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El escritor está bueno. *HunHan* por Azul Olivia

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Notas del fanfic:

Hola bebés!

Esto... legaría a ser, la explicación de cómo Luhan conoce a Sehun, me lo pidieron, y aquí esta. 

(Hagan sus pedidos con confianza, estoy de oferta(?))

Al incio, explica mucho todo y, el final es rápido. Es raro, pero, ya tengo sueño xdd. En fin, espero que les guste, bebés. Por cierto, Gracias pos sus comentarios, me encanta leerlos~ 

 

Notas del capitulo:

Amo cuándo Luhan adquiere esta personalidad, me parece tan... kladjioaasdklfhauhfasjdasdjf, no sé si me entiendan~ c: 

 

Buena lectura, bebés! 

-¿Puedo tomar su orden?- le pregunto, el chico de gafas negras me mira,  se acomoda la chalina y ahora puedo ver sus labios. Parece que sonríe.

-Te quiero a ti.- me dice, yo rio, acostumbrado a este tipo de “Piropos”

-Lo siento, parece que tienes un mal día, justo en la mañana me quitaron de la carta, una pena.-  le digo, fingiendo tristeza, los labios del chico frente a mí, se ensanchan, formando una sonrisa.

-Entonces, quiero un cappuccino. Si no fuera molestia.- le contesta, lo anoto en mi libreta asintiendo.

-¿Algo para acompañar?- le pregunto, el ladea la cabeza.

-Diría que tú, pero estás trabajando.- me contesta, una sonrisa se me escapa de los labios.

-Si bueno, un lastima, me encantaría acompañarte, pero, si no atiendo clientes me despiden y no. Eso no sería bueno. Hoy, hay unos deliciosos postres, míralos aquí.- le señalo la carta, acercándome a él, solo un poco, el me mira, o eso creo. Es difícil saberlo, porque tiene lentes oscuros,  un gorro, una chalina y una chompa gigante. Con excepción de los lentes, todo sería normal ya que, es de noche, y el frío es horroroso. Aunque, aquí adentro, hace un poco de calor~

-Unas galletas, de café estarían bien.- me dice. Yo asiento, recojo la carta y le sonrió.

-En unos momentos le traeré su orden, con permiso.- me doy la vuelta y camino, le entrego la orden a Yeol, el gigantón encargado de la cocina, el chico me sonríe y se mete adentro.

-Luhan.- me llaman, volteo, y es Hyukjae, escondido tras el mostrador, lo miro con una ceja alzada, el me hace señas para que valla hacia él, con sigilo, yo rio, despacio me dirijo a él, él toma mi mano y tira e mí, llevándome hacia abajo, como él.  –Necesito que me hagas un favor.- me dice. Tuerzo los ojos.

-¿Jessica está aquí?- le pregunto. El asiente con un rostro horrorizado.

-Sí, no deja de acosarme. Ayúdame.- me dice, su rostro no va para nada con su cuerpo. Está asustado. Su cara dice: “mi ex novia quiere joderme otra vez, está tan loca que le tengo miedo”  mientras que su cuerpo dice: “Prepárate, esta noche te voy a dar, y duro.”

-Bueno,  pelirrojo. Veré lo que hago.- un suspiro se le escapa de los labios

-Eres el mejor.- me dice, yo rio. –Por eso Donghae te ama.-

-Sí, tu novio es lindo.- le susurro. –Ve al segundo piso, dile a Minseok que baje, yo me quedaré aquí, no te preocupes.-

-Gracias.-

Lo miro una vez más, y extiendo mi mirada, allá esta, cerca de la ventana de la calle, la rubia falsa de Jessica, aunque, yo también lo soy. Pero, la diferencia es que, yo soy hermoso, y ella… solo existe.

La campana de Yeol me llama, volteo a ver, y Yeol me mira con una sonrisa, asiento mientras recojo la bandeja, la llevo de nuevo hacia el chico extraño, que se me hace conocido…

Jessica y el hico son distintos. Por un lado, Jessica llama mucho la atención, tiene un vestido rojo ceñido al cuerpo,  esta frente a la ventana, cualquier persona puede verla, siempre.

