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Atrapando tu alma. por Ameno

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Notas del capitulo:

...Bueno, me explaye más de lo debido, pero esta es una parte relevante de la historia, así que espero éste bién, habra un tercer capítulo de  recuerdos, luego la historia proseguirá normalmente  centrandose en la parejita principal ¡Así que paciencia por favor!

Sin más que añadir, los dejo con la actualización de hoy.

¡Disfruten!

 

— …..Guau, ese tipo era un maldito de primera clase… ¿La gente en la antigüedad en verdad fue tan ingenua? ¿En serio usted no se dio cuenta, que le anuncio descaradamente qué pensaba pues… metérsela?— Pregunto sorprendido el mayor de los gemelos.

—Menma cuidado con lo que dices lo reprendió Minato, entre tanto Deidara miraba con los ojos muy abiertos ¡Cielos esto parecía una tragedia antigua! Entre tanto Naruto, exclamo horrorizado.

— ¡No me digas qué te violó bisabuelo!

Una risa amarga lleno el aire, antes de que el peli-negro se reclinara contra su silla y le sonriera al rubiecito— Creo que no has entendido la verdadera naturaleza del ser al que te enfrentas y es por eso que éste relato es necesario…es un hombre paciente que sabe jugar sus cartas, me llevo de vuelta al castillo y esa noche nos quedamos a dormir ahí por ordenes suyas, no, no pongan esa cara, no me hizo nada, no en ese momento por lo menos, luego de una larga conversación al día siguiente accedió a proporcionarnos algunos víveres para los habitantes del pueblo y en especial para el monasterio, del que se volvió un asiduo visitante, los hermanos y yo ¡Ingenuos de nosotros! Creímos que tocamos alguna fibra sensible en su corazón, luego de algunas semanas salió a colación lo de su estupenda biblioteca llenas de libros, de toda especie, ciencia, historia, matemáticas, etc.… inclusive tenía algunas obras religiosas consideradas muy raras algunas escritas en griego antiguo, me invito a ir y me  negué en un principio, pero  al final accedí como un incauto.

— ¿Y allí?

— No, no fue a la segunda, a la tercera, ni siquiera a la quinta vez, se tomo su tiempo esperando a que confiara en él completamente, fue cuando tomo todo mí.

—Entonces sí lo violo.

— …No sé si lo que él hizo, se podría calificar de violación, probablemente sea más  inducción y seducción, cuando dije que tomo todo de mí lo hice literalmente, se apropio de mi inocencia, de mi cuerpo y por último de mis recuerdos, Naruto, un vampiro es un ser especial todo el ésta diseñado para fascinar y atraer, desde su belleza casi perfecta,  hasta la personalidad magnética,  añádele a la mezcla que su saliva es un afrodisiaco muy potente y tienes un cazador altamente especializado, uno al que su presa le brindaría su cuello encantada sin oponer resistencia y esos rasgos se acentúan entre más pura sea su sangre y ese chico con el que te estás es la máxima representación de la pureza…un príncipe ¿Comprendes lo que quiero decir Naruto?

—……Que debo tener cuidado porque Itachi podría estar jugando conmigo, tratando de ganarse mi confianza, para juguetear con mi cuerpo y tirarme después…. Y que no es seguro lo que siento por el porqué puede ser incitado por…otras causas… ¿Puedo hacerle una pregunta?

— La que quieras niño.

— ¿Cómo no pudo darse cuenta qué lo violó?

El antiguo sonrió tristemente—Creí qué todo fue un sueño, uno causado por una atracción impura por mi parte…uno que se repitió diariamente durante siete años, al punto de creer que estaba siendo atormentado por un Incubo.

— ¿Cómo es posible?

— No sentía ningún dolor, no había señales de mordidas y aparte de unos pocos moretones y mis agónicos sentimientos de culpa por cometer un pecado tan aberrante en mis sueños y sentir placer por ello,  no quedaba ninguna prueba de lo sucedido, sólo el odio contra mí mismo, una profunda angustia y el temor de que los del monasterio se enteraran de lo que pasaba en mis visiones oníricas.

