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My Butterfly por HeartBreakerGirl

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Notas del fanfic:

Este one-shot lo acabo de escribir como dedicatoria a una amiga. Espero que les guste mucho ^^

Notas del capitulo:

Hola. Aquí vengo con un nuevo one-shot ^^ Haces meses me pidieron uno. Esta es la secuela de mi on-shot "La Puesta del Sol" Así que este es el resultado. Se lo dedico a MisuzuBlack. Espero que les guste. Disfrútenlo ^^

MY BUTTERFLY


Los copos de nieve caían por la acera de la ciudad. Caían de forma graciosa, como si concursaran por ganar el mejor aterrizaje.  Seúl se había cubierto de blanco, hacía un increíblemente aire helado... que congelaba hasta el más mínimo ser. No se negaba que la ciudad se veía particularmente embellecedora para la vista de cualquier transeúnte, pero aún así no se podía negar ciertos puntos negativos. Ji Yong miraba embelesado el cielo al ver caer cada copo de nieve, su sonrisa soñadora lo confirmaba. Desde siempre le había gustado la Navidad, de hecho era su fecha favorita en todo el año. Ni siquiera el terrible clima que azotaba ese año, le hacía cambiar de opinión. Según él todo se arreglaba con una taza de chocolate caliente y estar al lado de una chispeante chimenea, era todo lo que necesitaba. Nada más. Vale parecía un niño, siendo un joven en su primer año universitario. No obstante siempre había pequeñas cosas que hacía sacar a relucir el niño interior que llevaba en él y debía admitir que aquello le gustaba. Ser maduro algunas veces le era estresante, así que lidiar de esa manera su lado “rebelde”, le era divertido. Vestía un jean, zapatillas blancas e irónicamente un abrigo de color rojo con guantes blancos. Si alguien le veía, pensaría que se había vestido por las festividades navideñas. Sin embargo había un pequeño detalle que hacía descartar la teoría inmediatamente. Llevaba un gorro de lana de gris, que protegía su cabeza del frío. He ahí la diferencia. Terminó de contemplar los copos de nieve y no pudo evitar que una sonrisa dulce se reflejara en su rostro. Hoy era un día especial para él, prácticamente había esperado todo el año para que nevara por primera vez, con un corazón ansioso... había anhelado tanto ese día. Hasta que se cumplió. Ese día era especial por dos motivos. Lo primero, es que era Navidad. Lo segundo y lo más importante era su primera Navidad con Seung, siendo novios. Lo que le hacía inmensamente feliz.

Y él lo definía como el regalo más hermoso que podía existir en el mundo. Era como su estrella polar que siempre lo cuidaba a él. Se sonrojó al pensar de esa manera. Meneó la cabeza para dejar de pensar de aquella manera y decidió empezar a caminar. No hacía ni un bien impidiendo el paso de las personas que iban y venían por la acera. Cada paso que daba lo hacía con gusto. Veía a abuelos, niños, padres, enamorados paseando y haciendo distintas cosas. Era maravilloso poder contemplar a la gente. Se enterneció ver a un anciano arreglando el gorro de su esposa, mientras ella sonreía. La escena era tan bella, que inmediatamente aspiró a llegar a esa edad con Seung Hyun. Su mente le hacía soñar con Seung Hyun y cuando lo hacía no había límites que lo pararan. El mayor era su mundo y no lo iba a negar.  Observaba cada lugar recóndito de la ciudad a su paso y al instante miles de recuerdos con Seung Hyun explotaban en su mente. Como por ejemplo recordaba en que en esa esquina una tarde de verano habían intentado disfrutar juntos de un helado y al final había acabado un desastre porque se habían embarrado mutuamente o debajo de ese árbol habían escuchado música juntos compartiendo los audífonos. Era increíble cada pequeña historia que había vivido con el mayor.