Mientras que, el chico raro, siempre está escondido, siempre abrigado, siempre con lentes, creo que es la tercera semana que lo veo, no estoy seguro. El chico raro siempre se sienta casi a la última fila, lejos de donde alguien pueda verlo.

Es raro.

-Su capuchino y sus galletitas de café, gracias por su preferencia.- le digo, sonriéndole.

-¿Me das tu numero?- me pregunta, sus labios están escondidos y forman una línea de nuevo, le arqueo una ceja. Luego sonrió.

-Claro. Tengo el número seis, en los mozos de aquí, estoy justo después de Minseok. Buenas noches.- sin esperar repuesta, me giro riendo, soy muy malo. Esa es la desventaja de vivir con Kyungsoo. Sonrió para mis adentros.

Y mi sonrisa se esfuma cuando me dirijo a la mesa de Jessica.

-Buenas noches, ¿Puedo tomar su pedido?- sumiso, flojito y cooperando, como dice Baekhyun,  eso es, solo para los clientes, fuera del local, vuelve a ser como antes, me repite.

-Quiero a Hyukjae.- me dice, sus labios juntos, se ve enfadada.

-Yo también, pero, no creo que sea un buen momento para decir a quién quiero y a quién no, así que, ¿Puedo tomar su orden?- le sonrió con soberbia, ella me mira irritada, me odia lo sé, pero no es como si me importara.

-Quiero que me atienda Hyukjae.- Me dice, masticando cada palabra.

-Oh, es una lástima, eso no sucederá.- le anuncio.

-Regresaré mañana.- me dice, molesta, toma su abrigo gigante y se lo coloca antes de salir por la puerta. Demonios, perdí un cliente, espero que Leeteuk no haiga visto esto.

Falta solo quince minutos para que termine mi turno.

Puedo soportarlo.

-¿Lulú?- la vos inconfundible de Minseok me llama, me giro a verlo y guao. Se ve radiando.

-Te ves… ¡Wow!... ¿Tienes novio?- le pregunto, batiendo mis cejas.

-Sí, dese ayer.- me contesta, ¡Adoro verlo sonrojado!

-¿Quieres otro?- le pregunto, codeándolo, el solo ríe, y se sonroja, más.

-Yeol dice que ya puedes entrar a la cocina, Baekhyun y Tae, están abajo, Hyukjae y Sunny están arriba, tu y yo, podemos irnos, ellos cerrarán hoy, ¿no es genial?-

-¡Es perfecto!- le digo riendo, ambos nos dirigimos hacia la cocina, antes de entrar, miro hacia el lugar del raro, este me mira… o eso creo, jamás entiendo gracias a sus lentes. Le sonrió y entro.

-¡Mis niños!- nos saluda Leeteuk, abrazándonos, como siempre. –Han tenido un buen desempeño hoy, ¡Como siempre!- dice, nos suelta, y yo vuelvo a respirar. Él siempre es muy cariñoso, un buen padre. Es el jefe aquí.

-¡Gracias!- decimos en coro, él nos sonríe.

-Ya no hay muchos clientes, así que, pueden irse a casa temprano, mis bebés.-

Sonrió enseñando mis dientes, Leeteuk me devuelve el gesto y se dirige hacia los fregaderos, seguro a mirar al nuevo empleado, ¿Cómo se llamaba? Kangin, creo.

Min y yo nos dirigimos hacia vestidores, me quito el delantal, la camisa, el chaleco y el pantalón en segundos, estoy solo con bóxer, Minseok apenas se ha sacado la camisa.

Puedo molestarlo.

-Hey Min, tu y yo, un rápidín aquí, piénsalo.- le guiño un ojo, le sonrió de lado y me paro provocativamente, el sonrojo de Minseok es épico. –Aprovéchame que estoy bueno.- le digo.

El ríe sonoramente, niega con la cabeza y se sienta en la banca, torpemente.

