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Strings & Piano por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s...

No sé si sepan, pero hace un mes atrás cambie mi contraseña para evitar cualquier contratiempo con los bloqueos que se estuvieron dando en la página hace un tiempo. Pero no ha de ser novedad que si no soy descuidada soy olvidadiza y pues… Perdí la contraseña y realmente no me acordaba de cual era. La página no me generaba el correo de recuperación y ni siquiera marfil podía hacer nada. Me resigne a perder mi cuenta y cree una alternativa mismo Nick con un “1” al final donde procedí a subir todo desde el principio… No sé cómo un día llego la notificación de cambio de contraseña y de milagro pude entrar de nuevo…

En fin… En la nueva cuenta publique los mismos fics pero algo diferentes quizás no tan diferentes pero si gustan leer de nuevo quizás noten los cambios no son muchos de hecho solo es edición y una que otra escena cambiada para mejor flujo paso con todas lo mismo. ¡¡Espero disfruten el capítulo y comenten mucho!!

¡¡¡Capitulo RESUBIDO Y EDITADO!!!

CAMBIE HASTA EL TITULO DEL CAPITULO XD

Capítulo 9 Las facetas del príncipe…

 

Se preguntaba que era aquel sentimiento que había nacido en su pecho al escuchar por primera vez el violín de Kakashi. ¿Quizás ansiedad? ¿Admiración? ¿O acaso se trataba de algo  más? Era probable que sólo fuese una confusión momentánea de su parte, pero cuando el sonido que venía del segundo piso se había detenido, sintió que algo en él se apagaba junto a aquella dulce melodía. Una urgencia similar a la inquietud… Como sí algo faltara, se formó en su pecho. Esperó que el sutil monólogo que compartía Tsunade mientras hablaba por teléfono la distrajera de él y de dejase seguir en sus pensamientos confusos.

Quería que Kakashi volviera a tocar inundando sus oídos con su música, deseaba escuchar su melodía por más tiempo, no obstante, está no se escuchó de nuevo... Como si de alguna manera el príncipe intuyese que él deseaba escucharle un poco más, se detuvo y le negó saciarse con sus notas. Un suspiro insatisfecho se le escapó ante ese pensamiento, al darse cuenta de que Tsunade lo observaba brevemente con la ceja alzada ante su gesto, apenas consiguió formar una sonrisa nerviosa que satisficiera a la mayor que finalmente retomo su llamada sin más ceremonia.

-Iruka. –Le llamó con aquella solemnidad la rubia. Minato acaba de colgar. Me ha dicho que Kushina y Nagato aún no han presentado sus pruebas, parece que les tomara más tiempo. Yagiko le ha pedido de parte de los tres que te cuidemos por esta noche. –Le explico la mujer mientras seguía arreglando la mesa en la que cenarían. - Al parecer será imposible que el examen termine temprano. Espero que no te incomode quedarte con nosotros por hoy. –Le dijo con amabilidad y el negó sus palabras a pesar de sentir evidentemente incómodo.

– Afortunadamente he tomado mis precauciones antes de que esto ocurriera y preparado la habitación de huéspedes… Ojalá de tu agrado. - Le dijo dándole la espalda terminando sus preparativos en la mesa, girándose bruscamente cuando pareció darse cuenta de algo. Iruka la miró atento una vez más.

Tsunade se tomaba de la barbilla en pose pensativa mientras le miraba como buscando algo en él, se le acercó y con cuidado palpo sus hombros y su torso, colocando un sonrojo en la cara del menor al instante. Quien sin saber que hacer se quedó quieto a merced de la mayor dejándose hacer. Tras soltar un suspiro al fin le explicó.

-Quizás las ropas de Kakashi te queden un poco grandes… Pero, por ahora te pido que te conformes con algunas de ellas. Sígueme te llevaré a tu habitación por hoy. –Finalizó para comenzar a avanzar por la estancia hacia los pasillos que llevaban a la escalera principal de las habitaciones. Iruka solo pudo darse un segundo para tranquilizarse y seguir a la rubia. Definitivamente sería una noche vergonzosa si las cosas seguían siendo así.

*

Tsunade le observo de reojo sin que el menor se diera cuenta y una ladina sonrisa se formó en su cara al ver que Iruka se tocaba ambas mejillas en un intento por controlar el sonrojo en ellas ¿Qué estaría pensando el menor? Se preguntó picara y con sorna se respondió que quizás apenas se estaba dando cuenta de que usaría la ropa de Kakashi… No pudo evitar ensanchar su sonrisa al darse cuenta de lo divertido que era tener a ese pequeño alrededor de su sobrino. ¡La de diversión que les esperaba si el chico conseguía ser “la pareja” de su sobrino!

- ¿Tsunade-sama? –Escuchó que le llamaba Iruka- ¿Le sucede algo?

