Desde un auto situado a prudente distancia, Fugaku Uchiha observo salir a Minato de la pastelería, como hijo del imperador y príncipe entre los vampiros, era alguien muy consciente de la posición, responsabilidades y deberes adquiridos con ese título y uno de ellos, no dejar rastros que hicieran que los humanos empezaran ha sospechar de su existencia, aunque hubiera preferido miles de veces observarlo parado desde el techo de un edificio cercano, no podía permitir que un selfihs tomada por casualidad, alguna pareja filmándose emocionada con esos endiablados artilugios electrónicos, o las cámaras de seguridad de alguna edificación vecina, lo atraparan subiendo por las paredes, era un hombre muy serio y con profunda aversión a los escándalos, para permitirse aparecer en una publicación amarillista, en la cual apareciera una foto suya y en cuyo encabezado dijera “empresario de cuarenta años haciendo parkuor en la calles” como había sucedido con algunos idiotas vampiros jóvenes, que decidieron que era muy divertido unirse a los humanos qué practicaban ese “deporte” y disfrutar libremente de un modo de desplazamiento que para su especie era consideraba tan fácil como caminar y no implicaba ningún riesgo.
Abrió con cierta apatía la puerta del coche para permitir entrar a sus dos hijos los cuales se acomodaron a su lado el primero en hablar fue el mayor.
— Es extraño verte aquí padre, muy raras veces dejas sola la oficina y para vigilar al Padre de Naruto de todas las cosas ¿Sabías que el señor Minato vendría a buscarnos a la cafetería?
—Fui a su casa a dejar el portafolios que dejo olvidado en la oficina, para así enterarme como estaba, ayer parecía seriamente agotado y hoy me llamo un hombre que creí era su médico, por lo que temí que estuviera enfermo y decidí darle más días libres, me alegre al saber que sólo eran exageraciones mías.
—Con la forma que nos regaño es más que indiscutible que está bien.
Fugaku sonrío suavemente antes de señalar— Lo digo por la forma en que lo encontré vestido, se nota es un hombre poco consciente de sí mismo y su atractivo…también que está acostumbrado a tratar nada más con hombres.
— ¿Por qué lo dices?
— Me recibió recién bañado, llevando puesto sólo un pantalón pijama color azul marino.
— ¿No estaría tratando de seducirte papá, tal vez de manera inconsciente te recuerda?— pregunto el menor de los Uchiha recibiendo un golpe en la cabeza por parte de su padre que le respondió.
— No seas impertinente Sasuke, su olor despedía sorpresa, no excitación, estaba a punto de desayunar cuando llegue a su casa.
— Momento inadecuado, entonces.
—Sí, pero creo que fue oportuno que me presentara tan repente, aunque al principio sólo fuera para ver el estado de salud de Minato.
— ¿Hm?
— Esa casa se llena más de habitantes inesperados día con día, es raro ver a un zorro azul fuera de las estepas rusas, sobre todo uno de siete colas.
—…Un siete colas, el hermano gemelo de Naruto es un zorro azul también y ya posee dos colas…
— ¿En qué piensas, Ni-san?
— En lo mismo que tú, o es un pariente muy cercano, o vino desde muy lejos para entrenarlo, pero me inclino más por lo primero, generalmente cuando un zorro de tantas colas sale de su escondite se traslada de lugar con todos los miembros de su tribu ¿Recuerdas lo que el lobo sabio te dijo?
—Sí, también recuerdo que menciono dos nombres que no conocía Tsunade y Dan y sugirió que no los quería ver furiosos ¿Qué son los tíos perdidos del dobe?
—Cerca hijo, pero no tanto, son los padres de Minato.
—…….Es extraño.
— ¿El qué?
— Que toda la familia de Naruto, sólo su hermano tengo poderes, si ese Dan fuera un zorro ordinario de tres o cuatro colas lo aceptaría ¿Pero un siete colas? Debería haber predominado.
— La madre de Minato es humana y si sus genes son como su carácter, no tiene nada extraño es un mujer tremendamente enérgica, me reclamó por permitir que Minato trabajara en exceso y me acuso de ser un explotador sin escrúpulos, qué se aprovechaba de la buena disposición de su hijo.
— ¡Pero qué impertinente esa humana! ¿Y qué cara tenía?
—…….
— ¿Papá?
—…….Lo siento Sasuke, pero no le vi la cara.
—¿?
— Nadie hombre o mujer podría ignorar tan…. Exuberante voluptuosidad, como la que pude apreciar, no me extraña que Minato tenga tanta salud y energía, fue bien criado de niño.
