Siempre en esta vida hay cosas que dejarán marcas imborrables. Continuar después de eso no es fácil, olvidar es muy difícil, casi imposible. Sin embargo es bueno seguir por nuestro propio bien, por tu bien. No es que yo sea un cobarde y no quiera borrarte, no, incluso podría jurar que ya te he olvidado, tu olor a vainilla, el sonido dulce de tu voz, ese brillo maravilloso en tus ojos cuando me veías, las mañanas en las que despertaba a tu lado y podía apreciar como la brisa de otoño se colaba por la ventana haciendo que tus cabellos rubios se mecieran en un compás armonioso. El inconfundible olor a café por las tardes y tus labios sabor amargo. No creas todo lo que te dicen, ya te he olvidado. Ya no pienso en ti y te anhelo como antes, ya no.
Tal y como tú lo hiciste yo te olvidé. Creo que hiciste lo mejor, después de todo, no he cambiado, sigo caminando descalzo por toda la casa aun sabiendo que podría enfermar, sigo perdiendo las llaves del auto, las mañanas continúan siendo un campo de batalla entre el tostador y yo, me sigue gustando el café demasiado dulce con el riesgo de enfermar de Diabetes. Aún me quedo dormido en el sofá mientras veo la televisión por las tardes, de vez en cuando olvido levantar la toalla mojada del piso, sigo comprando cereal integral aunque no lo coma. La vecina sigue siendo mi amiga, bueno, ahora su novia también lo es, son personas agradables. Sigo diciéndole Jaime al portero aunque no sepa su verdadero nombre. Por las noches olvido asegurar la puerta principal, pues aún confió en nuestros vecinos. Es sorprendente que parezcan cosas tan simples, que cualquiera pensaría no es un gran problema, pero hayan sido los detonantes para nuestras constantes peleas. Y en ocasiones, muy de vez en cuando claro, me llego a preguntar. ¿Si hubiese cambiado aún seguirías aquí? Luego me doy cuenta de que la respuesta es no. Porque esas pequeñas cosas que antes te gustaban, la actitud despreocupada, la libertad de mi alma, terminaron siendo para ti las cosas que más odiabas, los más grandes defectos. Eso que te enamoró de mí fue lo que más llegaste a odiar. Si yo hubiese cambiado te hubieras enamorado de la parte más hipócrita de mí, o la hubieras odiado aún más que la anterior. En todo caso, ambos concordamos que separarnos era lo mejor, o al menos tú así lo decidiste.
Tus expectativas de una vida perfecta eran muy distintas a las mías. Tú querías un lugar distinto para vivir, algo más hogareño, en la gran ciudad sentías que eras sofocado. Mi trabajo no me lo permitía <<Dame un año>>. Dijiste que esperarías, pero una semana antes del plazo, dijiste que todo había acabado, nunca supe exactamente cuál fue ‘’la gota que derramó el vaso’’ como tú lo dijiste. Y supongo que nunca lo sabré.
Querías enseñar a los niños, pero decías que aquí no podrías por la clase de padres obstinados e hijos mimados. No te culpo por pensar de esa manera, las personas son distintas, en una gran ciudad los padres son muy distintos a los de un pueblo pequeño. Pero me dolía que cada vez que hablábamos de eso me veías, como culpándome. Yo nunca tuve la culpa de haber nacido con padres ricos, yo era distinto, creía que tú lo sabías, pero no me veías así. Intentaba por todos los medios hacértelo ver, no puede. Solo fue un fracaso más.
Soñabas con una vida tranquila, sin tanto miedo a la delincuencia, poder salir a dar un paseo en bicicleta, practicar yoga al aire libre, respirar un aire sin tanta contaminación, jugar sin preocuparte de todo lo demás. Eras tan solo un niño, y eso me encantaba de ti, pero me decías que no pasaba lo suficiente a tu lado, te sentías solo. Pienso que en eso yo tuve mucha culpa, sino es que toda, después de todo trabajaba mucho tiempo y no te dedicaba suficiente tiempo, 6 horas tomando tu mano no eran suficientes, pero no quería que te faltara algo, creo que fallé en lo más importante.
