—Impresionante.
El hombre al que iban dirigidas esas palabras enarco una ceja, ante lo dicho por el otro hombre, un anciano nervudo y bien cuidado, el aludido estaba acostumbrado a recibir siempre ese tipo de cumplido de distintos admiradores de ambos sexos pero nunca de uno tan evidentemente carente de segundas intenciones se quedó viendo en silencio al octogenario con interés y preguntando por cortesía.
—… ¿De qué habla?
—Usted, esperaba conocer un asiático como representante de las empresas Uchiha, sin embargo mandan un británico.
—Tiene buen ojo soy ingles de origen, aunque me debo considerar un verdadero entusiasta de la cultura nipona. He de decir que me ha tratado muy bien.
—Indiscutiblemente, todos los países en el mundo reciben con brazos abiertos y me atrevo a añadir con gran ansiedad, a aquellos representantes de tres grandes categorías: los inteligentes, los ricos y los bellos, y mi querido amigo, usted encaja en las tres.
—Me siento halagado, pero creo que exagera.
—Ni yo ni usted lo creemos ¿No es así, señor Uchiha?
—Pero hay que ser cortes ¿No es así señor Velmont?
—Mis raíces de caza vampiro me persiguen por lo que veo, siempre me encuentro con uno.
—Al igual que mis agradecimientos, sigo sintiendo que fue un error involuntario la creación del conde Vlad Draculea
—Un encuentro fortuito con un joven vagando por los bosques en las fronteras de Valaquia, no influyen en la creación de un monstruo…pero si en la fortuna de un chico que sea vuelto uno de los hombres más ricos y poderosos del planeta, debo añadir que me encantaría saber los secretos de su longevidad señor Madara, sigue igual que hace sesenta años.
Esta vez el vampiro se llevó una sorpresa al escuchar su nombre de los labios del anciano y lo estudio, reconociéndolo luego de un largo tiempo los años habían causado estragos en el otro apuesto y musculoso joven.
—Joshua.
—Un diminutivo que no encaja conmigo ya.
—Me doy cuenta, has envejecido bien—Repuso el vampiro abandonando su humor falso y las bromas.
— Y usted no ha envejecido nada, pero no estoy interesado en averiguar por qué y adivino usted menos en decírmelo, hay cosas que deben permanecer en el misterio y yo no soy lo suficientemente curioso para destruir el status cuo.
—Me inclino a pensar que eres un poco más listo que el resto de los humanos, Joshua.
—No me aventuro a tanto, digamos que soy más discreto. Pero no lo soy tanto cuando se trata de nuestro anfitrión es la comidilla de la noche hay tantos rumores viajando de aquí para allá que uno no sabe a cuál prestarles oído.
—Te aconsejo que mejor a ninguno, si hay algo seguro de los cotilleos de salón es que: o son muy exagerados o se quedan muy cortos.
— ¿Cómo el hecho de que todos los hombres en este lugar estamos vestidos como vampiros?
— ¿Así que me escuchaste?
—Inevitable, aparte de que destaca entra la mayoría con ese porte y esa cabellera tan larga, usted tiene un sentido del humor único además quería saber quién era el hombre al que mi inoportuna e imprudente y casi impúdica nieta intentaba coquetearle olvidándose de todas las reglas de buenas costumbres que su familia y yo tratamos de enseñarle, esperaba encontrármela con un rebelde disidente que se daba aires de rey, no encontrármelo a usted señor Madara.
—Déjala está en la edad de querer descubrir el mundo y sus misterios.
—Pero tiene 16 años y considero que está muy joven para descubrir el misterio que guardan los hombres.
—No guardamos un misterio lo que tenemos es un delincuente descarado en nuestra entrepierna, el cual está ansioso de introducirse en lugares prohibidos; pero amigo, los tiempos cambian y los jóvenes ahora desean experimentar y conocer todo antes comprender que cada cosa trae sus consecuencias. Sin embargo, puedes estar sin cuidado no estoy interesado en cometer el delito de pedofilia y ella sólo estaba intentando distraerse, tú mismo lo has dicho es joven y quiere estar con chicos de su edad… al parecer soy el individuo menos aburrido que encontró en este reunión la cual está llena de hombres de edad avanzada y animales de toda especie y que si tienen verdaderas intenciones de utilizar al bandido entre sus piernas en ella.
