CAP #47
"Atrapando tu alma"
Muí nunca había planeado lidiar con esto, pero eso no significaba que iba a dejar un vampiro cegado por la cólera y el dolor suelto por la ciudad menos si se trataba de alguien tan peligroso como Madara Uchiha, el único alivió que sentía a la situación es qué el vampiro no estaba impulsado por el odió o la irá únicamente buscaba una salida a todo su enojó y él conocía la manera perfecta de procurárselo, después de todo era la oportunidad perfecta para desquitarse de sus continuas burlas, asimismo no permitiría a su cuñado cerca de su esposo o alguno de sus retoños hasta que se calmara un poco.
Los dragones era muy protectores de su territorio y sus tesoros, para los del tipo celestial como él, estos abarcaban: su familia (el más importante de todos), su casa, los arboles, la tierra, el país así mismo y por supuesto sus fieles sirvientes. Sin esperar ninguna señal utilizando su magia los teletransporto a un aérea especial en el sótano y tomando su transformación intermedia inquirió.
— ¿Empezamos?
Sin meditar palabra el imperator se lanzó al ataqué, fue una batalla que duro horas ambos combatientes muy hábiles y sin ninguna reserva a la hora de hacerse daños, el dragón se limpió la boca jadeando por el esfuerzo, estaba seguro que si no fuera por la dorada e impenetrable coraza que era su piel, probablemente tendría un hueco en el pecho, por su parte el Uchiha lucia varios cortés profundos y un hilo de sangre corría por su boca. Tan concentrado estaba el uno, en el otro y esperando quien se movería nuevamente que no se percataron de los intrusos que entraron en ese momento al sótano, hasta que Muí Sintió un tremendo bofetón que le hizo voltear la cabeza y Madara un derechazo que le hizo sonreír, a pesar de que su boca se lleno de sangre y casi lo tumbo al suelo conocía a la perfección el toque “delicado” de su hermanito cuando éste se enojaba; fue el después de todo quien le enseño a defenderse.
—¡Más vale que tengas un buena explicación para estar peleándote con mi hermano Muí! ¡Y tú... más vale que me digas porque querías descabezar a mi marido!
—Solo estábamos gastando un poco de testosterona.
— No me vengas con ese cuento te conozco muy bien ¡Algo grave ocurrió para que te salieras de control!—lo reprendió Izuna.
El imperador negó con la cabeza ¿Qué todos los portadores era tan luchadores y testarudos?
—Necesitó una ducha y un trago de lo más fuerte que tengas, luego habláremos.
—Más te vale, le diré a los criados que saquen algo cómodo de los armarios, dejaste mucha ropa la última vez que estuviste, así podrás cambiarte tu ropa está hecha jirones.
— Cortesía de las garras de tu marido.
— No iba a quedarme quieto como tu saco de boxeo.
— Por eso es que te escogí.
—Dudoso honor, ve a darte el baño te daré el trago de mi cosecha especial, después quiero una explicación de porque fui agredido en mi propio territorio.
El vampiro hizo un ademan vago antes de retirarse, haciendo que el otro hombre resoplara y exclamara con fastidió volviendo a su apariencia humana— ¡Rayos a veces me gustaría que ese amigo suyo no hubiera desaparecido hace seiscientos años! Así tendría a alguien que molestar aparte de mí.
— Ya cálmate cariño, el mismo lo dijo “te llevaste a mi virginal y inocente hermanito antes de tiempo, te hare pagar por el restó de tu vida”
—Nadie puede juzgarme eras la criatura más preciosa que ha pisado la faz de la tierra ¿Cómo esperaba que pudiera resistirme?
Escucharon el sonido de arcadas y la pareja fijo su vista en los dos muchachos detrás de ellos un joven muy guapo de pálida piel, cabellos largo y negros atado en una cola de caballo tenía un dedo metido en la boca fingiendo que vomitaba mientras un bellísimo joven con similares caracterizas pero más femeninas reía suavemente. Entornado los ojos el padre se acercó y le dio un coscorrón al varón.
— ¿Por qué hiciste eso?
—Por burlarte de tu padre chico, debes mostrarme más respeto.
—Es difícil cuándo uno de los hombres más fríos, crueles y poderosos del mundo, el cual causa temor inclusive en la mafia rusa, se comporta como un adolescente cachondo.
