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Strings & Piano por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola ya volvi con un cap mas de esta historia n_n Me da mucho gusto encontrame con sus RR en cada vuelta y sobre todo con el hecho de que el contador suba tan rapido como publico capitulos.

No tenia pensado actualizar hoy pero aqui me tienen. Mañana vuelvo al trabajo y no creo poder hacerlo el fin de semana. Les cuento que la boda de mi prima estuvo mas o menos todo me encanto menos los vestidos de las damas XD yo era una. Creanme lo unico bonito de el fue el color u_ù como sea aun no decido que hacer con el las fotos y el video de la fiesta me recordaran por la eternidad lo horribles que nos veiamos todas las damas con esa cosa puesta. Una de mis primas damas fue y se cambio enseguida despues de que la misa termino. ¡La malvada! 

Ah, se me olvidaba por ahi me preguntaron sobre el genero de Kakashi , creo que se confunde que sea doncel o no. Les explico es doncel tecnicamente hablando. Pero en mis universo de esta serie digamos que eso no hace diferencia si lo ponemos en terminos mundanos y es mas bien Suke. ¿Se preguntan porque? Porque si y ya. En el fin lo menciona Jiraya para que entiendan pero no se crei que debia explicarles al menos eso.

Capítulo 5 La paradoja del Príncipe… 

 

Kushina y Minato se habían acercado a regañadientes al castaño que aun parecía en su mundo, había sido a regañadientes porque desde que Kakashi se había ido tras su enésimo rechazo del día, Iruka había entrado en catarsis y su personalidad parecía distinta también. Para ser sinceros ¡Daba miedo! Así que al ver que murmuraba cosas sumido en sus pensamientos decidieron que era hora de traerlo de vuelta.

Kushina se puso a su altura y Minato le siguió. La muchacha intento llamarlo por su nombre una vez más pero ni así reacciono. Entonces Minato alargó su mano y con su dedo índice y pulgar en forma de pinzas le pellizco la mejilla estirándola. El dolor pareció traer de vuelta al verdadero Iruka y aliviados dejaron salir un suspiro.

-¡¿Minato-san?! ¡¿Por qué hizo algo así?!- Cuestionó adolorido el menor sobando su mejilla. Mientras se quejaba -¡Duele!

-Lo siento, pero si no lo hacía no podría haber hecho que volvieras.- Dijo el rubio levantándose del suelo. Iruka lo miró con cara de no entender y el rubio simplemente sonrió ladino.

-No pasa nada Iru-chan. No quedó ninguna marca ni nada.- Dijo la chica con una tierna sonrisa.

-Iré por mis padres. Tal vez ellos nos ayuden a convencer a Kakashi, ese chico no se negaría si ellos se lo piden.- Comentó el rubio caminando hacia un pasillo al costado de la pared. Se giró y con gesto dudoso, le pregunto a Iruka. - ¿Todavía quieres participar en el certamen con Kakashi? –Iruka lució algo sorprendido pero con determinación en los ojos, que los mayores no supieron de donde venía, asintió efusivo. Minato sonrió satisfecho por la fuerza de voluntad del menor y se adentró en el pasillo.

***

Tsunade había decidido volver a la sala al escuchar un golpe proveniente de ahí. Justo al abrir la puerta que conectaba al pasillo de la sala, se encontró con la rubia cabellera de su hijo que se dirigía en ese momento a la cocina de donde ella había salido.

-¿Minato? ¡No me asustes así!- Dijo un poco sobresaltada.

-Lo siento, Madre…- Se disculpó apenado el rubio- Iba a buscarte ahora pero ya que estas aquí te aviso que hay visitas.

-¿Visitas? ¿Quién?- Preguntó.

-Kushina y…

-¡Haberlo dicho antes! ¡Dile a tu padre que prepare el té! ¡Y lo traes! – Le ordenó la rubia mujer y se dirigió a la sala, sin dejar que su hijo objetara nada.

Al entrar en la estancia la roja cabellera de Kushina le daba la espalda.

-¡Kushina! ¡Qué bueno que hayas venido a visitarnos!- Saludo sonriente la mujer- ¡Me alegra que Minato y tu sigan llevándose bien!

-¡Tsunade-sama! Buenas tardes, esperó no molestar.- Regresó el saludo la Uzumaki con una reverencia.

-¡Claro que no! ¡Deberías visitarnos más seguido!- Continuó su conversación la mayor sin percatarse de un deslumbrado Iruka que desde que la había visto entrar había pensado que la rubia era una mujer muy hermosa. Poseía un porte y un aura similares a los de Kakashi, era como ver a una Reina en persona.

-Muchas gracias. Ah, permítame presentarle a alguien…- Dijo Kushina girándose hacia Iruka que ya había superado o al menos dejado de lado la frustración de la que había sido prácticamente poseído hacía apenas unos segundos antes. – Tsunade-sama, él es Umino Iruka, alias Iru-chan. Lo encontré en Japón y decidí traerlo conmigo.

