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Full Moon Taemin por Ari_123_love

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Notas del fanfic:

Estaba viendo Full Moon Pucca (Soy fanática de la niña de chongitos enamorada del ninja silencioso) y pués se me ocurrió esta idea, ya que hace poco sucedió el fenómeno natural llamado Super Luna.

Espero que sea de su agrado este One-Shot dedicado al Funny Love ♥

Notas del capitulo:

Esto es un pequeño One-Shot que escribí sobre el amor divertido y obsesivo. No es de esos serios que teminan con ¡Se obsesionó y lo mató! Si no, uno de los que terminas diciendo awww...

O, al menos eso creo yo ._.

^3^ Espero que les guste.

"Moonstruck Minho"

-¡Minho hyung!- Taemin saltó a los hombros del chico mayor. –Hyung, deme un beso.- Taemin pegó sus labios a los contrarios varias veces seguidas.

 

-Tae...Tae...¡Detente!- Minho se quitó las manos del menor que se enredaban en su cuello para poder separarse de esa boca. –No lo hagas.

 

-Hyung, deme un beso.- Taemin encontró la forma de abrazarse a Minho, a pesar de que el mayor le empujaba, de manera amable, pero le empujaba, tratando de alejarlo. -¿Por qué no me quiere besar?- Hizo un puchero adorable, que por más que derritiera a medio mundo, parecía que el chico alto no sentía efecto.

 

-En primera, siempre quieres besarme, darte uno, no sería imposible. En segunda, no somos novios, ¿por qué habría de besarte? En tercera, jamás haría algo para darte alas.- Minho contó con los dedos, tratando de desilusionar al menor.

 

Sin embargo, el menor no se desilusionó, ¿renunciar al amor de Minho? ¡Nunca! Esa era la extraña relación que tenían. Taemin siempre acosando y haciendo todo con tal de que Minho le mirase con ojos de amor, Minho por otro lado, él se encontraba bien con sus estudios, sin reparar mucho en lo que Taemin hacía por él. El verdadero problema era cuando Taemin se pasaba, metiendo en problemas al mayor, entonces este tenía que ponerlo a raya, aunque siempre terminaban igual: Minho ignorando a su muy empalagoso acosador.

 

-Minho malo.- Taemin acurrucó su rostro en el hombro del mayor. –No me quieres.- Gimoteó.

 

-¿Te fue tan difícil asimilarlo?- Fue irónico, y a la vez, sabía que Taemin era un buen amigo, muy empalagoso, pero cuando no estaba cerca, sentía que algo le faltaba. –Vamos tarde.- Observó su reloj, después abrazó la cintura del chico y se encaminaron rumbo a la universidad.

 

-Minho hyung, ¿me quieres?- Taemin hizo ojitos, en busca de esa muestra de cariño.

 

-No.- Y el mayor fue evasivo. –Ya, entra a clases, que lo que más quiero es estar separado de ti.- Le empujó suavemente para que entrara al edificio.

 

-¡Espere!- Taemin le tomó por la mano. –Hoy, yo tengo nada más una clase, usted tiene dos: a primera hora y a cuarta. ¿Comemos juntos?

 

Minho puso los ojos en blanco, ya no era necesario saber o preguntar por qué Taemin se sabía sus horarios. Le soltó la mano y revolvió su cabello, dejando al menor con la pregunta al aire. En realidad no era muy necesario contestarle, sabía que de cualquier modo Taemin terminaría haciendo de las suyas para comer juntos. Escuchó un beso a lo lejos y supo que Taemin se despedía de él. Al fin pudo respirar tranquilo.

 

Caminó el cuarto de kilometro que le faltaba, llegando a su edificio y corrió a clases, sabía que si volvía a llegar después que el profesor, estaría metido en severos problemas. Entró corriendo, brincando obstáculos, para llegar a su asiento. Cuando pudo respirar tranquilo, se dio cuenta que su queridísimo amigo Jonghyun había narrado su proeza deportiva. Le lanzó lo primero que encontró.

 

-¡Yah! Choi, ¿venías huyendo de tu carcelero?- Jonghyun no dudó en burlarse.

 

-Taemin no es un carcelero...- Seguía sin recuperarse del todo.

 

-¿Seguro? Ayer estuvo a punto de ponerte grilletes para que no te movieras de lugar mientras él iba a comprar comida.- Jonghyun evidenció la muy extraña relación.