Hacia algunos minutos que se había detenido frente a la puerta de Kakashi, al notarlo, se aclaró la garganta para disimular su despiste y se giró al sentido contrario señalándole a Iruka la puerta de la habitación que sería ocupada por él esa noche.

*

La habitación lucia espaciosa y pulcra, los objetos parecían estar en un orden impoluto y frio que le extraño al ser una habitación de aquella casa tan cálida. No había más que adornos casuales e impersonales en ella algunos libros en el estante, uno que otro cuadro con pinturas de patrones extraños en las paredes, cortinas blancas y una bonita cama bien tendida al centro de la estancia. Un sofá esquinero de color gris y una pequeña mesita de centro completaban aquella habitación que más bien parecía la de un hotel.

-Sé que luce algo vacía. Pero, supongo que tú te encargaras de que eso termine. –Comentó Tsunade tendiéndole ropa para que se cambiará. – Estas son las más pequeñas que encontré, también hay un pijama. Si quieres tomar un baño en la puerta de la derecha está el baño, a un lado está el vestidor, ahí encontraras toallas. Puedes usar esta habitación como mejor te parezca. Tomate tu tiempo y cuando estés listo baja para la cena.  

Sin darle tiempo de decir nada mas Tsunade salió de la habitación cerrando la puerta tras ella dejándole ahí de pie en medio de la habitación, preguntándose qué quería decir la mayor con que él debía hacerse cargo de que a habitación dejara de lucir “vacía”.

Tsunade decidió pasar por la habitación de Kakashi, tocó un par de veces sin recibir respuesta así que entro de todas formas. Se extrañó un poco del silencio de la habitación, se adentró más llamando a su sobrino sin recibir respuesta.

- ¿Kakashi? ¿Estás en el baño? –Pregunto la mayor mirando alrededor de la habitación hasta descubrir un dormido Kakashi con las ropas del colegio aferrado a su violín como si se tratara de un osito de felpa. Se acercó sin hacer ruido hasta colocarse frente a la cama, con cuidado le retiro el violín de las manos y lo dejo en el pedestal.

Rebusco en el armario, y saco una playera sencilla negra y un par de shorts de elástico blancos, volvió con el menor dormido y le quito el cinturón del pantalón dejando semi abierto el cierre porque Kakashi se removió incomodo hasta quedar en posición fetal, el suéter había subido levemente por su abdomen dejando a la vista la estrecha cintura de su sobrino que volvió a dormir profundamente con un suspiro.

Un suspiro de alivio salió de la boca de la rubia que por un minuto entero se quedó viendo la tierna manera en la que su sobrino estaba durmiendo y con una sonrisa algo maquiavélica ante su repentina idea, saco de su bolsillo su celular y tomo fotos de su bello durmiente sobrino, hasta que este se removió inquieto cambiando de posición, hasta quedar boca arriba con la cara levemente ladeada, una mano cerca de su rostro y la otra repasando en su expuesto abdomen, dejando ver a su vez su bóxer negro asomarse por entre sus pantalones. Tsunade sintió algo de culpa al ver tan vulnerable a su sobrino, pero… ¡Tenia que aprovechar! Y continúo sacándole fotos a su querido sobrino. Se divertiría a lo grande después con ellas y un adolecente castaño en la otra habitación.

Después de infinidad de fotos al fin cambio de ropa a Kakashi con sumo cuidado le retiro el suéter gris del uniforme y procedió a quitarle la camisa de vestir blanca poniéndole la playera que antes le había buscado, le retiro los pantalones y le subió los shorts. Le empujo hasta dejarlo en el centro de la cama, para evitar que se callera si llegaba a girarse en sueños de nuevo y le cubrió con una cobija que saco del closet, beso la frente de Kakashi cual madre abnegada y finalmente le susurro.

-Es tu culpa por tener el sueño tan pesado…- Dijo contemplando la espléndida colección de foto en su teléfono. Retirándose satisfecha de la habitación.

*

Tras dejar sus cosas de la escuela ahí, tomar un baño y cambiarse con ropa de Kakashi que le dejo Tsunade con algo de nervios. Bajo de nuevo a la estancia, con la esperanza de ver quizás al príncipe en compañía de sus tíos, decepcionándose un poco al ver que no había rastro de este último en la estancia. 

La tarde se la paso en compañía de los tíos del príncipe pues este no bajo ni una sola vez de su habitación, hasta que fue hora de cenar.  

Al verlo con el cabello revuelto, mientras bostezaba al entrar en la estancia un repiqueteo muy familiar se dejó sentir en su pecho. El príncipe lucía en una palabra… Seductor…

¡Waa! ¡Que estoy pensando! ¡Vuelve en ti Iruka! Se reprendió así mismo el moreno avergonzado por sus pensamientos. Sin embargo, al mirar de nuevo no pudo negarse que aquella faceta no estaba mal en alguien como el príncipe…

Incluso con un modesto short y una playera sencilla lograba verse encantador, y eso era suficiente para admitir al menos para sí mismo que en ese momento preciso por primera vez Kakashi lucia tierno a sus ojos. Por su mirada soñolienta era evidente que el príncipe se había quedado dormido después de cambiarse.

