Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I wanna Love You [KyuMin] por Niiummy Sarang

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Encuéntrame en las redes sociales, twitter e Instagram como @niiummysarang, Dale like a mi página de Facebook, este es mi canal de Youtube, y sigue mi nuevo blog!

Notas del capitulo:

Hola! Bueno, hoy he venido humildemente a traerles un One Shot KyuMin, el cual es una recopilación de dos fragmentos de otro de mis Fanfics llamado “Me enamoré de mi hermano el pervertido” en el cual la KyuMin hace cierta aparición :D (Bien pueden pasar a leerlo si gustan ^^)

Hice lo que pude, espero que les guste mi Lemon y en sí, la historia.

Canciones:

SNSD Taeyeon –And One

Super Junior (Eunhyuk & Donghae) I wanna love you.

I wanna Love You

Kyuhyun’s P.O.V

El timbre que indicaba el cambio de clases sonó y debíamos ir a la sala de sistemas, así que mis amigos y yo caminábamos por los pasillos de la prepa cuando repentinamente mi nombre resonó a través de los parlantes de información ubicados por todo el lugar.

Se solicita al estudiante Cho Kyuhyun de la clase 2B del último año en enfermería; favor presentarse inmediatamente. Repito: Se solicita al estudiante Cho Kyuhyun de la clase 2B en enfermería; favor presentarse inmediatamente

Mis amigos se miraron entre sí y luego me miraron expectantes.

–¿Me necesitan a mí? –Repetí extrañado – ¿Por qué…?

Todos se encogieron de hombros.

–Parece algo importante –Me dijo Changmin, posando una mano en mi hombro –será mejor que te apresures.

–Te estaremos esperando en la cafetería a la hora del almuerzo –me dijo Jaejoong. Asentí con la cabeza. –Te veremos luego, hyung.

Suspiré largamente y me encaminé a la enfermería sin decir palabra, ¿Qué sería esta vez? ¿Qué había hecho mal? No, esperen, si hubiese hecho algo mal se supone que me llamarían a la coordinación o a la oficina del director, ¿no es así? Más extraño aun era que me llamaban a la enfermería, ¡¿Para qué carajos me querían en la enfermería?!

Debí perderme demasiado en mis pensamientos porque cuando menos pensé me hallaba frente a la puerta blanca del salón de enfermería. Toqué un par de veces la puerta y esperé nerviosamente a que me abrieran. Una chica delgada de cabello largo y castaño claro fue quien me abrió.

–Bu-buenas – ¡Demonios! No sé por qué balbuceé, la chica tenía un aura extraña, algo en ella era diferente –soy Cho Kyuhyun –intenté calmarme.

–Oh –se hizo a un lado –pasa. –Sonrió mientras yo ingresaba a la enfermería –te estábamos esperando.

–¿Estábamos…? –Repetí.

Fue entonces cuando me percaté de que sentado en la camilla del lugar había un chico rubio de rasgos delicados, el cabello le llegaba casi hasta los hombros, tenía flecos y labios rosados. No lo podía creer, ¿Qué hacía él ahí?

 

¿Me recuerdas a mí, quien fácilmente se asustaba

Fácilmente lloraba, fácilmente se lastimaba?

Sigo siendo así, sigo siendo igual,

Me pregunto cómo estarás cuando me veas así

 

 

–Sungmin… –Me acerqué a él.

–¡Hyung! –Exclamó en cuanto me vio.

– ¿Qué sucedió? –Miré su rodilla y su antebrazo en donde tenía unas gazas y venditas.

–Me caí.

–¿Te caíste? –Repetí – ¿Cómo?

–Bueno –bajó la mirada, como avergonzado –es que quise pasar a saludarte e ingresé solo a esta preparatoria –se frotó el brazo –pero me perdí recorriendo el campus y me caí.

Fruncí el ceño, aun no podía creer lo que ese mocoso había hecho.

–Los golpes que sufrió no son de gravedad pero su rodilla y su antebrazo estaban sangrando –comentó la enfermera –por eso lo trajeron aquí, ya que además se torció el tobillo.

–Ya veo… –Dije sin despegarle la mirada al mocoso frente a mí.

