"Cosas Buenas, Cosas Malas"
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Han pasado tres meses desde que Bad Luck fue contratado para promocionar el juego "Fairy Battles" y desde entonces Shuichi ha estado en el hospital bajo un extraño coma inducido por el dichoso juego y Yuki desde entonces no se despega ni por un segundo de él.
Claro está que todos se encargan de que vaya a descansar aunque sea por una hora pero, el escritor busca la manera de tardar tan solo unos minutos y luego regresa para sentarse a lado de su Baka, preguntándose una y otra vez si Su Shu-chan despertará pronto y de paso recordando la maravillosa noticia que había recibido antes del incidente y la tragedia de perder a su amante.
Recordaba ambas cosas cada vez que acariciaba el algo abultado vientre de su Baka.
—Si tan solo supieras porque tienes que despertar...regresar a mí. —Susurró el escritor al recordar las palabras que el doctor le dijo hace tres meses.
---FLASHBACK---
Yuki despertó y lo primero que vio fue la carta que Shuichi le había dejado, la abrió y la leyó.
“Querido Yuki”
Yuki, en verdad lamento lo sucedido, pero quiero que sepas que yo en verdad quería que me acompañaras, pero como siempre tú rechazas el estar conmigo. Sé que soy muy desesperante y que hago que pierdas la poca paciencia que tienes, pero aun con todo eso, yo sé que tú me amas, así que te digo que en verdad siento mucho lo que dije y siento haberte preocupado, cuando llegue del trabajo te voy a compensar, adiós.
Te ama mucho Shuichi <3
Al terminar de leer la carta, el escritor se llenó de mucho más remordimiento, así que decidió ir a NG a resolver las cosas con su Baka, pero una insistente llamada lo detuvo, así que de mala gana la contesto.
—Espero que sea importante porque iba de salida. —Respondió la llamada "amablemente".
—Lamento si le molesto pero, considero que los resultados de los análisis de Shindo-san son de suma importancia. —Hablo el doctor del otro lado de la línea telefónica.
—Yuki se preocupó por la seriedad con la que hablaba el doctor. — ¿Cómo salió Shuichi? —Preguntó con preocupación.
—El doctor suspiro. —Shindo-san está estable de salud, pero lo que salió en el resultado fue que Shindo-san es un doncel. —Dijo seriamente.
— ¿Qué es doncel?, ¿es algo malo? —Preguntó preocupado el escritor.
—Antes de responder, quiero que usted me responda con sinceridad.-Pidió el doctor. — ¿Usted y Shindo-san intiman con frecuencia? —Inquirió seriamente.
—Yuki se molestó por la pregunta, pero solo para saber sobre la salud de su Baka. —Sí. —Respondió secamente.
—Bien, entonces le responderé...doncel es el hombre que tiene la capacidad de crear vida en su interior y Shindo-san es un doncel. —Explicó seriamente.
—Yuki se sorprendió. —Entonces Shuichi, ¿esta embarazado? —Preguntó sin creerlo.
—Así es y ahora que lo sabe quisiera que ambos vengan a verme. Yo los estaré esperando y para que tenga en cuenta, Shindo-san tiene un mes, bueno me despido. —Dijo el doctor para después colgar, dejando a un shockeado Yuki.
Cuando escucho lo que el doctor le dijo no lo podía creer pero, sobre todo se llenó de una inmensa felicidad, así que rápidamente se dirigió a NG.
---FIN DEL FLASHBACK---
De solo recordar todo lo que paso ese día, el escritor no sabía si estar feliz o triste pero, lo que si sabia y lo tenía muy en cuenta era que de alguna manera las frías palabras que le dijo a Shuichi ese día se cumplieron y ahora su Baka estaba en coma y eso lo hacía enojar consigo mismo, pero tuvo que salir de sus recuerdos cuando escucho a alguien entrar.
—Al ver la tristeza del escritor, Hiro dijo lo que ya acostumbraba decir desde aquel día. —En verdad lamento mucho lo que paso. —Susurró el pelirrojo con pesar.
—No fue tu culpa Nakano...fue mía por no acompañar a Shuichi...si yo hubiera estado con él, tal vez ahora no estaríamos en este lugar. —Hablo con mucho dolor mientras acomodaba uno de los mechones de cabello de su Baka.
Desde hacía tres meses atrás, Hiro y los demás involucrados se lamentaban por lo ocurrido y de solo recordarlo se recriminaban el no haber hecho nada para impedir lo sucedido.