-¡Kakashi! ¡Qué bueno que despertaste! – Dijo alegre Tsunade, yendo hacia a el pelo plata y acariciar su rebelde cabello en pos de peinarle un poco, suspirando resignada al ver que no era posible arreglar lo que la almohada había hecho con su cabello. - En un momento más planeaba ir a despertarte. ¿Has dormido bien?

-Sí tía. Pero no debiste dejar que me durmiera. Debo practicar para el concurso. -Respondió con tono adormilado y algo irritado.

Para Iruka verle actuar sin tanta presunción era fascinante ¡Quién diría que el príncipe podía llegar a ser también un niño mimado por sus tíos! Le observo sentarse en el mullido sofá de la estancia con gesto adormilado. Ignorando por completo su presencia en el lugar, sin mirarlo en ningún momento. Con algo de decepción amarga se resignó a ser ignorado por el príncipe, mientras la conversación continuaba sin él…

*

- ¿Qué estás diciendo? ¿Cómo piensas practicar? ¡Necesitas un acompañante para eso! –Le refutó la mujer con cierto desenfado. - ¿O no me digas que Iruka va a practicar finalmente contigo?

-¡Por supuesto que no! – Respondió más despierto con tono de desdén - Mi tío traerá a Mabui y Bee me lo prometió…

-¡Niño terco! ¿Qué caso tiene que practiques con esos dos? –Inquirió la rubia cortante- ¡No entiendo porque Jiraya te sigue el capricho! Esos dos tienen sus propios asuntos Kakashi ¿Tan malo es tener que practicar con Iruka?

-……- Kakashi no respondió. No porque pensara aun que le desagradaba la idea sino más bien porque se desconcertó de desear realmente que el delfín pudiera ser su acompañante. Después de haber tocado el violín esa tarde por alguna extraña razón supo que algo estaba pasándole con ese chico, por algún motivo su mente estuvo llena de él mientras interpretaba su sonata, y con algo de reticencia tuvo que admitir que se sintió muy inspirado mientras lo hacía.

- ¡Oh vamos! ¡Si tu música lo estaba cantando! – Le regaño Tsunade logrando que sus mejillas se calentaran en un sonrojo tenue.

*

Iruka por su parte se preocupó al ver cierta turbación en el príncipe, aunque no había entendido lo que la mayor le había querido decir. Un gesto de desánimo se apoderó de su cara sin darse cuenta al pensar que Kakashi no deseaba ni siquiera darle una oportunidad. Se preguntó que es lo que haría el señor Jiraya, hacía rato que no le veía y ahora que se ponía a pensarlo, desde que se disculpó para poder retirarse de la estancia dejándole en compañía de su esposa Tsunade no había dado seña de aparecer. Se preguntó nuevamente que habría querido decir la mayor al regañar al príncipe hacia un momento. ¿Quiénes serán Mabui y Bee? ¿Conquistas? Talvez, ¿Pero que era aquella ansiedad que no supo justificar al formarse esa palabra en su mente?

Tras unos minutos de cavilar termino pensando que quizás eran conocidos del príncipe, aunque aquel pensamiento murió al recordar al príncipe solitario rodeado de admiradores que no hacían más que hostigarle por atención. Ahora que lo pensaba mejor a parte de los “amigos” por apariencia que tenía en la escuela nunca había visto a Kakashi compartir con nadie más alguna clase de vínculo. Siempre almorzaba solo en aquel rincón donde una vez lo vio rechazar con descaro a aquella joven en el pasillo, y cuando estaba con los demás siempre observo la pared de cristal que el mismo príncipe ponía con todos a su alrededor.

Sin embargo, aquel par de nombres sin rostro se habían instalado en su mente despertando una inquieta curiosidad en él. Tras seguir la conversación, deseoso por descubrir algún detalle de esos dos desconocidos, no pudo evitar desencajar la boca al escuchar la respuesta que le dio Kakashi a su tía al regaño que por cuarta vez afirmaba que no tenía caso traerlos a practicar con él.

-Sabes que siempre ha sido mi deleite personal escuchar a esos dos, tía. –Dijo Kakashi después de una breve pausa y la sonrisa más cálida que podía verle jamás. Tsunade le miro con recelo y desechó lo que él había dicho como no queriendo la cosa. Kakashi negó divertido por aquella reacción de su tía a sabiendas de que él había ganado, al menos de momento la discusión.

