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No pago mis cuentas con amor por mariangel chan

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Notas del capitulo:

Hola!!! Espero que esten de maravilla... FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO...

 

Bueno primero que nada quiero agradecer a todas las personas que leyeron mi historia.. quiero agradecer por todo este tiempo que estuvieron pacientes para su conclusion, por tenerme paciencia a la hora que tarde en publicar.. Quiero agradecero mucho por sus comentarios que siempre me alegraba el dia, me sacan carcajadas entre otras MUCHAS GRACIAS SON LOS MEJORES.

 

Espero que en el 2015 se cumplan todas sus metas y sueños que se propogan... FELIZ AÑO...

 

Quiero informar que me dare un descanso largo, ya que tengo una historia pendiente para publicar en Wattpad. Asi que "Los hijos de la ocuridad" se vendra publicando para los primeros de marzo. Es todo lo que tengo que decirle.

 

MUCHAS GRACIAS...

 

Y sin mas nada que decir les dejo con el ultimo capitulo...

Paz y Besos Marinagel off :)

  "Todas las luces se apagaron declarando el fin… El show había terminado…"

 

Mientras los supervisores trataban de calmar a la multitud enrojecida, dos jóvenes corrían por los pasajes de la universidad, uno prácticamente arrastrando al menor para que pudiera seguirle el paso. Cuando el mayor creyó que nadie estaba cerca se detuvo recuperando el aire faltante, Naruto lo observo confundido no tuvo ni el mas mínimo tiempo de pensar en lo que ocurrió en tan solo minutos atrás.

 

-¿Y qué respondes?- pregunto la estrella de rock, pego su espalda a una pared cercana para descansar el cuerpo.

 

-Creo que, el que debería saber la respuesta es mi novio- Tokya sonrió de lado, tomo a Naruto de la cintura y le planto un beso, inmediatamente el rubio se aparto tratando de golpear al castaño - ¡¿Qué te pasa?! TENGO NOVIO… ¡Y LO AMO!- le grito con rabia, iba a salir corriendo para buscar a Sasuke pero el joven no se lo permitió.

 

-Esas eran las únicas palabras que quería escuchar- susurro con ternura. El muchacho comenzó a sacarse sus prendas dejando exponer la sudadera de color azul que tenia debajo, se quito el piercing que solo servía para darle un toque rebelde a su imagen, se saco la peluca castaña y por ultimo y con mucho cuidado quito los lentes de contacto… Naruto fue formando una pequeña “o” con su boca.

 

-Sas…Sas-

 

-¿Y bien? ¿Te quieres casar con este Teme-engreído-amargado-Don Sangrón?- para darle un toque romántico a la situación hizo un puchero muy tierno. Naruto bufo.

 

-¿Crees que podría soportarte teme?-

 

-Si, como yo lo hago contigo dobe-

 

-Buen punto…-

 

-¿Entonces es un sí?- Naruto lo tomo por el cuello de la sudadera y lo beso para luego asentir con la cabeza. Sasuke lo abrazo emocionado evitando no perder su compostura de chico frio.

 

-Pero antes me tienes que contar como un ser, con tu personalidad llego hacer una de las más grandes estrellas de Japón en el mundo de la música- Sasuke levanto los hombros con inocencia.

 

                       -----------------------------------------

 

No sabía como había llegado a ese lugar, sus pies se movieron por voluntad propia, ahora se encontraba tocando la puerta de la mansión Uchiha…

 

Las dos semanas y media pasaron volando, cuando se dio cuenta los británicos lo llamaban para saber su respuesta a la propuesta. Sus maletas ya estaban  hechas; tomaría el primer vuelo a Paris, buscaría a Sasori, se despediría de su madre y luego se iría a Londres a comenzar una nueva etapa en su carrera. Pero aun no podía irse… no sin antes despedirse de el… de Itachi.

 

La puerta fue abierta por el mayordomo que en seguida ofreció que descansara en la sala. Fugaku apareció en la habitación dedicándole una sonrisa triste.

 

-Si buscas a Itachi, está en la biblioteca preparando su nuevo proyecto- comento, y con eso se retiro… Deidara se levanto apresuradamente y subió las escaleras para llegar a la misteriosa biblioteca subterránea. No hubo equivocación alguna, allí estaba itachi sentando al frente de un ordenador tecleando palabras como loco, apenas sintió que alguien mas estaba en el lugar paro su actividad, se levanto de la silla y vio aquellos ojos azules con un brillo intenso. No pudo disimular la gran alegría que sentía.

