Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Atrapando tu alma. por Ameno

[Reviews - 402]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando Madara había dicho que Obito  debía ocuparse de algunos asuntos personales, no podía estar más en lo correcto; sólo qué dichos asuntos tenían que ver  con cierto hermoso rubio de larga cabellera  y dotado de  un espectacular  y redondo trasero….el inconveniente es que él no era el único en notar las dotes físicas de Deidara y  observo con disgusto, al grupo de hombres que rodeaban al artista y cuya atención parecía estar más centrada en el  cuerpo curvilíneo de éste, que en la entusiasta explicación que le brindaba a ellos y a la joven mujer que los acompañaba, sobre cierta escultura qué ella parecía muy interesada en adquirir.

El Uchiha sonrío al escuchar las apasionadas disertaciones del doncel sobre la obra de arte, minutos después  la transacción se había cerrado y la joven dama se dirigió a la oficina del dueño de la galería, para pagar y llevarse su reciente adquisición seguida por dos de los caballeros más jóvenes que al parecer eran sus primos. Fue cuando ocurrió; aprovechando una distracción del ojos azules que se inclino para recoger el pañuelo que se le había caído a uno de los varones para devolvérselo, una mano artera se acerco  al lindo trasero para tocarlo cuando fue retenido a medio camino por otra mano que lo sujeto fuertemente por la muñeca y levantándola en el aire comento con cierto desdén.

— No es propio de los caballeros aprovecharse de los jóvenes indefensos y menos  si estos ya tienen dueño—Luego miro a Deidara con reproche, quien sostenía el pañuelo con una cara de sorpresa— No sé porque insistes en trabajar  aquí ya te dije cuando quisieras nos íbamos a Estados unidos para casarnos, pero eres tan terco con ése capricho tuyo de valerte por ti mismo,  si quieres hacerlo ¿Por qué no le haces  caso a tu tío que te dijo que te iba convertir en el próximo gran supermodelo de Australia?

El elegante hombre mayor escuchaba sorprendido ese soliloquio y observo de pies a cabeza al hombre que lo sujetaba fuertemente hasta el punto de lastimarlo; deteniéndose especialmente en los zapatos y el traje caro y sobre todo en el reloj extremadamente antiguo pero indiscutiblemente muy costoso, debía ser una pieza de colección que debía estar más en un museo que en la muñeca de nadie, pero que era usado con tal descuido que indiscutiblemente su dueño no le atribuía mucho valor. Adivinando lo que había ocurrido (para deleite y sorpresa del vampiro) Deidara hizo un puchero y cruzándose de brazos utilizo las habilidades histriónicas que había aprendido en la clase de actuación de la escuela, siguiéndole la corriente.

— ¡Nos vamos a casar dentro de tres meses! ¡Quiero pasarlos como se me venga en gana! ¡No pasármela encerrado! ¡No importa cuán lujosa sea la mansión o cuantos regalos me des, un reloj de diamantes no  compensa el pasar recluido! Quiero conocer a alguien más aparte de ti tus hermanos y los hijos de los amigos de mi padre! ¡Personas tan agradables como éste señor o los caballeros  qué lo acompañaban! ¡Son tan amables! ¿No ésta de acuerdo señor?

El aludido desorbito los ojos, no quería nada que tener que ver con ésta pelea de parejas, simplemente él y sus hijos habían acompañado a su sobrina a comprar una escultura a los que la joven era tan afecta y pensaron en cuanto vieron al atractivo vendedor, en hacer uso de una práctica que llevaban utilizando muchos años con un rotundo éxito…hasta ahora.  Proponerle por una buena suma por acostarse con los tres, todos  los que  habían recibido esa proposición había accedido, el pañuelo era una táctica de distracción para poder plantear la oferta. Como pudo se excusó y en cuanto salieron los otros se marcho rápidamente con ellos.

Una sonrisa de satisfacción se dibujo en la cara de Obito; la cual se borro en cuanto se dio la vuelta y recibió un puñetazo en la quijada que lo tumbo al suelo ¡Maldición no era mentira cuando Dei menciono que pegaba duro! Con cierto recelo tomo la mano del rubio que lo ayudo a pararse y le dijo enojado.

— ¡Eso es por haberme mentido, haciéndome creer que padecías retraso mental!...Y esto  es por ayudarme—El pelinegro se quedo aturdido cuando recibió un pequeño beso, justo en el mismo punto donde había sido golpeado, no estaba sorprendido cuando se dio cuenta que besos del hombre joven eran increíblemente cálidos; lo había sospechado con ese carácter tan explosivo  de pronto puna sonrisa taimada se dibujo  en sus labios y pregunto— ¿Eso quiero decir que estoy perdonado mi rubio bomba?