---FLASHBACK---
Todos los integrantes de Bad Luck, junto con el pequeño Riku y Mr.K, quien le compro la cuenta extra a Suguru para así acompañar a la banda, se prepararon para conectarse al juego, mientras escuchaban las instrucciones de Ryuji.
—Bien, los cascos que tienen en sus manos son los que les permiten entrar al juego, cuando entren sentirán como si en verdad fueran parte del juego y por eso es que le pedí a Tohma-san un lugar donde puedan quedarse sus cuerpos, ya que es como si se quedaran dormidos, cuando en realidad no lo están. —Explicó el pelinegro.
—Y es por eso que todos estamos en la enfermería. —Dijo Tohma, llamando la atención de todos.
—Ahora, esta batería que está conectada a sus cascos es especial, ya que no quisiera que ocurriera algo malo, por eso en vez de usar la energía eléctrica utilizaremos la de estas baterías. —Explicó Ryuji. —Ahora lo que tendrán que hacer es pasar al nivel dos y luego con sus manos moviéndolas de lado a lado les aparecerá el menú de opciones, ustedes le darán clic a 'salida', eso es todo, la misión que se les asignará es de búsqueda, lo que significa que no pelearan, así que no hay problemas para que se preocupen y en dado caso de que mueran en el juego despertaran como si no hubiera pasado nada. —Dijo el pelinegro con una sonrisa.
Todos asintieron y cada uno se colocó su casco, se acostaron y cuando estuvieron listos entraron al juego, donde cada uno eligió un avatar a excepción de Shuichi, quien ya había hecho el suyo, el de Riku y el de Yuki.
Mr.K eligió una mágnum como arma, su apariencia era la misma a excepción de las largas y puntiagudas orejas, vestía unos pantalones color verde militar, unas botas cafés, una camisa blanca de mangas cortas, en su espalda tenía unas largas y fuertes alas de color gris.
Hiro tenía la misma apariencia, solo que sus orejas eran largas y puntiagudas, su cabello era sujetado en una coleta baja, tenía puesto una camisa de color rojo vino con la manga larga del lado derecho y el lado izquierdo sin manga, un pantalón negro brilloso y ajustado y unas botas rojas, en la espalda tenía unas alas rojas y en la cintura una filosa espada.
Suguru tenía la misma apariencia a diferencia de sus largas y puntiagudas orejas, vestía con una camisa de mangas cortas de color verde claro, encima un chaleco tipo armadura de color café fuerte, unos pantalones cortos de color negro brilloso y unas botas cafés, en su cintura tenía una pequeña pistola negra y en su espalda unas alas de color verde fuerte.
El pequeño Riku también con la misma apariencia a diferencia de sus orejas, vestía con una camisa de mangas cortas de color blanco, un pequeño short del mismo color, en su cintura tenía un cinturón dorado que tenía un pequeño bolso del mismo color, en el cual habían dos frasquitos, uno con un líquido azul claro y el otro verde claro, tenía unas botas doradas y en su espalda unas curiosas alas de color amarillo claro.
Shuichi se veía igual a diferencia de sus orejas, vestía una camisa corta de mangas cortas de color lila, un ajustado pescador de color negro brilloso y unos zapatos ligeros del mismo color, en su espalda tenía unas hermosas alas de color morado y en la cintura tenía un cinturón con una colorida funda en la cual tenía una muy llamativa daga.
Cuando todos se vieron entre sí, se sorprendieron mucho.
—Vaya no es la gran cosa. —Comentó el manager sin sorpresa alguna.
—Supongo que avanzando el juego, se pone más interesante. —Dijo el pelirrojo mientras miraba todo.
—A mí no me importa, total solo debemos de hacer un nivel, una buena crítica y tocar nuestra música. —Dijo el peliverde con simpleza.
—Pues yo si volvería a entrar. —Dijo el peli rosa con una sonrisa. —Y Riku vendría conmigo, ¿verdad? —Preguntó mientras veía alegremente al pequeño.
—Claro que si mami. —Respondió alegremente el niño.
—Lo mejor será comenzar con la búsqueda porque este juego es muy aburrido. —Sugirió Mr.K con evidente aburrimiento.
Todos asintieron y comenzaron con la búsqueda, la misión era encontrar un collar con una extraña piedra en forma de rosa de color rosa fuerte, collar el cual encontró Shuichi por lo que todos pasaron al nivel dos pero, ya era tarde y decidieron que era hora de salir pero, no contaron con que un extraño monstruo que era más alto y corpulento que Mr.K y que era cubierto por una capa negra que solo dejaba ver la cabeza, que más bien era un horrible cráneo de algún extraño animal se aparecería frente a ellos.