-No puedo ser infiel, ¿Por qué eres increíblemente apuesto?- me pregunta, ambos reímos.

-Belleza natural.- le digo. El ríe y niega con la cabeza.

-¿iras en tren?- me pregunta.  Yo asiento. -¿Vamos juntos?- vuelvo a asentir.

-¿Y luego tiramos?- le pregunto, ambos reímos escandalosamente de nuevo.

Termino de vestirme, me pongo un pantalón negro, ceñido, una cafarena café y  mi casaca, hace un frio horroroso afuera, hay que estar bien preparado.

Minseok se viste más rápido, su cabello naranja resala entre toda la ropa que usa, se ve bien con ese nuevo color, JongDae se sacó el premio mayor al ser aceptado por el bollo.

-¿Vamos?- me pregunta, yo le sonrió.

-A dónde tú quieras.- le guiño el ojo de nuevo, el ríe  y me da la espalda, de seguro sonrojado. Es muy tierno Minseok.

Antes de salir por la puerta trasera, nos despedimos de todos, hoy es jueves, así que, mañana y pasado no vengo, pero igual, mañana estudio. Así que, debo llegar temprano a casa. De seguro Kyungsoo está despierto, esperándome. Es muy lindo de su parte eso, pero, a veces me toca cerrar el establecimiento a mí, y me demoro mucho, y él tiene clases temprano, no es justo para él que se tenga que acostar tan tarde.

-¿Y qué tal las cosas con Soo?- me pregunta, vamos de camino hacia el subterráneo, el lugar está casi desierto, entes tenía miedo caminar por aquí, pero, ahora creo que estoy acostumbrado, son casi las doce, si no me equivoco. El último tren de la estación, es el de las doce y quince.

-Cocina delicioso.- le digo, el ríe, sabe que me gusta la comida. Y el fútbol.

-Barriga llena, corazón contento.- me dice, yo rio, porque es cierto.

-¿Qué harás mañana?- le pregunto.

-Universidad, Chen, comer, Chen, Tareas. Lo bueno es que tengo el día libre mañana, y los martes también. Es extraño, pero, el jueves y el domingo son los únicos días en donde trabaja todo el personal.- me dice, ladeando la cabeza.

-Es cierto, lo entiendo por el domingo, pero, ¿El jueves? Eso no tiene sentido.- ambos asentimos a la vez. Nos miramos y sonreímos.

Bajamos la escalera, que es la entrada del subterráneo y nos dirigimos hacia unos asientos, es lo bueno de tener la tarjeta con saldo ilimitado, solo para el tren. Soy pobre.

Faltan seis minutos para que llegue el próximo tren, Minseok esta bostezando cada dos segundos, y eso no es bueno para mí. Se me está pegando el sueño.

Él apoya la cabeza en mi hombro, y yo apoyo mi cabeza sobre la suya, echamos una pestañeada.

El tren llega, hay algunas personas dentro, muy pocas, le tomo de la mano a min, y lo jalo hacia adentro, el entra medio desorientado, busco una asiento y nos sentamos juntos, dejo que él se recueste en mi hombro de nuevo.

Ahora no puedo dormir, sería bueno llamar a Kyungsoo. Marco su número, después de tres timbres él me contesta, ¿Habrá estado dormido?

-Luhan.- me saluda, tan cariñoso como siempre.

-Hola Soo~- le saludo, se oye un bostezo. -¿Estabas durmiendo?- me asombro, ¿Estará enfermo?

-Sí, tengo mucho calor y mucho sueño, creo que estoy enfermo.-

-Mañana tengo día libre, y no iré a la universidad, pase bien los parciales. Es un milagro. Mañana te quedarás en casa y yo te cuidaré.-

-No seas idiota, tengo clases.- me dice, giro los ojos. Es inútil. Kyungsoo es muy cumplido siempre.

-¡Pero ya aprobaste todo!- me quejo, Minseok se sobre salta. –Lo siento, lo siento, vuelve a dormir.- le digo, rascando su cabeza, el bosteza y se acomoda de nuevo. –Dame una sola razón por la cual no quieres faltar. Y lo peor es que, tu ni siquiera entras a clase, ¡Estas metido en la biblioteca! ¡Vives ahí!-

-Un libro.- me dice.

