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Between Heaven And Hell [Temp. 1] por Niiummy Sarang

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Notas del capitulo:

Hola! al fin volví!

 

¿Saben qué? ando haciéndole promoción a los dos videos que ayer subí a mi canal de YouTube(al cual bien pueden suscribirse) el primero es un cover en español de una hermosa canción, Ending de Nodame Cantabile, y qué creen? quiero que lo escuchen y me dejen sus opiniones, se acepta todo, pero por favor no me den tan duro XD bien, den clck aquí y podrán escuchar mi vocecilla.

Y bien, ahora sí los dejaré con este nuevo capi.

Espero que lo disfruten :D

Between Heaven And Hell

CAPÍTULO 14

Poco a poco Kim Jaejoong recuperó la consciencia, y abrió los ojos con somnolencia provocada por el efecto del cloroformo que había olfateado un par de horas antes. Ahora su entorno estaba oscuro, y al querer reconocer el lugar en el que se encontraba, se aterró como nunca al descubrir que estaba en un bote, en medio de un inmenso lago. Bien habría podido nada a través del lago hasta llegar a la orilla, pero tal y como le había confesado a Jung Yunho ese mismo día, le temía sobremanera a esta clase de aguas. Y ya cuando el terror se había apoderado de él por completo, comenzó a temblar, incapaz de hacer algo para superar su miedo irracional a los lagos.

 

Entretanto, Yunho esperaba impaciente a Jaejoong, pero éste aun no aparecía y eso le traía una mala sensación; así que al final lo llamó varias veces sin éxito alguno, hasta que triunfalmente Kim Jaejoong le contestó, cuando tuvo oportunidad de tomar la llamada.

¿Yunho? –Escuchó del otro lado de la línea – ¿Eres tú?

–¡Jaejoong! –Exclamó, desesperado al escuchar el débil y temeroso tono de voz del mayor – ¿Dónde estás? ¿Estás bien?

Yun-Yunho… –El aire le estaba empezando a faltar, estaba completamente asustado –Y-Yunho…

–¡¿Qué pasa?! ¡Jaejoong, contesta!

Sál…Sálvame, por favor, Yunho. –Musitó, apenas audible al castaño –Yunho…

–¿Dónde estás? –Vociferó, ahora más angustiado.

–Estoy… Estoy… –Miró desesperadamente a su alrededor, cada vez  más aterrado con lo que veía –estoy en un bote… en un lago… y hay… –Declaró horrorizado –hay mucha, mucha agua…

Y antes de que Yunho pudiera hacer otra pregunta, la comunicación se cortó debido a que la señal en el teléfono de Jaejoong era débil desde el punto en el que se encontraba. Mientras, la zozobra crecía en Yunho, quien no tenía ni la menor idea de lo que ocurría y los nervios lo bordeaban al pensar a Jaejoong en peligro. Así, no perdió tiempo y comenzó a buscar por sí mismo lugares en donde hubiesen lagos; Pero para esta tarea solicitó la ayuda de Changmin, Junsu y Yoochun, quienes a diferencia de él disponían de autos y además sería mejor buscarlo entre más personas. Fue así como Yunho terminó en el auto de Yoochun, buscándolo desesperadamente en parques naturales, piscinas públicas –No perdían nada con buscar allí también– y lugares en los que hubiese agua. Las cosas se tornaban cada vez más angustiosas y desesperantes, el tiempo transcurría y mientras Yoochun manejaba velozmente, Yunho no dejaba de insistir en llamar a Jaejoong pero era en vano.

En esas llegaron a un parque natural ubicado casi a las afueras de la cuidad, ya estaba demasiado tarde y los guardias por poco no los dejan ingresar, y no lo habrían hecho de no ser porque Yoochun los convenció con dinero. Jung Yunho corrió como loco en dirección al lago que allí había, y entre las sombras de la espesa oscuridad divisó la lejana silueta de Jaejoong, quien efectivamente se encontraba en un bote. No perdió tiempo, y sin pensarlo dos veces se lanzó al agua que a esas horas estaba más que fría, casi congelada, y nadó atravesando el lago hasta llegar al mayor, quien no dejaba de temblar.