 

-No es cierto...Puede ser algo...¿posesivo? Pero es buena persona.- Minho se recostó en la mesa.

 

-Eso es lo que tú dices...¿No será que te gusta?- Empezó a picar la mejilla de su amigo. –Vamos, ese niño te ha seguido prácticamente desde el día que te conoció. ¡Hasta entro a la misma universidad que tú!

 

-Estamos en diferentes ámbitos...

 

-Sigue siendo lo mismo, te sigue a todos lados. ¿Te gusta?- Jonghyun seguía picando, con tal de hacer a su amigo hablar.

 

-En realidad...Nunca lo he pensado. Taemin es una buena persona, es apasionado, hace lo posible por la gente que quiere. Es muy obvio que es una de esas personas de las que te enamoras fácilmente...Pero siempre está detrás de mí, él mismo me lo ha dicho, nunca se irá de mi lado. En vez de aterrarme esa idea, me hace pensar que no tengo que aclarar mis sentimientos ahora, él no se irá en un largo rato.- Minho se encogió de hombros, en realidad nunca había contemplado la idea de corresponder los sentimientos del pequeño.

 

-Debes de cuidarte, antes de que caigas perdidamente enamorado de él.- Jonghyun le advirtió, para después poner atención a la clase que estaba por empezar.

 

 

 

 

Taemin caminaba furioso, ¿dónde rayos se había metido Minho? Se supone que habían quedado para comer juntos. Odiaba que Minho en realidad nunca le tomara en cuenta; tanto que lo quería... Por fin lo encontró, hablando con las zorras de sus amiguitas. Se cabreó, en realidad Minho nunca la tomaba en cuenta.

 

-¡CHOI MIN HO!- Gritó, molesto, muy molesto. -¡Qué rayos haces aquí! Mueve tu maldito trasero a mi lado, o verás lo que es el infierno.- Exigió molesto.

 

-Tae, deja de gritar.- Minho se encontraba sereno, muy por el contrario, las chicas a su lado, temblaron. No había duda de que Taemin fuese una buena persona, pero cuando se encontraba molesto, era peor que el mismísimo infierno. –Se me olvidó que tenía que comer contigo.- Agregó con parsimonia.

 

-S-se te olvido...- Entonces Taemin calmó su voz. –Está bien, has lo que quieras, con quien sea.- Se dio media vuelta, sin importarle los regaños que las amigas de Minho le daban a este.

 

Prácticamente esas chicas le empujaron para que alcanzara al menor. Minho alcanzó a poner los ojos en blanco, antes de apurar paso y alcanzar al menor que caminaba con un humor que se lo llevaba el demonio.

 

-Yah, Taemin ah, no vayas tan rápido.- Minho no entendía por qué Taemin, sólo a veces, era mucho más rápido que él, cuando otras, caminaba tan lento, que tenía que arrástralo para llegar a tiempo. –Taemin, Taemin...- Le tomó por el brazo, pero el menor se arrebató.

 

-Déjame solo.- Taemin le miró serio. –Vete, no quiero estar contigo.- Entonces el mayor supo que había metido las cuatro, bien metidas.

 

-Vamos, Tae, deja de hacer berrinches, ¿quieres?

 

-¿Berrinche?- Taemin abrió los ojos por completo, antes de empezar a hipar y lagrimear. -¡Usted nunca toma en consideración lo que yo siento! No le importo, ni un poquito. Ya me cansé.

 

¡No! Taemin estaba llorando, tal vez las sonrisas, coqueteos y cumplidos que hacía nunca surtían efecto en el mayor, pero cuando lloraba, Minho sabía que no podía ver a Taemin así. Trató de calmarlo, incluso lo zarandeo con tal de que parara de llorar. Le tomó de la mano, le dijo mimos, pero Taemin seguía llorando, apartando al mayor. Minho suspiró cansado, esto era un cuento de nunca acabar.

 

-Tae, quédate aquí, no me tardo.- Minho corrió al ver un vendedor ambulante vender flores. Compró una rosa. –Mira Tae...- Se la mostró. –Te la daré si dejas de llorar.- Condicionó.

 

Taemin no lo dudó y le quitó la rosa, sonriendo como idiota. ¡Minho le había comprado una flor! Entonces olvidó por completo por qué estaba llorando, Minho le había comprado una bella rosa roja. Le abrazó por el cuello y besó repetidamente su mejilla, estaba feliz.