-Bueno, pídelo prestado y listo.-

-No es un libro de la facultad, es otro, lo empecé ayer, lo leo por internet, ya voy por la mitad, y me he enganchado, amo a Kai. ¡Es tan perfecto!-

-Sí que estas enfermo.- susurro. Kyung, no es mucho de hacer notar sus emociones, y ahora parece que ha comido mil kilos de azúcar. –Bueno, mañana iré a comprártelo, te quedarás en casa, y ya veremos que comemos, no te preocupes, tengo dinero. Sigue durmiendo.- le digo.

-Me llamaste porque no quieres quedarte dormido en el tren, ¿Cierto?-  me dice, me sonrojo descubierto. –Y tienes más sueño al ver que alguien está durmiendo cerca de ti, y, por el tono en el que le hablaste, está muy cerca de ti, como si estuviera durmiendo en tu hombro. Y, son pocas las personas a quien tratas así, entonces, suponiendo que, solo estás con una persona, puedo decir que es Minseok, el que va dormido en tu hombro, justo ahora.- me dice.

Tiene la inteligencia del diablo. ¡Es un jodido genio!

-Criminología, el mejor alumno de la clase, ¿Por qué no me sorprende?- le pregunto, el ríe, un estornudo se le escapa. –Ni enfermo dejas de usar ese cerebro tuyo.- le digo.

-Es gripe. Ya lo creo.- me dice. –No puedo mantenerme despierto, lo siento. ¿Por qué no me cantas un poco?- me pregunta, miro hacia ambos extremos, solo hay unas seis o siete personas, durmiendo. Bebo ser silencioso.

Espera un momento.

¿El chico raro está aquí?

Lentes, chalina, una chompa gigante. ¿Me está mirando? ¿O está dormido? ¿Cómo saberlo? La única diferencia es que, ahora, el chico, tiene una capucha,  no creo que sea el mismo chico. Definitivamente. Necesito dormir.

Pero, se parece mucho…

-ideas mías, debe ser el sueño.- susurro.

-¿Qué pasa?-  se oye, su vos es preocupada.

-Oh, nada Kyung, tengo sueño, me pareció ver algo. Te cantaré en vos baja, ¿De acuerdo?-

-Está bien. Solo no te duermas.-

-Bien, descansa.- empiezo a cantar en voz baja, una canción que le gusta mucho a Kyungsoo, se oyen suspiros de fondo, seguro está en la cama, con el celular al oído.

La primera vez que vivimos juntos, fue en la universidad, siendo compañeros de cuarto, luego, la madre de Kyungsoo le compró una casa pequeña, solo para él, pero, como a Kyungsoo no le gusta vivir solo, me pidió que nos mudáramos, y, de cierta manera me conviene, es fácil llegar a casa, desde la universidad, o desde el trabajo. Solo son tres paradas de tren  o cuarenta minutos en bus.  La universidad me quedaba más lejos al trabajo. Y el trabajar de siete a doce, no me ayudaba mucho tampoco.

Nuestra parada llega, remuevo a Minseok, el me mira confundido y adormilado, enserio, este chico es muy tierno. Nos paramos despacio, le paso mi mano por la cintura llevándolo, Min aún sigue medio dormido cuando bajamos del tren y cuando salimos del subterráneo.

-Min, ¿Quieres que te acompañe a casa?- le pregunto, el pestañea varias veces y me sonríe.

-No es necesario, no te preocupes, lo siento, tuve mucho que hacer hoy, y por eso me siento cansado, llegaré bien a casa, Chen me está esperando.- me dice

-Bien, ve con cuidado, ¿De acuerdo?-le pregunto.

-Está bien, nos vemos el domingo, mándale mis saludos a Soo, ¡Adiós!- me sonríe y yo le sonrió, le veo caminar calles abajo y, cuando ya estoy seguro de que estará bien, me doy la vuelta, caminando hacia arriba. Miro mi celular, está a punto de morir. Y aún está llamando a Kyung.