-“¿Lo encontré?” -Pensó Iruka un tanto apabullado por la presentación de Kushina. La rubia lo miró examinándole de pies a cabeza. Se acercó a él apoderándose de la mandíbula del menor al alargar su mano, giró su cabeza de un lado a otro como si inspeccionara al castaño que se sintió como uno de esos caballos que eran exhibidos en algunas haciendas para su venta. La rubia lo soltó al fin y cruzó sus brazos sobre su generoso pecho.

-¡Mhn! Es un chico muy apuesto. –Elogió la rubia y Kushina concordó con un asentimiento de cabeza y una radiante sonrisa. Iruka se sonrojo en automático ante el cumplido. Era la primera vez que le decían que era apuesto, generalmente lo llamaban “Lindo”

-Es un placer conocerla Señora…- Sin saber porque Kushina le había tapado la boca antes de que terminase de hablar. La rubia mantenía su sonrisa pero Kushina la miró con terror comprobando que no había escuchadó a Iruka llamarla con la palabra con “S” que no debía ser pronunciada ni en sus mentes, se giró con Iruka y susurrándole al oído dijo.

-Tsunade-sama

-¿Eh?- Respondió elocuente sin entender.

-¿Qué pasa ahí chicos?- Preguntó con un atisbo de curiosidad la rubia que veía el intercambio entre sus invitados con recelo.

-Iru-chan esta algo nervioso…- Mintió la pelo rojo- Porque es una persona muy hermosa ¿No es así Iru-chan?- Dijo con evidentes nervios la pelirroja. Iruka intentó encontrar su mirada con Kushina para que intentase explicarle al menos que pasaba pero ella se acercó a su oído de nuevo y susurrando le dijo.

-¡No la llames “señora” esta prohibido!

Tsunade parecía ajena a su breve intercambio y ahora yacía sentada en uno de los cómodos sofás de la estancia mirándolos expectante. Iruka asintió al comprender y retomo su saludo.

-Si es muy bella… Estoy algo nervioso, pero encantado de conocerla Tsunade-sama- Corrigió su presentación el menor, la rubia le sonrió conforme en respuesta y los invito a tomar asiento con ella.

***

 

Tras unos quince minutos Minato apareció con un servicio de té junto a un hombre de larga cabellera plateada que a Iruka le recordó al instante a Kakashi. Aquel hombre a los ojos de Iruka lucia enorme y fornido, también tenía cierta aura que le hacía parecer de la realeza. Sin querer pensó en que Kakashi seguramente lo habría heredado de esas dos personas, su porte de la nobleza.

-Hola Kushina-chan, veo que al fin decidiste venir a saludar. ¿Cómo te fue en Japón?- Saludo el recién llegado pelo plata tomando asiento junto a su esposa y pasándole un brazo por su estrecha cintura, mientras a su vez Tsunade se acomodaba sobre su pecho. ¡El rey y la Reina! Pensó con sorpresa el menor notando que la mirada del “Rey” se posaba sobre él –Veo también una cara nueva. Mucho gusto soy Namikaze Jiraya.- Se presentó el mayor.

-Es un placer Jiraya-sama- Dijo algo tímido en respuesta Iruka- Soy Umino Iruka.

-Es un nombre algo peculiar.- Comentó el mayor sin ánimos de ofender, así que Iruka le dio la razón algo apenado- Pero creo que te queda muy bien…

-Muchas gracias…-Susurró avergonzado.

-Apuesto que estas aquí para conocer a mí querido sobrino… - Comentó alegre el mayor. Iruka y compañía se sorprendieron por el comentario.

-Padre… ¿Qué te hace pensar eso? – Indagó perplejo Minato. El hombre pareció mirarlo con confusión, pero aceptó responder.

- ¿Qué? ¿Me equivoque?- Preguntó confundido el pelo blanco, mirando a Iruka quien se encogió en el instante- El uniforme que tiene puesto es el mismo que el de la escuela de Kakashi ¿No? Todos los de esa escuela están encantados por mi sobrino eso no es nada nuevo.- Argumentó el mayor encogiéndose de hombros en el proceso.- Además este chico parece de la misma edad que mi Kakashi.

-Padre, no todos los chicos que conozcas caerán ante Kakashi- Refutó con agobio Minato.

-¿Por qué no? – Indagó él mayor como si eso fuese algo imposible, Minato dejo salir un suspiro desinflado. Su padre tenía mucho cariño a Kakashi y estaba orgulloso de él. Era imposible que pensara que existiera alguien que no le quisiera igual.

-Jiraya-sama…- Intentó decir el castaño un poco incómodo por hablarle a un adulto por su nombre. – Yo no estoy interesado en su sobrino de esa manera.

Todos los ojos se fijaron en él, Jiraya le miraba con sospecha parecía no creer en lo que había dicho.

-En realidad, yo sólo estoy aquí para que acceda a ser mi pareja.- La declaración seria y decidida del menor desconcertó a todos los adultos.