—Dirás que eres el más llamativo.
—No, el menos soporífero, puedes estar convencido es como si yo hubiera leído su mente…además creo que te equivocas hay alguien más interesante e impresionante aquí que yo, mis disculpas.
El anciano sorprendido siguió con la mirada al vampiro deteniéndose justo sobre la persona que había atraído su atención comentando con una sonrisa.
—Por lo visto mi atérmanamente joven amigo, tu prefieres las bellezas excéntricas y exóticas de edad adulta; pero no se puede negar que tus gustos son exquisitos.
Orochimaru sintió un escalofrío correr por su columna vertebral al reconocer de inmediato a Madara, al parecer estaban destinados a encontrarse en los momentos más inoportunos e inesperados y ni siquiera volando hacia otro continente lo lograba perder, trato disimuladamente de hacer que no lo vio y cambiar de dirección pero el otro fue más rápido en leer sus intenciones y estaba ya a su lado.
—Debo decir que jamás imagine encontrarme con tal grata sorpresa en este lugar.
— Y yo no pensaba encontrarme con la peor de mis pesadillas cuando acepte esa estúpida invitación.
—Yo no podría estar más estar más feliz…es una verdadera lástima que el momento no sea el más apropiado. Sin embargo, eso no me impide decir que estoy totalmente anonadado el rojo luce maravilloso en ti y ese traje acentúa tu figura de manera sublime ¿Un frac? Nunca antes había visto uno de este tipo, cuya tela se adhiera a tu cuerpo como un vestido.
—Es un jodhpuri un traje de gala de la india, no un vestido idiota, es normal que la chaqueta casi llegue a la mitad de los muslos y si vamos a eso ¿Qué me dices de las yukatas japonesas? Parecen una bata para después de salir del baño más que otra cosa.
—Al contrario yo diría que son maravillosamente prácticas de sólo imaginarte a ti en uno.
—De sólo verme con un no dudaría en arrancármela de inmediato.
—Y yo te ayudaría con mucho gusto. No obstante reconozco que lo Hindúes se lucen en algunas cosas, esta ropa luce divina en ti plenamente exquisita para un portador desde la delicadeza de su bordados hasta lo adornos complementarios, pocos hombres lucirían un rubí con tanta gracia por no decir el largo es perfecto casi aparentando ser un vestido pero sin serlo… me pregunto si debo matar al que te hizo traje, pensar que tomo tus tres medidas.
—Deja de decir estupideces, a los únicos que debes matar es nuestros enemigos ¿Y qué es eso de las tres medidas? Alguna estúpida creencia japonesa supongo.
—El tamaño del pechó cintura y caderas, no hay nada más íntimo y seductor que darle a conocer a alguien eso.
—Semejantes sandeces ¡Además soy hombre no tengo pechos!
—Por supuesto que no pero si un torso maravilloso seguido de una breve cintura, das belleza y color a este lugar.
— Despierta de tu mundo, alrededor está plagado de mujeres hermosas ataviadas con vestidos vistosos y escotados diles a ellas esos cumplidos.
—No me interesa, con mi edad he sido testigo de espectáculos similares según pasaba la moda y los tiempos, por lo que han llegado a ser para mí como los maniquíes que se exhiben tras el escaparate de una tienda vacíos y huecos, cuya única intención es que todos los admiren y hablen sobre lo que llevan puesto… mis ojos están fijos solo en ti.
—Pues hazle un favor a todos y ¡Desvíalos a otra persona!—Repuso el ojos dorados mientras sus pupilas llameantes de indignación querían fulminar al otro hombre mientras apartaba bruscamente su mano de la del vampiro (el cual la había llevado a su labios depositando un ardoroso beso en el dorso de esta) lamentando fervientemente el no poder transformarse o hablar lo suficientemente fuerte sino deseaba atraer la atención sobre ellos. Estaba a punto de añadir algo más, cuando todos los susurros y conversaciones pararon a su alrededor al ver bajar un joven de cabellera gris piel pálida y unos brillantes ojos celeste casi luminiscente, el chico que no tendría más allá de dieciocho años observo a los presentes sus ojos deteniéndose brevemente en el imperator mientras decía en un tono de voz alegre y sensual.
