-Dei no es por nada pero… eres hombre muerto-
-¡KONAN!- un rubio pelilargo observaba como un azabache de cabellos largos se alejaba y botaba una carpeta al basurero.
-Dije que lo sentía, si no lo supera me vale mierda-
-Es Itachi Uchiha creo que era mejor que le hicieras eso al mismo Satanás, te hubiera ido mejor-
-No exageres-
-Después no digas que no te advertí- comenzaron a caminar de regreso a sus clases.
--------------------------
La familia Uchiha se encontraba disgustando un delicioso almuerzo en su mansión, todo se mantenía en un cómodo silencio mientras la servidumbre retiraba los platos vacios.
-Itachi, te diste cuenta que ahora Deidara estudiara en Akatsuki- comento su padre, para el azabache pelilargo fue como si le enterraran 100 cuchillas en su cuerpo de tan solo escuchar el nombre de ese imbécil. –Me gustaría que fueran grandes amigos-
-Si Oto-san ¡tuvimos un gran encuentro!- comento con indiferencia.
-Me gusta que mi ahijado sea un artista, nos podrá ayudar en la empresa- rápidamente el azabache mayor coloco atención a las palabras que decía su padre “Un artista… interesante” pensaba.
-¿Deidara es un Artista?- pregunto con un poco de asombro para dar a entender a su padre que le interesaba… cuando en verdad ni le importaba, pero necesitaba saber cosas de ese idiota si quería vengarse y ya tenía una excelente idea… ese rubio no sabía con quien se había metido. Sin embargo para Itachi le hacía gracia ya que él nunca hubiera actuado de forma tan estúpida y fuera seguido con su vida pero había algo en ese idiota que le hacía perder sus límites.
-Si hijo, el es reconocido en toda Francia por sus grandes esculturas de arcilla, actualmente su arte se está propagando a otros países- al decir verdad Itachi estaba un poco asombrado que ese rubio torpe fuera reconocido… Ahora que recordaba lo había visto en algunas ocasiones en las noticias.
-Gracias Oto-san esto me ayudara en la amistad con Deidara- una risa malévola se asomo.
----------------
-Creo que no te fue muy bien hoy, Naru-
-Porque con tan solo una mirada, sabes todo- un rubio pelilargo sonrió, no era extraño que Naruto estuviera en la habitación de Deidara ya era una costumbre.
Esa habitación era inspiradora para cualquiera que entrara, además de estar llena de algunas esculturas de Deidara, había carteles de pensamientos pegados por todas partes, los colores iban con un equilibrio tan exacto con la personalidad de nuestro rubio pelilargo, sus cuadros de pintura y fotografías, sus muebles, su cama… era una habitación digna de un artista.
-Tranquilo, yo creo que mañana no estaré vivo-
-OK, lo entiendo de mi ya que sasuke me odia y ahora toda la escuela también ¿Pero y de ti?- Naruto nunca podía guárdale un secreto a su hermano, por eso este ya sabía todo lo sucedido con el azabache.
-Bote unas bebidas en un trabajo que llevaba… o algo así, por la cara que coloco creo que era importante-
-OK, creo que la torpeza es genética- ambos rieron –Oto-san quiere que seamos amigos de sus ahijados-
-Detesto a ese tipo de personas… son creídas y orgullosas-
-Yo también las detesto pero hay que hacer un esfuerzo por nuestro Oto-san-
---------------
Al día siguiente nuestro lindo y sexi rubio menor fue a la escuela preparado psicológicamente para lo que le venía encima, porque nunca iba demostrar debilidad ante esas personas estúpidas.
-¡HOLA! Naru-
-Naruto-kun- saludaban alegremente sus amigas en la entrada de la escuela, luego comenzaron a caminar hacia su salón 2-2 en el camino se fueron encontrando con los demás Lee, Neji, Ten-Ten, Chouji y Gaara. Las chicas se adelantaron para realizar algunos retoques en su maquillase. Apenas faltando tan poco para llegar al aula un grupo de chicos los rodearon.
-Apartarse- reto Neji
-Nuestro problema es con el rubio- Señalo un Peliblanco, tez clara y ojos morados.
-Lo que es con Naruto, es con nosotros también Suigetsu- reclamo Lee.
-Les recomiendo que no se metan en esto- dijo apareciendo de la nada un chico tan blanco como la nieve, ojos negros y cabello del mismo color.
-Y yo les recomiendo que no se metan con nosotros- esta vez era Chouji quien hablaba, Naruto se hallaba muy confundido por la escena que pasaba delante de sus ojos, de repente en un resplandor empujaron a Naruto… tras golpes y patadas quiso levantarse pero Gaara se lo impidió.
-Tranquilo nosotros te protegemos- se podía observar como los amigos de Naruto peleaba con un grupo de chicos.
