Algunas situaciones eran extrañas, otras incómodas, algunas muy placenteras, otras una combinación de las primeras, pero ésta resultaba demasiado inesperada, se supone que estaba cuidando de los jóvenes Uchiha a la vez que vigilaba los movimientos de los jóvenes espías, pero en lugar de esto terminó sentado frente a la persona, que apenaría a la seriedad y la severidad de sólo verlo a la cara Fugaku Uchiha, miro distraídamente hacia donde estaba el joven rubio atendiendo unas mesas, al parecer hoy los chicos Uchiha no se presentaría tal vez por ordenes de su padre, bebió un poco del café que tenía en su mesa, negándose a ser el primero en hablar, en espera de que el hombre hablara para así obtener una ligera ventaja al saber que es lo que buscaba el vampiro, se arrepintió de inmediato de ésta táctica cuando éste le pregunto de manera directa y preámbulos — ¿Cómo se encuentra Gabriel después de la visita, de mi padre?
La expresión de sorpresa del peli-blanco duro menos medio segundo, hubiera sido imperceptible para cualquier otro, pero no para el moreno, que deposito lentamente el café sobre la mesa, permaneciendo impasible, cuando el otro tratando de enmendar el momentáneo error de mostrar sus emociones respondió.
— ¿Gabriel? …¿Y quién se supone que es ese? He conocido a muchos gabrieles en mi vida, como he conocido a varios otros los nombres se repiten mucho a través de la historia para alguien de mi edad…pero tú debes saber mejor que yo a lo que me refiero.
—Los nombres son nada para nosotros es verdad, pero me refiero a alguien en especifico al antiguo al que llamas Orochimaru.
— ¿De dónde has sacado que Gabriel es su nombre?
—Mi padre me lo dijo—Esta vez Jiraya no pudo esconder su preocupación si Madara lo sabía entonces su amigo estaba en serias dificultades, se sobresalto en cuando escucho a su interlocutor decir—Entonces es verdad… cambiare mi pregunta ¿Cómo ésta mi “madre” después de la visita de mi padre?
Estupefacción de Jiraya llego al límite, en otro momento el Uchiha se hubiera divertido de la expresión del hombre lobo, pero no ésta vez, lo siguió viendo de manera impasible en espera de una respuesta, a pesar de que por dentro sus emociones estaban entre-mezcladas, podría estar crecido y no necesitar más de una madre, pero aún así siempre hay un vacío que quiere ser llenado, ese anheló de saber de dónde se viene, para su disgusto el lobo recupero su calma de inmediato y se lo quedo mirando de manera curiosa, para luego soltar una carcajada.
— ¡Ja ja ja ja ja ja! ¡Y pensar que yo que pe se que tendría que pasar años de intensa y arduas indagaciones para enterarme si tu y Orochimaru comparten lazos sanguíneos y vienes tu y lo sueltas de sopetón!— Luego su rostro se torno serio de repente y le pregunto al peli-negro— ¿Cómo te enteraste?
— No lo sabía, pero sin querer escuché una conversación entre Minato y su hijo, que me pareció demasiado similar a algo que menciono mi padre, después Itachi me informo que Naruto dijo una cosa que le parecía bastante extraña, llegamos a la conclusión de que existía una posibilidad muy fuerte aunque no estábamos seguros a ciencia cierta, después de eso me pase días pensando cual sería la mejor forma de abordar la cuestión, no podía decírselo a mi madre para no asustarla entonces tendría que ser con el más allegado una persona que considerara su amigo, alguien que supiera la verdad, pero entonces la duda era ¿Cómo, como hacer la pregunta? Y la respuesta fue, ir directo al grano y con la verdad, para seres como nosotros que el tiempo es un campo de juegos, la mentira se vuelve parte de nuestras vidas, un mal necesario para sobrevivir, hasta nos engañamos a nosotros mismos con nuestros sentimientos… pero no sabemos enfrentarnos a la verdad escueta y desnuda, claro que jamás espere que mis sospechas fueran verdaderas.
— O sea que me has visto la cara y lanzaste una carnada al aire para ver si mordía el anzuelo… muy inteligente, bueno tienes a quien salir……Orochimaru no sabe que eres su hijo, piensa que puedes ser hijo de Kaguya o una de las amantes de Madara y yo por mi parte, pienso igual.
—Lo sé y comprendo sus temores, mi padre me conto de forma abreviada lo que paso entre ellos…sin embargo pensé que usted lo negaría o trataría de revertir mis afirmaciones.
