— ¿Quieres ir a cenar conmigo?
— ¿Hm? ¿No es peligroso ir a comer con un vampiro? Puedes terminar convirtiéndote en la comida.
—…Definitivamente eso me encantaría —Pensó el azabache antes de comentar—No deberías ser tan cauteloso en todo caso yo soy el que debería estar preocupado, corro el riesgo de que si te enfurezco me congeles hasta el orgullo.
— ¿No te causara vergüenza estar al lado de un niño, delante de todos los comensales?
— ¿Y qué parte tuya es exactamente la de un niño, a mi me pareces un bellísimo joven.
— ¡Oh cazador disparas a matar!
—Pero no soy muy bueno, la presa ha esquivado todas mis balas.
— ¿Y se puede saber quien se supone que es tu presa?
—Tú.
— ¿De veras, primo hermano y a que debo tan deleitable honor?
—A tu hermosura.
—Ja ja ja ja ja ¡Dios mío esa es buena! De ser otro me lo hubiera creído, debo decir sin embargo que me has dado una sorpresa agradable.
— ¿Por la invitación?
—No porque te creí serio y algo amargado pero me doy cuenta que puedes ser gracioso también ¡Vaya pero mira que hora es! Nos vemos papá y yo quedamos de ir a caminar con Naruto Menma y mi tío.
—No me has respondido.
— ¿Sobre qué?
—Mi invitación a cenar.
—Veamos… ¿No?
—No acepto un no.
—Entonces tendrás que aceptar una tal vez.
— ¿Se puede saber de qué hablan, tan acaloradamente sentados en el sofá?
—Nada papi, es que Sasuke me pregunto algo y yo le conteste con un quizás.
—Entonces pequeño sobrino tienes que conformarte con un hasta luego y un te estoy vigilando. Noká* sobrino.
Diciendo esto ambos hombres salieron dejando a contrariado sangre pura detrás quien después de unos breves momentos inquirió.
—¿Se puede saber cuánto tiempo vas a permanecer detrás de esa puerta revolcándote de risa sobre tu trasero?
—No entiendo de que hablas hermano.
— De esa sonrisa petulante que llevas en la cara por supuesto.
El aludido enarco una ceja, en su rostro realmente no había ningún tipo de expresión, pero aun así respondió—Solo estoy recordando que una vez me dijiste, que yo era un poco cursi, por lo visto ya puedo decir eso de ti también.
—No seas ridículo, mejor ve y dile a ese dobe que deje de acaparar a Haku.
—Naruto no está acaparando a nuestro primo, sólo se están conociendo.
—¿Y tienen que hacerlo diariamente?
—Están disfrutando de su mutua compañía, todos son portadores y es la primera vez que nuestro Abuelo tiene la oportunidad de conocer a uno de su misma especie, puedes reclamarle a él.
—No seas ridículo no quiero morir a causa de otro abuelo celoso.
—…
—Porque me miras tan silencioso.
—Compartamos a Haku.
—¡¡¿Qué?!!
—Lo que escuchaste.
Con enojo Sasuke se abalanzo sobre Itachi las garras y los dientes proyectados el cual sujeto ambas manos y utilizando su peso y fuerza lo empujo contra uno de los sofá donde el varón más joven se revolvió con fuerza rompiendo el dominio del otro, hasta que vio una leve sonrisa en la boca de su hermano y sintió el ya muy conocido golpe en la frente seguido por las palabras.
—Nunca le digas nunca a un vampiro que comparta a su verdadera pareja, es doloroso para él y peligroso para ti.
—…Touche, no volveré a decirte que mes des al dobe…Perdón por haberte pedido antes algo tan fuera de lugar: no imaginaba que indignara tanto.
—No es tu culpa, es mía por dejarte ser un niño malcriado y caprichoso.
— ¡Oye deja de meterte conmigo!—Comento el otro golpeándolo en el hombro y recostándose en el sofá sonriendo, luego señalo con seriedad inusitada—Nunca lo dije con mala intención el dobe en verdad me atraía.
—Es difícil sustraerse a su dulzura e inocencia, tiene una personalidad fascinante y una gran belleza, indudablemente es de familia.
— La estupidez también lo es.