–¡Jaejoong! –Exclamó Yunho en cuanto llegó hasta él y se subió también en el bote.

–Yunho… –Musitó el pelinegro en cuanto reconoció el rostro del menor.

El castaño abrazó al mayor para después comenzar a remar desesperadamente hacia la orilla, donde Yoochun lo esperaba presto a ayudarle a cargar el cuerpo casi por completo inmóvil de Jaejoong y llevarlo así hasta el auto de Park.

–¿Estás bien, Jaejoong? –Indagó Yunho, sentándose junto a él en los asientos traseros del vehículo.

Pero Jaejoong no respondió, aun parecía ido, pensativo, asustado...

–Creo que será mejor llevarlo al hospital –Intervino Yoochun.

–Tienes razón –concordó el castaño –eso parece ser lo mejor.

–No. –Habló al fin Jaejoong –No hace falta. No quiero ir a ningún hospital –Poco a poco recuperó su postura habitual, se sentó derecho y actuó casi tan natural como de costumbre –Estoy bien, gracias por sacarme de allí. –Miró a los otros chicos, quienes ahora lo miraban entre extrañados y expectantes –De verdad, muchas gracias.

Por contados instantes reinó el silencio, pero el primero en reaccionar y romperlo fue Yunho.

–¿Estás seguro de que no quieres ir al hospital?

–Sí. –Asintió. –Estoy bien.

–De acuerdo, entonces iremos a casa. –Declaró Yunho – ¿Te parece bien, Jaejoong?

El mencionado asintió con la cabeza.

–De acuerdo. –Dijo Yoochun, encendiendo el auto –entonces le avisaré a los chicos que ya te encontramos.

–¿Los chicos? –Repitió el mayor – ¿Quiénes?

–¿Quiénes más? Pues Junsu y Changmin.

–¿Ellos también me estabas buscando?

–¿Y qué esperabas, Kim Jaejoong? –Decía Yoochun, empezando a conducir y mirando al mencionado a través del espejo retrovisor por el cual éste le devolvía la mirada – ¿Que nos quedáramos de brazos cruzados mientras estabas en posible peligro? No, no, no –Le sonrió de a poco hasta formar una hermosa sonrisa –Los amigos están para protegerse mutuamente.

–¿Amigos…? –Musitó Jaejoong, más para sí mismo que para los otros dos.

–Sí, Jae-Boo –Yunho le sonrió, y apretó su mano, transmitiéndole su calidez, dándole confianza y paz –Yoochun, Junsu y Changmin son nuestros amigos.

–Exacto. –Concordó Yoochun. –Y como los amigos no se abandonan, nosotros tampoco te abandonaríamos.

–Vaya… –Pronunció Jaejoong en un suspiro. –Muchas, muchas gracias… No sé qué habría hecho si no llegan…

Y la pregunta que flotaba en el aire se hizo presente al fin cuando Yunho la formuló.

–¿Qué fue lo que ocurrió, Jaejoong? ¿Por qué terminaste allí?

Jaejoong arrugó la frente.

–La verdad es que no estoy muy seguro. Sólo sé que mientras caminaba por las calles, de una camioneta que apareció de repente, se bajaron unos tipos enmascarados y me tomaron por sorpresa, luego me hicieron olfatear cloroformo y fue así como me desmayé. Para cuando desperté ya estaba en ese bote y no supe qué hacer.

 

Park Yoochun no hizo preguntas respecto a por qué Jaejoong no había simplemente remado o nadado a la orilla gracias a que Yunho se había encargado de darle una rápida explicación sobre el temor que Jaejoong le tenía a los lagos y lagunas por el trauma de su infancia. Y Yoochun era un verdadero ejemplo de discreción y comprensión, siempre estaba presto a escuchar a los demás y a tratar de ayudarlos, así era él.

Y una vez Yoochun dejó a los dos chicos en la mansión Kim, Yunho acompañó hasta su habitación al mayor y lo ayudó a recostarse en la cama.

–Bien, buenas noches, Jaejoong.

Yunho depositó un casto beso en la frente del pelinegro y estaba a salir de la habitación cuando la voz de éste lo detuvo.