—Es un placer tenerlo aquí mis queridos invitados, los he convidado a esta recepción en aras de tener un acercamiento entre las grandes empresas y el gremio tecnológico a la vez que obtener posibles socios de inversión en varios proyectos de los que hablaremos en otra ocasión; también porque no decirlo para mi diversión, siempre es interesante conocer gente nueva .
Señalo el joven con una sonrisa que lo hacía lucir aún más guapo o atractivo, Madara gruño al percibir las feromonas soltadas en el ambiente las cuales estaban destinadas a seducir y semi hipnotizar a los presentes arrugando la nariz al percibir la rápida escalada de las excitaciones humanas, un resoplido atrajo su atención hacia Orochimaru que no estaba en lo más mínimo afectado.
—Por sus coloración pensé que era un joven hombre lobo ahora me doy cuenta que me equivoque es un vampiro.
—No un vampiro un Otsutsuki, un bebe en eso…no tiene sentido creí que con la muerte de Kaguya termine con los últimos miembros de esa familia.
— ¿Otsutsuki?
—Junto con la mía es una de las familias de vampiros más antiguas, estas frente a un miembro de sangre antigua de pura cepa apenas un poco más antigua que los Black… en realidad su nombre es otro pero no hay manera de pronunciarlo por la voz humano… y si mis oídos no me engañan es por quien he venido aquí.
—… ¿Entonces ese chico es quien planto esa espía en tu casa?
—Sí.
—Podrías haberme alertado que estabas metido en algo tan importante, en lugar de perder el tiempo tratando de molestarme como si no hubiera un mañana.
—Se trata de seducirte no de molestarte mi dragón.
—Pues consigues el efecto contrario ¿Y cuántas veces tengo que decirte que no soy tuyo?
— Lo necesario hasta que te convenzas que es inútil.
El ojos dorados estaba a punto de responder cuando vio acercarse a su anfitrión, el joven parecía poco interesado en disimular o mostrarse cortes con sus otros invitados dirigiéndose directamente hacia ellos, haciendo pensar al antiguo—Un niño mimado que siempre hace lo que quiere ¿Verdad? Por lo visto, los sangre puras se parecen.
Ignorando la significativa mirada que le lanzo su acompañante Madara centro su atención en el chico, quien se acercó con una sonrisa divertida y para su sorpresa tomo la mano de orochimaru y la beso mientras decía con voz asquerosamente dulce (en su opinión)
—Es un placer tener aquí a seres más distinguidos que esas bolsas de sangre, y un portador en eso si esas delicadas curvas que delata el traje no me engañan.
—No sabía que ya podías usar tus ojos, chiquillo.
Repuso Madara sujetando la mano del chico, dirigiéndole una mirada advertencia, este sonrió abiertamente y llevando la mano que lo sujetaba a sus labios lamio en forma provocativa uno de los dedos que lo apresaban, obligando al macho adulto a disimular una expresión de molestia ante el comportamiento tan descarado, el cual se podría esperar de un vampiro adulto pero no en un recién nacido.
—Mis ojos son especiales se podría decir que los tengo antes de que naciera, pero en verdad esa es únicamente una de mis habilidades.
—…Puedo verlo ¿Pero qué sucedería si dijera que no estoy interesado en comprobarlas?
—Que tanto usted como yo sabemos, que no es cierto...
El pelinegro miro con preocupación al dragón. El niño estaba jugando un juego en el cual debía participar para obtener la información deseada y evaluar que tan peligroso era en realidad, un juego en el que aparentemente ambos eran muy buenos y él tenía la intención de ganar ¿Pero cómo hacerlo sin ofender o causarle más desconfianza, al hombre a su lado y a quien estaba luchando por reconquistar?