–Lamento causarte problemas, hyung –se disculpó –les pedí que no te llamaran pero fue inútil, dijeron que como eras la razón por la que estaba aquí, debía verte.

–Además no podría salir solo de aquí por su propia cuenta –dijo la enfermera –no en esas condiciones, podría caerse otra vez, apenas y puede caminar…

–Ya le dije que eso no pasaría, señorita –se quejó Sungmin, reprochando con la mirada a la enfermera. –Estoy bien.

–Y yo ya te dije que no me hablaras con formalidades, ¡no soy tan vieja y me pone nerviosa que no me llamen por mi nombre!

–De acuerdo, de acuerdo –Min sonrió –ya me quedó claro que tienes 20 años.

Miré a la enfermera, con razón se veía tan joven, apenas era 2 años mayor que yo.

–Como sea –Sungmin se puso de pie con cierta dificultad, por lo que no dudé en extenderle mi brazo para que se apoyara en mí, se veía que le dolía el pie al caminar –ya nos podemos ir, ¿verdad?

–Oh, sí –la chica sonrió –solo firma aquí –le extendió una planilla y un bolígrafo con una pluma blanca en la parte superior que hacía las veces de adorno. Sungmin firmó en el lugar indicado –bien, ya está –declaró –ten cuidado y no te lastimes.

–Descuide, señori… –La chica carraspeó nada disimuladamente, y Sungmin entendió el mensaje –quiero decir, descuida, Niiummy.

–¿Niiummy? –Repetí.

–Oh, sí –la chica me sonrió –mi nombre es Niiummy.

–Ya veo –asentí con la cabeza –un gusto conocerla –extendí mi mano –gracias por todo.

–Sólo hago mi trabajo –estrechó mi mano –el gusto es mío.

–Bien –miré a Sungmin en cuanto apartamos nuestras manos –vamos.

Sungmin y yo salimos de la enfermería caminando lentamente mientras él se apoyaba en mí y nos sentamos en una de las bancas ubicadas en el campus de la preparatoria.

–No puedo creer que hayas venido desde Gyeonggi tú solo.

–¡Qué! –Hizo un puchero –quería visitarte…

–¿Viniste solo para visitarme? –Exclamé incrédulo.

Asintió con la cabeza.

–De verdad lo lamento, sigo siendo muy torpe –se disculpó –en verdad no quiero causarte más problemas, puedes regresar a tus clases si lo deseas.

–¿Y dejarte aquí solo? ¡¿Por quién me tomas?! ¡Por supuesto que no!

–De… de acuerdo –bajó la mirada –lo lamento.

 

Incluso si fácilmente te vas

Si fácilmente te alejas de mí

Sé que no te olvidaré fácilmente

Si me ves, siendo igual, como ahora

Me llamarás “Tonta”.

 

 

Suspiré largamente, no podía enfadarme con él, ya estaba lo suficientemente apenado como para que yo lo hiciera sentir peor.

–De acuerdo, de acuerdo –pasé una mano por sus hombros y lo estreché delicadamente a mi cuerpo –no pasa nada.

–¿En… en serio? –Finalmente levantó la mirada para verme.

–Sí –le sonreí –todo está bien.

–Gracias, hyung.

–No es nada. Ahora dime, ¿Cómo están los abuelos?

–Bien –me sonrió –todo está muy bien.

–Qué bueno.

Lee Sungmin era el nieto de mi abuelo paterno. No, no era mi primo, sólo era el hijo del hijo del primer matrimonio de mi abuelo, ¿me siguen? Sí, la primera esposa de mi abuelo había fallecido después de darle dos hijos, luego mi abuelo se casó con la que resultó ser mi abuela y ellos procrearon a mi padre y a mi tío Jin Ho. Bueno… se podría decir que si mi padre y el suyo eran medio hermanos entonces Sungmin y yo éramos medio primos, ¿no? Siempre lo hice reír con esa analogía. La cosa es que Sungmin y yo siempre fuimos muy unidos, cuando éramos más jóvenes yo siempre iba a la casa de los abuelos para visitarlos y para jugar con él, nos divertíamos bastante. Sin darme cuenta sonreí al recordar aquellos tiempos, no cabía duda de que el pequeño Sungmin había crecido y ahora era todo un hombrecillo de 16 años.