Jiraya pareció serio esta vez, miro a su esposa de soslayo quien a su vez le devolvía la mirada de igual manera. Minato y Kushina tragaron en seco, Iruka estaba declarando directamente que quería ser la “pareja” de Kakashi. Iruka se dio cuenta de lo vago que había sido al ver el desconcierto en las caras de todos y sonrojado se corrigió.

-¡No esa clase de pareja! –Renegó agitando las manos- ¡Quería decir como un compañero! ¿Cómo era? ¡Acompañante! ¡Si su acompañante! ¡Eso es! ¡Sí! ¡Es decir, en el concurso de Viena! – Aclaró avergonzado.

-“Un acompañante ¿Eh?”- Se repitió mentalmente Jiraya receloso. – Entiendo. Kushina, creí que este año también participarías en el certamen con Kakashi. –Señaló el mayor, la joven que negó nerviosa.

-No será posible este año, Jiraya-sama. Mi límite de edad me lo impide.- Comentó la joven irresoluta.

-Es cierto, tu edad. No lo había tomado en cuenta.- Expresó el mayor aun en estado de seriedad. Quitó el brazo alrededor de su esposa y en cambio le tomó de la mano entrelazándolas. Miró a los tres menores aun hermético y preguntó sin señalar al que debía responder- ¿Y bien?

-¿Qué cosa?- Preguntó Minato después de un minuto.

-¿Y qué dijo Kakashi al respecto?- Aclaró Tsunade. Iruka se hizo más pequeño en el sofá, Kushina y Minato agacharon la cabeza acongojados y ese simple gesto por ellos fue la respuesta que ambos mayores esperaban. Sin embargo Iruka decidió hablar.

–Yo dije algunas cosas que… Bueno… No debí haber dicho...- Dijo casi en susurros, pero todos fueron capaces de escucharle.

-¡Pequeño, debes aprender a pedir las cosas!- Sentencio Jiraya. – Mi sobrino, así como yo odiamos a la gente que no sabe pedir favores. –Iruka palideció ante el comentario pero no argumento nada más.

-Así que no está de acuerdo.- Repitió pensativa la rubia y los tres menores asintieron. -Iruka-kun, ¿Te importaría responder algunas preguntas?

El moreno alzo la vista intrigado y asintió en respuesta ¿Qué le iban a preguntar?

-¿Cuánta experiencia tienes tocando? ¿Has ganado algún concurso? ¿Enserio crees poder seguir el ritmo de Kakashi?- Indagó una tras otra pregunta sin esperar la respuesta. Iruka pareció confundido por el bombardeo de preguntas y no pudo encontrar la respuesta a ninguna. Tsunade suspiró resignada y con más tranquilidad inquirió- ¿Puedes mostrarme tus manos? – Dijo al fin suavizando su mirada.

Iruka se puso de pie, y se acercó hasta llegar frente a la rubia que tomo sus manos y las inspeccionó, tocó sus dedos, los estiró, y le pidió que los abriera y cerrara en un ejercicio de calentamiento.

-Parece que apenas has empezado a tocar ¿Unos seis meses? –Especuló, Iruka se quedó boquiabierto ¿Simplemente con ver sus manos pudo saber algo así?

- Tsunade tiene licencia médica. Es casi un juego para ella ver a través de las personas y descubrir si tiene alguna herida, con simplemente ver tus manos ella puede decir a que te dedicas en un segundo. –Alardeó el mayor orgulloso de su mujer.

-¡Increíble! –Hablo al fin impresionado el menor. 

-Pero, sí es cierto que apenas has empezado con tu adiestramiento, no creo que sea posible que puedas ser el acompañante de Kakashi.- Sentenció serio Jiraya. –Sería un disparate participar en el certamen de Viena en tu condición actual.

-¡Padre! ¡No estás hablando en serio! ¿Verdad? –Dijo Minato frustrado.

-Nunca he hablado más enserio.- Respondió el mayor con cierto atisbo de acritud. –Un chico que apenas puede tocar una sonata no podrá mantenerse a la par de un concurso tan pesado como es el Certamen Internacional de Viena. ¡Participar este año es imposible! Kakashi hizo bien en negarse. Es un chico listo. –Declaró jactancioso.

Iruka se sintió desfallecer, una vez más le habían juzgado incompetente para el puesto. ¿Por qué no le daban una oportunidad al menos?

-No obstante.- Intervino Tsunade- Podrían intentarlo para el certamen del próximo año…

Los tres jóvenes les miraron sin entender, procesando las palabras de la rubia mayor. Una mirada amable y una sonrisa gentil fue lo que vieron reflejados en sus caras.

-¿Entonces…?- Quiso preguntar Iruka sin conectar del todo lo que quería averiguar.

- Primero hay que lograr que mi sobrino acepte renunciar al certamen de este año. Es el campeón actual así que será un poco duro para el renunciar. Y aunque lo consienta, quedara en tus manos convencerle de ser tu compañero. –Declaró rotundo- Lo más que puedo hacer por ti es darte la oportunidad de probar lo que vales.