Ahora se dirigía a uno de sus edificios favoritos en Seúl. Había quedado encontrarse con Seung en ese lugar. El ambiente escogido por la sugerencia del mayor no podía ser más perfecta. No sabía que era lo que planeaba pero se encontraba emocionado por ello. Corrió literalmente las escaleras de dicho edificio, quería llegar a tiempo... no quería perder ni un minuto de tiempo para estar junto a la persona que amaba. Llegó cansado, respirando agitadamente y sus ojos buscaron, a los segundos, a aquella persona, específicamente a su “Hyunnie”. Una expresión de desconcierto se dibujó en su semblante. Al parecer Seung aún no llegaba, se sintió decepcionado por unos minutos; pero luego pensó que tal vez el mayor tuvo un imprevisto. Después de todo era Nochevieja y el tráfico solía estar terrible. Así que de nuevo con una sonrisa en el rostro decidió esperarlo. Otra vez se perdía en el mundo de la nieve cerrando los ojos mientras se mecía lentamente hacia adelante y hacia atrás. Hoy tenía una sorpresa para el mayor, era independiente del regalo que iba a recibir de él. A tientas cogió el bolsillo de su chaqueta, comprobando que aún lo llevaba consigo. Era como su máximo tesoro en ese momento.

No sabía cuánto tiempo se había quedado en ese estado hasta que sintió que unas manos tapaban sus oídos. Sonrió de inmediato, esas manos las reconocería en cualquier lugar y en cualquier momento. Esas manos varoniles, toscas, pero delicadas con él.... las conocía perfectamente.

 

-¿Adivina quién soy?-susurró aquella voz tan ronca que siempre disfrutaba escucharla. Sonrió a un más.

-Hmm... ¿Quién será...? Si no es alguien llamado Choi Seung Hyun puede irse.

-Lo soy- el mayor le dio un beso en la nuca, haciendo que la piel de Ji Yong se erizara al leve contacto- Te extrañé Ji.- Seung sacó sus manos de los ojos de Ji Yong, este se volteó. Recibiendo un cálido abrazo del mayor- ¿No tienes frío?

-No. No lo tengo. Sabes que siempre me ha gustado el invierno y sobre todo la nieve.

-Lo sé, Ji. Desde niños amabas jugar en la nieve. Hasta recuerdo que te lanzabas bolas de nieve a los niños del barrio y yo siempre tenía que ir a defenderte. Eras travieso- Seung rió ante el recuerdo.

-Yahh... no he venido para que te quejes de lo que hice en mi niñez- Ji Yong hizo un tierno puchero.

 

-Solo lo recordé Ji. No te pongas así...

-¿Cómo que así?- el menor frunció el ceño.

-Así como...una diva... digo... osea...

-¡¿Una diva?! ¡¿Me estás diciendo eso?!

-Bueno es una manera... te ves tan lindo todo enojado.

-¿Lindo? ¡Por favor soy precioso!- lo dijo en un tono de suficiencia.

-Y no quieres que te llame diva- murmuró Seung divertido.

-¿Dijiste algo?- el menor escrutó con la mirada a su hyung.

-Dije que ya es tiempo.

-¿Tiempo para qué?- preguntó curioso.

-Shh.... no digas nada- Seung ignoró lo que le preguntaba su novio y miró su reloj atento.

-¡Choi Seung Hyun... te...!

-¡Shhh! 10.... 9... 8... 7.... 6.... 5... 4....3.... 2.... 1...0- empezó a contar el mayor. A los segundos la campana de la iglesia que quedaba a unos metros del edificio empezó a sonar- Justo a tiempo... ¡Feliz Navidad, Yongie! Esta es mi sorpresa para ti...

 

Sacó una especie de control de su bolsillo y enseguida empezó a sonar fuegos artificiales en el edificio. Llenándose el cielo nocturno de intensos colores. El espectáculo era bello de observar. A Ji Yong le había encantado el detalle de su hyung. Por lo que con una brillante sonrisa abrazó fuertemente a su novio.

 

-¡Feliz Navidad Hyunnie! ¡Me encanta!

-Me alegro que te guste, Yongie- Seung acariciaba la espalda del menor contento por la reacción de este.