—Más obediencia recién nacido o tomare mi forma real y lo lameré delante de todos sus hermanos por dos horas.
El muchacho se tenso, conocía bien a su padre y sabía que cuando hablaba en tercera persona era en serio, se sintió mortificado al escuchar la risa ahogada de su hermano ¿Porqué no nació vampiro en lugar de dragón? Así no lo tratarían como un niño. Negó con la cabeza era mejor no seguir tentado a la suerte ya era vergonzoso que su padre lo abrazara delante de sus hermanos mayores, ya no se diga ser besado ¿Pero ser lamido?
— ¿Porqué no tratas a Haku igual? El también es un dragón o Utakata, ni siquiera a Shisui ¡Y eso que es vampiro!
—Porque a tus hermanos mayores no les importa que su papa los bese y Haku es mi pequeña princesa, por otro lado deberías estarme agradecido que me remito a besarte en la frente o en la mejilla.
-Preferiría que no lo hicieras es vergonzoso.
— Y es por eso que expulsé a ese estúpido profesor privado de aquí por muy catedrático de Oxford que fuera, te estaba metiéndote ideas erróneas en la cabeza sin molestarse en entender la cultura del país al que venía. Naciste en Rusia un beso en la boca entre hombres o mujeres no tiene la connotación sexual que le dan en otros países.
—Se que aquí significa, estamos unidos compartimos los mismos ideales, somos más hermanos ¡Pero sigue siendo vergonzoso! ¡Además nunca has besado al tío Madara!
— ¡Pfffttt Ja ja ja ja ja!
— ¡¿Mamá de que te ríes, que sucede!?
— ¡Magnifico y yo que ya me había olvidado que tuve que besarlo hace tantos siglos en ese evento protocolar!
—¿De qué habla mamá?
— ¡Ja ja ja ja ja ja ja! ¡Cuando termino tu padre y tu tío estuvieron una hora lavándose la boca con vodka después de eso! ¡Para colmo Madara le dijo a tu padre que besaba horrible y no sabía por qué yo seguía con él!
— Anda sigue riéndote de mi desgracia.
— Vamos cariño tu sabes bien que sólo lo dijo por molestar.
—Eso parece es lo mejor que sabe hacer, ha estado con más frecuencia en mi casa estos últimos meses, de lo que lo ha hecho en estos seiscientos años.
—No te quejas demasiado así que me imagino es algo realmente serio lo que sucede.
—Más de lo que parece, pero hasta que no esté seguro de que se trata, prefiero guardar silencio.
El joven Uchiha asintió con la cabeza y se llevó a los mellizos con él, cuándo su esposo se ponía tan hermético siempre había una razón de por medio y el respetaba ése silencio, porque siempre le contaba todo al final con detalles. Mikhail el hombre conocido como el dragón de Siberia, por su fría y dura crueldad, era en la intimidad de su hogar un amante, marido, un cariñoso y protector padre de familia, una faceta que sólo utilizaba con ellos.
Cuando Madara salió del baño y se vistió apropiadamente se dirigió al bar de la lujosa residencia, observo en silencio como su cuñado escancio el contenido de varias botellas en un vaso muy grande y luego corto la palma de su mano con una daga, dejando caer unas cuantas gotas en el interior de éste sirviéndoselo a continuación, sin mediar palabra el vampiro lo vacio de un solo trago depositándolo nuevamente en la barra, el otro hombre repitió la operación el mismo ciclo; se repitió varias veces hasta que su hermano menor se asomo y le hizo unas señas a su esposo quien levanto cuatro dedos para indicarle que esa es la cantidad de alcohol que había consumido el imperador.
El portador abrió los ojos al reconocer las botellas eran de la colección especial de su marido, Spirytus, everclear, absenta negra, Poitin, Coroco y el Whiskey escocés preferido por este se alineaban en línea recta sobre la barra del bar y estaban ya casi vacios, con pasos firmes se dirigió hasta donde estaba su hermanó y arrancándole el vaso de las manos bebió un sorbo del contenido e hizo una mueca, la mezcla seria asesina para un ser un humano por la cantidad de alcohol presente en esta, pero aun vampiro cómo su hermano difícilmente lo dejaría tan siquiera mareado, mirándolo con seriedad inquirió.
—Muy bien que ocurre, tú normalmente no eres así.
