No es mi culpa. . .
No es que quisiera…
No es que lo deseara…
Solo soy así…
¿Por qué no lo aceptas?
Un pequeño niño de cinco años, muy feliz de cabellos violetas corría a mostrarle un dibujo a su maestro estaba muy animado por su logro.
-Maestra mire lo que dibuje –Mostro con orgullo su dibujo –
-oh, ¿ese eres tú y tu amigo Gaku-chan? –Pregunto –
-No, es mi futuro esposo –Respondió sonriendo –
-eso no es posible dos hombres no pueden casarse –Contestó la maestra manteniendo la calma ante el inocente joven –
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué no?! –Exclamo con tristeza en su voz –
-por qué no es algo normal –Profirió la maestra dejando triste al joven –
El joven regreso cabizbajo a su casa pensando en las palabras de su profesora… pero a él le gustaba… ¿Por qué no era normal? Quería que fuera su esposo ¿qué tenía de malo?
-Bienvenido, ¿Cómo te fue en la escuela? –Le pregunto su padre cuando había llegado a su casa –
-. . .f…fue divertido –Pronuncio apretando con fuerza su dibujo, mientras se sentía triste por dentro –
¿Está mal pensar de esta manera?
¿Ver las cosas distintas a los demás?
No es que sea diferente
No tengo una pierna de más…
Sabes… el rechazo… duele
Pero yo no pedí ser
Así… yo no pedí… nacer así.
A los doce años ya no podía ocultar más aquellos sentimientos que se arremolinaban en su pecho sin dejarlo ser libre… ser consumido por aquella sensación de mariposas en el estómago.
-Kiyoteru tengo que hablar contigo… a solas –comentó con cierto nerviosismo –
-Ah claro –Respondió para que se alejaran de su grupo de amigos al estar lejos de los demás – ¿Qué querías decirme?
-Y…yo…yo… ¡Te amo Kiyoteru! –Vocifero completamente nervioso su cara estaba roja y encendida por la vergüenza… pero… a quien iba dedicado su amor puso cara de asco –
-¿me has estado viendo de esa forma todo el tiempo? Eres lo peor, me das asco… pero que se podría esperar de alguien que tiene apariencia de niña… siempre supe que eras extraño –Su voz mostraba la repulsión que le causaba al recibir tal confesión por parte de otro chico –
-. . . lo siento… era mentira…yo…solo bromeaba enserio –Contestó con el corazón hecho añicos –
-¡Aléjate de mí no te quiero volver a ver! –Y se marchó de allí corriendo, Gakupo se había quedado estático sin saber que decir. . . las lágrimas se avecinaban por salir de sus ojos –
Pero aquello no sé pudo quedar entre ellos dos, un par de chicos habían escuchado aquello y se encargaron de divulgarlo entre los demás alumnos. Mientras estaba acostado en posición de descanso y las lágrimas salinas eran derramadas desde sus ojos escuchaba los murmullos de sus compañeros.
-Oí que Gakupo se le declaro a Kiyoteru –Murmuro una joven–
-Wo… pero que horrible –Respondió –
-dicen que si lo tocas también te volverás Gay –Murmuro un chico –
-“¿Por qué soy el único que tiene que sentirse de esta manera?” –Pensó derramando más y más lágrimas –“quiero morirme así tal vez… reencarnaría como un chico normal”
No puedo evitar mirar al espejo
Y aborrecerme de lo que veo
No soy lo que deseo ser
No soy lo que soy. . .
Lo que quiero ser…
Solo caí en cuenta
De lo que debo ser
No es correcto
Por eso yo la lastime.
A sus dieciséis años de edad tenía una relación con una bella chica de gran corazón que estaba perdidamente enamorada de él su nombre era Megurine Luka, quien le había entregado su cuerpo y su corazón solo por permanecer a su lado.
-Oye Gakupo ¿tú en verdad me amas? –Le pregunto, se encontraba nada más en ropa interior luego de que había hecho el amor –
-¿a qué viene eso? –Pregunto mirando a la joven –
-No puedo ayudarte pero sin en verdad me amas –Dijo ella un tanto nerviosas de sus palabras –
-Te amo –pronunció con una sonrisa en sus labios, una falsa que hacía su corazón pedazos –“terminare con ella gentilmente”
-¿enserio? Qué alivio –pronuncio abrazándole aquel pequeño cuerpo se encontraba temblando, al mirarse en aquel espejo con su sonrisa fingida sus ojos mostraban su aflicción –
-“Estoy harto de esto” –Pensó –
Por que
A quien vi a través de ese espejo
No era yo
Era el quien los demás quería que yo fuera
No era yo…
Simplemente. . . no era yo
Y eso me causaba a un más dolor
A su dieciochos se encontraba solo metido en su propio mundo para no lastimar a alguien para no ser lastimado él mismo.