 

Finalmente Ji Yong dejó de abrazarlo. Se miraron a los ojos. Ambos podían verse en las orbes del otro. Sobre todo observar la intensa y brillante mirada  que reflejaban. Ji Yong quitó los lentes falsos del mayor, rodeó sus manos en su cuello y lo besó de una manera dulce. Ambos disfrutaban el contacto de sus labios, simplemente ese roce encendían por completo todas sus terminaciones nerviosas. Era como si como una bola mágica explotaba dentro de ellos y se extendía por todo sus cuerpos. Ese calor agradable que empezaban a sentir, dio pase a que Ji Yong entreabriera más sus labios y con ello Seung obtuvo el permiso para tener el placer de saborear más la cavidad del menor. Gradualmente el ósculo se volvió más pasional. Algo que sin lugar a dudas, a ellos les encantaba. Estaban totalmente inmersos en ese momento íntimo que estaban compartiendo hasta que el deseo involuntario de sus cuerpos les pedía oxígeno, no les permitió continuar. Ambos juntaron sus frentes... mientras se miraban a los ojos nuevamente y sus respiraciones se tornaran erráticas. Trataban de apaciguar los latidos desenfrenados de sus corazones y poco a poco lo fueron consiguiendo. Aún no se decían nada, por lo que Seung giró a Ji Yong de improviso y le abrazó por la espalda. Era tan reconfortante sentir el cuerpo delicado del menor entre sus brazos, le proporcionaba dicha solo el hecho de hacerlo. Ji Yong recostó su cabeza en el hombro derecho de Seung, mientras una sonrisa dulce surcaba por su rostro. Aún podían ver el hermoso espectáculo de fuegos artificiales.

 

-Es algo sencillo. Valió la pena hacerlo. Haber visto esos pequeños ojos brillantes, llenos de júbilo... no tiene precio- habló Seung.

-Valoro que hayas hecho esto, Hyunnie. Por cierto, ¿cómo conseguiste permiso?

-Digamos que tengo mis contactos- habló Seung. Haciéndose en el interesante.

-¿Mi Hyunnie tiene contactos? Aigoo.... eso es bueno, ¿verdad?- habló Ji Yong en tono de burla. A los segundos ambos se reían.

-¿Yongie?

-Hmmm...

-Hay algo que quería preguntarte hace meses... ¿Por qué no me reconociste la primera vez que te dije mi nombre?

-Ahh... he estado esperando esa pregunta mucho tiempo. ¡Por fin la haces!- Ji Yong se rió. Le parecía divertido que justo ese día, Seung le preguntara aquello. La cara confundida del mayor era todo un poema, aunque Ji Yong no se diese cuenta de ello- ¡Eres tan bingu! ¿Quieres saberlo? Aquí va....

 

FLASHBACK


Ji Yong y Seung Hyun se encontraban en el parque que había cerca de su casa. Específicamente estaban jugando en los columpios. Habían pedido permiso a sus madres por lo que estaba todo bien. Ambos muchachos tenían 10 y 11 años de edad respectivamente. Estaban entrando a la pre-adolescencia por lo que ya no jugaban muchas niñerias. Por ejemplo ahora mismo su pasión era el fútbol. No es que Ji Yong sea fanático de los deportes, pero amaba ver los partidos a lado de Seung Hyun. Era increíble ver las palabras de enojo que salía de los labios de mayor, vivía tan intensamente el deporte que a Ji Yong, que le hacía mucha gracia verlo en ese estado alterado. Era divertido. Si ahora estaban en los columpios, era porque esa actividad era la única que no habían “perdido” de su niñez.

 

-¡Vamos... Yongie... veamos quién llega más alto!

-¡Yo ganaré! ¡Ya verás Hyunnie!-decía entusiasmado el menor.

-¡Eso lo veremos!-decía divertido el mayor.

 

A los minutos se reveló al ganador. Sorpresivamente había resultado siendo Ji Yong. Algo que le ponía de buen humor. Celebraba a todo pulmón, el haber ganado. Seung Hyun no podía creer que eso hubiese sucedido, aún así le divertía las muecas de su mejor amigo.

-¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Gané! ¡Esto es genial!- decía muy emocionado.

-¿Te encanta haber ganado Yongie, cierto?- Seung habló entre risas.

-¡Claro que sí! ¡Adoro haber ganado Hyunnie! ¡Esto es de lo mejor!