Desconcierto. Y aflicción… Emociones negativas se habían instalado en su corazón, no pudo contralarlo, y apenas disimularlo. Pero aquel tono de voz del príncipe, incluso sí fue solo por un segundo había sonado tan cariñoso que sintió malestar y ganas de vomitar, gesto que le obligo a llevar una de sus manos a su boca para evitar realmente dar una arcada, sin notar que el pelo plata le observaba de reojo con inquietud.

*

- ¡Haz lo que quieras! ¡Luego no te quejes! - Tsunade se quejó por última vez yendo a la cocina por el par de servicios más para la mesa.

Cuando se alejó por completo de la estancia el incómodo silencio que le siguió hiso que se pusiera nervioso. El príncipe no parecía interesado en hablar con él y realmente él no entendía del todo porque aquello le importaba ¿No se suponía que le odiaba?

Entonces… ¿Porque desde que Jiraya le había dicho que hiciera una pijamada con Kakashi no había hecho otra cosa más que anhelarlo y sonrojarse como si fuera una colegiala enamorada? Sí

¡¿Qué carajos había pensado?! ¿Enamorado? ¡Sí, claro! ¡Como si fuera posible! Se dijo enfadado consigo mismo ante sus pensamientos. Intentando que el enfado disimulara un poco su nerviosismo ante tal posibilidad. Tan sumido en sus propias cavilaciones, no se dio cuenta que hacía rato que no se había movido de su posición ni siquiera había pestañeado… Y ese detalle alguien como Kakashi no lo dejó pasar.

- ¡Oye! ¿Acaso estás dormido con los ojos abiertos? –La arrogante pregunta del príncipe lo saco de sus cavilaciones confundidas, frunciendo el ceño antes de responderle con enfado.

- ¿Qué quieres? - Se sorprendió un poco ante su propio tono brusco de voz, sintiendo culpa al ver la ceja arqueada del príncipe en completo desconcierto ante su actitud.

-En realidad yo nada...- Le respondió tranquilo tras aclararse la garganta. - Pero mi tía ha avisado que es hora de lavarse las manos para la cena. – Le informó con frialdad medida. Iruka casi quiso golpearse por haber conseguido una vez más alejar a Kakashi de el sin pensarlo.

-Está bien…- Respondió cabizbajo y con la mirada desviada consiguió susurrar. - Lo siento…

- ¿Dijiste algo? –Fue la respuesta que recibió del pelo plata logrando sacarle un leve tic que a duras penas logro controlar tras mantener un largo suspiro dentro y dejarlo salir agregó. - No dije nada.

-Mmm… De todos modos, Iruka –Le señalo el príncipe con el dedo cambiando de tema al instante que se ponía de pie frente a él. - Si mis tíos te dicen algo sobre acompañarnos al salón de ensayos diles que no quieres. ¿Entendido? –Le dijo sin perder su tono arrogante. – ¡No quiero que me estorbes mientras Bee y Mabui estén aquí! –Finalizó la última frase más para sí mismo que para que él la escuchara.

Apretó los puños, furioso. ¿Qué tenía de malo pasar el rato con él? Se quejó en su mente y esta como venía haciéndose costumbre le respondió “¡No es que seas especialmente encantador con el chico!” Se dio una bofetada mental ante su propia respuesta y por enésima ocasión soltó un suspiro. Debía dejar de estar pensando en tantas estupideces ¡Definitivamente! Pero ¿Por qué siempre que decidía aquello el príncipe frente a él se las arreglaba para dejarlo de nuevo con la cara de tonto? Y sobre todo… ¡¿Porque carajos su frente estaba tocando la del príncipe tan de repente?!

- ¿Q-qué estás haciendo? –Le pregunto con claro nerviosismo en la voz. Kakashi permaneció quieto sin apartarse de él hasta que pareció satisfecho con algo y tras asentir para el mismo le sonrió ladino dedicándole una mirada astuta.

-Solo quería comprobar algo. - Le dijo encogiéndose de hombros sin cambiar de gesto. -  No te hagas ilusiones… Iruka… Solo devuelvo el favor…

¡¿De qué demonios estaba hablando aquel aprovechado?! ¡Él no le debía ningún favor! Lo vio alejarse sobre una vitrina donde se exhibían varios juegos de platos y de un cajón inferior saco un frasco con medicina, que termino en su regazo tras intentar torpemente atraparlo y fallar en el intento. La risa ligera del príncipe se dejó escuchar en la estancia sonrojándole avergonzado ante su torpeza.

-Tonto… -Le insultó con tono burlón y se dio la vuelta para ir seguramente a la cocina a hacer lo que su tía les había ordenado antes.

Iruka todavía tardo unos segundos en reaccionar con renovado enfado. En definitiva, ¡Él odiaba a ese…! ¿Ese? ¿…? ¡Príncipe arrogante! Ni siquiera pudo devolverle su previo insulto, atónito como estaba contemplo el frasco con antibióticos que le lanzó, preguntándose que se suponía que debía hacer con eso…

Recordó entonces lo que había pasado minutos atrás y el ardor colorado de sus orejas y su rostro se habían pronunciado a tal grado que tuvo que enterrar la cara en uno de los coloridos cojines del sofá para intentar ocultar su cara, al finalmente comprender las palabras del príncipe y su comportamiento.