— No tengo porque agregar más confusión y dolor a una historia por demás tan trágica ¿De qué me serviría seguir prolongando el sufrimiento con un drama sin fin? No me cabe duda, que eres hijo de ese hombre, aunque no éste seguro que mi amigo te haya dado a luz…Hablando del diablo ¿Le has dicho, sobre Orochimaru?
—Mis hijos y yo hemos considerado que es mejor que por ahora no lo sepa, la historia de ambos fue muy…amarga, no quiero que mi padre cometa una imprudencia si se entera de inmediato quien es.
— Eso es un eufemismo de los grandes, encadenar a un hombre joven y asustado a tu cama, violándolo varias veces y quitándole toda esperanza de ser rescatado, no es una imprudencia es una crueldad.
El Uchiha no hizo la más mínima expresión a pesar de la crudeza de las palabras, lo que arranco un gemido de exasperación de Jiraya, no quería ser mal interpretado— Mira muchacho, no te estoy culpando de lo ocurrido si hay una víctima inocente en todo ese embrollo eres tú, es sólo que después de lo dicho por mi amigo, no puedo ser imparcial con tu padre, no me cabe duda que él te conto su versión de los hechos pero deberías conocer la de Oro, sin embargo no es algo que lograras si él no ésta convencido que eres su hijo y no una estratagema de Madara para acercarse, creo que entenderás su aprensión.
— La comprendo bien, mi padre me resumió su historia juntos, no me cabe duda que es más lo que no dijo, sin embargo creo que no sería apropiado averiguarlo…no en estos precisos momentos prefiero qué esta conversación no llegue a oídos de mi madre…por lo menos hasta que logremos saber quiénes persiguen a Minato y sus hijos, le agradezco por su tiempo me retiro.
— ¡Espera! — Replico Jiraya sujetando del brazo a Fugaku, el cual enarco una ceja por la desesperación reflejada en la voz del hombre y la dureza con que sujeto su brazo al punto que las garras se incrustaron en su piel haciéndola sangrar— Mantén en secreto la identidad de mi amigo el mayor tiempo posible, no quiero causarle angustias innecesarias, la situación ya es demasiado grave, para agregarle un imperator celoso y posesivo.
— Descuide no pensaba hacerlo, la identidad de mi “madre” no será revelado por mí o por mis hijos…pero no le garantizo que mi padre no la descubra por sí mismo.
— Me basta con eso, sólo necesitamos ganar un poco más de tiempo, antes de que se entere — el Uchiha asintió antes de marcharse, cuando lo perdió de vista el lobo tomo una de las servilletas de tela que estaban sobre la mesa, dejando caer con cuidado las escasas gotas de sangre que se adhirieron a sus garras mezcladas con un extraño liquido de color claro, pensando para sí mismo— Lo siento muchacho pero si en verdad eres el hijo de Orochimaru, es mejor que él lo sepa de inmediato, 700 años son demasiados para que una madre y un hijo permanezcan separados, ambos tendrán muchas cosas de que hablar y demasiados vacios que llenar, para que estén dejando pasar más tiempo, es una suerte que las toxinas en nuestras garras impida que la sangre de vampiro se descomponga o coagule fácilmente.
Una sonrisa sádica llena de admiración y algo más cruzó el rostro del transgenero, cuando poso sus ojos en el pálido joven de oscuros cabellos y rostro inexpresivo, eran esa caritas lindas las que más le gustaba golpear, dejar su marca roja y sangrante en la blanca piel ver los moretones de verdes y purpuras dibujarse en la piel como un lienzo…pero para su mala suerte el comandante Kazuma le ordeno que no tocara ni siquiera uno de los cabellos de las dos bestias, porque eran especímenes muy valiosos y el general los quería intactos… un verdadero desperdicio, pensar en recurrir a algo tan burdo como una inyección para sacarle la verdad, le quitaba la diversión al asunto, que importa que hubieran comprobado una y otra vez que era efectiva, el que no le permitieran torturarlos aunque sea un poco, era… vergonzoso.
El resoplido disgustado de su compañero le informo que no era la única que pesaba así, Mizuki quería estrenar su nuevo juguete, pero el comandante les había prohibido explícitamente lastimarlos y ninguno de ellos era lo suficientemente estúpido para desafiar unas ordenes directas…lástima tenía curiosidad en saber cuánto dolor podían soportar un vampiro y un licántropo antes de desmayarse, sus ojos se entrecerraron al fijarse en Genma ya no podían confiar en el hombre, había cierto deje de piedad en los ojos de éste que no les gustaba, un soldado debía seguir ordenes no cuestionarlas y menos fraternizar con el enemigo, pensar que todo fue por culpa de ese castaño y esos dos mocosos, ella que creyó que se estaba divirtiendo y en su lugar el otro estaba planeando traicionarlos.