-Hahah Te ves lindo así, Yongie- decía Seung. Inmediatamente las mejillas del menor se tiñeron de rojo.

-¿Lindo? Aigooo... Hyunnie. ¡¡Qué cosas dices!!

-¡Bah!-Seung se encogió de hombros- ¡Es verdad!

-Gracias... aunque la palabra correcta... es que soy más que lindo- Seung se rió al escuchar esto.

-Hmm... ¿Yongie?

-¿Sí?

 

-Tengo que decirte algo...

-Dime lo que sea Hyunnie. Te escucho.

-Ayer me enteré... de algo que no me gustó y vine a contártelo porque mereces estar enterado.

-¿Sobre qué?

-Mamá quiere mudarse-el corazón de Ji Yong se paró en el instante que se escuchó esas palabras de los labios del mayor- Encontró un nuevo trabajo y para eso necesita irse de la ciudad.

-¿Cuándo te vas?- Ji Yong sin quererlo empezó a derramar lágrimas sin cesar.

 

A Seung Hyun le partía el corazón ver a su amigo en ese estado. Ni siquiera a él le agradaba la noticia. Sin embargo comprendía que su madre solo quería lo mejor para él, quería darle una mejor vida. Y ante eso no podía rebelarse.

 

-A fin de mes- dijo Seung limpiándole las lágrimas que rodaban por las mejillas del menor. Lo hacía con ambas manos- No llores Yongie... no quiero verte triste - susurró el mayor.

-Es que.... creí que seríamos mejores amigos para siempre.

-Siempre lo seremos. Eso no lo dudes...prométeme que nunca me vas a olvidar, Yongie- Seung Hyun lo abrazó.

-Te lo prometo Hyunnie.

FIN DEL FLASHBACK

 

-Recuerdo ello, Yongie.... pero no entiendo... ¿qué tiene que ver con mi pregunta?

-Espera... todavía no he terminado. Aishh... no me arruines la historia.

-¿La historia?- Seung rió.

-Sí, la historia. ¿Quieres que te cuente sí o no?- Ji Yong enarcó una ceja.

-OK. Cuéntame. Mantendré mi boca cerrada.

-Eso me gusta. Sigamos...

FLASHBACK

-¡Hyunnie... no te vayas! ¡Quédate a vivir en mi casa!-decía Ji Yong aferrándose a Seung Hyun.

-Yongie... no quiero irme, pero tengo que hacerlo-hablaba dulcemente el mayor- Además... no sé tus padres quisieran...

-No importa. Te esconderé y todo estará bien- Ji Yong hizo un puchero. Seung rió en medio de su tristeza.

-Ayy... Yongie. Nunca cambies. Eres genial tal como eres, ¿vale?

-Nunca cambiaré. Puedes estar seguro de ello.

-Ya me tengo que ir. Estoy seguro que mamá empezará a gritar.

-¡No!- Ji Yong se aferraba más al mayor con mucha fuerza.

-Yongie...

-¡Seung....! ¡¿Dónde estás?!-la señora Choi alzó la voz fuertemente.

-¿Ves?

-Pero...pero... - Ji Yong se separó un poco del abrazo que le estaba dando a su hyung para verle mejor la cara.

-Pero nada Yongie... vamos a mantener en nuestra memoria un recuerdo feliz y no triste, ¿de acuerdo?- Seung tenía los ojos acuosos.

-Entonces...Hyunnie... ¿por qué tienes los ojos así?

-¡Oh, lo siento! La emoción me ganó. Ahora estoy mejor- Seung sonrió- Sonríe para mí Yongie. Estoy seguro que algún día nos volveremos a encontrar y nos reiremos de esto.

-¿Seguro?- Seung asintió- Entonces sonreiré. Te extrañaré Hyunnie- Ji Yong sonrió, a pesar de que sentía triste.

-¡¡Seung... si no apareces!!-volvió a gritar la señora Choi.

-Yo también te extrañaré Yongie. Me voy... ¡¡Cuídate mucho!!- Ji Yong con mucho pesar soltó al mayor.

-Hey...

-Eres un despistado, Yongie- rió Seung. Mientras el menor hacía un puchero.

