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Atrapando tu alma. por Ameno

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"Atrapando tu alma"

Capi #75

Presuntuoso el macho olfateo la habitación, si esto es lo que buscaba estaba; disgustado por la diversidad de olores en la habitación anterior, su pareja únicamente debía sentir su aroma envolviéndolo y cubriéndolo. Lamio sus labios con avidez al escuchar los gemidos suaves de esté y aspirando la fragancia dulce y floral única y perfecta, se irguió por unos segundo apoyándose en sus fuertes antebrazos para poder gozar de la belleza de su uke y con abrazadora necesidad devoró la boca de esté, a saltando cada dulce recoveco con su lengua.

El torrente sanguíneo de Orochimaru fue inundado por los potentes afrodisiacos presentes en la saliva del Uchiha, llamando de nuevo a la vida a cierta parte de su cuerpo que yacía blanda, luego de su liberación ocurrida hace apenas un  minutos, su instinto de dragón haciéndose cargo y entregándose dócilmente a las caricias de su poderosa pareja, luego de haber escuchado las palabras de la mujer que hicieron que lo perdonara, negándose a dejar hacerse cargo a la parte vampira demasiado entusiasmada con la unión con el imperator y demasiado embebido por el placer para darse cuenta de nada. Un gemido sordo escapo de su garganta cuando sintió la lengua maléfica y habilidosa pasar por su cuello, sus labios nuevamente reclamados por el varón que pasaba las manos codiciosas por su cuerpo; lentamente empezó a poner besos delicados por su clavícula besando peligrosamente la yugular hasta llegar hasta el par de fresas pálidas y sonrosadas de su pecho.

Con hambre manifiesta el vampiro se prendió al alvéolo, succionando con fuerza mientras sus dedos jugueteaban con el otro botón rosado, mientras su pareja se debatía suplicante debajo de él, su cuerpo arqueándose en la tortura sensual únicamente hasta que quedaron rojos y sensible el otro hombre se separó, lamiendo y besando el ombligo y descendiendo por el hueso de la cadera, frotando su nariz contra el hueso del pubis; para (causando gran consternación en su pareja) lamer los  muslos deliciosos, conteniendo una carcajada al escuchar el quejido de desilusión de su compañero; pero no, el plato principal debía esperar hasta que ese cuerpo que se le negó por tantos años fuera debidamente adorado.

Por su parte el antiguo sólo quería escapar de la frustración, no importa cuan placentero fuera la  lengua que pasaba por sus tobillos o que el hombre tan arrogante parecía no tener problemas en besar los dedos de sus pies mientras acariciaba con lujuria una de sus piernas, quería su liberación ¡Ahora! Con audacia tomo su miembro y empezó a masturbarse sólo para que su mano fuera apartada bruscamente y recibiera una mordida en su ingle, mientras un demonio de ojos rojos lo observaba con una mirada de advertencia, mientras la mano grande y fuerte acariciaba su virilidad por cuenta mientras sorbía la sangre deliciosa, el dragón soltó un gruñido dejándose caer de espaldas dividido entre el placer de la succión de su sangre que inyectaba más afrodisiacos a su cuerpo o la felación experta, ojos se abrieron repentinamente ¡Oh no eso no! Con desesperación se irguió siendo testigo de la lengua pasando por su escroto y los labios seductores succionando sus esferas mientras su erección era atendida debidamente, lloriqueo de placer, gimoteando una súplica al macho para que parará; el cual no hizo caso hasta no ver sus dedos manchados con un líquido blanquecino para luego pasar la lengua por el falo limpiado los restos de semen haciendo caso omiso a las protestas de agonizante placer de su pareja.