Me lo pongo a oído y puedo escuchar su lenta respiración. Esta dormido. Sonrió satisfecho.

Con el teléfono en el oído, camino, aunque puede que sea peligroso, y no me convenga mucho hacer esto, sé que no se debe hacer, pero, el hecho de vivir con Kyungsoo, te hace perderle el miedo a ciertas cosas.

En menos de cinco minutos estoy en casa. Abro la puerta despacio, la respiración de Kyungsoo me indica que aun duerme. Subo a su cuarto y le veo, acurrucado en la cama, tiene la cara roja, valla, en serio está enfermo. Pobre bebé.

-Soo, ya llegue, buenas noches.- le susurro, le quito el teléfono y lo dejo en la mesa de noche, no es nada raro que, todas las cosas de Kyung siempre estén ordenadas, su orden me estresa, yo soy mucho más desordenado.

-Buenas noches, hay comida en el microondas.- susurra. Sonrió y le acaricio la cabeza, ni enfermo deja de preocuparse por mí.

Oh, diablos, Kyung tiene la frente caliente.

-Kyung, tú…-

-No te preocupes, ya tome unas pastillas, en un par de horas empezaré a sudar y luego estaré bien, solo es gripe.- me dice.

-¿Debo hacerte compañía?- le pregunto, el ríe, con los ojos cerrados.

-No. Me estorbas.- me dice riendo. Yo sonrió.

-Espero que las pastillas curen tu cerebro también, bebé.- le digo, apachurrando su mejilla. El gruñe.

-Estoy enfermo, no inválido, puedo levantarme y golpearte.- dice, lo suelto rápido.

-¿Lo siento? Mañana no irás a la universidad, haré las compras de la semana también, ¿Cómo se llama tu libro?- le pregunto. Él sonríe enseñándome los dientes, aun con los ojos cerrados.

-Don Juan es gay.- me dice, me extraño.

-¿Lees cosas con ese título?- le pregunto. El ríe.

-Y estoy enamorado del protagonista, es todo un don Juan, deberías leer el libro también. ¡Amo al escritor! Ojalá algún día lo conozca y le diga lo bueno que es su trabajo-

-Lo pensaré,  Seguro lo conocerás, el mundo es pequeño. Ahora descansa. Buenas noches.-

-Buenas noches.-

Él se acomoda en su cama, yo le apago la luz y salgo, dejando la puerta abierta, como le gusta.

Entro a mi cuarto y es un asco, valla, parece que Kyung ha estado enfermo toda la tarde, normalmente, Kyung siempre limpia mi cuarto, y, ahora que lo veo, en serio. Soy un total desordenado.

Me quito las zapatillas, me desnudo y me meto a la ducha, ¡Oh, sí! Necesitaba uno de esos.

Ahora sí, puedo dormir tranquilo.

--

Me despierto cuando el sol me da una cachetada. Veo mi celular, está apagado. Refunfuñando lo pongo a cargar, no tengo idea de que hora es, me levanto con cara de sueño y voy al cuarto de Kyung, me sorprende encontrarlo así.

Con los pies en las almohadas, totalmente destapado y semidesnudo.

Su pálido color a vuelto, y su cabello negro está pegado a su frente. Signo de que ha sudado, tenía razón, supongo que ya está bien. Le escribo una nota.

“Buenos días Kyung, si tienes hambre, te quedas así. No salgas de la cama, ni mucho menos abras el refrigerador, regresaré pronto, haré las compras.”

Mi estómago suena, bajo hacia la cocina y pongo a calentar mi comida de ayer, subo a mi cuarto y me cepillo los dientes, me cambio de ropa, peino y bajo. Todo muy rápido, como siempre.

Mi desayuno/cena esta caliente, como despacio, ¿Traje mi cartera? Tengo dinero ¿No?