 

-Disculpa si interrumpo pero…-

 

-No te preocupes. Me alegra que estés aquí- hubo un momento de  silencio donde las miradas aprovecharon de estudiarse a fondo.

 

-Itachi vine a despedirme- el joven lo miro incrédulo –Acepte un trabajo en Londres- hubo más silencio.

 

-¿Cuándo te vas?- la voz de Itachi parecía quebrarse.

 

-Mañana en la mañana- “¿Qué? Tan pronto” pensó dolido. Ahora que Deidara lo perdono no podía dejarlo ir tan fácilmente. Se sentó en la mesa de una sección para pensar la información dicha –Itachi yo…-

 

-Iré contigo- soltó de pronto, Deidara abrió los ojos, su corazón gritaba… “Iré contigo… iré contigo… iré contigo” las palabras se repetían en su mente.

 

Eso era lo que más quería… Debía admitirlo… Amaba a Itachi y quería estar con él hasta donde la vida se lo permitiera ¿Habrá personas que se enamoren de su agresor? Se pregunto así mismo. Se imagino los miles escenarios con el Uchiha a su lado, y en todos era realmente feliz. Quería esa vida junto a él, lo deseaba, lo suplicaba, pero porque cuando aun le dolía hasta el alma estar de frente despidiéndose no podía cumplir sus deseos, por más que lo deseara. No quería ser egoísta… Si, seria egoísta al aceptar… Itachi tenía toda una vida en Japón, aun cuando sus padres estaba al borde del divorcio él seguía siendo un Uchiha y tenía la responsabilidad de administrar las empresas más adelante.

 

Pero no solo era eso… Debía recuperar su confianza al escribir, comenzar con grandes proyectos, volver hacer un escritor respetado… Ese era su sueño y no podía quitárselo.

 

-Podemos comenzar una vida juntos Deidara… puedo trabajar mientras tu…-

 

-No- el azabache lo miro con tristeza –Debes quedarte aquí y cumplir tu sueño…-

 

-Puedo cumplirlo en cualquier otra parte del mundo, pero necesito que estés conmigo- Itachi había decidido no presionarlo, pero en estas condiciones estaba apresurado… No quería que su rubio lo alejara –Por favor iré contigo y si no aceptas iré por mi cuenta… pero solo quiero estar cerca de ti- se levanto de la silla –Deidara yo… yo te amo y puedo darte todo el tiempo que quieras, puedo esperarte toda una eternidad… pero simplemente no te alejes de mi-

 

-Que irónico-bufo bajando la cabeza –Al principio me odiabas y ahora…- no pudo terminar ya que Itachi se acerco tanto a su rostro que podía sentir su respiración, aquellos ojos ónix lo miraban con ternura, una mano acaricio el cabello rubio que caía como cascada por los hombros del menor –Itachi- susurro –No hagas esto mas difícil por favor- suplico.

 

Pero en vez de besarlo, lo abrazo con todas sus fuerzas como si se tratara de un niño pequeño.

 

-Itachi te lo suplico… No me sigas- susurro contra el oído del mayor.

 

-No puedo hacer eso…-

 

-Si me amas… déjame ir- esas palabras afectaron al mayor, soltó al rubio y se le quedo mirando por mucho tiempo. Lo amaba mucho, pero debía admitir que él estaba siendo egoísta… Dejarlo ir… Dejarlo ir.

 

-Está bien…- su nostalgia era obvia -Pero promete que volverás- Deidara lo miro con tristeza no quería prometer eso, aun no tenía la certeza si volvería a Japón. Ahora podía marcharse y dejar todo en el pasado sin tener problema alguno, tenía por seguro que ese sentimiento no se iría con facilidad pero lo intentaría. Aunque por lo menos podía tirar todo a la basura unas horas, dejarse llevar y hacer un bonito recuerdo, luego todo volvería hacer normal…

 

Tomo a Itachi de las mejillas para besarlo ansioso. No se podría sacar cuentas del tiempo que duro el beso, sin embargo si se podía saber que ambos lo deseaban con desespero, un beso inolvidable… algo así como el primer beso de una persona, a excepción de que ellos no se conformaron con ese simple toque. Sus cuerpos fueron cayendo lentamente en el suelo al igual que sus prendas, mientras sus caricias aumentaban de nivel.

