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Un alma sin recuerdos (resubido) por vitalife

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Notas del capitulo:

Bueno aquí me encuentro otra vez!!! :D Actualizando el fic de apoco ya que la proxima semana será algo apretada para mi D: x ahí reciví una sujerencia de subir el fic completo de una vez, pero como posiblemente este sea mi ultimo fic en mucho tiempo ya que terminando este semestre comenzaré las practicas profecionales de mi carrera, no tendré nada de tiempo u.u y kiero disfrutar este fic como una más de mis obras :)

 

Muchas gracias a quienes me dejaron sus reviews :D 

 

Neblinadesol

 

Pachi-sensei

 

Anónimo

 

weird

 

gemma

 

 

 

Actualizo por ustedes quienes me alientan a seguir n.n/

 

 

 

 

 

 

-Esa voz… -susurró la pelirrosa perpleja- es imposible… esa voz… -vio a los ojos azules esperando una respuesta- No puede… -su rostro era de total asombro- no lo hiciste o ¿sí?

-Sakura-chan, puedo explicarlo….

-¡¡Quítate!! –valiéndose de su fuerza apartó a Naruto con bastante facilidad, tomó la perilla, pero antes que pudiera girarla, la puerta sin más se abrió, los bellos de todo su cuerpo se erizaron al toparse con unos ojos negros- Sa… Sa-su-ke-kun….

-Mmm… -giró levemente su rostro y estrechó la mirada pensativo- Sakura –como si hubiera confirmado su deducción, asintió levemente para si mismo- Naruto –le llamó- hambre… -tocó su estómago.

-Sí, tienes razón, justo estaba por preparar algo –se apresuró a entrar ignorando a su amiga que seguía en shock, pero no contó con que reaccionara entrando junto con ellos.

-¡¡¿Qué significa esto?!! –le tomó del brazo ya adentro- ¡¡¿Te has vuelto loco?!! ¡Naruto, esto está mal! –intentó hacerlo recapacitar- ¡Han pasado tantos años!

-Ya no puedo retractarme –desvió su mirada de los ojos jade.

-¿De qué hablas? –indagó- solo deshazte del clon…

-No es un clon, es una invocación –le corrigió.

-Un jutsu-prohibido… -se quedó muda por un momento- ¿Qué tuviste que pagar? –Pero el rubio no le respondía- ¡¿Con que pagaste?! –le sacudió de los hombros.

-La mitad de mi tiempo de vida –susurró.

r Naruto ¡¿Por qué?! No lo entiendo… tu… -le soltó, estaba confundida.

-Todos los días he pensado en él, cada día me he lamentado no haber sido fuerte para haberle salvado… ¡Lo vi morir! –su voz se quebró- al tener ese pergamino, simplemente no podía desperdiciarlo.

-Naruto… -bajó la cabeza, ¿Qué debía hacer por su amigo?- yo pensé que ya lo habías superado, sabía que lo extrañabas, al igual que todos –le vio a los ojos- pero estas yendo demasiado lejos… –su expresión era afligida. 

-Eres muy molesta –soltó sin tartamudear o arrastrar las palabras, incluso con algo de naturalidad en ellas.

-¿Eh? –por un momento se había olvidado que el pequeño Sasuke estaba observándolos, esas palabras le habían recordado al original.

-Naruto –le tomó del brazo, demandante vio al ojiazul- hambre…

-¿Puede comer? –se asombró la chica.

-Por eso el jutsu es tan “costoso” –sonrió.

-Pero, entonces él es…

- No, el Jutsu no puede traer al verdadero –le interrumpió- o eso decía, Sakura-chan, por favor, déjame faltar hoy –le suplicó- déjame estar con Sasuke…

- Naruto, yo… si sales con él a la aldea… será un alboroto –aseveró.

- Nadie se acuerda de él –dijo con desdén.

- Pero nuestra generación sí y todos los que le conocieron, ¿Sabes que hará Tsunade-sama cuando se entere? –insistió.

- No quiero pensar en eso, solo quiero estar con Sasuke –su voz denotó molestia.

- Está bien, pero si por algún motivo te descubren, no haré nada –suspiró- reportaré que estás enfermo por la helada de anoche, pero mañana tendrás que ir –sentenció.

