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La hija de un invasor por Zib Membrane

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Notas del fanfic:

Bueno lo prometido es deuda y aqui les traigo la segunda parte de "Descubriendo que te amo"...

 

Para los que estan leyendo esto, les recomiendo primero que pasen y lean primero la primera, si es que no la han leido, por que si no, no le entenderan...

 

Aqui les dejo el link Descubriendo que te Amo

 

Bueno espero que sea de su agrado ^^

Notas del capitulo:

*Los personajes de IZ son propiedad de Jhonen Vasquez ^^

 

Sin mas a leer se ha dicho ^^

Podía sentir una opresión en su corazón, una angustia que lo inundaba por dentro, no sabía lo que significaba, de pronto estaba dentro de una habitación obscura, podía escuchar el ruido que hacían las maquinas en ese lugar.

Paseo su mirada por la habitación tratando de reconocer donde se encontraba, su mirada se detuvo en la pantalla del computador gigante que estaba delante de él, un símbolo estaba en la pantalla, un símbolo que creyó nunca más volver a ver…la insignia Irken.

-¡No!, ¡No!, ¡Suéltenme!-. Podía escuchar los gritos de alguien fuera de ese cuarto.- ¡Déjenme por favor!-. Pedía esa voz.- ¡Papá, Padre, ayúdenme!-. Fue con ese último grito que reacciono, esa voz…esa voz era la de Zib.- ¡Papá!-. Busco la compuerta para salir de esa habitación y así poder buscar de donde venía los gritos que soltaba su hija, con la desesperación brotándole por cada poro de su verde piel, corría por todos lados.- ¡No!, ¡AHH!-. Ese grito le helo la sangre, si quería pasar desapercibido, lo olvido al escuchar ese grito.

-¡Ziiib!-. Corrió mientras llamaba a su hija.- ¡Zib!, ¡¿Dónde estás?!-. Siguió corriendo por los largos pasillos de esa nave que reconoció al salir de la habitación en donde estaba, era la nave insignia…La Inmensa.

Su pecho subía y bajaba con una brusca respiración a causa de tanto correr, la desesperación lo invadía, y más al escuchar una y otra vez lo gritos de su hija sin saber dónde estaba para poder ayudarla.

-¡Papá, ayúdame por favor!-. Los lamentos solo hacían crecer su desesperación por no encontrarla, llego a una puerta la única que tenía iluminación, al fondo de un largo pasillo, corrió, corrió todo lo que sus piernas daban hasta que llego.-¡AHH!-. Se escuchó un último grito antes de que se oyera como algo filoso o puntiagudo se penetrara contra un cuerpo, Zim al fin abrió la puerta solo para toparse con una escena que lo volvió loco.

Su hija, atada a una mesa de disección, su cuerpo tenía varias señales de que había sido torturado, y su ropa estaba llena de sangre, su cabeza estaba de lado, de sus ojos color ámbar estaban abiertos viendo fijamente a Zim, pero no había rastro alguno de vida en ellos.

Solo pudo observar cómo le era retirado un enorme tubo, o lo que parecía ser una pata biónica, la cual habían usado para darle fin a la vida de la hibrida, vio con horror como esa extremidad era retirada del pecho del cuerpo de su hija, su mirada fija en la de ya sin vida de la menor.

-Jajajaja-. Podía escuchar las risas de los asesinos a la distancia, por ahora solo su mente se enfocaba en el cuerpo tendido en esa mesa.

Llevo sus manos a su cara con terror mientras caía de rodillas sin poderlo evitar…

 

 

 

 

 

-¡AHHH!-. Grito mientras se sentaba en la cama, despertando a su ahora esposo que dormía junto a él.

