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Declaración fallida pero compensada por yaoi por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

 Hola lectores. Espero les guste, algo corto para pasar el tiempo.

(Personajes de Masashi)

 

Hinata era una muchacha dulce, inteligente y extremadamente tímida. Cabello largo en tonos azulados sedoso y brillante. Un cuerpo que toda mujer envidiaría más su dotada delantera, aunque era oculta por el uniforme estudiantil. Una pollera que llegaba a mitad de sus rodillas azul oscura, camisa blanca con manga tres cuartos con una cinta adornando el cuello. El respectivo saco que era el mismo para los muchachos, negro con dos bolsillos pequeños a cada extremo de la cintura. Zapatos negros y medias largas, tapaban casi toda la pierna.

Le gustaba ir al colegio siempre con el pelo suelto. No había impedimentos con ese tema. Sus amigos la querían mucho y aunque muchos deseaban ser su novia, ella tenía ojos para un solo chico. Alguien que iba en su mismo salón y llegaba tarde todas las mañanas con los ojos recién abiertos.

Ese chico era nada menos que Naruto Namikaze. El torpe y bufón de la clase, como algunos lo caracterizaban. Y hoy día luego de las clases de educación física, se había propuesto finalmente a declararle sus sentimientos. Muchas veces intentó hacerlo, pero fracasó vergonzosamente. Cada vez que decía una palabra tartamudeando, Naruto le veía con esos enormes y expresivos ojos azules haciéndola perder la conciencia. Más tarde despertaba en enfermería enterándose que su amor platónico la había llevado en brazos hasta ese lugar.

A veces odiaba ser así. Estaba firme en cuanto a su decisión, esta vez todo debía salir bien sin que volviera a desmayarse. Tenía que saber que ella le amaba con locura.

—Bien, terminamos por hoy. Retírense-habló el profesor.

—¡Sí!-exclamaron al unísono.

Hinata tomó su mochila y procedió a salir con el resto de sus compañeros, a solo unos pasos percibió al joven de ensueño. Para ella Naruto era un príncipe salido de los cuentos, era rubio y ojos azules como el océano. Era perfecto. Se juntó con compañeras y cada grupito salió del instituto rumbo al patio trasero. Entraron al enorme cobertizo donde les aguardaba sus próxima clase, la clase de deporte. Las chicas tenían una profesora y los chicos un profesor. Se dividieron la mitad del lugar que era vasto para ambos grupos. Los días que tenían deporte optaban por venir ya cambiados con ropa cómoda. Así que el día de hoy, Hinata vestía la igual que los demás un short ligero de algodón tono gris, zapatillas y una remera holgada color blanco.

—Bien, buenos días alumnas.

—Buenos días, profesora.

—El día de hoy correrán un poco. Quiero que corran seis vueltas-dijo Kurenai, una mujer de unos veintiséis años aproximadamente.-Luego harán equipo de dos, empezaran con abdominales, ¿entendido?

—¡Sí!

Mientras emprendía el ejercicio junto a las demás, observó el otro extremo. Naruto miraba fijamente al profesor y asentía con la cabeza al igual que el resto. Hicieron lo mismo que ellas, ocupando su parte empezaron a dar vueltas por el enorme lugar. Los varones no usaban remeras, sudaban más que las mujeres por lo que usaban musculosas. Pudo notar los pronunciados músculos de cada brazo y pierna del blondo, se puso colorada al ver que no le quitaba la vista de encima. Siguió corriendo.

—¿Ya están cansados, perdedores? ¡Van siete vueltas, quiero ver que lleguen a las diez! ¡Muévanse más rápido!

—Como odio a ese tipo-escupió un castaño con marca triangulares en cada mejilla.

—Somos sus conejillos de indias-habló otro sumándose al odio mutuo por su profesor. Un chico que resultaba ser primo de Hinata, cabello largo pero recogido en este caso, tono marrón.

Naruto tan solo sonreía con sus comentarios. Sintió el sudor adornar su frente, estaban en época de verano y el calor venía en instantes. Detuvo su andar dejando a su grupo correr adelante suyo.

—¿Qué ocurre, Namikaze?-preguntó el mayor con media sonrisa en sus rosados labios. Cabellos azabaches, pelo corto recortado en picos y mechones a cada lado de su rostro. Un flequillo largo, ojos ónix muy penetrantes. Siempre parecía mirar más allá de uno, ponía incomodo a la mayoría, excepto a él-¿No da más tu cuerpo?

—No es eso, profesor Sasuke-sonrió-Odio que se me pegue tanto la ropa.-a ahí en medio de sitio se quitó la musculosa dejando ver su formado abdomen el cual estaba transpirado. Tomó la tela y la paso por todo su pecho quitándose el resto de sudor.

Sonrió internamente al ver la cara estupefacta del profesor sobre él. Y no solo él lo veía, la tímida Hinata había contemplado la escena ruborizándose con otras chicas.

—No se distraigan-retó su profesora. Quitaron la vista del semidesnudo de Naruto y comenzaron sus flexiones en el piso.

Mientras tanto, el bello oji-azul seguía la carrera un tanto atrasada junto con sus amigos quienes le miraban envidiados. Algunos no tenían la osadía de hacer lo que hizo, ya imaginaban el castigo del profesor.