- Está bien, gracias Sakura-chan –le sonrió cálidamente.

- Haa –suspiró- no me veas así –se sonrojó- nos vemos mañana –le advirtió antes de irse.

 

 

Haruno se fue trastornada de ahí, no podía creer que Naruto fuera capaz de tal cosa, le preocupaba bastante la situación, ¿Desde cuándo su amigo había vivido martirizado? Ella sabía que el rubio se lamentaba por la muerte de Sasuke, sabía de todo aquello por lo que habían pasado, su jutsu medico en aquella época no había podido hacer nada para rescatar al Uchiha del borde de la muerte, también pudo ver cuando su adorado amor perdió el brillo de sus ojos, sufrió bastante, lloró desconsolada por varios días, pero cuando por fin asomó su cabeza por fuera de las sabanas de su cama, se enteró de la triste situación del Uzumaki, encerrado tras celdas de confinamiento hasta que el kyuubi se estabilizara. Le visitaba todas las tardes dándole su apoyo incondicional, comprendiendo su dolor, compadeciéndose de él, pues sabía que tras esa fachada de competitiva rivalidad, existía una fuerte amistad. Ese pequeño Sasuke era idéntico al original, por poco sintió que el verdadero Uchiha estaba frente a ella, el tono de voz era perfecto, sus expresiones faciales también, pero lo único que le desconcertó fue su aparente carácter de niño mimado.

 

 

- Pobre Naruto… -se lamentaba con amargura en el pecho, aguantando el nudo en la garganta- ¿Qué debería hacer? –vio el cielo azul esperando una respuesta.

 

 

Por otra parte, el rubio preparaba los alimentos, mientras el pequeño Sasuke le veía con detenimiento, sabía muy bien quién era el ojiazul, su mente le dictaba que era su amo, quien le invocó, pero una parte en su interior le hacía sentir cálido, por algún extraño motivo quería aferrarse a él, no sabiendo muy bien el porqué, una parte en su cabeza estaba bloqueada, no permitiéndole descifrar que existía tras esa amplia sonrisa que solo era dedicada para él, le ponía tan inquieto, su nombre envuelto en un suave sentimiento le provocaba una nostalgia extraña en su pecho, como si algo estuviera a punto de desbordarse.

 

 

- Sasuke –le llamó- está listo –sonrió, haciendo que el rostro indiferente del Uchiha hiciera una mueca de vergüenza casi imperceptible.

 

 

Desayunaron con tranquilidad, por suerte recordaba como comer adecuadamente, suspiró viendo al rubio devorar su platillo, una gotita bajó por su cien, ¿En verdad ese era su amo? Si al principio no se había mostrado nada impulsivo, quizás no había cambiado en nada... ya llevaba tres tazones de arroz, ¡Era una bestia! El apenas se estaba terminando el primero, siguió observándolo, de la nada la aroma del arroz al vapor le trajo un recuerdo de la nada.

 

 

*.*.*Flash-Back*.*.*

Estaba en una casa, no era la suya, ni la del ojiazul, Kakashi y Sakura les acompañaban, había una mujer, un anciano y un niño, hacía frío, por la ventana se podía distinguir la espesa neblina, el chocar de las olas, se sentía cansado y hambriento, el arroz estaba en la mesa y el, junto con el rubio comían como si su vida dependiera de ello.

*.*.*End-Flash-Back*.*.*

 

 

- ¿Qué fue eso? –susurró agarrándose la cabeza-

- ¿Sucede algo, Sasuke? –le vio con preocupación.

- Creo que tuve un recuerdo –le respondió dudoso.

- ¿Un recuerdo? –indagó- ¿Cómo qué?

- Estábamos en una casa, se escuchaba el mar y había mucha neblina, estaban Sakura y Kakashi con nosotros y… -una gotita volvió a caer por su sien- parecía que teníamos una competencia de quien comía más arroz…

- Jajajajaja –soltó una carcajada limpia- fue cuando fuimos a la aldea de la niebla, cuando peleamos contra Zabusa y Haku, me alegra que ya puedas hablar con más fluidez.

- ¿Zabusa y Haku? Siento que les conozco…

- Pronto lo recordarás –sonrió pero esta vez flojo.