Madara estaba fascinado, el cuerpo de su amante parecía capaz de tomar mayor gozo ahora que cuando era humano, queriendo probar su teoría le dio vuelta, lamio y beso su cuello por horas dejando un ligero camino de chupones por la espalda, no importaba que infantil fuera quería dejar su marca y que todos supiera que esa belleza le pertenecía, el ojos dorados soltó un grito cuando lo sintió bajar por la espalda, hasta hundirse en sus mejillas mientras masajeaba su redondo y firme trasero con ambas manos; mordió la almohada para ahogar sus gimoteos, confirmando con horror lo que ya sabía, el infeliz era un pervertido sin inhibiciones de ningún tipo. Tal vez fuera porque estaba esperando esto desde hace un tiempo, quizá era porque lo deseaba, o posiblemente porque su amante era un experto en lo que hacía,  la cosa es cuando sintió los labios en bruto sobre los suyos, y su entrada ser abusada de nuevo por algo más grande que tres dedos, no hizo ningún sonido de protesta al contrario arqueo sus caderas un poco permitiéndole una mejor posición a su seme quien coloco de inmediato dos almohadones bajo su pelvis para que no se cansará después de todo había varios cojines a su alrededor, la pareja llego nuevamente a su climax el hombre más pequeño gimiendo por el líquido  viscoso depositado como una explosión en su interior, frunciendo el entrecejo al darse cuenta, que el apéndice intruso dentro suyo no había disminuido un ápice su dureza, ni la suya tampoco, ojos dorados parpadeando en confusión hasta que lo comprendió.

Su cuerpo se había sintonizado con el de su pareja, fue quien lo convirtió y en cierta manera estaban unidos más allá de lo que alguien comprendería, se sonrojo fuertemente al pensar cuanta necesidad y atracción sentía por él, si estaba duro como una roca al segundo de llenarlo de su simiente, cerrando los ojos y sin pensar en las consecuencias sabiendo que después se odiaría más tarde por consentir que sucediera esto dejo ser a sus organismos, entregándose el uno al otro hasta que al fin pudieran saciarse después de su separación de tantos siglos.

Fue así como los atrapo la luna roja abrazados besándose bajo su influjo, cuerpos sudorosos acariciándose en adoración salvaje bocas con colmillos y manos con garras dejando arañazos a través de la piel mientras estaban perdidos en las olas del deseo, gritos ni animal, ni humano en medio de la noche mientras el sonido pecaminoso de la piel contra piel resonaba por la alcoba en la ultima hora de esa noche, cegado por su más potente orgasmo el dragón deposito la prueba de su perdón en la parte carnosa del cuello de su compañero.

El azabache quería reír ante los ojos dorados que lo veían con ira y agotamiento a pesar de las lágrimas de placer y los chillidos de éxtasis que escapaban de la garganta de su amante, pero no quería perder la concentración, aumentó la rapidez de sus embestidas gozándose de poder reclamar a su compañero como tanto había soñado  desde que descubrió quien era. Una hora después levanto la vista y con un gruñido gutural eyaculo con fuerza dentro de él, dejándose caer pesadamente a un lado; no sin antes besarlo con ternura.

—Te odio infeliz, estoy tan cansado que ni siquiera puedo moverme.

—No me odias esta marca en mi cuello me dice que me amas, sólo que no quieres aceptarlo.

Repuso divertido el Uchiha señalando la mordida de apareamiento en su cuello.

—No era yo mismo cuando te la di, ahora me arrepiento.

—Hn ¿En serio? este hermoso amiguito no parece estar de acuerdo.

Con vergüenza el antiguo sintió la mano acariciando su miembro semi-rigido y con horror vio levantarse la parte traidora.

—No te preocupes no te haré nada más,  por más que lo deseo, sólo déjame atenderte como es debido.

—¡No me toques, ya has hecho suficiente daño tú! ¡No soy una maldita maquina sexual que nunca se cansa como tú!

—Me halagas con esas palabras ¿Cómo pretendes que me resista con tales elogios?

— ¡Hmmm, no déjame maldito monstruo insaciable!

Por su parte los sirvientes escuchaban nerviosos a prudente distancia intercambiando miradas entre ellos, habían pasado varios días desde la venida de su señor con la misteriosa mujer y es virtud no molestar el acoplamiento imperial, ninguno se había acercado a la estancia principal, como vampiros comprendían la importancia del echo; su señor nunca había llevado a nadie a las habitaciones imperiales, pero nunca esperaron haberse equivocado tanto por las voces, la dama escogida resulto ser un caballero; no es que la criada pudiera sacar mucha información luego de ver el cuerpo desnudo entre un par de hermosas piernas, una larga cabellera y un único ojo de color dorado y salir corriendo antes de cerrar puertas y ventanas alejándose lo más posible para brindarles privacidad, las vampiresas intercambiaron miradas entre ellas dudosas si acercarse y tocar las puertas o no, debían limpiar la habitación y no estaban seguras si el consorte podría ponerse al día con su vigoroso señor si no dormía y comía adecuadamente, gritos les hicieron reaccionar y decidieron regresar más tarde.