-Eres en verdad introvertido, hermano –Pronunció su hermana mientras le observaba escribir en el computador con sus lentes puestos –
-No lo soy, ¿también voy a la escuela sabes? –Profirió sin siquiera mirarla tecleando en su computador –
-pero siempre vienes a casa después de la escuela no tienes amigos ¿o sí? –Objeto cruzada de brazos –
-¿a quién le importa? Es más divertido escribir historias –Contestó con desgano –
-Que desperdició –Contestó ella –También tenías una novia muy linda y terminaste con ella
-Simplemente no, nos llevábamos bien en muchas formas, vamos déjame en paz ¡Sal! –Prorrumpió ya cansado de aquella conversación –
-Ya está bien –Pronuncio para salir –
-“Estar con otras personas me hacen recordar lo diferente que soy, solo me hace sentir solitario” –Pensó mirando hacia el techo –“Bueno supongo que es mejor permanecer de esta forma y morir solo. . . que forzarme a mí mismo a estar con otras personas”. . . “no quiero ser herido de nuevo”
Y en la soledad que yo mismo me conferí
Renegándome a salir
No deseo volver más
A ser lastimado
Como tiempo atrás
Veinte años, resignado a morir solo, mientras estaba en la universidad observo al chico nuevo, aquel hermoso cabello azul, aquellos dos hermosos ojos mares, su corazón comenzó a latir con agitación en ese solo instante.
-¿me puedo sentir aquí? –Pregunto sonriendo, su corazón comenzó a latir de manera agitada que sentía que de su pecho se saldría –
-¡. . .! a…adelante –Balbuceo, sentía sus mejillas ardes –“. . . es realmente lindo”
-Gracias –Respondió sonriendo –Soy Kaito un placer conocerte ¿Cómo te llamas? –Pregunto –
-Soy Gakupo –Pronunció su corazón cada vez latía agitado hasta el punto que sentía que el contrarió podía escucharlo –“oh mierda, no debo permitirme, tener estos sentimientos”. . . “no debo demostrarlos”
Con él
Me sentí volver
A nacer
Él era como yo
Pero yo…
Destinado a estar solo estoy.
A sus veintidós años era en parte feliz porque tenía a alguien que comprendía aquellas emociones que no podían comprender los demás, ya no se sentía extraño o diferente a su lado. Mientras bebían animadamente y las copas subían.
-Kaito besémonos –Pronunció con hipo en su voz abrazándose del cuello del contrario –
-Gakupo estás ebrio –Contestó nervioso –
-pero ~ quiero besarte ~ –Reitero con el sonrojo por el alcohol en sus mejillas –
-. . . bien… solo una vez ¿de acuerdo? –Respondió desviando la mirada nervioso –
-Yaa...yai –Prorrumpió feliz para besarle, un beso de labios borrachos nervioso –. . . te amo Kaito –Aquellos ojos de sorpresas atentos a los suyos le hacían sentir nervioso – ¿no soy bueno? –Pregunto para solo volver a ser besado por el contrario –
Aquel beso se tornó cada vez más fogoso y lo que sería un beso, se tornó dos… luego tres hasta que ambos cuerpos necesitaron mucho más que ese simple rose de labios y desearon más y más, hasta convertirse en un sólo ser. Se despertó a la mañana siguiente con un dolor de cabeza, sentía un dolor en su espalda baja, para que todos los recuerdos de la noche anterior se vinieran a su mente.
-“¿¿Eh?? Espera, ¡¿Qué?!” –pensó completamente alterado para observar al joven que yacía durmiendo tranquilamente en la cama –
Y estaba mal
Lo que yo había echo
Desde pequeño me han dicho
Que dos hombres no pueden estar juntos
Pero estos latidos con un nombre
Estos sentimientos pecadores
No puedo.
Tiempo después se encontraba huyendo de sus sentimientos, de aquellas emociones de aquellos recuerdos que él le había otorgado y que por primera vez lo hizo sentir completo.
-¡Gakupo!, ¡Espera Gakupo! –Vocifero detrás del nombrado intentado alcanzarlo hasta tomarle de la mano y detenerlo ambas respiraciones estaban agitadas por correr – ¿por qué me estás evitando?