El sonido pesado de unos pasos resonado en le informó que su jefe había llegado u retirándola de sus sombríos pensamientos, el hombre entro mirando a los jóvenes encadenados a la silla, era increíble lo que una buena planificación podían lograr, no les tomos ni dos días acondicionar el área para convertir esas bodegas de del puerto en un práctico cuartel con celdas convenientemente dispuestas y ahora sus esfuerzo s estaban dando frutos, sin molestarse en ser cuidadoso atravesó con la aguja la piel de uno de los cautivos, para que el suero viajara por el corriente sanguíneo , eran afortunados de haber tenido tantos hombres lobo con que probarlo, hasta desarrollar un suero de la verdad efectivo.
Con rudeza sujeto el mentón del chico de cabellos plateados y levanto su cabeza para que éste pudiera verlo a los ojos y empezó a interrogarlo con dureza. Una hora después el militar se retiro satisfecho, todos los datos coincidían a lo investigado por Ayate, miro a Fuen quién ya parecía haber desarrollado un plan, por su sonrisa burlesca…las noticias no podían ser mejores y hasta algo inesperadas, con voz autoritaria pregunto.
— ¿Cuál es su opinión, sargento?
— Ir a capturarlos a su casa no nos sería útil, el dueño de la vivienda parece tener estrechas relaciones con el gobierno de éste país y no sería prudente llamar tanto la atención, podemos emboscarlos en el trabajo y atraparlos allí, debido a la conformación de los edificios y que los locales vecinos siempre están llenos a esa hora, pasara mucho tiempo antes que se den cuenta de su falta, en cuanto el resto de la familia se entere que tenemos a sus niños vendrán a buscarlo y caerán en nuestra trampa, así podremos agarrarlos a todos y estudiarlos para ver quien tiene poderes y quién no, por si acaso sería bueno llevar unos sedantes muy potentes, quien sabe, quizás ahora podamos obtener nuestro propio lobo plateado.
El hombre sonrió por eso valoraba a Fuen…tendría que darle su informe al general Hanzo directamente estaba seguro que se sentiría más que feliz con la noticia, habían obtenido más de lo que vinieron a buscar, con satisfacción se retiro del lugar dándole una última mirada a los jóvenes encadenados, era sorprendente lo diferente que eran a los otros especímenes, demasiado listos, demasiado hermosos, sin rastros del salvajismo de los otros, en resumen…demasiado humanos.
Ajenos a todo lo que se fraguaba a su alrededor, Naruto y Menma pasaban los días totalmente tranquilos e ignorantes de lo estaba a aconteciendo, entrenamiento del mayor de los gemelos había tenido que esperar ya que sus abuelos como médicos itinerantes, siempre se mantenían viajando y nunca se establecieron en ningún lugar, por lo que su pasaporte parecía el mapamundi lleno de nombres de países y mas sellos que un correo postal, así que el papeleo para arreglar su estatus migratorio tardaría varios días y reclamaba la presencia, ninguno de los dos quería abusar de la ayuda de Orochimaru para no atraer la atención sobre éste, al pedir tanto favores a sus allegados del gobierno y al final el antiguo tuvo que ceder ante la terquedad de Tsunade, no importa que éste hubiera argumentado que era sólo cosa de dinero, la medico era testaruda y Dan sólo reía diciéndole al vampiro que se diera por vencido nadie mejor que él para conocer lo obstinada que podía ser su esposa.
Así que al servirle a Itachi con cierta incredulidad, una deliciosa tarta de frutas frescas (encontraba un poco paradójico como un vampiro podía comer frutas) éste le pidió con una sonrisa que se sentara a su lado, lo encontraba extraño porque desde el incidente con su padre los dos sangre pura habían dejado de visitarlo a deshoras y él llego tres horas antes de lo acostumbrado, por otro lado había notado algo diferente al azabache, fue difícil de leer en un principio pero se dio cuenta que el perfectamente rostro inexpresivo de éste, había un ligero fruncir de cejas , tan imperceptible que nadie que no lo conociera bien, no se hubiera dado cuenta ¿O era sólo impresión suya? Por lo que con una sonrisa le pregunto.
— ¿Y a que debo este milagro? Creí que después de hablar con mi papá ninguno de ustedes se atrevería visitarme, lejos de la vista de Jiraya.
