Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Instinto animal por pri_sasukelove20

[Reviews - 77]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Hola queridos lectores. Esto se me ocurrió de la nada, y entonces quise escribirlo y subirlo para que se distrajeran un ratito. Espero les guste.

(Personajes de Masashi)

 

 

La familia Namikaze llevaba un tiempo preocupado por su pequeño hijo. Teniendo la edad de dieciséis años mostraba poco interés en relacionarse con las mujeres, buscar una pareja era primordial. Debía marcar su territorio, en otras palabras, elegirla y hacerla suya para alejar la competencia. Por qué hablar como si fueran animales, porque básicamente lo eran.

En el mundo no había solo humanos ordinarios, los hay aquellos que poseen características de algún animal ya sea domestico o salvaje. La población estaba más que acostumbrada y no hacía discriminación a nadie, no afectaba a las personas comunes y corrientes. Aunque cabe destacar que diferían por tener habilidades más desarrolladas de lo normal, ya sea la velocidad, el conducto auditivo, la visión, la fuerza o la inteligencia dependiendo de cada especie. Alcanzando la madurez sexual, los machos buscaban pareja o ellas venían a ellos cuando estaban “en celo” y buscaban contención como el hecho de estar preparadas para hacer una familia.

No sorprendía ver a una adolecente embarazada tan joven, de quince años para arriba la mayoría tenía pareja definida y sangre animal en las venas. Por lo que la polémica no sucedía. Desde luego había jóvenes que suprimían sus bajos instintos y se cuidaban para no ser padres tan jóvenes y continuar cada uno sus estudios.

Tsunade Senju especialista en relaciones e instintos animales, miró por décima vez a su  joven paciente. Mientras terminaba de anotar en su planilla datos de gran importancia para sus queridos padres que no podían calmar sus ansias. Ella, una jaguar, meditaba en silencio lo que le preguntaría a continuación y si era correcto.

Sorprendía un poco que estando en plena edad donde las hormonas se alborotaban y más siendo un tigre de bengala se mantuviera desinteresado por encontrar una novia. Una hembra.

—Entonces… ¿No hay ninguna chica en el instituto que llame tu atención?

—Temo que no. A mí no me importa, pero mamá y papá están preocupados de que me quede solo y no les dé nietos.

—Disculpa mi indiscreción, pero… ¿Te has masturbado alguna vez?

—Para hacerlo hay que excitarse, y para excitarse se piensa en algo o en alguien. Mi mente siempre está en blanco ya que hasta el día de hoy no hay nada que me produzca atracción. En definitiva, no, no me he masturbado nunca.

—Comprendo. Los chicos de tu edad y especie ya están sentando cabeza con sus mujeres y planean una vida juntos, pero tú eres la excepción.

—¿Hay algo mal conmigo?

—Te veo perfectamente sano, despreocúpate. No eres el primero que pasa por esto, eso solo que tus padres no lo entienden y hay que darles completos detalles. Es probable que todavía no sientas la necesidad de aparearte ni estar con alguien, siendo un tigre, ustedes son muy solitarios y territoriales. Tal vez te falte madurar.

—Dígale eso a mis padres para que me dejen en paz-suspiró.

—Lo haré, ya puedes retirarte.-sonrió.

—Gracias por todo, doctora-el joven blondo de ojos azules se levantó de la silla y salió del consultorio encontrándose con sus progenitores con clara curiosidad en sus rostros.

—Señores Namikaze, su hijo está perfectamente bien.

La doctora de cabellos rubios y ojos color almendra salió a su encuentro observando a la familia reunida.

—¿Está seguro de ello?-preguntó su padre—Tal vez el problema radica en que somos leones con mi esposa, y mi hijo haya nacido como un tigre. Si volviera a hacer los exámenes-

—Señor Minato-interrumpió—Créame que el que sean diferentes no tiene nada que ver. He tenido innumerables pacientes que no eran iguales que sus padres, una madre y padre de características de lobo, mientras su hijo era un simple perro. Es bastante normal que la especie quiera separarse y crear nuevas razas o diferente rama, de cualquier forma ustedes y su hijo pertenecen a la rama de los felinos por lo que ese no es el problema en cuestión.

—Díganos entonces que es, doctora-intervino la madre del muchacho que todavía tenía la vaga esperanza de ser abuela.

Tsunade frunció el ceño, de verdad ya estaba comenzando a perder la paciencia.