-¡No le defraudare! – Aceptó emocionado el castaño. Al menos el mayor le había dado el beneficio de la duda. Si no podía probar que estaba a la altura entonces se rendiría, pero no desperdiciaría esa oportunidad tan buena.

-¿Estás seguro de que algo así funcionara padre? –Inquirió Minato dudoso- Kakashi no aceptara tan fácilmente. Además hoy ya rechazo dos veces a Iru-chan y no fue placentero.

-Estará bien, si Iruka se rinde con eso entonces no habrá que hacer. Además Kakashi es un chico con buenas intenciones. Seguramente pensó que sería demasiado para un chico como Iruka ¿No crees? –Refutó el mayor restándole importancia al asunto.- Tsunade llama a Kakashi para que venga a tocar con Iruka.

-Lo lamento, pero hoy será imposible.- Sentencio grave la rubia.

-Tsunade-sama… ¡¿No me diga que está en desacuerdo con Iru-chan?!- Cuestionó exaltada Kushina levantándose de su lugar en el sofá. -¿Porque? ¿Hay algo que no le convence de mi Iru-chan? ¡Por favor explíquese! …- Todos los presentes sintieron correr la gota gorda sobre sus frentes ante el evidente descontrol de la chica.-Iru-chan es muy talentoso, sólo tiene que escucharle una vez para confirmarlo. Además estoy segura de que Kakashi-kun lo aceptara sí - Cada que pasaba hablaba y hablaba sin tregua, Minato se acercó a ella por un costado y deposito un beso casto en su mejilla fue como magia. En un segundo la chica se quedó callada. -¡!

Un gran sonrojo cubrió las mejillas de la joven, su cara parecía casi del mismo tono que su cabello.

-¿Mejor?- Inquirió con una risita divertida el rubio. Kushina asintió en trance mientras acariciaba el lugar donde Minato le había dado el beso.

¡Wau! Fue lo único coherente que pudo pensar Iruka al ver esa escena.

-¿Oigan ya están saliendo?-Inquirió Jiraya curioso. Kushina negó efusivamente y Minato se hizo el desentendido en respuesta. Los observaron con sospecha unos segundos más y al ver la cara de póker que había puesto Minato lo dejaron estar. – Tsunade ¿Por qué no dejas que Kakashi toque hoy? –Le preguntó a su mujer que suspiro agobiada. No tenía planeado decirle lo de Kakashi, seguramente se volvería problemático.

-Él no puede tocar hoy. – Dijo desviando la mirada de la de su marido que la miraba inquisitivo y con sospecha. – Tendrá que ser otro día.

-¿Hay algo que no me hayas dicho? –Preguntó renuente el pelo blanco sin dejarse convencer.

-¿Madre? –Insistió Minato también. Tsunade no pudo más y cedió a la presión. Se masajeó la cien como si de repente tuviese un gran dolor de cabeza y finalmente hablo.

-Kakashi tiene lastimada la mano derecha. – ¡Ya lo había dicho! Se dijo, así misma la mujer conteniendo el aliento. En cualquier momento su marido comenzaría un escándalo así que se tapó los oídos a la espera.

-¡¿Qué?! –Chilló el mayor levantándose del lado de su esposa disparado a la habitación del menor.

-No salió tan mal como esperaba.- Comentó la mujer con aire triunfal, cuando su marido había desaparecido tras las puertas.

-¿Kakashi está herido? –Inquirió en pánico Minato.- ¡Pero hace un rato lo vi y no tenía nada!

- No es la gran cosa, pero su mano estaba muy inflamada cuando llegó. –Comentó pensativa la rubia. Los tres menores se miraron entre si preocupados.

-¿Qué fue lo que paso?- Cuestionó Kushina preocupada.

-Un pervertido lo atacó en el tren. –Dijo sin pensar.- Lo que me recuerda... ¡Minato! ¿Por qué no te aseguraste de que tomara un taxi? –Inquirió con voz de reprimenda. Minato se encogió seguramente Kakashi le había dicho a su madre que no había querido darle para el taxi.

- Lo siento…- Susurró abatido.

- ¿Por qué te disculpas? ¡No fue tu culpa! ¡Pero es tu primo y es menor casi tu hermano deberías cuidar más de él! Esta vez Kakashi ha aceptado la responsabilidad y ha prometido no volverlo hacer. Afortunadamente no pasó nada grave. Así que no tienes nada de que disculparte. Todavía no entiendo porque decidió venir en el tren.- Comentó pensativa la mayor desconcertando a los presentes. – ¡Creo que lo hemos consentido demasiado! ¡No quiso decirme la razón! ¿Puedes creerlo?

-¿Lo regañaste? –Inquirió escéptico Minato. -¿Y no te dijo porque?