Reviso mis bolsillos, nada. Mi cartera está arriba, de mala gana me regreso, saco mis llaves junto a mi cartera y bajo, dejo mi plato en el fregadero y salgo.

Pienso que, primero debería ir a comprar el libro y luego al súper mercado.

Ahora. ¿Dónde hay una librería? ¿O es biblioteca?

Maldición. Yo no conozco de esas cosas.

Paso por el parque, espero encontrar a alguna persona conocida pero no hay nadie. En la mañana no hace tanto frio, el frio viene en la noche. Así que, la genta camina muy animada, solo con un polo o cafarena.

A lo lejos veo a una chica leyendo un libro. Perfecto.

Me acerco a ella y carraspeo antes de hablar.

-Hola. Siento molestarte. ¿Conoces alguna biblioteca cerca?- le pregunto. Ella me mira y se sonroja. Suelo causar ese impacto en la gente.

-Ho-hola.- tartamudea, Oww, es linda. –Hay una, a tres calles de aquí, doblando la esquina.- ella me señala el lugar y yo asiento, se ve emocionada. –Hoy hay una firma de autógrafos, ¡Están regalando libros! A mí me dieron este.- me dice, me enseña el libro y ¡Hey! ¡Ese es el libro que quiere Kyung! –El autor es muy guapo, puedes hablar con él un poco mientras firma tu libro.- añade.

-“Don juan es gay”- digo, aguantando la risa. -¿Dices que los están regalando?- le pregunto, ella asiente animada. –Gracias linda. Un placer hablar contigo.- le digo, ella me sonríe nerviosa.

Camino por la dirección que me dio la chica, ¿Qué es una firma de autógrafos? ¿Debo ir de traje formal? Me reviso lentamente el cuerpo. Justo hoy tuve que vestirme así. ¡Con mi uniforme me veo más formal! No es justo.

Tengo unos pantalones ceñidos, azules, rasgados, zapatillas blancas, altas, como el resto de mis zapatillas, un polo blanco con líneas azules, mi cabello, ¿Me peine? No lo recuerdo. Mi ventaja es que, soy guapo, y alto, así que, sé que me veo bien

Llego a la biblioteca. Está llena del libro que quiere Kyung. Entro y valla, el lugar se ve tan aburrido. Lleno de libros… gruesos… que estresante.

Un chico en la puerta me sonríe, me ofrece un libro y lo cojo rápido al ver que es el libro que quiere Kyung, sonrió satisfecho.

-Si no quieres pagarlo, debes ir hacia allá, a hacer cola, para que te lo firmen.- me dice.

-¿Hacer cola yo? ¿Dónde lo pago?- le pregunto. El ríe. El chico es guapo, tiene la piel bronceada, sonrisa juguetona y mirada electrizante, seguro es actor. Porno.

-No has leído el libro, ¿Cierto?- me pregunta, mordiéndose el labio, parece que quiere reír, y fuerte. Unas chicas entran y lo ven, él les da una sonrisa gatuna, las chicas estallan de felicidad. Él les reparte libros también. ¡Incluso le toman fotos! ¿Quién es él? ¿El escritor?

-¿Se nota? Como sea, creo que estás ocupado.- le digo, el me mira sonriendo gatunamente, se llame el labio y me guiña un ojo. Las chicas gritan de nuevo. Yo no me asusto. Es más, le guiño un ojo también. Coqueto. A mí no me va a ganar un chico con cara bonita, buen cuerpo y electrizante carisma, yo arraso con todos.

Las chicas vuelven a gritar, le toman fotos, el chico moreno se apoya sobre la mesa donde están los libros, valla, ¿Sera modelo? Es bastante bueno.

-¿Te podrías tomar una foto con Kai? - me pregunta una chica, el moreno levanta la vista, yo ladeo la cabeza. ¿Quién es Kai? –Eres muy guapo.- me dicen y, ¡oh! Eso es cierto.

El moreno se acerca a mí, me extiende la mano, yo le imito el gesto.

