-¡Teme! ¡Necesito tu ayuda para salir de este problema ttebayo! - Sasuke apenas y podía entender lo que ese rubio le decía, al parecer lo ocurrido el día anterior le había dejado agobiado mentalmente no logrando pegar el ojo en toda la noche. ¡Maldición! su cuerpo ya se había acostumbrado a dormir por las noches, cuando antes ni siquiera lo necesitaba.
-.... - así que tratando de ignorarle se giro y le dio la espalda. Al parecer había sido tanto estrés que había olvidado encerrarse en su cuarto secreto, por eso ahora el rubio podía molestarle.
-¿Teme? ¡Maldita sea Sasuke, necesito tu ayuda, no quiero ir a ver de nuevo a ese señor pelirrojo que me da miedo ttebayo!- y como si dijera unas palabras mágicas, el azabache se levantó por arte de magia con una expresión desencajada, algo no muy normal en él.
-¿Qué? ¿Porque no me lo dijiste ayer dobe? - como pudo abrió el pequeño candado que daba la entrada a su cuarto secreto de manera apurada.
-Te lo estuve diciendo desde hace buen rato teme. Además, yo no sabia que iría hoy a visitarlo... la abuela me lo comunicó hoy recién al desayunar -
-¿Desayunar?, ¿Qué hora es?- saliendo ya del armario ya vestido.
-9:30 am -mirando el reloj de la pared que estaba justamente frente a ellos.
-¡Maldición! No hay tiempo - murmuró.
-Teme no quiero ir a ese lugar. Me obligaran a vestir como muñeca de exposición y a decirle 'papá' a ese sujeto extraño ttebayo -
-Naruto, odio decirte esto pero... creo que no quedará de otra mas que ir al hogar de esa familia - lo dijo de manera tan seria que asustó al propio ojiazul quien ya sabia diferenciar ese tono de su hermano... y no tenia salvación.
-Nooooo, Sasuke no me puedes hacer esto. ¡No quiero ir a ese lugar ttebayo! -
-Nadie dijo que irías tú - lo miro entrecerrando los ojos, a veces ese rubio era tan lento para algunas cosas...
-¿Enserio? - con un brillo en los ojos que denotaban esperanza - espera... ¿dijiste acaso 'nosotros' ? - curioso.
-Exacto dobe, ahora si me permites podrías abrir la boca y guardar silencio - mientras se le acercaba, lo cual puso nervioso al rubio quien lo esquivó y se subió a su cama tratando de evadirlo al ver que este seguía acercándole.
-¿Teme que tratas de hacer ttebayo?, esto no es gracioso tteba - asustado.
-Si bajaras ese florero y lo pusieras en su sitio. No te haré daño dobe -
-Eso dicen todos tteba, luego se te tiran encima para lueg- Sasuke no le dejo terminar ya que el tiempo se les agotaba, por lo que en un rápido movimiento se deshizo del jarrón, el cual produjo un estruendoso ruido producto de la caída; pero esto parecía menos importarle ya que tenia acorralado al rubio contra la cama y se hallaba justo encima suyo.
-Deberías ver tu cara dobe, pareciera que fueras a ser devorado por una bestia - se mofaba al verlo tan indefenso lo cual molestó a Naruto, pues él no se consideraba para nada una presa fácil en todo caso.
-¡Jódete tem- abrió los ojos muy grandes al sentir como sus labios eran prácticamente devorados por su hermano quien lo tenia bien sostenido de los brazos, imposibilitándole hacer cualquier movimiento brusco para apartarlo, eso y sin contar la fuerza sobrenatural que poseía el pelinegro.
Se aferró a los hombros del peli negro mientras apretaba los párpados sentía la lengua caliente de su hermano en su cabida moviéndose en toda su boca y batallando con su lengua era simplemente algo inesperado que no debía de estar respondiendo, pero que sin embargo le era imposible, simplemente quería ganarle la batalla a esa lengua traviesa que se colaba en su boca y seducía con movimiento candente y suave la misma, su respiración se relentizó, la falta de aire era notoria sin embargo sentía como si no la necesitara, sus uñas se incrustaron en los hombros del contrario pero ya no lo alejaban sino ejercían presión para aferrarse, quería seguir besando al bastardo y demostrarle que con Uzumaki Naruto no se juega, sus párpados se relajaron, las lenguas empezaron a danzar... Estaba malditamente caliente mientras su pequeña pierna morena se posaba entre las piernas blancas se alzaba un poco su rodilla y presionaba el bulto durito entre ellos de repente sentía su intimidad húmeda, sus ojos se abrieron buscando los contrarios, vio oscuridad beso esos belfos delineandolos con un hilito de saliva y se perdió de nuevo en esa boca que no lo soltaba, estaba malditamente caliente y no hacía más calor y después estaba su maldita entrepierna con esos calambres desconocidos acumulándose en su estómago subiendo, subiendo y estrellándose para después.