 

Cada beso esparcido por sus pieles era la muestra de todo el deseo que sentían, cada gemido con sus nombres era muestra de su pertenencia mutua, cada mirada era un mundo nuevo lleno de aventuras. Itachi esta vez haría las cosas bien, disfrutaría cada segundo. Tomo lo más sensible de su amado probándolo con su lengua, disfrutando del sabor y la textura… Era realmente feliz cada vez que su nombre salía de los labios de Deidara, le daba un poco de esperanza de que algún día seria completamente suyo.

 

Aferrarse de la cama para prepararse a lo desconocido y luego tocar las nubes con los dedos fue el resultado del lujurioso orgasmo. Se miraron, se besaron, se probaron… todo con suma elegancia… El suelo era el soporte, su pequeño testigo del acto humano. Un sonrojado francés trataba de contener los gemidos por vergüenza, sus pezones eran igual de sensibles…Itachi sabía muy bien donde tocar…

 

Hasta que no enrojecieron por lamerlos o chuparlos, itachi no siguió con lo demás pero sin antes dejar rastro de color morado por el cuello del menor. Preparando la entrada se lamio los dedos un par de veces, debía continuar con el resto. Observo a Deidara que tenía un pequeño camino de lágrimas secas por la intromisión.

 

-Deidara- susurro con un tono muy delicado -¿Quieres que siga?- el joven sonrió y asintió con la cabeza. El resto es historia vieja… Los movimientos eran lentos y profundos ambos respiraban con fuerza, Itachi se apoyaba de una mano mientras acariciaba las mejillas de su amor sin perder la danza horizontal… Entrar y salir… algo sin ninguna ciencia, pero con mucho significado para esos dos. La última gota de sudor cayo y ambos llegaron al clímax, ensuciando un poco, itachi cuidadoso se dio la vuelta para que Deidara descansara sobre su pecho.

 

-Te amo- los dedos del mayor se deslizaban por la piel canela para luego de unos minutos quedar profundamente dormidos.

 

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En la semana habían pasados sucesos inesperados para los hermanos Uzumaki que por una parte influyo en sus vidas. Era de mañana y el avión a Paris salía a las 8 de la mañana, el menor se encontraba despidiendo a su hermano mayor con palabras de aliento mientras el padre los miraba con tristeza. Recordó el día donde confeso todo su pasado… bueno no todo… aun no encontraba la manera de explicarles la condición, pero debía hacerlo rápido antes de que su hijo se fuera.

 

Deidara abrazo a Naruto, luego se acerco a su padre y lo miro por unas milésimas de segundo. El hermano mayor no culpaba a su padre de nada, más bien trataba de ponerse en su lugar y oraba para que su madre no tomare la decisión de divorciarse. Minato lo abrazo, una lagrima corrió por su mejilla, lo soltó e informo a sus hijos que tenía algo importante que decirles.

 

La explicación fue relativamente corta, pero la expresión de ambos hermanos era inigualable.

 

-¿Por qué no pensé en eso?- un soliloquio salió de los labios del menor –Si Oto-san mantenía esa situación era obvio que nosotros también- su mirada estaba perdida.

 

-Pero… Oto-san somos hombres-reclamo Naruto.

 

-Somos un caso especial de 1 en mil, Naruto-

 

-¿Por qué no nos dijiste antes?- Deidara se levanto, Minato agacho la cabeza apenado por su cobardía. Inmediatamente el cuerpo del hermano mayor se tenso recordando lo sucedido ayer por la tarde con Itachi “Mierda” pensó. –Que bueno es enterarse que eres un bicho raro… Se me hace tarde Oto-san los veré pronto- dio un último abrazo a su hermano.

 

Naruto se fue pensando todo el camino a la escuela en los síntomas que presento durante las semanas que pasaron “No era posible que el ¿O sí?” la mañana paso rápido y sin darse cuenta el rubio no presto atención a ninguna de las clases en que entro. Su cabeza daba vueltas.

 

-Dobe ¿Qué ocurre? Te veo distraído…- Sasuke llevaba toda la mañana observando su comportamiento desinteresado.