— No únicamente quiere decir que estoy agradecido. No pienso perdonarte hasta que me des una buena explicación de porque me engañaste en primer lugar.

— Que te parece si te la doy mientras tomamos un café— ¿Sales dentro de veinte minutos verdad?—Comento el vampiro mirando su reloj.

— Págame una cena, es lo menos que puedes hacer por tomarme el pelo por tanto tiempo.

 En respuesta el vampiro se inclino hacia adelante y llevándose una mano al pecho y  extendiendo la otra  en una invitación silenciosa, dijo— Sus deseos son órdenes, mi hermoso Sempai.

Entornando los ojos por las payasadas del pelinegro  Deidara fue a atender a los otros visitantes de la galería: irían a cenar  en cuanto concluyera su horario de trabajo.

Al día siguiente todas las cosas parecieron volver  a la normalidad, por lo que Minato Namikaze decidiendo que había  permanecido ausente de sus labores del se podía permitir, asistió a la empresa. Ejecuto sus tareas como habitualmente haciendo caso omiso a una extraña inquietud que parecía estarlo molestando desde la mañana, se encontraba sentado en la oficina revisando con cuidado algunos papeles antes de entregárselos a Fugaku, cuando repentinamente sintió un calor abrasador que recorrió todo sus cuerpo y  se  centro especialmente en una parte especifica de su anatomía, con horror manifiesto pudo ver como una notoria prominencia se dejaba entrever en su pantalón y se apresuro a cubrirla con los papales, mirando angustiado a su jefe.

Suspiro con alivio al ver que este parecía demasiado enfrascado en examinar los datos que le mostraba la pantalla de su computador para notar  el “dilema” en el que se encontraba; Tenía que inventar una excusa y salir de allí para  encontrar un lugar aislado y liberarse de su problema antes de que se diera cuenta…pero la idea de ir afuera  con una erección tan evidente, siendo que más de la mitad de los empleados de los pisos superiores eran mujeres…era demasiado bochornosa; lo tacharían de pervertido enfermo y quien sabe que más.

Su incomodidad y desesperación era tal que se revolvió en su silla, llamando la atención del vampiro azul y negro se encontraron y el rubio maldijo su suerte, su cara quemándose roja como el fuego, apretando con más fuerza su entrepierna ¡Maldición porqué le ocurría esto, resultaba tan humillante, no era un adolescente que se excitaba por cualquier cosa y para colmo delante de su jefe! ¡El hombre que había llegado querer y admirar como un gran amigo!

Su angustia disminuyo cuando expresión de éste cambio a una de preocupación y pregunto— ¿Minato ha empezado a afectarte la sangre que te di a beber? Un suspiro de alivio escapo de su labios tal vez era infantil, pero en cierto modo no tener que hablar de lo que sucedía  le producía cierta tranquilidad, armándose de valor, consulto lleno de vergüenza.

—Fugaku… señor… ¿Le importaría prestarme su baño privado? ¡Le prometo que sólo será por unos minutos!— Desarmado por la voz suplicante y apariencia vulnerable del hermoso varón, el sangre pura asintió;  no tenía corazón para informarle que probablemente sus intentos serían inútiles, drogas afrodisíacas eran de larga duración y su sangre era probablemente 100 veces más potente. Observó con desazón desplazarse al hombre a  su cuarto privado y miro su reloj le daría todo el tiempo que necesitara para conservara su dignidad.

No sabía cuánto había pasado desde que había dicho aquellas palabras, pero el hombre rubio se sentía cada vez más presa de la vergüenza y la desesperación al verse, así apoyado en el lavamanos moviendo frenéticamente la mano, había  utilizado varios trucos desde imaginarse cosas asquerosas ( como Jiraya en tanga), cuentas a pagar, caminar un rato, sus padres, hasta llegar a echarse un poco de agua helada todo fue inútil, por lo que decidió probar con lo único que no había intentado, estaba tan ofuscado que no se dio cuenta cuando la puerta se entreabrió dejando pasar a una persona, la cual se coloco detrás de él y tomándolo por la cintura (con voz ronca pero en un tono suave) le ordeno.

—Ya basta Minato terminaras lastimándote.

