizo el ademán de retirarse hasta que sintió un agarre a su hombro que lo hizo tambalearse levemente.

Y el acto final más irritante de la noche fue lo que le declaró la omega reemplazada en medio del ambiente tenso.

- Ni creas que puedes estar en la misma tarima que yo; y, aunque sea un castigo para ti, para mí es un dolor en el trasero el lidiar contigo. Este lugar es demasiado pequeño para los dos, así que espero que comprendas lo que significa esta advertencia.- La pelinegra avanzó hacia su camerino dejando por detrás a un omega tambaleante y temeroso.

Esto no le podía estar pasando.

Era demasiado irreal para que pasara.

La vida que había logrado construir en los últimos cinco años estaba empezando a desmoronarse lentamente como los castillos de arena que eran derrumbados por la indiferente marea que los alcanzaba.

Quizás hubiera seguido reprimiéndose, pero se percató que faltaba solo unos minutos antes de que su hora de salida llegara.

Con la mente atormentada y estresada, llegó hacia su camerino el cual, para su mala suerte, ya había sido cambiado para que éste estuviera al lado del de la chica con la mejilla acorazonada.

Se colocó sus prendas usuales de trabajo y siguió laborando como el mesero que había sido hasta hace unas horas atrás, con la mente perdida en un mar de reocuaciones y de temores.

Cuando se acercó a cambiarse, dado que había terminado su labor, vio que Ji Eun había salido de su camerino de manera sospechosa.

¿Ya empezamos?

Fue corriendo hacia su bolso para comprobar si había algo amenazador o si le había robado algo, pero no había nada diferente de lo usual, ni siquiera la habitación se veía desordenada.

Quizás los traumas que había tenido, empezaban a manifestarse en forma de alucinaciones.

Poniéndose nuevamente sus prendas de civil, Yoon Bum salió del infierno de su trabajo para volver dentro de dos noches.

Devolviéndonos al presente, luego de que el pelinegro se recostara en su sofá, se retiró la camiseta para dejarse ver una contusión roja que lentamente se tornaba a morada, y a la cual, tuvo que aplicar la poca crema para hematomas que tenía para este tipo de emergencias.

Intentando buscar sus audífonos y su celular en su bolso para relajarse, se percató de una pequeña nota que estaba sobresaliendo de su gastada billetera.

Sospechando de que se trataba de una cuenta que pagó hace mucho tiempo, la retiró para luego arrojarla al tacho.

Iba a hacerlo hasta que notó algo extraño.

En la nota había un par de gotas de sangre seca junto a una legible caligrafía escrita al lado de ellas.

Dando pasos torpes hacia atrás y dejando caer lentamente el trozo de papel entre sus suaves dedos, Bum dio un alarido de miedo junto a un borbotón de lágrimas que se deslizaban divertidas de cómo su dueño sufría.

- No Dios, por favor, no me hagas esto.-

No podía estar pasando, no podía ser, no era concebible de imaginar.

Su abusador le había declarado su sentencia de muerte.

"¿Me recuerdas? Supongo que te olvidaste del sujeto a quien enviaste a prisión.

Bueno, solo te advertiré de algo.

Estoy más cerca de ti de lo que crees.

No importa cuánto implores por piedad, no te permitiré ser libre.

Eres mío hasta que logre romperte por completo."

...

Intentó oler la esencia del captor ara poder identificarlo cuando llegar el momento, pero no conseguía olfatear algo, solo la sangre seca. Quizá lo había escrito un beta.

No era su culpa el que haya sido privado de su libertad aún cuando él había sido, al igual que él, engañado con la naturaleza del celo de los alfas/omegas.

Él había sido una víctima de los policías.

Él no merecía ser su objetivo cuando sólo fue un medio para capturarlo.

Esto era injusto.

Arrodillándose lentamente en la frialdad del tapete, Yoon Bum se largó a llorar de impotencia y temor por verse amenazado de esta manera por todas las personas a su alrededor.

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En un bar poco conocido de Seúl, un hombre vestido casualmente con botas negras y un saco gris se encontraba con una chica que tenía la peculiaridad de tener una pegatina en forma de corazón adherido a su mejilla derecha.

Ambos ingresaron al local, eligieron una mesa y sentaron en completo silencio, sin siquiera saludarse hasta que el más alto rompió el indiferente ambiente.

- Wao, me sorprendiste con esa actuación tuya de hace unas horas atrás, mira que casi me la creo. Creo que Di Caprio hubiera perdido el Óscar si hubiera cometido contigo..- Con una risa suave, el hombre levantó el brazo como seña al camarero para que los atienda. Ambos pidieron la misma bebida y se mantuvieron nuevamente en silencio hasta que el mesero se había retirado del lugar.

- Qué gracioso eres, mira como me alegras la jodida noche que tuve. Por tu culpa me descontaron el sueldo un mes.- La mujer, con aires de fiereza, tomó el trago de golpe mientras hacia el ademán de voltearse hacia el hombre que estaba sentado frente suyo.

- Vaya, eso no lo sabía, pero... estoy seguro que disfrutaste el golpearlo, ¿no? La próxima vez no te lo dejaré pasar. .- El hombre cambió su expresión alegre por una más seria e intimidante, pero no por ello la sonrisa se alejó de sus labios.

- Mira que sonreír así por un simple golpe en la costilla, realmente que hasta ahora no entiendo el por qué aún te sigo ayudando.- El hombre, haciendo el ademán de acercarse a darle un beso a la chica, se acercó velozmente hasta su oído para susurrarle con el tono grave de alfa que usualmente utilizaba durante sus peleas.

- Tu sabes por qué, ¿cierto, querida Ji Eun?

Alejándose lentamente de la pelinegra y dejándola con un leve temblor en sus hombros, la omega solo pudo pensar.

"Eso lo veremos, querido, ya que...

Uno no puede seguir una mano que, a pesar de que sea salvadora, está manchada de sangre y pecados, ¿verdad, Sangwoo?"

 

Notas finales:

Etto, muchas gracias por leerme C: 


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