El líder de los Uchiha se paso con frustración la mano por su indomable cabellera, antes de contarles todo lo acontecido. Izuna estaba en shock mientras Mui observaba a su cuñado con los ojos entrecerrados, conocían muy poco sobre el pasado del imperator o sobre la madre de Fugaku, sabían que no era Kaguya y que murió en el parto, sospechaban que podía ser una vampira pero esto. Lleno de rabia sin poder contenerse el vampiro se levanto de su asiento y le dio un bofetón al imperator, sintiéndose un poco asqueado ante la hipocresía de la situación.
¡Su hermano mayor el hombre que siempre se mostro tan protector con él, trato a su pareja y la madre de su hijo con una barbarie inusitada como!…Como un objeto. Con enojo pregunto:
— ¡Dime en verdad creías que él iba estar bien, si lo dejabas sólo con Kaguya! ¡Por dios ella y tu habían vivido mucho tiempo juntos prácticamente era tu mujer! ¡De lo que se de ella es que era una maldita loca sádica psicótica y vengativa! ¡Para colmo la dejaste plantada en una luna roja! ¿En verdad creías que no lo tomaría como una un agravio; y se cobraría rencor y su humillación en la única víctima inocente de todo eso?
—No parecía muy agraviada, además ella había tenido otros amantes.
— ¡Por dios pero que ingenuos son los varones! ¿En verdad crees que eso cambia algo? No importa con cuantos se acostara o cuantos hubiera tenido, creo que de alguna manera enfermiza y obsesiva estaba enamorada de ti y no le gustaba la idea de perder lo que consideraba suyo.
—No comprendes, yo me acosté con muchos otros inclusive los compartimos juntos, nunca demostró que le afectara.
— Tal vez nunca se sintió amenazada y se dio cuenta que Gabriel representaba para ti, algo más que una comida y un agujero con el que saciarte ¡Dios no puedo creer que casi contribuí a la muerte de mi sobrino!
El Uchiha se estremeció ante la crudeza de las palabras anteriores, y el tono de culpa utilizado en las últimas, el dragón se acerco a su esposo y sentándose a su lado lo abrazo.
—No tienes la culpa de nada hermanito… es más no sé si alguien más la tiene aparte de mi, debí notar que estaba en estado y llevármelo conmigo o echar a Kaguya… pero estaba tan lejos de mi cabeza que un humano pudiera concebir que lo deje sólo totalmente a su merced . Sin cavilar que para alguien que es capaz de matar a su propio clan para beber su sangre y obtener más poder no sería nada matar a alguien que consideraba un estorbo… creo que pensaba que ella se había cansado tanto de mí como yo lo estaba de ella y que la rabia que le mostraba a Gabriel sería transitoria: una suposición que pague muy caro.
—Parece que sientes predilección por arruinar la vida de mi especie, Madara… no puedo concebir lo que su dragón debió sentir cuándo su pareja en lugar de amarlo y protegerlo, lo dejo muriendo de inanición y lo golpeo de tal manera que estuvo a punto de causarle un aborto—El aludido se levanto rugiendo y calvo sus garras alrededor del otro hombre que lo miraba impasible—Puedes apretar mi garganta todo lo que quieras; pero eso es lo que sientes y ese es el motivo porque el que te duele tanto, es bueno ver que reconoces tus errores. No me sentiría bien dejando a uno de mis congéneres, y menos alguien tan valiosos como un portador, en las manos de un hombre que no es capaz de admitir sus errores.
El imperator soltó la garganta de su cuñado y se lo quedo viendo de manera escudriñadora tratando de adivinar que quería decir con aquellas palabras, mientras su interlocutor le sostenía la mirada de manera retadora y apacible, desistió de esto adivinando que el otro no le diría nada musito con amargura.
—No es tu asunto.
—Te equivocas hermano—le interrumpió Izuna—Es nuestro asunto desde que yo soy un portador y mi esposo un dragón y has venido aquí en busca de consejos para lidiar con esto ¿En verdad lo golpeaste?
