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Juego Peligroso por RozenDark

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Notas del capitulo:

Bien, aqui les traigo el último capitulo de la historia y en verdad quiero agradecerles a to@s l@s que comentaron, leyeron y agregaron a favoritos esta historia, en verdad me animaron a seguir hasta el final y se que es triste, pero es como dicen, todo inicio tiene un final y Juego peligroso a llegado a su final, pero en verdad gracias por apoyar esta historia.
Ahora quiero preguntarles, ¿quieren que suba mis otras dos historias de gravitation?, una se llama "hermosos recuerdos olvidados" y la otra entrara a mi serie "curiosos cambios de tamaño XD" y se llama "¿los viajes de gulliberth?" jeje qquiero saber si vale la pena continuarlos y subirlos y que mejor que mis lectores me den su opinion XD.
Los personajes de gravitation son propiedad de su respectiva autora y losdemas de mi retprcida cabeza
Y sin mas que decir les invito a leer

"Una Inesperada Sorpresa"

 

~°ɞ°~ღ~°ɞ°~

 

Llegaron a la mansión Seguchi, donde ya todo estaba listo, fueron recibidos por el mayordomo, el cual los dirigió donde Tohma los esperaba con impaciencia, junto con el pequeño Tenma, el cual estaba igual que su padre.

 

—Eiri-san, Shuichi-san llegan tarde, les juro que estuve a punto de llamar a la policía para que trajeran a mi sobrina. —Dijo con molestia el rubio, molestia que se fue al ver a su sobrina riendo. —Mi linda sobrinita... ¡feliz cumpleaños princesa!—Dijo de una manera melosa mientras abrazaba a la pequeña.

—Gracias tío Tohma. —Respondió la peli rosa con una sonrisa mientras regresaba el abrazo.

— ¡Felicidades Hikari-chan!—Dijo el castaño con una sonrisa marca Seguchi.

—Gracias Ten-chan. —Agradeció la pequeña con una sonrisa, la cual se agrando al ver todos los juegos y adornos del lugar.

 

Al parecer ya todo estaba listo, había varios juegos inflables y aquellos adornos resplandecían ante la hermosa mirada de la pequeña peli rosa.

 

— ¡Wuaoooo!...mami voy a ver más cerca. —Informó la pequeña con una sonrisa llena de emoción para después correr a ver todo lo que su tío le había preparado para su fiesta.

—Vaya Tohma, sí que te luciste con todo, tanto que mi pequeña ni se despidió de mí. —Dijo el escritor con una leve sonrisa.

—Era obvio que me luciría, después de todo era la fiesta de mi sobrinita la que estaba en juego. —Respondió el mayor con burla.

—Eiri voy a buscar un poco de agua, creo que el calor me mareo. —Dijo el peli rosa mientras se agarraba la cabeza.

—El rubio se preocupó, eso no era normal. —Yo te ayudo entonces. —Dijo con preocupación.

—El peli rosa negó con la cabeza mientras sonreía. —No, tú quédate con Tohma-san y de paso vigila a la traviesa. —Susurro con una sonrisa.

—No te preocupes papi, yo cuidare de mi mami. —Dijo Riku con una sonrisa mientras ayudaba al peli rosa.

 

Después de ese pequeño problema, que no paso a mayores la fiesta dio inicio, los amigos de la cumpleañera habían llegado y ahora todos jugaban en todos los juegos que Tohma había rentado para la ocasión.

Claro que también llegaron los otros dos integrantes de Bad Luck, los cuales llenaron de regalos y mimos a la pequeña, claro que detrás de ellos andaban cierto peli azul y cierto rubio que desde hacía un tiempo atrás andaban rondando tanto a Suguru como a Hiro, lo más chistoso es que Hiro ya había caído en los encantos de su rubio manager, aunque el pobre Sakano le estaba costando acercarse al testarudo peliverde, era obvio que Suguru era primo del orgulloso Seguchi Tohma.

Pero la llegada que la pequeña ansiaba era la de su querido abuelo y de sus tíos Tatsuha y Sakuma Ryuichi, los cuales llevaban saliendo como año y medio.