El Uchiha había tenido que ocupar toda su fuerza de voluntad para no intervenir  cuando pasaron los primeros cinco minutos, pero se había agotado hace mucho tiempo sólo el respeto hacia el que iba a ser su compañero lo había detenido de entrar antes. Delicada pero firmemente aparto la mano del ojos azules (en un estado de shock demasiado profundo para reaccionar) para poder ver bien. Por su parte el Namikaze  no podía salir del asombro viendo la imagen de su jefe reflejada en el espejo, así que no reacciono cuando éste escupió su  mano y sintió  el tacto fresco y húmedo apretando su carne dura y caliente, haciéndole sentir un alivio indescriptible cuando a los pocos segundos de recibir las cuidadosas caricias, vio el liquido blanco y viscoso empapando la mano del otro hombre y su miembro viril descender mansamente. Se dejo caer blandamente en los brazos del vampiro en el éxtasis de su liberación orgásmica, sólo para tensarse nuevamente cuando al darse cuenta lo que había hecho ¡Y con otro hombre ni más menos! Al ver los intentos del otro hombre para empujarlo y apartarlo el vampiro trato de aplacarlo.

—Por favor debes calmarte,  o se nos agotara el poco tiempo que compre con lo que he hecho.

— ¿No termino ya?... Digo ya me vine, no creo.

— Lo que hice fue proporcionarte un desahogo temporal, mientras consigo un lugar más privado: necesitas sexo Minato. Sobrecargar y estimular tus sentidos para que las sustancias de mi sangre que corren por todo tu sistema sean utilizadas como energía…o no se agotaran nunca.

—… ¿Y si busco a una prostituta?

Por un momento el peli-negro estuvo a punto de enojarse ¡Paso 300 años buscándolo y cuando al fin lo encontró! ¿Su pareja  le decía que iba a acostarse con una mujerzuela? Pero tranquilizándose le explicó con la mayor calma posible (a pesar que un poco de su irritación logró escapar a través de sus palabras) — Es una tontería Minato, no sé cómo se te pudo ocurrir semejante idea.

— ¡¿Perdón?! ¡Yo únicamente estaba proponiendo una salida apropia!...

— La pondrías en la misma situación que tú y quien sabe que enfermedades podría contagiarte;  la saliva y el sudor de tu cuerpo expulsaría la dopamina presente en tu corriente sanguíneo…pero en dosis  tan altas qué…

— Me volverían un afrodisiaco caminante— Término la frase el Namikaze  soltando una carcajada de desesperación no sabiendo si reír o llorar por la situación. Luego mirando con recelo al Uchiha preguntó— ¿Y si es así porque no parece haberte afectado?

—Minato  soy un vampiro: es mi sangre la que bebiste. Si te convertí en un afrodisíaco ambulante quiere decir que yo soy la fábrica, es natural que  sea totalmente inmune a ella…o tal vez la dosis que para nuestros cuerpos es normal, para un humano es inmanejable.

— ¡O sea que la  única solución que me queda es tener relaciones con mi jefe! ¡Dios sabes lo retorcido qué es eso!...No he estado con ninguna mujer desde que murió mi esposa ¿Se supone que debo reiniciar   mi vida sexual…con un hombre?

— Yo tampoco he estado con ninguna mujer, ni hombre, desde la muerte de Mikoto, aprenderemos juntos.

— Lo dices tan fácil y yo estoy a punto de sentirme como una p**a  ¡Eres mi jefe, soy tu asistente por Dios!

—Lo sé perfectamente: y  porque no te considero una…de esas damas, como tan coloridamente lo has dicho, no voy a exponerte  a las habladurías y chismes de algunos envidiosos, haciéndolo en este baño o en la oficina. Mi casa y la tuya están descartadas así que tendremos que buscar una alternativa…pero hemos perdido tiempo valioso ¿Dime Minato confías en mi?

— Tú y tus hijos me ayudaron a salvar a los míos y nos ayudaron en su búsqueda, también me advertiste de los posibles efectos secundarios que podría tener si insistía en beber tu sangre, no necesitas hacerme esa pregunta: por supuesto que sí.

—Entonces deja todo en mis manos, prometo que solucionare esto, sólo resiste un poco ¿Está bien?

El hombre asintió derrotado, sintiendo de nuevo el calor tratando de apoderarse de su cuerpo,  lo vio hacer unas llamadas, antes de acompañarlo hasta el coche. Probablemente de haber estado en otra situación se hubiera sentido avergonzado de ver las miradas  que les lanzaba la gerente del hotel que le paso las llaves, pero se sentía demasiado sofocado y acalorado para hacer otra cosa que quitarse la ropa para que  el aire acondicionando enfriara su piel, era tal su desesperación que se olvido de la presencia del vampiro y se quito hasta la última prenda de vestir.