—…Fue di sin querer, estaba furioso porque mi “adorado” cuñado te alejo de mi antes de tiempo. Había planeado llevarte a mi castillo para cuidar de ti y a la vez probar si una presencia más amigable y calmada que la de Kaguya me hacia ganar el favor de Gabriel y lograr que olvidara sus miedos. En su lugar recibí la noticia de que el intento escapar varias veces y fui testigo presencial de uno de sus supuestos “escapes” ¡Maldición! Los dos estaban tan débiles que ni siquiera pude sentir a Fugaku en su vientre, estaba demasiado ciego por la ira para ver o para controlarme y le di una bofetada. Luego de eso ordene a los guardias que lo llevaran al calabozo no quería verlo y pensé que unos días de encierro le harían recapacitar sus acciones y a mí me servirían para calmarme ¿Dime Muí que sentirías de enterarte que Izuna fue encerrado en las más inmunda de las mazmorras pasando hambre y frio? ¿Qué tu pareja llevando un hijo en su vientre estuvo condenado a pasar la más horrible de las miserias, porque tu no estabas ahí para protegerlo? ¿Y cuando llegaste en lugar de salvarlo lo condenaste a un día más de miseria y casi mataste a tu único hijo?
El dragón respondió—Yo nunca sabré lo que se siente; porque amado respetado y atesorado a mi esposo desde que lo vi por primera vez, pero si te diré, en lugar de estar quejándote por algo que pasó y ni siquiera es enteramente tu culpa: ve y trata de solucionarlo, no es aquí rabiando sobre el pasado e intercambiando golpes conmigo para deshacerte de su furia que lograras perdonarte a ti mismo y conseguir su perdón.
—No me dices, algo que yo no sepa.
— ¿Entonces qué haces aquí hermano mayor? Como portador te puedo decir que me sentiría infinitamente confundido herido y dañado por la forma en que te comportaste y no me puedo imaginar el dolor y la impotencia que sintió, viéndose como un humano aterrorizado y asustado sujeto a los caprichos de un ser inimaginablemente más poderoso. Pero estoy impresionado por su fortaleza cualquier otro hubiera huido al verte, escapando lo más lejos posible en cambio él se atreve a enfrentarte a pesar los recuerdos dolorosos que debes provocarle y el miedo que debe sentir.
—…Orochimaru no me tiene miedo, teme lo que yo podría hacerle… es tan parecido y distinto a su antiguo yo, sigue siendo; inteligente, inquisitivo, brillante y de lengua rápida. Pero mientras Gabriel era dulce inocente tímido y respetuoso, con una mirada límpida y brillante llena de alegría, éste es irreverente sarcástico con ojos llenos de desconfianza sabiduría y dolor ¡Pero siempre arrobadoramente bellos como diosas que bajan a bañarse desnudas a los ríos y provocar a los hombres con su celestial belleza!
La pareja intercambio miradas, nunca habían escuchado al imperador referirse así sobre nadie, con tal mezcla de amor y lujuria, lo que delataba lo importante que era para él Gabriel ahora Orochimaru , con sumo cautela Izuna pregunto.
— ¿Y Fugaku sabe sobre su madre?
El estado de ánimo del vampiro se ensombreció al responder—Sospecho que mi hijo y mis nietos se enteraron antes que yo y me lo ocultaron, note que el comportamiento a su alrededor era algo extraño pero no le di importancia; pensé que no querían que mis galanteos e insinuaciones arruinaron su relación con los zorros…nunca que escondieran a mi propia pareja en mis narices.
—Bueno teniendo en cuenta tu comportamiento anterior y la profunda necesidad que sentía mi sobrino por conocer a su verdadera mamá. Sin ofender hermano pero antes de que hagas algo estúpido habla primero con tu hijo, en éstos momentos él es el lazo que los une a ti y a Gabriel.
—No intervendrá lo conozco bien.
—No, pero puede saber cómo se siente su madre, él tenía muchas preguntas es posible que algunas respuestas que recibió te sirva.
—Tal vez lo haga… en fin me voy a mi cuarto, necesito pensar – Comento el vampiro haciendo un ademan vago y retirándose.