Madara observaba orgulloso del amasijo de piel sin huesos en el que se había convertido el portador, la cabellera despeinada y los ojos dorados llenos de rencor lo observaban impotentes, su cuerpo podía estar bien y lleno de energía pero estaba psicológica y sexualmente drenado, estaba sucio, tenía sueño y hambre para ahora tener que soportar al engreído bastardo frente a él, luciendo con presunción su cuerpo esplendido y el arma infractora en medio de sus piernas que lo había dejado en tan lamentable estado y la cual seguramente estaría lista para funcionar en cualquier segundo; sus temores se vieron confirmados cuando el varón corrió su mirada lasciva por su cuerpo deshecho, para su buena suerte unos toques tímidos apartaron al Uchiha de sus lujuriosos pensamientos y  éste repuso con voz cargada de malevolencia y enojo.

— ¿Quién es?

—Yo mi señor,  Manami, vine a ver si la señora no necesita tomar un baño o alimentarse, el cuerpo de una mujer no es como el de un hombre y necesita descanso luego de brindarle complacer a un esposo tan lleno de fuerza y vigor.

— ¡NO soy mujer y no estoy complaciendo al maldito, él se está aprovechando de mí hasta el cansancio!

El vampiro soltó una carcajada en respuesta y dejo pasar a la sirviente, quien entro con el ceño fruncido ignorando el cuerpo desnudo de su imperator y fijando sus ojos en el visitante que había hablado tan groseramente de él, sus cejas se levantaron con sorpresa y contuvo una pequeña risita todo el disgusto por lo que consideraba una impertinencia evaporándose al verlo. Era de esperarse su señor era de gustos demasiado refinados y únicos y el portador en la cama (a pesar de su lamentable y desordenada apariencia) era bellísimo. Sabía que eran considerados muy valiosos por su rareza y eran muy combativos inclusive más que un hombre así que no era de extrañarse especialmente por éste, presumiblemente un dragón joven si era posible adivinar por los enojados ojos dorados o un antiguo, sus ojos se ampliaron con sorpresa preguntándose porque no se había dado cuenta antes, él estaba por encima de ella debido a su edad. Examino con más detenimiento al ojos dorados se veía en perfecto estado de salud pero por el olor de la habitación dudaba que hubiera podido dormir en esos días, se armó de valor antes de lanzar un suspiro y acercarse.

—Disculpe mi rudeza nuevo maestro, no quise ofenderlo confundiendo su género es sólo que no lo sabía. Sin embargo, mi ofrecimiento sigue en pie hay un baño caliente listo para recibirlo, en la mesa habrá sangre fresca para cuando usted  termine, así como varios tipos de viandas que nosotros humildes sirvientes esperamos que satisfagan su apetito y el de nuestro señor.

—Está muy bien Manami, me encargare personalmente de limpiar a mi pareja.

— Señor déjeme disentir un sumiso necesita descan…

—Vete.

—Sí.

—Eso fue horriblemente grosero de tu parte ¿Has pensado que quiero librarme de ti aunque sea unos instantes?

—¿Has pensado que no quiero que nadie aparte de mi, tenga el privilegio de ver a mi pareja desnuda? Ese es un honor que yo sólo debo tener, hombre o mujer nadie tiene derecho a deleitarse con la belleza de tu cuerpo ese es un goce que he reservado para mí.

—Eres un maldito celoso, quiero estar un minuto por lo menos sin correr el peligro de ser atacado,

— ¿A qué te refieres con ser atacado?

—No te hagas el tonto, me refiero a tu pene que es incapaz de permanecer quieto ¡Ya me está mirando fijamente!

El varón miro hacia su erección y luego a su consorte y sonrió con dulzura acercándose cariñosamente, acariciándole el pelo suavemente; Orochimaru estaba hablando sin sentido su brillantez y sarcasmo no estaban presentes en este momento y podía imaginar por qué, su lado dragón hace mucho que se había agotado al igual que la parte vampírica; probablemente el cerebro de su hermoso amante hace mucho que había dejado de funcionar luchando por permanecer despierto luego de su acoplamiento abrazándolo con fuerza cerro los ojos y murmuro en su oído.