 

-Etto… no, no es nada- continuaron caminando hacia el jardín delantero de la escuela.

 

-Naruto he pensado que debemos hablar con nuestros padres- lo tomo de la mano –Quiero que nos casemos lo más pronto posible- el chico asintió. Apenas las clases terminaron fue corriendo a una farmacia cercana, saldría de dudas lo más rápido. Llego a su casa, para su  suerte el padre no llegaba hasta tarde.

 

Llevaba 15 minutos encerrado en el baño, había hecho todo lo que se explicaba en la caja de la prueba de embarazo, ahora solo tenía que esperar unos minutos. Durante ese tiempo pensó en tantas cosas que su cabeza ya le dolía ¿Y si estaba embarazado? ¿Cómo reaccionaría Sasuke? ¿Cómo reaccionaría su padre? Su corazón latía con velocidad a la par con los nervios… Solo tenía 16 años casi cumplía los 17… pero pensó, que de igual manera si lo estaba, ese bebe nunca le faltaría nada, lo iba a querer como a su vida…

 

En ese momento sonó su teléfono, observo que era su novio y le contesto.

 

-Naruto ¿En serio estas bien? Te fuiste sin despedirte- se escucho una voz muy preocupada, el rubio tomo la prueba que descansaba en el lavamanos, donde claramente se visualizan las dos rayitas rojas…Positivo…

 

-Sasuke… puedes venir cuanto antes a mi casa, necesito hablarte de algo- colgó la llamada.

 

                            ------------------------------

 

-Minato tienes que aceptar que nuestros hijos menores son pareja- fugaku hablaba sentado tranquilamente en su oficina –Porque intervenir… Déjalos ser felices, son jóvenes-

 

-Es que tú no entiendes fugaku…-

 

-Por favor, deja de vivir en el pasado… No quiere decir que a ellos les ocurrirá lo mismo- En ese mismo minuto, una chica de cabellos rojos entro a la habitación informando que el joven Uchiha estaba esperando afuera. Fugaku sorprendido por la visita lo hiso pasar.

 

Sasuke apareció por la puerta con un rubio muy nervioso tomado de la mano. El presidente los invito a sentarse ofreciendo algo para beber que ellos rechazaron. Sasuke se mantuvo firme todo el tiempo mientras el Uzumaki tenía su cabeza gacha con un sonrojo disimulado. Tratando de esquivar detalles, hablaron sobre su casamiento.

 

-¡Pero son muy jóvenes!- exclamo Minato.

 

-Oto-san estoy embarazado- el mayor de los uzumaki se perdió entre la realidad repitiéndose una y otra vez las palabras “Esta pasando de nuevo… está pasando de nuevo” quiso golpear a su hijo pero… ¿Por qué debería hacerlo? Naruto no sabía su condición si no hasta esta mañana… ¿Por qué la vida es así? Porque así tienen que pasar las cosas.

 

Miro a su hijo recordando a su antiguo yo, si aceptaba la situación, todo terminaría como aquel entonces… Fugaku se acerco y deposito su mano en su hombro.

 

-No compares el pasado… -se quedaron mirando –Sabes cuál es la diferencia, que ellos tendrá todo el apoyo de nosotros- le sonrió.

 

-Minato-sama yo amo a Naruto mas que a mi vida, prometo protegerlo y respetarlo- se levanto decidido Sasuke estrechando su mano hacia el rubio mayor de la cual este rechazo.

 

-Oto-san…- Naruto se levanto temeroso, eso quería decir que su padre no lo aceptaría por más que hablaran con él.

 

-No se diga más… Tienen que casarse por civil lo más pronto posible- tomo al joven Uchiha por la espalda abrazándolo  -Cuídalo mucho por favor- susurro en su oído, la cual este asintió alegre.

 

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 Y más o menos así paso el tiempo. Deidara hace dos meses que se encontraba en Londres comenzando un gran proyecto, durante este tiempo se realizo una prueba de embarazo la cual salió negativa para su alivio. Mientras tanto la pancita de nuestro pequeño Naruto crecía, le daba un aspecto adorable combinado a la paternidad. Por falta de tiempo decidieron aplazar la boda después del nacimiento del bebe pero no evito que los jóvenes compraran un apartamento y se mudaran buscando un poco de privacidad.