Toneri Okotsuki no era alguien paciente la mayor parte del tiempo, después de todo el representaba la realeza de los vampiros el príncipe mimado de la más antigua casta de vampiro superior que los Hyuga y comparable con los Uchiha. Por lo que no se sentía muy cómodo sentado en un despacho junto al viejo cazador decrepito que miraba con una mezcla de horror ( y algo más) las piernas pálidas y desnudas con muslos torneados que sobresalían de la bata de baño, el príncipe vampiro hizo una mueca asqueado el olor a enfermedad y buena era tan espeso que podía saborearlo ¿En verdad los humanos tenían tal concepto sobre sí mismo, que creían que aun como un repulsivo saco de arrugas y estando a un pie de la tumba podrían atraer a alguien? Miro la luna por la ventana, esto se estaba volviendo aburrido, tal vez sería bueno tener una fiesta…una fiesta donde las fichas que componían el partido pudieran conocerse las cosas serian más divertidas así…una celebración digna de un imperator ¿Cuánto tiempo llevaría organizar algo así?
— ¡Hiroha!
—Joven maestro.
—Tú que eres mayor que yo ¿Cuánto tiempo crees que tome organizar una recepción digna de la realeza?
— ¿Humana o vampírica, señor?
—La única que importa por supuesto.
—Diez meses mi señor.
— ¡Diez meses! ¡No quiero esperar tanto!.. Y la humana
— Varias semanas o unos días depende de la importancia del invitado.
—Uchiha Madara.
—…Creo que varios años, además ésta el inconveniente que no sabe a dónde mandar la invitación maestro.
— Sé en qué país reside actualmente, el problema ahora será como enviársela sin levantar sospechas.
—Creo que eso será imposible,.
— Eso significa que la visita estará asegurada ¿Entonces cuanto tomara, realizar una fiesta digna de un imperator? La quiero lo más rápido posible.
—Doce meses señor si se quiere darle a las cosas el cariz adecuado, a vuestra alcurnia.
—Que sean ocho horas, no quiero esper… ¡Harg!
— ¡Señor! ¿Se encuentra bien?—Grito el mayordomo sosteniendo la mano del peli-plateado que había caído de rodillas sosteniéndose las sienes.
—No es nada—exclamo el muchacho tratando de reponerse del dolor que taladraba su cerebro— tienes tres meses a partir de ahora, dejaremos que los tontos hagan su movimiento pero son tan inútiles que dudo que sirvan de algo. Hablando de tontos ¿Qué te parecio Yomi?
—Un idiota señor, un idiota que trato de marcarme apenas dejo su semilla en mi.
El peli-gris rio— ¿Tan pronto? Generalmente tardan unas semanas antes de intentar algo tan atrevido.
—Como dije es un idiota.
—Oye no debe ser tan malo por lo menos tiene una cara agradable.
—Vuelvo a repetir joven maestro, Yomi es un idiota.
—Bueno supongo que no puedes esperar nada mejor de alguien que permaneció tanto tiempo encerrado ¡Oye anciano! ¿Estás seguro que no hay nada más debajo que nos pueda ser útil?
—Nada, has liberado los horrores que teníamos en las cámaras, para desatarlos en el mundo ¿Y me preguntas si hay más?
—Tendremos suerte si esas basuras duran el arranque, creí que ustedes eran los cazadores más fuertes, ahora me inclino a creer que sólo son los más presumidos. Hasta el otro viejito que vi caminar el otro día en la reunión de cazadores retirados tenía más ánimos que tú y eso que tenia cáncer.
El anciano volteo la mirada mordiéndose la lengua ante las palabras mordaces del vampiro era humillante el tener que obedecer las órdenes de ésta criatura, pero su organización trato erróneamente de obtener un poder demasiado grande para que lo pudieran manejar y pagaron el precio ¿Cuántos quedaban de los suyos después de esa fatídica incursión? No lo sabía sólo esperaba que fueran los suficientes para redimir su culpa por lo que estaba haciendo.
Orochimaru por su parte se secaba el cuerpo después de una merecida ducha de a agua tibia, Madara había desparecido dejándolo con los problemas de supervisar la colocación del nuevo depósito y otras cosas; afortunadamente éste ya había dejado arreglado todo el papeleo y dejado a los abogados a cargo de los pagos… así que en cierta forma había disfrutado de varios días sin la presencia irritante del vampiro y se sentía bastante relajado lo suficiente, para disfrutar de la lectura del libro que tanto ansiaba leer y la cual había aplazado tanto y el raro lujo de degustar un pequeño vaso de sangre helada. Sus necesidades alimenticias estaban saciadas por las pequeñas capsulas de que el mismo había creado, pero algunas veces le apetecía paladear el sabor de la vida.
