El adiós
-tranquilo, amor. Solo fue un disparo…-
-Jaja!- todos voltearon a ver de quien era aquella risa que parecía de desquiciado. Cuando giraron su vista vieron a Oswaldo Valentine con una pistola apuntando hacia el cielo.-Vaya, vaya quién lo diría, mi Rachel y mi hijo Ciel reunidos junto a los Michaelis.-
-Oswaldo, déjanos!-gritó Rachel desesperada, esperando que los dejará ir.
-Jaja, me das ternura Rachel ¿Enserio creías que te dejaría ir? No cariño. Ahora párate!- todos obedecieron y Ciel comenzó a retroceder, pero sintió algo frío en su sien.
-Ciel!- Sebastian miró a su prometido el cual estaba siendo apuntado con un arma, quiso acercarse pero Oswaldo lo detuvo.
-Yo que tú, no haría eso- el hombre que sujetaba a Ciel cargo el arma
-Oswaldo! Déjalo ir es tu hijo!- gritó Rachel desesperada al ver a su pequeño hijo siendo amenazado.
-Hey tu! Dejalo ir- lo soltó y Ciel cayó.
-Ciel!- Sebastian lo agarró antes de caer completamente. Pero Ciel, no podía controlar su respiración.
-Rachel no creas que por qué deje a Ciel te librarás de mí- le apuntó con la pistola
-NO!- dio un grito Ciel- NO LA MATES POR FAVOR!!- decía con lágrimas en los ojos
-mmm piensas que dejaré a tu madre en paz? Esta completamente loco! MATARÉ A ESTA ZORRA DESGRACIADA!- empezaron a escuchar las alarma de los policías- TSK, no se libraran, la próxima los mataré a ambos.- Oswaldo salió junto con aquel sujeto y Ciel comenzó a jadear mucho y cayó al suelo
-Ciel!- Sebastian estaba preocupado, Ciel no respiraba bien. Por toda la conmoción tenía un nuevo ataque de asma.- Denme su inhalador por favor!- Alice traía su inhalador lo malo es que no estaba lleno.-Mierda!- cargó a Ciel y lo llevó a su carro, condujo como loco hasta llegar al hospital.
En el trayecto Ciel comenzó a empeorar y Sebastian le carcomía el alma el saber que estaba sufriendo. Llegó al hospital y cargaba a Ciel. Rápidamente los médicos lo pusieron en una camilla y se lo llevaron.
Todos llegaron a los pocos minutos y Sebastian parecía león enjaulado, se agarraba su cabellera negra y tenía los ojos rojos por haber llorado de impotencia.
-Sebastian- llego su padre y Sebastian lo abrazó, comenzó a llorar pensando en su pequeño azulino.
-Familiares de Ciel Phantomhive- llamó el doctor.
-Si? Soy su prometido ¿Cómo está?
-Pues el ataque que sufrió fue muy grave apenas si pudimos estabilizarlo…- dio una pausa para continuar- desgraciadamente cayó en coma y pues…. Pueden pasar a despedirse de él. Lo lamento.-
Se fue y todos comenzaron a llorar. Pasaron primero sus padres, después sus amigos y al final Alois. Cuando vio a Alois salir supo que ya era la hora. Alois se le acercó y lo abrazó, lloraron por uno instantes para después entrar y ver a su prometido en la cama.
Cuando el llanto recorre tus frías mejillas
Y se te ha acabado el tiempo
Buscas la luz entre toda la oscuridad
Pero ésta se ha alejado
-Hola Ciel- cerró la puerta y se acercó a su pequeño azulino, se sentó al borde de la camilla y tomó su mano.
Una voz canta a lo lejos
Y el color escarlata mancha
Una melodía eterna de anhelo
Que es difícil de olvidar
-Jeje, no…no sé qué decir…no creo que te vaya a perder- decía con pequeñas lágrimas en sus ojos mientras tomaba fuertemente su mano
En el silencio de éste cielo brillará
Aquel jardín de ensueño
Y algún día el camino crearás
Para llegar a mi lado
-Ciel por favor… No te vayas sin ti mi vida es un martirio. No te alejes de mi lado. Por favor no, Por favor-
La oscuridad de la noche te guardará
Y la luna te arrullará
Tus ojos no derramarán más lágrimas
Y pronto te dormirás
-Te estas poniendo frío amor… Vamos… dijimos que iniciaríamos una nueva vida…. Una nueva vida junto como esposos y formaríamos una familia… Por favor no te apartes de mí lado lucha por favor- las lágrimas ya no podía ser retenidas. Lloraba a mares y comenzó a escuchar como aquella máquina que marcaba su pulso iba más rápido- Ciel?
-Vamos sáquenlo de aquí!- dijo entrando el Médico con otras enfermeras y enfermeros.
-Qué? No! No! POR FAVOR NO ME ALEJEN DE ÉL!- decía mientras era arrastrado por unos enfermeros
-Carguen a 260!- se escuchó como Ciel se estremecía por los choques eléctricos-Aumenten a 300!- se volvió a escuchar-Hora de muerte… 4:50 am
Te marcharás
Y no volverás, ya nunca más nos encontraremos
La noche enturbia mi corazón
Y me hace amarte con locura
-NO!!!- se arrodilló y comenzó a golpear el piso por la impotencia de no poder haber salvado a Ciel-Ciel!! NO!!!!!
En el silencio de éste cielo brillará
Aquel al que llamas hogar
Y a través de la oscuridad, la luna
Te mostrará el camino
Para empezar de nuevo...
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-En serio esta bien esto?
-SI
-pero y que pasa si lo descubren-
-No pasara nada, bien vámonos ya no hay nada que hacer aquí
Tres años después –Epilogo-
Sebastian Michaelis, dueño de la corporación Funtom a la corta edad de 24 años. Es el soltero mas codiciado de toda Inglaterra, comprometido con la hija de un magnate Emma Clarckson.
Lo que no sabían era que ante las cámaras parecía feliz con su vida pero por dentro moría, estaba vacío por la pérdida de aquel pequeño azulino.
-Buenos días- dijo saludando a su amigo Claude el cual era el vicepresidente de la empresa
-Hola Sebastian-
-Sebas!- gritó la voz chillona de Emma, joven de 23 años cabello castaño y ojos verdes. Se sentó en las piernas de su prometido y lo beso. Era un beso sin amor, sin ningún pensamiento.- oye esta noche es la fiesta de Daisy vamos si?
-No puedo- la apartó y se dirigió a la puerta de su oficina.-
-Eh? Vamos sí?
-No Emma!
-Vamos y punto!- hizo un berrinche
-No Emma dije que no!
-Por favor no me digas que no quieres ir por el muerto ese!- estuvo mal el haber dicho eso, podía decir lo que quisiera de él pero con Ciel nadie se metía. Cegado por la ira le temo de las muñecas y la zarandeo
-No te atrevas a halar de Ciel nunca más y menos si es algo ofensivo! NO LLEGARAS A SER NADIE COMO CIEL, SOLO ERES UNA MALCRIADA!- la soltó y salió corriendo.- Realmente se cumplen 3 años no es así Ciel?- dijo mirando al cielo.- Siempre juntos no es así?