 

-Ya, Tae, basta.- Minho trató de separar al menor de su cuerpo. Ahí estaba de nuevo, el acosador que no le dejaba ni un segundo solo. Maldecía no poder resistir las lágrimas del menor, tal vez así le dejaría en paz, pero no ¡tenía que hacerlo sonreír al comprarle una flor!

 

-¡Amo a hyung!- Taemin le besó por última vez antes de enredarse en el brazo del mayor y jalarle rápidamente para encaminarse al restaurante. –Hyung, ¿cómo estuvo su día? El mío fue hermoso, el profesor tuvo una emergencia a mitad de clase, así que prácticamente no tuve clases el día de hoy.- Hizo un mohín, que simplemente no surtió efecto en el alto.

 

-Yo sí tuve la clase completa, y como dijiste, debo volver más al rato.- Minho hizo un último esfuerzo para separarse del chiquillo. –Tae, si no caminas más rápido, no llegaremos a comer.

 

Taemin apuró el paso, canturreando feliz de la vida.

 

 

 

 

Ya entrada la noche, Taemin comía palomitas en frente del televisor, mirando una película de terror, que podría llegar a considerarse morbosa. Dio un brinco cuando la puerta del departamento se abrió.

 

-Tae, corazón, ¿ya estás en casa?- El compañero de departamento de Taemin, Key, llegó, más distraído en su computadora portátil, que en el camino que pisaba, haciendo saltar de dolor a su pobre gato. –Lo siento, Marie.- Se disculpó.

 

-Aquí estoy, hyung.- Taemin saludó, sin despegar la mirada del televisor. -¿Cómo le fue en su día?- Puso pausa y se levantó para servirle la cena al mayor.

 

-Bastante bien, he estado investigando un...- Alzó la vista para encontrarse con la mueca que hacía su dongsaeng. -¿Cómo estuvo el tuyo?

 

-Mal...Minho otra vez me despreció. No admite que se muere por mí.- Suspiró. –Estoy llegando a sospechar que en realidad no me quiere...

 

-Bueno, Tae, ya sabes lo que dicen sobre el amor salado...- Key seguía atento a su portátil. -¡No sabes! Hay un fenómeno natural, que va a pasar mañana por la noche. La super luna será vista de nuevo. ¿Sabes cuántas cosas podré investigar sobre ello? Dios, creo que es lo mejor que pudo haber pasado...

 

-¿Super Luna?- Taemin cuestionó. -¿Qué es eso?

 

-La orbe de la luna no es perfectamente redonda, se le considera Super Luna cuando su órbita se estrecha, acercándose a la tierra, dando la percepción de una Luna tan gigante, que podría usarse de fondo de videos musicales románticos...- Key empezó a reírse, hasta que notó el muy sospechoso silencio de su amigo. -¿En qué piensas Tae?

 

-La luna siempre ha sido cómplice de los amantes...Si llevo a Minho a ver la Super Luna, entonces se dará cuenta que está enamorado de mí. ¡Eso! Mañana lo llevaré a verla, hyung, ¿cuándo está en su mejor punto?- Se emocionó.

 

-A las tres de la mañana...Tae, tal vez sea hora de que lo dejes pasar. Mira, que desde que te mudaste aquí conmigo, he visto como rechazas a más de veinte chicos que te pretenden. ¿En realidad te gusta mucho él?

 

-Más de lo posible.- Suspiró. –Digamos que es un amor divertido, siempre está tratando de alejarse, pero hasta yo sé, que cuando no estoy cerca, me extraña. –Volvió a suspirar. –Lo que daría porque me correspondiera de la misma forma en que yo le amo...

 

 

 

 

Minho se apretó el puente de la nariz, ¿en qué momento había dejado entrar a Taemin a su casa? No le dejaba estudiar, y era una prueba muy importante. Suspiró, Tae le estaba lanzando bolitas de papel que en su interior tenían mensajes de amor. Ya ni quería leerlos, podía predecir lo que decían; además, otra razón para no abrirlos, es que seguía molesto por el pequeño desastre que había hecho hace rato, al derramar un refresco sobre sus libros...

 

-¡Hyung! Míreme...- Taemin hizo un puchero, para que el mayor le hiciera caso. -¿Me quiere?

 

-No...- Minho puso los ojos en blanco, Taemin seguía haciendo preguntas, sin dejarle estudiar. –Tae, ¿no deberías estar en tu casa, dormido?

