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No pago mis cuentas con amor por mariangel chan

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Notas del capitulo:

Hola!!! ¿Como estan? espero que muy bien..

Antes de que comiencen a leer quiero decirles que este capitulo solo participaran las parejas Fugamina e Itadei. Ya sera para el capitulo 21 que se sabra sobre el Sasunaru.

 

Quiero agradecer sus comentarios y todas las personas que se han tomado la molestia de leer este fic... Mil gracias.

 

ESpero que disfruten el cap y sin mas nada que decir a leer...

                               ::::::::::::::Flash Back::::::::

                                *Fugamina*

Las estaciones fueron cambiando al igual que los corazones de algunas personas que ya ni se reconocían por sus experiencias vividas. El tiempo se dejo llevar tratando de sanar algunas heridas abiertas. El día a día se enfrentaba a la realidad de la desgraciada rutina. Las dulces noches era la única forma de consuelo, el viento que se colaba por la ventana daba una leve caricia a las mejillas tristes. La alegría sin embargo no se quedaba atrás, pues danzando se encontraba en algunas almas jóvenes que no sufrían de amores.

Habían pasado ya unos cuantos meses desde que Fugaku decidió con su mente destruida por la maldad de las clases sociales, terminar la relación con Minato. A estas alturas el rubio aun superaba dicha ruptura, no volvieron hablar a excepto de una cuantas miradas rápidas que se daban al encontrarse en el mismo pasillo, el Uchiha no dio una explicación detallada de su cambio de opinión tan repentino, dejando al menor aun más confuso, ya que desde un principio fue su amigo quien lo impulso a ese noviazgo que poco a poco empezó apreciar “Pero ya era tarde”.

El recuerdo de ese momento aun permanecía en sus mentes, el rubio no recordaba otro día en que derramo tantas lagrimas como en esa misma tarde, donde le gritaba un “porque” de su decisión al azabache de mirada fría, intento con todas sus fuerzas impedir que terminara su relación, pero no lo logro. Porque a pesar de todo, amaba al azabache, lo amaba… Y le dolía que después de ese tiempo largo que compartieron, todo terminara con solo una frase “Ya me canse de ti” ¿Pero porque? ¿Fugaku solo jugaba con él? ¿Pero no era su mejor amigo?

Trato muchas veces de contactarlo, pero él lo evitaba dándole a entender que no quería saber más de Minato, ese dolor que le provocaron al romperle el corazón se convirtió en preocupación y dudas ¿Qué lo impulso para que reaccionara así? ¿Su padre le habrá dicho algo? Pero nunca pudo obtener una respuesta del mayor después de esa tarde. Lo bueno de todo es que siempre tuvo de su lado a buenos amigos que lo sacaron de sus problemas de amor adolescente, sin saber con exactitud el hecho, uno de ellos era Madara que aprovecho el gran camino libre que le dejo su hermano menor. Todos los días encontraba la manera de ser detallista con el rubio, que sonreía al mirar esa persona que lo apoyo en sus momentos difíciles.

Realmente se habían vuelto muy cercanos, disfrutaban de la compañía que ofrecía cada uno. Madara era su tutor en algunas asignaturas a cambio de que el pequeño aceptara ciertas salidas a comer, al cine, a caminar. Siempre con la inocencia de que Madara solo lo veía como un amigo, cuando resultaba todo lo contrario, cuando resultaba que el joven mayor se moría del deseo de poseerlo en todas la maneras posibles. Las visitas a la casa Uchiha cada vez se volvía más frecuentes para el rubio, que oraba de no encontrarse con el menor de la familia. En cierta forma se sentía decepcionado cuando no se encontraba en casa “Tenía que dejar de pensar en el” se decía, pasaba unas largas horas en la habitación de Madara estudiando, riéndose, charlando y demás cosas, en realidad era muy cómoda su compañía.

Sin embargo una de esas tardes de estudio en la habitación, Madara no se pudo contener otro minuto más cerca de la persona que deseaba con todas sus fuerzas. Cerró uno de sus libros y tomando la barbilla del rubio lo beso con entusiasmo, el pequeño se sorprendió al principio, trato de apartarlo pero luego de intentar sin ningún resultado, dejo que su amigo terminara.

-Minato- susurro en sus labios, sintiendo su aliento frio recorrer su rostro.

