Loco Amor de Karaoke
–¡Debes venir! –Exclamaba Siwon, jaloneando al pelinegro.
–Demonios… –Masculló el mayor – ¿Qué es lo que quieres de mí? Ya te dije que no iré a ese maldito karaoke, así que solo déjame en paz.
–¡Que no! –Insistía –debes venir esta noche –insistía–. Vamos, YeYe –hacía un tonto puchero–, no seas aguafiestas, los chicos y yo iremos; tú también debes venir.
–Pero… –quiso resistirse de nuevo.
–¡Sabes que no te dejaré ir hasta que aceptes!
Yesung viró los ojos y resopló.
Fue tanta la insistencia de Choi, que al mayor no le quedó más remedio que asistir al dichoso karaoke. Y es que Yesung odiaba esa clase de lugares, detestaba las aglomeraciones de gente y los lugares ruidoso;, y, sin duda alguna, un karaoke era exactamente eso.
–Aun no entiendo cuál es tu interés en que venga a un lugar así. –Le decía Yesung a Siwon mientras se adentraban al establecimiento. –Sabes que los odio…
–Será divertido, ya verás. –Le decía en voz baja, sin dejar de sonreír como tonto. –Sólo date la oportunidad.
–Sí, claro, divertido y un cuerno… –Replicó entre dientes.
–YeYe… –Refutó con un tono de reproche.
–Sí, sí, lo que digas, caballo de mierda…
Siwon bufó ante la manera en la que el mayor lo había llamado, pero decidió no prestarle demasiada atención.
Pasaban los minutos y el ambiente comenzaba a amenizarse, todos reían, bebían, cantaban… y él permanecía sentado, bebiendo una copa de whisky, observando en silencio a sus amigos, quienes interactuaban con otras personas. De repente algo llamó su atención.
–¡Pero miren quiénes llegaron! –Exclamó Siwon, abrazando al recién llegado, Kyuhyun.
El mencionado entró tomando la mano de su novio Sungmin, un apuesto rubio que Yesung ya conocía. Al verlo desde la entrada, Kyuhyun le hizo una señal con la mano en señal de saludo al pelinegro, quien le devolvió el gesto con la mano que tenía libre. Kyuhyun era uno de sus mejores amigos y le apreciaba mucho.
–Traje a otro amigo. –Comentó Kyuhyun señalando a un pelirrojo de rasgos delicados y mirada tímida. –Espero que no les moleste…
–Oh, no, por supuesto que no. –Heechul también se había acercado para saludar a su amigo –bienvenido, chico, ¿Cómo te llamas?
La ‘fiesta’ en aquel karaoke que los amigos de Yesung habían apartado para ellos solos, continuó, pero el pelirrojo que acompañaba a Sungmin y Kyuhyun se había sentado en otro de los sillones, apartado del resto, justo como Yesung, quien al verle, sintió una extraña curiosidad por él, una curiosidad que en él jamás había despertado nadie, y sin pensar bien lo que hacía, se le acercó, sentándose silenciosamente a su lado.
–A ti nunca te había visto –comentó de la nada, causando que las mejillas del pelirrojo se colorearan un poco – ¿Cuál es tu nombre?
–Rye… Ryeowook… –Balbuceó sin querer.
–Con que Ryeowook ¡eh! –Ladeó la cabeza e hizo un gesto con los labios. – ¿Eres amigo de Sungmin? –El otro chico asintió con la cabeza. –Ya veo…
–Supongo que tú eres amigo de Kyuhyun –comentó mientras Yesung había empezado a beber un poco más.
–Así es. –Dijo en cuanto dejó de beber.
–¿Cuál es tu nombre? –Preguntó, su timidez parecía empezar a disiparse un poco.
–Jongwoon, pero todos me llaman Yesung.
–¡Ah! Así que tú eres Yesung –espetó, como si ahora pretendiera conocerlo un poco.
–¿Habías escuchado mi nombre antes?
–Soy nuevo en la preparatoria Taeyang, pero todo el mundo habla sobre los famosos chicos de SJ… –se refirió al grupo de chicos flor del que Yesung hacía parte – ¿tú eres parte de eso, no?
A Yesung se le escapó una pequeña risita, pues le pareció algo graciosa la forma en la que el pelirrojo lo había dicho, y volvió a asentir con la cabeza.
–¿De qué te ríes? ¿Dije algo raro?
–No –le sonrió –es solo que no acostumbro hablar con las personas que no conozco –se pasó una mano por el cuello –pero tú eres diferente –admitió.
–¿Huh? ¿Puedo saber a qué te refieres?
Yesung hizo una pequeña pausa y al final contestó:
–Ni siquiera yo sé cómo explicarlo –se encogió de hombros.
De repente, sus miradas se conectaron, y por unos pocos segundos todo lo demás pareció desaparecer, solo estaban ellos dos, mirándose.
Pero de golpe, ambos regresaron a la realidad cuando Kyuhyun y Siwon se acercaron a ellos, cada uno extendiéndole un micrófono a su amigo.
–¡¿Qué esperan?! –Exclamó Kyuhyun.
–¡Hora de cantar! –Gritó Heechul, acercándose también mientras abrazaba a los otros dos por los hombros.
Los chicos se encargaron de levantar a Yesung y a Ryeowook y los empujaron al escenario.