-Si continúan tendrán problemas, recuerden que soy el vicepresidente-
-No, nos asustas Neji, tenemos a Sasuke de nuestro lado- Dijo Suigetsu que iba a comenzar otra vez la pelea pero por los pasillos venia caminando Kakashi- sensei con su típico libro en mano.
-¿Qué ocurre aquí? Entren al salón, vamos- rápidamente todos corrieron al salón sentándose en sus puestos para sorpresa de Naruto su pupitre ya no estaba rayado lo habían reemplazo por otro de color bronce.
-Comencemos con la clase de hoy, hablaremos sobre la vida de Shakespeare- todos los estudiantes abrieron sus libros en la pagina 18 y comenzó la aburrida clase de literatura.
---------------------------
El grupo de los fumados se encontraban caminando rumbo al comedor, se estaban muriendo de hambre ya que con anterioridad habían tenido clase de gimnasia, gracias a Dios no había ocurrido mas nada desde la mañana.
-Tengo tanta hambre que me comería una vaca- se quejo Chouji. Lo que no se esperaba nuestro querido grupo de amigos… era… apenas entraron al comedor les tenían una muy linda sorpresa. Naruto iba adelante… fue el primero en recibir el impacto.
La mitad de los chicos los estaba esperando para tirarles refresco con hielo en la cara y les resulto tan bien la jugada, todos los estudiantes al mismo tiempo le lanzaron bebidas frías manchado sus cabellos, caras y uniformes.
-¡Aaaah!- gritaron las chicas, los que estaban presentes en el comedor estallaron en carcajadas y burlas hacia ellos.
-¡PERDEDORES!- les gritaban. Sin embargo algunos que querían salir corriendo de ese lugar y llorar habían aprendido de su amigo Naruto, en vez de hacer eso, levantaron el rostro y caminaron con una sonrisa, pidieron unas servilletas a las señoras de la cocina para limpiarse, pidieron sus almuerzos y se sentaron en la mesa de siempre, mientras todos los presentes los observaban con atención esperando a que salieran corriendo del lugar…. cosa que nunca paso.
-Vamos Neji no debes soportar esto- dijo un chico de piel morena, ojos negro, cabello del mismo color amarrado en una coleta alta que se acercaba a la mesa donde se encontraban.
-Shikamaru no se dé que hablas-
-Sabes perfectamente de que hablo, ya nadie te tiene respecto desde que nos dejaste y si sigues con este rubio seguirán con las bromas, afectara la poca reputación que te queda-
-Tranquilo no te preocupes por mí, encontré amigos que me valoraban de verdad- al decir eso Shikamaru salió del comedor.
-Mi cabello esta todo pegajoso- se quejaba Ino.
-Chicos por mi culpa ustedes también…-
-Shhhh …calla Naruto-kun… somos tus amigos y ya verás que en una semana todo volverá a la normalidad-
-Hinata tiene razón Naruto, no te dejaremos solo-
-Si, además dicen que los refrescos son buenos para el cabello- comento Lee, todos le quedaron mirando. -¿Qué? Lo leí en internet-
-Pues, no creas todo lo que dice la internet- un frio pelirrojo lo regaño.
-Si claro, lo dice el chico que averiguo la vida de Naruto por ese medio- la Ojilila hablaba, Naruto solo sonreí y daba gracias al conocer amigos tan geniales y de verdad.
-Gracias chicos son fenomenales-
-----------------------------------
¡Riiiiiiin! Sonó el timbre anunciado la salida de las clases, nuestro rubio tomo sus libros y salió junto a sus amigos, se despidieron porque cada uno tenía cosas que hacer después de las clases lamentablemente dejándolo solo en los pasillos. Como no le quedo de otra y porque quería llegar rápido a su casa para ducharse comenzó a caminar y bajar escaleras.
-Perdedor-
-Gallina cok…cok…cok- algunos comentarios se escuchaban mientras caminaba por la enorme escuela…
-Eres una gallina- No le importaba esos cometarios, había decidido seguir el consejo de Hinata y creer que en una semana todo volvería hacer normal como tuvo que ser desde el comienzo.
Cuando termino de bajar al último piso, escucho un alboroto proveniente de la entrada, cuando se acerco noto que toda la escuela estaba en ese gran pasillo.
-Perdedor-
-Pervertido-
-Maldito extranjero-
-Lárgate de aquí-
-Acosador-
-Muérete-
-¡Te odiamos!- le gritaban al pobre de Naru, caminaba por un pequeño espacio que le habían dejado para llegar a la entrada, estaba desesperado por salir de ese lugar y ni siquiera tenía algunos de sus amigos para mostrar más fortaleza.