Yo quería darte algo especial, un regalo que nunca esperarías, un sueño que anhelé por tanto tiempo, llevaba más de 3 años planeándolo, supongo que no puedo desperdiciar la oportunidad, no puedo despreciar mi sueño dorado. ¿No es malo no incluirte, verdad? Ahora tu realidad es otra, al igual que la mía.
‘’-¿Una casa en la playa? Suena realmente bien, creo que es una muy buena idea – El mayor lo observaba mientras sonreía alegremente, el chico entre sus brazos se removió fascinado por el entusiasmo del castaño.
-Tendremos una casa grande, correremos en la arena, daremos paseos en bicicleta, por las mañanas me llevarás a mi trabajo y en las tardes veremos la puesta de sol – Maravillado, así se sentía, así se veía, y él estaba feliz, por ver la felicidad de la persona a la que amaba.
-Necesitaremos un auto – Susurró acariciando su mejilla - ¿De qué color lo prefieres?
-Quiero un convertible… Azul, sí, ese color. –Los ojos color avellana lo observaban con amor, con felicidad.
-Lo que tú quieras. ‘’
Lo escuché de un amigo de un amigo, que luego de cruzar la puerta del departamento te sentías libre, sonreíste a todos en tu camino, como nunca lo hiciste junto a mí. Tomaste el primer vuelo a Los Ángeles, tus padres te esperaban. Compraste un departamento tipo estudio a unas cuadras de la playa, respiras el aire fresco, corres en la arena, el viento ondea tu cabello ahora castaño. Haces yoga por la noche, y has descubierto una gran habilidad escondida en ti, tu maravillosa habilidad para la pintura.
Tienes un trabajo maravilloso, enseñas a niños que se comportan debidamente, te quiere mucho y sonríes todo el tiempo gracias a ellos. Compraste un convertible, te gusta salir de paseo y andar de vez en cuando en bicicleta. Tu padre ha tenido un gran éxito, es todo un empresario reconocido. Pero a pesar de que puedes obtener todo lo que quieres no has cambiado, ese brillo en tu mirada es aún más fuerte, no por dinero sino por tu libertad. Tu libertad.
‘’-Necesito más libertad, espacio para respirar, no me gusta vivir aquí, no me gusta despertar en este lugar. Pero es más que obvio que no harás nada para cambiarlo, vete de una vez o llegarás tarde a tu trabajo, alcanza tus sueños mientras yo me hundo en este maldito lugar.
-Por favor escúchame, todo lo que trabajo es por ti, quiero cumplir esa promesa que te hice, no seas tan duro conmigo. Solo quiero hacerte feliz. –Lo veía con tristeza reflejada en sus ojos. <<Es un lugar maravilloso, lo amo y sé que seremos felices en este lugar>>. ¿Todo había sido una mentira? ¿Había fallado tanto? ¿Por qué, qué había hecho mal?
-No soy feliz, ya no – La puerta de la habitación se cerró fuertemente, el mayor permaneció de pie frente a ella, intentado ser fuerte, no quería llorar pero dolía que la persona que tanto amaba le gritara que no era feliz a su lado, que yo no lo hacía feliz.
-Te amo… - Un susurro apenas audible… Caminó tomando sus cosas y salió del departamento dejándolo en un completo silencio, en soledad. ‘’
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‘’-Un gusto conocerte, mi nombre es Kibum pero llámame Key - ¿Key? Un nombre curiosa para un chico curioso, pensaba el moreno mientras sonreía a ese, a su parecer, niño bonito.
-El gusto es mío, mi nombre es Jonghyun. Por favor permíteme invitarte a un café, después de todo yo soy el descuidado que no vio por donde iba, por favor. –Sonreía y al recibir una sonrisa de parte del menor sintió como algo dentro se movía.
-Está bien, aunque no necesitas disculparte, ambos fuimos igualmente culpables. –Lo ayudó con las que bolsas que llevaba y se encaminaron a la cafetería favorita del mayor. ‘’Spring’’…
Lo escuché del amigo de un amigo, te veías hermoso esa noche, habías decidido dejarme completamente atrás, ya no conservabas el dije que te regalé, el que sellaba nuestro amor <<Nunca me quitaré, nunca>>, sonreías y caminabas por las calles de los Ángeles.