-Madara…. Yo…-

-Me gustas… Estoy enamorado de ti, Minato. Te deseo- Unió sus labios de nuevo. Tomo de las caderas al rubio para acercarlo a su cama sin dejar de jugar con su boca, ignorando por completo sus rechazos, lo desvistió con rapidez… No quería perder el tiempo, estaba completamente duro desde que el Uzumaki cruzo sus puertas con aquella fresca vestimenta… La camisa cayó al piso juntamente con sus pantalones, y su bóxer en la mitad de sus piernas le ofrecía una excelente vista para el Uchiha mayor.

-Ma…dara… Espera, por favor yo- Pero este estaba en su completa perdición mental, no escuchaba, solo observaba maravillado por primera vez esa piel canela delicada en su desnudez. Acaricio los cabellos rubios prosiguiendo con las caricias del abdomen, bajando hasta su miembro para saborearlo.

-Me tienes loco Minato- El rubio mantenía los ojos cerrados.

-Detente…No quiero esto- se levanto, pero el azabache lo tomo por las muñecas llevándoselas por encima de su cabeza, Madara no estaba dispuesto a ceder, no quería desperdiciar esta oportunidad. Minato estaba tan sumiso a sus caricias que no podía detenerse, el sexo oral se prolongo, sacando leves gemidos que eran retenidos.

El Uzumaki quería detenerlo pero no encontraba fuerzas, Madara lo tenía prisionero con todo su peso. Sentía como estimulaban su miembro con rapidez, sentía la saliva del chico, sentía perderse en el placer que le daban… ¡NO! No quería eso, no quería ser tocado de esa manera. Trato de removerse pero eso solo provoco que la presión en sus muñecas aumentara… Se mordió el labio inferior para no gemir, no quería gemir para esa persona. La velocidad del movimiento en su sexo se acelero… Jadeaba, jadeaba… No podía soportar un solo minuto más, necesitaba eyacular… ¡No! No podía hacerlo.

-Ma…da…ra- el sonido de la succión engrandecía la erección del azabache –De…tente- ¿Por qué tenía que ser un juguete para los Uchihas? Solo un segundo falto para que la boca del azabache fuera cubierta por la esencia del rubio, trago encantado para luego bajarse la cremallera.

-Quiero… que seas mío- le susurro para depositar un pequeño besos en su labios.

-Madara no quiero esto-

-Tu cuerpo dice lo contrario- Bajo sus prendas para dejar al descubierto su erección, agarro las piernas de Minato flexionándolas hasta sus hombros –No es necesario prepararte, confió en que mi hermano menor hiso un gran trabajo- ¡NO! ¡NO! ¡NO! Se repetía el rubio, no podía estar pasando esto… No quería hacerlo con Madara, no quería que nadie más lo tocara, no quería que mas nadie lo besara, no quería que mas nadie lo penetrara… Excepto Fugaku… Fugaku… aun lo seguía amando como el propio idiota ¡Aunque le rompiera el corazón aun lo amaba! trato por todos los medios olvidarlo pero era imposible, su mente y su cuerpo lo recordaban claramente. Aquellos detalles que para Minato eran tan importantes, aquellas discusiones tontas que al final terminaban en una reconciliación de flores y chocolates, aquellas risas que le sacaba cuando se molestaba por una escena de celos y todas aquellas noches que le hiso el amor tan despacio, tan delicado, tan romántico, tan puro. Solo Fugaku era el protagonista de sus noches de sueños, fantasías, aventuras, futuro ¿Por qué? ¿Por qué todo tuvo que terminar? Si todo fue un sueño, porque tuvo que despertar…Una lagrima bajo.

-¿Qué ocurre?- reacciono Madara, bajo sus piernas y lo tomo del rostro.

-No quiero hacer esto-

-Acaso… ¿No te gusto?- lo miro fijamente.

-Por favor… Estoy confundido- El azabache se dio cuenta de su egoísmo, bajo de la cama, se vistió y tapo con las sabanas al rubio. Tomo su celular para leer un texto que acababan de enviar, suspiro molesto.

-Minato lo lamento… Me deje llevar, por favor vístete y regresa a tu casa- dijo dolido ¿Por qué la única persona que le gustaba no le correspondía? El rubio obedeció, bajo de la cama para tomar la prendas del suelo –Una cosa más… ¿Aun lo amas cierto?- el menor solo bajo la cabeza. “Con un simple silencio sabrás la respuesta”.