 

-Nopi, debo de estar al lado de hyung.- Sonrió de oreja a oreja, con un gesto infantil. –Hyung, ¿me quiere?

 

-No...- Minho puso los ojos en blanco, no podía estudiar, y se moría por ir a dormir, pero no con Taemin ahí, le daba miedo lo que podía llegar a hacer.

 

-¿Me quiere? ¿Me quiere? ¿Me quiere? ¿Me quiere? ¿Me quiere? ¿Me quiere? ¿Me quiere?- Insistió, sin reparar en la cara de frustración del mayor.

 

-No, no, no, no, no, tal vez y no.- Minho jugó con el menor.

 

-¿En serio?- Un rayito de esperanza cruzó por la mirada de Taemin, más que feliz por haber escuchado un tal vez.

 

-No.- Cortó de nuevo la conversación, volviendo a enfocarse en el libro.

 

-Hyung, ya es hora. ¡Vamos!- Taemin se puso en pie de un brinco y tomó el brazo de Minho, jalándole para que se pusiera de pie. -¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! Acompáñeme.- Suplicó

 

-Está bien...Vamos...- Minho puso los ojos en blanco y se puso en pie. -¿A dónde vamos?

 

-Ya verá...- Taemin sonrió como anuncio de comercial, mientras llevaba al mayor afuera. –Mire hyung, vea la luna. ¿No es hermosa?

 

Y en efecto, era una luna hermosa, enorme, redonda.

 

-Esta luna es especial, es nuestra.- Entrelazó dedos con el alto. –Espero que sepa lo mucho que lo quiero.

 

Minho suspiro, ¿por eso Taemin estaba más raro de lo normal? Quería compartir esa luna con él. Era muy tierno de su parte, pero no podía evitar seguir molesto con el menor. Siempre haciendo cosas demás para llamar su atención. Eso de no dejarle estudiar y mantenerlo despierto hasta las tres de la mañana, ya era pasarse. Era lindo, sí, pero era hora de darle un escarmiento.

 

-Es muy hermosa, Tae.- Le abrazó por la cintura. –Y sí, sé cuánto me quieres.- Le besó el cabello, iniciando con el escarmiento.

 

 

 

 

-Tae. ¡Tae!- Key despertó por quinta vez al menor. –Sé que es tu día libre...

 

-Si ya lo sabe, ¿por qué me despierta a las diez de la madrugada?- Se envolvió en la sábana.

 

-Tae, prometiste ensayar conmigo.- Key se sentó a su lado, agitándole. –Vamos, preparé el desayuno, te espero en la sala.

 

Taemin suspiró, más le valía hacer caso a las palabras de su amigo, él era peor cuando se enojaba. A lo lejos pudo escuchar el timbre sonar, y por consiguiente un ¡yo abro!, de Key.

 

-¿Sí, qué se le ofrece?- Key abrió la puerta, dándose cuenta que era Minho. -¿Qué haces aquí?

 

-Quiero ver a Taemin, ¿está en casa?- Minho se veía muy interesado. -¿Le podrías decir que vine por él?

 

-Si...un segundo.- El mayor se extrañó, pero de igual manera se dirigió a la habitación de quien se vestía con los ojos cerrados para “descansar” un par de minutos más. –Tae...- Le llamó suavemente. –Tae...- Le obligó a abrir los ojos. –Minho ha venido a verte...- Le susurró.

 

-¡Qué!- Todo el sueño que tenía se evaporó en el aire. -¡Funcionó, hyung! ¡Funcionó!- Empezó a brincar como porrista por todos lados. –Hyung, le aseguro que Minho me ama.- Abrazó a su amigo. –Iré con él, prometo ensayar con usted mañana.- Se despidió y salió corriendo.

 

-Taemin ah.- Minho sonrió. –Que bonito te ves el día de hoy.- Al decir esto sabía que provocaría mariposas en el chiquillo.

 

Taemin quiso desmayarse ahí mismo, ¿Minho le estaba hablando así? ¿Era real? Le abrazó por el cuello, dispuesto a besarle en la mejilla, pero se asustó al sentir los labios de Minho ganarle y besarle primero.

 

-¿Q-qué fue eso?- Taemin tocó su mejilla, donde había recibido el beso. –Me besaste...

 

-Te saludé, simplemente, como se debe.- Minho le abrazó por la cintura. -¿Salimos?

