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Los Deseos de un Demonio por paunina12

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Notas del capitulo:

hola! lose, lose on he actualizado desde INICIOS DE AÑO!!, espero que por lo menos alguna haya estado esperandola continuacion y si no es así, que comiencen a unirce.

Los personajes de Kuroshitsuji no me pertenecen, son propiedad de su autora Yana toboso.

Sin más espera... Disfruten el segundo capitulo!

El joven Phantomhive despertó después de una incómoda noche llena de sueños extraños relacionados con nada más y nada menos que su mayordomo, y no había que ser un genio para saber que eso era simplemente por la impresión que le causó haberlo visto haciendo algo tan inapropiado, tabú y vergonzoso como la masturbación, mucho más si estás pensando en otro hombre y uno que apenas tenía 13 años.

Mientras trataba de borrar el sonrojo de sus mejillas, escucho que su mayordomo entraba en la habitación,  se arropó,  cubrió su cabeza y su cuerpo completo con  sus suaves sábanas y esperó que el mayor hablara, haciéndose el dormido.

-Buenos días Bocchan, le he traído el desayuno, hoy tenemos un té importado de la india, cortesía de Soma-sama y un trozo de pie de limón. Le informo que en su agenda no hay ninguna junta o reunión, lo único que le queda por hacer hoy es revisar algunos asuntos sobre los nuevos juguetes de la compañía.

El conde chasqueó la lengua – No quiero levantarme aún- dijo al pelinegro mientras pensaba en cómo su mayordomo era tan atrevido para hablarle de una forma tan normal después de todo lo que había pasado.

-Bocchan, no me obligue a quitarle la sabana, está actuando como un niño malcriado - Le reclamo el mayordomo y al no escuchar respuesta levantó las sabanas y se encontró con un sonrojado Bocchan.

-¡Pero qué! ¡Sebastian! - Se quejó Ciel y con pereza se sentó en la cama para luego responder- No soy un maldito mocoso.

-Bochan ¿Qué le pasa? Hoy está más a la defensiva que naturalmente, además está algo sonrojado -dijo con un tono preocupado el mayordomo y puso su mano en la frente de su Bocchan - No al parecer no es fiebre. ¿Tuvo pesadillas acaso?

Ciel POV

Me preguntó si tenía temperatura  puso lentamente su mano izquierda en mi frente para comprobarlo. Su mano. La mano que tocó su “Cosa”, ¡Ahg! Tranquilo Ciel, solo debes mantener la calma, no es como si fuera la primera vez que te tocara, espera un minuto ¿Se habrá lavado las manos después de eso? ¡Ya basta, solo…deja de pensar en eso! El ambiente se pondrá más incómodo de lo que puedo soportar. Por lo menos él no tiene ni la más mínima idea de lo que vi. Simplemente cálmate…no puedes perder la compostura en frente de un demonio.

Empiezo a comer mi desayuno mientras me observa, no puedo leer su mirada, no tengo ni la más remota idea de lo que puede estar pensando. Pero aun así no hay ni una pisca de arrepentimiento de lo que hizo, eso me descoloca y me enoja bastante ¿Quién se cree que es? Causándome duda estúpidas, impidiendo que duerma tranquilo.

La única conclusión que puedo sacar de su rostro más serio de lo habitual es algo así como incertidumbre, quizá algo de preocupación. No puedes engañarme.

-Sebastian ¿Qué te pasa? Estás raro hoy - Eso es lo único que atine a preguntarle.

-No es nada Bocchan, son asuntos personales - Me respondió él ¿Cómo que asuntos personales?     ¿En qué mierda está pensando este tipo?

-Bocchan ¿no recordará usted algo… no sé… extrañó?- Dijo repentinamente.

-De que estas hablando, ¿hay algo que debería recordar? - Respondo tratando de sonar tranquilo, así que si te arrepientes del que hiciste, vaya, quien diría que los demonios sienten culpabilidad.

-No, no es nada Bocchan - Me contesto él y al ver que había terminado de comer comenzó a vestirme.

Trato de ni mirarlo a la cara, por alguna razón siento el rose de sus guantes con mi piel mucho más suave y delicado, como si estuviera delineando las distintas partes de mi ser, esto es diferente a las otras veces ¿siempre ha sido tan delicado al vestirme? Me siento abochornado, ¿Cómo puedo caer de una forma tan sencilla? quizás yo… ¿tengo sentimientos hacia él? Puede que no me haya dado cuenta antes de lo que pasó en el baño, que él  me mirase de esa forma…se me hace completamente inconcebible e inmoral.

Creo que nunca había llegado a sentirme tan extraño, ya basta, debo dejar de pensar como si fuera una inocente colegiala enamorada. Estos problemas estúpidos solo me distraen de cosas importantes, como mi venganza, que cada vez veo más cercana.