—Doctora Tsunade, venimos para que atienda a nuestro hijo.

Otra familia se unía esperando a ser atendida por la misma razón que el joven tigre. Revisó la planilla con sus citas y horarios.

—¿Sasuke Uchiha, verdad?

—Esa es, queremos que hable con nuestro hijo.

—Si quieren ir pasando, en un momento los atiendo-debía terminar la platica con la mujer pelirroja.

—Vamos, Sasuke-animó su madre acercándose a la puerta.

Sin embargo, estando a segundos de pasar la puerta, el muchacho pelinegro se detuvo mirando con especial atención al blondo que tampoco perdía de vista su mirada.

—¿Hijo?

Ambos se acercaron y comenzaron a olisquearse entre ellos haciendo que los adultos dejaran de hablar y quedaran en silencio. Sasuke, tenía la misma edad que Naruto y era una pantera negra, presentaba los mismos problemas porque sus padres también estaban deprimidos de que su hijo no buscara pareja.

Naruto se acercó con más confianza y aspiró su olor corporal rozando su cuello, Sasuke se dejó hacer fácilmente al tiempo que acariciaba su espalda y hundía su nariz en su cabellera rubia. Tsunade abrió los ojos como platos y se apartó de la puerta, ahora todo tenía sentido.

Mikoto y Fugaku quedaron igual de impresionados con la extraña actitud de su hijo menor. Parecía otro Sasuke, pensar que en el auto se mostraba rebelde y se había negado a acompañarlos, tuvieron que arrastrarlo prácticamente para que accediera a ver a una especialista.

—Naruto…-su padre estaba sin habla. Y Kushina había puesto la misma cara de desconcertada que el padre de Sasuke.

Estaban muy mimosos, rayando en lo cursi, dándose caricias con sus manos y olfateándose sin tener en cuenta que lo hacían en frente de los adultos. De inmediato hizo acto de presencia sus característicos rasgos, las esponjosas orejas negras de Sasuke y las naranjas de Naruto junto a sus colas, negra y de rayas del blondo. Se movían fervientemente de un lado a otro mostrando su alegría como si estuvieran jugando como niños, pero Tsunade sabía que eso solo eran las preliminares. Estaban reconociéndose lentamente.

De repente el blondo se había lanzado a sus labios, los labios de Sasuke fueron succionados por los del tigre que buscaba domarlo gentilmente con suaves caricias de su lengua, exploró toda la dulce cavidad que el moreno le ofrecía servicialmente. Se besaron con desesperación, lujuria, pero también amor.

Se estaban amando. Era la hora de dejarlos solos.

—Naruto, tú y Sasuke entren al consultorio. Estarán más cómodos que aquí.

Las peludas orejas color naranja se pararon firmemente escuchando a la doctora, alzó a Sasuke en sus brazos como si de una pluma se tratase y entraron al consultorio al tiempo que la blonda cerraba la puerta para darle completa privacidad.

Miró a los padres con las bocas desencajadas y se sintió tentada a reír, pero tan solo mostró una sonrisa. No entendían para nada las acciones de sus hijos.

—¿Doctora, que… que pasó exactamente?-esta vez fue Fugaku, padre de Sasuke quien no podía asimilar lo ocurrido.

—Familia Namikaze, familia Uchiha, es muy fácil de explicar. Sus hijos se sentían atraídos no por las mujeres, sino por un macho en particular.

—Ósea que al final no podré ser abuela-lamentó, Kushina.

—Querida-susurró su esposo con los ojos en blanco.

—¡Aah!

Escucharon un fuerte gemido proveniente de los labios de Sasuke dentro de la habitación junto a sonidos de accesorios cayéndose y hasta la silla para luego cambiar por golpes en la pared y la mesa, Mikoto y Fugaku se miraron impresionados.

—¿Qué le está haciendo a mi bebé?-la blonda se puso frente a la puerta impidiendo que la pelinegra entrará.

—Descuide, es todo menos un bebé-sonrió—Naruto está marcando su territorio en él.

—¿Su qué?-Fugaku y Minato formularon la misma pregunta y se miraron.

—Tu hijo va a matar al mío.

—No, le aseguro que Naruto es muy amable y… y buena persona, Sasuke estará bien-rió nerviosamente. La cara de Fugaku daba miedo.