Se había sentado cómodamente en la cama libro en mano para empezar a leer, cuando una voz de barítono grave y profunda la cual conocía muy bien comento.
—Veo que esa parte de ti no ha cambiado, siempre te gusto leer siempre irradiaba paz y entusiasmo cuando encontrabas un libro que considerabas interesante…Gabriel.
El antiguo se quedo en shock al escuchar salir ese nombre de la boca del líder los Uchiha, tiempo que aprovecho este para subirse a la cama como algún tipo de pantera o felino peligroso y deslizar una de sus pierna entre miedo de los muslos de su pareja con tanto cuidado que ni siquiera rozo la tela de los bóxer color morado posicionando sus brazos a los lados y colando su rostro a escasos centímetros del hombre bajo suyo, aprisionándolo sin tocarlo para evitar que encontrara cualquier vía de escape.
Haciendo uso de su valor y reponiéndose del susto el dragón pregunto.
— ¿Cómo?
— ¿Cómo, qué?
— ¿Cómo pudiste entrar? ¡Estoy seguro de haber puesto los suficientes sellos para impedir tus inesperadas irrupciones en mi casa! ¿Y cómo te enteraste quién soy?
—Lo primero es privilegio de la edad he aprendido muchas cosas una de ellas a destruir muchos tipos de sellos, mi determinación es más fuerte que cualquier barrera… lo último fue cosa del destino, probablemente fue él el que decreto que ese tanque se rompiera para que yo pudiera ver tu rostro y mi marca en tu cuello.
El antiguo hizo una mueca, así que ese ligero dolor que sentía desde hace unos días y al cual no le concedió ninguna importancia se debía a eso, gruño mostrando sus colmillos.
— ¿Ha que has venido? Tú y yo no tenemos nada en común, no tenemos nada de qué hablar.
—Te equivocas Gabriel.
—Deja de llamarme así, el humano que tú conociste murió hace 700 años, tu lo mataste.
— Y yo acepto la culpa, pero digas lo que digas Orochimaru: sigues siendo mi Gabriel mi pequeño monje.
— ¿Monje? En mi ya no queda nada de ese religioso tonto e ingenuo, que tenía sueños estúpidos de grandeza y al cual le robaste su inocencia ¡Ahora déjame ir!
—No hasta que me escuches y me des algunas respuestas.
— ¡No estoy obligado a darte ninguna, ahora quítate de encima de mío!
—Me niego…me niego hasta que me aclares algunas dudas, sé que no quieres escucharme y te comprendo; pero tú también me conoces a mí y sabes que no me iré sin las respuestas que busco.
Señalo el vampiro aspirando el olor de su compañero su nariz casi rozando la piel pálida y su boca a escasos milímetros de los labios del portador, quien lamio sus labios resecos por la tensión un gesto que fue seguido por los ojos ávidos del otro hombre.
—No tienes derecho a exigirme nada.
— Y no lo estoy haciendo, sólo quiero saber porque no me buscaste.
— ¿Y lo preguntas?—Se burlo el ojos dorados— me convertiste en tu mujerzuela por siete años, me apartaste de las personas que quería y me querían, amarrándome a tu cama como si fuera un perro por el cual pagaste. Me dejaste por meses en manos de tu mujer para que maltratara a su gusto y por último me abandonaste a mi suerte en manos de los cazadores después de obtener lo único que querías de mí. No es gracias a ti ni a tu maldita marca que estoy vivo sino por el dragón en mí que decidió despertar antes de tiempo para mantenerme con vida, y el que me ayudo a alejarme de ti sobreponiéndome dolor y al deseo de mi lado vampiro de buscar a su creador.
—Cuando deje en un lugar seguro a nuestro hijo regresé por ti, pero ya no estabas sólo quedaban unas paredes calcinadas y arrasadas por el fuego es lo que quedo del castillo, creí haberte perdido para siempre ese día sin embargo aun guardaba las vagas esperanzas de que aparecerías en cualquier momento…nunca imagine que en lugar de buscarme estabas haciendo todo lo posible por alejarte de mí. Debí dejar de ser tan necio y darme cuenta que con esa terquedad tuya encontrarías la manera de oponerte a mí.
—Me das mucho crédito, ere mi miedo y mi instinto de conservación lo que me impulsaba a alejarme de ti, algo que por lo visto se atrofio estos años.