FIN CIEL POV

Mientras el mayordomo vestía a Ciel había un silencio incómodo. Lo único que quería Ciel era que su mayordomo terminase pronto, mientras que el demonio quería que esos momentos duraran mucho más, pues le encantaba sentir la tibieza de la piel de su joven amo aunque fuera con guantes, atrapado en sus pensamientos no se dio cuenta cuando Ciel ya estaba completamente vestido.

-Iré al estudio a… hacer algo, no me molestes - dijo el menor autoritario- Mientras tanto tú ve a hacer las labores de la mansión.

- Yes, My Lord - Contestó con un tono serio el ojirojo y se retiró de la habitación.

Paso un rato y el joven Ciel comenzó con su trabajo en su estudio, pilas de papeles que se amontonaban en la mesa sobre los nuevos productos que ofrecía su compañía, casi todos eran sobre lo mismo, así que solo se limitaba a leerlos, decidir si eran importantes o influirían en algo en el ámbito comercial. Estaba muy concentrado, eso lo distraía de pensar en su mayordomo. Sintió que la pluma no funcionaba, dándose cuenta de que ya no le quedaba tinta y estaba escribiendo prácticamente nada. Revisó los estantes y muebles pero no encontró ningún repuesto ni tinta.

Pensó que esa sería una buena oportunidad para salir y tomar aire sin ser atosigado por ninguno de sus sirvientes. Así que como si fuera una travesura se escabulló fuera de la mansión sin nada más que dinero, un sombrero y un abrigo. Simplemente partió caminando hacia el centro de Londres, sin avisar a nadie.

Cuando llegó a la ciudad y comenzó a observar las distintas tiendas, sus ojos se posaron en una antigua especie de biblioteca con algunos productos para comprar.

Cuando entro encontró muchos estantes llenos de libros y otras cosas, la tienda estaba vacía y se veía estúpidamente grande, le parecía un laberinto hasta que una persona le habló.

-Hola joven, ¿Qué buscas? - Le pregunto un anciano de cabello cano y figura encorvada.

-Estoy buscando tinta y algunas plumas – Respondió  el conde.

-El sexto pasillo a la izquierda.- indicó el octogenario.

El conde camino hasta donde le indicó el anciano, pero algo llamó su atención, en el último pasillo  había una puerta que decía “artículos extraños”. Se acercó a ella y la abrió, dentro de la habitación estaban los libros más antiguos y grandes que había visto nunca, se paseaba asombrado por entre los estantes, observaba el polvo acumulado en estos y las plumas que parecían no ser tocados hace años. El conde pudo ver en un rincón muy oscuro algo que brillaba, se acercó a verlo y casi se desmaya. Eran una libreta y un libro de hechicería, sus tapas eran de color negro y tenían integrada una pluma, que parecía de cuervo, sus bordes eran de oro blanco y tenía incrustadas todo tipo de joyas, desde rubíes a zafiros. De inmediato lo tomó y subió donde el anciano.

-Quiero levar esto, tinta y plumas, por favor.

El anciano miró al conde extrañado- Disculpe joven, este es un libro de hechicería, todos desconocemos de quien puede haber sido, puede que esté maldito, mi hijo lo encontró en un oscuro bosque y aunque intentó de tantas formas el libro no se abría, así que lo guardamos donde creímos que estaría fuera de todo público.- Advirtió el canoso.

-Muchas gracias por la información, pero insisto, lo llevaré.

-Como quieras, jovencito, pero su precio es muy elevado ¿Crees poder pagarlo?

-Primero me advierte lo peligroso que es  ahora trata de sacar provecho de esto, que predecible- pensó el peli azul  puso una bolsa de dinero en la mesa- ¿Será esto suficiente por todo?

El viejo abrió los ojos con sorpresa y tomó la bolsa rápidamente, como esperando que su comprador no se arrepintiera de la transacción- es más que suficiente, todo suyo, jovencito.

Ciel tomó el libro, la libreta, las plumas y la tinta para luego salir de la tienda lleno de melancolía, el libro se parecía mucho, si es que no era el mismo, al que tenía “esa persona”, de pronto se sintió culpable, si él no hubiese dado esa orden, aquella persona seguiría con vida, pero ¿porque estaba allí encerrada con él? ¿Porque también la habían secuestrado? ¿Acaso la alta nobleza nació para ser rebajada? Lo entendía, todos los que fueron presentados no eran más que un sacrificio, almas completamente puras que serían profanadas para qué un demonio se presentase y los colmara de riquezas. No recordaba la última vez que se sintió así, “lo que se ha perdido una vez nunca podrá recuperarse” esas palabras resonaban en su mente como una realidad inevitable,  aunque fuese él mismo quien lo había decretado.