Jiraya intervino al ver la confusión de los rubios y trato de explicarles— Espero me perdones por la crudeza Minato pero es necesario, de lo que he observado en mis viajes, el sudor sangre semen y fluidos vaginales de los vampiros, no son sólo afrodisiacos, también son curativos…conjeturo que no quedaban rastros de nada a excepción de los moretones, sin embargo ese es un privilegio que solo tienen los sangre pura, supongo es un rasgo que se acentúa  si son de sangre primigenia qué es lo que me imagino son los Uchiha, que es bastante atemorizante si piensas el tipo de poder que ocultan bajo sus lindas caras, me imagino que trato de borrarle la memoria a Orochimaru pero no pudo, porque es en parte dragón, probablemente su mente educada bajo las severas leyes monacales y sacerdotales, que concebían el sexo entre hombre y mujer como un pecado, se negaba a aceptar  qué  su cuerpo disfrutaba ser tomado por otro hombre y opto por olvidarlo tomándolo como un sueño, debió ser todo un shock.

—Tengo una pregunta, abuelo.

— ¿Cual es Naruto?

— ¿Cómo es posible que seas un dragón y un vampiro, no se contradicen esas dos cosas? Por lo que dijo el  “Pedófilo macabro” la sangre de dragón es inmune al virus de los vampiros.

— Soy…fui, mitad humano, esa es la parte que se transformó en vampiro, me entere mucho  tiempo más tarde que el motivo por el cual me abandonaron, no era porque no me querían, sino porque me amaban demasiado, según me contaron mi madre era una doncella de sangre noble, de la que mi padre se enamoro a primera vista y fue mutuo, pero a los padres de ella no les gustaba el extranjero alto gallardo y muy hermoso, que se presentaba en su casa todos los días con ricos presentes para convencerlo de permitirle llevarse a su hija, rico sí, apuesto también y muy inteligente, pero un extranjero y posiblemente un plebeyo, mi madre era bella y tenía muchos pretendientes de sangre noble y sus padres querían casarla con uno de ellos, un conde de no sé qué, así que mi padre decidió raptarla al enterarse de su boda, se fugaron juntos  pero a medio camino a punto de ser atrapados no tuvo más que opción que transformarse y llevársela volando,  entonces tanto  los padres de ésta y el novio soltaron gritos y maldiciones hacia a la bestia monstruosa que hechizo a su hija,  fueron felices por un tiempo hasta que los caza- dragones que contrataron localizaron el castillo donde estaba refugiado una dragón aunque sea de plata no puede hacer nada frente a varios cañones, sobre todo si ésta custodiando a su mujer a punto de dar a luz, según el anciano  qué me conto todo mi madre no resistió la conmoción muriendo al poco tiempo de nacer yo, mi padre decidió llevarme lejos a pesar de estar herido y sello mis poderes y cambio mi apariencia,  con la intención de que viviera un vida corta pero feliz y tranquila.

— ¿No quedo nada para recordarlo? Una escama, mantas, una cadena ¡Algo!

— Lo tengo pero no es algo que muestre muy a menudo…Bien creo que ya terminamos, Minato ésta conversación fue también para ti, no sé qué intenciones tiene Fugaku contigo, pero si es digno hijo de su padre, tratara de ganarse tu confianza para seducirte no te fíes demasiado de él, lo mismo va para todos ustedes,  tienen la ventaja de tener la sangre de Dan en sus venas, la  de un zorro azul de siete colas,  los gemelos sobre todo están bendecidos con la línea de sangre de su madre, Kushina es descendiente directa de  Kyuubi no Kitsune, eso les da cierta protección sobre algunos trucos que quieran ocupar en ustedes,  los vampiros más poderosos poseen telepatía y una variedad de poderes mentales, para controlar y reducir a sus víctimas.

— ¡Ah ya! Es eso  lo que intento el teme  cuando me beso a la fuerza en  el baño de la cafetería donde trabajo, pensó que estaba bajo su control.

— ¡Que has dicho Naruto que ese muchacho te robo un beso! ¿Cómo se atreve a faltarle el respeto a mi hijo de tal forma? ¡Mañana qué vaya al trabajo le hare un llamado de atención, no me importa si Fugaku me despide, no tolerare que ataquen a mis hijos!