- Bueno, dijo que se separó de ti en el restaurante, porque se encontró con un amigo o algo. – Explicó la mujer evasiva – Pero eso definitivamente creo que es una mentira. No sé qué pasó después de separarse de ti, pero debió ser algo grave para que al final decidiera subir a él tren.- Comentó claramente preocupada.- ¡Kakashi no es un chico que ande en sitios así por voluntad alguien debió decirle que era buena idea irse en tren! – Afirmó con indignación la mujer y Minato y compañía se tensaron en un gesto nervioso.

Tsunade no pareció notarlo y siguió quejándose.

- ¡Pero deja que descubra quien fue el miserable que hizo que mi pequeño niño se subiera en esa máquina peligrosa! –Dijo la mujer con un aura maligna y un gesto sombrío, modulando su voz a un tono sosegado casi tétrico- ¡Conocerá lo que es el verdadero dolor!

Minato sintió un escalofrió recorrerle la espalda, su madre no hacia promesas vacías y agradecía de todo corazón que ella no supiera que había sido él. Sino tal vez en ese momento Kushina e Iruka estarían intentando revivirlo.

- ¡Aunque es mala suerte que le haya tocado un pervertido! ¡Esos lugares no son seguros! - Terminó quejándose la mayor. -Hijo mío, la próxima vez asegúrate de que Kakashi regrese contigo sano y salvo. ¿Lo prometes? –Pidió con cara de madre preocupada la mayor y Minato solo se limitó a asentir con desgana.

Por la mente de los tres menores la incredulidad seguía siendo la ganadora de la batalla, después del desplante de Kakashi esa tarde e incluso de que Minato fuese el causante de tan aterradora experiencia con un pervertido, la idea de que el pelo plata no había dicho nada que inculpara al rubio, ni cuando aquello significo un regaño por parte de Tsunade, era francamente difícil de creer. ¿Acaso Kakashi había mentido para proteger a Minato de la reprimenda?

Bien, esa idea era tan absurda que Minato no supo cómo asimilarla.

 ***

En la habitación de Kakashi, Jiraya había irrumpido como un torbellino en ella. Busco a Kakashi con la mirada ubicándole en el escritorio de su habitación. Al escucharle entrar se giró sobre su torso dedicándole una mirada extrañada acompañada de una ceja levemente arqueada en su hermoso rostro.

-¿Qué pasa tío?- Pregunto al fin al ver que su tío le miraba con cara de preocupación.

-¡Kakashi! Tsunade me dijo…- Susurró preocupado el mayor mirándolo con empatía al descubrir sus manos vendadas apoyadas en el respaldo de la silla. – Tus manos…

Kakashi miró su vendaje y con una sonrisa gentil, las levanto abriéndolas y cerrándolas para mostrarle al mayor que no le dolían. No le gustaba que su tío se preocupara por cosas insignificantes.

-Estoy bien, la tía me ha dicho que debo tener cuidado por un par de días, nada más. –Respondió tranquilo. –No es nada porque preocuparse.

-¿Estás seguro? –Inquirió no muy convencido el mayor, avanzado un poco más hacia él. Kakashi se levantó del asiento y asintió con un gesto cariñoso.

-Sí, solo me pase un poco al golpear a ese pervertido.- Comentó y al segundo siguiente de que lo dijo se arrepintió. La cara pálida de su tío le decía que él no sabía la razón por la que su mano estaba lastimada. Jiraya se acercó a él con parsimonia, parecía un zombi o algo parecido. Sé lo quedo viendo con compasión y Kakashi no pudo evitar encresparse por lo que dijo a continuación el mayor

-Nadie me dijo… ¡Que un malnacido que se atrevió a tocar tus nalguitas!- Gritó con un puchero lloroso. - ¡Solo yo puedo tocarlas!

-¡Tío! – Le reprendió avergonzado. Su tío realmente era una persona muy melosa, y un poco posesivo con la gente que amaba. 

-¡Pero! –Se quejó el mayor en plan de pucheros aún.- ¡Tus nalguitas! –Chilló de nuevo. Kakashi sintió un leve tic en su ceja derecha en respuesta cuando lo vio saltar a su cama dando un clavado y posteriormente comprimirse hasta parecer una bola sobre la cama - ¡Sakumo perdóname! –Dramatizo el ovillo deprimido en el que se había convertido su tío.

**

Ah˜ suspire agobiado ¿Por qué a mí? ¡Tía al menos debiste evitarme decirle lo del pervertido! ¿Ahora como se supone que lidie con esto? Mi tío siempre se pone como loco cuando algo así sucede. Pero de cierta manera me da ternura esa conducta tan dramática de él. Es un buen padre… Tengo que tranquilizarlo de una forma u otra.

-Enserio estoy bien. ¿No te dijo mi tía? – Dije afectuoso- Lo de mis manos no es grave. Estaré perfecto en algunos días. Y al pervertido ese le di su merecido. ¿Sabes que soy muy fuerte verdad?

El mayor sin dejarse convencer, meneo la cabeza negativamente mientras hablaba con la cara pegada a las sabanas, por lo que su voz sonaba amortiguada.