Para su sorpresa al intentar abrirla no le sucedió lo mismo que al hijo del dueño de la tienda, el libro y la libreta se separaron y sea abrieron dócilmente para él, al observar era curva y fina caligrafía estuvo seguro que el libro era de “aquella persona” seguramente ella había hechizado aquellos artefactos para que solamente ella y él –por ser quien le había obsequiado todas esas cosas que se hallaban en sus brazos- pudiesen abrirlos. Recordó un juramento incompleto, aunque no tenía claro de que se trataba, pero aun podía arreglarlo. Se metió en un oscuro callejón  se desabrochó el parche que cubría su ojo maldito.

-¡Ven, Sebastian! –Alzó la voz demandante  en unos momentos su mayordomo se encontraba junto a él en un carruaje.

-Ah Bochan, debió avisarme si iba a salir, déjeme cargar eso…- A Ciel le pareció extraño que su mayordomo no haya salido a buscarlo cuando dejó la mansión, y que a pesar de ser un demonio llegó increíblemente rápido. Llegó a la conclusión de que este lo había seguido secretamente, eso por algún motivo le molestó de sobremanera, “¿Qué se cree este idiota? ¿Desde hace cuánto que tengo una niñera?” pensó.

-NO, ¡SUELTALO! – Dijo el menor visiblemente exaltado- Solo…Llévame a casa.

-Como ordene. - Contestó algo extrañado por la actitud de su joven amo. Pero no le replicó nada, simplemente lo ayudó a entrar al carruaje que se había tomado la molestia de llevar, ya que el cielo parecía cada vez más propenso a llover.

Pero una figura cubierta entre las sombras lo observaba y reía. “no puedo creer que no hayas caído en la desesperación después de aquel incidente, si es necesario quebrar tu mente o tu ser completo para destruirte lo haré sin dudar… Prepárate, pronto comenzará tu sufrimiento”.

Mientras iba  en el carruaje miraba por la ventana, se sintió pesado y cansado, apretó los libros contra su pecho y cargo su cabeza en un hombro cercano.

-Bocchan, ¿Qué es lo que le pasa?- Susurro levemente el demonio, contemplando el rostro dormido de su amo.

Ciel POV

¿Dónde estoy? Abrí los ojos y noté que mis piernas se movían por cuenta propia, no podía detenerme, solo andaba y andaba a paso lento pero firme, en medio de la caminata la oscuridad que en un principio me inundaba esta se convirtió en una hermosa y verde pradera llena de flores de muchos tipos. El aire era puro y poco a poco empecé a disfrutar de lo que veía, pude sentir que mi ojo no estaba cubierto, me acerqué a un lago que estaba a unos metros de mí, justo al lado de un imponente sauce. No pude evitar tocar mi reflejo en el agua cuando vi que la marca del contrato no estaba en mi ojo, me sentía libre. No pude evitar sonreír y comenzar a correr, siguiendo el camino que estaba cerca del lago. Mi sonrisa se convirtió en carcajadas, me sentía como un niño otra vez.

-De alguna forma ciento que ya he estado aquí antes… sé que es un sueño, pero por alguna razón esto se me hace muy familiar - Me dije a mi mismo, tratando de no romper el encantador sueño en el que me hallaba.

Al llegar al final del lago me encontró con otro sauce, el movimiento de sus ramas era casi imperceptible, cualquiera hubiera jurado que solo era el viento, pero algo me decía que había algo allí.

-¿Hola?, ¿Hay alguien aquí? - Pregunté algo emocionado, aunque sin saber por qué.

-Claro que sí - Respondió una la voz - Mira hacia arriba.

Algo desconcertado seguí la indicación de la voz y vi a “esa” persona, quien se encontraba tranquilamente sentada en una de las ramas del árbol y me sonreía. No podía ver su cara completamente pues su flequillo se la cubría, además su cuerpo y sus rasgos se veían borrosos.

-¿Quién eres?-pregunté- “esa” persona me hizo un gesto para que me alejara y comenzó a bajar de al árbol como una si lo hubiera hecho toda  su vida.

-******- Respondió ella, su  voz comenzó a sonar algo distorsionada y su figura comenzó a hacerse más borrosa.

- Ciel… ¡CIEL! – Ella estaba llamándome mientras los dos caíamos en una especie de agujero negro que se abrió bajo nuestros pies.

La oscuridad comenzó a disiparse y no pude evitar tensarme con lo que estaba observando. La pesadilla había comenzado. Mi hermoso lugar de paz se había transformado en una película de terror, solo veía niños medio-muertos en la gran habitación, todos ellos, incluyéndonos, estaban en jaulas.