— No harás ninguna tontería como esa, ahora más que nunca debemos tenerlos vigilados y ésta es la única manera de hacerlo— Lo reprendió  Orochimaru frunciendo el entrecejo ante la noticia, la situación del menor de los gemelos era desesperada ¿Tenía a dos sangre pura tras él? El niño los atraía como la miel a las moscas, mirando en dirección al peli-blanco exclamo—Jiraya  pedazo de tonto, haz algo útil y ve con Naruto mañana al trabajo.

—Como digas cariño ¿A qué hora se supone que debo traer a nuestro bisnieto a casa?

— No te hagas el payaso Jiraya.

— ¡Pero si viene a buscarme, el viejo pervertido me dejara en vergüenza con mis amigos, ya sabes cómo es!— exclamo el rubio consternado,

— Sin peros, niño, no creo que tengas  idea de cómo impedir que cualquiera de esos dos te siga molestando, sobre todo porque me di cuenta que te gusta el mayor, créeme será difícil sustraerte a sus encantos si eso es verdad,  yo sé de lo que hablo, estoy preocupado por ti chico, Minato es un hombre adulto sabrá cómo manejarse en  cualquier tipo de situación que se le presente en el trabajo, demás es varón, en el caso de Menma no hay mucho problema…Minato se que no te gusta Kakashi pero debes permitirle que recoja a tu hijo mayor cuando salga de su empleo, los portadores son vistos como  trofeos porque garantizan una descendencia poderosa, son extremadamente valorados por los alfa de cualquier especie y ahora que ese sangre pura lo sabe, no sé de lo que es capaz… Deidara tú también corres peligro,  ya que tu e Hidan son amigos, pídele a que te recoja al igual que lo hace con Kimimaro y Kabuto cuando salen de sus clases nocturnas.

— ¡Hum! Tendré que prestarle mi auto, esa lata de sardinas que conduce no me inspira ninguna confianza.

— ¿Y tú no corres peligro? También eres un portador—Pregunto de repente el mayor de los rubios mirando al antiguo.

—Yo……conozco a ese hombre de una manera que jamás hubiera querido conocerlo, se cómo manejarlo, ahora vayan a dormir…lo siento Minato pero la conversación qué quieres tener con tus hijos tendrá que esperar a mañana.

— No importa, en estos momentos tengo que asimilar demasiada información.

El vampiro asintió viéndolos marcharse, cuando el Lobo estuvo seguro que estaban a una distancia considerable se voltio a su amigo y mirándolo directo a los ojos le dijo— Esa es una mentira descarada Orochimaru y creo que no has contado ni la mitad de la historia, además por la forma en que dijiste ese “yo sé de lo que hablo” me di cuenta de algo ¿Te enamoraste de Madara cuando aún eras Gabriel,  verdad?

—………No sé qué decirte a eso.

— La verdad.

— …….Supongo que sí, era un hombre encantador con una elocuencia sorprendente, lleno de frases ingeniosas y de doble sentido, no tenía la prepotencia y altanería que se supone tendría un noble, aunque si un orgullo y una arrogancia que aquel entonces me parecía muy de acorde con su posición,  yo  era un joven ignorante escuchando fascinado las historias de un hombre de mundo altamente instruido y extremadamente guapo, cuando mencione que no se si lo que paso conmigo fue violación, lo dije en serio, no me empujo contra la pared, el piso  o una mesa para tomarme  ocupando la violencia, me encontraba en una de las habitaciones observando  algunos objetos pertenecientes a la colección de curiosidades que trajo de varias partes del mundo cuando el entro —Cerro los ojos ¿Cómo describir lo ocurrido hace tantos siglos?

 Siempre te encuentro leyendo un libro de ciencias, o estudiando una de las tantas bisuterías o plantas que traje de otros lugares ¿No has pensado que tú podrías estar destinado a otras cosas, en lugar de ser sacerdote? Eres demasiado curioso y te gusta investigar y cuestionarlo todo, no creo que los monjes vean con buenos ojos, ese hambre de conocimiento qué demuestras.