-Zim, ¿Qué tienes?-. Pregunto Dib mientras también se sentaba al lado del de piel verde, Zim solo se abraso a si mismo comenzando a llorar, junto sus rodillas a su pecho y escondió su rostro en estas.- Zim-. Dib trataba de hacer que el extraterrestre le dijera que era lo que había pasado, aunque a juzgar por lo que veía lo más seguro es que el alíen hubiera tenido una pesadilla.- Ya, ya paso Zim-. Trataba de calmarlo mientras lo abrasaba, Zim al sentirse rodeado correspondió el abrazo del humano.

-Zib-. Dijo muy bajo.- Ellos vendrán por mi Zib-. Le dijo al humano para aferrarse más a él, Dib no entendía de que hablaba Zim.

-¿De qué hablas?, ¿Quién vendrá por Zib?-. Pregunto Dib confundido, solo podía escuchar los soñosos que soltaba el Irken.

-El imperio-. Dijo en un susurro.- Los Más Altos vendrán y se llevaran a Zib-. Dib aferro más a Zim contra él.

-Tranquilo Zim-. Dijo bajito.- Nadie vendrá por nuestra hija-. Se despegó un poco para ver el rostro de su alíen.- Fue solo una pesadilla-. Retiro las lágrimas que salían de eso bellos ojos color magenta.- Zib ahora está dormida en la habitación de al lado y GIR esta con ella-. Le dijo para tranquilizarlo.- Vuelve a dormir-. El humano recostó a Zim junto a su pecho, Zim al principio no pudo volver a dormir, pero el calor que emanaba del cuerpo de Dib fue suficiente como para calmarlo y volver a caer dormido entere los brazos de su humano

 

 

 

 

 

*** A la mañana siguiente ***

 

 

 

Zib bajaba de su habitación ya lista para irse a la eskuela, detrás de ella venia GIR comiéndose un taco de quien sabe dónde saco.

La menor dejo su mochila en la entrada de la casa y se encamino a la cocina, donde seguramente sus padres estarían, su Papá haciendo el desayuno mientras que su Padre estaría leyendo el periódico, pero se sorprendió mucho al ver que era su Padre quien hacia el desayuno, con algo de curiosidad se puso a un lado del pelinegro.

-¿Dónde está Papá?-. Pregunto la menor a Dib, el moreno solo desvió la mirada un poco y acaricio los cabellos de su hija.

-Aún está dormido, hoy no se sentía muy bien-. Le dijo mientras le hacía señas para que se sentara en la mesa para desayunar, Dib le sirvió a su hija un poco de pan tostado con mermelada y un gran vaso de leche con chocolate, que bueno que su hija tenía el metabolismo de un terrícola o de lo contrario estaría prácticamente asesinando a su pobre hija con esa comida.

La menor termino su desayuno y alisto lo último en su mochila para irse, se despidió de GIR quien le recordó que trajera taquitos y un burrito para él, Zib con una sonrisa asintió ante la petición del robot.

-Ya me voy Padre-. Aviso al humano, ya había abierto la puerta cuando escucha la voz de su Padre detrás de ella.

-Zib, espera-. La menor detuvo su marcha y volteo a ver a moreno.

-¿Qué pasa?-. Dib se puso a su altura y le dio un abrazo.

-Quiero que te cuides mucho estos días Zib-. Le advirtió Dib.- No hables con extraño y no vayas a lugares poco concurridos, de preferencia regresa a casa terminando la eskuela, ¿Si?-. Volvió a acariciar la melena de su hija.

-Está bien-. Sonrió, hizo un gesto con su mano en señal de despedida y comenzó a caminar asía la eskuela; Se le hacía raro que su Padre le dijera todas esas cosas de un día para otro.- Tal vez sea porque mi Papá me ha dado un PAK-. Dedujo la hibrida, se encogió de hombros restándole importancia al asunto, pero tomando muy enserio lo que Dib le había dicho, si su  Padre decía que se cuidara, alguna razón tendría para decirlo.

 

 

 

 

 

Llevaba un buen rato despierto, pero no quería levantarse de la cama, Dib le había dicho que durmiera un poco más, que él se encargaría de hacerle el desayuno Zib.