— ¿No se supone que no pelearíamos? —Preguntó Suguru con mucho temor mientras se alejaba lentamente.
—Eso es lo que nos dijeron. —Respondió Hiro de la misma manera, también alejándose.
—Mami, ese monstruo da mucho miedo. —Dijo el pequeño mientras se aferraba al peli rosa.
—Tranquilo Riku...es solo parte del juego, así que no te preocupes. —Dijo con voz suave y tranquilizadora. — “Pero aun así...no sé porque siento que algo malo va a pasar”. —Pensó el peli rosa con preocupación más fuerte el abrazo.
—Well, well, al menos me divertiré. —Dijo el manager con su arma ya preparada.
Todos los integrantes de la banda se escondieron detrás de Mr.K, quien comenzó a pelear contra el monstruo pero, todos sus intentos eran en vano, pero lo que empeoro la situación fue que en un intento por proteger a Hiro, el monstruo golpeó a K y lo mando lejos por lo que Hiro y Suguru se acercaron y trataron de ayudar, pero el monstruo los mando lejos con un solo golpe, dejando expuestos a Shuichi y a Riku, quienes trataron de alejarse pero, en un descuido el monstruo iba a atacar al niño pero, Shu intervino, haciendo que lo maten en el juego, después el monstruo solo vio al pequeño y desapareció sin dejar rastro.
— ¿Qué fue eso? —Preguntó Hiro muy nervioso mientras iba por el pequeño.
— ¿Shindo-san estará bien? —Preguntó Suguru muy preocupado.
—Sí, después de todo, Ryuji-san nos dijo que si moríamos, despertaríamos como si nada. —Dijo el pelirrojo mientras calmaba al niño.
—Lo mejor será salir. —Sugirió el rubio con seriedad.
Todos asintieron y salieron de manera inmediata y cuando por fin despertaron, todos estaban confusos, pero lo que los trajo a la realidad fue Sakano, quien pregunto el porqué de que Shuichi no había despertado.
—Shuichi. —Susurró Hiro muy preocupado mientras se acercaba a su amigo.
—No le quites el casco. —Ordenó seriamente Ryuji.
— ¿Por qué no? —Preguntó Suguru muy preocupado.
—Algo salió mal...por alguna razón ustedes despertaron y él no. —Explicó muy confundido. —Puede que Shindo-san haya entrado en una especie de coma inducido por el juego...no me explico cómo fue que paso así que no le quiten el casco o él podría morir. —Explicó seriamente. —Por lo pronto llamen a una ambulancia. —Ordenó con seriedad.
Después de ese terrible momento se llevaron a Shuichi al mejor hospital, cortesía de Tohma que se enteró por un muy angustiado escritor que sería tío y el escritor se aseguraba de no despegarse de su Baka, desde ese momento decidió que nunca lo dejaría solo por nada del mundo.
---FIN DEL FLASHBACK---
~ஐ~
Después de tener esa platica y ese triste recuerdo, Hiro se fue en silencio, dejando a Yuki cuidando a su amado Baka, pero se vio interrumpido por su cuñado que en cuanto entro a la habitación, cerró con seguro y se acercó al escritor.
—Eiri-san tenemos que hablar. —Dijo el mayor seriamente.
—No tengo tiempo. —Respondió el escritor secamente.
—Es sobre Shindo-san. —Dijo Tohma, tratando de llamar la atención de su terco y orgulloso cuñado.
—Si vienes a decirme que lo sientes pues ahórratelo porque eso no resuelve nada. —Hablo el escritor lleno de fastidio.
—Tohma suspiro con pesar. —Lo encontré. —Dijo, llamando por fin la atención del escritor.
—Yuki se sorprendió y viró a ver a Tohma, quien le dio la foto de una chica peli rosa, con una extraña y muy llamativa ropa, pero lo que más llamaba la atención era la mirada amatista con un deje de tristeza. — ¿Quién es esta chica? —Preguntó intrigado y con un leve dolor en el pecho, ver la tristeza de esa chica le afectaba y no sabía porque.
—Esa chica está atrapada en el último nivel de Fairy Battles y su nombre en el juego es "Kanaria", "La princesa Amatista", pero en realidad es Shindo-san. —Respondió Tohma con seriedad.
—Imposible. —Susurró el escritor sin creerlo.