Fugaku se quedo impresionado  contemplando la  hermosa y masculina desnudez dorada en medio de la alcoba nupcial, pero su éxtasis duro poco. A pesar de que le gustaba la idea de disfrutar por más tiempo la visión; la erección fuerte y erguida del varón le informo que debía actuar rápido. Con una mano empezó a despojarse de su gabardina y su traje desnudándose velozmente, agarro al rubio y lo acostó en la cama: lo siguiente que supo Minato es que podía ver su imagen en el espejo del techo mientras su sexo era devorado  por el vampiro, los jadeos y gemidos  guturales que salían de su boca; la única manera de expresar el placer que sentía.

 El rubio cerró los ojos nunca había recibido sexo oral antes ¡Pero maldita sea si esa técnica no era perfecta! Los abrió nuevamente cuando se vino  soltando a la vez un  grito de estruendoso éxtasis, viendo aquellas espaldas anchas, piernas largas y musculosas, caderas delgadas y bien formados glúteos. Le tomó un minuto recuperarse de su reciente orgasmo mientras miraba al pelinegro  cernirse sobre él: el tiempo suficiente para preguntarse cómo estaba hechos los trajes caros, que podían ocultar un hombre tan bien construido como aquel; con un torso amplio cincelado y brazos fuertes… ahora se explicaba como lo había cargado tan fácilmente (obviando el hecho de que era un vampiro) ¡Dios lucia tan intimidante…y atractivo con su cara seria y ese cuerpo atlético! apenas tuvo la oportunidad de dar la se cuenta que estaba desvariando, cuando  sintió los labios del hombre chocar contra los suyos y la lengua introducirse en su boca, lo único que tuvo tiempo para pensar antes de que su mente se pusiera en blanco y se dejara llevar por sus sentidos es que no sabía que se  sentía  mejor, los besos de su jefe o la mano que acariciaba su miembro.

Fugaku estaba en el séptimo cielo, profundamente concentrado en brindarle placer a su pareja; encantado con la total honestidad del cuerpo del rubio…era tan deliciosamente vocal, que  se encontraba totalmente fascinado con sus imparables jadeos y gimoteos. Después de disfrutar de los labios del rubio se inclino hacia el pecho y succionó con  fuerza uno de las aréolas que se le ofrecían como par de deliciosas fresas, disfrutando el gemido que siguió a continuación.

 Había tenido sus dudas sobre estar con un hombre  lo que  debía hacer y si a la hora de la verdad ambos se encontrarían atractivo o era un gusto que adquirirían con los años y la convivencia, pero todas ellas se habían desvanecido al ver a su compañero desnudo y necesitado. Minato era sensible al punto que podía sentir como se deshacía en espasmo de placer con el roce de sus manos y eso era adictivo, acaricio con sensualidad los muslos de éste viendo venir nuevamente hechizado por la reacción explosiva del cuerpo núbil al placer con otros hombres. A éstas alturas los ojos azules no sabía que pasaba, esperaba sentirse agotado adolorido, pero en cambio se sentía con más energía y vigor. Se dio cuenta que algo iba mal cuando los toque se detuvieron y cuando alzo la cabeza vio el ceño fruncido del vampiro y…el cielo lo librara equipado con lo que debería ser el sueño de  cualquier estrella porno, sin embargo, no era eso lo que llamo su atención; lo que la atrajo fue el hecho de que el miembro viril estaba enhiesto, duro y firme como una roca, haciendo la pregunta (al modo de ver de Fugaku) más ingenua del mundo.

— ¿Te afecto la sustancia en mi cuerpo? ¿Creí que habías dicho que eras inmune? Lo que provoco una respuesta condescendiente de parte del Uchiha y la cual dejo hecho un embrollo el cerebro del ojos azules.

—Minato estoy así desde que llegue y te desnudaste frente a mí, sólo que tú, a causa de estado en que te encuentras no lo notaste…y por si  tienes dudas déjame decirte,  que me gustas Minato Namikaze es por eso que estoy así no es  por el efecto de ningún afrodisiaco.

— ¿Des-des-desde cuándo?