Y luego pensó en su hija y por consiguiente en la pesadilla que había tenido, de solo recordar hacia que las lágrimas salieran de nueva cuenta por sus ojos sin poderlas detener.

-“Parecía tan real”-. Pensó llevándose las manos a sus ojos en un intento por detener las lágrimas que salían de sus ojos sin su permiso, pronto escucho unos pasos detrás de la puerta de su habitación.

-Zim-. Era Dib, el humano ya estaba vestido con una bata blanca, señal de que era hora de que se fuera a trabajar.- ¿Cómo sigues?-. Pregunto mientras se sentaba en la cama a un lado del de piel verde.

-Bien, supongo-. Dijo encogiéndose más.- ¿Dónde está Zib?-. Pregunto Zim sin ver a Dib.

-Se fue a la eskuela-. Zim tembló un poco.- No te preocupes, le dije que se cuidara, eso la mantendrá alerta-. Se abrazó al cuerpo recostado de Zim mientras comenzaba a besar su cuello, el alíen se dejaba hacer soltando débiles jadeos, ¿Hace cuánto que Dib no lo tocaba?

Inmediatamente atrapo la boca del moreno para continuar lo que el humano había comenzado, abrazando a Dib posesivamente mientras el humano le comía la boca, lástima que el oxígeno comenzó a pasarles factura, teniendo que separarse, Dib sonrió y acaricio el rostro de Zim.

-Tengo que irme a trabajar-. Le dio otro beso rápido.- Si quieres cuando regrese continuamos con esto-. Ahora fue Zim quien beso a Dib, sin decir más el humano salió de la habitación y después de la casa, tenía que pasar al laboratorio de su padre y después al estudio de grabación para continuar con la grabación de “Misterios Misteriosos” que dejo pendiente el día anterior.

 

 

 

 

 

Ya era hora del receso en la eskuela, fue una de las ultimas en salir del salón y así lo prefería, odiaba todo ese ajetreo que se formaba en la puerta cuanto tocaba el timbre a esa hora, siempre veía como sus compañeros se empujan unos a otros para poder salir de esa prisión de concreto llamada aula.

Al salir del aula sintió como sus antenas vibraron, era extraño, sus antenas jamás en la vida habían vibrado a menos que estuviera en presencia de su Papá, lo malo es que esa vibración de sus antenas no era la que comúnmente siente cuando su Papá Zim está cerca.

Recorrió disimuladamente el pasillo con la mirada, fue ahí que lo noto, un humano o eso pretendía el disfraz que llevaba, una de las pocas cosas que había heredado de su Padre era lo paranoico que era en cuanto al tema de los extraterrestres, y al igual que su Padre cuando tenía su edad,  Zib cargaba con varias cosas de las revistas de ovnis, y ahora que tenía su propia PAK era aún más fácil para ella detectar razas que no fueran la humana.

Zib sonrió con prepotencia ante su ingenio, sin duda había heredado lo mejor de ambas razas, de inmediato se percató de que ese chico era quien causaba las vibraciones de sus antenas y no solo eso, también se dio cuenta de que la estaba siguiendo.

¿Quién rayos era ese chico?, ¿Por qué la seguía?, después de hacerse esas preguntas recordó lo que su Padre le había dicho.

“Quiero que te cuides mucho estos días Zib”-. Se repitió mentalmente las palabras dichas por su moreno Padre.- “Quizás se refería a esto”-. Vio por encima de su hombro y ese chico seguía ahí, viéndola.

Siguió su camino como si no se hubiera dado cuenta, y el otro la seguía de cerca sin intentar nada, eso ya la estaba desesperando, así que corrió hasta la salida, volvió a volear y noto que el otro chico también corría detrás de ella, pronto salió del edificio topándose con una multitud de alumnos los cuales ella esquivo con un rápido movimiento pero el chico que la seguía no tenía tanta suerte, vario estudiantes lo empujaron otros solo lo apartaban de un golpe, el chico cayo de rodillas con su “disfraz” desacomodado.