—…No ocupes esa manera tan despectiva para referirte a ellos.
—No lo hago con desprecio, sólo me refiero a que son bastantes ciegos cuando se trata de darse cuenta de que los están enamorando; la rubia de pelo largo no parece notar que Óbito está tratando desesperadamente de llevarla al dormitorio… y apuesto a que nuestro papá no se dio cuenta que le gustaba a nuestro padre hasta que este no le quito su segunda virginidad.
— …Quitando la crudeza del comentario, creo que no es de nuestra incumbencia la vida sexual de nuestros padres; aparte tú no puedes quejarte ya qué no adoleces de ese problema nuestro primo es muy listo.
—Volviendo a lo de Haku, creo que me ha nacido un nuevo respeto al viejo.
— ¿Ah que viejo te refieres? Hay muchos incluidos nosotros si te comparas con Naruto.
—No te hagas el gracioso, me refiero al abuelo, de haber sido yo, no sé lo que hubiera hecho de saber que mi pareja estuvo con otro hombre.
—Los privilegios de la edad y la madurez supongo.
—Pues yo no quiero recibir esos privilegios.
—No seas niño…aunque debo confesarte que yo tampoco desearía pasar por la experiencia de perder a Naruto por varios siglos, como le sucedió a él con nuestro abuelo, sólo para darme cuenta que he hecho algo mal.
—No me refería a eso.
—Lo sé perfectamente y comprendo los celos causados por sólo pensar que tu pareja estuvo con otro hombre aparte de ti, pero recuerda: lo niños juegan al sexo pero sólo los adultos pueden afrontar el reto de un compromiso.
— ¿Y sobre que se supone que estas filosofando?
—Sobre nada en particular, sólo que cuando conocí a Naruto decidí que era el momento de dejar de ser un niño… y pensé que tal vez tú puedas plantearte esa misma pregunta más adelante.
—No soy un niño.
—Lo eres y yo también lo fui hasta hace poco.
— ¡Ah ya basta de tu lenguaje oscuro! Mejor responderme porque no te has llevado al dobe a ningún lado para que no esté robándole un tiempo precioso a Haku…¿Además porque no estás en la oficina?
—Lo mismo va para ti otuoto, en mi caso vine a recoger algunos documentos que deje olvidados, pero tú no tienes excusa deberías estar en la oficina.
—No me dio la gana.
—La pereza es nociva para un Uchiha.
—Y meterse en lo que no les importa también ¡Ve y llévate al dobe a algún cuarto y deja de molestarme! Es increíble que prefieras hablar conmigo en lugar de hacerlo gritar como si no hubiera un mañana.
—Tengo que hacer espacio en mi agenda para algo más que el deleitable goce de tener relaciones con Naruto y tu también tienes que hacer espacio para algo más que la envidia… ven conmigo tener la mente ocupada te distraerá de la imagen de nuestro lindo primo hermano tal como vino al mundo.
— Te odio Itachi, te odio desde el fondo de mi alma.
—Y yo te amo con todo mi corazón pero eso no impide que tanta ridiculez me haga tomarte el pelo de vez en cuando.
—Déjate de cursilerías y vámonos.
— ¿Cursilerías? Creo que en ese departamento estas a punto de ganarme.
— No seas ridículo y empieza a buscar un pasatiempo mejor que el meterte conmigo.
—Lo tengo pero desafortunadamente nuestro tío y tu interés acaban de robar su atención por un rato.
—…Estoy empezando a creer que eres un pervertido como dice el dobe.
—Todos los hombres los somos cuando nos gusta alguien.
—Y también cuando es hermoso y está desnudo, dejen de discutir por tonterías.
Ambos jóvenes giraron su cabeza y observaron a Madara enarcando una ceja al mismo tiempo al notar las garras cubiertas de sangre y la camisa manchada de rojo haciendo una mueca ante el enorme venado recién cazado.
—Eso es mucho de algo primitivo, Marta no va estar feliz de tener que limpiar manchas de sangre de la alfombra.
— ¿Te refieres a la humana? Se sonrojo esta mañana creí que después de tanto tiempo se acostumbraría a verme.