 

-N-neh...- Ahora sí, se desmayaría, estaba demasiado feliz. ¿Era posible? Minho parecía haber caído en un hechizo de luna. Dio pequeños brinquitos en su lugar, más que emocionado.

 

 

 

 

Conforme cada día pasaba, Minho empezaba a estar cada vez más tiempo con el menor. Se había propuesto darle una cucharada de su propio chocolate, se convertiría en su acosador personal. Todos los días era lo mismo, esperaba al menor en el mismo lugar de siempre, le abrazaba y caminaban muy juntos rumbo a la universidad. Pero claro, no entendía como diablo Taemin hacía para aprenderse sus horarios y actividades con tanto fervor, el apenas y podía con las actividades que Taemin hacía en un día.

 

-Taemin ah, ¿qué harás después de clases?- Infló las mejillas, escuchando como el menor escapaba un suspiro. –Vayamos al parque.

 

-Está bien...- Taemin volvió a suspirar, Minho era demasiado lindo, pero últimamente compartía tanto tiempo con él, que ya no tenía tiempo para sí mismo. –Hyung...

 

Minho le besó para callarlo, un beso en los labios, como Taemin solía hacerlo, siempre. Escuchó la risilla del menor, así que le abrazó, deteniéndose un segundo, para acariciarle el cabello.

 

Ese día, después de ir al parque, Minho acompaño a Taemin al pequeño refugio de animales donde trabajaba, divirtiéndose con las peripecias que pasaba el menor para bañar a los perros. Tras eso, Taemin fue a prácticas de baile, para entrar a una academia, una vez más, Minho le acompañó. El mayor se preguntó cómo le rendía el día al menor, pues siempre hacía eso, sin contar que estaba todo el día sobre él. Suspiró, Taemin era una buena persona, que hacía muchas cosas y trabajaba duro.

 

 

 

 

-Taemin ah...- Minho colocó su mentón sobre la cabeza del menor, abrazándolo por los hombros. –Me gustas, me gustas, me gustas...

 

Habían pasado dos semanas desde que el escarmiento había iniciado, pero ahora, no sabía cuándo actuaba y cuando no. Sentía algo muy extraño en la boca del estómago al ver al menor sonreír, ¡empeorando! cuando Taemin iba a sus clases de baile. El chico no sólo sonreía, agitaba las caderas de un lado al otro embobándolo.

 

-Hyung, es tarde, tengo que entrar a clases.- Taemin se quitó algo hastiado los brazos del mayor, en realidad se moría por entrar a clases. Había dormido poco debido a una larga llamada telefónica que había mantenido con el mayor, y no sólo eso, lo veía cada segundo del día. Necesitaba respirar.

 

-Te veo a la salida.- Le besó en los labios y esperó hasta que el chico entrara al edificio, debía de estar seguro en donde se encontraba.

 

Minho se fue a sus clases, entre suspiro y suspiro, no podía creer lo que le estaba pasando. Llegó algo temprano, así que tomó asiento y siguió suspirando.

 

-¡Minho ah!- Jonghyun le gritó al oído. -¿Qué te traes, eh? Has estado tan distraído últimamente.

 

-Hyung, creo que me enamoré de Taemin ah...- Dijo en un suspiro.

 

-Te lo advertí.- Le regañó.

 

-Yo sólo quería escarmentarlo, terminé enamorándome...Sabía que era una persona de la cual te enamoras fácil, pero no pensé enamorarme...

 

-Que idiota eres.- Se burló. -¿En serio creías que escarmentándolo iba a dejar de acosarte? En todo caso, si aún te soporta, como lo hacías tú, decidirá no alejarse de ti.- Le hizo ver la realidad.

 

-¿A qué se refiere?- Minho se alzó por completo. -¿Alejarse de mí?

 

-Minho ah, Taemin te acosaba porque no le hacías ni un poco de caso, pero ciertamente, tampoco le decías que no, eras paciente con su actitud. Nada te dice que Taemin sea igual de paciente.  Tal vez sólo quería que le prestaras atención, pero ya que la tiene, ¿no se dará cuenta que no es lo que quiere? Uno quiere lo que no tiene, pero cuando lo tiene...

 

-...Ya no se quiere- Minho agregó. –No, Taemin me juró amor eterno, más de una vez.- Trató de decirlo como un mantra. –Taemin jamás mentiría con algo así, tiene ya muchos años diciéndome que me quiere.