 

Sasuke por ser un padre primerizo era completamente atento, cualquier malestar que presentara su pareja allí estaba para darle una solución, cada antojo lo cumplía, cada cambio de humor lo toleraba… Le sacaba una sonrisa al observar todas la mañanas al rubio pararse junto al espejo y quejarse de lo gordo que se veía… En la noches discutían cual sería el nombre de la criatura hasta caer bajo los efectos del sueño. Por la condición de Naruto, no podía asistir mas a la escuela pero el Uchiha se encargo de conseguirle profesores privados. El grupo de los fumados visitaban constantemente  a su amigo deseándole lo mejor para su vida.

 

-Sasuke ¿Cómo está Itachi?- pregunto una tarde que compartían un delicioso bocadillo. Tenía la costumbre de pasear las yemas de sus dedos por su ombligo.

 

-Volvió a la editorial está haciendo las cosas despacio… Muy poco lo veo pasa mucho tiempo encerrado en la biblioteca- Ambos sabían que desde la partida de Deidara el no había vuelto hacer el mismo.

 

-Por cierto Sasuke ¿Qué paso con Tokya Saga?-

 

-Decidió retirarse del mundo del espectáculo por problemas personales- dijo sin ningún interés metiéndose un bocadillo de chocolate a la boca.

 

-Pero… ¿Por qué? El es un ídolo juvenil muy famoso-

 

-La fama es muy difícil de sobrellevar, y no quería que la persona que mas amaba fuera un juguete para los medios de comunicación- Naruto sonrió abrazando a su novio y padre de su hijo. Las semanas iban pasando de una forma lenta para que ambos pudiera aprovechar al máximo el vínculo que formaba el embarazo, las consultas médicas se volvieron parte de la rutina, por ser hombre debía tener más chequeos que una mujer embarazada. Sasuke siempre observaba entusiasmado la pantalla que presentaba al feto en gestación.

 

A pesar de ser tan jóvenes, la pareja se llevaba muy bien. Se consideraban con la suficiente madurez para salir adelante, además de presentar el gran apoyo de sus padres, madres y hermanos en cualquier sitio donde estuvieran… Naruto paseaba por la sala del departamento cantando una melodía de cuna para el bebe que daba sus primeras patadas intentando calmarlo un poco, buscaba algo en el refrigerador, veía un programa educativo en la televisión, se duchaba y esperaba a que su profesor llegara, así consistían sus días.

 

Una noche, sasuke salía de la ducha luego de un día agotador con la escuela y la empresa, su padre lo necesitaba mucho en estos días para modelar en los nuevos anuncios publicitarios. Su cabello pegado a la frente, una toalla aferrada a su cintura y otra en la mano se acercaban a la cocina para tomar un poco de agua siendo sorprendido por unos brazos canelas que lo rodearon.

 

-Necesito que me den mimos- hiso un puchero el menor. Sasuke se arrodillo quedando a la altura del vientre de su pareja donde deposito un beso y dejo grabadas un par de palabras.  Mañana el pequeño cumpliría 4 meses y medio, tiempo súper importantísimo para saber el sexo.

 

-Qué tal si mañana luego del ultrasonido, vamos a comprar ropita para el bebe- sonrió, un suave roce en los labios erizo la piel del menor que asintió como pudo. Mañana seria sábado un día perfecto para pasarlo en pareja. Sin embargo Naruto estaba un poco inquieto desde que entraron a la habitación para dormir, un poco temeroso atrajo al mayor para que lo besara con profundidad.

 

El ritual comenzó: los besos mojados, los caminos de saliva por el cuerpo, los gemidos pequeños. Siempre con el máximo cuidado de no lastimar al bebe, obviamente que por miedo Sasuke no llegaría tan lejos que solo unos cortos minutos de placer. Termino con un beso en la frente y unas buenas noches. Naruto quedo perdido en la realidad en un momento le dieron mucha ganas de llorar y salir corriendo… ¿Fue rechazado?...

 

-Sasuke ¿Ya no te gusto?- susurro más para sí, pero su novio que aun no conciliaba el sueño escucho claramente, se volteo y lo miro fijamente.