¡El príncipe se había preocupado por él! Una sonrisa se formó en su rostro sin que pudiera evitarlo, pues una calidez había nacido en su pecho al ser consciente de que el pelo plata quizás había estado pensando que estaba enfermo todo ese tiempo y le había dado medicina para que se aliviara. Apretó el cojín contra su pecho y volvió a sonreír sin saber porque, pero feliz…

-Sí que es un tsundere…- Susurró conmovido por los actos del príncipe. Quien tras unos minutos apareció nuevamente por la estancia y con gesto socarrón le dijo.

-Casi lo olvidaba… Iruka… -Le llamó desde el umbral. - No te preocupes por lo de antes. Acepto tus disculpas, digo después de todo no es tu culpa que seas tan raro…

- ¿Eh? ¿T-tú me… Escuchaste? ¡D-dijiste que no habías escuchado! – Le dijo tartamudeando, Kakashi simplemente ensancho la sonrisa.

-Ah… Eso. Solo quería que lo volvieras a decir.

El tic que se formó en la ceja de Iruka se hizo más pronunciado al escuchar aquel socarrón comentario del príncipe cayéndole como un balde de agua fría. Pero no se quedaría con las ganas de decirle un par de cosas esta vez y con la furia corriendo por su cuerpo se dispuso a comenzar su reprimenda siendo detenido abruptamente por el sonido de la puerta principal al abrirse detrayéndose de su cometido de borrar aquella sonrisa socarrona de la cara del príncipe impidiendo que pudiera decir nada.

*

¡Al fin habían llegado!

Se dijo Kakashi corriendo hacia el vestíbulo de inmediato al escuchar la voz risueña de su tío en una risa divertida y complacida, desde la entrada.

-¡Hemos llegado! –Anunció innecesariamente su tío abriendo la puerta estrepitosamente de par en par, dejando ver a sus acompañantes a sus espaldas.

-¡Bee! ¡Mabui! ¡Me alegro de que pudieran venir! ¿Cómo les fue en el viaje? – Dijo Kakashi contento al ver a ambos albinos aun de pie en la puerta. – ¡Los estaba esperando con ansiedad!

- ¡Kakashi! ¡Mi musa! ¡Mi ángel! ¡Ven a mis brazos! –Exclamó en respuesta un tanto emocionada un muchacho de cabello blanco como la nieve y piel morena, parecía robusto y más alto que él mismo Kakashi, que increíblemente dejó salir desde su pecho una risita divertida y contenta, que provocó que Iruka se quedara de piedra mientras veía desde una distancia prudente el encuentro de aquel par con su príncipe.

Bee se paró firme abriendo sus brazos de par en par sin moverse de la entrada, en un claro gesto que delataba lo que esperaba que sucediera. Una risa complacida se dejó escuchar de nuevo en Kakashi que lucía francamente divertido por las ocurrencias del recién llegado Bee.

Por un momento casi cáustico, Iruka pensó para sí mismo “¡Siéntate porque el príncipe no va a correr hacia ti!” Y contra todo pensamiento de Iruka vio como Kakashi corría realmente al encuentro con el joven enterrando su cara en el pecho del moreno muchacho.

Kakashi en verdad parecía complacido por la forma tan íntima en la que era sostenido y abrazado por el más alto que sin tanta ceremonia lo levanto del suelo y dio dos giros con él antes de volver a ponerlo en el suelo entre risas risueñas y contentas. Para después repetir la misma acción con la joven de cabello largo y tan blanco como el de Bee y piel igual de morena, que resaltaba divinamente la belleza que la joven poseía y la enigmática mirada esmeralda que lucían sus pupilas.

- ¡Estoy muy feliz de poder tenerles aquí a los dos! – Declaró Kakashi sosteniendo de la mejilla a la joven que se limitó a asentir con una sonrisa en los labios.

*

¡Qué demonios! Pensó Iruka con la boca abierta del shock.

¡Fue tan natural! Que casi se va de espaldas al ver al príncipe realmente saltar el sofá y correr al encuentro con aquel muchacho de piel morena y voz gruesa que por alguna razón usaba lentes oscuros dentro de la casa, para seguidamente pasarle los brazos por encima de los hombros en un abrazo íntimo, que se completó cuando aquel muchacho le rodeo la cintura al príncipe que con ternura apoyo su mejilla en su hombro. 

- ¡Me alegro tanto de verlos a ambos! –Seguía diciendo Kakashi separándose abrazo de Mabui que a diferencia de Bee no había dicho una sola palabra y se había dedicado solamente a recibir el abrazo del príncipe con el mismo apego que Bee, pero sin decir nada. En cambio la vio hacer una serie de gestos extraños que Iruka tardo en procesar pues la risa claramente encantada del príncipe y su respuesta fue una total sorpresa.