 

-Entonces apúrate...Que el amor de años, es amor salado.- Jonghyun le golpeó en el hombro.

 

Después de esa gran epifanía, Minho no estuvo tranquilo, apenas y sobrevivió la catedra de los profesores, esperando por el final del día para ir el menor. Casi a trompicones, esquivando gente, logró esperar afuera del salón del menor, sólo para ver como salía, riéndose con alguien más que le abrazaba por los hombros, le decía cosas y Taemin se dejaba, ¿a dónde se habían ido todas las escenas de celos que el menor le hacía cuando le veía con alguien más? Ahora entendía a Taemin cuando esas escenas y demás reclamos habían sido presentes en su vida. Minho se sentía furioso.

 

Caminó hacia el menor y lo abrazó por la cintura, evitando que la mano del chico ese le tocara el hombro, lo obligo a alejarse con una mirada.

 

-Amor, ¿nos vamos?- Le sonrió cándidamente.

 

-Eobseo, iré a comer con Kai.- Taemin se soltó del abrazo, mirando a su amigo.

 

-No, vámonos.- Minho fue estricto, tomando la mano del menor.

 

-No importa, Tae. Empezaré el proyecto, te lo envío esta noche por correo, para que le des el visto bueno.- Kai salió huyendo antes de quedar envuelto en una guerra.

 

 

 

 

Taemin salía de clases, cuando Kai se le acercó para hablar sobre su proyecto. Era algo en lo que menos quería pensar, pero ni modo, tenía que hacerlo.

 

-Taemin ah, ¿estás preocupado por el proyecto?- Kai pasó su brazo sobre los hombros de su casi clon.

 

-¿Preocupado? ¡Estresado! Diría yo.- Taemin empezó a jalarse el cabello. –Tanto así, que estoy a punto de llorar enfrente de ti. ¿Escuchaste? ¡En frente de ti! Y no a solas.- Gritó, exagerando las cosas. -Creo que moriremos con esto.

 

-Tal vez.- Kai rio, abrazando al mayor. –Pero debemos hacer todo lo posible.- Se separó para pensar. -¿Qué te parece sí...- Kai se calló al ver a alguien abrazar a Taemin, eso no era problema, sino su mirada asesina. Evitando poner su mano sobre el hombro de su amigo.

 

-Amor, ¿nos vamos?- Taemin cerró los ojos al escuchar esa voz. Ya se habían acabado sus vacaciones de Minho.

 

-Ebseo, iré a comer con Kai.- Se quitó los brazos de Minho que se enredaban en su cintura y le dedicó una mirada de ayuda a su igual.

 

-No, vámonos.- Ciertamente, el tono de voz que usó, fue motivo para que Taemin no tuviera ayuda.

 

-No importa, Tae. Empezaré el proyecto, te lo envío esta noche por correo, para que le des el visto bueno.- Y así se iba Kai, dejando a Taemin a merced de Minho. ¿Qué iba a hacer ahora?

 

Minho abrazó de nuevo a Taemin, no quería verlo hablando con nadie más. Le tomó por el rostro, sonriéndole y le besó. Un beso más que profundo, fue largo, apasionado. Taemin se asustó, jamás había tenido un beso así con Minho, las cosas estaban saliéndose de control. ¿Qué iba a hacer? No le gustaba este nuevo Minho, no era divertido, incluso, era asfixiante. ¿Así se comportaba él? Estaría dispuesto a dejar de acosarlo, con tal de que Minho dejara de tratarle así. Quiso lloriquear, pero Minho ya le llevaba arrastra, camino al restaurante donde siempre comían.

 

Estuvo callado gran parte de la comida, pensando en lo mucho que no le gustaba este Minho. Quería al viejo Minho, que no se dejaba besar, que le empujaba para alejarlo, que si podía, tomaba otro camino, para no tener que sufrir de sus ataques de celos. Estaba cansado, ¡tonto hechizo de luna!

 

-Taemin ah, ¿qué tienes? ¿Te sientes mal?- Minho parecía no tener ni idea de lo que pasaba por la mente del menor.

 

-No...- Taemin llevó los palillos para comer a su boca, aun sin alimento. –Es que...Mi hermano vino a hacer un negocio, estará un par de horas más en la ciudad, y la verdad, quiero pasar la tarde con él.- Le comentó al mayor.