–Yun… Yunho…

–¿Sí?

–Puedes… ¿puedes quedarte conmigo esta noche?

La pregunta sorprendió al castaño sobremanera.

–¿Estás seguro, Jaejoong?

El mayor asintió con la cabeza.

–Bien. –Le sonrió. –Me quedaré contigo.

Yunho pensaba que Jaejoong se refería  a que durmiera en uno de los tres sillones presentes en la habitación, o en la silla frente al escritorio de trabajo del mayor, pero se sorprendió cuando el pelinegro se hizo a un lado, haciéndole espacio en la cama para que pudiera dormir con él. Y sin pensarlo dos veces, Yunho se acostó a su lado y Jaejoong apagó las luces con el control remoto que controlaba todo en su moderna habitación.

–Gracias por todo, Yunho, en serio. –Musitó cuando la oscuridad invadió el recinto. –Gracias por salvarme.

–Ya te dije que no hay nada que debas agradecerme.

Se quedaron en silencio.

–Buenas noches. Jae-Boo.

–Que descanses, Yunnie.

Y sin más, Jaejoong se movió lo que hacía falta hasta llegar a los labios del menor y besarle, tomándolo por sorpresa, pero dispuesto a corresponderle enseguida. Y durmieron así durante toda la noche, abrazados, compartiendo su mutua calidez.

 

Y al día siguiente cuando llegó al colegio, Junsu y Changmin no tardaron en preguntarle a Jaejoong si realmente se encontraba bien y si había algo que pudieran hacer para ayudarlo.

–Estoy bien. –Y les sonrió, cosas que pareció impresionarlos verdaderamente. –Muchas gracias por su preocupación, chicos.

–No hay de qué, hyung. –Contestó Junsu. –Nos alegra que estés bien.

–Y a mí me alegra tenerlos como… –Se quedó en silencio unos segundos, nunca había llamado a alguien de esa forma, por lo que era nuevo y un tanto bizarro para él, pero al final fue capaz de decirlo: –Amigos.

Sí, no había duda, Kim Jaejoong había encontrado cuatro maravillosos amigos, cuatro chicos a los que el destino lo había ligado para cambiar radicalmente su triste y solitaria historia.

 

–Días después–

Recolectar información suficiente no fue muy fácil, pero los investigadores y abogados de Jaejoong hicieron un excelente trabajo al recolectar evidencia suficiente como para inculpar a Kang Ho Wook por los graves delitos que había estado cometido desde su casa de compañeros sexuales, que eran jóvenes que él había recluido en una gran red de prostitución, la misma en la que había reclutado a Shim Changmin en el pasado. Sin embargo, había algo con lo que no contaban, y era que la mayor de las pruebas de lo que en realidad ocurría en esa casa, era mostrar de cerca lo que allí se vivía. Sí, la única opción era infiltrar a alguien capaz de pasar por el riesgo de que lo descubrieran, ¿pero quién sería capaz de hacerlo? Ahora, del asunto estaban enterados también Yoochun, Junsu y Yunho; no era sólo un decir aquello de que eran amigos.

–¿Qué haremos ahora? –Indagó Yoochun, mirando a sus amigos con preocupación.

Un silencio lleno de tensión reinó hasta que Jaejoong lo rompió:

–Yo lo haré. Yo me infiltraré.

Todos lo miraron sorprendidos.

–¿Estás seguro de eso, Jaejoong hyung? –Changmin no estaba muy convencido de eso.

–Sí. –Asintió con la cabeza. –Es obvio que Changmin no puede regresar a ese lugar –habló para todos –pero a mí nunca me ha visto ese viejo cabrón, así que será mucho más fácil infiltrarme y grabar ocultamente lo que allí ocurre.

–Pero… –Changmin estaba asustado, no quería que su hyung se arriesgara así.

–A esto me refería cuando te dije que de ser necesario, yo intervendría, ¿lo recuerdas?

El moreno asintió lentamente con la cabeza.

–Es una gran idea, hyung. –Admitió Junsu. –Pero eso no le quita lo peligroso. ¿Estás verdaderamente seguro de eso, hyung?