– ¿Aun recuerdas cómo era cuando era un niño? –Me preguntó con timidez y cierto nerviosismo, sacándome del pequeño letargo en el que me encontraba.

 

Yo deseo y te deseo –y una cosas más

Me duele, y me lastima, pero aún así, sólo una vez más

Incluso si es agotador y difícil

Incluso si las lágrimas no se secan

Si tan sólo pudiéramos regresar al principio…

 

 

–Oh, por supuesto que te recuerdo –le sonreí –siempre te asustabas con cosas pequeñas, llorabas cuando las cosas no iban bien, y de alguna u otra forma, terminabas lastimándote –señalé ligeramente su rodilla y de ahí su tobillo –como hoy…

Asintió con la cabeza.

–Es cierto –contestó tranquilamente –sigo siendo igual –bajó la mirada –sigo siendo así, justo como cuando era un niño. Ahora, que me has visto así, piensas que soy demasiado tonto, ¿no? Ni siquiera he podido cambiar eso… debes estar muy decepcionado…

Lo miré contrariado.

–¿Por qué creería algo así? –Sonreí divertido.

Levantó la mirada para verme con ojos dstellantes.

–¿De verdad no lo crees? –Preguntó, dudoso.

–¡Es tu manera de ser! –Exclamé, sin borrar aquella tonta sonrisa que sin darme cuenta estaba poniendo.

–Supongo que recuerdas también que siempre iba de un lado a otro persiguiéndote y diciéndote que estaba enamorado de ti –noté un lindo rubor en sus mejillas ante sus propias palabras.

–Lo recuerdo bien –dije sin dejar de sonreír –incluso llegaste a decirme que te querías casar conmigo.

–Es cierto –asintió con la cabeza, aun con la vista baja –siempre decía sandeces y no medía bien mis palabras.

Me sorprendí un poco ante sus último comentario, siempre se veía muy seguro de lo que decía cada vez que me confesaba su amor, ¿acaso ahora sólo lo veía como un juego de niños? Cierto, seguramente era así, después de todo éramos sólo unos niños cuando todo eso ocurrió.

–¿Crees que fueron juegos de niños? –Me atreví a preguntar.

–Oh, pero por supuesto –contestó, sonriendo. –Sólo éramos niños, yo quería estar pegado a ti todo el tiempo pero ambos hemos crecido y hemos tomado caminos diferentes.

–Eso es cierto –concordé, mirando el bosque que se alzaba al horizonte frente a nosotros.

Repentinamente muchos recuerdos llegaron a mí y una risita se me escapó.

–¿De qué te ríes? –Preguntó curioso.

–Oh… no es nada –Intenté calmarme, negando con la mano derecha.

–Vamos, hyung, dímelo.

 –Es que… es sólo que recuerdo que una de esas veces en las que dijiste que estabas enamorado de mí, dijiste que te casarías conmigo y querías que tuviéramos hijos, esa vez propusiste la adopción porque sabías que dos hombres no pueden procrear, ¿lo recuerdas?

El rubor se apoderó de sus mejillas.

–Es verdad –se frotó el brazo desviando la mirada, seguramente nervioso –también lo recuerdo.

–¿Ya no piensas así?

–¿Eh? –De inmediato me miró.

–¿Ya no piensas en casarte conmigo ni en estar enamorado de mí?

–Bu-bueno… no puedo pensar en tonterías. Además, tú estás con Changmin hyung.

Sus palabras me desconcertaron.

–¿De dónde sacas eso, Lee Sungmin?

–Bu-bueno –volvió a balbucear –yo… pensé que tú y él eran pareja. Como siempre se les veía juntos y tan cariñosos…

Suspiré. ¿Hasta cuándo la gente confundiría nuestra relación? Bueno, también era en parte nuestra culpa por actuar así frente a todos sin importarnos lo que pensaran.

 

Hay momentos en los que maldigo

El momento en el que nos conocimos

Soy así a veces, a pesar de que no puedo respirar

Si no me permito a mí misma el extrañarte

 

–Pues te equivocas –respondí con seriedad –Changmin y yo sólo somos amigos, nada más. En realidad… no tengo pareja en este momento –confesé, algo avergonzado quizás –parece que soy el único solitario.