 

Minho se quedó pensando, Taemin nunca le daba un respiro cuando se trataba de su vida, ¿por qué se lo tenía que dar a Taemin? Ciertamente, él jamás actuaría como Taemin, si no fuera para escarmentarlo...Y la verdad, tampoco quería pasar mucho tiempo sin estar cerca de él, se había acostumbrado a estar a su lado. Pero Tae parecía sincero...

 

-Claro, es tu hermano, debes ir con él.- Le sonrió, aunque estaba molesto por no pasar su tarde con él.

 

-Gracias hyung.- En vez de darle un beso, o brincar a sus brazos, como haría siempre, esta vez se quedó en su lugar, a seguir comiendo.

 

 

 

 

 

-¿Qué voy a hacer?- Taemin gritó desde la sala, había compartido su gran pesar con el todopoderoso Key, debía de darle con consejo.

 

-La verdad, no te entiendo. Dijiste que morías por que te correspondiera de la misma manera, ahora lo hace. Pero resulta, que quieres que vuelva a ser el mismo desinteresado que era antes.- Key puso los ojos en blanco, entrando a la sala con un enorme bowl de palomitas. -¿Quieres decidirte?

 

-Ya no es divertido. Él hace todo lo que yo hago...Antes, besarle era mágico, porque un beso suyo era uno en un millón, ahora me besa cada cinco minutos.- Ahogó un grito en una almohada. –Antes, me regalaba flores, cuando lloraba, o cuando era mi cumpleaños...Ya no sé qué hacer con tantas flores, me ahogo en ellas. Incluso, ahora, en las mañanas, tomo otro camino, para no estar tanto tiempo con él

 

-Lo siento, bebé.- Key encendió el televisor, era hora de la película. –Pero, te lo buscaste, por rechazar a tantos chicos no patológicos.

 

-Hyung no está loco, pareciese que se ha convertido en lo que yo era.- Taemin escondió su rostro entre sus rodillas.

 

-Entonces no tienes escape.- Key le mandó a callar rápido, apenas diez segundo de película y ya había sangre en la pantalla, esto se iba a poner bueno. –Tú jamás ibas a dejar de quererle...Bueno, hasta ahora, que aún le quieres, pero no a él, sino al otro él...Tú me entiendes.

 

-¡Exacto!- Taemin brincó del sofá, asustando a su amigo. –Haré algo que él no soporte y entonces volverá a ser osco conmigo.

 

-¿Te gusta el amor duro?- Key le puso pausa a la película y se giró a verle. –Taemin ah, habla rápido, quiero ver esto.

 

-Hay dos cosas que hyung odia: El maltrato animal, pero esa no la tomaremos en cuenta, ya que no estoy así de desesperado; y las películas que a ti y a mí nos gustan.- Sonrió. –Le llevaré a ver una y luego le haré darse cuenta que no somos totalmente compatibles. Regresará a ser la persona que no me quiere cerca.

 

-Ya veo...- Key lo pensó. -¡Listo! Ya no necesitas de mi ayuda, ahora déjame ver esto.- Quito la pausa y empezó a comer palomitas. Taemin se sentó a su lado en el suelo a comer.

 

 

 

 

Minho frotó sus manos, acto de nerviosismo. Taemin le había invitado a ver una película, aprovecharía para pedirle que fuera su novio y deshacerse de esa farsa del acoso. Le diría que de verdad le gustaba y después lo que surgiera, estaba feliz, sabía que Taemin no se negaría.

 

Taemin llegó, como siempre, más que bien vestido, llamando demasiado la atención. Minho le abrazó, reclamándole como suyo, ahuyentando las miradas a su alrededor. Taemin era suyo, no debían de verle con esos ojos libidinosos.

 

-Hyung, ¿entramos a ver la película?- Apuntó la sala del cine, con una sonrisa hasta algo traviesa. –Por favor.

 

-¿No quieres que te compre algo en la dulcería?- Se ofreció el mayor. –Vamos, no me dejaste pagar las entradas.

 

-No, estoy bien, Key hyung me hizo comer mucho antes de venir.- Se excusó. –Ande, entremos a ver la película.- Insistió.

 

-Está bien, vamos.- Le tomó de la mano, antes de entrar a la sala que ya estaba oscura.