El menor de los hermanos Uchiha vio escandalizado a su padre, al cual nunca espero dijera una observación tan fuera de lugar, entre tanto el mayor enarco una ceja y comento.
— Nunca espere ver llegar el día en que soltaras un comentario tan vulgar, padre.
— A pesar de mi edad sigo siendo hombre Itachi, de vez en cuando suceden cosas que verdaderamente me sorprenden y ni siquiera yo puedo permanecer impávido, además no son quien para hablar, que bien se que pueden salir con cosas peores, especialmente tú Sasuke.
El aludido tosió con prontitud, antes de responder— Como sea, hablando de otro asunto ¿Es sensato que la empresa se quede sola? Puede surgir algo que necesite la aprobación del presidente.
— Si estuviera sola, que no lo ésta, sería también culpa de ustedes, por no hacerse cargo de sus puestos y escaparse a cortejar a cierto niño rubio.
— ¿Y se puede saber quien ha quedado manejando de la compañía, ahora que nosotros tres no estamos presentes?
— Obito.
—… Creí qué estaba en Rusia.
— Su abuelo decidió que viniera aquí, para, en sus palabras textuales, conseguir un poco información sobre los Namikaze, le ha tomado cierto interés al antiguo, un hibridó de dragón y vampiro es algo que no debería existir.
— También por la seguridad de ellos— Añadió fastidiado Sasuke—Sólo espera que se corra la voz, los portadores son raros y aquí hay cuatro, tres zorros y un dragón que para colmo es un antiguo ¿Sabes la de idiotas de los que tenemos que librarnos?
— Eso no me preocupa, nosotros podemos ocuparnos de ellos y nadie sería tan estúpido para invadir el territorio donde reside el imperator, mi preocupación mayor son tus fansgirls, algunas mujeres son muy obsesivas y extremadamente calculadoras, de seguro se molestaran cuando se enteren de tus intenciones hermanito.
— ¿Y qué me dices de la tuyas ni-san? Más de un sueña con verse convertida en la señora de Itachi.
— A diferencia tuya, que las tratas con indiferencia yo les dejo bien claro que no me interesan.
— Si, con una sequedad cortante que las vuelve más locas por ti.
— Son ellas las que se engañan, a sí mismas.
— Lo mismo ocurre conmigo.
— Ya dejen de pelear por tonterías, si hay algún misterio aquí (que sin lugar a dudas lo hay) Obito se encargara de desentrañarlo, que para eso ha sido enviado acá por vuestro abuelo, ahora mi atención está centrado en algo que mencionó Minato.
—Te refieres, a lo extrañamente similar que es parte de la historia, de ese antiguo llamado Orochimaru con Gabriel ¿Verdad?
— Te diste cuenta.
— Fue muy notoria la coincidencia…hace unas semanas Naruto hizo una alusión que se me hizo muy parecida también, no creo que muchos adolescentes piensen que van a ser violados diariamente, durante siete años, sin saberlo.
Fugaku frunció el ceño mientras se quedaba mirando fijamente a la nada, fue sacado de su pensamientos por el menor de sus hijos, qué señaló.
— ¿Entonces qué haremos? Porque no sé ustedes, pero no me parece buena idea informarle tan pronto de ello al abuelo.
—No lo es—Concedió el vampiro— Es imposible averiguar lo que ha hecho mi padre a lo largo de estos 1500 años, podría haber cometido el mismo error en otra ocasión, pero de haber una posibilidad de nuestras sospechas fueran ciertas, debemos actuar con cautela, él ya recela de nosotros no queremos espantarlo y forzarlo a irse lejos de aquí.
—… ¿Si resulta ser la abuela, que harás?
— No sé— dijo el hombre pasándose una mano por los cabellos—No sé, de ser…mi madre, tendría muchas preguntas qué hacerle…pero me estoy adelantando a los hechos, puede ser una coincidencia, ahora volvamos, no vaya a ser que ha Obito se le ocurra convertirse en Tobi y destruya varias semanas de duro trabajo en un instante.
— ¡Harg, espero que ese idiota no toque mi escritorio deje a Samanta organizando todo!
Fugaku e Itachi intercambiaron una sonrisa, eso sería algo propio del hombre impredecible y revoltoso, a ellos no les preocupaba, cuando se trataba de cosas graves y de importancia, el vampiro se comportaba como todo un Uchiha.
— Vamos Sasuke, sólo lo dices porque mañana tienes que presentar un informe frente a los otros socios y quieres evadir tus responsabilidades, te voy a dar un concejo no cuentes con ello, cuando se trata de negocios aunque no lo parezca Obito puede ser extraordinariamente serio.