 

-¿Que te hace pensar eso dobe?- coloco unas de sus manos en los cabellos rubios, observo como el menor bajaba la cabeza avergonzado, dedujo su inquietud –Eres un tonto… Tú me encantas, te deseo a muerte cada segundo fantaseo contigo… pero es solo que no quiero lastimar al bebe-

 

-No lo harás, lo prometo- dijo en un tono desesperado, su novio sonrió. Con delicadeza lo tomo de las caderas para deshacerse del pantalón pijama, hizo que el rubio se apoyara de un lado de su cuerpo para facilitar el acto sexual. No si antes repartir besos profundos por su piel, saborear el sudor, deleitarse con el orgasmo y escuchar un sinfín de sonidos eróticos.

 

Un rostro sonrojado y caliente por la lujuria pedía a gritos ser penetrado, la habitación se veía pequeña con esos cuerpos arriba de la cama. Sasuke debía admitir que hacerlo con su prometido embarazado era realmente excitante, jugaba con su entrada para hacerlo enojar pero luego de unos minutos de suplica, se enterró completamente en el comenzado las embestidas de una manera rápida y profunda.

 

Los gemidos no tardaron hacerse notar, era inevitable no gemir cuando sentías como alguien entraba y salía golpeando de una manera exquisita tu próstata o como no jadear cuando sentías la presión de un par de paredes calientes cerrarse poco a poco. Sasuke sostenía ambas piernas de Naruto flexionadas mientras trataba de retrasar un poco mas su orgasmo, Naruto se aferraba a una almohada de un lado tratando de soportar todo el placer…

 

Unos segundo más y el cuerpo de Sasuke cayó a un lado de la cama sonriéndole y besándole la pancita a Naru…

 

-Te amo- le susurro.

 

                              --------------------------

 

-¿Hijo como te sientes?- pregunto Minato… Seis meses tenia de embarazo Naru y sus antojos habían crecido de sobremanera.

 

-Bien Oto-san… Sasuke es muy atento- dijo chupando sus dedos llenos de chocolate.

 

-¿Qué nombre decidieron ponerle a la bebe?-

 

-Elizabeth- Unos minutos pasaron cuando Minato informo que se iría a Paris por una semana, agarraría el último vuelo de esa noche -¿Iras a buscar a Oka-san?- asintió.

 

En otra parte de Japón específicamente en un parque para niños, se encontraba sentado en una de las bancas mas retiradas, un Uchiha de rasgos mayores que lloraba por ser invadido por los recuerdos que le traía ese dulce e inocente lugar. Observo la luna plateada que brillaba en una esquina otorgándole una risa misteriosa.

 

Estaba muy triste había perdido todo… bueno no todo… pero había perdido algo muy importante en su vida, a la persona que amaba… Se podía decir que era oficialmente un hombre divorciado. Mikoto, Mikoto, recordaba su nombre, su rostro, su cuerpo ¡TODO! Cada segundo ¿Por qué la dejo ir? Sus lágrimas seguían cayendo, necesitaba desahogarse como a un niño pequeño.

 

-Disculpa ¿Puedo sentarme?- Una dulce voz sonó detrás del. Los faros de la noche claramente enfocaban a la persona que le hablaba, una hermosa mujer de cabellos negros…MIkoto… Recordó que esas palabras fueron las misma hace 22 años atrás cuando la conoció.

 

-Claro- siguió con el dialogo, la mujer dio la vuelta sentándose en la esquina para después sacar su libro favorito y comenzar a leer. Fugaku solo la observo como hace 22 años atrás.

 

-Sabias que el protagonista de este libro ha pasado por tantas cosas en su vida. Pero una cosa admirable es que no se rinde y sigue luchando por lo que quiere- imito a la joven de hace años.

 

-Entonces deberían felicitar al escritor por su historia… Muchos deberían copiar su ejemplo- Del resto todo fue como si volvieran al pasado, ya no eran señores de 40 años si no de 20, completamente inexperto e inmaduros en la vida. La joven de cabellos negros lisos, labios rojos, falda blanca, suéter verde y unos zapatos de tacón abrazaba con mucha ternura al chico de cabellos negros, playera blanca con manchas de sangre, pantalón negro y oloroso a cigarro.

 

-No dejes que la vida te opaque…- le susurro con dulzura –No sé porque lloras pero déjame decirte que mejores cosas vendrá- Fugaku quedo idiotizado por la actitud de la chica sin poder creérsela.