Mikoto se alarmó al sentir un estruendo en la puerta donde estaba la especialista, su niño debía estar teniendo una fuerte pelea con ese chico rubio y temía por él.

—Déjeme entrar, debo intervenir.

—Señora Mikoto, en el peor de lo casos si entra, Naruto se abalanzará sobre usted con claras intenciones agresivas.

—¿Cómo?

—Debe comprenderlo mejor que nadie. Naruto es un tigre y busca tomar todo, dominar a Sasuke y marcarlo como suyo es propio de un macho territorial. Es su instinto quien lo guía, y se deja hacer, lo mismo va para Sasuke. Su hijo aceptó a Naruto y por ello que ahora mismo se está apareando en mi consultorio.

—Apa… apa…

—Apareando, señor Minato. Sus hijos se sienten atraídos uno por el otro, al parecer entraron en celo en cuanto se vieron.

—Pensé que solo nosotras podíamos comportarnos así.

—Oh, señora Kushina, está confirmado que hay un pequeño porcentaje de hombres que pueden entrar en celo, ya sea por una hembra o un macho.

—Mi Naruto es todo un hombre-lloró la pelirroja.

—No puedo creer que Sasuke sea… sea el de abajo.

—¿Querida, solo estás preocupada por eso?-la miró con una gota en la sien.

—¡Ah, ah, ah, ah!

—Oh, por todos los cielos, ya comenzaron luego de tanto juego. Señores, por favor acompáñenme a otro lugar. Dejemos a los tortolos solos, tardaran un tiempo en salir.

Los padres siguieron a la blonda, Minato y Fugaku aturdidos, se taparon los oídos hasta estar lo suficientemente lejos para dejar de escuchar los guturales gemidos de sus hijos y cosas destruirse en el piso.

Seguramente lo están haciendo en mi escritorio, oh malditos mocosos, cuando terminen les haré limpiar toda la oficina-pensó malhumorada.

—Je, je, al parecer seremos familia-miró a Mikoto con una simpática sonrisa.

—Así parece-rió—Nuestros hijos se quieren mucho. Un placer conocerte.

Detrás de ellas, los hombres traumados estrecharon su mano en un leve apretón algo incómodo.

—Bien, entonces, nos reuniremos el domingo en mi casa.

Minato lo observó sorprendido con una sonrisa nerviosa.

—Hablas de…

—Quiero conocer más a fondo a su hijo, no voy a dar a Sasuke a cualquiera. ¿Comprendes?

—Ja, ja, com-comprendo-su mirada intimidaba bastante.

Tsunade se detuvo frente a otra habitación.

—Bien, procuraré que no molesten a esa pareja. Tendrán mucho tiempo para hablar en familia, hay una televisión si se aburren.

—Ah…-los cuatro se quedaron mirando como bobos.

—Sus hijos copularan como conejos, señores. ¿Acaso quieren más detalles?

Los pobres hombres se sonrojaron hasta las orejas, mientras las mujeres goteaban sangre por su nariz al pensar en lo que sus niños no tan niños estarían haciendo.

—Siendo su primer celo, estarán más de dos horas encerrados. Naruto no dejará a Sasuke en paz hasta que este huela completamente a su esencia, así que les recomiendo relajarse, mirar televisión y conocerse porqué es obvio que a partir de ahora se verán las caras muy seguido. Si me disculpan, iré a vigilarlos. Alguien podría entrar y sufrir una mordedura de parte del joven tigre por invadir su territorio.

Tsunade se alejó y quedaron en un profundo silencio. ¿Por dónde empezar?

—Menma acaba de cumplir catorce, ¿No es una belleza?

Mikoto asomó la mirada a la pequeña fotografía que Minato mostraba frente al rostro de su disgustado esposo, en efecto, era muy atractivo y con cara de ángel. Kushina entonces sonrió de forma aterradora.

—Querida Mikoto. ¿Tienes otro hijo por casualidad?

—Desde luego, el mayor de dieciocho años. Es todo un hombre, las mujeres caen a sus pies.

—¡Maravilloso! ¡La próxima traeremos a nuestros otros hijos! Quizás se lleven muy bien.

—Pues…

—¡Con Itachi, no!

—¡Con Menma, no!

Sus esposas se les quedaron mirando con una picara sonrisa. Esas malditas… se habían casado con unas fujoshis pervertidas.

 

 

Fin :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).