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Brujos por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

Hola queridos lectores, algo tarde pero vengo con mi aporte por Halloween. Espero les guste, va a ser una historia rápida y corta.

(Personajes de Masashi)

 

 

Nuestra historia se remonta al año 1450 (época moderna). En ese entonces se practicaba “La Caza de Brujas” sobre todo en Europa central donde se procesaban mujeres por adorar al diablo y usar magia negra. Se les acusaba de hacer pactos con el demonio y rendirle culto a cambio de otorgarle algunos poderes, como causar daño a otras personas o manejar algún elemento de la naturaleza. También se decía que podían volar y transformarse en animales de todo tipo, principalmente gatos negros, cuervos  y lobos. Incluso sospechaban de una mujer por tener cabello rojo, ojos verdes o rechazar a un hombre, eran juzgadas indiscriminadamente y muchas inocentes perdían la vida por acusaciones falsas. Eran torturadas, violadas y golpeadas hasta que confesaban lo que sus oídos querían oír “Soy una bruja”

Cualquiera podía acusar a un amigo, a su vecino o hasta un hijo y los pobladores del pueblo creerían en sus palabras porque el miedo estaba en todas partes y no querían ser maldecidos, tan solo una actitud sospechosa y uno era enjuiciado y quemado en la hoguera. Los hombres no eran la excepción.

—¡Son ellos!-acusó con el dedo a dos pequeños con un gato negro, junto a la puerta de la casa.

—¿Tus… tus hijos, Fugaku?-el hombre miró boquiabierto la situación. Cuando le contó que había visto con sus propios ojos a alguien haciendo hechizaría, no imaginó que sería su propia familia.

Todos, absolutamente todos en esa noche fría cargaban con antorchas en lo alto acompañando a la iglesia y condenar a los impuros.

—¡Vi a Itachi usar magia negra!-gritó a sus compañeros—¡Mi propio hijo, sangre de mi sangre ha hecho un pacto con el demonio! ¡Le vi junto a su hermano revivir al gato que tienen en sus manos, ese animal tenía la cabeza cercenada por completo! ¡Lo trajo a la vida de entre los muertos! ¡Es como su madre, no es más que un brujo!

—¡Sí, a él!

—¡Matémoslo antes que acabe con nosotros!

—¡Piensen en nuestros niños, podría embrujarlos también!-gritó una mujer aterrada.

—¡Enciendan la hoguera!

Hombres se separaron de la multitud y juntaron leña, cerca de allí estaba el poste donde serian atados los niños uno por uno y arderían en llamas por sus pecados.  

Itachi un niño de doce años se puso delante de su hermano menor de diez, quien llevaba en sus manos al pequeño felino y estaba realmente asustado de esas personas. El azabache mayor no perdonaría a nadie que dañara a Sasuke, le prometió a mamá que siempre le protegería incluso si perdía la vida en ello. En la mirada de su progenitor no había culpa, ni amor por ellos, solo odio y repulsión.

Su madre había sido acusada meses atrás por un pueblerino que comentó verla hablar con espíritus diabólicos en el bosque cuando fue por leña, sin tener un juicio justo fue quemada frente a sus ojos y su padre la observó indiferente. Sufrían maltrato, burlas y desprecio por otros niños que si tenían mamá aún, no había nadie a quien acudir en esas crueles circunstancias.

—¡Itachi! Papá… ya no nos quiere-sollozó el pequeño aferrándose a él.

—Me temo que no, Sasuke-susurró, sin perder de vista a su progenitor que sostenía una larga soga.

—Es mejor que no te resistas, Itachi. Si te entregas, a Sasuke no lo condenaran-miró a su lado al cura, quien asintió en silencio ante su pedido.

El menor pareció meditarlo.

—Sasuke, ve con papá-se volteó a mirarlo con una calmada expresión en sus ojos, le acarició suavemente la cabeza—Si solo soy yo, tú estarás bien.

—¡No, no, no quiero! ¡No quiero que mueras como mamá!-rompió en llanto, su mascota fue liberada y escapó de ahí antes que los humanos lo apresaran.  Los gatos negros se sacrificaban constantemente por creer ser mensajeros del diablo o ser mujeres ocultando su identidad de bruja—¡Itachi, no me dejes solo!-abrazó su cintura y hundió su rostro en su abdomen.

Itachi no pudo evitar que unas cuantas lágrimas escaparan de sus ojos, abrazó a Sasuke una última vez, no negaría que temía morir mientras se quemaba vivo, pero si Sasuke le era dado una oportunidad de ser salvado, se echaría a las furiosas llamas sin pensarlo.