El joven sangre pura sólo hizo un ademan de disgusto, dijeran lo que dijeran su padre y su hermano, para él, el hombre de pelo hirsuto y descuidado era un payaso de los grandes, no comprendía porque su abuelo lo tenía en tanta estima.
— Lealtad.
— ¿Hm?
— Lealtad, hijo para nosotros que vivimos tanto tiempo no hay nada más importante que eso y por más “original” o impertinente que pueda ser Obito, el ha dado a nuestra familia muestras indiscutibles de ella…no te sobresaltes no he leído tu mente ni nada por el estilo, eres mi hijo y te conozco, sé como piensas.
Mientras los tres hombres de cabello negros se dirigían en silencio al edificio que ocupaba su empresa, cierto hombre rubio se detenía frente el establecimiento donde trabaja su otro hijo, lanzando un largo suspiro entro en el local donde para su sorpresa vio al joven moviéndose con presteza y elegancia entre las mesas, equilibrando una bandeja en su mano izquierda mientras que con la derecha coloca uno a uno los pedidos de sus clientes, sonriendo se sentó en una mesa vacía para observarlo, Menma estaba tan centrado en su trabajo que no noto la llegada de su padre que lo miraba divertido, por un momento éste había temido que encontraría al mayor de sus retoños, enfrascado en una pelea de lenguas con el lobo, en lugar de eso lo encontraba muy atareado atendiendo a la numerosa clientela del local, estuvo a punto de reír cuando éste se detuvo frente a él y sin apartar de la vista hoja de anotaciones pregunto.
— ¿Desea ordenar algo? Tenemos una gran variedad de platos disponibles en el menú ¿O prefiere escuchar la recomendación de la casa?
—Me gustaría más abrazar a mi pequeño, pero puedo esperar hasta que éste libre.
Eso hizo que el otro levantara la mirada y al encontrase con unos ojos iguales a los suyos, exclamó sorprendido.
— ¡Papá! ¿Qué haces aquí?
— Visitar a mi hijo ¿Qué? ¿No puedo?
— Por supuesto que sí ¿Pero… no deberías estar durmiendo?
— ¿Te parece poco dormir hasta las diez de la mañana? Estaba cansado, pero todavía no era un zombi ambulante…te llaman, ve a atender a los comensales, cuando logres desocuparte hablaras conmigo.
El muchacho miro nervioso a su padre antes de asentir, preguntándose qué hacía ahí, dentro de unas horas llegaría Kakashi para recogerlo y no quería que fuera testigo del beso que se darían, ya de por si estaba indispuesto contra el peli-plateado, suspiro tendría que hacerle de señas a éste para que fuera cuidadoso y no le plantara el beso de inmediato, notando su nerviosismo la gerente del restaurante, que estaba en la cocina inspeccionado personalmente algunos platos, (fue chef en un restaurante de siete estrellas) le pregunto.
— ¿Sucede algo criatura?
— Mi padre ésta aquí y me tomo por sorpresa, no esperaba verlo, tendré que idear algo para avisarle a Kakashi.
—……Déjalo de mi parte, las chicas y yo estamos más que dispuestas a ayudarte, cuando tu amado profesor venga a recogerte, una de ellas pasara disimuladamente a su lado y le avisara.
Menma sonrío contrariado, su jefa seguía creyendo que era una chica y no había manera de sacarla de su error, había desistido de tratar de esclarecerlo, que creyera lo que quisiera, mientras le pagara bien y le permitiera recoger las buenas propinas que le dejaban los clientes estaba conforme…sólo había un inconveniente con ese modo de pensar, ella era de una mente romántica, novelesca…y horriblemente practica, en un descuido había interrogado a su novio, el cual mientras esperaba que se cambiara su uniforme de camarero, decidió ponerse revisar algunas de los exámenes preparados por sus alumnos, las preguntas que le hizo al hombre fueron rápidas directo a la yugular y bastante sutiles, en pocos minutos ella supo que trabajaba en una universidad muy importante como catedrático, ganaba un sueldo muy decente, tenía acumulada una fortuna bastante respetable y quería tener muchos hijos, el rubio entorno los ojos, ni siquiera habían hecho el amor y ya su lobo lujurioso estaba pensando en tener una camada, eso sucedería más adelante en un futuro muy, muy, lejano … ahora que lo pensaba… no era de extrañar que la gerente siquiera creyendo que era una chica.
Movió la cabeza por el momento tenía otras cosas, más importantes de que preocuparse, como por ejemplo alejar ese fotógrafo impertinente de la cercanías de su papá ¡Por Dios cuando iba entender ese hombre, que no estaba interesado en modelar para sus fotos! Ahora tendría qué...No espera, tal vez era mejor dejar que su papá se entendiera con él supuesto “artista” mientras él observa todo desde una distancia segura.