En un intento por acomodar su vestimenta terrícola, no se dio cuenta que una tarjeta se le había caído, en cuanto se acomodó el “disfraz” busco con la mirada a su objetivo, maldijo por lo bajo cuando no la encontró, y sin más regreso a edificio para buscarla de nuevo.

Zib espero paciente escondida en un hueco detrás de las escaleras, recogió la tarjeta que había dejado caer el chico que la había estado siguiendo y abrió los ojos con sorpresa al ver de qué se trataba.

La tarjeta era una fotografía, la fotografía de un objetivo al cual debían capturar, arrugo el papel al ver la insignia del imperio Irken detrás de la foto, la foto era de ella, por eso la había estado siguiendo, el Imperio la estaba buscando.

-Al fin han llegado-. Dijo apretando aún más la foto y tirándola al suelo.- Pues no se las dejare fácil el atraparme-. Dijo para volver al edificio y a su aula, el receso ya había terminado.

 

 

 

 

 

 

 

Zim sentía sus antenas vibrar, desde que se dignó a abandonar su cama fue que sintió algo en su Squeedly-Spooch, era algo malo, algo malo iba a pasar, no pudo evitar que la imagen de su pesadilla pasara por su mente, las antenas vibraron.

-Esto es malo-. Dijo para sí viendo por la ventana de su habitación, ya no podía más tenía que ver que su hija estaba a salvo, sin perder más tiempo se colocó su típico disfraz de humano y salió de la casa, tenía que llegar a la eskuela lo las pronto posible.- Esto es malo-. Seguía repitiéndose una y otra vez esas palabras.

 

 

 

 

 

 

 

 

Al fin las clases terminaba, se podía ver a los estudiantes saliendo por todos lado, por las puerta, ventanas, pasillo, hasta de los casilleros salían algunos, ¿Cómo rayos llegaron ahí?, todo esta era ignorado por la hibrida de Zib, que seguía su camino asía la puerta para al fin salir del reclusorio donde tenía que pasar su niñez y parte de su adolescencia.

-¿Cómo fue que mis padres pudieron soportar esto?-. Se preguntó llevándose una mano a la frente.- En especial mi Padre-. Ahora reconocía que su Papá tenía razón, los humanos eran una raza muy estúpida, solo su Padre y su tía Gaz eran los que podrían ser la excepción.

Llego a la puerta y pudo sentir de nuevo esa mirada penetrándole, sus antenas vibraron de nuevo, detuvo su marcha y noto que quien la seguía también, se quedó en el mismo lugar por unos segundos, esperaba a que el otro hiciera algún movimiento, fue entonces que a lo lejos pudo ver a su Papá corriendo en dirección asía ella.

Zim podía ya ver la eskuela a lo lejos, también vio a varios alumnos salir, lo que decía que las clases ya habían terminado, acelero su paso y pudo ver a su hija aun parada en la entrada, que bien estaba a salvo, suspiro con alivio, dejo de correr para recuperar algo de aliento pero siguió caminando para llegar a donde estaba la menor.

Zib al ver a su Papá ahí corrió para acercarse a él, olvidando por un momento que un Irken la seguía, cuando estaba a pocos metros de su Papá, pudo ver como su cara de alivio se transformaba en una de miedo total, entonces se acordó que tenía a un soldado Irken a su espalda, Zim tenía pensado correr para proteger a su hija, pero no esperaba que otro soldado apareciera delante de él impidiéndole el paso.

Zim desesperado saco las patas biónicas de su PAK para atacar, el otro Irken solo esquivaba los ataque que Zim le enviaba, aunque también había sacado las extremidades biónicas, estas solo las usaba para defender.

-No se la llevaran-. Dijo Zim con el ceño fruncido.- Ella es mi hija-.

-Lo siento pero son órdenes directas-. Ahora el soldado también atacaba a Zim, lo cual no era muy difícil, pues el ex invasor no entrenaba ya como antes.