—Creo que nadie se sobrepone a la impresión de ver un hombre en bóxer cuando abre una puerta, sobre todo una mujer, podrías ser más discreto ¿Nuestro padre no te advirtió sobre ello?
—No me importa además está bajo la rara impresión de que soy el hermano de mi propio hijo, lo cual es molesto. Me acosté con Gabriel para concebirlo, no con mi madre.
— ¡Okey esto se torno grotesco! ¡Vámonos no necesito esas imágenes mentales en mi cabeza y tu tampoco Itachi!
Exclamo el menor de los azabaches llevándose a su hermano consigo, provocando una sonrisa maliciosa en los labios del imperator que se desvaneció en el aire.
Mientras en otro lugar, pasos apresurados resonaban por el castillo, mientras el nuevo dueño inspeccionaba todas las instalaciones con verdadero entusiasmo, seguido por sus sirvientes. Por su parte el hombre que había vendido el inmueble observa arrobado el cabello plateado y los ojos celeste brillante del muchacho se había sentido como en un sueño desde la primera vez que lo vio y su reticencia a deshacerse del palacio que recién había comprado callo por los suelos; de no ser porque no creía en esas cosas podía pensar que lo habían hipnotizado, sus ojos se perdieron a través de la figura juvenil mientras sus ojos se movían hacia los labios rosas, percatándose que había perdido parte de la conversación se apresuro a responder en cuanto escucho al joven decir.
—¿Cuándo puedo trasladarme?
—Mañana mismo si quiere, en cuanto firmen los documentos de traspaso.
—Bien, bien no puedo esperar para hacerlo.
—…Como comprenderá aun falta cumplir la segunda parte del acuerdo.
—Por supuesto— exclamo con sensualidad el peli-plateado besando al hombre en los labios…creo que será una manera esplendida de estrenar mis habitaciones, espéreme en la recamara principal tengo algunas cosas que aclarar con mi sirviente antes.
— ¿Ahora mismo?—Se ahogo el hombre en impaciencia.
— ¿No me diga que prefiere esperar?
El varón negó fervientemente y se dirigió a la habitación indicada, mientras el muchacho hizo una mueca de disgusto viéndolo perderse.
—Amo Toneri.
—Dime Floreant mientras estemos aquí.
—Si joven amo…¿En verdad piensa acostarse con ese humano?
—No, eso lo harás tú, con mi imagen por supuesto, no voy a rebajarme a acariciar un ser tan inferior sólo lo seduje mientras conseguía que me vendiera el Poitou- Charentes.
—Eso deja inservibles los preparativos anteriores, pensé que prefería que la fiesta se celebrara en Inglaterra en una mansión de estilo más moderno.
—Noo, es algo que decidí después de que conversar con él ¿Por qué no rendirle homenaje a su persona recibiéndolo en mi propio castillo y así recordarle gratos momentos de su pasado? Un príncipe no debe recibir aun imperador en un lugar menos hermoso o importante. Aparte los ingleses son muy flemáticos y sosos quiero que sienta la pasión y calor de Francia.
—Señor me siento impelido a recordarle la situación en la que se encuentra es un enemigo potencial…no: frente a un enemigo muy poderoso y con experiencia de sobra…aparte su.
Toneri movió la mano fastidiado e interrumpió a sus sirviente—¡Aparte nada, me estoy divirtiendo, además cuento con que no moverá un dedo contra mí!
—Es un imperador y por otro lado un hombre impredecible.
—¿Dime en edad humana cuantos años tengo?
—Sesenta mi señor.
— ¿Y en edad vampira?
—Es un bebe que está empezando a dar sus primeros pasos.
—¿Entonces de que preocuparse? El no mataría un niño.
—Confiar su seguridad a algo como eso.
—Tu mujer parecía estar muy segura de esa información… Hablando de ello supongo que a esta hora debe estar muerta ¿no te importa?
—Ella solo es una herramienta amo, no mi mujer.
—Que frio eres—Se burlo el vampiro—Como sea, aunque la información no fuera fidedigna la otra si lo es no crees.
—…
—¿Dudas de su veracidad?