–Que sí, y ya no lo pregunten más. –Contestó decidido. –Voy a ir, y punto.

–Pero, Jaejoong, realmente es peligroso. –Insistió Yunho.

–No me pasará nada.

–Iré contigo, hyung. –Declaró Junsu, causando que todos lo miraran asombrados.

–¿De verdad, Junsu? –Changmin no dejaba de mirarlo expectante.

–No tienes que hacerlo –le dijo Jaejoong antes de que pudiera contestar –estaré bien por mí mismo.

–Yo también me he decidido ya, chicos. –Advirtió el rubio. –E iré contigo.

–Ah, no, ¡eso sí que no! –Yoochun frunció el ceño –No quiero que te arriesgues así, mi amor.

–Ya te dije que estoy decidido, Chunnie, estaré bien.

–Pero… –Yoochun suspiró, sabía que cuando al menor se le metía una idea en la cabeza. –Está bien, entonces yo me infiltraré con ustedes.

Todos miraron divertidos al pelinegro y al final soltaron risitas traviesas.

–¡¿Tú?! ¡¿En serio?!

–¡Qué! –Exclamó Yoochun, haciendo un mohín.

–Si tú vas, yo también. –Espetó Yunho.

–No, ni tú ni Yunho podrían infiltrarse jamás –Declaró Jaejoong, negando con la cabeza entre risas.

–¡Por qué! –Exclamaron los dos mencionados al unísono.

Ni Changmin, ni Junsu ni el mismísimo Jaejoong fueron capaces de explicarles con verdaderos argumentos el por qué de su rotunda negativa. Y es que ¿cómo decirles que ellos dos eran tan malditamente varoniles, lo suficiente como para ser inaceptables para el papel? ¿Cómo explicarles que simple y sencillamente no tenían pinta de ser acompañantes sexuales? No, no se atrevían a decirles esas cosas, sobretodo porque eso daría a entender principalmente que ellos tres, como los candidatos a infiltrarse, no eran tan varoniles como ellos dos y por eso podían ser pasados por chicas.

–Porque no, y punto. –Sentenció Jaejoong, para luego restarle importancia y mirar a Junsu y dirigirse a él. –Eso quiere decir que tú y yo nos infiltraremos en ese lugar.

 

Y después de encargarse de cada detalle con ayuda de los abogados de la familia Kim, Junsu y Jaejoong lograron infiltrarse en aquella casa de acompañantes sexuales dirigida y cuyo dueño era Kang Ho Wook.

–Ten cuidado. –Advirtió Yunho, tomando entre sus manos el rostro de Jaejoong antes de que éste ingresara a la mansión de Kang.

–Confío en que lo harás bien, SuSu –le dijo Yoochun –pero cuídate mucho, mi amor.

–Lo haré, Chunnie, no te preocupes demasiado.

 

–Con que ustedes son los nuevos. –El viejo los miró con lascivia en cuanto estuvieron dentro –Estoy seguro de que atraerán muchos… –los rodeaba mientras hablaba sin dejar de mirarlos con lujuria –…muchos clientes…

–Gracias, señor. –Contestó Jaejoong mientras Junsu mantenía la mirada baja.

–Ella es Sooyoung –Señaló a una chica alta y delgada que sostenía una especia de planilla –les mostrará su nueva habitación y el vestuario que deberán portar a partir de ahora.

Los dos chicos hicieron una venia antes de despedirse de Kang y siguieron a Sooyoung. La chica también hizo una venia al viejo y los tres muchachos abandonaron su oficina –si es que así se le podía llamar después de lo que allí se hacía–. Y tal y como Kang Ho Wook había anunciado, la tímida chica se encargó de mostrarles una habitación y les entregó una bolsa que contenía los atrevidos trajes que se les obligaría a portar como a los demás acompañantes sexuales de la casa.

–¿Tú también estás metida en esto? –Le preguntó Junsu antes de que la chica los dejara solos. –Me refiero a que si tú también eres una acompañante sexual.

