Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestra Aflicción por Kunay_dlz

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Personajes pertenecientes a Hiromu Arakawa.

Notas del capitulo:

Advertencias:

                   No hay final feliz

                   No habrá continuación 

 

 

Nuestra Aflicción

(Capítulo Único)

 

 

 

Cada que escucho un fuerte golpe en la puerta de mi oficina pienso en ti, Acero. Eras tan notable cuando venías a entregar tus reportes, siempre tan difícil de olvidar. Eras tan osado que te atrevías a insultarme, a mí, tu superior. Eras tan abierto que o dudabas en decir eso que pensabas; eras tan rebelde que desafiabas a la autoridad... sin duda, eras todo un personaje.

 

Y ahora, estoy aquí... solo mirando la puerta, sólo esperando tu llegada. Me cambie de oficina, pues logré mi gran meta, mi gran sueño mi gran ambición: soy Fürer. Pero algo me hace falta. No me siento completo ni realizado ni orgulloso... me siento desolado. Vivo a la espera de tu regreso.

 

¿Cuánto, cuanto se necesita
Para ya resolver, destruir
Este dilema que me tortura en las noches?
No me deja soñar, amplifica mis temores, simple o cabal

Si te dijera que, un tiempo después que te conocí, mis sueños se vieron sacudidos, se vieron asaltados por un sueño poco probable, pero tan brillante y lleno de vida propia... fueron tus ojos los que me descolocaron, fue tu determinación la que me conmovió, fue el sacrificio que estabas dispuesto a soportar una y otra vez por amor a tu hermano lo que me cautivó.

 

Ese sueño que se albergaba en un rincón de mi cabeza, era, el estar contigo siempre. Te vi crecer y convertirte en adulto directamente desde la mitad de tu infancia. Se me hizo injusto y cruel, también admirable y digno de alabanza, todo lo hiciste por tu hermano. Luego, con el paso del tiempo, me sentí atraído hacia ti de una manera romántica... seguía con ese sueño oculto de vivir a tu lado pero, esta vez como pareja. Y ahora no estás para hacer ese sueño realidad.

 

Encerré y acabe con mis sueños y la llave arroje
¿Para que los necesito? Solo me causan angustia
Me hace falta un plan, me hace falta astucia
Y paz mental

Sí Acero, pensé en tí de 'esa' manera. Eras muy hermoso, ¿Lo sabías? No, no lo sabías. Tú solo veías por y para Al, lo demás no te interesaba, lo demás que se fuera al fin del mundo y tú no lo notarías. Por suerte, tu hermano sí lo sabía, él era tu guardaespaldas aunque tú no supieras, él alejaba a cado chica, chico de diferentes rangos, edades y profesiones que se acercaban a ti con segundas intenciones. Valla que le estoy agradecido.

 

No estoy seguro si Al también sabía de mis segundas intenciones, o será que estaba tan ocupado con aquellos que estaban fuera del cuartel como para prestarme atención a mí como para darse cuenta... cómo me gustaría pensar que a mí me dejaba pasar porque me aprobaba o tal vez, porque tú mostraste algún tipo de atracción hacia mí. Sería tan feliz, acero, si cuando aún estabas aquí... llegaste a sentir algo por mí. Algo más allá de un subordinado y su superior. Je, me pregunto si algún día enloqueceré por vivir sólo en lo que pudo haber sido ayer.   


Entiendo el rechazo del mundo
Tu repudio amor, pues igual si me conociera
Tal vez voltearía mi cara, tal vez sentiría lastima
Dicen que en el amor mancha, y ya me ensucie

Me pregunto si piensas en mí, allá donde quiera que estés, allá lejos de mí. Me gusta pensar que aún vives, me gusta pensar que estás peleando con la vida en otro lugar lejos de Amestris... me aterra pensar que encontraste a alguien que te ame, alguien que te todo lo que podría darte... me desgarra el alma el imaginar que miras alguien más con amor. Estoy enloqueciendo.

 

Debía haber ido contigo, debí estar junto a ti en cada momento, debí estar ahí para que no te hubieras ido. Si supieras cuándo te amo. Si superas que solo trabajando puedo evitar la tormenta de emociones que me mata a cada instante. Si supieras, Acero... que lloro todas las noches gritando tu nombre, maldiciendo a Verdad, en la espera de verte frente a mí.