-Oye tu idiota, no te da pena, que tus amigos te defiendan y que tu no hagas nada… eres un verdadero gallina- lo había parado Suigetsu segundos antes de que saliera al jardín. – ¿Qué? Eres mudo imbécil- le dijo el peliblanco después de unos segundos, pero no recibió respuesta alguna, Naru trataba de pasar la puerta que ahora estaba totalmente bloqueada.
-Tú no vas a ningún lado, hasta que pagues-
-No hice nada malo- por fin logro articular el rubio.
-¿A no? Sasuke no piensa lo mismo, por eso mereces un castigo-
-Ya dije que lo sentía-
-Y tú crees que un lo siento es lo suficiente- Suigetsu comenzó a mirarlo fijamente y caminar hacia delante haciendo que Naru diera unos cuantos pasos hacia atrás, llevandolo a una trampa. Antes de decir cualquier cosa el ojimorado le dio un golpe en el estomago haciendo que este sacara un gemido de dolor y se llevara las manos a la zona afectada. Suigetsu se decepciono un poco que el rubio no estuviera en el piso quejándose de dolor.
-Naruto Uzumaki nunca debiste meterte con nuestro presidente- “ ¡¿Pero qué rayos?! Sasuke es un dios en esta escuela ¿o qué?” pensaba el ojiazul. Naru lo único que quería era salir de allí.
-Háganle chicos- grito el peliblanco mirando hacia arriba, el ojiazul por curiosidad también miro y para su sorpresa un chorro de pintura le impacto sobre la cara. Risas, risas y más risas se escuchaban en el pasillo. Sai y Juugo que se encontraban en el segundo piso después de lanzarle el pote de pintura prosiguieron con lanzarle las plumas, se fueron pegando al cuerpo de Naruto cubierto de pintura blanca.
Unos ojos azules miraban con desprecio a unos morados que sonreían con satisfacción.
-Aun no estás listo- saco de sus bolsillos un guante grande y rojo y se lo coloco en la cabeza –Listo ahora si-
-Gallina, gallina, gallina cok…cok…cok…cok- se burlaban todos muriéndose de la risa.
-Esto es lo que les pasa a las personas que se meten con el presidente- dijo el peliblanco, Naruto no pudo aguantar más y con los ojos llorosos salió corriendo tropezándose varias veces hasta llegar a la calle, lo único que se escuchaban eran las risas provenientes de la escuela.
-Idiota-
-Perdedor-
-Cobarde- le seguían gritando mientras corría.
-Deidara- llamo a su hermano desde el móvil.
-¿Qué pasa Naru?-
-Por favor ven por mí pronto, te necesito-
-Voy en seguida- Naruto cruzo la calle y se sentó en una banca a esperar a su hermano, nunca se había sentido de esa manera, tan humillado, derrotado había mostrado debilidad delante de esos idiotas, una lagrima bajo y de pronto sentía una inmensa rabia apoderarse de su cuerpo… Nadie lo había tratado de esa manera tan cruel, se quito el guante que apretaba su cabeza pero era imposible quitarse la pintura que chorreaba.
En la esquina de esa calle se encontraba dentro de una limosina blanca un azabache observando al rubio mientras tenía una sonrisa maliciosa en sus labios “Nunca debió encontrarse conmigo… Muy pronto te tendré a mis pies rogando perdón”
-vámonos a casa, Sebastián-
-Si joven Sasuke-
---------------------------
Toc…Toc…Toc tocaba la puerta un sexy azabache mayor en la casa de los Uzumakis. Una pelirrojita se limpiaba las manos de su mantel y abría la puerta.
-Buenos días Sra. Uzumaki-
-¡Itachi!- una gran alegría se asomo en kushina –Pasa, bienvenido-
-Muchas gracias, Sra. Uzumaki- el azabache paso y Kushina lo guio hasta la sala donde lo invito a sentarse.
-¿Quieres algo de tomar, cariño?-
-No se preocupe, Sra. Uzumaki-
-Por favor llámame Kushina- Itachi asintió con su cabeza –Y dime ¿Qué te trae por aquí?-
-Es que quería darle una sorpresa a Deidara dejándole un regalo pero necesito saber primero cuáles son sus gustos-
-Que lindo eres Itachi- Kushina le agarro las mejillas y comenzó a pellizcárselas.
-Kushina me duele por favor no haga eso-
-Disculpame Itachi… claro sube la segunda puerta a la derecha es su habitación-
-Gracias- el azabache subió las escaleras y abrió la puerta dicha, no podía creer que había resultado tan fácil entrar en la habitación del rubio, estaba decidido… las iba a pagar caro. Ese día cuando llego a su casa reviso su laptop busco, busco, busco y busco el documento del informe ya desesperado por qué no lo encontraba, le pregunto a su hermano, donde él le respondió que la había mandado a limpiar y resulto que la laptop del Uchiha mayor tenía demasiados virus y no pudieron respaldarle la información perdiendo así todos sus documentos. Luego se entero que Sasuke no había dado esa orden y que su Ototo se encargo de cerrarles el negocio porque sabía perfectamente que su Nii-san tenia documentos importantes en la laptop. “Eres hombre muerto Deidara”
Apenas entro en la habitación un olor a margaritas invadió sus fosas nasales, tuvo que admitir que quedo maravillado con lo que estaba viendo, muchos colores, esculturas, cuadros y mucha iluminación.