Madara agacho la cabeza derrotado, aviso que saldría primero porque la facultad lo necesitaba, invito al rubio a quedarse más tiempo para que descansara y sin que se preocupara de Fugaku ya que la casa estaba sola. Tomando las llaves del auto, el azabache mayor bajo sin antes despedirse con un beso en la frente de Minato.

El pequeño que estaba acelerado por lo que ocurrió hace minutos, se termino de vestir, acomodo sus libros en la mochila, fue al baño a lavarse la cara y salió con mucho cuidado de la habitación del Uchiha. Para su sorpresa al voltearse una mirada negra familiar, lo observaba con recelo.

-¿Qué haces aquí?- Fugaku mantenía sus brazos cruzados escondiendo su asombro de encontrarse a Minato, lo visualizo de arriba abajo, notando sus cabellos desordenados y su leve sonrojo. Eso causo que una puntada lo golpeara en el corazón. El pequeño enseguida se puso nervioso… Ya hacía bastante tiempo que no miraba a Fugaku fijamente…

-Yo…yo ya me iba- se ajusto la mochila, bajo su cabeza para luego comenzar a bajar hasta la salida.

¿Qué estaba haciendo Minato en la habitación de Madara? ¿Por qué estaba nervioso? Como si se tratase de un impulso, el Uchiha lo detuvo antes de bajar, se le acerco hasta el cuello para tener un mejor olfato… Y si, lo que se temía, la colonia de su hermano estaba impregnada en el cuerpo de la única persona que ha amado en su vida. Una gran furia lo invadió con tan solo imaginarse a Madara tocar un cabello rubio de su amado ¿Por qué sentía esto? ¿No era él quien decidió terminar todo? A quien quería engañar… Aun lo seguía amando con todo su ser, le era imposible de olvidar su piel, su rostro, su voz, su aroma ¡TODO, le recordaba a él! Pero…pero tenía que dejar esas cosas para ser un gran ejemplo en la familia Uchiha, no quería decepcionar a su padre, a su madre… ¡NO! No era eso lo que le impulsaba… Recordó como todos sus sueños fueron destruidos por cada persona que lo rechazo y acuso de plagio ¿Seria esa la manera de escapar de su cruda realidad? ¡No! Era un completo idiota, Minato era lo único que le quedaba, era lo único que lo motivaba a seguir… Pero el mismo se encargo de que ese vínculo se rompiera.

-Suéltame por favor- se zafo, en realidad estaba mintiendo estaba realmente feliz de que Fugaku lo hubiera detenido como tantas veces lo hiso durante su noviazgo.

-¿Porque la colonia de Madara está en ti? No me digas que ahora eres su diversión- dijo con burla “No, no, no quiero decir eso… Porque digo eso, porque sigo lastimando a mi amor” Se decía.

-Solo somos amigos- susurro. Fugaku estaba enojado, pero más consigo mismo por portar ese maldito apellido que no lo dejaba ser feliz. Mientras el actuaba ser el buen ejemplo, su hermano aprovechaba cada oportunidad que tenia con su rubio.

-¿No me digas que ya te acostaste con él?- Minato levanto la cabeza con los ojos abiertos de la impresión ¿Que acababa de escuchar? … El silencio del rubio hiso enojar mas a Fugaku ¿Eran ciertas sus palabras? No quería creerlo, era imposible… Minato nunca ¿O sí? -¡JA! Que puta eres- escupió con rabia.

-¡MUERETE BASTARDO!- le grito el rubio con unas cuantas lagrimas en su rostro, mientras tanto una voz interna que no pertenecía a él, lo incitaba hacer una locura.

                        “Si Fugaku, lo toque, lo hice mío”
                     “No te puedes imaginar cuantas veces gimió mi nombre”
                    “Bese su piel, sus labios”
                        “Todo lo que tocaste… Lo borre”
                “Minato ya no te ama, me prefiere a mi”

Una voz parecida a la de su hermano hacia comentarios dentro de su cabeza, provocando que su furia llegara al límite “¡YA TE MOSTRARE MALDITO!”

Una cólera hiso temblar su cuerpo en un fuego que ardió cada extremidad de su cuerpo, tomo a Minato que estaba bajando y lo arrastro a su habitación donde lo tiro de forma brusca a su cama, causando que este se golpeara parte de la cabeza. Se coloco arriba de él para desvestirlo, al notar su torso desnudo se encontró con unas marcas moradas.

-Entonces si te toco- afirmo llevándose la mano a su cabeza… Quería llorar… Su hermano había manchado ese cuerpo canela con su tacto.