-Mucho gusto, soy Kai, uno de los personajes del libro que tienes en las manos.- me dice, las chicas, que ahora son más, y, por alguna extraña razón, empiezan a llenarse con mas aún, gritan, siendo muy bulliciosas. Ah. Chicas tenían que ser.

-Mucho gusto, Soy Luhan, encantado.-  Sonrisa coqueta, mirada risueña, este juego es mío, se jugarlo muy bien. Kai, me mira de lado, riendo, enserio, el chico es guapo. Se acerca a mí, me toma por la cintura y posa, yo también lo hago, entreabriendo los labios.

Nací para ser modelo, la belleza está en mí.

Sin embargo, la belleza de Kai me opaca, yo soy, una belleza natural, un “Oye que guapo eres” mientras que él es un: “Oye, hazme un hijo ahora.” Kai es guapo, sensual, y sabe jugar muy bien, ¿Dónde habrá aprendido?

Los gritos se hacen más fuertes y hay más cámaras, incluso algunos guardias empiezan a venir, ahora que me doy cuenta, la estrella es Kai, estamos en una sesión de fotos, y, él es alguien importante.

Quien diría, yo pensé que Kai era el chico guapo que repartía libros.

Tres hombres de negro vienen, detrás de ellos, un chico con terno, tiene cara de pocos amigos, aunque esta fingiendo una sonrisa, las chicas gritan por él, yo me alejo un poco. Las chicas que nos pidieron fotos sonríen, yo les sonrió a ellas, Kai está ahora, tomando mi cadera, su sonrisa parece sacada de esas películas porno, me rio ligeramente.

-¡AHH! Es Oh Sehun!- se oye, las chicas, y ahora chicos, enloquecen, las chicas dejan de tomarnos fotos para tener como centro de atención al chico Oh Sehun.

-Él es el escritor del libro.- oigo en mi oído, Kai esta peligrosamente cerca de mí.

-¿Enserio?- le pregunto, acercándome más a él, pero, sin lograr coqueteo, solo quiero mencionar lo que se me acaba de ocurrir. -¿Y no pudo venir más aburrido?- le pregunto. El ríe.

Oh Sehun, esta caminado a “Paso cámara” es decir, cada paso que da, es una fotografía, llama mucho la atención, y, si no tuviera los labios escondidos y ocultos entre una línea, el chico sería bastante guapo.

-Él es así, no está molesto ni aburrido, se siente muy feliz.- me dice, lo miro levantando las cejas.

-¿Enserio? – el asiente. –Valla, entonces dile que conecte su cara a sus emociones.- el ríe de nuevo, se nota distinto, su risa es más tímida, más normal, ya no es el chico sex simbol, es… como si fuera normal. -¿Es tu amigo?- le pegunto, el asiente.

-Desde niños.- me dice y sonríe, su sonrisa es confiada, amigable, no va para nada con ese peinado de cabello levantado, y esa apariencia sexual, se ve amigable el chico.

-Tengo que irme, no vaya  a ser que señor carisma sonría y me enamore.- le digo, el ríe.

-Mucho gusto, Luhan. ¿No quieres que te firme el libro? ¿Enserio?- me dice.

-Igualmente, y no. Odio hacer cola. Solo aguanto eso cuando voy al súper,  y ni eso, porque siempre le pago a un niño.- el ríe arrugando sus ojos, le imito. -¿Nos volveremos a encontrar?- le pregunto. El ríe y se encoge de hombros.

-Quizás en la segunda parte.- me dice. Yo rio. -¿Quieres conocer la sonrisa del señor carisma?- me pregunta, rio al escuchar cómo le llama, imitándome, luego asiento, el señala detrás de mí. Cuando giro, El señor carisma me atropella, sonriendo.

Es más alto que yo, su piel es casi pálida, sus ojos son ligeramente jalados, cansados, tiene una manzana de adán muy notoria, su cabello es castaño, su labios son… espera un momento.

Yo conozco esos labios. Suena raro, pero es cierto. Yo conozco esos labios.

¿Dónde lo he visto antes? ¿Dónde?

-Mucho gusto, soy Oh Sehun, ¿Desde cuando eres fan?- me pregunta.