-Que lastima- dijo para sí, abajo se escucho el timbrado de un teléfono y una voz cantarina que contestaba. En el fondo del corazón de itachi sonreía cuando se encontraba a kushina ya que se sentía protegido, un calor humano que no se podía describir.
-Claro Mikoto, nos vemos allá- escucho que la pelirrojita subía los escalones, rápidamente se puso a observar las esculturas de tamaño real, tenía que admitir que Deidara era talentoso, si no porque estaba completamente inmóvil la escultura se crearía que es un humano.
-Itachi, voy a salir con tu madre así que estás en tu casa, cierra la puerta cuando te vayas-
-Si kushina-
-Itachi eres tan Kawaii- lo abrazo con todas sus fuerzas.
-Kushina, no… res…piro-
-Ah lo siento, bueno cuídate, saludos a Fugaku y a Sasuke- espero algunos minutos cuando escucho que la pelirrojita cerraba la puerta, rápidamente agarro su móvil y marco el numero de Pain.
-Diga-
-Todo listo, ven en seguida que tenemos poco tiempo-
-No conozco a ese tal Deidara pero lo que te hizo no tiene perdón de Dios, además de que me resulta divertida la idea de decorar habitaciones-
-Ven rápido- y tranco el teléfono “Nunca te metas con un Uchiha” en realidad era una pena lo que iba a sufrir la habitación de nuestro lindo uke pelilargo.
-Comienza el juego-
-------------------------------
-No puedo creerlo, es que los voy a denunciar, sobre todo a ese tal Sasuke, no sabe que está jugando con fuego- decía Deidara al entrar en la casa con su hermano mitad gallina, se percataron instantáneamente que la casa estaba sola.
-Gracias a Dios que no está nadie, tengo tiempo de ducharme-
-No saben con qué clase de personas se está metiendo ese mocoso engreído- Naruto comenzó a subir las escaleras para meterse al baño.
-En seguida vuelvo- dijo… pero nuestro Uke pelilargo seguían dándole vueltas al asunto, como pudieron hacerle eso a su hermanito menor, nadie se metía con el excepto el… en realidad los Uchihas habían llegado a sus vidas para joderla… Sasuke con naruto e Itachi con el… por cierto al rubio le parecía un poco extraño que no se lo cruzo en todo el día por la universidad ni siquiera en la hora del almuerzo ¿Por qué no habrá ido? Se preguntaba, era confuso para Deidara y desesperante a la vez ya que no sabía el por qué estaba preocupado por ese idiota engreído… Dio un gran suspiro, estaba feliz de que tuviera otro día de vida y que ese Uchiha no lo matara.
Comenzó a subir las escaleras para ir a su habitación a cambiarse pero suena su móvil.
-Diga-
-Hijo, voy a llegar tarde estoy con Mikoto y tu padre ira almorzar con tu padrino, hay lasaña en la lacena-
-Está bien Oka-san diviértete- estaba a punto de colgar cuando su madre lo interrumpió.
-Por cierto hijo casi se me olvida decirte que Itachi fue en la mañana para la casa- ¿Qué? Había escuchado bien ¿Itachi?
-¿Itachi?-
-Si Dei, entro a tu habitación porque quiere darte una sorpresa, pero no le digas que te conté… Ok sayonara- Dei aun mantenía el móvil pegado a su oreja ¿Itachi? ¿En su habitación? Qué rayos quería hacer en su habitación… Claro y su madre lo dejo entrar fácilmente porque piensan que se llevan tan bien ¿Si claro? Si supieran. Deidara quedo totalmente helado frente a la puerta de su habitación no se atrevía abrirla, recordó las palabras del azabache “No sabes con quien te metiste” un escalofrió recorrió toda su espalda.
Cuando por fin consiguió las fuerzas para girar la manilla y empujar la puerta quedo totalmente en estado de Shock.
-¡Aaaaaaaah!- Naruto fue al rescate de su hermano, salió al lugar donde había escuchado el chillido, cuando visualizo a su hermano parado totalmente inmóvil en la puerta de su habitación.
-¿Deidara que sucede?- pero apenas observo también entro en un estado de shock
-¡MALDITO SEAS ITACHI UCHIHA!- grito el pelilargo –No sabes con quien te has metido, jamás, jamás te metas con un Uzumaki porque no sales vivo- fueron sus palabras enfocándose en lo último de su habitación, unas palabras escritas con pintura negra “COMIENZA EL JUEGO”