—Te amo, hermanito. Siempre lo haré-sollozó—Sé fuerte, esto algún día acabará-susurró.

Se apartó de él y caminó firma a su condena, Fugaku le colocó la soga alrededor del cuello apretándole y el escaso aire a sus pulmones le hizo desfallecer unos instantes.

—¡No, suelten a mi hermano! ¡No se lo lleven! Se los suplico… por favor, papá, no lo hagas-fue tomado entre dos hombres y conducido a la plaza del pueblo, perdió de vista a su padre que arrastraba como un animal salvaje a su hermano.

No muy lejos de Sasuke, Itachi fue empujado cerca de la hoguera y su propio padre se encargó de atarlo al poste poniendo sus manos detrás con un fuerte nudo, sin vacilar y sin mirarle, el ojinegro cerró los ojos unos segundos pensando que lo que hacía estaba bien. Ahora él, ocupaba el mismo lugar que su madre meses atrás, el olor de quemado y el poste negro eran pruebas que su mamá había estado allí. Con sus pies descalzos sintió la madera seca y la paja amontonada, su vista se alargó y vio a los habitantes de su pueblo natal acusándole con la mirada y protestas. Le lanzaron huevos a la cara y piedras, no pudo evitar una que hirió de gravedad su frente y su ojo derecho, la sangre comenzó a emanar y su vista se nubló momentáneamente.

—¡Muere maldito pecador!

—¡Hijos de una maldita bruja, ardan en las llamas del infierno!

—¡Con tu muerte seremos libres de las maldiciones!

—Fugaku, es hora-habló un miembro de la iglesia. —En cuanto a su hermano pequeño-

—Descuida, él también morirá. Solo le dije a Itachi lo que quería escuchar, pero cuando el muera carbonizado, Sasuke será el siguiente.

—Me quedo tranquilo con tu decisión. Sé que debe ser difícil para ti.

—No lo es. Ellos ya no son humanos, no son mis hijos-respondió frió.

—En efecto, son almas impuras que no conocieron a Cristo y fueron tentados con poderes sobrenaturales, haces bien-palmeó su hombro.

El hombre se acercó con una antorcha en la negrura de la noche. Las pequeñas luces provenientes de los pueblerinos rodeaban la hoguera, Itachi observó la llama quemar la leña y propagarse con ayuda de la paja hasta subir y tocar sus desnudos pies.

Sasuke no muy lejos miró la horrorosa escena y comenzó a desesperarse. Intentó zafarse de los hombres quienes apresaban sus brazos, oyó un grito de su hermano y entre lágrimas, utilizó su dentadura y mordió el brazo de uno y ejerció toda su fuerza para soltarse del otro.

—¡Vuelve aquí mocoso!

Sasuke corrió con todas sus fuerzas internándose entre la multitud y llegar hasta Itachi, pero cuando estaba tan cerca una mano lo jaló fuerte de la muñeca.

 —¿A dónde crees que vas?

—¡Suéltame, padre! ¡Mi hermano, mi hermano… está…!-lloraba.

—Tu serás el siguiente-respondió sin tener en cuenta que Itachi permanecía despierto en medio de la agonía—Ponte feliz Sasuke, tu, él y tu madre podrán reunirse pronto.

—¡MENTISTE! ¡Me engañaste maldito!

Fugaku observó a su hijo quemándose vivo y aún luchando por mantenerse consiente. Sudado con el cabello pegándose a su frente y entre lágrimas, su carne era cocinada lentamente de la cintura hacia abajo. ¿Cómo es que no moría pronto? aún en medio de ese infierno podía articular palabras.

—Sasuke, es de seguro igual que tu. Pasará lo mismo, maldito traidor.

—¡Tu eres el traidor! ¡Dejaste que quemaran a mamá y ahora te atreves a dejar que tus hijos pasen lo mismo!-gritó colérico. Había perdido la paciencia por completo—Tú…-susurró, su flequillo ocultó su siniestra mirada—Ya no eres mi padre. ¡TODOS EN EL PUEBLO MORIRÁN! ¡Morirán! ¡Morirán!

La gente comenzó a gritar horrorizada y comenzaron a huir en medio del pánico con sus niños, atropellándose sin tener en consideración a los demás. El cura y Fugaku también sintieron temor, pues Itachi permaneció en silencio con la cabeza gacha mientras seguía ardiendo.