 

—La pequeña sonrió con alegría al ver a su abuelito llegar, así que se disculpó con sus amiguitos y salió corriendo para recibir al patriarca de los Uesegui. —¡¡ABUELITO LLEGASTE!!—Grito emocionada mientras abrazada a su abuelito.

—Claro que llegue, por nada me perdería del cumpleaños de mi linda nietecita. —Dijo el hombre mientras abrazaba a la peli rosa.

— ¿No hay abrazo para mí?—Preguntó Tatsuha de una manera dramática.

—Tío Tatsuha. —Dijo emocionada mientras se lanzaba a abrazar al pelinegro.

—Felicidades Hikari-chan y mira también vino my lindo Honey. —Dijo mientras señalaba al peliverde.

— ¡Oh!...Hika-chan muchas felicidades y para que veas que no me olvide de ti, te traje tu propio Kumagoro. —Dijo con su faceta infantil mientras le daba a la pequeña un peluche en forma de un conejito rosa.

—La pequeña sonrió. —Gracias tío Ryu. —Dijo para después abrir la pequeña mochilita que cargaba y meter el peluche, pero al hacerlo vio su cuadernito y fue como si hubiera entrado en un trance, metió el peluche y saco el cuaderno y sus colores. —Luego los veo, es que debo terminar algo. —Dijo y se fue hacia dentro de la casa.

 

Los adultos solo sonrieron y fueron a ocupar sus propios lugares, aunque muy en el fondo estaban preocupados por el repentino cambio de la pequeña.

La fiesta continúo sin ningún problema, claro que ahora todos estaban preocupados, la pequeña no salió de la casa para seguir jugando.

 

—Shuichi, voy a ver a Hikari. —Informó el rubio algo preocupado.

—Anda, yo mientras me disculpare con sus amigos. —Dijo el peli rosa mientras iba donde estaban los niños.

 

Ambos fueron por su lado, claro que Tatsuha y su padre siguieron al rubio, mientras que Mika acompañaba a Shuichi, algo muy dentro de sí les decía que algo inesperado pasaría.

El escritor, su hermano y su padre llegaron donde la pequeña, la cual acababa de terminar de dibujar lo que había iniciado.

 

—Hikari, ¿qué haces?, ¿no ves que tú eres la invitada de honor?—Preguntó el rubio a modo de regaño.

—Lo siento papi, es que ellos me dijeron que termine el dibujo. —Dijo la pequeña con un mohín.

— ¿Qué?, ¿de quién estás hablando?—Preguntó con seriedad.

—No quien, quienes y estoy hablando de Yuki y Yuuri, de esos mismos. —Dijo la peli rosa con un puchero.

—Eso sí que extraño al rubio, el cual se preocupó. — ¿Quiénes son esos dos?—Preguntó ya un poco molesto.

—Yuki y Yuuri son dos ángeles que me han estado visitando desde hace mes y medio, ellos me dijeron que terminará mi dibujo y te lo mostrará a ti y a mi mami. —Respondió la pequeña con una sonrisa mientras le mostraba el dibujo a su padre y a sus dos acompañantes.

 

Los tres adultos vieron cada detalle de aquel dibujo, en el cual se podían apreciar a un par de chicos chicos,  uno era de cabello rubio, piel blanca y ojos morados, además de ser un poco más alto que el otro, el cual tenía el cabello corto de color rosado y de unos ojos amarillos, ambos chicos estaban vestidos de blanco y tenían unas blancas alas como las de los ángeles.

Ver ese dibujo, le recordó al escritor cuando su hija lo ayudo a salvar a su Baka, porque Eiri estaba completamente seguro de que aquel ángel era su pequeña hija.

 

—La pequeña sonrió y se acercó a su padre. —Yuki es el rubio y es un varón y Yuuri es el peli rosa y es un doncel o al menos es lo que me dijeron. —Reveló la pequeña con una sonrisa.

 

El escritor iba a decir algo, pero los gritos de las personas lo sacaron de aquel shock, por lo que los tres adultos junto con la peli rosa salieron encontrándose con todos parados alrededor de un inconsciente peli rosa, el cual era auxiliado por Mika y Tohma.