–¿En… en serio? –Indagó dudoso.

–¿Crees que te mentiría? –Reproché.

–N-no, hyung… tú nunca mientes.

–Bien calculado –poco a poco le sonreí –así que no pienses tonterías. –No supe en qué momento una lágrima cayó por su mejilla. – ¿Qué pasa? –Lo miré preocupado – ¿Te duele algo? –Lo examiné con la mirada.

Negó con la cabeza.

–No, hyung, no es eso.

–¿Entonces qué pasa?

–Es que pensé que esto nunca pasaría.

–¿Qué cosa?

Negó con la cabeza nuevamente y se secó rápidamente la lágrima con el dorso de la mano.

–Hyung –me tomó por los hombros y sus ojos se dilataron –por favor sal conmigo.

¿Qué…? ¿Pero qué carajos…?

–¿De qué hablas? –Respondí contrariado – ¿Por qué dices esas cosas tan de repente?

–Me gustas desde siempre –confesó. –Y ya no puedo ocultarlo más.

Yo estaba más que sorprendido, ¿realmente estaba pasando?

–¿Te burlas de mí? ¿Es broma?

–¡Por supuesto que no! De verdad estoy enamorado de ti.

–¿Cómo es que te has enamorado de una persona malvada, desconsiderada y sarcástica como yo? –Indagué.

–Sencillamente me he enamorado de ti –contestó con simpleza –por favor, sal conmigo.

–Pero…

–¡Ya sé! –Exclamó antes de que yo pudiera decir algo más –hagamos una apuesta. –Pidió, repentinamente enérgico y emocionado.

Lo miré confundido, ¿este niño era bipolar o qué?

–¿Qué clase de apuesta? –Pregunté.

–Si la próxima persona que pase frente a nosotros tiene una prenda de vestir roja, saldrás conmigo.

 

 

Yo deseo y te deseo –y una cosas más

Me duele, y me lastima, pero aún así, sólo una vez más

Incluso si es agotador y difícil

 

–¿Pero qué dices…? –Lo miré incrédulo.

–Vamos, hyung –me zarandeó del brazo –no seas malo. Sólo acepta ¿SÍ? –Me miró con ojos de cachorro –Prometo que me encargaré del resto.

Me resigné, ¿Qué más podía hacer? Sabía que ese mocoso persistente no se rendiría hasta que aceptara. Además, ahora que ChangMin sería feliz junto a JunSu, ¿no tenía derecho de ser feliz yo también?

–Bien –acepté al fin –hagámoslo.

Estuvimos atentos a la siguiente persona que pasó; era una chica que vestía una falda de blue jean, una chaqueta blanca y unas zapatillas. Miré a Sungmin, notando que bajaba la mirada apenado, era obvio que había perdido la apuesta y por ende yo no habría de salir con él. Sin embargo, la chica se quitó la chaqueta sin dejar de caminar, y ambos vimos que la blusa que tenía debajo era roja.

Incluso si las lágrimas no se secan

Si tan sólo pudiéramos regresar al principio…

 

 

Lee Sungmin comenzó a saltar y a gritar emocionado, parecía un niño pequeño.

–¡Sí! –Decía con una gran sonrisa – ¡Saldrás conmigo, hyung!

Me puse de pie y llegué hasta él con una gran sonrisa.

–Realmente has ganado –lo abracé, notando cómo si cuerpo se tensaba ante mi tacto, aunque poco a poco se acostumbraba a mi cercanía. Me curvé un poco para juntar nuestros rostros –aunque… –Bajé un poco la voz –incluso si esa chica no hubiese tenido una prenda roja, habría aceptado salir contigo.

–¿D-de verdad? –Su emoción se mezcló con sus nervios.

Asentí con la cabeza. Fue entonces cuando se irguió lo suficiente para alcanzar mis labios y nos unimos en un beso calmado y parsimonioso.

–Minnie… ¿Por qué querías que fuera una prenda roja? –pregunté una vez nos separamos, aunque nuestros labios aun se rozaban.

–Porque es un color que se usa mucho últimamente, pensé que tendría más probabilidades –se encogió de hombros.

Reí bajito y volvimos a besarnos.