—No me juzgues por mi hermanito tonto, que te visite siempre en horas que éste presente el lobo sabio, es como una forma de respeto a tu padre…y a ti.
— ¿A mí?
—Temo que al no haber nadie que me detenga, me sería imposible cumplir la promesa que te hice.
— ¡Oh que galante! Pero ambos sabemos que si en verdad quisieras hacerme, algo no hubiera nada que te retendría.
— Si lo habría.
— ¿Y se podría saber qué es?
— Un no tuyo, nunca te obligaría a hacer algo contra tu voluntad.
El rubio se ruborizo intensamente, de alguna forma esos comentarios lo hacían sentirse valorado y que sus opiniones eran importantes para el otro hombre, tosiendo con nerviosismo exclamó.
—Bueno dejando bromas aparte ¿Qué es lo que te preocupa?
— No sé a qué te refieres.
— A que desde hace unos días, tienes un aire ausente y que frunces ligeramente las cejas ¡Así justo como ahora!
Él sangre pura lo miro con una expresión en blanco, estaba seguro de que su rostro no dejaba traslucir ninguna emoción ¿Cómo es que Naruto podía darse cuenta de su estado de ánimo cuando ningún otro lo hacía? Decidió cambiar hábilmente de tema comentando con voz sensual enseñándole disimuladamente sus incisivos.
—Tal vez estoy pensando en lo difícil que es para mí, no clavar los colmillos en ese maravilloso cuello tuyo y raptarte a un país lejano.
— ¡Ah vamos! Que esa distracción podrá funcionar con el montón de fansgirl y fansboy que debes tener por ahí, pero no conmigo, es en serio quiero saber que te tiene así, me preocupa.
El vampiro suspiro, había notado con el pasar del tiempo que su lindo zorro era más listo de lo que aparentaba, nunca dudo de eso, pero de ahí a poder leerlo a él… lo miro serio y contesto.
—No puedo decírtelo, pero es algo demasiado importante, sólo quiero pedirte que te cuides más, que seas más cauto con las personas que te rodean y que cuando yo no éste presente no te alejes del lobo sabio.
— ¿Del viejo pervertido?...ahora me dejaste preocupado ¿Qué sucede?
— Como te mencione, no puedo decírtelo pero prométeme que te cuidaras más, sólo así estaré más tranquilo.
—…Esta bien ¿Pero éstas seguro que no puedes decirme que sucede?
—No, es más seguro así.
El ojos azules frunció el entrecejo, algo no encajaba aquí, fue sacado abruptamente de sus cavilaciones por la llegada de Sasuke, quién analizando la situación desde la puerta y se acerco en silencio e inclinándose lamio la oreja del rubio mirando retadoramente a su hermano.
— ¡Que haces imbécil!— Replico Naruto ofendido tocándose la oreja.
— Sacándote de tu abstracción dobe, tenías tal cara de bobo que parecías deliciosamente comestible.
— ¡Pues éste bobo se va de regreso a la cocina teme bastardo!
— ¿Es una insinuación?
— ¡Tú!... ¡Harg!— Exclamó furioso Naruto retirándose, afortunadamente a esa hora no había nadie unas garras punzantes clavándose en el muslo le informaron al menor de los azabaches que se había extralimitado, pero negándose obstinadamente a dar una disculpa o mostrar dolor, se volteo desafiante y mirando a su hermano mayor e mientras le dijo.
— ¿Qué? Estoy haciendo lo que tú no te atreves.
—No se te trata de atreverse, sino de respetar los deseos de la otra persona, en lugar de imponer los tuyos.
—En mi opinión es pura cobardía.
— Si no forzar o acosar a Naruto, para obligarlo a tener relaciones sexuales conmigo es cobardía que así sea, pero te advierto que si vuelves a intentar algo como eso, si vuelves a tocarlo sin su permiso, olvidare que eres mi hermano.
Por un momento el tono en que dijo esas palabras, congelo a Sasuke, pero éste se repuso rápidamente y señalo en un tono mordaz.
— Como sea, no me importa— luego de unos minutos de silencio señalo acusadoramente— ¿Se lo dijiste no es así?
— ¿El qué?
— No te hagas el tonto, que lo están siguiendo, fuiste el primero en decir de que no debíamos intervenir ni mencionárselo a nadie y vas y se lo dices, solo para quedar bien con él apareciendo como su héroe, si serás hipócrita.
— No pongas palabras en mi boca que no he dicho, yo fui el primero en tomar medidas para protegerlo desde lejos y no intento parecer su héroe, quiero mantenerlo a salvo, además no le he dicho nada, sólo que se cuide más.
