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Fui por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Personajes pertenecientes a Hiromu Arakawa.

 

Advertencias; No habrá continuación.

Notas del capitulo:

Por aquí denuevo con un one-shot.

 

 

Fui

(Capítulo Único)

 

 

 

Esto es extraño… desperté de un coma de tres años y, como era de esperarse, con algunos efectos secundarios. En realidad sólo uno: pérdida parcial de la memoria.

 

Es como que si mi mente estuviera fragmentada, recuerdo el rostro de algunas personas pero no sus nombres o el por qué las conozco… a veces, recuerdo situaciones difíciles en las que estuve metido pero luego salía victorioso o algo parecido aunque, la sensación de que falta algo me asalta de inmediato… esas batallas no pude haberlas librado solo, estoy seguro que tuve la ayuda de otros pero por más que lo intento… no lo recuerdo. Desesperación y un fuerte dolor de cabeza es lo único que obtengo.

 

Me irrita esto. El estar rodeado de un montón de personas que desprenden familiaridad y apoyo hacia mí, hacia un chicho que no los recuerda. Detesto sus miradas. En ellas solo veo aliento a seguir adelante, como si supieran lo que se siente estar en mi lugar. Parece que me conocen. Parece que saben de mi vida más que yo… en cierta forma así es, pero… no lo entienden… no lo entienden… la necesidad de conseguir aire me obliga a salir de ese apartamento lo más rápido que puedo.

 

Corro tan rápido como mis pies me lo permiten, corro con dificultad por la pesadez de la lluvia que se suelta tan de repente. Está fría. Mi cuerpo se empapa más no dejo de correr… hacia cualquier lugar, ojalá sea uno en el que pueda respirar, en el que pueda encontrar paz, en el que pueda pensar con claridad.

 

Tantas emociones que no sé de dónde provienen… siento un nudo en la garganta y, al llegar a un lugar abierto, me dejo caer. No importa la lluvia. No importa lo perdido que estoy. Perdido. Mis ojos arden, muerdo mis labios, aprieto mis puños y… levanto la cara al cielo y grito, grito todo lo que puedo, grito hasta quedarme casi afónico.

 

La garganta me arde… los ojos me lastiman, enfrentar la lluvia no es buena idea, no cuando obstruye las lágrimas que quiero derramar… sin importar nada, me acomodo en el pasto mojado bajo mi maltrecho cuerpo. Cierro los ojos y me concentro en la lluvia que cae sobre mí, sobre mi cara, sobre mi cuerpo, mojando todo a su paso, lavando la angustia de esto que siento.

 

No sé nada de mí, pero sé lo suficiente para entender que soy alguien. Todo es confuso, tal vez hubiera preferido olvidarlo todo y empezar de nuevo o, quizá recordarlo todo ahora, de golpe, así a quemarropa… me siento como un rompecabezas, un par piezas que parecen algo y un millar que siguen dispersas.

 

Empecemos por lo básico: mi nombre es Edward Elric, mejor conocido como Ed; tengo un hermano menor, Alphonse Elric… Al; mi madre, Trisha Elric, murió…; mi padre, nos abandonó un par de años antes que muriera mamá; Pinako y Winry estuvieron con mi hermano y con migo cuando quedamos huérfanos... pero, luego partimos y ellas se quedaron.

 

Bien, ahora lo relevante: Al y yo hicimos algo imperdonable, viajamos en busca de algo que ayudara a revertir las consecuencias de lo que hicimos, conocimos gente, y estuvimos en múltiples batallas; también tuvimos enemigos, conocimos el mal; fui conocido como el Alquimista de Metal pero siempre me confundieron con mi hermano; fui parte de la milicia; y logramos el propósito que teníamos mi hermano y yo.

 

Lo increíble: era capaz de realizar alquimia; los enemigos no eran humanos; mi hermano y yo salvamos el mundo.

 

Eso es lo que me han dicho. Jamás entran en detalles. Jamás hay explicaciones. Estoy seguro que Al es quien ha pedido que no me digan nada… cuando le pregunté el por qué no quería que me enterara de los detalles me contestó que era por mi bien y era su turno de cuidar de mí y de mi felicidad… si supieras Al… realmente quiero saber lo que pasó, por muy doloroso que sea… no creo que más cruel que no saber nada. Esa tristeza que se instala en tu rostro cuando pareces recordar me hace sentir egoísta por no saber consolarte, por no saber qué decir para que te sientas bien.

 

Es injusto. Tú sufres y yo me ahogo en la ignorancia. Lo que más me atormenta es, todos los que suelen frecuentarnos lo saben pero, no me dicen nada. Solo me miran con esa estúpida expresión que dice que es por mi bien… que merezco ser feliz.

 

Qué bien se siente la lluvia. Sigo tendido en el pasto y creo estar mojado hasta los huesos. Intento abrir mis ojos lo más que puedo, logro ver el cielo obscurecido… el color negro me atormenta también, mi mente se esfurza por querer recordar… un par de ojos negros con destellos azulados, una mirada felina que me hace estremecer, una sonrisa altanera que me hace rabiar. ¿Quién será el dueño de esa mirada? ¿Lo habré conocido en los viajes? ¿Es real?