—Perdóname mi pequeño, ansiaba tanto este instante que no me di cuenta que estaba forzándote más allá de su fuerzas, prometo no ser egoísta nuevamente.

—Está bien que seas egoísta, nunca he disfrutado tanto en toda mi vida… ¿Pero sabes? Orochimaru no va estar contento.

— ¿Orochimaru?... ¿Gabriel?

—Nunca creí verte de nuevo no después de lo que me hiciste, eras mi amigo y me traicionaste, me enamore de ti y me utilizaste, quise morir y lo logre; pero luego vienes y tienes que fijarte precisamente en mi cuerpo y mi nuevo yo y molestarme con tu desenfrenado deseo sexual.

—Yo mismo no estoy contento con mi actuación, si  he dejado a mi compañero con un desorden de múltiple personalidad.

—No seas malvado fuiste tú fuiste el que me hizo salir, abriendo la puerta donde estaba guardado; tú y “el señor impertinente” tuve que tomar el relevo Orochimaru acaba de caer desmayado a causa de cierta parte de ti, la cual no puede permanecer abajo. Ahora está muerto, dormido como una roca por el agotamiento y lo siento pero no confió en ti dejando mi cuerpo inconsciente en tus manos.

—Nunca te hare daño nuevamente lo juro.

—No te importo antes.

—Ahora es diferente.

—Lo sé.

— ¿Me perdonas?

—Sí, ahora puedo descansar en paz, sin preocupaciones, durmiendo para siempre, sabiendo que en verdad me amaste y que lo que sucedió no fue todo culpa tuya como yo creía y que aun un poderoso duque inmortal o no, puede ser manipulado y engañado.

—Lo siento.

—Ya te dije que te perdono, esta mente nunca olvidara lo que paso, pero no se revolcara más en  recuerdos amargos. Una cosa más antes de irme; procura cuidar y proteger bien este cuerpo, ya que por culpa tuya y de tu impresionante “espada” ha recibido el más bello de los regalos y por partida doble.

— Lo cuidare como la más preciosa de las joyas ¿Qué quieres decir?

— ¡Oye que pasa contigo, despierta!

— ¿Orochimaru?

— ¡Orochimaru nada! ¿Qué no escuchaste que te dije que te alejaras? ¡No quiero saber nada de ti, ni de tu pene por un buen tiempo! ¡Estoy cansado no necesito saber nada de tu insano deseo sexual! ¡Y deja de verme así!

—No puedo mi hermoso y gruñón dragón.

— ¿Por qué?

—Por qué te amo y eres lo más maravilloso que ha llegado a mi vida, ven conmigo nos lavaremos, comeremos y prometo comportarme hasta que estés completamente descansado y bien, así cuando estés en todos tus cinco sentidos podrás recriminarme todo lo que quieras. Sin embargo te advierto que es en vano, no me arrepiento de haberte hecho mío; ni de pertenecer a ti.

El portador se quedó sin palabras, siendo cargando al estilo nupcial por el imperator que lo beso en la boca mientras se preguntaba qué fue lo que había visto y que quiso decir Gabriel con esas palabras ¿Fue un recuerdo encerrado en lo más profundo del hombre que amaba, el cual toco involuntariamente? ¿O sólo una  alucinación producto de su propio deseo subconsciente de ser perdonado?

 

 

Entre tanto en otro lugar distante una figura pálida de cabello oscuro cayó de rodillas sobre el suave y mullido suelo, sus ojos rojos contemplaban al hermoso rubio tendido inconsciente en la alfombra que parecía haber sido agredido sexualmente ¿Qué había pasado? ¿Qué es lo que había hecho?

Notas finales:

¡Wuau, cuantos comentarios me han dejado verdaderamente  sorprendida, estos me demuestra cuanto han estado esperando  por la union de esta pareja!...No se  ocurre más que decirles  qué.:

 

 

¡GRACIAS MUCHAS GRACIAS POR TODOS ESOS BELLOS COMENTARIOS!


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