Minhyun moría de nervios.
–Y-Ya se deben de haber encontrado. Están en la misma habitación. Se mataran– murmuro para él preocupado. Acaricio su abdomen ya que le empezó a doler con fuerza, hizo muchos gestos y el dolor no pasaba. –Perdóname, mi amor, pero… tengo que enfrentarme a Aron…– y con aquellas palabras, empezó a subir los escalones rápidamente y bajando el ritmo en ocasiones por el dolor que sentía, apretaba el barandal con fuerza y empezaba a sudar frío por el dolor. –Falta poco… ya casi llegamos…– trago saliva y continúo.
Al estar frente a la puerta, se detuvo en seco por lo que encontraría; temía encontrar a JR muerto y a Aron completamente loco en ese instante, si JR moría, su mundo se habría acabado por completo, Jonghyun era su presente y su futuro; si él moría, no importaba quien vivía o moría. Ya no importaría nada.
– ¡Estas completamente loco…!– era la voz de JR y se oía cansada y completamente molesta. –Él nunca te pertenecerá… él… es libre– Minhyun derramos amargas lágrimas en ese momento. No podría dejar que Aron le hiciera algo a JR, no… no lo permitiría. Coloco su mano en el pomo de la puerta temblando y cerró los ojos por un instante. “Lo hago por ustedes…” pensó Minhyun derramando unas ultimas lágrimas. Giro la perilla y un olor nauseabundo inundo sus fosas nasales; lo primero que pudo apreciar fue a JR en el suelo con algunos golpes en el mentón y labio inferior, aquella escena le dolió como mil puñaladas en el alma.
– ¡NO!– grito Minhyun desgarradoramente antes de que Aron diera otro golpe.
– ¿Q-Que demonios haces aquí? ¡Vete!– JR estaba completamente cansado con la pelea y Aron aun estaba recobrando el aliento después de aquellos golpes que le había dado JR. El mayor se incorporo y miro a Minhyun a los ojos y por un instante el menor pudo ver al Aron de hace 3 años atrás, las lágrimas no paraban de salir.
–Haré lo que quieras…pero d-déjalo en paz, por favor…– Minhyun cayó de rodillas frente a él ya sin ganas de vivir. Tal vez Aron no se equivocaba en eso… él regresaría tarde o temprano y así fue como sucedió, apretó los puños con fuerza e impotencia. – ¡POR FAVOR!– gritó con fuerza desgarrándose el alma. –…por favor, Aron… y-ya no más… estaré contigo, pero…ya no le hagas daño, ni a él ni a mis amigos… seré completamente tuyo… pero no lastimes a nadie– su mirada estaba clavada en el suelo y las lágrimas caían en aquel piso. Aron se coloco a su altura y le cogió del mentón haciendo que le mirara directamente.
–Siempre has sido mío, Minhyun. Lo dejare en paz, pero… antes tendrás que aprender la lección. Será a las malas– Min tembló levemente y aquel dolor en su abdomen comenzó a doler nuevamente haciendo que se sostuviera de la zona adolorida. –Verás como…asesino a tu…”amado” y tus…amigos– Minhyun le miro completamente asustado.
–P-Por favor… ya basta… no lo hagas ¡BASTA!– grito con todas sus fuerzas y empujo a Aron y en el proceso este ultimo saco un arma de su chaqueta apuntando directamente a Minhyun. “Si no eres mío… no serás de nadie” pensó para sí mismo, Aron. JR vio aquella acción y rápidamente se lanzo hacia Min y lo giro como pudo. Minhyun cerró los ojos al escuchar aquel disparo, su corazón latía a mil por hora, lo sentía en la garganta y tenía miedo de que se le saliera por la boca. Abrió los ojos con miedo y vio la brillante sonrisa de JR, solo aquello lograba calmarlo, pero en sus manos sentía algo viscoso y ese olor lo conocía muy bien.
– ¿J-JR?– los ojos de Min se cristalizaron, su rostro volvió a aquel semblante triste y la sonrisa de JR no se desvanecía. Miro su mano y estaba empapada de sangre.
–estas bien ¿verdad?– Min se sentía morir en ese instante y solo se limito a asentir como pudo y las lágrimas volvieron a salir.
–Te amo… Hwang Minhyun– una lágrima surco el rostro de JR hasta caer en la mejilla de Minhyun mientras que JR empezaba a cerrar los ojos lentamente.