-De…déjame…ex…explicarte- pero ya era muy tarde, la mente del Uchiha abandono su cuerpo dejándolo con la rabia que lo consumía a cada segundo. Literalmente le arranco los pantalones y de un solo bajón de cremallera, le metió sin una pizca de delicadeza o dulzura su pene en su entrada, penetrándolo con fuerza, rabia, celos “¡EL ES MIO!” grito en su mente.

Minato comenzó a temblar cuando Fugaku le bajo lo pantalones pero lo que no se esperaba era la manera tan bestia que lo penetro. Un fuego picante lo quemo en segundos terminado de partir lo que quedaba en el, lagrimas caían. Era tan doloroso, es como si algo lo raspara por dentro “¡Para, para, para por favor!” ni siquiera las palabras fueron capaces de salir de sus boca, observo el rostro del Uchiha poseído embistiéndolo como si tratase con un animal. Trato de levantarse pero una vez más le hicieron presión en las muñecas. Rápidamente lo levantaron colocándolo de rodillas y con la cara pegada en la cama. Las embestidas cortaban algo a su paso, cada vez eran más dolorosas.

-De…de…tente- trato de articular Minato sofocado por el dolor que sentía, pero no era porque Fugaku técnicamente lo estuviera violando, si no porque el Fugaku que alguna vez conoció ya no estaba. Esa persona dulce, romántica, con sueños por cumplir ya no se reflejaba, ahora sentía miedo… Mucho miedo.

Una vez que el azabache llego al orgasmo, salió dentro de el ignorando por completo que su pene tenia rastros de sangre, le dio la vuelta y comenzó a succionar con una fuerza exagerada las partes donde Madara habia marcado, subió para plantar un beso sin ningún sentimiento en sus labios, lo tomo por los cabellos jalándolo hacia atrás para luego masturbarlo sin intenciones de dar placer omitiendo los quejidos del rubio.

-Eres una zorra, así que has bien tu trabajo- Minato quería salir corriendo pero la fuerza de una persona que estaba en completo estado animal era sobrenatural. Sus palabras dolían, dolían mucho… Trato de imaginarse momentos bonitos que paso junto a él… Su primer amor… ¿Por qué? ¿Por qué?

-¿Por qué Fugaku… Porque?- le preguntaba por enésima vez después de que Fugaku tuviera su tercer orgasmo en el día.

Desde aquella tarde las cosas no volvieron hacer las mismas, Minato quería desaparecer, su depresión lo estaba matando y nadie podía ayudarlo.
           Al igual que Fugaku que se sentía peor que la escoria al haber actuado de esa manera tan imbécil…
             Minato huía del miedo cada vez que se encontraban “No podía mirarlo a los ojos” era una tortura por la que pasaba, sufría ataques de pánico en las noches pensando en que el Uchiha entraría por su ventana a poseerlo… No podía con todo esto…
            Fugaku atento con su vida pero no lo logro, llego a tiempo al hospital antes de morir desangrado…Nunca recibiría el perdón de su amado…
          “Ambos lloraban desconsoladamente por los hechos que marcarían sus vidas por el resto que les quedaba de años”
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Pero algo curioso que ocurrió durante los meses que pasaron, era que el rubio se sentía muy extraño, su cuerpo ya no estaba funcionando como antes, además de los frecuentes vómitos tras vómitos durante el día. Llegado por la desesperación de que ninguna medicina lo curaba, por ciertas informaciones que leyó en internet decidió tomar una prueba de embarazo.

-Debo estar muy loco- se decía sentando en la tapa del retrete esperando que el aparato diera su veredicto… Eso era una locura realmente, ya ni recordaba como había llegado hasta este punto de demencia ¿¡Pero cómo era eso posible!? ¡POR DIOS EL ERA UN HOMBRE! Debía estar realmente mal para comprar esta cosa que era exclusivo para mujeres.

-Debe ser el estrés de todos los problemas acumulados… Si eso debe ser- se levanto del retrete decidido a superar cualquier obstáculo que interviniera con su futuro… Superaría a Fugaku por todos sus medios… Vencería el mundo de las sombras. A partir de hoy sonreiría como lo hacía antes para el mundo. Estaba cansado de todo esto, tomaría una ducha, comería bien y saldría para arreglar y buscar una explicación de Fugaku, la tendría a toda costa.