-Oye, oye, ¿aun estas vivo?, Ciel lo prometiste, no me abandones como ella, saldremos de aquí, yo lo sé – Sentí que alguien me susurraba.

-Sí, ¿estás bien? Todo esto es tan raro, no sé lo que pasa - Dije algo adormilado, pero no podía evitar temblar al recordar  estar nuevamente en el mismo lugar, estaba en el lugar donde estuve encerrado, donde fui marcado y tratado como un animal. El lugar que corrompió toda mi interior y me transformó en un ser lleno de odio y sed de venganza, “¿acaso  tengo que vivir esto de nuevo? ¿Me encontraron justo sin Sebastian?”

-Alguien ayúdeme, por favor, se lo suplico, mis padres pagarán lo que sea…- Lloraban los chicos en las jaulas.

Tomé su mano, aun no puedo recordar la última vez que confié tanto en una persona, humana por lo menos, entonces lo supe, en sus ojos había esperanza, angustia y miedo, mucho miedo. A “aquella” persona le habían ocurrido cosas horribles, según  puedo recordar, pero al igual que a yo era la primera vez que pasaban por algo así. Las lágrimas estaban a puno de deslizarse por nuestras mejillas.

-No debo llorar, no debo llorar, tengo que ser fuerte, lo prometí - Decía ella temblando, conteniendo el llanto.

-Tanto valor tienen las promesas para ti ¿Verdad? – Hablé para calmarla, como si fuera su hermano.

-S-si - Respondió débilmente ella.

-Ahora, junto en este momento las lágrimas no tendrán importancia, ¿te gustaría romper esa promesa?-Susurré en su oido, como si le estuviese diciendo el mayor secreto del mundo.

-¡Sí!- respondió ella y nos abrazamos fuertemente .En medio de gritos ensordecedores y llantos histéricos se escuchaban sollozos profundos, tan tristes que no se pueden describir con palabras, de un chico que acababa de perder a sus padres hacia poco, y de una persona que él conocía muy bien, cada lagrima llena de sentimientos caía sobre el frio acero del piso de la jaula, una, dos, tres, simplemente tantas que no se podían contar.

-Nada dura para siempre, este es el momento donde ellos llegan ¿no es cierto?

-Todavía lo recuerdas bien, ni siquiera en los recuerdos terminará bien, no importa, después de todo, pudimos vernos otra vez ¿no?- Respondió la chica con voz tranquila.

- Tu… me trajiste aquí con el libro ¿cierto?, ¿por qué pude abrirlo y otros no? - Pregunté

-No lo sé, quizás fue la memoria de aquel que está muerto… o el deseo que tenía el que aún está vivo; recuerda que no nos hemos visto en años, ni siquiera sabes si sigo con vida.- Dijo ella.

-Estos pedazos de basura, oye llama al jefe aquí está esta es la siguiente- Gritó un hombre gordo de aspecto aburrido.

Llego un hombre alto y delgado enmascarado, abrió la jaula separó nuestro abrazo y se llevó a la pequeña. Ella no forcejeaba, sabía que todo esfuerzo, al menos en esos momentos era una pérdida de tiempo.

-¡alto, no te vayas otra vez! ¡Porqué tengo que recordar esto!-grité, desesperándome cada vez más

- Recuerda nuestra promesa-dijo ella, alejándose cada vez más.

- ¡No…No puedo recordarlo!- exclamé.

-¡”#$%&/(

-Por favor…

-¡”#nos$%&/()?=)(/&%$#”(/&%R$ver=?”#$%es=)una#$%&/(sa

-¡ya casi!

Entonces lo escuché, por primera vez, nunca algo me pareció tan claro. “Nos volveremos a ver, es una promesa”. Cubrí mis ojos y oídos para evitar seguir escuchando los estremecedores gritos de los demás niños.

-Ahora, estoy solo – Dije abrazándome a mí mismo.

Todo comenzó a ponerse negro, no logro escuchar ni ver nada. El negro tiñe poco a poco mí alrededor, quedando nuevamente solo yo con mi sucia conciencia.

Notas finales:

 

Bueno, espero que haya sido de su agrado, se que ignoré completamente a sebastian, pero esto es necesario, porque pronto se unirá un OC!! no les puedo decir si será hombre o mujer, pero les diré que ayudara mucho en el desarrollo de esta historia.Como ven mejore MUUUCHO mi ortografia, se que no es agradable leer algo con muchas faltas de ortografia ( sorry ?_?).

BUENO~ sin  latear demaciado eso, que tengan un lindodia fujoshis y fundanshis :3

No lo olviden, un review siempre ayuda mucho y sube la moral, ayuda a seguir escribiendo, no se olviden de dejar el suyo.

 

~Sayonara~

 


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