–J-JR… Jonghyun…– lo zarandeo levemente y toco su rostro con ambas manos. – ¡Jonhyun!– ahogo aquel grito le empezaba a doler en la garganta. La cabeza de JR descansó sobre el nombro de Min y éste último no paraba de llorar. Soltó un grito de dolor, tan desgarrador que su abdomen dolió con fuerza y en ese instante no le importo, no le importaba ya si moría o si Aron mataba a seres inocentes…Ya no importa nada, si tú no estás ahora conmigo… los pensamientos de Hwang eran tan deprimentes que su propio corazón empezó a doler y lo sintió en su garganta. –Porque me tienes que dejar ahora… cuanto te tenía que decir algo tan importante… porque, mi amor– lágrimas resbalaban por sus mejillas hasta su garganta mientras murmuraba aquellas palabras, fue entonces cuando un leve, casi fantasmal respirar se sintió en el cuello de Min. – ¿JR?– aún luchaba por su vida, aún no abandonaría a Min… aun no era su momento.
Minhyun recostó a un lado a Jonghyun y acaricio su mejilla, pero su mirada se volvió de acero cuando giro a ver a Aron.
–Siempre fuiste una maldita basura, Aron– Los cansados ojos de Min derramaron lágrimas, pero esta vez por felicidad. Había llegado el momento… a su tan corta edad, cuando aún no había disfrutado de su vida, cuando recién conocía lo que era el amor, el ser querido y querer con todo el corazón y alma; el dolor que sentía en su corazón aun dolía, pero sentía como poco a poco ese peso que cargo por durante todos esos años se iba aligerando. Capítulos de su vida pasaban en su cabeza como flashes y se detenía cuando JR le propuso matrimonio hasta el momento en el cual JR murió a manos de Aron.
–Y tú una maldita puta, mira que acostarte con ese bastardo estando conmigo, y también acostarte con el grandote ese de BaekHo– Aron se levantaba lentamente aún con el arma en la mano.
–Nunca me acosté con BaekHo, pero todo lo contrario a ti, él si fue un amigo completo… me apoy…– un fuerte dolor surco su espalda haciendo que se abrazara el abdomen, bajara la cabeza y cerrara por un instante los ojos.
–Ya viste morir a JR, ¿Qué te parece si traemos a BaekHo y Ren?– sonrió de lado.
–Si dañas a alguno de ellos dos, juro que te arrepentirás por el resto de tu vida, desearás morir pero no podrás y ese será tu castigo– involuntarias lágrimas salía de los ojos de Min. Aron se acerco hasta la puerta del baño y la abrió, los ojos de Min de abrieron de impotencia, aquel no era Aron. Ahí dentro se encontraban Ren y BaekHo atados de manos y pies, amordazados y de espaldas uno con otro. Los ojos de Ren estaban tan rojos por el llanto, mientras que la ceja y labio de BaekHo tenía severos cortes como también golpes. Minhyun se quiso acercar pero Aron no se lo permitió lo empujo hacia atrás.
–Son los mejores amigos que pude desear. BaekHo cuida mucho de Ren, se lo merece y tu Ren, no dejes que nadie te quite a BaekHo porque es un chico muy dulce que realmente vale la pena– Ren derramo más lágrimas por que no le gustaba el tono de la voz de Minhyun, aquello sonaba a… despedida… MinKi negó con la cabeza ya que no quería que Min cometiera alguna tontería. Min solo sonrió a ambos de la forma más dulce, angelical como nunca antes los había hecho.
–Que te parece si comenzamos con tu lección, mi querido Minhyun– Min tomo valor y se abalanzó contra Aron y forcejeo contra él, ahogados gritos de MinKi y BaekHo estaban en la habitación. Minhyun solo se sentía morir. ¿Y es así como todo acaba? ¿Muerto a manos de la primera persona que amo realmente? Que cruel era el destino, siempre jugándole tan horrible. Si es así como debe de ser, entonces… que así sea. Min perdió fuerza por completo y Aron aprovecho el momento para pararse; el más alto lo siguió inmediatamente después y continúo con el forcejeo. El arma estaba hacia arriba y dio reiterados disparos hacia el techo del lugar, con eso estaba seguro de que muchos vecinos deben de haberse asustado y que ya deben de haber llamado a la policía, entonces aquello era una buena señal.
Min logro bajar el arma ahora apuntando hacia el suelo.
–Minhyun…haces las cosas más difíciles para ti y tus amigos–
–Juro que después del siguiente disparo…no los volverás a tocar nunca más– Aron tomo eso como una amenaza. ¿Su adorado Minhyun, lo asesinaría? No, aquello sería imposible.
El arma apuntaba directo hacia Aron y eso preocupo al mayor de sobre manera. No. Su querido Min, no lo mataría, él lo amaba de verdad, nunca le haría daño.
–Pero t-te tengo una noticia– su respiración entrecortada por el dolor no le dejaba hablar bien. Se acerco hasta quedar cerca al oído de Aron. –Estoy esperando un bebé– la mandíbula de Aron casi cae al suelo y sus ojos se abrieron de sobremanera ante la noticia que el menor le estaba diciendo. Y se lleno de furia, ira hacia Minhyun. Aquella noticia le dolió enormemente, ese no nacido bastardo era seguro hijo del maldito de JR. Entonces Min aprovecho esa distracción para apuntar el arma más hacia Aron.