Por su Parte Orochimaru observa la escena bastante disgustado, al principio había creído que las afirmaciones del otro hombre sobre el comportamiento del chico eran exageradas, pero no cabía ninguna duda que el peli-gris no tenía ningún temor o esperaba algún tipo de represalias hacia su persona: lo que ya de por si era sumamente inquietante. Miro irritado al Uchiha al ver que este no hacía nada por separarse de los avances del joven vampiro, con sarcasmo pero sin olvidar enteramente que necesitaba ir con cautela le pregunto a la cría.
— ¿El comportarse como una fans tratando de seducir a su estrella favorita es una de sus “habilidades?
Sin ofenderse en lo más mínimo por el comentario, Toneri desvió su atención al portador tomando su mano y sonriendo ante el entrecejo fruncido del Uchiha ¿En verdad el vampiro era tan frio como el hielo, como parecían afirmar sus informantes? Empezaba a considerarlo un volcán activo que fingía estar adormecido ¿O tal vez se debía a su acompañante? Ansioso de averiguarlo el peli gris acaricio el dorso de la mano del portador con el pulgar, disfrutando mucho de la incomodidad de este y la molestia reflejada en el rostro del varón señalo.
—Mí estimado y deleitable caballero, tal vez para un suave y delicado portador de antaño acostumbrado a ser seducido y cortejado, sea chocante y descarado mi comportamiento pero estoy acostumbrado a ir por lo que quiero o admirar abiertamente la belleza de otro…al igual que la suya-
—Me sorprende esa afirmación ya que tu atención parece muy dividida, niño, creí que venias a hablar conmigo.
Repuso El Uchiha tomando el brazo del muchacho para llevárselo lejos, soltando su aura dominante y una gran cantidad de feromonas, la alta concentración presente en el aire atrajo la atención de hombres y mujeres por igual hacia el pequeño grupo (como si antes no la hubieran llamado la suficiente) acción que hizo sonreír a este quien se apretó contra él y murmuro en su oído antes de alejarse.
—Después de la fiesta, cuando no haya nadie me encantaría intercambiar unas palabras con usted; desafortunadamente por ahora tengo que tratar con otros invitados, su aroma dominante ha dejado a más de uno en una difícil encrucijada y creo que ninguno de los dos queremos ser testigos de un espectáculo orgiástico en medio del banquete… ¿O sí?
—He visto demasiados y nunca he sentido la necesidad de unirme a una actividad de tal naturaleza, jamás he podido perder la sensación de repugnancia hacia los participantes.
—No es eso lo que me han contado usted tiene una reputación que le precede.
— ¿En serio, y se puede saber quién expande esas falsedades sobre mi persona?
— Yo las describiría como alabanzas… hacia su gran desempeño—Murmuro el chico lamiéndose los labios luego desvió su atención a Orochimaru y exclamo con una sonrisa juguetona— ¡Bueno nos vemos después! Es un placer indiscutible el encontrarse con un portador tan bello y distinguido aquí uno al cual me gustaría tener la oportunidad de charlar más íntimamente… en cuanto a usted Señor Black espero que se quede hasta después de la fiesta he oído cosa maravillosas de usted y estoy ansioso por corroborarlas.
Señalo el muchacho alejándose lentamente, con una expresión de triunfo en el rostro completamente segura de haberle provocado suficiente interés a su invitado especial y también bastante intrigado por su acompañante, tal vez sólo llevaría 50 años en este mundo pero juraría que ocultaba más de lo sus ojos le ayudaban a ver…lástima que no sabía usarlos también como intento presumir, pero eso era que Madara Uchiha no tenía por qué saber.
Este por su parte sentía el principio de un fuerte dolor de cabeza, las insinuaciones descaradas y lascivas dirigidas hacia su persona no eran nada nuevo estaba acostumbrado a ellas; pero era la primera vez en la cual el vampiro que se las prodigaba no estaba a punto de mojar sus pantalones o apestando a miedo por temor a perder la cabeza por su atrevimiento, pero no era eso lo que en verdad le preocupaba: lo que más le inquietaba es que fue todo fue delante de su expareja cuya vista estaba perdida aun en su anfitrión y del cual temía haberse distanciado aún más gracias a los flirteos de la cría.