Las mejillas de la chica se tornaron rosa carmín, pero al final respondió:

–En realidad fue así como empecé aquí, pero ahora soy más como la secretaria del señor Ho Wook, y sólo él me toma cada vez que lo desea. Dice que yo… –Bajó la mirada, avergonzada, y minimizó su tono de voz.  –Soy una de sus putas personales.

–Entiendo. –Asintió Junsu, comprendiendo que su pregunta había incomodado a la chica.

–Perdóname si soy entrometido, y no tienes que contestar si no lo deseas –intervino Jaejoong –pero… ¿Te gusta que él te haga esas cosas?

La chica vaciló entre contestar o no, pero al final lo hizo.

–Seré honesta con ustedes chicos, llegué aquí porque la necesidad me obligó a hacerlo, y es que una vez uno entra a este mundo de la prostitución ilegal, no hay manera de salir. No, no me gusta que me haga eso, lo odio –Sooyoung luchó al máximo por reprimir las lágrimas que ahora amenazaban con brotar de sus ojos –pero ya no hay nada que pueda hacer por detenerlo, no puedo si quiera intentar detenerlo porque sé que no funcionará.

El silencio reinó unos instantes, pero después de que ella suspirara y se calmara por completo, se atrevió a preguntar:

–¿Qué hay de ustedes? ¿Por qué están aquí?

–Tengo que pagar la universidad. –Inventó rápidamente Jaejoong. –Mis viejos no me ayudarán con eso, por lo que yo mismo debo buscar mis medios.

–Entiendo. –La chica asintió. – ¿Y tú? –Miró a Junsu – ¿Por qué estás aquí?

–Mi madre está enferma, necesito el dinero para comprarle medicinas. –Por suerte sonó lo suficientemente convincente como para que Sooyoung le creyera.

–Bien, chicos, será mejor que se pongan lo que está en la bolsa, tendrán que salir a eso de las 7:00pm que es cuando llegan los clientes para elegir a sus acompañantes.

–De acuerdo. –Contestaron los Kim al unísono.

Y una vez quedaron a solas se aseguraron de que los Agentes Especiales de la Policía estuvieran al tanto de lo que sucedía dentro de la casa a través de las cámaras y los micrófonos que ellos dos portaban.

Durante el resto de la tarde conocieron e interactuaron con otros chicos más o menos de su misma edad, quienes eran obligados también a ‘trabajar’ allí. Pensaron que era increíble cómo la necesidad –principalmente de dinero– obligaba a las personas a denigrarse tanto.

–¿Y tú cómo te llamas? –Le preguntaron a un joven de rubios cabellos que se veía incluso más joven que ellos dos.

–Soy Jungmin. –Contestó tímidamente el chico.

Jaejoong enarcó una ceja.

–¿Cuántos años tienes? Pareces muy joven.

–16 –contestó él.

–Ajá. –Pronunció Jaejoong. – ¿Y tú? –Ahora se dirigió a su acompañante.

–Soy Minwoo, y… tengo 14 años.

Junsu y Jaejoong le miraron sorprendidos.

–¡¿14 años?! –Repitió Junsu – ¿Y qué haces en un lugar como éste? Eres demasiado joven para esto.

El muchacho suspiró con pesadez.

–Es una larga, larga historia, pero el principio de ésta es que yo no vine aquí porque quisiera ser acompañante sexual, más bien me engañaron, y con promesas falsas terminé aquí.

Y aunque los dos infiltrados ya se habían dado cuenta de que Kang Ho Wook no era una persona precisamente escrupulosa, no se explicaban cómo era capaz también de engañar a los jóvenes para terminar allí.

 

Pero cuando el reloj marcó las siete de la noche y todos los chicos que vivían en la casa tuvieron que bajar para que algún viejo sucio se encargara de violarlos, tocarlos y hacer con ellos todo lo que se les ocurriera, Junsu y Jaejoong fueron capaces de grabar cómo algunos hacían orgías con los muchachos en el mismo recinto en el que se elegían, allí, delante de todos, quienes podían ver cómo eran humillados y denigrados.

–Pueden elegir a todos los que quieran –declaró Kang Ho Wook con una sucia sonrisa –ellos dos llegaron apenas hoy y son castos por ambos lados.