Lo conociste en una cafetería, te encantó desde el primer momento, tus ojos te delatan, brillan como nunca cuando está cerca de ti, nunca había brillado de esa manera. Tienen los mismos intereses, ambos aman la libertad y el viento rebelde, las brizas de verano, las tardes en la playa, los paseos en bicicleta.
Han estado saliendo, ya están por cumplir 10 meses, tomas su mano todo el tiempo y le sonríes sin ningún problema. <<Alguien puede vernos, en casa tenemos mayor privacidad>>, quienes los ven los admiran, la perfecta relación que tienen es hermosa. Ya conociste a su familia, él conoció la tuya, al parecer las cosas se están calentando, es solo cuestión de tiempo. Les encantaste a sus padres. Él es el hombre perfecto para ti, para tus padres.
‘’-¿Cuándo conocerás a mis padres? –Acariciaba suavemente los cabellos del menor, observando con amor, con devoción, cada una de sus fracciones, su hermoso rostro.
-No creo que sea buena idea, me verán como el oportunista que va detrás de su fortuna. –Frunció el ceño. ¿Por qué siempre pensaba de esa manera acerca de sus padres? Ellos nunca le habían hecho algo. Ni siquiera los conocía.
-No digas eso, ellos no son de esos, no pensarán de esa manera de ti.
-Así son todos los ricos. ¿Qué más da? Para el caso es lo mismo.
-No hables de esa manera, si no quieres conocerlos solo dilo, di que no quieres algo demasiado formal y por eso te niegas a conocerlo. –El menor solo bufó molesto separándose del moreno, se movió dándole la espalda a este dando por finalizada la conversación.
Tristeza… ‘’
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‘’Una boda de ensueño, a la orilla del mar, con todos nuestros amigos y nuestras familias, seremos tan felices como nadie jamás haya podido imaginar.
-Jongie. ¿No es muy apresurado hablar de eso?
-No nos casaremos mañana son tan solo simples ideas –El mayor bajo la cabeza intentando cubrir su tristeza. <<Solo menciónalo y te darás cuenta de que no te ama, estás perdiendo el tiempo con ese niño>>. No, eso no era verdad, la respuesta del menor no significaba eso. Definitivamente no era así.
-Está bien, llegará el día en que hablaremos de eso. Quiero tener flores en el cabello y un traje blanco. -¿Sonrisas falsas o verdaderas? No podía distinguirlas en ese momento, decidió confiar en su corazón y pensar que las sonrisas del menor eran sinceras.
-Seremos muy felices.
Incertidumbre… Dolor… Tristeza… ‘’
Lo escuché de un amigo de un amigo. Te veías asombroso en ese traje blanco. Con flores en el cabello. Sonreías como nunca, la felicidad era reflejada por tus ojos, llorabas de tanta felicidad. Tus pies descalzos en la arena. Todos a tu alrededor eran contagiados por tu sonrisa.
Habías encontrado al indicado para tu vida, no tenías ninguna duda de ello. Cuando caminabas hacia el altar no pudiste evitar dejar escapar algunas lágrimas de felicidad, en ese momento no importaba tu maquillaje, solo era tu felicidad.
Tu padre casi se derrumbó cuando dio tu nombre, cada parte de tu cuerpo temblaba, cuando dijiste el ‘’si’’, lo gritaste, todos se dieron cuenta de lo feliz que estabas, de lo entusiasmado que te sentías y que estabas seguro que duraría hasta el último de tus días. Ese hermoso amor.
‘’-Solo dame un año, tendremos una hermosa casa en la playa, compraremos dos perritos, lo tengo todo planeado, solo un año, Kibum.
-¿Cómo creerte? ¿Sabes cuánto llevo esperando? Hablabas de una hermosa boda, pero para mí eso ahora se ve muy lejano, enserio quiero creer que sigues siendo de quien me enamoré, quiero seguir creyendo que soy el mismo que se enamoró de ti.
Silencio. Ninguno de los dos sabía que más decir. ¿Cómo habían llegado a ese momento, a dudar de su amor? El mayor tomó la mano del menor mientras con la otra acarició el rostro de este. Quería que se diera cuenta de que él no había cambiado, ninguno de sus sentimientos lo había hecho.