—No es desafiar a Dios fascinarse con  sus creaciones  y descubrir cómo trabajan,  desafiarlo es ver cómo sus hijos pasan hambre frente a ti y no tender una mano para socorrerlos.

— Oooh, así que soy un buen creyente.

—Podría decirse, eres más amable de corazón qué muchos de los que acuden a misa todos los domingos.

— Podrían tomarte de apostata, si te escucharan decir eso, no soy una oveja que se deje guiar por las palabras de un santo.

— ¿Y que su supone que eres entonces?

— Un demonio.

Me tomo en sus brazos luego de decir esas palabras, estaba más sorprendido que asustado por su fuerza, cuando levanto mi peso como si fuera nada con un solo brazo mientras mis pies quedaron literalmente a varias pulgadas del suelo y me llevo a una habitación que después me entere que era la suya, no proteste ni siquiera patalee, me limite a verlo con escepticismo en cuanto llegamos sintiéndome seguro por ser un hombre.

— ¿Qué se supone que hacemos aquí Vladimir, que quieres mostrarme? Si es una broma déjame decirte que no me parece graciosa.

—Y a encontraba extraño que no lucharas aunque sea un poquito ¿No temes el estar aquí verdad?

— No, soy un hombre no una doncella no corro ningún peligro ¡Ahora bájame! Es incomodo estar en esta posición.

— Casi siento pena por arrebatarte esa inocencia…casi.

El antiguo apretó los puños era demasiado vergonzoso relatar lo que sucedió después, aún creía que  todo era una broma cuando el hombre beso su entrepierna  con delicadeza, antes de bajarlo al suelo y sujetarlo contra sí, firme pero suavemente, aún cuando una lengua demasiado experimentada se introdujo en boca ligeramente abierta por el estupor, cuando la niebla de la lujuria impulsada por la saliva del vampiro inundo sus sentido incapacitándolo de actuar con coherencia, al ser despojado de su túnica sandalias y ropa interior al ser depositado en la cama por éste todavía creía que era irreal, solo una broma una burla, una pesadilla impulsada por algún incubo que se había metido en sus sueños.

 Vladimir era un excelente amante, armado de frases dulces, sucias y llenas de elogios para calentar los oídos y el cuerpo de su acompañante de turno, con la suficiente paciencia para torturar sensualmente a su pobre víctima, sobre todo si ésta era tristemente carente de experiencia, fue irónico que no se diera cuenta de lo que sucedía hasta que lo vio, completamente desnudo y erecto erguirse sobre  él, de nada valieron sus protestas y suplicas demasiados débiles y carentes de fuerza para ser efectivas.

— No, por favor no ¡Si eres un incubo o un demonio que ha invadido mis sueños por favor vete!

— ¿En verdad me pides eso? Quisiera poder complacerte en honor a que has sido la cosa más interesante que he conocido y tenido en mis brazos desde hace siglos, pero es demasiado tarde, mírate tan hermoso  desnudo en mi cama mientras tu cuerpo pide a gritos mis caricias,  mira aquí tan erguidos y sonrosados, como fresas jugosas pidiendo ser comidas y esta parte de ti esperando impaciente su turno ¿Y aún pides que me detenga? No hay manera que resista la tentación.

Siempre se pregunto qué habría sucedido, si ese “por favor detente” hubiera salido de sus labios, en lugar del chillido de asombro que lanzo cuando el otro hombre acaricio su entrepierna  y el gemido indistinto que broto de lo más profundo de sus ser, cuando éste empezó a succionar, acariciar y lamer su pezones con voracidad devastadora, para luego descender por su abdomen dejando un rastro de calientes besos hasta detenerse en los escaso risos que adornaban su base y luego de lanzarle una sonrisa maléfica, trago de una vez su carne caliente haciéndolo venirse en un grito desgarrados lleno de de pasión y lujuria fruto de su primera liberación.