 

 

El Uchiha tan solo le vio detenidamente, no lo conocía lo suficiente, pero podría apostar que tras esas palabras había algo oculto. Su rubio amo se levantó de la mesa con los platos sucios en mano, se encaminó al fregadero y se dispuso a lavarlos, quiso ayudar, pero no lo dejó, aburrido vio la chaqueta naranja que traía puesta, la tocó desde su pecho hasta su vientre, para después pasar sus manos por las mangas, las dobló hacia fuera dos veces para que dejara de estorbarle, a su mente se vino la imagen de una chamarra bastante parecida, pero que en vez de estar combinada con negro era con azul, también que iba a juego con un pantalón naranja, unos googles verdes, unos ojos rasgados, una sonrisa traviesa y unas mejillas abultadas con marquitas a cada lado.

 

 

- Naruto, creciste mucho –afirmó viéndole fijamente- antes eras más bajito que yo –colocó su mano a la altura que “recordaba” tenía el Uzumaki.

- Vaya, estas recordando con bastante rapidez –su cara mostraba entusiasmo, al igual que su corazón latía rápido, por un momento creyó que Sasuke nunca había muerto y tan solo estaba perdido por algún lugar.

- Si… -dijo pensativo- Naruto, ¿Cómo era? ¿Cómo éramos nosotros? –esperó su respuesta con paciencia.

- ¿Co-como? –tartamudeó nervioso, un extraño sentimiento se revolvió en su interior ante la pregunta, un sentimiento que no quería descifrar- pues… -se compuso la garganta-  solíamos pelear bastante, siempre competíamos por todo, éramos rivales –sonrió con nostalgia por decima vez en el día- pero también, eras mi mejor amigo –colocó su mano derecha sobre la cabeza oscura.

- Mejor amigo… -pensó.

- ¡Ya sé! Te enseñaré a lanzar kunai y shuriken ¡Quizás así recuerdes más cosas!

- Está bien –asintió.

 

 

Se encaminaron a una agradable terraza que el rubio había adornado con todo tipo de plantas y enredaderas, en un costado existía una escalera que guiaba al techo, ahí estaba una habitación con una enorme puerta de hierro que solo abría con sellos específicos, al entrar estaba un amplio dojo, había un par de sacos de boxeo, unas extrañas estructuras de madera para ejercitar los reflejos, tres aparatos para hacer ejercicio, en un rincón había pesas y en el otro extremo del lugar estaban dos muñecos de paja con dianas en puntos específicos en donde aún descansaban unas shurikens.

 

 

- Bien… -se encaminó a los muñecos quitando las armás que seguían clavadas, en un costado había un pequeño armario en donde sacó una caja de no más de veinticinco centímetros, se la mostró al pelinegro- quita la tapa –habló amablemente, una vez este lo hizo, dentro se podían apreciar distintos tipos de shuriken- escoge la que las que quieras, comenzaremos con el entrenamiento.

 

 

El jinshuriki le explicó con calma como debía lanzarlas, la forma correcta de tomarlas, la altura de la mano, la fuerza al tirar, entre otras cosas, atento Sasuke le observaba, tomando notas mentales. Después de tres intentos “practica” se puso serio, sus ojos por un momento deslumbraron en rojo, dos shuriken dieron justo en medio de la cabeza del maniquí de paja, sorprendiendo al rubio, en el siguiente tiro, las seis estrellas se encajaron en cada una de las dianas, instintivamente el de ojos negros sonrió de lado, el Hokage se quedó hechizado a aquel gesto.

 

 

- Naruto, quiero ducharme –se quejó después de un tiempo, pues este no le quitaba los ojos de enzima- estoy sudando –limpió su frente.

- ¡AH! ¡Tienes razón! –despertó de su letargo (fantasía)- bajemos.   