–Con que culos vírgenes –un viejo mañoso sonrió con lascivia, una lascivia que en seguida asqueó a Junsu y a Jaejoong –quiero al más bajo, me gustan débiles para partirlos.

–Todo tuyo. –Señaló Kang.

El terror recorrió a Jaejoong y a Junsu cuando el viejo comenzó a arrastrar al último, tomándolo bruscamente del brazo para subir con él las escaleras que lo conducirían a una de las tantas habitaciones en las que se tenía sexo con los muchachos.

 

Entretanto, Yoochun, Yunho y Changmin prácticamente se comían las uñas, presas de la zozobra de saber a sus amigos en peligro inminente dentro de esa maldita casa.

–No pueden dejar que ese malnacido dañe a mi SuSu –Se exaltó Yoochun.

–Y no lo haremos –le contestó uno de los Agentes Especiales. –Señores –miró a su equipo –es hora de actuar.

Y como sacados de una película, se realizó un impecable y minucioso operativo en el que se arrestó a todos los “clientes” de la casa y por supuesto, al mismo Kang Ho Wook, quien al verse sorprendido violando a un chico y una chica a la vez, no pudo hacer nada por salir invicto, pues intentó escapar pero no lo logró. Los otros chicos fueron puestos en libertad pero se les dio la posibilidad de presentar cargos en contra de Kang y denunciarlo; todos lo hicieron, y al final estaban más que dispuestos a iniciar una nueva vida.

Jaejoong habló con su abuela y le explicó el caso, y ella aceptó darles empleo en su empresa de alimentos a todos los chicos que quisieran trabajar en ella, quienes por cierto, fueron la mayoría.

 

–Días después–

Jaejoong y Yunho se encontraban en la casa en la que vivía el primero, conversando en el recibidor.

–Es una suerte que la pesadilla haya acabado al fin. –Suspiró Jaejoong, aliviado. –Ahora el estúpido de Pyo Joo no podrá seguir molestando ni chantajeando a Changmin por esas malditas fotos que le tomó.

–A mí me parece que después de la paliza que le diste a él y a sus amigotes, no le quedaron ganas de molestarlo.

–Eso espero.

Ambos rieron.

–Aún así –continuó el castaño –La verdad es que me preocupó mucho cuando entraste a ese horrible lugar, tenía miedo de que te hirieran, de que te descubrieran o de que...

–Pero al final todo salió bien. –Le sonrió, sin permitirle continuar con sus espantosas hipótesis. –Kang Ho Wook no volverá a dañar a nadie nunca más.

–Eso es genial. –También sonrió. –Espero que pague por todo lo que hizo.

–Pasará un buen tiempo en la cárcel gracias a la evidencia que recolectamos, fue una suerte que esos chicos testificaran también.

–Ah, pero por supuesto, no hay que olvidarse de que además hiciste una muy buena acción al convencer a tu abuela de que les permitiera trabajar en la empresa de alimentos.

–Sólo hice lo correcto, lo que debía hacer.

–Oh, sí. –Lo abrazó por la cintura y el mayor no hizo movimiento alguno para deshacerse del agarre, le gustaba y se empezaba a acostumbrar a los fortuitos abrazos del castaño. –Eres todo un buen samaritano, y también todo un detective; señor Kim, algún día serás fiscal.

Jaejoong rió divertido.

–Ambos sabemos que eso no pasará, pero gracias por los ánimos, Yunho. –Le guiñó el ojo.

Ambos sabían también que aunque el sueño real de Jaejoong era convertirse en Fiscal General de la Nación, su destino era ser el sucesor de la empresa de su familia. Pero lejos de querer pensar en eso, y antes de que alguno de los dos pudiera decir algo más, BoA llegó hasta ellos, sosteniendo aquel libro de manga que siempre iba leyendo.

–Esa pose me recuerda una escena de Junjou Romantica en la que Usagi quiere besar a Misaki, siempre lo agarra así. –Sonrió entre enternecida y maliciosa –Oww –Suspiró apasionada –esa escena es tan romántica…

–¿De qué está hablando…? –Indagó Jaejoong con nerviosismo, hablándole entre dientes a Yunho con la esperanza de que la menor no lo escuchara.