—No confió en el temperamento del imperator, dudo que sea alguien que permita que jueguen con él…para alguien poderoso romper las reglas que el mismo ha hecho es cuando menos fácil
—No seas aburrido Hiroha, aparte aquí no hablamos de reglas sino de principios. Mejor ve y dale al humano lo que buscaba, entre tanto llegado el momento yo personalmente me encargare de darle la más cordial de las bienvenidas ese señor imperator que tanto te preocupa.
—Quisiera tener la seguridad que usted tiene, joven amo.
— ¿Qué dudas de nuestra fuente?
—No, desconfió de su entusiasmo mi señor, temo que las cosas no salgan como usted quiere, sobre todo si él lo considera una amenaza para su familia.
—Entonces no lo provocare… mucho.
El hombre miro abatido al suelo dándose cuenta que el chico era demasiado orgulloso y confiado en si mismo para notar en el problema en el cual se estaba metiendo, asumió la forma del muchacho y fue en busca del humano dejando al joven con una sonrisa apática, burlando de las inquietudes de su mayordomo.
Entre tanto atravesando los terrenos de una antigua y enorme casa señorial Madara se dirigió a una cueva situada en lo más espeso del bosque, la oscuridad era tal que no se divisaba nada en el interior de la montaña entonces el vampiro emitió un sonido con un pistilo y pronto una gran sombra se proyecto en las inmediaciones de la entrada de la cueva y una voz dijo.
— Debo suponer que tú presencia después de tantos años se debe a algo en especial.
—Hm, que gélida bienvenida esperaba un saludo más acogedor tal como has dicho ha pasado más de un siglo desde que nos vimos.
—A ti no te gusta las demostraciones falsas de afecto y a mí no me gusta fingir, creo que es para el mejor interés de ambos mantenerlo así.
El vampiro sonrió al par de luces azules que lo miraban desde la oscuridad y dejo caer su captura sobre el piso, delante del ser el cual comento.
—Presa y muerte hace mucho que no disfruto del sabor de la carne recién cazada.
—Pensé que mis sirvientes te alimentaban como es debido, les deje severas instrucciones al respecto.
—No es lo mismo—añadió la criatura saliendo del fondo de la enorme gruta dejando que le diera la luz del sol la cabeza y alas de águila de un intenso color negro tornasolado lo hacían camuflarse en la oscuridad de la cueva mientras el cuerpo musculoso de león de un color negro grisáceo y su mas de tres metros lo hacían aparecer todavía más imponente. Con sus afiladas garras el grifo desgarro el cadáver y arranco un pedazo de carne con su pico engulléndola con placer antes de añadir—naturaleza y libertad lo salvaje, no es algo que se puede experimentar comiendo las carne de la vacas destinadas al matadero, ellas ya nacen prisioneras acostumbradas a la cautividad no hay mucha emoción en esa carne aparte de la muerte abrupta y desagradable, luego de tantos años te empieza a aburrir de ese sabor a conformidad impotencia y miedo.
—Oooh, siempre me asombro la capacidad innata para descubrir la procedencia de tu comida y su estado de ánimo.
—¿Es así? Entonces siento lo mismo por la habilidad de los vampiros, para saber las emociones de sus presas con sólo oler una gota de sangre ¿Ho no es por eso que la mordida de un vampiro les causa tan gran placer a sus víctimas, para experimentarlo ustedes mismos?
—Suspicaz como siempre, veo que los años no han mermado tu perspicacia.
—Ni tampoco mi fuerza ¿No es por eso que me hiciste tu acompañante animal? Estoy obligado a ti pero tú no a mí, viviré tanto como lo hagas, pero si yo muero no te pasara nada en cambio yo moriré si lo haces.
—…El juramento de vuestra raza al aceptar a alguien como señor, no sé porque lo repites cada vez que nos vemos, no dudo de tu lealtad, si fueras humano sentiría desconfianza pero no lo eres
—No es necesario que entiendas es la costumbre de nuestra especie, únicamente es un recordatorio para los que deciden compartir la duración de su vida con nuestra, como cuando aun los altos señores elfos y los niños de los bosques estaban con nosotros y también el motivó porque jamás hicimos pactos con humanos.
—Como sea, vine porque necesito algo de ti.
—¿No será volar verdad? los humanos y sus inventos han usurpado el aire y es imposible últimamente salir a desentumecer mis alas con esos ojos en el cielo que vigilan a todos.