–Veamos… –decía Hangeng revisando las pistas del karaoke –qué canción podrían cantar…
–¿Por qué no dejamos que sea ramdom? –Propuso Zhou Mi con una sonrisita divertida.
–Eso es, ramdom será lo mejor –se rió Hangeng, abrazando por los hombros a su amigo, quien le correspondió de inmediato.
El instrumental de una balada llamada “Sorry sorry answer” comenzó a sonar, y Yesung y Ryeowook estaban solos sobre el escenario, sin estar seguros de qué hacer.
Kim Jongwoon bien pudo insultar a sus amigos y salir de allí con actitud altanera, o quizás, simplemente negarse rotundamente e irse y ya; pero no lo hizo, comenzó a cantar la primera parte, dejándose llevar como nunca antes lo había hecho, perdiéndose por completo en los ojos del chico que tenía en frente.
Te amaré esta noche...
Te deseo con locura
Yo, quien no puede vivir sin ti ni siquiera por un día oh nena
Te sostengo en mis brazos
Mi corazón solo late por ese amor
Me sofoco cada vez mas rápido, podría morir, te quiero nena
Ryeowook casi pareció confundido, aturdido al escuchar la hermosa voz del pelinegro, pero al fin comenzó a cantar también cuando llegó su turno, cerrando los ojos y haciendo eso que tanto le gustaba hacer: perderse en la música.
Tan, tan hermosa
Pierdo mi conciencia al verte, contigo pierdo mi mente
Cautivado por tu mirada, ni siquiera puedo voltear mi cabeza que tonto de mi parte
Yesung lo confirmó: ese chico que tenía enfrente era diferente a todas las personas que había conocido antes, era como si tuviera un aura diferente, especial. Kim Jongwoon jamás creyó en el amor a primera vista, pero al parecer eso fue exactamente lo que experimentó aquella noche, en ese tonto karaoke que tanto decía odiar.
Siento que mi corazón se va a encender
Cuando tomo tu mano, cuando besas mi mano
Ella es la única que puede ser mi dueña...
Soy tu esclavo...
Finalmente la canción terminó, quizás mucho más rápido de lo que Yesung esperaba o tal vez deseaba, y el pelirrojo se apresuró de vuelta a su silla aunque sus amigos no dejaban de ovacionarlo y sonreír.
Claramente a Yesung le hicieron lo mismo, pero no prestó demasiada atención, siempre había estado sumido en su propio mundo. Pero ahora, por primera vez en su vida, alguien pareció sacarlo realmente de su mundo: un pelirrojo delgado y bajito de mirada penetrante y sonrisa tímida.
Todos los demás volvieron a beber, cantar, reír y hacer lo que hacían, y el pelinegro se sentó junto a Ryeowook una vez más.
–Tienes una voz hermosa –señaló.
–Gra-gracias… –contestó con evidente timidez, lo que hizo sonreír a Yesung una vez más.
El pelirrojo le dijo algo, pero con tanto ruido, Yesung no alcanzó a escuchar lo que le había dicho.
–¿Qué? No te oí nada –Yesung hizo una mueca de desagrado –por eso odio venir a estos lugares, ¡es muy ruidoso aquí! –Escrutó con la mirada a su joven acompañante y al final propuso: – ¿Qué te parece si vamos a otro lugar?
Ryeowook pareció dudarlo un momento, pero al final aceptó. Y es que sin saber por qué ni cómo, a él le atraía ese chico que acababa de conocer, había escuchado mucho del grupo SJ, y sabía que ellos no eran cualquier cosa, según había escuchado, eran chicos peligrosos y Casanova de quienes era mejor alejarse…. Pero le gustaba el aire de peligro que se respiraba solo con tenerlo cerca. Eso, claro, sin mencionar que Yesung era realmente apuesto, y su tono de voz, confiado y profundo le inspiraba seguridad, además de su voz profunda, su mirada segura de sí mismo y su encanto innato.
La conversación que mantuvieron luego, mientras la noche avanzaba, y las sonrisas y el calor de la chimenea de Yesung, se convirtieron en el escenario perfecto para que surgiera un beso, un beso que fue subiendo de tono a medida que sus caricias se hacían más personales y sensuales…
Tal y como habían cantado horas antes, se convirtieron en el esclavo del otro cuando sus respiraciones se volvieron una al compás de sus deseosos besos y caricias fogosas, y la unión fue inevitable.
Tú fuiste como enviada para salvarme
Tengo permiso para una vida de amor
Estoy satisfecho teniéndote solo a ti
Finalmente estas en mi vida
Ninguno de los dos había hecho antes lo que hizo esa noche, ninguno de los dos acostumbraba a acostarse con un desconocido por simple impulso, esa noche hubo algo que en verdad los conectó, algo que los uniría durante mucho, mucho tiempo más.
Y todo comenzó con una ida obligada al karaoke, aquel lugar que se convertiría en su lugar favorito para visitar cada vez que querían divertirse y recordar, agradecidos, aquel día en el que sus amigos en común los obligaron a cantar “Sorry Sorry answer”.
El suyo fue, y sería por siempre, un loco amor de karaoke.
Lo siento, siento, siento, siento, yo, yo, yo primero
De ti de ti de ti me enamoro, enamoro, enamoro, enamoro nena
Bella bella, bella, bella, tus ojos deslumbran, deslumbran, deslumbran
Mi respiración se bloquea, bloquea, bloquea, me estoy volviendo loco loco nena
Super Junior –Sorry sorry answer