- ¡Mi sobrino es tan amable! ¡Se hace el fuerte frente a su tío!- Kakashi se llevó una mano a la frente frustrado. Su tío no cambiaría jamás. Esperó un tiempo y tras reconfortarlo con cada frase que se le ocurría el mayor poco a poco salió de su escondite hasta sentarse correctamente en la cama. Kakashi volvió a sentarse en el asiento de su escritorio y el mayor decidió hablar con él, sobre el certamen.

-Me enteré que Kushina, no podrá ser tu acompañante este año.- El menor asintió- También conocí a Iruka parece un chico muy bueno. ¿Por qué le rechazaste? ¡Es un desperdicio!

-Tío a ese chico le caigo mal, ¿Así que podrías evitar decir cosas como esa? –El mayor le miró sin entender- ¡Lo dijiste como si Iruka se me hubiese declarado o algo! –Regaño algo amargo Kakashi. Jiraya se encogió de hombros restándole importancia.

- No te preocupes por los detalles…- Dijo el mayor en son de broma y Kakashi sintió un tic en su ceja- De todas formas, creo que deberías intentar escucharlo primero antes de rechazarle. Aunque no puedas participar este año podrás hacerlo el que viene. Para entonces el habrá obtenido la destreza que necesitará para poder participar.

¡Le lavaron el cerebro! Pensó Kakashi al instante. Era la única manera de que su tío dijera algo como eso. ¿Renunciar al certamen de ese año? ¿Enserio eso había salido de su boca?

-Tío, no decidas por mí lo que debo hacer. ¡Ese chico dijo que era detestable! ¡Dijo “No soporto a la gente de tu tipo”! –Citó al moreno que en la sala estornudo sin aparente razón-¿Qué clase de música crees que podré crear con su ayuda? ¡No hay forma de que podamos armonizar después de ese comentario! –Jiraya le miró con inconveniente. Ahora entendía porque no le agradaba la idea de trabajar con el castaño. Aunque era raro de su sobrino tomarse ese comentario tan a pecho. Mientras le miraba un pensamiento comenzó a tomar forma en su cabeza, sonrió ladino por su astucia, pero decidió guardarse sus pensamientos para él. Kakashi se daría cuenta a su debido tiempo. Alargó su mano para que el menor fuese a su lado. Kakashi observó serio y a regañadientes se acercó hasta que la mano de su tío le tomó de la cintura para acercarle hasta él y sentarlo en su regazo.

-Kakashi… Deseas participar a toda costa en el certamen ¿Verdad? – Indagó Jiraya con gesto dulce, Kakashi simplemente asintió dócil. – Pero en la situación actual será imposible. El certamen no aceptará a los participantes sin acompañante propio y faltan tres meses para que empiecen las eliminatorias. A este paso no podrás prepararte a tiempo. ¿Porque no lo dejas por este año y lo retomas el que sigue? Además Iruka parece tímido, seguro que está enamorado de ti y por eso finge odiarte. – Dijo sin pararse a pensar y casi por inercia espero ver la cara de shock de su sobrino que nunca llego. Le miraba con el ceño fruncido, el típico gesto que hacia cada vez que pensaba que le estaba tomando el pelo.

-¡Tío! – Se quejó el pelo plata inconforme.- Dejando de lado tus ideas irracionales. Sé que no puedo participar este año. De hecho pensaba decírtelo si no encontraba un compañero. Pero ¿Por qué debo aceptar participar con este chico el año que viene? ¿Siquiera crees que podrá mejorar con un sólo año para prepararse? ¡Es imposible!

-Iruka, puede que se vea poco confiable ahora. Pero si le das un oportunidad, podrían hacer la más perfecta música ¿No lo has pensado?- Dijo con tono paternal el mayor, había conseguido que Kakashi se sentara en su regazo y recostado sobre su pecho como cuando era aún pequeño. Tenerlo así acurrucado contra él le recordaba a los viejos tiempos con su hermano menor Sakumo. A diferencia de Kakashi, Sakumo si era una persona delicada y un episodio como el de esa tarde con el pervertido, habría dejado un gran trauma en su delicado hermano. Kakashi era un doncel con cualidad dominante por lo que en el futuro podría casarse con una mujer si quisiera. Podría elegir sin reservas a la persona que se convertiría en su pareja y hasta podría aventurarse enamorarse de otro doncel, ese era el único regalo que su linaje paterno le había dado.

Abrazo con ternura a su sobrino y permaneció así por unos minutos. El menor parecía acostumbrado a ese trato así que se dejó hacer.

-Kakashi… Recuerda que la música se creó para poder compartirla con otros… Y expresar lo que sentimos. La música es igual a los sentimientos de quien la toca. Es honesta y si la enfrentas ella te responderá lo que no sabes aún, que necesitabas saber… Podría incluso mostrarte a través del sonido a la persona que está destinada a tocar junto a ti… Incluso si el comienzo fue malo, quizá si lo intentaras de nuevo el resultado podría ser diferente…- Finalizó Jiraya de hablar. En cuanto Kakashi proceso lo que había dicho y lo que se ocultaba en sus palabras pareció francamente sorprendido por la aseveración de su tío. ¡Era imposible! Se dijo nuevamente y derrotado dijo.