–Eres un conejito travieso –me burlé todavía cerca de sus labios.

–Probablemente lo soy –habló juguetonamente –pero me encargaré de que te enamores por completo de este conejito.

Le estaba abriendo mi corazón a ese conejito travieso que siempre me había perseguido diciéndome que le gustaba. Sin embargo, yo sólo había aceptado salir con Lee Sungmin, sólo el tiempo diría si podría o no enamorarme de él.

Si, si por casualidad alguna vez

Al menos una vez en tu vida

Si a veces tienes días donde

Tu corazón duele por mí

Si, al menos una vez en tu vida…

SNSD Taeyeon –And One.

 

 

Habían pasado muchas cosas desde la última vez… Sungmin había decidió mudarse a la cuidad y estudiar en la misma preparatoria que yo. Había alquilado un piso en un edificio de la cuidad y lo compartiría con un viejo amigo suyo llamado Ryeowook, un chico amable y tímido si me lo preguntan, así que no tendría que preocuparme de que violara a Sungmin o algo así. Sí, quizás suene algo pervertido y suspicaz, pero no me fío de las personas fácilmente, sólo unos pocos se ganan mi confianza y créanme que eso no es nada fácil…

 

Quiero amarte

Quiero tenerte

 

Como sea, después de que se hubo instalado en su nuevo departamento fui a visitarlo. Ryeowook me abrió la puerta, sonriendo tímidamente e invitándome a pasar.

–Hyung… –Se hizo a un lado –pasa, pasa. Sungmin está preparando algo de comer.

–Ah, ¿es así? –Sonreí ingresando al apartamento –vaya –un dulce y delicioso aroma llegó a mí –huele delicioso…

–¡Hyung! –Sungmin salió de la cocina para abrazarme –estás aquí… –Sonrió.

–Tenía que conocer el lugar en el que vives –sonreí de lado y recorrí el lugar con la mirada –y es un muy lindo lugar.

–¿Te parece? –Indagó emocionado.

–Oh, desde luego.

–Bien, ahora siéntate, pronto serviré el almuerzo.

Volver a probar la deliciosa comida de Lee Sungmin no tuvo precio, su sueño era convertirse en chef y realmente lo hacía bien, yo estaba más que seguro de que lo lograría. Por un pequeño instante cruzó por mi mente la idea de que si nos íbamos a vivir juntos sería una gran ventaja porque cocinaría para mí siempre, cosa que no pasaría jamás si me iba a vivir con Changmin porque a nosotros dos se nos quemaba hasta el agua hervida. Pero, esperen: ¿estaba planeado un futuro con Lee Sungmin…?

Su voz me sacó del letargo en el que me encontraba cuando me encaminó hasta su habitación minutos después de que Ryeowook saliera del apartamento con intenciones de hacer las compras.

No miento al decir que su habitación parecía un maldito santuario en mi honor, ¡tenía fotos mías por todas partes! Fotos de cuando éramos niños, fotos de ambos en las fiestas familiares, fotos que ni siquiera sabía que me había tomado… ese Lee Sungmin realmente parecía un acosador…

 

Cariño mira mis ojos, te has convertido en mi vida y en mi respiración

¿Pero por que te fuiste tan lejos? dejándome solo

Tú eres mía, no importa lo que los demás digan…

 

–¿Cuándo tomamos esta foto? –Indagué, tomando entre mis manos un portarretrato con una fotografía de ambos, sentados en una banca y sonriendo.

–Hace cuatro años, en tu cumpleaños número 14. –Contestó.

–¿Y ésta? –Era una foto de mí, como mirando en alguna dirección, con un porte refinado y elegante.

–En la fiesta que hicimos cuando estuvimos en América –sonrió –la tomé a escondidas.

–Me doy cuenta de que fue a escondidas –reí levemente.

–Oh… –Bajó la mirada –lo lamento.

–No es nada, sólo digo que tienes muchas fotos mías aquí –sonreí – ¿No te avergonzará cuando las vean tus padres o amigos?

Sungmin sonrió, con las mejillas arrebatadas de rosa mientras se frotaba tímidamente una mano con la otra.