-¡No tanto!

-¡Seung!

-OK. Adiós Yongie. Te veré en el futuro- el mayor agitó su mano en modo de despedida mientras retrocedía de espaldas.

-¡¡Adiós, Hyunnie!!- gritó el menor mientras se despedía con la mano.

-¡No me olvides!- dijo Seung por último y echó a correr hacia su casa.

-¡Te lo prometí nunca lo haré! ¡Adiós!

El menor se mantuvo sonriendo hasta que vio que su Hyunnie desaparecía. Ni bien lo perdió de vista... la melancolía se apoderó de él completamente. Cabizbajo y arrastrando los pies regresó a su casa. No tenía ganas de hacer nada. Se sentía muy triste por la partida de su hyung. Cuando entró a su casa... su hermana Dami, fue la primera en verle y recibirle. Él no estaba en condiciones de hablar con su noona por más que la quería. Por lo que intentó pasar de largo.

-Jiyongie... ¿cómo te fue?-habló Dami. Él solo suspiró y se dirigió a las escaleras- Sé que estás triste... pero quería saber si le diste el cupcake que te ayudé a preparar.

 

Al escuchar aquellas palabras... sus ojos se abrieron de golpe. ¡Se había olvidado de dárselo! Él quería darle un regalo de despedida especial a Seung, por lo que la noche anterior le había pedido a su noona que le ayudase con eso. No era muy bueno en esas cosas. Ignoró lo que Dami le había dicho y salió corriendo a la cocina por su cupcake. Su Hyunnie no podía irse sin recibir su regalo. Como sus pies le permitieron salió volando de su casa. Sabía que probablemente Seung ya se había ido, por lo que cogió su bicicleta que yacía tirada en el pasto de jardín delantero y empezó a pedalear como si se le fuera la vida. Nunca en su existencia había sudado tanto, sin embargo estaba muy concentrado pensando en Seung... que no vio que un carro pasaba y tuvo un accidente....

A los segundos sintió que los ojos se le cerraban, es como si le hubiesen sedado.

-Hyunnie...- murmuró Ji Yong antes de caer ante la oscuridad.

FIN DEL FLASHBACK

 

-¡¿Qué?! ¡¿Tuviste un accidente?!- habló exaltado el mayor.

-Sí. Fue hace mucho tiempo. Tranquilízate Hyunnie.

-No fue grave, ¿no?- Seung sentía una opresión en el pecho al saber la historia de Ji Yong.

-No. No lo fue, pero por alguna inexplicable razón resulté olvidando tu nombre. Solo sabía que te llamabas “Hyunnie”... nada más y ni siquiera se me dio por preguntar a mis padres.

-¿En serio Yongie?-Ji Yong asintió- Es tan extraño.

-A veces suceden cosas extrañas Hyunnie, pero quiero que sepas que jamás olvidé que eras el centro de mi niñez.

-Yo tampoco... sentí un vacío al dejarte- una sonrisa torcida se formó en el rostro del mayor.

-Ahora nos encontramos y estamos juntos. Eso es todo lo que importa- Ji Yong sonrió y Seung abrazó más a Ji Yong- ¿Sabes? Si hace tres años nos hubiésemos confesado. Las cosas serían distintas, no hubiéramos perdido tanto tiempo.

-Tienes razón... pero por algo suceden las cosas.

-Si supieras... lo que significaste para mí al poco tiempo de haberte conocido hace tres años. No sé... a pesar que siempre estuviste a mi lado. Nunca pude demostrarte lo que sentía, lo que decía mi corazón... por eso hoy te quiero dar algo especial.

-Yongie... no es necesario.

-Sí, lo es.

Ji Yong se volteó, deshaciéndose del abrazo de su hyung y sacó algo de su bolsillo. Ese objeto que venía atesorando desde que salió del campus. Era una cajita singular, sencilla con estilo. La abrió y de él sacó un reloj de bolsillo hecho de plata vieja, tenía impreso en la parte delantera una mariposa. Era sumamente bello. Las cadenas gruesas que la sujetaban le daban una armonía especial al diseño, cuyo estilo era de vintage. Algo moderno y sostificado a la vez.