-¡ah! . No dejo de mover ningún momento la boca sobre la contraria que lo dirigía al igual que su rodilla sintió la humedad entre sus piernas y el desfogue del contrario...
Abrió grande los ojos aprovecho el aturdimiento del otro su voz cegada por el calor y las lágrimas y por fin le dió un empujón que lo llevo de culo al suelo...
¿Qué había pasado?
En eso la puerta fue bruscamente abierta por una muy preocupada pelirroja con una sartén en la mano, seguida por un rubio adulto que venia con un bate de béisbol. Ambos se tranquilizaron al hallar solo a su nieto sobre el suelo al costado de su cama, dando a entender a los mayores que al parecer se había caído de ahi, y a un lado el florero roto.
-¡Dios, que susto tuvimos! Naru-chan ¿estas bien? - la pelirroja fue la primera en acercársele para abrazarlo. Le había asustado ese estruendoso ruido que alerto a todos en la mansión y temían lo peor - ¿Te hiciste daño? -
-No se preocupe abuela Kushina. Estoy bien - dirigiendo su mirada a los pedazos del jarrón roto - Fué un accidente -
-¿Seguro que estás bien? ¿No quieres que te traiga alguna pastilla para la fiebre? Te veo acalorado - tocándole la frente.
-Estoy bien he dicho. Y el porque estoy sudando por la misma razón de que me haya caído de la cama - al ver como ambos adultos alzaron una ceja sin entenderle, prosiguió - Estaba saltando - al decir esto último, los Namikaze parecieron creerle.
-Oh entiendo mi vida. Ten mas cuidado la próxima vez - le acarició su cabellera rubia con cariño.
-No sabes como nos preocupamos por ti Naruto - le hablaba ahora el mayor.
- Disculpa. No volverá a pasar -
Tanto Kushina como Minato notaron el leve cambio en el comportamiento de su menor nieto pero prefirieron no decir nada al respecto, relacionándolo a su desgano de no ir a la Residencia de los Sabaku, como les había dejado en claro el rubio esa mañana.
-Naru-chan mandare a que vengan las mucamas para que te pongan el lindo kimono que te compró tu padre. Estoy segura que le pondrá feliz el saber que estarás usando su presente -
-Esta bien abuela... ahora iré a bañarme - les dice con intenciones que pedirles que era hora que lo dejasen solo.
-Si necesitas algo, háznoslo saber Naru-chan - le dicen para luego dejarle solo. Ya estando fuera, los esposos Namikaze se miran preocupados. No era secreto para ninguno de los dos que su nieto se sentía incomodo con vestir y usar kimonos, pero simplemente así eran las reglas.
-A veces siento que estamos siendo muy exigentes con él, cuando toda su vida ha estado viviendo a su manera - afligida.
-Hacemos lo mejor para él. Estoy seguro que se acostumbrará tarde o temprano, Si ya nos llama abuelos entonces no le debe tomar mucho hacerse la idea de nuestras costumbres y reglas -
-Pero ya ves que él saco mi carácter al igual que nuestro Naruto. Le tomará tiempo adaptarse -
- Pero ahí estaremos nosotros para ayudarle y darle apoyo... solo es cuestión de tiempo, ya lo verás Kushina -
-*-*-*-
Ya dentro del baño, el rubio se disponía a quitarse la ropa para tomar un baño. Desde el reflejo del espejo que se ubicaba arriba del lavabo, un alterado rubio golpeaba con todas sus fuerzas tratando de salir.
-¡Temeeeee! ¡Déjame salir ttebayo! ¡Y ni se te ocurra hacerle algo raro a mi cuerpo que lo lamentaras ni bien salga de aquí dattebayo! - le amenazaba eufórico.
El otro rubio se acercó al espejo tocándolo como cerciorandose que de ahi no escapara el escandaloso rubio.