—No sabía que conocías los satélites.
—Uno de los niños humanos venia a leer libros aquí y platicarme de muchas cosas, me he enterado de muchas cosas gracias a él… algunas graciosas.
—¿Hm?
—Lo hijos y nietos de los sirvientes se preguntan si eres un rey hada...por supuesto si te vieran como ahora sabían que eres un sangriento demonio.
Madara tosió ante lo dicho por su grifo y comento—Soy un vampiro ,nada más; pero un día les traeré un verdadero rey de hada.
— ¿Oh? No te referirás.
—No, el está muerto desde hace muchos años.
—¿Es así?—Murmuro la poderosa criatura—La magia del bosque no ha desaparecido sin embargo, es muy débil sí, pero no se ha desvanecido.
—De estar vivo ya lo hubiera encontrado…aunque tal vez no debería hablar teniendo en cuenta al hermoso y escurridizo dragón que me logro evitar por 700 años.
—Eso suena extraño viviendo de ti, que alguien haya logrado ocultarse de Madara Uchiha es inusual.
—supongo que Orochimaru es inusual, especialmente teniendo en cuenta que es mi pareja.
—Ahora entiendo, me parecía que tu olor había cambiado sutilmente, sin embargo ahora estoy seguro ¿Es por eso que me has llamado?
—No precisamente, se avecina una guerra y deseo tener a mis más leales sirvientes a mi lado listos para entrar en opción.
—Cuan inusual es esto, tú no intervienes en las acciones de los humanos, a no ser que te obligue una gran necesidad.
—No realmente este cierto, pero esta guerra involucra a las nuevas adiciones a mi familia, que de paso vienen a ser las de mi compañero también, específicamente la pareja de mi hijo y del mayor de mis nietos.
—…Hm, pienso que he estado más aislado de lo que pensaba en estos cien años, no me imagine que luego de tantos siglos en un tiempo tan relativamente corto se dieran tantas buenas nuevas, ¿Cuando sucedió… hace tal vez 10 o cinco años?
—Unos meses.
La criatura fantástica se quedo pensativa unos instantes antes de comentar—…Indudablemente las cosas se dan rápido cuando es su tiempo. No necesitas pedirlo hare lo posible en ayudar pero en esta era tecnológica no es mucho lo que puedan hacer unas viejas alas de tiempos antiguos.
—Te equivocas en eso mi querido Arbalad lo que necesito de ti, es tu inteligencia y tu ferocidad.
—Mi antiguo nombre, que lo esgrimas ahora en lugar del que me diste significa que la situación es grave, sin embargo mis colmillos no son misiles ni mis garras ametralladoras y estoy hecho de carne, soy vulnerable a las armas actuales.
—Ja ja ja ja ja no te preocupes por eso, yo me encargo de los detalles tu sólo preocúpate por volar.
—…Has cambiado puedo notarlo a lo largo de estos años que no te visto, sin embargo algo sigue igual.
—…¿?
—Tu arrogancia innata y esa confianza impúdica que tienes en ti mismo.
—Bueno ese es uno de mis encantos.
—Me pregunto si tu pareja opinara igual, supongo que ella es ese rey Hada que mencionaste, sin embargo me dices que es un dragón…y hombre.
—Es un hada una ninfa de las aguas por su belleza, es un portador.
—¡Aaah! Me sorprende la pasión y el deseo en tus palabras pero supongo los machos de cualquier especie tenemos la misma debilidad, cuando percibimos el aroma de nuestras parejas…es una lástima sin embargo, por un momento creí que te referías a él ha…
—No digas su nombre mi amigo, no he podido encontrarlo en varios siglos así que debe estar muerto.
—No decir su nombre no cambiara que desapareció de repente, pero si es tabú para ti no lo mencionare mi amo.
—Gracias.
Señalo secamente el vampiro acariciando el lomo del grifo el cual se flexiono invitándolo a montar sonriendo ante esto, el sangre pura lo monto con facilidad y elegancia y la fiera criatura por primera vez en muchos años vatio sus alas para remontar y disfrutar por un rato la sensación de libertad de la que el mismo se había impuesto ante la preocupación de ser descubierto.