–Desde que nos mudamos aquí, es la primera vez que pongo fotos así, antes las tenía todas en un álbum secreto, tenía miedo de que si las veías pensaras que era raro. –Bajó la mirada –como ahora…

–No creo que seas raro –tomé su barbilla y la elevé para que me mirara –y me gusta todo lo que haces por mí…

Comenzamos a besarnos, primero lenta y dulcemente, luego más rápida y apasionadamente. No sé en qué momento lo empujé en la cama y comencé a morder su cuello mientras bajaba una mano a la altura de su ingle y acariciaba su miembro por encima de la tela, sonriendo de lado al notar que el bulto en su pantalón crecía a medida que yo seguía con lo mío. Así las prendas fueron cayendo de a poco mientras la tarde caía y los rallos anaranjados se colaban por las semi abiertas persianas de su habitación.

 

Tú eres mi chica, voy a gritarlo cientos de veces.

Siempre y cuando pueda verte, estaré bien

Ahora voy a protegerte, nena lo sabes porque…

 

 

Estaba a punto de deshacerme de su bóxer, cuando me detuvo, mirándome en silencio. Parecía dudoso, quizás nervioso y asustado.

–Hyung… –Musitó casi inaudible.

–¿Qué pasa?

–Es que…

–¿Es tu primera vez? –Indagué.

Sungmin asintió lentamente con la cabeza, y sonreí totalmente enternecido al ver su reacción. Aun sobre él, me apoyé con una mano en la cama, y con la otra mano tomé su delicado rostro para hacer que me mirara a los ojos.

–Me encargaré de que sea inolvidable, ¿sí? –Lo besé delicadamente en los labios –no tengas miedo, seré gentil…

Asintió con la cabeza lentamente y se dejó hacer.

 

Quiero amarte, no puedo vivir sin ti

Cierra tus ojos y sostén mis manos

(Quiero amarte, realmente te necesito)

Deja todo atrás, así como este momento

 

Comencé la verdadera tarea después de que se postró en cuatro patas sobre la cama, dejándome a la vista su trasero casto. Me arrodillé tras él y ensalivé tres de mis dedos para luego introducirlos lentamente y de a uno en su trasero, escuchando sus pequeños gemidos de dolor.

–Necesito que te relajes –usé un tono de voz calmo –así será más fácil… –Asintió con la cabeza. –Bien –dije –ahí voy…

Me introduje en él poco a poco y cuando llegué al tope me quedé quieto, estaba deseoso por moverme pero no quería lastimarlo, mucho menos sabiendo que era casto.

 

(Quiero amarte, no puedo vivir sin ti)

Está bien solo acércate a mi

(Quiero tenerte)

Te daré mi todo

Ahora te lo prometo…

 

–¿Está bien si me muevo? –Pregunté unos segundos después.

–C-creo que sí…

Comencé a embestirlo, tomándolo de las caderas con fuerza para llegar más profundo y hacer las estocadas más certeras. Sonreí cuando se aferró con fuerza a las sábanas de la cama.

–No te detengas, hyung…

Su voz, que a esas alturas sonaba entrecortada y casi tan aguda como la de una chica solo consiguió encenderme más, y no dudé en penetrarlo con exaltación.

 

¿Quién es ese chico? ni siquiera puede protegerte,

no sigas esperando por siempre, no

No sigas esperando mas, no te quedes a su lado, el no es el indicado para ti…

 

–Eres tan estrecho… –Dije con sorna, penetrándolo una y otra vez –se siente bien…

Faltaba poco para llegar al orgasmo, podía sentirlo, así que antes de llegar a correrme, ladeé el cuerpo hacia atrás y lo tomé de las muñecas para que se ladeara conmigo, sin dejar de penetrarlo para que las estocadas fueran aun más precisas y profundas mientras sus gemidos hacía eco en el lugar.

Solté un grito triunfante cuando me corrí justo después de que él lo hiciera, ambos terminamos ensuciando las sábanas de su cama con nuestras semillas. Salí de él cuidadosamente e intentamos regular nuestras respiraciones, recostándonos juntos. En ese momento me di cuenta de que sus sábanas estaban manchadas, principalmente por mi culpa.