 

-Quería comenzar desde cero, quería conocerte de nuevo, que me cuentes tu pasado- Dijo Mikoto, fugaku la tomo de la mano llorando –Te amo chico amargado-

 

-Mikoto- la abrazo –Nunca te  vuelvas alejar de mí-

 

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Entonces podríamos decir que todo estaba muy bien, Fugaku y Mikoto se volvieron a casar, Kushina luego de una encantadora semana con su esposo volvió a Japón, Deidara vivía con Sasori en un apartamento estudiando de mañana y trabajando de tarde, Itachi hiso que le devolvieran el trabajo a Kabuto y con mucho esfuerzo se gano una columna semanal en un periódico pequeño de la cuidad…

 

Sasuke y Naruto Vivian felices en su apartamento, esperando la llegada de su pequeña Elizabeth, esa tarde el Uchiha decidió limpiar el cuarto preparado para la bebe además de retocar algunos detalles… iba hacer un excelente padre a los 17 años de eso estaba muy seguro… Luego se casaría con su Naruto, se graduarían y estarían para toda la vida o hasta que la muerte los separara. Cantaba muy alegre cuando de repente escucho un quejido fuerte proveniente de la cocina.

 

-¡Naruto!-

 

-Sassss…- Naruto hacia respiraciones muy fuertes como le había enseñado su querida suegra Mikoto –Creo que ya es la hora- Sasuke abrió los ojos como plato y se quedo clavado en ese lugar sin hacer nada – ¡Maldito teme! ¿Me llevaras al hospital? ¡¿O yo tendré que manejar?!- Sasuke corrió por las llaves, se engancho al hombro una pañalera y ayudo a Naruto a vestirse. Con mucho cuidado bajaron por el elevador y a toda velocidad y sin licencia llego al hospital. Su padre le había regalado ese auto con el fin de ser útil en esta emergencia, pero luego de eso no podía utilizarlo porque no era mayor de edad.

 

Rápidamente las enfermeras se llevaron a Naruto en una silla de ruedas, el doctor que seguía su embarazo se metió en seguida al quirófano. Sasuke rápidamente llamo a todo el mundo para avisar y con muchas suplicas lo dejaron entrar al quirófano para ver el nacimiento de su hija… Aun así, si era un cesárea quería ver el nacimiento de su hija… Encendió una cámara que llevaba y comenzó a grabar las maldiciones que lanzaba Naruto hacia su persona por el dolor que estaba pasando.

 

-¡Por favor! Ya cállenlo- suplico, de inmediato la amnesia comenzó hacer efecto y el rubio cayo dormido –Gracias a Dios-

 

-Señor por favor tiene que retirarse-

 

-¡No! Este es un país libre y yo me quedare hasta ver a mi hermosa niña-

 

-Señor pero ¿Cree aguantar?-

 

-Por favor doctor yo soy un hombre-

 

           ::::::::::::::::::15 minutos después::::::::::::::::

 

-Felicitaciones señor es una hermosa niña.... eeeh? por favor ayúdenlo a levantarse- señalaba a sasuke que yacía desmayado en el suelo.

 

Luego de 30 minutos Naruto descansaba en una habitación observando a una hermosa niña de cabellos negros y ojos azules. Acariciaba su redondita cara rosada, sus familiares entraron para ver a la recién llegada.

 

-Que hermosa es, hijo- chillo kushina.

 

-¡Seré la primera en cargarla!-grito Mikoto tomando a la bebe.

 

-¡Y aquí llego por quien lloraban nenas!-  grito un chico castaño.

 

-¡Kiba! ¿Qué haces aquí?- Pregunto contento Naruto.

 

-Esta historia no podía acabarse si yo aparecer una última vez ¡SOY POPULAR NARUTO ACEPTALO!-

 

-¿Qué fumaste esta vez kiba?- el castaño se carcajeo y se rasco la nuca nervioso.

 

-Estoy bromeando, vine a ver a mi pequeña ahijada- después de unos segundos apareció Sasuke con cara de perdido se había despertado en una habitación solo y pensó que estaba muerto, vio a la hermosa bebe dormir en el regazo de su madre, se acerco a Naruto besándolo.