¿Cómo describir el sobresalto que recorrió su cuerpo, al verlo erguirse  lamiéndose sensualmente los labios, para segundos después morder su cuello y empezar a sorber con avidez su sangre? No existía ninguna manera para hacerlo estaba seguro, a la vez que no había forma de describir la vergüenza que sintió al ver al vampiro, lamer sus propios dedos hasta remojarlos con su saliva e introducirlo en la parte más vulnerable de su anatomía,  no fue la sensación incomoda y extraña de sentir el dedo entrando y saliendo de su interior tocando un punto que los hacía gemir incontrolablemente, no fue la adición de un segundo y  tercer digito, ni siquiera cuando algo más grande y voluminoso ocupo su lugar provocándole la sensación de que estaba a punto de estallar,  las poderosa embestidas que le hicieron ver las estrellas e introdujeron su cuerpo en un éxtasis agónico.

No…  fue el sentimiento de saberse vulnerable e indefenso lo que hizo caer una lagrima de sus ojos, lagrimas qué fueron sorbidas por el otro hombre en un tierno beso que lo recostó contra su pecho justo en su corazón… un corazón al cual no podía escuchar latir, se sintió culpable por sentirse confortado por las palabras que le dirigió,  por la ternura en que lo envolvió en sus brazos apretándolo contra aquella piel extrañamente fría,  mientras lo observaba fijamente con unos curiosos ojos rojos, por eso  al despertar a la mañana siguiente vestido, limpio y sin marcas de ningún tipo, estaba aliviado al pensar que todo fue un sueño  pero a la vez  confundido y  horrorizado, lo único real en la extraña pesadilla fue que estaba en la habitación del duque ( ahora sabía que era un duque) ¿Cómo podría dirigirse a su amigo de manera normal después de esa onerosa alucinación nocturna, provocada por algún incubo que vino a perturbar su sueño?

Orochimaru sonrío con tristeza al recordar lo ingenuo que era en aquel entonces, Jiraya miro otra vez por la ventana antes de comentar— No necesitas darme todos los detalles, debe ser muy difícil para ti ya que has permanecido en silencio por tanto tiempo, es sólo que se me hace difícil creer que él estuviera contigo por siete años antes de dejarte, generalmente los vampiros de su tipo toman lo que quieren y se van.

—En realidad fui yo el que se marchó, no soportaba más vivir con el remordimiento y la culpa por soñar con eso todas las noches, sintiéndome miserable todas la mañanas por haber cometido semejante aberración y haberla disfrutado en el sueño…bueno lo que yo creía era un sueño, se lo conté en confesión la padre Rupert, que me aconsejo que le escribiera al Obispo y dejara de aplazar el viaje a la santa sede para estudiar en el colegio escolástico y me recomendó que no le contara a nadie más sobre mis sueños, hasta dejar pasar unos días y que no le avisara a nadie aparte de los hermanos sobre mí partida.

—Hombre cauto, me imagino que empezó a sospechar de Vladímir.

— Opino igual, fue uno de los que se opuso junto con Constan  de que fuera a visitarlo con frecuencia, el fue bastante directo  al expresar sus preocupaciones “No me gusta ese Duque ni la forma en que te mira cuando piensa que nadie lo ésta observando, es como un perro acechando un conejo”  O como Gertrud   cuando esta cazando a las ratas en la cocina.

— ¿Gertrud?

— Una gata que apareció en el convento, se armo un escándalo en el pueblo al saber que el monasterio, se daba alojo a un animal considerado diabólico, los acallo el fraile Constan diciéndoles “me importa un comino sus argumentos, Dios creó los gatos por una razón y mientras se coman las ratas, bienvenidos sean, estoy cansado de alojarlas de gratis”

— Todo un personaje es fraile… así que te fuiste, sin decirle al duque, me imagino que tus “sueños” desparecieron como por arte de magia.

— En parte sí, pero mi cuerpo se negaba a olvidar las atenciones que le prodigaban cada noche, aunque mi mente  se negaba a recordarlas, así que de vez en cuando tenía, para mi vergüenza, verdaderos sueños húmedos, pero no con tanta frecuencia, pasaron cinco largos años antes de que regresara para ese tiempo ya no soñaba nada, pero sentía un vacio en mi interior y una extraña melancolía que se apoderaba con frecuencia de mí.

— ……..Creo que tu dragón, añoraba a su pareja, escuche que un bebé dragón tarda 100 años  en crecer  y no son considerados adultos hasta que alcanzan por los menos 500, teniendo en cuenta que fuiste mitad humano ¿Es posible que madurarás más rápido?