-Esto es... algo especial que mandé hacer para ti y tiene un significado... ¿Quieres escucharlo?- Seung Hyun asintió- Verás... esta mariposa que ves tiene una historia...

 

FLASHBACK

Hace 35 meses

Dos chicos se encontraban recostados debajo de uno los árboles de la facultad, así se protegían del caluroso verano que se sentía en Seúl. Al menos Ji Yong lo hacía por proteger su rostro de sufrir horribles quemaduras que no lo quedaban bien. Vale, lo admitía... él bronceado no se veía muy bien. Seung decía que sí, pero él no opinaba lo mismo. Su bronceado no era comparado nada al lado del mayor, a él se le veía totalmente atractivo con ello y no solo lo decía él, sino las chicas de facultad que siempre que pasaban al lado de Seung susurraban lo guapo que era. Él solo se limitaba a rodar los ojos porque honestamente le hervía la sangre oír esos comentarios. ¡Por Dios, Seung no era un pedazo de carne! ¿Y lo peor? El mayor era tan babo... que no oía esos comentarios, porque andaba perdido en su mundo y por nada se le ocurriría decirle lo que aquellas chicas comentaban. No quería que Seung resultase teniendo novia... no sabía porqué ese tipo de situación le era desagradable. Como siempre Seung Hyun andaba escuchando música y él estaba terminando de leer el libro que le habían dejado de tarea. Felizmente era una de sus clases favoritas por lo que podía avanzar sin problemas, sin embargo le desesperaba que su hyung no hablase nada.

-¿Qué tanto escuchas?- Ji Yong cerró el libro bruscamente. Su curiosidad pudo más. Por supuesto Seung Hyun no le escuchó. Rodó los ojos y con habilidad le quitó uno de los auriculares de sus audífonos- ¡Dije!.... ¡¿Qué tanto escuchas?!- prácticamente le gritó al oído.

-Ayy... Ji Yong. Casi me dejas sordo- se quejó el mayor.

-Sí, claro- Ji Yong rodó los ojos- Lo siento. ¿Qué escuchas?

-Tu curiosidad puede más, ¿no?- Seung le miró de manera divertida- ¿No que tenías que terminar de leer ese libro?

-¡Yahhh.... el libro no es lo que importa en este momento, Seung! Además... es pan comido para mí.

-Tú siempre tan “humilde” Ji Yong- dijo el mayor entre risas. Ji Yong le fulminó con la mirada-Escucho a Notorious B.I.G. De hecho se está reproduciendo mi canción favorita “Big Poppa”.

-¿Te gusta el rap?

-Sí- dijo con una sonrisa.

- No das ese aspecto- rió Ji Yong- Ahora ya lo sé.

-Claro ya satisficiste tu curiosidad y yo me perdí de escuchar mi canción favorita.

-No seas... exagerado. Solo reprodúcela de nuevo y listo- el menor encogió sus hombros. Luego abrió su libro nuevamente.

-La tendré que reproducir camino al campo. Es hora de irme a mis entrenamientos, Ji- Seung se paró, enseguida el menor también lo hizo- Adiós... nos vemos en la noche.

-OK. Te veo más tarde. Iré a la biblioteca.

-Ten cuidado. No te caigas camino al lugar- Seung rió.

-¡Yahhh!

-Nos vemos- Seung se despidió con la mano. Se puso nuevamente sus audífonos y caminó en dirección opuesta a Ji Yong.

-¿Por que eres así?-murmuró Ji Yong mientras veía a Seung de espaldas, caminando lejos de él.