El escritor se acercó y tomo en brazos a su Baka para después correr hacia afuera.

 

—Eiri-san, ahora llamo al doctor. —Dijo Tohma con preocupación.

—No te preocupes, yo mismo llevare a Shuichi al hospital, solo quiero verificar algo. —Dijo dispuesto a irse, pero fue alcanzado por su hijo e hija, los cuales se veían preocupados. —Ustedes sigan festejando, créanme que si sale positivo y Hikari tiene razón con lo que dijo muy pronto llegarán nuevos integrantes a la familia. —Les dijo a todos los mirones, los cuales viraron a ver a la pequeña.

—Al parecer mi nieta heredo el don de la familia y gracias a ella sé que pronto seré abuelo otra vez. —Dijo alegre el patriarca de los Uesegui.

 

La fiesta continúo como si nada, por alguna razón sentían que el peli rosa no tenía nada malo, así que mejor le hicieron caso al rubio escritor.

 

~ஐ~

 

Ya habían pasado casi dos horas desde que llego al hospital, había exigido que le saquen sangre a su Baka, solo para salir de la sospecha e intriga que su hija le había dejado.

Claro que grande fue su sorpresa al ver que el enfermero era aquel que lo ayudo a salvar a su Baka.

 

—Bueno, Yuki-san aquí le traigo los resultados, ahora llamo al doctor para que les de las indicaciones requeridas. —Dijo el castaño con una sonrisa.

—Gracias Ren y no solo por atender a Shuichi, también por lo del juego. —Dijo el escritor con una leve sonrisa.

—De nada, con permiso. —Dijo con una sonrisa y dispuesto a salir, pero su "pesadilla" llego y sin que el rubio se diera cuenta, el doctor le dio una nalgada en el trasero, haciendo que el castaño brincara y se sonrojara. —Takeshi-san. —Regaño para después salir.

—El joven doctor pelinegro de ojos azules se acercó al escritor. —Parece que Ren ya le entrego los resultados y déjeme decirle que sus sospechas eran ciertas, su esposo tiene mes y medio de embarazo. —Dijo con una sonrisa.

 

El escritor con alegría, su hija sí que le arruino la sorpresa, pero aun así le encanto que lo hiciera.

Después de dar todas las indicaciones y vitaminas requeridas para el peli rosa, el doctor salió a buscar a su lindo castañito.

 

~ஐ~

 

Mientras que un rubio le informaba a un peli rosa sobre el embarazo, un par de ángeles los veían desde afuera a través de la ventana todos los abrazos y besos que se daban, al parecer la pareja de esposos estaban muy felices por la noticia.

 

—Vaya, al parecer mami nos echa la culpa de su bipolaridad. —Dijo el peli rosa mientras veía a sus padres con su dorada mirada.

—Es que si tú no fueras tan alegre y empalagoso mami no tendría cambios de humor. —Dijo con una burlona sonrisa el rubio.

—Mou...Yuki eres malo, además mami no se molestaría si tu no fueras un amargado. —Se quejó el peli rosa mientras hacía un adorable mohín.

 

Ambos ángeles sonrieron al ver a sus padres tan emotivos, sin duda les alegraba ser bienvenidos y bien recibidos por sus padres.

 

—Bueno, mejor nos vamos. —Dijo el rubio con seriedad mientras comenzaba a desaparecer.

—Nos vemos en siete meses y medio...mami...papi. —Se despidió el peli rosa mientras comenzaba a desaparecer.

 

~ஐ~

 

—Gracias Shuichi, cada día me haces más feliz. —Susurró el escritor mientras abrazaba a su Baka.

—No, Eiri yo debo agradecerte por dejarme estar a tu lado. —Susurró el peli rosa con una sonrisa.

 

Ambos cerraron aquella hermosa escena con un beso cariñoso, sin duda alguna ambos tenían más de lo que podían pedir, ahora solo les quedaba esperar la llegada de Yuki y Yuuri.

 

 

 

 

 

FINɞ°~

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y si pueden me lo hacen saber con sus hermosos comentarios XD
Espero seguir contando con su apoyo en mis otras historias
Muchas gracias por leer
Nos seguimos leyendo
Chau chau


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