-Un año y no te pido más, si luego de eso te das cuenta de que no se puede hacer más, entonces nos separaremos, ambos lo haremos y no discutiremos ni nada. Yo seré solo parte de tu pasado.
-Solo un año… ‘’
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‘’-Seremos felices, porque ahora que has aceptado ser mi novio dedicaré cada segundo de mi vida a hacerte feliz.
-Sé que de eso no existe duda alguna. Te amo tanto Jonghyun, tanto.
-Y yo a ti, Kibum, eres el amor de mi vida. ‘’
No creas todo lo que escuchas, las personas distorsionan la información. Cuando alguien te dice que todavía pregunto por ti después de todos estos años, no importa lo que te digan, simplemente no lo creas. Porque no es cierto, ya no. Nada de eso pasó. Ya no paso todos los días y todas las noches extrañándote.
Ahora alguien ha llenado de primaveras mis ojos. Ahora alguien más toma mi mano y me abraza diciéndome que soy el mejor, me besa a media calle y luego corre para que lo alcance. Su olor es distinto, él huele a frutillas, su sonrisa es hermosa, su voz es más delicada. Ambos somos unos inexpertos en la cocina y peleamos con el tostador para luego reír como niños. Por las tardes nos quedamos abrazados en el sofá y sin sentirlo caemos en un profundo sueño. Él se ha hecho un buen amigo de la vecina. No siente celos de ella.
Lo escuché del amigo de un amigo. Él no hablaba enserio cuando tomó los votos. El ‘’hasta que la muerte nos separa’’ no significaba los mismo para él. Ahora estás viviendo con tu madre, llevas ya algunas semanas ahí. No quieres salir a trabajar, tu padre te ha protegido de todos los rumores que las personas han empezado a inventar. Algunos te culpan a ti, otros más sabios a él, pero los que no solo hablan sino piensan antes de, los culpan a ambos.
‘’-Acaba de una vez con esto, Kibum. Creo que te lo había prometido ¿Lo recuerda? Así que no se sientas culpable y simplemente dilo.
-Haces que parezca que soy un ser sin sentimientos, a mí también me duele que acabe así, pero no puedo hacer nada más. ¿O prefieres que finja amor?
-Lo has estado haciendo todo este tiempo. No entiendo por qué tardaste tanto en terminar con esto.
-Quería darte una oportunidad. Pero ya es tarde para eso. Es cierto, ya no siento lo mismo por ti, te agradezco todo lo bueno que me has dado, las tardes hermosas. No puedo decir que nunca fui feliz contigo porque sería mentir. Claro que fui feliz, te amé mucho, pero es tiempo de que esto termine.
-Puedes irte. Por favor…
Él será quien me acompañe, después de todo es un sueño de 5 años. Compre una hermosa casa a la orilla de la playa, la hermosa playa de Haeundae de Busan. Es muy espaciosa, tiene una hermosa terraza desde la cual se puede observar el atardecer. Es un lugar seguro, luego de trabajar como loco por estos años lo logré. Logré mi sueño. Del trabajo me transfirieron allá, así que trabajaré en casa. Estaré con él todo el tiempo, tomaré su mano cuando él quiera y lo necesite.
Ambos amamos la música, así que estamos recibiendo algunas clases. Tenemos muchos amigos en común y todos nos dicen que nos vemos perfectos. O eso es lo que dice mi amigo.
En unas semanas nos mudaremos, ya tenemos los boletos reservados. Ya he conocido a su familia y puede ser que decidamos que nuestra boda sea allá. Sé que se verá hermoso vestido de blanco. Y cuando diga los votos me aseguraré de que quien hable sea mi corazón y no mi interés en su fortuna. Porque si, es rico. Pero eso no es importante para él ni para mí. Seremos felices. Seremos tan felices como nadie jamás haya podido imaginar…
Lo escuché del amigo de un amigo. Ya hace un par de semanas has regresado a trabajar, intentas que tu vida sea como antes, intentas sanar las heridas. Te has arrepentido de muchas cosas, o al menos eso es lo que le dices a tus amigos. Has estado preguntando a todo el mundo por mí.
Lo escuché de un amigo de un amigo.
De un amigo… Un amigo…