 

Nuevamente lágrimas salen de mis ojos, lo que obliga a cerrarlos. La sensación de saber que sabes algo y no puedes recordarlo es abrumadora. Odio esa sensación. Odio el saber a medias.

 

Escucho que una respiración agitada se une al sonido de la lluvia al chocar contra el suelo a mi alrededor y contra mí. No me muevo. Quizá el dueño de esa respiración se valla de paso y no me vea.

 

--¿Por qué has huido? –escucho que me pregunta. Su voz… parece desesperada.

 

--Quería estar solo… ¿Y tú? ¿Por qué has huido? –sin duda él también ha escapado de algo, espero que me responda, me agrada su voz.

 

--Es complicado. –valla respuesta.

 

>>No creo que un mocoso lo entienda.

 

--¡¿A quién le llamas mocoso?! –grité furioso, me levanté con la intención de golpearlo pero preferí quedarme sentado, le miré de reojo, parecía un militar, paro no lo vi detenidamente.

 

--¿No eres un mocoso? Mi error, me dejé llevar por tu apariencia y tu corta estatura. –dijo el desgraciado. Me contenía de no saltarle encima y moler a golpes a ese maldito bastardo.

 

>>Por un momento creí que me saltarías encima y me darías de golpes, tal vez sí me equivoqué y no eres un mocoso después de todo. –ahora sí lo mato.

 

Justo antes de lanzarme, literalmente, sobre ese sujeto, sentí que algo cubría mi cabeza y por ende todo mi cuerpo. Ese militar se había desprendido de su abrigo y me cubrió con él… mi corazón latió desbocado y sentí mis mejillas arder, el olor que el abrigo emanaba me resultaba reconfortante, casi familiar. Me quedé congelado y no hice más.

 

--La próxima vez que huyas asegúrate de que no llueva, si llueve trae un paraguas contigo y si es en la noche, que alguien huya contigo. –aconsejaba el sujeto, no sé si era mi imaginación pero, creí que había reproche en sus palabras.

 

--¿Por qué haces esto? –al fin pude hablar, con dificultad pero lo hice.

 

--Veras, ¿Quién en su sano juicio huye en noche lluviosa? Además de ti claro está. No creo que te guste preocupar a tus familiares –antes de interrumpirlo él continuó –y si lo dices por el abrigo, como soldado es mi deber cuidar a los ciudadanos cada que tenga la oportunidad.

 

¿Qué podría decir ahora? Cualquier cosa… nada salió de mis labios. Quizá debería agradecer el gesto que tuvo con migo. Quizá debía ponerme en pie y regresar con Al… como su hubiera escuchado mi último pensamiento, se acercó a mí, me tomó con delicadeza en sus brazos y me levantó del frío sitio en el que estaba… sencillamente me dejé hacer, no me importó que me cargara al estilo princesa, no me importó que me llevara a algún lugar que yo no conociera.

 

Me limité a sentir a mi corazón que latía como loco, me limité a sentir como lágrimas surcaban mis mejillas por el sentimiento de felicidad y dicha que se instaló en mi pecho. Sentí que se llenaba un vacío que no sabía que tenía. Sentí que en esos brazos estaba totalmente protegido.

 

¿Cómo puede esto pasarme a mí? Ni siquiera lo conozco… ¿o sí? Me sentí tan bien en sus brazos que me quedé dormido. No importaba el no saber nada. No importaba que me ocultaran las cosas. Lo único que deseaba era que no me separaran de esos brazos, de ese sujeto cuya voz me llena de paz y tranquilidad… a menos que fastidie, ahí sí que es irritante.

 

Aún entre sueños escuché esa voz…

 

“Lo siento Ed, si te miro a los ojos y no veo el amor que antes nos proclamábamos creo que moriré… es por ello que sólo te veo de lejos, veo que sufres por no tener tus recuerdos pero hemos decidido que ya sufriste demasiado. Intenta ser feliz Ed, eso es lo que todos deseamos para ti… en cuanto a nosotros, como ya te dije, moriré si no me recuerdas, no te preocupes, yo esperaré a que me recuerdes aunque te lleve una eternidad, yo esperaré… jamás dejaré de amarte Ed, nunca.

 

Mientras, te cuidaré de lejos… seguiré velando tus noches sin sueños y tus noches de insomnio. Te seguiré a donde quiera que vallas y, cuando huyas yo huiré contigo… no te dejaré solo Ed. No importa cuántas veces huyas ni qué tan lejos vallas, yo estaré ahí para traerte de regreso. Te traeré las veces que sean necesarias hasta que logres recordarme y podamos amarnos otra vez.”

 

Me imagino a un hombre caminado por las calles de la ciudad conmigo en sus brazos, caminando bajo la lluvia, cobijado por la noche. Sin duda, es el más bello sueño que he tenido desde que desperté.

 

Me pregunto qué se sentirá ser amado con tal intensidad... por lo pronto, lo único que puedo hacer es llorar.

 

 

 

Fin. 

Notas finales:

Gracias por leer.


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