—Que conveniente para ti.
— No se trata de conveniencia, sino de hacer lo que es debido— Replicó el Uchiha levantándose de la mesa.
— ¿Adónde vas?
— A arreglar tus errores— Diciendo esto se levanto y se dirigió a la cocina donde encontró al rubio musitando entre dientes algunas palabras “agradables” y muy coloridas dirigidas a su hermano.
— ¡Estúpido, arrogante, teme bastardo, peinado de trasero de pato! ¿Cómo se le ocurre lamerme la oreja! ¡Y para colmo dijo que yo me le estaba insinuando! Idiota insufrible! ¿Quién se cree que es?
—Un príncipe mimado de sangre azul al que nunca le han negado ninguno de sus deseos.
— ¡Itachi! ¿Desde cuando éstas ahí?— exclamó el rubio sobresaltado por la repentina interrupción.
— El suficiente, para saber que tienes una buena impresión sobre mi hermano.
— ¿Lo dices por mis palabras llenas de dulzura?
— Y por ese ceño fruncido, que no te conviene, así que solicito que me des tú permiso.
— ¿Para qué?
—Sólo dámelo.
— Esta bien tienes mi permiso, aunque no se para que lo quie…
Palabras de Naruto fueron interrumpidas por un beso dulce suave pero exigente, qué arranco un suspiro y gritos de emoción en los presentes, el rubio apenas era consciente de su alrededor cuando sus labios fueron abordados por aquellos labios fríos pero tan cálidos a la vez, sintiendo como el interior de su boca era saqueado por una lengua demasiado experta ¡Dios! Con tantos problemas había olvidado que Itachi era un besador experto, capaz de producir un orgasmo con solo sus labios, el beso se prolongo por un largo tiempo dejando al ojos azules, jadeante y con la necesidad desesperada de aire, apoyo su peso en el peli-negro lanzándole una mirada de reproche y haciendo un puchero, cuando recupero el aliento señalo ligeramente molesto.
— ¡Me engañaste!
— Lo siento, pero no pude soportar quedarme de brazos cruzado después de lo que mi hermano te hizo.
—Sólo fue una lamida.
— Déjame remediar también eso.
— ¡Ita no seas pervertido, nos están viendo!— Exclamó el rubio viendo con horror la mirada alborozada de sus compañeras de trabajo y la boca abierta de los empleados varones, el aludido sonrío antes de apartarse, no sin haber logrado su cometido de lamer la oreja del chico, se despidió con un beso en la mejilla dejando al ojos azules despotricando sobre Uchihas pervertidos que daban buenos besos y no respetaban el lugar de trabajo, sus imprecaciones se detuvieron de inmediato cuando uno de los hombres comento.
— Con semejantes besos, hasta yo consideraría volverme bisexual.
— Olvídalo para que tuvieras éxito tendrías que verte como el “príncipe” como lo llaman las chicas y que tu novio fuera por lo menos la mitad de bonito que Naruto.
—Pues si me encontrara a alguien la mitad de bonito, no dudaría ni un segundo en volverme bisexual.
El aludido se puso de color rojo ¡Dios ese día iba a ser muy largo! ¡Uchihas idiotas y su manera inapropiada y sensual de comportarse! Para su fortuna la dueña de la pastelería que lo había visto todo, desde la cámara de seguridad entro batiendo las palmas y llamando al orden, muy pronto los empleados cerraron sus bocas y no mencionaron más el tema, para alivio del menor de los Namikaze, que observó consternado a la mujer guiñarle un ojo mientras se iba.
El rubio se sentía tan avergonzado por ese incidente, que no se lo menciono a nadie y se ponía de profundo color grana cada vez que veía llegar al mayor de los azabaches, así que se sintió entre triste y aliviado el día en que éste no se presento a la hora acostumbrada, se encontraba sirviendo en una de las mesas cuando noto a un anciano tratando de sacar algo de una van, amable como el sólo salió para ir ayudarlo, únicamente para darse cuenta de que cometió un grave error, alguien que no pudo ver coloco un pañuelo lleno de cloroformo en su nariz y boca y le susurro al oído
— Dime monstruito ¿Acaso tienes garras de hielo como tu hermano? Si no dejas de moverte, me asegurare que pague por lo que me hizo— Lo último Que vio Naruto, antes de que todo se volviera negro, fue a su gemelo inconsciente en el fondo de la furgoneta y a Jiraya cayendo al piso ¿Qué rayos estaba pasando? Fue su último pensamiento antes de ser lanzado al interior del vehículo.