-No creo poder llevarme con el… - Susurró algo agobiado.

-No te estoy diciendo que lo hagas- Comentó con buen humor- Sólo, escúchalo. Quien sabe tal vez resulte mejor de lo que esperas…

-Me pregunto si será así…- Dijo él levantándose del regazo de su tío. Jiraya se levantó con intención de volver a la sala con los demás.

-¿Al menos prometes que lo pensaras? –Inquirió en la puerta de la habitación. Kakashi se negó a verlo y con un suspiro rendido asintió -¡Bien! Si no quieres bajar a cenar. Le diré a Tsunade que traiga tu cena después. ¿Estás de acuerdo?

-Gracias…- Susurró – ¡Y tío…!- Llamó al mayor antes de que cerrara la puerta.- Yo no he aceptado aun renunciar al certamen, buscare a alguien.- Advirtió Kakashi con reproche en la mirada. –Y si, no encuentro a alguien entonces me rendiré.

-¡Es justo lo que pensaba también! –Declaró el mayor con una sonrisa en el rostro. Kakashi vio entonces que el mayor cerró la puerta y escuchó sus pasos tranquilos alejarse por el pasillo. 

***

En la estancia Iruka aún no terminaba de procesar del todo lo que Tsunade había dicho. Era obvio que Kakashi era un chico muy bello, ¡Ya no tenía caso que lo siguiera negando! La voz de su conciencia se la pasaba burlándose de él cuándo lo intentaba y ya no le veía el caso a confrontarla más. ¡Así que lo admitía! Al menos para sí mismo… ¡Lo admitía! Pero empezaba a pensar que después de todo, esa belleza era una desventaja más que una ventaja. Hasta ahora había descubierto un montón de cualidades contradictorias del pelo plata.

Su conducta arrogante y de príncipe de la realeza era sin duda una defensa personal para evitar que la gente se acercara a él, sin embargo también estaba el príncipe amable que todos conocen en la escuela, esa es la contradicción número uno. Iruka francamente hablando no entendía porque tenía que congeniar con gente que para empezar ni le agradaba.

Segundo le había pedido no hablar mal de su persona ante Kushina y después fue y solito se dejó mal, diciendo un montón de cosas hirientes en el restaurante. Eso le llevo a pensar que sólo mantenía una relación sana con Kushina porque era su acompañante de piano. En pocas palabras un interesado. No obstante la contradicción número tres había sido el detonante para que se planteara una pregunta que no sabía cómo responder ¿Por qué mintió para proteger a Minato? El que no les haya dicho nada a sus tíos sobre la discusión que había tenido con Minato y que eventualmente le llevo a un encuentro desafortunado con un acosador había sido inesperado.

De alguna forma había descubierto que tenía un pasado algo triste, sobre todo con esa chica “Mia” alias “Embustera” traicionándole y mintiéndole. Y luego estaba él, quien desde el principio había estado a la defensiva. Ganando al rechazar su “amabilidad” sólo una probada de su mal genio y una dotación vitalicia de humillaciones. ¡Su frialdad era demasiado para pertenecer a un chico de catorce años! Y entonces se recordó irritándose.

 

¿De verdad se había ido de largo? ¡Qué humillante! ¿Qué acaso por ser guapo podía darse el lujo de despreciar a la gente así? ¡¡No es justo!! ¡¡No es justo!! Sin embargo ¿Por qué ese rechazo dolía más de lo que había esperado?

¡No! ¡Iruka! ¡No puedes estar pensando eso! ¡Deshonra! ¡Moriría antes que caer en sus redes! ¿Cómo he llegado a suplicar de “esa” forma? Pensé que al escuchar aquella conversación de Minato-san sobre Kakashi había la mínima posibilidad de poder rectificar mis opiniones y quizá llegar a un acuerdo. ¿Pero que era esa actitud? ¡Había mejores formas de negarse! ¿Tenía que ser tan austero? ¿O acaso disfrutaba molestando a las personas? ¡Que rabia!

-¡Sólo porque es un poquito guapo se cree con derecho de fastidiar gente como lo hace! – Soltó de repente en voz alta mordiéndose las uñas sin darse cuenta.

Todos los presentes dirigieron sus miradas a él con desconcierto y una mueca de incredulidad. Kushina había llevado sus manos a sus labios en señal de sorpresa, Minato veía al castaño como si le hubiese salido otra cabeza y Tsunade había formado una sonrisa astuta en sus labios. Iruka ajeno a su entorno siguió sumido en sus pensamientos.

¡Debo dejar de pensar en cosas tontas como esas! Se dijo pero el recuerdo de Kakashi muy cerca de su rostro le vino de repente a la memoria, como si fuese algún tipo de corriente eléctrica se sobresaltó. Nervioso agito la cabeza para borrar aquella sensación.