-Guarda silencio dobe. Deberías estar agradecido, ya que no tendrás que relacionarte en primera persona con esa familia. Tu tranquilo, yo me haré cargo de todo - pasa de largo para meterse a la bañera en medio de los reclamos del ojiazul.
-¡Ahhhh te odio teme! ¡Por eso detesto cada vez que tomas posesión de mi cuerpo ttebayo. Me haces parecer a un teme arrogante! - mientras se jalaba sus rubios cabellos ante la imposibilidad de poder hacer algo.
-Ajá... -
-Me pagarás eso teme... -
-¿Por el beso robado? -
-¡Teme! - sonrojado.
-¿Qué? No vi que te quejaras. Además tampoco fue el primero - le resta importancia.
-En ambos casos fué lo mismo. Además, te recuerdo que me tenías apresado ttebayo -
-Tampoco es que sea importante dobe -
-Teme, ni se te ocurra pasar ese jabón por esa zona - al percatarse como Sasuke se pasaba el jabón por todo su cuerpo.
-Por favor Naruto, no seas una nena. Conozco tu cuerpo mejor que nadie -
-De todas maneras teme, yo no permitiré que ultrajes mi preciado cuerpo tteba- noooooooooooo -
Fue lo único que se escuchó en todo el baño.
Al salir Sasuke en el cuerpo del rubio con una toalla alrededor de la cintura, se percató de la presencia de las ya mencionadas mucamas.
-Tsk -
Dentro del baño, en el reflejo del espejo, un rubio se hallaba hecho un ovillo con un aura deprimente.
-Ese teme desgraciado... ultrajó mi cuerpo ttebayo - afligido.
-*-*-*-
Durante todo el recorrido hacia la Mansión de los Sabaku, Sasuke en el cuerpo de Naruto trataba de actuar con total calma, si ignoraba como por dentro el rubio armaba todo un alboroto por que este le devolviera su cuerpo.
-Naru-chan, sé que sigues molesto por obligarte a usar ese kimono, pero entiéndenos que lo hacemos para la ocasión - trataba de hacerle entender y explicarle la situación al rubio quien parecía mas concentrado en la vista exterior del auto.
Kushina se pone algo nostálgica. Ver a su nieto le recordaba mucho a su desaparecido hijo, ambos eran como dos gotas de agua, muy idénticos... aunque su nieto era a veces mas reservado.
-Todo estará bien, lo que me preocupa es lo que opinará cuando sepa la razón del porque lo estamos llevando con los Sabaku-
-Minato...- preocupada de igual manera. Esta pequeña conversación que si bien fue apenas conversada en un tono que pudiera escucharse sólo para ellos, eso no significó un problema para Sasuke quien los miraba desde la apariencia del rubio y a juzgar por la mirada fría y furiosa que les dirigía no auguraba nada bueno.
Al llegar, Sasuke tuvo que decir la excusa de arreglarse para irse a un lugar mas apartado, al instante que le dieron algo de privacidad, sacó de un bolso un pequeño estuche de maquillaje, el cual incluía un espejito redondo. Al abrirlo frunció el ceño al percatarse del rubio quien no hacia otra cosa mas que dormir hecho bolita a un lado.
Tuvo que contar hasta el numero cien mil para calmarse y no gritarle al rubio para que este se despertara. Cuando una idea ingeniosa se le vino a la mente. Si bien el ahora tenia control absoluto del cuerpo de Naruto, este aun podía sentir su cuerpo por lo que...
-"¡Ah! ¿¡Teme me haz tocado el trasero ttebayo!?"- y como por arte de magia el rubito pego el salto de su vida al despertar tan abruptamente.
-No, que dices dobe...- por lo que tratando de tomarle el pelo, le dijo de forma inocente.
-¡No mientas teme!... ¿Eso que tienes ahí es un palo? ¿Qué planeas con eso ttebayo?- curioso.
-"Nada... simplemente pensaba en metértelo por el culo a ver si con eso se te quitaba lo dobe"-
-¡Temeeeeeee! ¡No lo hagas! Espera... en todo caso, tu también lo sentirías... no creo que seas capaz"-
-Se nota que no me conoces, en cuanto a eso último... supongo que siempre hay una primera vez para todo...- era específicamente la tranquilidad con la que lo decía Sasuke que ponía mas nervioso al rubio, pues daba a entender que hablaba muy enserio.