— Es probable, eso y que en verdad me atraía Vladimir, era fuerte poderoso y amable a la vez que carismático, una mezcla inusual.

— ¿Sólo por eso? Algo que se perfectamente es que los dragones son terriblemente melindrosos a la hora de escoger pareja,  inclusive entre ellos mismos, esa es una de las razones de qué estén casi extintos.

— ¿Y qué quieres escuchar? Vladimir es tal como lo viste ahora, sólo que más joven y no tan poderoso, saca tus conclusiones, me enamore de él sin querer por eso quería mantenerme alejado, horrorizado de qué él se enterara de los horribles pecados que se desencadenaban cada noche en mi mente.

— No me imagino cómo te cayó el enterarte que nada fue una ilusión causada por tus deseos más febriles, sino la cruda verdad.

— Me di cuenta de la peor manera posible, pasa casi una semana en el monasterio quedándome con las personas que quería tanto y de las qué tenía tan buenos recuerdos, cuándo fui a dar un paseo al pueblo para ver cómo estaban lo encontré, toda su amabilidad anterior  reflejada en sus rostro, había desaparecido reemplazada por un aura de desprecio superioridad, su cara no dejaba traslucir  ninguna emoción me observo con una frialdad que calaba hasta los huesos, las palabras que me dirigió cortaban con cuchillos.

Así que has vuelto, te marchaste hace cinco años escondiéndote entre las sombras como una rata sin decírmelo y ahora que regresaste has permanecido oculto en ese convento como una  cucaracha y no has ido tan siquiera una vez a verme, eso me pasa por tratar de tratar a la gentuza  mejor de lo que merecen, me equivoqué al esperar más de ti tendré que enseñarte tu lugar.

— Hablando de frases hirientes me imagino que no la pasaste nada bien.

—Me levanto del suelo y me puso en su caballo como un saco de harina y se dirigió a todo galope a su castillo, luego me coloco en su hombro y ordeno a toda la servidumbre que se quitara de su camino, me llevo a su habitación y me lanzo a la cama, todo ello haciendo caso omiso a mis gritos, arranco literalmente las ropas de su cuerpo antes de dirigirse a mí, estaba en shock y cuando lo vi desnudarse era igual a las imagines de mis pesadillas, así que hice lo más lógico…empecé a rezar, rogando a Dios que me despertara, fue mala idea ya que  lo escucho y aumento su rabia.

— ¿Una pesadilla eso es lo que piensas que es? Siento desilusionarte esto no es un pesadilla es tu dura realidad una de las que no podrás escapar, mira.

Tenía un espejo en la habitación y me tomo delante de él, pude verlo entrando y saliendo de dentro de mí con lujo de detalles, mi propio cuerpo traicionándome encantado por el trato, su mano fuerte frotando mi virilidad hábilmente mientras me poseía sin misericordia y sus dientes clavándose en mi cuello, cuando desperté estaba encadenado a su cama, vestido nada con un camisón de dormir blanco, llore desconsoladamente a la saber que todo era cierto, al despertar abruptamente a la trágica verdad, todo mis supuestos sueños eran reales y no un juego de mi mente ¿Cómo podía conciliar mi educación religiosa con lo que me ocurría? Pero lo peor de todo era que amaba a mi verdugo, ese demonio disfrazado bajo la apariencia de un hombre, regreso más tarde cargando una bandeja de comida y anunciándome que abandonara toda esperanza de ser rescatado, había borrado la memoria de todos en el pueblo y el monasterio, nadie recordaría que alguna vez existió Gabriel, en cuanto a los del colegio, había copiado mi caligrafía y  les mando una  carta, en la que decía que me quedaba con los frailes para ayudarlos y que allí ejercería como sacerdote.

— ¿Así de poderoso era ya en ese entonces?…Maldito desgraciado no, dejo ni un cabo suelto… ¿Qué paso después?

— Siguió haciéndome suyo varias veces al día, su enojo se había calmado y parecía muy contento con la situación, yo por mi parte me encontraba en conflicto ante el hecho de yo amaba al hombre que debía odiar, fue cuando ella se presento.

— ¿Ella?