—¡Huya rápido!

—¡Les echará una maldición!

—¡Hermano, hermano! ¡No me dejes!-lloraba Sasuke, siendo soltado por su padre.

Spectat ad me tueri meos. Viribus his hominibus qui in sordibus Bríndame prohibere vocant, audent diabolus loquentium.

—Él está…-sus ojos se abrieron desmesuradamente. Era cierto, su hijo era un maldito brujo.

—¡Está conjurando un hechizo, larguémonos de aquí!

Cobardemente salieron corriendo dejando al pie de la hoguera al pequeño azabache quien no podía callar su llanto. La plaza quedó desolada y las llamas seguían crepitando dejando a dos hermanos en una silenciosa oscuridad. Sasuke sintió las gotas del cielo mojar su rostro y aumentar la potencia de la caída del agua en segundos.

—¡Hermano, está lloviendo, resiste por favor!-se puso de pie a su lado, el cielo tronó con furia y los relámpagos alumbraron el firmamento gris y sombrío.—¿Hermano…?-Sasuke observó las llamas apagarse poco a poco dejando tras de sí la carne cocinada al descubierto en el cuerpo del joven y el humo saliendo de él, entonces sintió miedo.

Itachi levantó su rostro exponiendo sus ojos brillantes color carmesí como un verdadero demonio de las tinieblas, el menor se dejó caer de rodillas y su cuerpo comenzó a temblar.

Infernus veneficium, et separabunt malos de palma florebit in me fratremque.-susurró, se deshizo de la soga que lo mantenía atado y logró mantener el equilibrio con sus piernas sufriendo quemaduras graves, ningún ser humano podría sobrevivir a eso, Sasuke vio incluso parte del hueso del tobillo al descubierto en medio de la sangre y piel destrozada.—Et percutite in hoc damnant civitatem in sua infinita potencia.

—Ahh.-Sasuke retrocedió asustado arrastrándose en el barro con la tormenta aún sin parar—¡No me hagas nada…! Quiero a mi hermano de regreso-sollozó. Se tapó los ojos atemorizado.

Itachi descendió de la leña y el olor a carne chamuscada dejó de oler en su cuerpo. Sus piernas estaban sanas milagrosamente como si nada hubiera ocurrido, sus pantalones largos ahora cubrían solo su entrepierna y de alguna manera, había logrado mantener su camiseta de lino en perfectas condiciones. Se arrodilló frente al menor y lo abrazó con fuerza contra su pecho.

—No me temas, Sasuke, eres al único que le pido esto. No quiero que me temas…

—Her-hermano-susurró entre hipidos, sus brazos rodearon al mayor ya más confiado y se sintió feliz de ver que estuviera vivo y a su lado.

—Sasuke, mantente con los ojos cerrados y abrázame, pues la gente de este pueblo morirá.

—¿Papá también?

—Papá también-afianzó el agarre-El merece ser castigado por querer acabar con nosotros.

—Hermano… si tú estás conmigo, no me importa lo demás-susurró lloroso.

—Sasuke-sonrió con dulzura, el rojo de sus ojos persistía en su mirada—Mientras te aferres a mí, ellos no te harán daño.

—¿Ellos?

—Los cuervos-contestó al aire.

Un rayo tocó tierra e hizo resplandecer todo el pueblo, Itachi vio en silencio con su hermano en sus brazos a plumíferos sobrevolando el área, sus ojos rojos fueran la señal para ellos. Los graznidos acompañaron a la parvada de cuervos a las casas iluminadas, Sasuke oyó vidrios romperse y gente gritar pidiendo ayuda, niños llorando y disparos. Las aves sobrevolaban los cielos y atacaban sin misericordia a toda persona, lograron meterse en cada hogar y atacar. Comían ojos, y arrancaban la lengua de sus víctimas, abrieron agujeros en el pecho y digerían el hígado y corazón. Sasuke ignoraba todo ello, y aunque los gritos desgarradores no cesaban se sintió seguro junto a su hermano mayor.

—Vamos a irnos a otro pueblo, Sasuke, a donde nadie nos acuse de nada.

—Sí-susurró—Será como digas, hermano-sonrió.

La lluvia cesó esa madrugada, y cuando el sol se puso en lo alto iluminando cada sector, se hallaron más de sesenta cuerpos mutilados en el suelo y sangre salpicada en casi todas partes. Sin embargo, los niños ya habían desaparecido.

 

(Continuará)

 

Notas finales:

¿Qué dicen, la sigo? :D


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