Parece, si parece, oh, no, no
Que lo mucho que ofrezco, no ofrece tanto y por eso, por eso
Me afronte y dejare de ser una carga
Pues yo ya no aguanto más farsas
No lo puedo evitar, sentir que muere mi flama, cuando no estas

Soy un maldito egoísta, lo sé, sé que debería estar feliz porque Al recuperó su cuerpo, porque lograste aquello por lo que tanto luchaste, por lo que tanto sufriste, por lo que te carcomía durante el día y la noche, la culpa que cargabas al ver a Al en su armadura. Sí, debería estar feliz porque además tu pequeño hermano no recuerda esos años de sufrimiento y tortura para él. Pero no puedo.

 

Yo te quiero a ti, aquí, a mi lado. Quiero ver ese fuego en tu mirada, quiero ser libre de tocar tu piel, quiero ser yo quien cause sonrojos en tu cara, quiero ser yo el único que bese tus labios... quiero ser yo, solamente yo quien te haga estremecer al decirte que te amo.


Y así cierro un ciclo amor
Necesito un favor
Un poco más de medicina
Pues nunca entendí la manera
Para poder evitar
Sentir que me rompen las piernas
Cuando no estas

No sé si recuerdes, Acero, que te comenté de un don que tenía, un don del que nadie sabía y que te quería mostrar. Parece que ya no se podrá ¿Verdad?... Te extraño tanto Acero. No me odies Acero, no he querido volver a ver a Al desde que descubrí que ya estaba en su cuerpo... se parece tanto a ti. Su presencia me lastima, me trae recuerdos y también, le culpo de tu partida. Lo siento, lo siento... en verdad lo siento.

 

He pensado en ir a buscarte. No sé dónde ni cómo, pero cada vez esas ansias de ir en tu búsqueda aumentan. Quienes me rodean temen que haga una tontería, temen que intente quitarme la vida, son unos tontos, no entienden que tú estás vivo, en otro lugar, y por ende, no me atrevería a dejarme morir porque eso significaría dejarte solo... y nunca lo había, no te dejaría solo, no cuando sé que la soledad es lo que más te atormenta.


Y me haría feliz que mi cantar
Te haga sentir muy especial, que mi cantar
Te pueda dar placer y así juntos envejecer
Más no pude hacerte feliz, ya decidí patir

Regresa Acero, realmente quiero que regreses... ¿Vienes o tengo que ir a buscarte? No me importaría ir por ti, vagar en quién sabe dónde con la única esperanza de saber que estamos en el mismo lugar... debería renunciar al puesto de Fürer, organizar un parlamento y convertir el sistema a uno democrático, deberé alejar a quienes me tienen vigilado, deberé hacerles creer que estoy bien y que no intentaré nada estúpido. Me llevará tiempo... así que tengo que empezar ahora.

 

Lo que más trabajo constó fue convencer a Riza de que estoy bien, le dejé inspeccionarme de vez en cuando, esperé a que bajara guardia y, lo hice. Llevé acabo mi teoría. Tan compleja y tan sencilla que espero no haya sido un producto de la locura, no me perdonaría el dejarte solo, ni en este mundo ni en ninguno. Acero. Edward.


Vamos a continuar con alegría y felicidad
Vamos a continuar con nuestra aflicción
Nuestra aflicción

 

Eso fue extraño. Aparecí en una especie de calleja, inspeccioné mis alrededores con precaución, intenté familiarizarme con lo que me rodeaba... todo es tan grande, hay demasiada gente, que bueno que ya no uso el uniforme azul o sino destacaría demasiado. Todos se comportan extraño, hay varias parejas, los hombres ofrecen flores a las mujereas y repiten esa frase cada cinco minutos. Me está fastidiando, sólo tengo que concentrarme en buscarte y nada más.

 

En una de las calles, más específico, en una florería, veo a un rubio muy apuesto. Parece estar ayudando a la dueña o dueño del lugar, hay muchos que llegan por flores y uno que otro le dedica miradas indecorosas... ese rubio, es quien estoy buscando. Esos ojos no pueden estar en dos personas, y ese no sé qué que qué sé yo que siempre me permitía identificarlo hasta con los ojos cerrados. Edward.

 

Entré a la florería a fuerza, tomé una florecita blanca y la coloqué frente a él. Cuando notó mi presencia, parecía haber visto un fantasma, yo solo repetí esa frese que escuché durante mi búsqueda: "Feliz día de San Valentín, Edward".

 

La dueña de lugar le preguntó si algo le sucedía, y él negó con la cabeza, la miró y le dijo "Creí haber visto a alguien conocido" y siguió haciendo su trabajo en el local.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).