—Quiero cuarenta abdominales, ahora-dictaminó malhumorado.-Y tú, Naruto, será mejor que vuelvas a ponerte la musculosa si no quieres tener problemas conmigo-le amenazó. Sus compañeros tragaron en seco, y él tan solo, le miraba con una sonrisa arrogante.

—Lo siento, pero… no se me da la gana-le sacó la lengua.

—Naruto… ¿Qué has…?-Kiba y el resto les miró con los ojos en blanco ante esa contestación.

—Ha firmado su sentencia de muerte-susurró otro.

—Así que no se te da la gana, ¿eh?-frunció el ceño-Bien, eso lo arreglaremos. Ven conmigo, Namikaze. Ustedes sigan con flexiones de brazos y piernas, ya regreso.

—Naruto, eres un idiota.

—Ja, ja, ja-rió. Se levantó del piso tomando la musculosa entre sus manos.-Ya vuelvo, chicos.-se despidió con la mano.

Hinata observó como el rubio y el mayor abandonaban el enorme galpón. Sintió curiosidad. ¿Sería por haberse quitado la musculosa? ¿Iban a acusarlo con la directora? Comenzó a preocuparse. Tenía que hacer algo. Hizo el intento de esperar, miró su reloj, ya habían transcurrido casi diez minutos. No podía soportar más, podría una excusa.

—Pro-profesora-se acercó a ella lejos de sus compañeras.

¿Cuál fue esa excusa? Su brillante mente tuvo una idea. Alegó estar indispuesta y necesitaban cambiarse lo antes posible, por lo que debía ir hasta su salón por un cambio de ropa interior. Se marchó dejando convencida a la mujer, ahora su trabajo era encontrar a Naruto. ¿Por qué tardaba en regresar?

Aunque era una mentira lo dicho, pasó al curso por si llegaba a encontrarse al blondo, pero no fue así. Recorrió los pasillos, todos estaban en clase y no se animaba a acercarse al baño de hombres. La clase pronto culminaría y tenía que buscar el momento exacto para una confesión. Naruto no podía irse.

Fue entonces que salió del instituto y recorrió los patios. No había chance, se había esfumado y junto con el profesor. Cuando se acercaba nuevamente al cobertizo para terminar la clase ya decepcionada, escuchó unos sonidos.

—Sasuke…

Era la voz de Naruto, aunque se oía extraña. Sus oídos se agudizaron y confirmó que venían de una de las esquinas del galpón. El izquierdo. Caminó silenciosamente pegada a la pared nerviosísima de que le descubrieran. Cuando llegó al final asomó la cabeza muy poco y con cuidado.

Sus ojos de abrieron desmesuradamente. Vio algo que nunca imaginó. El profesor Sasuke estaba penetrando a Naruto contra la pared, las piernas del oji-azul se aferraban a la cadera del mayor, estaba sin pantalones y sin bóxer. Los sonidos apenas se escuchaban ya que tenían la boca ocupada besándose desesperadamente.

Se tapó la boca y siguió mirando la escena fuera de lo común. Sus labios al fin se despegaban.

—Eres un idiota-jadeó el azabache-Sabes que odio que alguien te mire desnudo más que yo. Las chicas no te quitaban la mirada de encima.

—Por eso lo hice-rió. Estaba con la respiración algo agitada-Quería ver tu reacción… te pones celoso con facilidad al igual que duro con solo ver… aahhh…

Repentinamente Sasuke comenzó a embestir más rápido dentro de él. Hinata miró boquiabierto a Naruto como gritaba de placer y abrazaba al profesor con fuerza. Parecían tener una importante relación, algo más que solo sexo.

¿Novios tal vez?

—Ahhh, Sasuke…

—Ah, ah, rápido. Tenemos que estar pronto con los demás. Vamos a corrernos de una vez… ah, ah, ah-tomó el pene del menor y comenzó a masturbarlo.

—Ah, sí, sí, Sasukeee… que delicia. Joderrrrr… ¡Sasuke!

—Imbécil, eres tan ruidoso-le estampó un beso en la boca acallando sus gemidos.

La de ojos color perla miró sonrojada a más no poder como alcanzaban su orgasmo. Vio el líquido blanco deslizarse hacia abajo del cuerpo del rubio, algunas gotas caían al piso. Los amantes se separaron del lujurioso beso con lengua y se miraron con gran intensidad.

—Amo correrme dentro de ti-susurró-Naruto…

—Te amo, Sasuke-murmuró más sudado que antes.

—Yo a ti-besó sus labios una vez más.

Hinata supo que no tardarían en regresar. Retrocedió con cuidado y entró al cobertizo sumándose al resto de sus compañeras. De alguna manera, no se sentía triste más bien estaba algo emocionaba. Fascinada para ser más exacta.

Ese día descubrió su amor por el yaoi. Y estaba empecinada en hacer un club en el colegio compartiendo sus opiniones y gustos. Poco a poco la chica inocente iba desapareciendo y los chicos la amaban más, pero sobre todo, tenía más amigas que antes. Definitivamente fue adquiriendo popularidad y en secreto, Naruto y Sasuke eran espiados en sus apasionados encuentros por las fujoshis y su líder, la no tan tímida Hinata.

Pobre de ellos que no tenían idea de nada.

 

Notas finales:

 

Espero les  haya agradado :) kiss


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