Tomo la prueba para botarla en la papelera, pero cuando estuvo a punto de tirarla algo llamo su atención… Y eran esas dos rayitas rojas que se marcaban en el aparato.

-¿Positivo?-

                   :::::::::::::Fin de flash black:::::::::

La noche de un tono terciopelo se regía por el tiempo exacto de la luna, las familias de dos grandes frustrados amigos cenaban en un elegante restaurante iluminado por un candelabro que colgaba en medio del salón, los meseros con su típico traje de pingüino y su buena ética atendía con una sonrisa actuada a los protagonistas de esa noche desgraciada.

Deidara pidió lo primero que observo en el menú para después hundirse en el plato de vidrio… Quería terminar esto rápido, llegar a casa, olvidar por completo a Itachi y luego actuar como si nada hubiera pasado… Minato junto a su esposa charlaban con Fugaku y Mikoto. Itachi fingía prestar atención a su alrededor, no se sentía cómodo, estaba muy nervioso, había practicado sus palabras un millón de veces para que todo saliera a la perfección.

-Deidara ¿Te han vuelto a molestar los medios?- pregunto Fugaku cuando termino su plato de entrada.

-Sí señor, quería agradecerle por negociar con la prensa-

-Es lo menos que puedo hacer- estiro su brazo para tomar su copa de vino, luego de unos minutos mas, todos acabaron de comer. Itachi observo como su padre lo miro de reojo, suspiro, tomo una gran bocanada de aire y prosiguió a darle inicio al espectáculo que acabaría muy mal.

-Minato-sama, kushina-sama quería ofrecerles una gran disculpa por mi falta de madures- ambos adultos se acomodaron en su sillas y observaron al joven de mirada decidida –Cometí un gran error y no supe separar mis problemas personales con el trabajo. Deidara es un gran artista de eso no se puede dudar, los felicito por tener un hijo tan maravilloso como el… De la cual no me di cuenta si no hasta ahora, esa falta trajo como consecuencia dañarlo a él como a ustedes- Itachi se levanto de su silla e hiso una reverencia –Así que por favor les pido que me disculpen-

Deidara quería correr de ese lugar sabía perfectamente que allí comenzaba todo o más bien terminaba. Sus padres sonrieron asintiendo con la cabeza al ver al joven Uchiha con el torso inclinado hacia adelante. Dei busco la mirada de su amigo que solo mantenía los brazos cruzados.

-Me parece bien que hayas aceptado tu error Itachi y lo bueno es que no paso hacer un problema tan grave- Minato se refería más que todo a la profesión de su hijo ya que días atrás se había enterado que su ahijado lo despidieron por tal escándalo. El Uchiha se enderezo y se acerco a Deidara.

-Deidara se que desde un principio no nos caímos bien, queriendo hacerle la vida imposible al otro. Aun cuando fuimos desarrollando una pequeña amistad, yo planeaba vengarme por tu última broma. Sin embargo no pude publicar el artículo… No podía hacerle eso a un amigo, pero por las razones ya explicadas salió a luz. Tu más que nadie en el mundo sabes que quiero tu perdón- Los adultos estaban atentos a cada expresión del rubio, Deidara se limito a ignorarlo mirando hacia otro lado… No quería saber nada del supuesto artículo, y aun así, si fuera verdad todo lo que él hablaba no perdonaba el hecho de que lo violo sin impórtale absolutamente nada más que su propio placer.

-Gracias por tomarte la molestia Itachi, pero estoy muy cansado. Necesitamos irnos, porque es tarde- comento cuando su mirada se poso en la del azabache, se limpio la boca con una servilleta, se levanto haciendo una reverencia a Fugaku y Mikoto con la excusa de que tenía otras cosas que hacer.

-Deidara- se levanto de la mesa Fugaku –Tu carrera ya no está en peligro, Japón olvido ese artículo, los medios ya no te molestan ¿Por qué aun sigues enojado?- Deidara se detuvo, al voltear ya todos los presentes en esa mesa se habían levantado para buscarlo.