Yunho hizo una mueca, sin despegarse aun del mayor.

–No me digas que nos estás comparando de nuevo con los personajes de tus historias Yaoi.

–¿Tú qué crees, hermanito?

–No nos molestes, por favor, arruinas la atmósfera.

–Ustedes hacen una linda pareja, ¿saben? –Continuó hablando BoA mientras los chicos se separaban por iniciativa del pelinegro. –Hey, Kim Jaejoong oppa. –El mencionado la miró curioso. –Cásate con mi hermano, así tú también serás mi hermano mayor.

Y aquello fue suficiente para que las mejillas de Jaejoong se tiñeran de rosa carmín.

–Pero qué cosas dices…

–Anda… –Sacudió sus pestañas, a sabiendas de que se veía irresistiblemente adorable. –Sé también mi hermano mayor.

–BoA –Farfulló Yunho entre dientes – ¿Qué te he dicho acerca de espantar a Jaejoong?

–Pero Oppa… –Insistió la menor.

El pelinegro seguía sorprendido, pero poco a poco sonrió.

–Escúchame bien, BoA. –Se sentó junto a la mencionada. –Probablemente no me case con tu hermano, pero estoy dispuesto a ser tu hermano mayor.

–¡¿Hablas en serio?! –La chica lo miró emocionada. –Oww gracias Jaejoong Oppa, eres el mejor. –Repentinamente, la euforia en su expresión se tornó triste, inflando las mejillas para hacer un lindo mohín –pero es una lástima que no seas una chica, porque si fuera así, quedarías en embarazo y me darían sobrinitos…

–¡BoA! –Yunho miró con severidad a su hermana.

–Pero para mí está bien así. –La castaña ignoró la reprensión de su hermano. –Porque de todas maneras eres más guapo que cualquier chica que haya visto alguna vez.

Yunho entrecerró los ojos cuando la chica lo miró con aquella sonrisa maliciosa, pero luego se encogió de hombros cuando Jaejoong lo miró esperando que hiciera algo respecto al comentario de su hermana menor.

–Bueno, Jaejoong-ni, con eso sí que no puedo hacer nada, lo que BoA dice es cierto, eres más guapo que cualquier mujer.

Jaejoong resopló.

–Parece que no hay nada que pueda hacer, ustedes dos no tienen caso.

Y en ese momento Jaejoong lo supo, supo que ya no estaría solo en el mundo nunca más. Que ahora tenía una hermanita menor que siempre lo molestaría, pero lo haría sonreír, un hermano llamado Yoochun, quien siempre actuaría coqueto y seductor, pero que estaría presto a aconsejarlo y ser serio cuando debía, un segundo hermano tierno y adorable, siempre tímido pero dispuesto a ayudar a sus amigos, un hermano menor a quien proteger, quien a veces terminaba comportándose como uno mayor, y claro, tenía a Jung Yunho, el hombre que lo amaba con locura y a quien él amaba también aunque aún no fuera capaz de confesárselo.

Sin embargo, y aunque él no lo sospechaba ni remotamente, esta vez su vida parecía estar dispuesta a dar un giro inesperado, jamás se imaginó qué tanto.

Notas finales:

Y bien, ¿qué les pareció el capi? ¿qué creen que sucederá ahora? comenten! denme ideas XD

Los dejo con el Cover que hice de Hug de TVXQ por si se les antoja escucharlo Jojo.

En cuanto a mi canal de YouTube, pueden susbirse si se les antoja escuchar más de mi música y ver algo más de mí.

Recuerden seguirme en Twitter como @niiummysarang y mi página en Facebook que es Niiummy Sarang

Hey! recuerden que con más de 5 reviews actualizo!

Por ahora, pueden pasar a leer mis otros fics, y por cierto, hace poco escribí un One Shot que pueden leer aquí, y comentar todo lo que quieran, es gratis XD estoy pensando seriamente en escribir un nuevo One Shot con lemon pronto, así que estén pendientes jojo.

Ahora sí. adiós.


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