 

 

Zib al recordad que tenía a un sondado Irken detrás de ella fue que saco las extremidades biónicas de su PAK y comenzó a atacar al contrario, cosa que el soldado no se esperaba, ¿Cómo es que esa hibrido había controlado a la perfección el PAK?, y más sorprendente aun, en tan poco tiempo.

La menor no daba tregua ante su adversario, a diferencia de Zim ella había hablado en serio cuando se refería a conquistar, por eso es que desde muy pequeña se había entrenado, no como una soldado o como un invasora, si no como una guerrera, ella pretendía conquistar, sí, pero al imperio Irken, ella tenía planeado derrocar a esa raza por haber traicionado a Papá, ella buscaba venganza.

Había logrado someter al su adversario estaba a punto de atravesar la PAK de ese alíen con una de sus patas, pero algo la detuvo.

-¡AH!-. Él grito que lanzo su Papá hizo que volteara solo para verlo caer al piso con unas heridas que se veían graves.

-Papá-. Susurro.

 

 

 

Zim estaba demasiado oxidado en cuanto a su entrenamiento, al principio se confió, pero en el fondo sabía que su contrincante solo estaba esquivando sus ataques, pero cuando el soldado Irken comenzó a responder a todos los ataques que Zim hacia fue ahí que todo se fue a la mierda, no podía defenderse y le costaba cubrirse de los ataque que le lanzaba el enemigo, sin poderlo evitar soltó un grito de dolor cuando una de las extremidades biónicas de su oponente lo electrocuto haciéndolo caer al suelo con casi nada de fuerza.

Pudo ver como Zib estaba a punto de aniquilar al otro soldado, esto lo dejo impresionado, ¿En qué momento su hija había aprendido a pelear?, a juzgar por el estado del soldado, su hija lo había masacrado.

Pudo ver como en la cara de su hija había preocupación, “Papá”, leyó sus labios y vio como ella se acercaba a él para poder defenderlo.

Quiso gritarle que se alejara, pero no pudo, si hablaba lo que saldría de su boca serian quejidos de dolor, cerró los ojos a causa del mismo y cuando los volvió a abrir pudo ver como el soldado que estaba en el suelo se ponía de pie y de su PAK había sacado una pistola eléctrica y apunto a su hija con ella.

-¡Zib cuidado!-. Trato de advertirla pero fue inútil, la pistola fue disparada y de ella salieron dos cables que impactaron contra la PAK de Zib dándole una descarga eléctrica que la sacudió un poco, después de recibir el ataque los ojos ámbar de su hija se cerraron y cayó al suelo inconsciente.- ¡No Zib!-. Trato de ponerse de pie, pero recibió otra descarga por parte del soldado con que el había peleado.- ¡AHH!-. Soltó otro grito de dolor y volvió a caer al suelo, levanto un poco la mirada solo para ver como levantaban a su hija el suelo y la subían a una nave que estaba camuflajeada de automóvil.- Zib-. Susurro antes de ver como la nave despegaba con su hija dentro.- ¡Zib!-. De inmediato la nave salió de la atmosfera adentrándose al espacio, Zim aún estaba en el suelo, el cuerpo le dolía y sabía que no estaría consiente durante mucho tiempo, así que vio el reloj comunicador en su muñeca y apretó un botón en él.

De inmediato le apareció una imagen de Dib.

-Zim, ¿Qué pasa?-. Pronto noto el estado en que se encontraba el alíen.- ¿Zim?, ¡Zim!, ¡¿Qué ha pasado?!-. La voz del humano se oía lejana, así que en un esfuerzo vio a la pequeña pantalla.

-Zib-. Dijo a punto de desmayarse.- Se han llevado a Zib-. Después todo se volvió obscuridad.

Notas finales:

Como siempre espero sis RW con quejas, criticas, etc... espero no tardar en traerles el siguiente episodio ^^

 

dejen un RW si les gusto...


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