-¡Pero que pregunta es esa! ¡Tú siempre eres adorable! – La joven hiso una vez más una complicada serie de gestos con las manos en respuesta y Kakashi ensancho una sonrisa antes de depositar un beso en la mejilla de la morena y susurrar.- Este será nuestro secreto ¿De acuerdo?

-¿Qué secreto? –Reclamó el moreno aun a lado de ambos.- ¡No me excluyan!

Kakashi y la joven comenzaron a reír con complicidad... Bueno el príncipe reía y la joven cubría su boca en un gesto divertido. ¿Dónde había quedado el arrogante príncipe? Se tuvo que preguntar azorado Iruka ante la escena de la cual el permanecía ajeno y a la distancia. Por alguna extraña razón sentía que de repente se había vuelto invisible, mientras observaba aquella particular y alegre escena… Era un sentimiento extraño y pesado que se había instalado en su pecho al ver aquella gentil sonrisa del príncipe dirigida a aquella joven que compartía con él un trato tan cercano e íntimo. Sin embargo, aquel joven también gozaba de aquel privilegiado trato, pero ¿Porque solo verle sonreírle a ella le causaba malestar? ¿Acaso era porque se trataba de una chica? Se preguntó apretando su propio pecho en pos de calamar aquel sentimiento dentro de él…

*

Jiraya había notado casi desde que su sobrino había ido a recibirles la sombra de Iruka en la puerta que daba a la estancia. Le había observado meticulosamente, catalogando cada reacción en la cara honesta del menor. Desde el desconcierto hasta la incredulidad de estar viendo aquel atípico comportamiento en Kakashi. Hasta la desolación y tristeza al no ser parte de aquella reacción en su sobrino…. Y el atisbo de aquel sentimiento turbio en el corazón del moreno, le coloco una sonrisa conmovida y por la obviedad de sus celos, que parecían no tener nombre en la cabeza del joven Iruka.

Quizás no debía meterse, después de todo eran asuntos de Iruka y su sobrino, pero… Sin dudas era la primera vez que Kakashi parecía interesado en alguien más que no fuese él mismo. Iruka era un joven sencillo pero agraciado, de delicado aspecto a pesar de aun ser joven, tenía potencial y era claro que algo se movía en él al estar con su Kakashi. Quizás era poner muchas expectativas en un joven que apenas había conocido, y si Kakashi se enteraba de lo que pensaba estaba seguro que una mesada más grande no lo arreglaría…

Y, aun así, firmemente creía que Iruka conseguiría arreglar aquel problema que tenía su sobrino para hacer lazos con la gente. Realmente creía que Iruka sería capaz de borrar la herida que su Padre y Mia habían hecho en su confianza en las personas, y ¡Quien sabe! Con suerte, quizás aquello terminará en algo irremplazable para ambos adolecentes… Estaba consciente de que el joven Iruka lo tendría difícil, pero, nadie había dicho que no pudiese al menos echarle una mano ¿Verdad?

*

-Esos dos son primos de Kakashi. –Comentó de la nada Jiraya a su lado. ¿A qué hora se le había acercado? ¡Ni siquiera lo había notado! Se dijo girando hacia el mayor con gesto asombrado, notando la sonrisa ensanchada que lucía el mayor con regocijo al agregar. - ¡Así que no debes estar celoso!

- ¿Sus primos? – Inquirió él como para reafirmar lo que el mayor había dicho… ¿Qué había dicho? ¿Celoso? ¿Quién él? ¡Já! ¡Por supuesto que no! ¡Solo era un leve retortijón inquieto en su corazón! ¡Pero no eran celos! ¡Solo era…! ¿Era? ¡Shock! ¡Sí! ¡Eso! ¡Estaba soqueado por la repentina actitud del príncipe! ¡Solo eso! Pensó en decirle exactamente lo mismo a Jiraya-sama, pero él mayor no le dejo continuando su plática sin que él pudiese aclararle que él no estaba celoso.

-Así es, son los hijos de mi hermano mayor, son mellizos. Y tal como puedes ver…- Dijo señalando con la mano a los tres chicos aun cerca de la entrada. - Kakashi les tiene muy alta estima. Cuando esos dos están aquí, su humor mejora mucho. – Agregó mirando con ternura a sus sobrinos conversar entre ellos. - Pero… - Dijo adquiriendo un gesto de seriedad al agregar. –Hay tener cuidado cuando ellos vienen, aunque solo sea por un rato hasta que la desorientación de Bee se calme… Las cosas de esta casa siempre están en el mismo sitio para evitar posibles percances. – Iruka le miraba confuso, no entendía las explicaciones del mayor y Jiraya al notarlo le sonrió con comprensión para finalmente decirle por qué. - Bee y Mabui... Ellos son discapacitados…

¿Qué?