–Lo lamento, Minnie –me disculpé mientras lo cubría con las mantas después de hacer a un lado las sábanas sucias y me acurrucaba a su lado –Me temo que he manchado tu cama…

Miré el semen de las sábanas.

–Oh, ¿eso? –El rubor regresó a su rostro, cosa que me pareció extremadamente tierna –está bien, me encargaré de ello más tarde. 

Lo miré incrédulo, ¿era verdad lo que acababa de escuchar?

–¿Es en serio? –Me mofé, malicioso – ¿El obsesivo con el orden y la limpieza dice que no le importa que sus sábanas estén manchadas de semen? –Me gustaba molestarlo –de sucio semen recién expulsado… –Dije con malicia.

–¡Hyung! –Frunció el ceño y luego hizo un puchero –no hables así… Además, no me importa porque es nuestro, es el producto de lo que acabamos de hacer, ¿contento?

 

Tu eres mía, tu eres mía, tu eres mi chica, tu eres mi chica

Siempre y cuando pueda verte, estaré bien

Ahora voy a protegerte, nena lo sabes porque…

 

 

Sonreí divertido.

–De acuerdo –lo estreché contra mi cuerpo y lo envolví en mis brazos.

–Hyung –ocultó su rostro en mi cuello.

–¿Hmm? –Contesté con los ojos cerrados.

–Por favor no me dejes.

–¿Huh? –De inmediato me curvé para mirarlo.

–Sé que hay hombres que dejan a sus parejas después de obtener lo que quieren –dijo temeroso, volviendo a ocultar su rostro en mi pecho –ya sabes… se aburren después del sexo. Tengo miedo de que no aprecies todo lo que te estoy dando y me dejes en cualquier momento…

Fruncí el ceño. Entendía que seguramente se estaba sintiendo como una chica en la posición en la que estaba; pero yo no era de la clase de hombre que va por ahí buscando parejas solo para tener sexo y luego abandonarlos. Tomé su rostro para que me mirara.

 

Quiero amarte, no puedo vivir sin ti

Cierra tus ojos y sostén mis manos

(Quiero amarte, realmente te necesito)

Deja todo atrás, así como este momento…

 

 

–Yo no soy así –declaré con seriedad –atesoraré todo lo que me des y cuidaré siempre de ti.

–Hyung… –Hizo un puchero.

–Quiero que te quede claro que estoy contigo porque realmente quiero hacerlo, porque me gusta tu compañía, porque a tu lado me siento feliz, porque cada vez te estoy queriendo más…

Me miró sorprendido.

–¡¿Hablas en serio?! –Asentí con la cabeza, no sabía que aquello lo emocionara tanto – ¡Hyung, te amo!

Tomándome por sorpresa, comenzó a besarme, y entonces le correspondí.

 

Ahora toma mi mano

No, por favor ven a mi

Te amo más de lo que él te ama

Yo te protegeré

Incluso si lo tengo todo

Sin ti no puedo vivir…

 

 

Aquel beso parecía ser el comienzo de nuestro verdadero amor, del amor que siempre aguardó por nosotros a pesar del tiempo y la distancia y a pesar de que jamás fui capaz de reconocerlo. Pero nuestras vidas estaban dando giros radicales, y estando juntos todo estaría bien.

–Oh, por cierto –dije en cuanto nos separamos –acostúmbrate a que tus sábanas terminen manchadas porque pienso hacer lo que hicimos esta tarde muchas, muchas veces.

–¡Hyung! –Sus mejillas arrebatadas de rojo una vez más me hicieron sonreír –y estoy bien con eso –me sorprendió con sus palabras, por lo que ocultó su rostro en mi cuello –porque si estás conmigo todo lo demás es nada.

 

(Quiero amarte, no puedo vivir sin ti)

Está bien solo acércate a mi

(Quiero tenerte)

Te daré mi todo

Ahora te lo prometo…

Super Junior (Eunhyuk & Donghae) I wanna love you.

 

Notas finales:

¿Y bien? ¿Qué opinan? Merezco reviews? Jojo espero que sí.

Si quieren más KyuMin de mi parte, les ofrezco LESSONS OF THE DEVIL, así que espero leerles por allá también.

Gracias por todo el apoyo...

Nos leeremos en otra ocasión.

Bye Bye!♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).