El Uchiha sonrío, no había recibido mucha información de su hijo sólo lo esencial, o lo que ya sabía. Su pareja albergaba un gran resentimiento hacía él en su interior, de la forma en que habían pasado las cosas y por como lo había tratado estaba asombrado que no sintiera odio.
—Te menosprecias te has ocultado con éxito de mi los últimos 700 años, sobreponiéndote aún al deseo de nuestro vínculo de buscarnos y unirnos nuestros cuerpos en uno sólo…especialmente los primeros años cuándo es más fuerte y debiste sentir que tu cuerpo palpitaba con una inquietud indescriptible ¿Debo suponer que ese amigo tuyo hurto mi posición de maestro y mi lugar en tu cuerpo, cuando eras aun un recién nacido anhelante del toque de su compañero?
—No tengo obligación de responderte y si así fuera tú no tienes motivo para reclamarme ¡Así que suéltame y deja a mi amigo en paz!
—Es un si entonces.
Orochimaru gruñó incomodo, le molestaba estar atrapado en esta posición, pero empujarlo no era una opción; no era lo suficiente ingenuo para no darse cuenta que el varón estaba haciendo lo imposible para no tocarlo y el no iba desencadenar una reacción más grave iniciando el contacto físico, sobre todo cuando lo que separaban sus cuerpos eran unos escasos centímetros. No dudaría en luchar y defenderse de ser necesario pero no estaba iniciar una confrontación con el imperator y el vampiro tampoco desprendía un aura amenazante a pesar de la cernirse sobre él.
—Ya tienes tus repuestas ahora déjame ir, y no se te ocurra molestar a Jiraya el me ayudo cuando más lo necesitaba.
— ¿Qué significa para ti?
—Es mi amigo.
—… ¿Solo eso?
—Como ya te dije no te importa.
—Lo sé, no me consideras quien para exigir una repuesta…esperare hasta que me lo digas. Ahora quisiera que me escucharas a mí.
— ¡Nunca! ¡Suéltame!
—No lo hare hasta que me prometas escucharme.
— ¡Ya te dije que no ahora quítate!
—Sabes que no me iré hasta que me des tu promesa de escucharme sino hoy, otro día ¿En verdad quieres que pasemos horas en esta postura? Yo temiendo rozar tu piel y perder la cabeza, y tú con miedo a tocarme ¿Cuánto crees que aguantemos, hasta que algo ocurra?
El dragón rugió de rabia ¡Los nervios de ese tipo! Sin embargo su lado racional lo acallo de inmediato, no necesitaba perder la calma. Con todo y todo no pudo reprimir el— ¡Te aborrezco maldito desgraciado, te aborrezco y no sabes cuánto!— Que broto del fondo de su alma.
— ¿Es un si entonces?
— ¡Es un y déjame en paz!
—No puedo.
— ¡¿No puedes o no quieres?!
—Ambas cosas.
Orochimaru estaba a punto de contestar, cuando el golpeteo de una puerta los distrajo a ambos y escucharon la voz de Minato al otro lado que pregunto.
—Pasa algo abuelo me pareció escuchar ruido.
—No pasa nada sólo me pareció que un bicho se coló por la ventana.—Replico el antiguo dirigiéndole una mirada amenazante a Madara que sonriendo aspiro el olor de los cabellos del ojos dorados , frunciendo el entrecejo cuando escucho al rubio preguntar.
— ¿Entonces puedo entrar?
—Por supuesto.
El imperator gruño disgustado al darse cuenta, que la visita había terminado y se tenía que marchar sin obtener la respuesta que quería, y acercó sus labios a los oídos del hombre bajo suyo y murmuro.
— No me te detendré hasta que no me des él sí y tu perdón.
El dragón volteo el rosto molesto provocando que si querer sus labios se tocaran, mirando con indignación al otro hombre al sentir el ligero beso en la comisura de sus labios, sin embargo agradeció el sentirse libre en cuanto éste se irguió y se desvaneció, fue en ese momento que vio al ojos azules empujar la puerta llevando un teléfono en la mano mientras preguntaba.
—¿Estás bien?
Pregunto Minato mirando a todo lados, Fugaku lo había llamado minutos antes pidiéndole que fuera a ver a su ¿Papá? Y prometiéndole que le explicaría todo al día siguiente.