 

 

El más pequeño se bañó por sí mismo, pues el rubio se negó a compartir la bañera, le daba miedo descubrir su propia reacción fisiológica al verlo, algo malo le pasaba, comenzaba a sospechar de que la pelirrosa tenía razón y estaba chiflado, porque plantearse la idea que de la nada el pequeño Sasuke le inquietaba, no solo por tenerlo “nuevamente” a su lado, sino por una razón mucho mayor ¡¡¿Qué demonios le pasaba?!! Su corazón latía con fuerza y no sabía el porqué miraba tan fijamente la puerta del baño, esto era patético, eso no lo sentía ayer, bueno, por lo menos no cuando recién lo invocó, algo le decía que comenzara sospechar de sus sentimientos por Sasuke, ¿Realmente era su amigo? Siempre lo había creído así, incluso había sentido admiración por él y quizás solo muy, pero muy de vez en cuando, un embobamiento que no sabía de dónde venía, ahora que lo recordaba, más de una vez admitió que el Uchiha era atractivo, pero su orgullo jamás le permitiría decirlo en voz alta… un momento, se sonrojó escandalosamente, ¿Y si Sakura-chan había sido el verdadero reemplazo? No, eso no podía ser, el realmente adoraba a la pelirrosa en su adolescencia, ¿Verdad? No por nada era su… ¿Ex novia? Aun que nunca en realidad habían terminado, solo se distanciaron justo antes de que fuera proclamado Hokage, pero entonces ¿Por qué la dejó? ¿Por qué a pesar de todo no dejaba de pensar en Sasuke?

Una y otra vez se había repetido que era qué no podía superar el hecho que no pudo ayudarlo, no logró hacer nada en aquella misión, Kakashi no estaba cerca, jamás se hubieran imaginado que el objetivo era Sasuke, todo fue tan confuso. Suspiró intentando alejar su frustración, casi tenía veinticuatro años y se comportaba como si siguiera en la academia.

 

 

- Naruto –volvió a traerlo a la realidad- ya puedes usar el baño –le avisó con la toalla enredada en la cintura, su cabello mojado mantenía sus puntas hacia abajo con pesadez, deslizando algunas gotas de agua por su piel.

- S-si… -tartamudeó ansioso, en cuanto el más “joven” se volteó, tocó su nariz con rapidez topándose con un par de diminutas gotas rojizas- soy un pervertido –se lamentó tomándose la cabeza.

 

 

De verdad ¡¡¡¿Qué demonios le pasaba?!!! Las cosas estaban pasando tan rápido, tan solo doce horas atrás no pensaba en… o quería creer eso. Por otra parte el pelinegro de lo más tranquilo deambulaba desnudo en su “respectiva recamara”, buscaba ropa interior, estaba molesto, ¿Cree Naruto que no se daría cuenta? ¡Lo estaba evitando! Y eso le provocaba una insoportable incomodidad.

El resto del día el rubio “corría” de la presencia del pelinegro, temía no poder contener algún bajo instinto, provocando que el menor frunciera las cejas constantemente. Al caer la noche el ojiazul con pretextos cerró su puerta para evitar que Sasuke se filtrara en ella, pero no contó con que éste recordara como ser ninja y botara a media noche el seguro de ella, sonrió de medio lado, con cautela se metió entre las sabanas y contempló el rostro pacifico del ojiazul al dormir, inhaló su aroma, soltó el aire de sus pulmones en un suspiro, una tranquilidad se apoderó de su cuerpo, siendo dominado por el sueño en poco tiempo.

La tibieza cerca de su cuerpo le hizo intuir aun con los ojos cerrados, que el dueño de sus pesares estaba junto a él, con lentitud abrió sus parpados, fascinado le observó, fue cuando notó un hilillo violeta que parecía ser chakra uniendo sus bocas, era absorbido por el menor, pensativo, cerró su boca como si lo cortara con sus dientes, cosa que funcionó, de a poco el peculiar hilo se deslizó hasta la boca del Uchiha que sin más cerró sus labios y lo tragó, para después volver a abrir su boca.

 

 

- ¿Qué era eso? –susurró desconcertado- ¿Qué era?... –repitió acercados más al rostro contrario, sus ojos no pudieron evitar enfocarse en aquellos labios entreabiertos que dejaban salir pausadamente su aliento- Sasuke… -no pudo evitar darle un sutil beso superficial.

- Usuratonkachi… -murmuró.   

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, espero que haya gustado, si se portan bien y tengo el doble re reviews para el domingo, ese mismo dia actualizo!! xD muchas gracias por leer!!! solo 4 episodios más y los epilogos? aun no se si ponerle la continuación que planeaba xD aun k kisas muchas me lo pidan cuando vean el final muahahahahhahaha xD en fin, me despido!! 

Recuerden, espero sus reviews :)

 

Cha nee~ ;3


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