-Estaba realmente ebrio esa noche. . . lamento haber hecho algo tan raro –Pronunció mientras su cuerpo temblaba –Por favor olvida todo lo que paso
-Gakupo mírame –Pronunció con decisión en su voz –
-Mantendré la distancia hasta que sea capaz de ordenar mis sentimientos por ti –Continuo sin prestarle atención intentado contener las lágrimas que deseaban derramar sus ojos por el dolor –“detente no me des ilusiones” “no quiero ser herido de nuevo” –Pensó mientras las lágrimas que contenía eran derramadas – ¡porque esto no es normal! –Prorrumpió sin él mismo creérselo – “por favor no te acerques más a mí”
-¡Esto es normal! ¡No hay nada de malo en enamorarse de alguien! –Vocifero su acompañante – ¡Te amo Gakupo! –Exclamo haciendo que el nombrado con lágrimas en los ojos volteara a mirarle para tomarle entre sus brazos y abrazarle –
-¡No puede ser… pero! –Y fue interrumpido por Kaito –
-No miento –Dijo apretándole más fuerte –Desde que te conocí he estado interesado en ti ¿Qué sientes por mí, Gakupo?
-“¿ah? “. . . yo. . . yo –Su cuerpo se encontraba temblando, sus lágrimas por el llanto querían seguir brotando de sus ojos – ¡También te amo! –Logro pronunciar echándose a llorar más fuerte –“Entonces así se siente tener sentimientos correspondidos” “Estoy tan feliz de estar vivo”
Y el tiempo…
Que parecía tan corto
Pero era tan largo
Fue tan maravilloso
Estando a tu lado.
Treinta años había salido juntos a pasear por la playa aunque no faltaba mirada indiscreta murmullos juzgadores porque estaban tomados de la mano ya no les importaba a ninguno de los dos lo que pensaran de ellos. . . al fin y al cabo se amaban.
-Es un hermoso atardecer –Pronuncio mirando como lentamente el sol se ocultaba en el mar creando distintos matices tanto en el cielo como en el agua –
-Si –Prorrumpió Kaito para mirar a su pareja sonrió observando esos ojos zafiros destellantes de brillo y felicidad, se arrodillo ante él para sacar una cajita de terciopelo morado –Gakupo –Pronuncio el nombre de su pareja haciendo que le mirara –Tú. . . ¿Me harías el honor de casarte conmigo y hacerme más feliz de lo que ya me haces?
-K…Kaito –Se había quedado sin habla no se había esperado tales palabras su corazón desorbitaba de felicidad – ¡Sí! –Pronunció para lanzarse en brazos de su pareja –
Al día siguiente muy nervioso le fue a decir a sus padres sobre su compromiso con Kaito quienes lo, aceptaron bastante bien.
-Hijo ya que tu hermana no lo quiso usar –Dijo su madre sacando algo de una caja – ¿quieres usarlo tú?
-Oh Gakupo te quedaría muy bien –Pronunció Kaito muy contento, las mejillas del nombrado se coloraron de rojo –
-Me niego rotundamente a usar un vestido de novia, soy gay, no travesti –Profirió con un tic en su ceja por la irritación que sentía, no hacía su madre si no hacia su prometido –
-pero es que…
-Te dejo en abstinencia –Contestó mirándole de manera fiera –
-Eh… mira creo que te verás mejor en traje, si traje y corbata los dos –Los padres del joven de cabello violeta comenzaron a reír por ello –
Pero aunque no fue por insistencia de su prometido si no de su madre término usado el vestido de novia que por alguna muy extraña razón le quedaba perfecto.
Aquel día.
Fue maravillosamente perfecto para ambos
Nunca pensé vivir una experiencia como esa
Tú me has dado
Recuerdos inolvidables
¿Lo sabías?
Setenaseis años de edad ya ninguno de los dos era joven ahora Gakupo se encontraba en cama sin poder moverse. . . mientras Kaito le acompañaba a un lado de él, con las lágrimas asomándose por sus ojos cuales dos mares a punto de derramarse y mancillar sus mejillas.
-¿estás bien, Gakupo? –Pregunto observando la sonrisa en los labios agrietados de su pareja –
-Sí –Pronunció para observando a su amado, tomo sus mejillas con manos temblorosas y arrugadas por el tiempo –Odio verte así de triste, Kaito. Incluso cuando era pequeño, asumí que moriría solo. Todo porque me gustaba un chico. Pero desde que te conocí mi vida ha estado llena de felicidad. Gracias
El joven de azulinos cabellos solo pudo abrazar y aferrarse a aquel cuerpo tendido en cama, mientras las lágrimas descendían una a una por sus mejillas, para escuchar el tic…tic…tic……… de aquella maquita que anunciaba que su pareja no volvería a abrir los ojos.
“Estoy muy feliz de haberme enamorado de ti”
Fin. . .