— Desde la primera vez que te vi, pero eso no tiene importancia ahora; el problema... “el problema” es que llevamos tres horas aquí y a pesar de que te hecho eyacular más de siete veces, el efecto de mi sangre no parece haberse desvanecido en los más mínimo…temó que tendremos que tomar medidas drásticas.

El varón desorbitó los ojos — ¡Tr-tres horas, hemos estado aquí por tres horas! ¡¿Hemos pasado aquí tanto tiempo?!...Espera ¡¿Eso quiere decir que has estado así por tres horas…y que significa eso de “tendremos que tomar medidas drásticas”?!

El vampiro se recostó al lado de su amante y mirando a los ojos   lamio sus e dedos hasta dejarlos completamente llenos de saliva , luego  deslizo su  mano por el cuerpo del varón más joven y bajando por su entrepierna acaricio con un dedo la  pequeña entrada y musito con voz ronca —Necesito  que me permitas tomarte Minato, debo hacerlo para lograr aplacar el fuego de mi sangre por tus venas y no lo negare: es algo que deseo hacer desde que te vi… pero esperaba que fuera de forma diferente, quería me  conocieras mejor para así enamorarte seducirte y luego amarte; sin embargo, debido a las circunstancias tendrá que ser en otro orden.

El rubio trago grueso ante semejante confesión. En las palabras de su jefe no había ni asomo de duda como si para él fuera cosa corriente perder su duelo de trescientos años, por un conserje desconocido que atrapo  a punto de trapear el piso de su oficina…pero eso no cambiaba que estaba terriblemente asustado,  lo que pedía el peli-negro iba más allá de lo que nunca hubiera considerado tener  que dar…y estaba el recuerdo de su esposa Kushina ¿Qué pensaría ella si lo viera en el más allá, lo odiaría se sentiría traicionada? Una caricia suave  en la mejilla y se encontró de frente con  aquellos ojos negros profundos y misteriosos, poniéndose rígido cuando el dueño de esos ojos le pregunto.

— ¿Que es lo que ella te hubiera dicho, de estar  aquí?

El  varón se quedo pensativo tratando de imaginar que le diría ella en esa situación,  podía verla sonriendo en un prado saltando de roca en roca sobre un riachuelo (tan vívidamente como si fuera real)  mientras  le decía— Lo nuestro fue maravilloso nos amamos el uno al otro como nadie podrá amarse, pero yo me voy y no quiero hacerlo sin saber que serás feliz, si encuentras a alguien que sea capaz de quererte como yo  y tu le correspondes, entonces  permanezcas sólo ¿Eso fue lo que te dije cuando morí no? ¿Peros sabes una cosa mi amor?—Él hombre se quedo quieto mirándola expectante esperando sus siguientes palabras— A pesar de tu cara de niña, nunca creí que  tu próxima pareja fuera  un caballero— Dijo la pelirroja   riendo con picardía luego viéndolo con cariño añadió—Mina no te preocupes por tonterías si él es la persona para ti entonces acéptalo, lo que importa es que te haga feliz; quien sabe tal vez sea tu compañero predestinado ¡Ah! Por cierto, recuérdale qué es tu primera vez  con otro hombre y debe ser gentil— Luego de decir esto la mujer despareció riendo locamente de alegría.

Sí, eso es probablemente  lo que Kushina diría, con atribulada sonrisa miro al peli-negro que adivinando lo que significaba, empezó a besar la boca y el cuello del otro hombre para distraerlo de su angustia y del dedo que jugueteaba con la parte más indefensa de su anatomía. Cuando estuvo seguro de que su acompañante estaba lo suficientemente relajado ( y excitado) se sentó en la cama y coloco una almohada  bajo las caderas de su amante para tener una mejor visión y con la precisión de un médico quirúrgico introdujo con cuidado uno de sus dedos y presiono la próstata, sonriendo ante el grito de placer sin rastros que escucho de los labios de éstos, con la misma precisión milimétrica fue añadiendo un segundo y hasta un tercer dedo ( los iba agregando conforme  consideraba que estaba lo suficientemente estirado) .

Para ese momento el rubio era una masa informe incapaz de sentir nada más que los toques eléctricos de placer que lo sacudían continuamente, había esperado sentir incomodidad  o alguna molestia…y dolor mucho dolor, pero en lugar de eso se sentía…bien… para ser honestos era increíble la pequeña incomodidad que sentía era nada en comparación con el éxtasis desmedido que recorría su cuerpo; fue un alivio para  cuando el otro varón retiro sus dedos y se pregunto si era posible morirse a punta de orgasmos. Con cierto temor observo como el vampiro se escupió en  la mano y empezó a extender la saliva por aquella más qué “generosa”  virilidad,  dándose cuenta lo que venía  y bastante aterrorizado por lo mismo, preguntó.