Logró articular su mente embotada, volteando a ver nuevamente a los recién llegados. ¡Cómo era posible! Se dijo observando con insistencia al par de peliblancos acercarse hasta ellos y pasar de largo hasta sentarse junto a Kakashi en el sofá de la estancia.

-Creo que fue una sorpresa ¿Verdad? –Le inquirió Jiraya palmeándole la espalda comprensivamente. Iruka apenas logro asentir en respuesta para escuchar nuevamente las palabras del mayor. - Mabui es muda, y Bee está ciego. Han sido así desde que nacieron, para ellos dos es natural ser de ese modo. Pasaron algunas cosas… Y tuvieron problemas al nacer prematuramente. La mala salud de su madre no les ayudo en su desarrollo. Sin embargo, esos dos son un milagro que espero sepas apreciar…-Le explicó él mayor palmándole el hombro -  Por favor trátalos bien ¿Sí? Eres un buen chico, estoy seguro de que podrás llevarte bien con ellos dos…

Iruka asintió confundido sin saber que decir y Jiraya le dejó entonces solo en el umbral que lo separaba de la estancia y el pasillo, acudiendo al llamado de su esposa desde la cocina. Le dejo ahí para que cavilara o al menos eso quiso pensar Iruka que había hecho el mayor.

¿Qué se supone que debía uno decir en casos así? Se preguntó. ¿Cómo se suponía que debía reaccionar a tal información? ¿Cómo podría hacer lo que le pedía Jiraya-sama? ¡Él no sabía lenguaje de señas! ¿Cómo podría comunicarse sin cruzar la delgada línea entre la ofensa y lo que está bien? Se preguntó agobiado ante la situación.

*

¿Qué le pasaba al delfín? Se preguntaba a su vez Kakashi al ver el semblante que lucía el delfín tras la conversación con su tío. Parecía repentinamente alterado y confundido. Su palidez de esa tarde estaba volviendo a reflejarse en su rostro ¿Quizás se sentía mal de nuevo? ¿O había sido algo que su tío había dicho? ¿Debería acercarse y preguntar? Se cuestionó así mismo pensativo.

En ese momento sintió la tibia y pequeña mano de Mabui tirar de la manga de su camiseta se giró a verla encontrándose con sus esmeraldas observándolo con preocupación. Con el mismo gesto le pregunto en lenguaje de señas lo que ocurría.

-No es nada. No te preocupes. –Le respondió con su mejor sonrisa. – Quiero presentarles a alguien chicos.

-¿Quien? – Inquirió Bee en alerta.

-A un delfín… -Respondió Kakashi dudoso.

- ¡Qué cosa! –Grito Bee entre incrédulo y emocionado.

*

Mabui sonrió en dirección al “delfín” consciente de que Kakashi no les presentaría a nadie que no considerase adecuado para conocerles. Tomando la mano de su hermano que seguía emocionando hablando sobre no traer traje de baño para nadar con el delfín, lo condujo hacia donde el joven castaño estaba. Había notado al joven castaño desde que llegaron, pero Kakashi los había llevado de largo hasta la sala al ver que su tío conversaba con él. Su hermano se dejaba hacer como siempre mientras ella le decía con lenguaje de señas aplicado sobre la palma de su mano cuantos pasos había que dar hasta su destino y los obstáculos que habría que sortear sin hacerse daño hasta ahí.

Fue claro al menos para ella que el chico “delfín” de Kakashi estaba inquieto. Solía ver muchas cosas en las personas que conocían por primera vez. La pena o lastima era algo que solían apreciar muy seguido de la gente a su alrededor. Pero aquel par de ojos chocolate no reflejaban nada parecido a eso. Aquel par de ojos chocolate solo reflejaban un evidente estado de nervios, y estupefacción. La irritación era otra cosa que reflejaban, pero no pudo evitar sonreír al notar a quien iba dirigida. Así que continuo su camino, algo le decía que la interacción de ese chico con su querido primo sería muy interesante.

                                                                      *

Iruka al verles acercarse comenzó a ponerse nervioso ¿Cómo podría comunicarse con esos dos sin rozar en la ofensa? ¡Estúpido príncipe! ¿Qué no se daba cuenta de que él no tenía idea del lenguaje a señas? Ahora que lo pensaba ¿Tsunade no había dicho que no servía de nada practicar con ellos? ¿Lo habrá dicho por sus discapacidades? No era posible, Tsunade no parecía tener algún prejuicio por eso, probablemente se trataba de algo más.

-Iruka…- Escuchó como si se tratara de un eco su nombre. De pronto se dio cuenta de que el príncipe ya se encontraba a su lado, y le había llamado varias veces. No pudo evitar sonrojarse al notar su despiste y el cálido tacto de las manos de Kakashi sobre su hombro.