-¡Ah! ¡No! ¡Todo menos eso ttebayo!-
-"Pues entonces deja de ser un dobe flojo, y andar durmiendo por ahí. Necesito que este despierto para lo que se viene"-
-Pero... Sasuke estar aquí mientras tu tienes mi cuerpo es aburrido... por eso prefiero dormir tteba"- el azabache volví a alzar el palo con intenciones de cumplir su amenaza, lo cual puso azul al rubio -"Esta bien teme, estaré despierto ttebayo-
-Buen niño...-
-¡Qué! Para tu información teme, yo ya no soy un niño-
-Si, ya me dí cuenta en el baño- rodeaba los ojos al recordar el tremendo escándalo que había armado el rubio cuando se bañaba en su cuerpo.
-....
Bien, con eso había sido suficiente para callar al dobe.
*-*-*-*
Una vez arreglado el asunto con Naruto, guardo el espejito y se dirigió rápidamente a la entrada de la Mansión, y aunque no tuviera ganas de entrar ahí, no tenia de otra. En primer lugar debía de asegurarse que nadie estuviera tratando de tenderle una trampa al rubio. El otro asunto era que se tenia que vérselas cara a cara con aquel odioso pelirrojo.
Si en el pasado no había tenido los pantalones para alejar a su 'esposo' de su persona, nada le impedía asegurar que seguiría siendo un maldito imbécil, como lo había sido con el hijo de los Namikaze.
Un asunto muy aparte es que lo podría hacer con el dobe y eso no lo permitiría. Si hasta ahora no había intervenido nada en lo que respecta a esa familia, era porque tenia un plan el cual consistía en esperar que Naruto fuera mayor de edad para poder desaparecer de ahí e irse a vagar a otros lugares como él lo hacia antes de enredarse con ese idiota humano.
Pero para ello debía impedir que el rubio menor descubriera la verdad... y muy a su pesar el único que mas o menos podría sospechar que Naruto no fuera hijo de esa familia llamada Sabaku era el mismo pelirrojo... el único testigo que sabia su metida de pata con su marido.
Estaba seguro que si el ojeroso ese quería mantener su imagen de esposo perfecto y preocupado por su familia frente a los Sabaku y sus suegros Namikaze, no diría nada sobre la verdadera naturaleza del rubio menor.
Era toda una encrucijada en el que se había metido, y en el que si ambos no calculaban bien sus siguientes movimientos tenían mucho que perder. Si hasta ahora estaba seguro que el pelirrojo no había abierto la boca sobre Naruto era que estaría tramando algo o bien lo primero también. En su caso era mas que obvio... jamás vio al dobe como algo suyo o al menos que tuviera su misma sangre. Para empezar jamas se le había pasado por la mente que enredarse con un humano saldría pagándolo caro con el bebé.
Si Naruto descubriese todo... lo odiaría por haberle mentido desde un inicio.
Y eso no estaba para nada en sus planes... no cuando el destino había sido bien cabrón con él y lo había elegido al dobe como su pareja.
De seguro el imbécil ese estaría regordeandose en algún lugar por su miseria. Ah pero cuando lo encontrara... , mejor no... mejor si jamás lo descubriera o le echaría en cara su error por varios siglos...
-¡Naru chan viniste! ¡Está mas grande que la ultima vez! ¿Es el mismo kimono que mi hijo le obsequió por su cumpleaños el año pasado? - pregunto una rubia de cabellos cortos de sonrisa amable.
-¡Por supuesto ttebane! A Naru le encanta, ¿verdad que si? -
Oh genial, ahora se venían con ese invento cuando no era secreto en esa familia que el ojiazul odiaba esas ropas de niña, y en eso no podía estar mas de acuerdo.
- ¡Uhm! - ignoró a ambas mujeres y se dispuso a irse al otro lado de la sala. Se le hacia un poco difícil movilizarse debido al vestuario y a esas sandalias altas especiales que por cierto le incomodaban como la mierda. ¡¿Cómo demonios las personas podían caminar con eso?! Sin mencionar del pesado kimono que se traía, era como si estuviera cargando unas malditas pesas de toneladas... ok, tampoco era tanto... pero si que le incomodaba esas ropas.
- ¿Esta molesto por que el kimono no es de su gusto? - se giró sobre su sitio al percatarse de la presencia del pelirrojo ese. Lo que faltaba, que el imbécil le tomara confianza al rubio...
Sin duda ese día seria un día muy largo en aquella Mansión...