— ¿Cuál es el truco?

— ¿Hm?

— Cual es el truco, no hay manera de que “eso” quepa ahí, aparte, necesitamos un condón y cantidades industriales de lubricante, tal vez a ti no te importe pero yo soy el que va a salir gravemente lastimado cuando…

El hombre sin parar lo que estaba haciendo, lo miro directo a los ojos y le explicó—Minato cálmate y escúchame, no soy un humano: soy un vampiro.  Somos depredadores por naturaleza, depredadores que cazan a su presa a través del erotismo y la pasión. Mí saliva es mejor que cualquier lubricante a base de agua que se haya inventado hasta ahora, aparte de facilitar la penetración me permitirá curar cualquier herida y estimulara los centros nerviosos soltando endorfinas  qué aumentara la sensación de satisfacción y felicidad. En cuanto al condón, ninguno de los dos somos promiscuos  y los sangre pura no nos contagiamos de enfermedades de transmisión sexual,  los anticuerpos  presente en nuestros fluidos destruyen cualquier bacteria nociva…y se transmite brevemente a nuestro amante cuando mantenemos relaciones íntimas.

— Ya entendí  la baba de vampiro es mil veces más valiosa y útil que la de caracol…sabes no eres nada romántico.

Sonriendo suavemente el Uchiha contesto— Podría ser romántico y decir: no temas nada de mí porque mi único deseo es llevarte al cielo, para dejar una huella indeleble en tu cuerpo y en tu alma y que permanezcas a mi lado para siempre; pero tú no éstas de ánimo para esas cosas: tú estás asustado…como es lógico ya que es la primera vez para ambos desde la muerte de nuestras esposas;  lo que necesitabas  para tranquilizarte es la explicación que te di, prueba de ello es que te permitiste bromear conmigo… algo de lo que estoy agradecido porque me permite hacer esto.

Con una puntería envidiable el hombre empujo lentamente su miembro en su sorprendido amante, que sólo pudo soltar un jadeo al sentir la extraña sensación de ser llenado por completo,  totalmente sorprendido por la facilidad con la que el miembro viril se había introducido en su interior de manera casi indolora… y bastante placentera. Con confusión levanto la vista y se sorprendió al ver una expresión que no sabía precisar que era en la cara de Fugaku, quien  (con una voz agónica) soltó en una frase que lo dejo con el cerebro en blanco y casi mudo.

— Te amo... pero   he  esperado esto por tanto tiempo que no creo que pueda  mantener mi erección ni siquiera una hora  más.

— ¿Eh, una hora?— Fue lo último que pudo articular Minato, antes de recibir la primera  embestida que lo hizo lanzar un grito mezcla de dolor y placer mientras se aferraba con desesperación a los brazos del otro hombres. Era demasiado sentir la fricción en su próstata que le hacía ver estrellas… y tan sud- real ver el ver, a través del espejo encima de él al hombre encima de él;  otro intempestivo embate lo sacudió en su centro haciéndolo olvidarse de su reflejo, dándose cuenta que su primera impresión había sido falsa…ni siquiera se había enterado lo que era esta lleno por completo.

 

Suave delicadamente casi con miedo, Fugaku hombre empezó a moverse dentro del interior de su amante, soltando más que un gruñido un rugido de impaciencia, al sentir unas paredes demasiado estrechas apretando su falo con un fuerte constricción. Minato era simplemente perfecto; con una pasión incontrolable beso al rubio y continuo con la larga laboriosa y agónica tarea de preparar al rubio para unas penetraciones más potentes; su sudor su saliva pero sobre todo su semen, se encargarían de curar cualquier herida…pero no se perdonaría si la primera vez de su pareja con él fuera dolorosa. Sin embargo, no conto con el fuego interior del otro hombre que apretándose a él y mirándolo a los ojos lo miro suplicante, sin saber el mismo lo que quería. Pero el vampiro si lo comprendió estaba en su sangre la pasión acumulada de más de trescientos años de celibato. Recrudeció el poder y la fuerza de sus embestidas haciendo al ojos azules olvidarse del mundo; sus problemas, y todo lo demás: envuelto en una bruma blanca de lujuria  y dulce  éxtasis. 

Notas finales:

Por sus comentarios y revisiones ¡Muchas gracias!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).