El príncipe frunció el ceño al instante y pensó que quizás lo había hecho enfadar sin darse cuenta. Agachó, su cabeza apenado esperando recibir una nueva dosis de la frialdad del príncipe, pero en cambio lo que sintió fue la otra mano del príncipe posarse sobre su frente delicadamente. El sonrojo en su cara fue evidente al instante. Pues el último contacto antes de eso con Kakashi había sido incluso más vergonzoso, se dijo al recordar cómo habían juntado sus frentes antes de igual modo. 

- ¿Q-qué estás haciendo otra vez? –Preguntó sin apartar la cálida mano de su frente, pero no por eso menos avergonzado.

- ¿Te tomaste la medicina? – Recibió en respuesta.

- ¿Eh? ¡Claro que no! –Dijo desechando al fin la mano del príncipe con un manotazo leve. - ¿Por qué debería hacerlo si no estoy enfermo?

- Desde la tarde estás en las nubes y tu cara se ha puesto pálida y roja en segundos varias veces ¿Y aun así te atreves a decir que no estarás enfermo?

- ¡Sí te digo que no tengo nada, es porque no tengo nada! - Declaró empecinado en su necedad. Cruzándose de brazos Kakashi le miraba con el ceño fruncido y airado, quizás no era buena idea seguir desafiándole tan descaradamente se dijo Iruka acomplejándose ante aquella mirada oscura de príncipe.

*

Kakashi lo llamó mentiroso en su mente ¡Deberás que ese delfín era un terco de lo que no hay! ¡Eso se sacaba por preocuparse por el tonto delfín!

- ¡Sí tú lo dices! - Aceptó con acides y con tono ofendido por ser apartado tan rudamente por Iruka que hasta ese momento había reaccionado apartándose de él. ¿Tanto así le odiaba? ¿Entonces porque aquella insistencia de ser su acompañante? Justo antes de seguir por ese camino, Mabui volvió a llamar su atención tocando su brazo al tiempo que le decía en su lenguaje que los presentará formalmente.

–Ya voy. - Le respondió a la chica y volvió su atención una vez más a Iruka. –Iruka, quiero que conozcas a mis primos. Ella es Mabui la menor y él es Bee su hermano mayor. Son mellizos, y se quedarán está noche a practicar conmigo.

Por la cocina apareció Jiraya empujando un carrito de servicio al tiempo que decía con tono desdeñoso.

-No le veo el sentido…- Se quejó Jiraya cruzado de brazos a su lado. Iruka no abrió su boca porque consideró que sería incorrecto hacerlo, pero al ver que nadie decía absolutamente nada al respecto la curiosidad le pudo.

-¿A qué se refiere Jiraya-sama?

-Esos dos participarán por su cuenta como solistas en el certamen de piano. ¡No podrán ser el acompañante de Kakashi, aunque quisieran! –Aclaró el mayor, sacando una mueca de risa en Mabui y una carcajada en Bee.

- ¡Tío, sí se quiere se puede! - Rimó el chico con alegría.

-Lo dudo.- Refutó Jiraya con un puchero de labios.

- ¡Como sea! Mabui y Bee, ambos son pianistas experimentados. Quizás puedas aprender una o dos cosas de ellos sí prestas atención. –Dijo con petulancia Kakashi. Sin notar que al decir aquello contradecía la petición que le había hecho antes de que sus primos llegasen, de no acercarse a ellos.

- ¡Vengan a la mesa! ¡La cena ya está lista! –Anuncio Tsunade relegando los pensamientos contradictorios en ambos adolecentes, que se miraron entre ellos sin saber bien porque decían o hacían cosas que no pretendían.

Los mellizos se alejaron de ambos siguiendo las indicaciones al instante, Kakashi se rasco incomodo su suave cabello y con un carraspeo de garganta tras una fingida tos seca. Dijo.

-Te dejaré intentarlo… Al menos…

¿Eh? Se consternó Iruka tomándose algunos segundos antes de conseguir procesar del todo aquellas palabras, cuando al fin se formó la idea en su mente una sonrisa entusiasmada se formó en su rostro, asintiendo en respuesta al príncipe que ya se había encaminado algunos pasos por delante suyo al comedor. Donde ambos tomaron asientos uno al lado del otro, dejando que la cena trascurriera sin más problema limitándose a seguir la corriente de aquel ambiente familiar. Robando miradas furtivas en un extraño ritual que parecía al menos para ellos íntimo y extraño. Esperando en sus corazones que el otro no se diera cuenta del sonrojo avergonzado que cubría sus mejillas… Cada vez que sus ojos chocaban, en miradas, que para los presentes en la mesa no pasaron desapercibidas.

 

Continuará…

 

Notas finales:

Bueno espero lo hayan disfrutado. ¡Les veré en la que sigue! Y también gracias por leer y por los RR que seguro me dejaran… ¿Verdad?


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