Entre tanto su jefa había salido discretamente de la cocina, para poder echar un vistazo al “ogro” que seguramente era el progenitor del chico quedándose con la boca abierta, en lugar del individuo de mediana edad calvo, con barriga cervecera y usando un traje, se encontró con un hombre joven y atractivo, con una abundante cabellera rubia una deslumbrante sonrisa, usando una camisa remangada hasta los codos, cuya camiseta dejaba ver un muy entonado cuerpo y unos vaqueros algo ajustados que le quedaban muy bien, parpadeo por un segundo ¿Se supone que tuvo a Menma a los doce? Porque el hombre no aparentaba más de 30, la idea era absurda así que llego a la única conclusión lógica, éste pertenecía a ese grupo de afortunados seres, por los cuáles los años no pasan, ni se le quedan encima, sino que saltan olímpicamente sobre ellos y no se detienen ni por error a su lado, bueno si el padre era tan joven como aparentaba eso explicaba su reticencia a aceptar a un varón de casi su misma edad, como novio de su hijo, sin embargo eso no quería decir que no le brindaría un poco de ayuda a la parejita, para eso estaban las mujeres para ayudarse unas a otras, no para echarse la zancadilla con los novios, como muchos aseguraban, con una sonrisa se retiro a sus oficinas no sin antes haber instruido a una de sus chicas de poner sobre aviso al guapo y acaudalado profesor en cuanto llegara, río ante la paradoja ¿Quién creería que podía haber docentes ricos?
Minato por su parte observaba incrédulo al atrevido fotógrafo que se presento con las palabras más desventuradas del mundo “Oye lindura, veo que ya no estás sirviendo mesas ¿Por fin has decido hacerme caso y convertirte en mi modelo te aseguro tienes un gran porvenir y ganarás muchísimo más que aquí”, ni siquiera se disculpo en cuanto se dio cuenta que se equivoco de persona, más bien opto por hacerle la misma propuesta a él, oficialmente y en el idioma de Hidan el tipo era un frescales de m***** , se quedo callado para ver hasta donde llegaba su desfachatez, cuándo no aguanto le dijo en muy concisas y educadas palabras.
—Mire señor representante, fotógrafo o lo que sea, ni Menma ni yo estamos interesados en pertenecer a la industria del entretenimiento, así que le aconsejo que busque en otro lado y déjeme decirle que si lo sigue molestando en su lugar de trabajo, consideremos interponer contra usted una demanda formal ante la policía por hostigamiento y acoso.
— ¡No puede hacer es! ¡El tiene un gran futuro puede ser el próximo Andrej pellij, usted inclusive puede volverse!
—No me interesa— le interrumpió el Namikaze— El tiene apenas tiene 18 años, si cuando llegue a los 21 decide que quiere dedicarse al modelaje lo apoyare con toda mi alma, pero antes de eso tiene que ir a la universidad y graduarse, así que le aconsejo que se vaya si no vino más que a molestarlo, en cambio si vino a disfrutar de una comida entonces que le haga buen provecho, pero déjenos en paz.
—…Esta bien, pero le informo que no me voy a dar por vencido lo seguiré intentando hasta obtener un sí, iré hasta su casa de ser necesario.
— Sera bajo su propio riesgo, yo por mi parte le aconsejo que desista de esas intenciones, mis padres son muy sobre-protectores con su nieto.
— ¿Su nie……. Eso quiere decir que usted es el padre de Menma? …Pe-pero es imposible ¿Cuántos años tiene usted?
— Cuarenta.
El hombre se levanto marchándose aturdido por la revelación, verse así a los cuarenta sin maquillaje, si retoques, sin cirugías…era inaudito.
Una risa ahogada se escucho desde la cocina, lo qué hizo sonreír ampliamente a Minato le llamaría la atención a su pequeño sobre la mala costumbre de escuchar a escondidas conversaciones ajenas, ese oído de zorro heredado de su abuelo no era muy saludable que digamos.
Cuando Kakashi llego se llevo una sorpresa al encontrar a su zorrito y a su suegro charlando alegremente, no necesito la advertencia de la mesera, el par de rubios destacaban entre la multitud como un par diamantes amarillos entre el carbón, con rigidez se acerco a la mesa y con la misma rigidez, fue luego por Naruto y los llevo a los tres a casa, no fue hasta que estuvo encerrado en su habitación y acostado en su cama, que se dio cuenta que, por primera vez , tuvo una conversación con el señor Namikaze si que éste le dijera una sola palabra de reproche