 

Todo el último mes, desde que había conocido a Seung Hyun, murmuraba esas palabras. Cada vez que lo veía irse de espaldas... siempre sucedía aquello. No podía evitar preguntarse si el corazón de Seung dolía como el de él. Es como si Seung se hubiese metido en su piel... y ahí es cuando lo supo, mejor dicho...lo pudo admitir. Ahora sabía la razón por la que se sentía vacío y a veces lo odiaba, por hacerle sentir de esa manera. Lo admitía todo ahora, sin lugar a dudas y sentía como mariposas en su estómago que le empezaban a hacerle sentir bien. La razón de todo lo que sentía... era porque lo amaba. ¡¡Estaba enamorado del babo de Seung Hyun!! No podía ocultarlo más... las mariposas en su estómago eran la prueba de ello y Seung Hyun era el causante de esto. Al pensar en ello, vio que su más grande mariposa era Seung... el mayor se había convertido en su mariposa. Súbitamente su mente se fue al día en que se conocieron y recordó... ese brillo especial que había notado durante unos segundos en los ojos de su hyung. Había sentido una conexión con él, pero decidió obviarla ni bien sus miradas se habían encontrado. Ahora veía que realmente se había enamorado de él, desde el primer momento que lo había visto.

Ahora que lo sabía... ¿qué iba hacer? No se atrevía a arruinar la amistad que tenía con el mayor. Tal vez estaba equivocado y su mente le jugaba una mala pasada... podría ser factible aquello. Tal vez el dejar de pensar en él le ayudara a superarlo. La cuestión es que no podía dejar de hacerlo. Se sentía bien y a la vez mal. Eso le provocaba Seung, al pensar en él. Solo sabía que estaba enamorado del mayor sin remedio alguno y que se había convertido en su mariposa.

FIN DEL FLASHBACK

-Entonces Seung desde el momento que supe que te amaba... fuiste mi mariposa. Sé que es muy...


Ji Yong no pudo terminar de hablar porque enseguida recibió un beso sorpresivo por parte del mayor. Era lento, profundo...como si buscara entrar en las entrañas más profundas de él y Ji Yong con gusto se dejaba llevar por ese momento. Seung siempre había sido la perfección para él, era su apoyo... su sostén y su fuerza. Sentirse amado por él, era mágico. Simplemente eso. Una vez Seung le había comparado con la puesta del sol y era irónico porque si pudiera definir los besos del mayor, era como una puesta de sol. Tan suaves, calientes, que lo consumían y que por más que no lo deseara siempre tenía un final.

-Es el regalo más lindo que he recibido Yongie. Gracias- Seung le dio un beso en la frente una vez de haber terminado de besar a su novio.

-Veo que te gusta. Solo quería que sepas lo que significas para mí- Seung sonrió ampliamente.

-Ahora lo sé.

-Hyunnie sonríes como un niño... es gracioso- Ji Yong rió.

-Heyy...

-No importa, igual me gusta- Ji Yong sonrió.

-Bueno ya que nos dimos nuestros regalos... ¿qué quieres hacer?

-Cualquier cosa. Si voy contigo es suficiente- los ojos de Ji Yong brillaban ante lo dicho.

Sin más se tomaron de las manos y bajaron del edificio en completo silencio. No necesitaban más palabras. Todo ya estaba dicho. Seung Hyun había guardado el reloj en su bolsillo y a partir de ese momento lo iba valorar con extremo cuidado porque era el regalo más hermoso que había recibido de parte de su novio. Cuando llegaron a la acera, ambos miraron al cielo...veían como la nieve aún caía... era algo agradable de contemplar. Seung bajó la mirada y pudo ver que Ji Yong, bajo el farol que alumbraba la calle, brillaba de manera hermosa. Sabía que al tenerlo era afortunado. Iba a llamarlo, cuando Ji Yong bajó su cabeza y le sonrío como siempre. Tomó una de las manos del menor y la puso en su bolsillo. A los segundos las mejillas del menor se enrojecieron. Pareciéndole totalmente adorable aquello. Caminaron entre el gentío mientras se escuchaba el sonido de las canciones navideñas haciendo sonreír a la gente. Ellos solo se miraban el uno al otro y sonreían mientras recordaban algunas vivencias. Tal como lo había hecho Ji Yong hace unas horas. Siempre estarían al lado del otro.

-¿Yongie?

-Hmmm...

-¿Quieres un chocolate caliente?

-Me encantaría.

Notas finales:

¿Les gustó? Si, es así agradecería sus comentarios. Lo hice de todo corazón. Sé que no estamos en esa época, pero puse todo mi esfuerzo. Hasta la próxima vez ^^

 

Reloj de bolsillo de Seung

 


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