– ¡N-NO!– la furia de Aron lo cegó por completo y empujo con todas sus fuerzas a Min haciendo que retrocediera y se expusiera por completo. – ¡Mataré a ese bastardo!– y Aron disparo el arma el cual dio de lleno en el abdomen de Min atravesándolo. Los ojos de Minhyun estaban bien abiertos. Los lloriqueos de MinKi se escuchaban muy bien y luchaba por desatarse y correr hacia su mejor amigo. Min toco su abdomen y el dolor poco a poco se iba. Perdónenme, pero era la única forma de ser libres, pensó Minhyun.
Aron salió de aquel transe y corrió hacia Min cogiéndolo antes de que callera. Ambos quedaron de rodillas y Min acaricio el rostro de Aron con tanto cariño que ni el mismo Aron se lo podía creer. Min se toco la parte en la cual la bala lo había atravesado de lleno.
–A-Aron…– sonrío mientras tocaba la parte ensangrentada. Su respiración se hacía condenadamente difícil y Aron se daba cuenta de lo que había hecho. –J-JR– cambio hacia el lado que estaba intacto. –D-Dos– lágrimas caía por el rostro de Minhyun y Aron se sentía morir… ¿Acaso había matado a su propio hijo? ¿Acaso había disparado a la UNICA persona que realmente lo amo con tanta fuerza y devoción? Lo había hecho y ahora quería morir junto con él.
–Min… mírame… ¡MIRAME! No cierres los ojos– Aron se sentía desesperado y Min solo sonreía con aquellos rasgados ojos cristalinos.
–G-Gra-acias, A-Aron– Aron lloro, la impotencia lo invadía y no sabía qué hacer, Min estaba muriendo en sus manos. Lo recostó en el suelo y automáticamente Min se arrastro hacia JR dejando un rastro de sangre a su paso, se desangraba cada vez más y Aron entro en shock.
Cuando Minhyun se encontraba al lado de JR, ligeras respiraciones salían de él. JR y Min entrelazaron sus dedos y el menor se acerco hasta Jonghyun quedando cerca a su oído, descansando la cabeza en el hombro del contrario.
–M-Mi am-mor, se-serás papá, J-Jongh-hyun– Min acaricio el rostro de JR con las pocas fuerzas que tenía sobre sí mismo. ¿Y es así como acaba su bella historia de amor? JR sonrió débilmente casi pareciendo una mueca.
–T-Te a-am-mo– la mano de Min callo sin vida en el hombro de JR. Y Aron en el lugar en el que estaba, aún no salía del shock. Aron cogió el arma y se lo llevo hacia el costado de la cabeza. Tuvo que llegar hasta ese momento para darse cuenta de todo el daño que le hizo a la única persona que realmente amo, de la única persona que realmente lo amo. Mato a su único amor. Mato a su hijo no nacido. Cerró los ojos y suspiro lentamente antes pasar la saliva acumulado en su boca y garganta. Un fuerte golpe se oyó en la puerta y policías y muchos agentes entraron en el departamento. Le quitaron el arma a Aron y este grito fuertemente ya que quería acabar con su vida, ya no deseaba vivir con la conciencia cargada de tanta culpa. Los oficiales esposaron a Aron rápidamente. Min lo había castigado de la peor manera y se lo dijo: “…juro que te arrepentirás por el resto de tu vida, desearás morir pero no podrás y ese será tu castigo” Desataron a BaekHo y Ren y este último corrió hacia el cuerpo de su amigo y grito con todas sus fuerzas, los brazos de BaekHo lo rodearon mientras lloraba inconsolable. Ren estaba lleno de odio y cuando vio como se llevaban a Aron, salió de la seguridad de los brazos de su novio para correr detrás de aquel asesino y matarlo con sus propias manos, pero BaekHo fue más rápido y lo detuvo antes de que cometiera alguna estupidez.
– ¡SUFRIRAS LO MISMO QUE SUFRIO MINHYUN! ¡ERES UN MALDITO ASESINO! ¡PUDRETE EN LA MALDITA CARCEL, ARON KWAK!– aquellas palabras quedaron grabadas en la memoria de Aron, y después de ese día, nunca más se borraron.
Desde el momento en el que fue encerrado y condenado a cárcel por la muerte de dos personas, Aron no pudo dormir bien, durante sus sueños, la sonrisa de Minhyun y la noticia que le daba retumbaba en su cabeza haciendo que luego de eso solo un sonido le despertara: el de un arma disparándose. Aron acepto tener una enfermedad mental para que así pudiera ser tratado y curado de una buena vez. Se odiaba a sí mismo por haber llegado a aquel extremo de asesinar.