 

Tomaron sus asientos, dando inicio a la película. Taemin tomó la mano del mayor, sabiendo que probablemente sería una de las pocas veces en que estaría gustoso de dársela. No le importó. Quería al antiguo Minho, el que se negaba a muchas cosas, estaría bien con lo que pasara. La película seguía, cada vez más grotesca. Minho miraba horrorizado la enorme pantalla, para luego dirigir su mirada al menor, él no estaba inmutado, parecía disfrutar de ella. ¡Taemin disfrutaba de algo así! Bueno, por lo menos ahora entendía porque seguía queriéndole a pesar de todas las veces en que le dijo se alejara. Esto estaba mal, en verdad que la película le estaba mareando, era espantoso, las escenas, la temática, Taemin riendo con ciertas partes de ella. Era un lado que no conocía del menor.

 

La película terminó y las luces se encendieron, Taemin estaba expectante de lo que iba a suceder. Se mordió los labios, esperando no perder del todo el amor de Minho.

 

-Taemin ah...¿Te gusta esto?- Minho parecía asqueado.

 

-Neh, ¿por qué? ¿A usted no?- Habló con su voz más inocente, la cual no venía al caso. –Oh, qué lástima, tal vez no somos tan iguales...Hyung, ¿ha pensado en ir más lento? No lo sé, como si acabáramos de conocernos, para averiguar nuestros gustos. Amo este tipo de películas, ¿usted no?- Taemin preguntaba, aun cuando sabía la vida y obra de Minho, era tonto pensar que no conocía parte de la vida del chico que le gustaba.

 

-Taemin ah...- Minho seguía procesando el hecho de que alguien tan dulce, tuviera un psycho dentro de su cabeza que disfrutaba de tales películas gore. –Tienes razón.- Fue lo último que dijo antes de que Taemin le sonriera y saliera corriendo de la sala. Entonces captó lo que pasaba. Taemin quería que las cosas volvieran a ser como en un principio. Sonrió, Taemin siempre sería suyo.

 

 

 

 

Eran las seis de la mañana, Minho caminaba hacia la universidad, leyendo un libro, bastante distraído. Tenía que presentar una prueba, ya que no le había ido tan bien en la que presentó el día que había sido “hechizado” por la luna. Rio, ahora que lo pensaba, Taemin no estaba por ningún lado, ¿había vuelto a tomar otro camino? Tal vez, y tan sólo tal vez, estaba esa opción de que ya no le interesaba. Suspiró, era extraño ir caminando solo, cuando había pasado ya tanto tiempo yendo con Taemin.

 

Entonces una ráfaga de viento se subió a sus hombros.

 

-¡Hyung!- Era Taemin. Minho puso los ojos en blanco, maldiciendo por haberle invocado. -¿Cómo amaneció?

 

-Bien, Taemin ah.- Minho siguió caminando con el menor a cuestas, no le importaba arrastrarlo.

 

-Hyung, ¿aún me quiere?- Preguntó inocente.

 

-Tal vez.- Minho pasó página, tenía unas anotaciones que debía leer.

 

-¡Hyung!

 

-Basta, Minnie, tengo que leer.- Minho le mandó a callar.

 

Taemin aplaudió como foca, Minho era el mismo Minho de siempre. Se sintió feliz, así que empezó a besar la mejilla del mayor, le quería, mucho, pero cuando se comportaba como él, era horroroso, no tenía su misma paciencia, y el juego dejaba de ser divertido. Se bajó de los hombros del mayor, y entrelazó brazos, sólo para seguir besándole. En una de esas, Minho se giró, para que el beso fuera en los labios. Taemin se separó algo apenado, pero volvió a besarle, una, dos, tres, muchas veces, feliz de que Minho le dejara besarle.

 

-Tae, detente...Si me sigues besando...No podré...Decirte cuanto te quiero.- Minho habló entre besos.

 

-No importa, estoy acostumbrado a que no lo hagas.- Le besó una vez más, haciendo el beso algo apasionado, como el que Minho le había dado una vez.

 

El mayor rio, algunas cosas eran mejor así. Sabía que el amor que se tenían era un amor divertido, y que el menor jamás se aburriría y se iría de su lado. Se tomaron por las manos y caminaron juntos, aunque de vez en cuando, las manías obsesivas de Taemin hacían que Minho se enojara, haciendo reír al menor.

Fin

Notas finales:

Adivinen a quién le gustan las películas gore :D ...

¿Les gustó? ^-^ Este tipo de amor, se me hace condenadamente divertido, me encanta ashdkjasfhjsd :B ¿Y a ustedes?

Gracias por leer -w- Besos!


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