— Su mujer Kaguya.

— Entro en la habitación cuando estábamos teniendo sexo, por la discusión que siguió después pude enterarme que no estaban casados, pero se conocían desde hace 300 años y permanecieron juntos desde entonces, al parecer  ésta se había marchado 50 años antes y  él no la habían visto desde entonces,  pude  colegir por su conversación qué mantenían una relación algo curiosa, ellos podían acostarse con quien quisiera y  fue también  quién que introdujo a Vladimir a los hombres,  tenían maneras muy distintas de ver las relaciones interpersonales, mientras ella despreciaba a sus amantes humanos y quería humillarlos de cualquier manera, el opinaba que eran dignos de compasión y los trataba con cuidado.

— ¡Oh! Así  que ella quería que sufrieran la peor vejación de su vida al ser ultrajados  y denigrados por otro hombre, él  en cambio  los trato con cierta dulzura…la bruja debió estar furiosa.

— Era una vampiresa aterradora, increíblemente bella pero aterradora, me vio con cierta repugnancia como si fuera un bicho desagradable   y salió de la habitación.

— ¿La siguió?

— No, se limito a acostarse en la cama bastante disgustado.

Kaguya se presento nuevamente al día siguiente, lucía realmente enfadada y aunque no lo creía posible me miraba con mayor odio que antes, sus primeras palabras fueron inolvidables.

— ¿Le sirves tu mismo la comida a ésta sabandija, como si fueras un sirviente más Valentín? ¡Pero que bajo haz caído! Mándalo a las mazmorras donde pertenece para que no siga  ensuciando tu cuarto, estas mimando demasiado a tu  pequeña puta masculina.

—… ¡Que encanto de mujer!

— Como no tienes idea, él me defendió  diciendo que yo no era eso que ella decía y podía corroborarlo en persona y que si no le gustaba, podía marcharse como hacía cada vez qué tenían una discusión, luego ella sonrió extrañamente y acaricio su mejilla, mientras decía “mi amor tal parece que te has aficionado a tu nueva mascota, me pregunto cuándo tardaras en aburrirte antes de lanzarlo a un calabozo y dejar que la servidumbre se divierta con su cuerpo”  él le correspondió con la misma sonrisa y le contesto “ Eso cariño lo haces tú, no yo, no me gusta que nadie toque lo que es mío”

Jiraya se quedó en silencio por un rato tratando de imaginarse a la pareja, luego movió la cabeza en negación— Por más que lo intento no puedo imaginarme pareja más amorosa, me pregunto porque rayos estaban juntos.

— Costumbre quizás ¡Y poder! Eso sobretodo, los dos en ese momento eran un par de sangre puras con más de 700 años de antigüedad, según me enteré por las discusiones, en fin lo que dijo, la forma en que lo dijo y la manera en que me defendió me hizo  concebir la esperanza que Vládimir también me amaba, pero todo fue una mera ilusión que se desvaneció poco después de nuestra primera luna roja.

El lobo hizo una mueca— ¿Una luna de apareamiento? Pocas criaturas tienen el poder para controlarse en esa noche, debió ser terrible.

—…Supongo que no me fue tan mal, se torno mucho más lujurioso y extremadamente pervertido, pero no me lastimó…severamente.

—Hm, su mujer debió estar echa una furia, preferirte sobre ella.

— En la mañana de ese día, ella había entrado a verme de muy buen humor y me dijo que esa noche me iba enterar cual era mi lugar.

— ¡Dios! Esa vampira disfrutaba atormentarte diariamente.

— Creo que sólo la presencia de Vládimir le impedía actuar conforme sus deseos por irónico que parezca me sentía  seguro a su lado, pero un día no se presento más, en su lugar ella apareció en el cuarto seguida por un par de criados, diciéndome que él por fin se había hartado de mí, éstos cortaron la cadena y  me sujetándome con fuerza me lanzaron a los calabozos, a la más fría y húmeda de las celdas y con las visitas diarias de esa loca con complejo de diosa, fue ella misma quien me informó dos meses más tarde, que yo estaba esperando un hijo.

 

 

Notas finales:

Por sus comentarios y revisiones ¡Muchas gracias!


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