-¿Iru-chan estas bien? –Preguntó la pelirroja logrando sacar al menor de sus cavilaciones.

-¡Si no pasa nada!- Respondió inquieto.

-¿Por qué no se quedan a cenar? – Preguntó de repente la voz de un más tranquilo Jiraya mientras entraba en la estancia.

-Es una buena idea.- Concordó Minato y Tsunade asintió.

-Sera un placer. Muchas gracias por la invitación dijo educadamente Kushina. – Iruka se limitó a sonreír agradecido.

-¡Entonces está decidido! –Declaró contento el pelo blanco con entusiasmo. – Por cierto Tsunade, Kakashi cenara en su habitación. Luego llévale su cena. – La aludida arqueó una ceja inquisitiva pero sabiendo que no podría negarse a la petición de su esposo aceptó con desgana.

-Creo que estas exagerando. –Le dijo con tapujo la rubia.- Kakashi no es tan débil. Un pervertido o dos no son nada para él. –Una ceja se arqueó indignada en la cara de su esposo y desvió la cara en signo de enfado. Minato se preguntó ¿Dónde quedo la madre preocupada de hace unos minutos, dispuesta a destruir al pervertido aquel? Al escucharla alardear de la fuerza de recuperación de Kakashi

– Oh, veo que Kakashi te lo dijo. Qué bueno me ahorre la fatiga. –Dijo aliviada de que esta vez la dramatización de su esposo hubiese sido exhibida en otro lado, donde ella no tenía que hacer nada para traerlo de vuelta al mundo real.

***

Sin poder evitarlo Iruka sintió leve decepción al escuchar que Kakashi no cenaría con ellos, la vocecita en su cabeza le susurro “Estas perdido” y el la ignoró argumentando que era por qué no podría volver a pedirle que le dejara ser su acompañante, un “¡Si, claro!” sínico de la voz en su cabeza fue lo que tuvo de respuesta, dejándolo indignado y sorprendido de que incluso su voz interna pudiese ser sínica cuando el jamás había podido serlo. Tsunade fue testigo de esas reacciones del castaño y con gesto astuto sugirió.

-Iruka-kun ¿No te gustaría ayudarme a llevarle la cena a mi querido sobrino?- Todos los presentes miraron con sospecha a la mujer. Minato y Kushina conocían a la perfección el sentido del humor retorcido de la mayor así que era muy sospechosa su sugerencia. Iruka en cambio se quedó pasmado momentáneamente al escuchar de nuevo a la vocecita en su cabeza decirle que “Tal vez no es mala idea”.

-¿Qué me dices? Quizá tengas suerte y hasta diga que “Si” – Dijo en doble sentido la mujer disfrutando de la repentina cara avergonzada del menor. ¡Jugar con los adolescentes era lo más divertido! Kakashi se enfadaría pero, ¡Una mesada más grande podía remediarlo todo!

-Madre, no creo que sea una buena idea…- Intervino Minato.

-Es cierto, hoy fue un día malo para ellos. Es mejor que dejen que las cosas se den para la próxima.- Siguió Kushina. Tsunade compuso un puchero fastidiado.

-Creo que es una buena idea. Kakashi parece de mejor humor ahora. –Comentó Jiraya haciendo que la sonrisa de su mujer se ensanchara- Le hable del certamen y parece dispuesto a intentarlo. Sólo necesita un empujón para cerrar el trato.

-¡Lo haré! –Dijo de repente decidido Iruka. Entraría dejaría la comida y saldría de ahí. ¡Fácil! ¡Podía hacerlo! - ¡Le llevare la cena a su habitación! – Los ojos de Tsunade brillaron emocionados ¿Qué pasaría en esa habitación?

-¡Es cierto! Ya que tienes una misión tan importante que hacer. Te daré también tu cena.

¿Eh? El castaño se tensó no le gustaba por donde iba el asunto. Sus sentidos le decía que había peligro.

– Así le harás compañía y podrán conversar sobre… ¡Lo que sea que un par de adolescentes en la edad del pavo hablen!

¿Edad del pavo? Fue el leve pensamiento del menor que por más que sus sentidos de alerta le advirtieran que esa mujer era peligrosa. No podía hacer nada para negarse. No después de haber aceptado hacerlo minutos antes. Y la sonrisa un tanto ladina de Tsunade, le recordaban a Iruka a la reina de corazones de Alicia en el país de las maravillas. Sólo faltaba que dijera “Si te arrepientes ¡Perderás la cabeza!” y casi con miedo trago en seco.

 

Continuará…

Notas finales:

Espero que les haya gustado y que me dejen un RR.

Tambien espero poder responder los RR atrasados hoy si no pues ya seria para mañana. O no se XD pero los respondere a como de lugar. ¡¡Asi que dejenme mas!! XD lo siento ando hiperactiva ahorita. u.u

Nos vemos (*-*)/


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