-¡¡¡Kaworu!!! -exclamó Shinji lleno de sorpresa- ¡Kaworu, estás vivo!
Todos los recuerdos habían vuelto de golpe y empezó a llorar preso de tantas emociones que experimentaba al mismo tiempo y chocaban entre entre sí; angustia, desesperación y alegría desbordante, todo era demasiado fuerte, más de lo que el pobre chico podía resistir.
Al no poder creer que se tratara de algo real, las manos de Shinji empezaron a explorar el rostro de Kaworu, palpando con delicadeza como para asegurarse de que se trataba de algo tangible y real.
-¡Dios! -murmuró viéndolo con desconcierto- ¡¡¡Kaworu eres tú, en verdad eres tú!!! Por favor, dime que todo esto no es solo producto de mi imaginación -prosiguió el joven Ikari en medio de su asombro- Por favor, no juegues conmigo de esta manera.
La situación superaba por completo a Shinji, no sabía cómo actuar y sobrepasado, entonces tomó la camisa de Kaworu y así, lo atrajo hacia él con fuerza y quizás con un poco de rabia. En verdad no podía canalizar todo lo que estaba sintiendo y tampoco dejaba de llorar.
-Estoy aquí, Shinji -dijo Kaworu sonriéndole gentilmente- Te dije que nos volveríamos a ver, ¿cierto? -vio al otro asintiendo con timidez- Por favor, no llores más regálame una sonrisa. Nada me gusta más en el universo que verte sonreír.
El muchacho castaño permaneció por un rato viendo a Kaworu con fijeza y luego hundió su rostro en el pecho ajena para llorar todavía más. Nagisa lo abrazó y lo apretó contra él apoyando su cabeza en la de su amado. Shinji era tan frágil y suave y Kaworu adoraba tenerlo así tan cerca de él.
-¡Tonto! Eres un tonto, no quiero que me digas esas cosas -exigió Shinji con la voz quebrada- No merezco nada, por mi culpa tuviste que morir y ahora regresas a decirme esas cosas tan hermosas. ¡¡¡Deja de burlarte de mí!!!
Tabris sentía un nudo en la garganta, ya no estaba seguro de haber hecho lo correcto al devolverle a Shinji los recuerdos de sus ciclos pasados; era doloroso verlo de ese modo, se sentía muy egoísta.
-Shinji, escúchame. Todo lo que acabaste de recordar, forma parte del pasado y son cosas que no volverán a suceder. Esta ya es otra vida, una nueva oportunidad y yo simplemente quise cumplir mi promesa de volvernos a ver. Perdóname, lamento hacerte sufrir de esta manera. Te amo, siempre te he amado y sé que te amaré por toda la eternidad.
Shinji levantó la mirada hacia Kaworu y por un instante sintió unas inmensas ganas de golpearlo en el rostro, ya que no era capaz de comprender cómo alguien a quien tanto daño había hecho, podía amarlo de semejante manera.
Ikari pensaba que el otro estaba jugando con su mente y que buscaba confundirlo pero al mirarlo a los ojos, pudo finalmente darse cuenta de cuan equivocado estaba. Esos bellos ojos escarlata expresaban sinceridad y amor verdadero.
-Ahora entiendo la razón por la me sentí profundamente atraído hacia ti desde que te vi -afirmó Shinji al reconocer lo que le había sucedido- Fuiste parte de mi vida en varias ocasiones, algo me decía que ya nos habíamos visto antes.
Shinji colocó sus brazos alrededor del cuello de Tabris y esta vez fue él quien lo besó, lo hizo de una manera apasionada e intensa. Era un modo de decirle que su corazón le seguía perteneciendo, que lo adoraba y que era todo para él.
Tabris no podía sentirse más dichoso con eso, su vida por fin cobraba sentido nuevamente. Pero también necesitaba sincerarse con él para poder estar en paz. Lamentaba tener que quebrar aquel beso aunque Shinji no quería apartar sus labios de los de su querido albino.
-Escúchame, Shinji, es preciso que sepas algo.
Pero el otro chico no deseaba escuchar nada, solo quería seguir besándolo más. Al final, Tabris lo detuvo un momento y lo apartó para verlo.
-Estoy complacido de encontrarme otra vez contigo, mi querido Shinji. Pero tienes que saber que no soy un ser humano y que Kaworu Nagisa es solamente mi identidad en este mundo.
-¿Qué quieres decir?
-En realidad me llamo Tabris y soy un ángel, es decir, no pertenezco a este mundo y si regresé fue porque el Creador me concedió un gran anhelo que tenía, volver únicamente para verte y cumplir mi promesa. La verdad es que no sé cuánto tiempo más me quede en este mundo.
-¿Tabris? ¿Un ángel? -Shinji desesperó y lo miró con desconsuelo- ¡¡¡No es verdad!!! Tú eres Kaworu, eres Kaworu Nagisa, la persona que yo amo y con la que quiero permanecer para siempre. ¡¡¡Dime que no vas a irte de nuevo, dime que te quedarás a mi lado!!! ¡¡¡Dímelo!!! Tu promesa todavía no fue saldada, así que no puedes irte. ¡No lo harás, no quiero!
Shinji nunca había hablado con tal elocuencia, lo que dejó a Tabris conmovido.
-Prometiste que me harías feliz, ¿recuerdas? Pues bien, regresaste, ahora hazme feliz y quédate a mi lado para siempre.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español