-Fugaku-sama… Lo que duele más es la traición de una persona que uno creía un verdadero amigo- apretó los puños con furia al recordar lo sucedido en esa tarde tan solitaria cuando nadie pudo salvarlo de la persona que el amaba… o que seguía amando… Nadie podía entender ese dolor. Sus pensamientos retrocedieron a la época donde él creía que Itachi era su verdadero amor a pesar de las circunstancias, el nunca se avergonzó de que ambos fueran hombres. A Deidara solo le importo una cosa, preservar esa unión que a pesar de que solo duro unos pocos días, fueron los mejores… Porque tuvo su primer amor…. Su primer amor… Y estuvo en las nubes ya que se sintió protegido, amado, respetado por Itachi… Itachi ¿Cómo serian las cosas si nunca lo hubiera conocido? ¿Mejor? ¿Peor?…Como serian las cosas, si en vez de chocar con él y arruinar su tesis se fueran cruzado y presentado ¿Fueran amigos? ¿O incluso algo mucho más fuerte? ¿Por qué las cosas tuvieron que acabar de esa manera? ¿Por qué a pesar de todo lo seguía amando y odiando al mismo tiempo? ¡YA NO QUERIA ESTO!

Fugaku quedo paralizado con esas palabras, Deidara sonrió con tristeza, se volteo y se dispuso a irse lejos…. Lejos… Muy lejos, una lagrima cayó en el suelo. Pero alguien lo detuvo para arrodillarse no importándole que las demás personas cenando lo miraran.

-Perdóname… Perdóname… Ya no aguanto mas- Itachi tirado en el piso agarraba la muñeca del rubio sin aplicar ninguna fuerza. Deidara lo observo y solo causo que su enojo creciera.

-Déjate de humillaciones ¡BASTA!- se soltó de su agarre caminado hacia la salida. Minato, Fugaku, Kushina, Mikoto y Sasori solo miraban a la pareja un poco sorprendidos por sus actitudes. Fugaku camino hacia Itachi para levantarlo “¿Algo más paso entre ellos?” se dijo, estaba dispuesto hablar con Minato respecto a la situación de sus hijos. Pero algo lo dejo en shock.

-¡DEIDARA YO TE AMO! ¿ES QUE NO LO ENTIENDES?- grito Itachi conteniendo sus ganas de llorar levantándose para correr tras el rubio. Este fue el límite que soporto Deidara.

-¡CUANTAS VECES TE HE DICHO QUE NO DIGAS ESA PALABRA A LA LIGERA!- grito volviéndose al azabache –SI TANTO ME AMAS COMO TU DICES…-

-Tu eres el que no debería tomarse esa palabra tan a la ligera, te grito lo que siento… Y es verdadero-

-¡NO ME JODAS!- Los camareros corrieron a sus lados para sacarlos del restaurante. Los jóvenes salieron a la calle donde la fría noche los golpeo, al igual que sus familiares no se quedaron atrás. Querían evitar a toda costa que una pelea se formara entre ellos, pero estaban demasiado confundidos con la confesión de Itachi que no sabían como actuar ante tal situación.

-¡Mi bebe cálmate!-

-Ita por favor no grites- Trataron de calmar las madres a sus hijos que seguían gritándose en la acera.

-Solo dame otra oportunidad Dei-

-¡NO! ¡COMO LE DARE UNA OPORTUNIDAD A LA PERSONA QUE ME VIOLO!.... ITACHI TU ME VIOLASTE ¿LO RECUERDAS?- las palabras de Deidara no fueron consientes si no hasta el momento que las termino de decir, su enojo eran tanto que no midió sus palabras. Se supone que no debería haber dicho eso.

-¿Qué? Que acabas de decir hijo- pregunto con horror Minato.

-Itachi ¿Eso es cierto?- En estos momentos todos estaban en un estado completo de shock ¿Qué rayos había dicho Deidara? Fugaku y Minato se acercaron interrogando a sus hijos con la mirada.

-Yo…yo…- tartamudeo el rubio que no supo qué hacer y salió corriendo del lugar.

-¡ESPERA! DEIDARA- grito Itachi que comenzó a correr, pero era muy tarde… Un carro que pasaba a toda velocidad no vio cuando el rubio cruzo la calle impactando sobre el cuerpo.

Todo paso tan rápido… Deidara cegado por sus lágrimas no vio cuando cruzo la calle, luego de unos segundos solo un par de focos y el sonido de una corneta resonaron en su cuerpo… Después todo se volvió oscuro, triste y frio.

-¡DEIDARAAAAAAA!-

Notas finales:

Bueno... hasta aqui el capitulo, espero que les haya gustado.

Como siempre estoy de mente abierta para recibir sus opiniones, observaciones o criticas para el fic.

Muchas gracias :) Cuidense.

 

Paz y Besos Mariangel


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