 

-Gracias por esta hermosa hija- y cayó nuevamente desmayado, los presentes se asustaron acercándose a él para ayudarlo.

 

-¡Kiba busca una enfermera!- grito kushina, el castaño salió a la sala encontrándose en el paraíso de la enfermeras sexys, siguiendo a todas las japonesas posibles.

 

-¿Francesas? La japonesas también tienen lo suyo… ¡Oye mami!- le grito a una joven.

 

                                  ------------------------

 

                          ::::::::::::5 años después::::::::::::

 

-Sasuke apúrate, llegaremos tarde- levantaba a un Sasuke de 22 años que dormía plácidamente a un lado de la cama.

 

-5 minutos más cariño, ven, acompáñame necesito mimos- hiso un puchero, Naruto cansado se fue de la habitación vistiendo a la pequeña Elizabeth.

 

-Eli, hoy conocerás a tu tio Deidara-

 

-Si papi- sonreí, era una niña muy tierna con mejillas rosadas, con tan solo 5 años era un prodigio de la música. Su padre Minato decidido recoger a Deidara al aeropuerto para reunirse en la mansión Uchiha y darle la bienvenida.

 

Deidara Uzumaki graduado con honores de la facultad de medicina y famoso artista de todo Europa volvía luego de 5 años a Japón. Todo este tiempo estuvo realmente ocupado con sus estudios razón por la que nunca pudo volver, pero ahora que era considerado un superior en la academia podía comenzar a desarrollar su carrera como doctor.

 

-¡Pero si aquí está mi pareja favorita del yaoi!- Grito Mikoto corriendo al encuentro de su hijo y su nuero –Y mi hermosa nieta-

 

-¡Oba-chan!- grito la Elizabeth.

 

-Oka-san ¿Dónde está Itachi?- pregunto Sasuke. La mujer informo que su hijo mayor salio de urgencia para la editorial ya que la publicación de su nuevo libro tuvo unos inconvenientes.

 

Luego de 5 años de esfuerzo, itachi logro volver a la cima en el mundo de la literatura. Considerador el mejor crítico y escritor de todo Japón, con la única diferencia que esta vez era conocido como “Itachi Uchiha”

 

Ayudaron a preparar la mesa del comedor para la gran celebración y bienvenida del Uzumaki mayor. No tardo mucho cuando los Uzumaki cruzaron la puerta con grandes sonrisas en su rostro. Un Deidara de 26 años se hiso presente en la sala, estaba más apuesto pero sin cambiar su apariencia dulce. Apenas vio la niña la alzo entre sus brazos.

 

Y con esto podemos llegar al final de la historia, con ambas familias almorzando, compartiendo y charlando sobre los días que se conocieron, reían por sus bromas y celebraban sus logros, pero antes de que el talón se cierre, un Uchiha que faltaba discutía consigo mismo, si entraba o no al comedor. Estaba realmente nervioso había pasado ya tanto desde que no veía a Deidara o mantenía contacto, y no sabía si el rubio aun tenia los mismo sentimientos por él, pero aun así estaba en la entrada del comedor con un ramo de flores .

 

Observo como los presentes estaban realmente felices… un poco triste se dio la vuelta… No quería dañar el ambiente… dejo el ramo de flores a un lado, pero antes de que bajara a la biblioteca una mano canela lo detuvo.

 

-Me alegra verte Itachi- su corazón se acelero, aun su nombre se escuchaba hermoso de sus labios.

 

-Deidara- el joven lo abrazo con todas sus fuerzas. Ambos mayores habían pasado una gran tortura lejos de uno. Aunque Deidara trato de mantener otras relaciones amorosas con hombres, nunca pudo olvidar a Itachi, nunca pudo dejar de amarlo, su cuerpo siempre lo reclamaba como su dueño. Así que unas de las razones de su regreso fue para darse al fin una oportunidad con el Uchiha. –Gracias por cumplir tu promesa- susurro Itachi.

 

-Ya no te debo nada- respondió… Lo guio a la silla del comedor donde lo recibieron con gran alegría y gozo por su publicación… Ambas familias nunca se imaginaron estar más cerca. Era increíble como del odio al amor,  hay un solo paso y con esta historia tan simple nunca se había hecho realidad tanto el conocido dicho.

 

No pago mis cuentas con amor.

                                            FIN


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