—No es imposible...verás, después de lo que ocurrió casi no he tenido contacto con Ryuji-san y creo que él tuvo que ver en todo lo acontecido y para confirmar mis sospechas contrate a los veinte mejores jugadores de Fairy Battles para que investigaran desde el lugar donde Shindo-san murió hasta el final del juego, el cual no es nada fácil porque solo dos jugadores lograron llegar al último nivel, me dijeron que era un lugar completamente blanco y silencioso donde lo único que había era un gigantesco roble, en el cual colgaba una gran jaula dorada, dijeron que volaron hasta llegar a la jaula, donde la chica de la foto se encontraba encerrada, quisieron sacarla, pero un enorme monstruo custodiaba el lugar por lo que de manera rápida le tomaron una foto y antes de morir, la chica pidió ayuda y dijo que era Shindo Shuichi. —Explicó Tohma con seriedad. —Pero no te preocupes Eiri-san, yo haré lo que pueda para sacar a Shindo-san de allí y le daré la lección de su vida a Ryuji-san. —Dijo seriamente.
—No Tohma...esta vez yo estaré para Shuichi...yo definitivamente lo salvare y le partiré la cara al imbécil de Amano Ryuji. —Dijo con decisión, esta vez no le fallaría a su Baka, mucho menos a su autoproclamado hijo y al nene que estaba en camino.
—Touma se sorprendió por la imponente aura del escritor pero, luego cerro los ojos mientras sonreía levemente. —Entonces yo te ayudare, no puedo permitir que mi hermanito y mi futuro cuñado salgan heridos, mucho menos ahora que voy a ser tío. —Dijo con una sonrisa sincera. —También le diré a K-san que ayude, así tendremos a alguien experto en combate y no iras solo. —Dijo con seriedad.
Después de planear el rescate de Shuichi, Tohma se fue, después de todo tenía más por investigar.
Yuki por otro lado, se quedó un rato más, se acercó a su Baka y le arreglo los mechones de cabello que tenía esparcidos en la cara, luego beso con suma delicadeza sus labios y lo miro con ternura.
—Tranquilo Shu, yo iré a salvarte. —Susurró el escritor.
~ஐ~
En un lugar desconocido, una hermosa peli rosa se encontraba sentada en una acolchonada cama mientras veía su reflejo en el suelo-espejo hasta que escucho que la puerta del lugar se abría, cosa que hizo que se tensara y virara a ver hacia dicho lugar, donde un hombre alto y delgado, cuerpo musculoso sin exagerar, piel ligeramente blanca, ojos rojos como la sangre con una mirada seria y afilada, cabello de color plateado, largo y algo alborotado, atado a una coleta baja, vestido con una camisa negra de mangas largas, un pantalón del mismo color, encima de la camisa tenía una chaqueta de mangas cortas y larga hasta después de las rodillas, de color blanco con llamas azules en el borde, zapatos negros y en la cintura tenía un dorado cinturón donde tenía una funda de espada adornado con piedras preciosas, donde tenía una afilada y poderosa espada, en la espalda tenía unas alas de color azul cielo y en la cabeza tenía una corona con incrustaciones de piedras preciosas.
El hombre se acercó a la peli rosa y el tomo con una de sus manos de la barbilla.
—Buenos días mi linda Kanaria-chan. —Dijo el peli plata con una sínica sonrisa en los labios.
—La peli rosa se molestó, como odiaba a ese nombre, pero lo que más odiaba era al hombre frente a ella, así que le dio un manotazo para que la soltara y luego se levantó y lo paso de largo. —Sabe perfectamente que mi nombre no es Kanaria...sabe que soy hombre y que mi verdadero nombre es Shindo Shuichi. —Espetó con furia. — ¿Hasta cuándo me tendrá encerrado?, ¿por qué no me libera Amano Ryuji? —Preguntó molesta y harta.
—El hombre comenzó a reír a carcajadas. —Claro que sé que eres Shindo Shuichi, pero en este mundo tú eres mi amada prometida, la princesa Amatista, Kanaria-chan y yo soy el rey, soberano de este mundo, Diamond-sama. —Dijo con un tono extremadamente burlesco. —Así que hazte la idea de que de aquí no saldrás nunca...tú ahora me perteneces a mí y solo a mí. —Hablo el peli plata con un tono extremadamente amenazador. —Bueno mi amor ya es hora de irme...nos vemos mañana...Kanaria-chan. —Se despidió para después introducir el código a la puerta y salir.
—La peli rosa lo vio irse, trato de enfocar su vista al número pero, era inútil, lo veía muy borroso, el muy maldito de Ryuji no le dejaba ver el número y cuando ya no vio al hombre, cayó de rodillas y comenzó a llorar. —Yuki. —Susurró con tristeza.
CONTINUARA