-Desde hace un par de segundos.- le contesto. Creo que estoy sonrojado.

Sehun sonríe enseñándome sus dientes, no parece molesto ni mucho menos una sonrisa fingida. Me toma de la cintura  y posa para la cámara. A mi derecha el Escritor, y a mi izquierda, Kai. ¡Estoy rodeado de belleza!

Poso mostrando el libro, las chicas gritonas, las cámaras y los de seguridad nos miran, me siento el centro de atención y de envidia, pero, no me afecta en lo absoluto, ventajas de ser guapo.

-¿Cómo te llamas, bonito?- me pregunta, tomando mi libro y sacando un lapicero de su chaqueta. Espera un momento, yo conozco esa vos, ¿Dónde la he oído? ¿Dónde?

-¿Firmarás mi libro?- el me mira como si fuera idiota.

Genial, se acabó la magia, ahora solo es una cara bonita más.

-Me llamo Kyungsoo. Con doble “o”- digo, mi tono de voz más severo, pero mi sonrisa es fingida. Todos nos miran, no puedo poner cara fea ahora.

Oh Sehun firma mi libro, con las cejas fruncida, ¿Se dio cuenta de mi sonrisa fingida?

Saca un papelito de su chaqueta, garabatea algo más,  lo deja dentro del libro, me lo da y sonríe, de nuevo. ¡Que guapo es ese hombre! ¡Caramba!

Miro a Kai, el me da una sonrisa juguetona, le guiño un ojo.

-Gusto en conocerte… Kyungsoo…- me susurra, yo levanto los hombros y sonrió.

-Es para un amigo, ya tengo la firma, ahora sí, me voy. Seamos amigos Kai.- le digo extendiendo mi  mano. El me extiende la suya, y aprieta mi mano amistosamente.

-Amigos.- dice.

Me giro hacia Sehun, él nos mira desconfiado, arrugo las cejas. Y Luego finjo felicidad.

-Un gusto, Kyungsoo…- parece que tiene mal sabor de boca al pronunciar el nombre de kung, lo miro ofendido. –Espero vernos de nuevo.- me mira coquetamente.

-Un gusto, escritor. Usted está bueno, pero, no es mi tipo, lo siento.- le estiro mi mano  él la toma con la suya, ¿Me está acariciando? –Adiós.-

Le sonrió a ambos antes de irme, unas chicas me miran y me siguen, quieren mi libro.

-Eres muy guapo.- me dicen. Una chica se me acerca mucho. Pongo una barrera con estrategia: “cabello en la cara” cuando está a punto de acercarse, retrocedo un paso, le tomo el cabello de su cara  se lo aparto, acariciándole un poco el rostro, ella se queda en modo pausa.

-Tú también eres muy guapa.- le digo, ahora esta sonrojada, como el grupito de chicas que están cerca de ella.

Ahora sí, a huir.

Salgo casi corriendo de la biblioteca, Rayos, espero no volver a pisar un sitio así, jamás.

Aunque la fama de cinco minutos no es mala.

Sonrió para mis adentros, ahora, a ir al súper.

-

Un par de horas después, estoy en casa, con todas las compras, las dejo sobre la mesa de la cocina  y corro hacia el cuarto de kung. Ya no está en la cama.

-¿Kyungsoo?- pregunto llamándolo.

-Estoy aquí.- dice, le veo salir del baño,  tiene una toalla envuelta en la cintura, su piel es extremadamente blanca, pero es bueno, al menos ya no tiene toda la cara roja.

-Te traje el libro.-le digo enseñándoselo. Él sonríe.

-¿Lo compraste? ¡AHHHHH! ¡Te adoro!- me dice, y me abraza. Su piel recién salida de la ducha esta fría, le abraso de vuelta.

-Sí, bueno, algo así.-  el abre el libro, un papelito se cae. –Ah, eso es mío.- le digo, recogiéndolo rápido. Antes de que el siquiera lo note.

-“Para Kyungsoo, ¡Gracias por ser un fiel lector! ¡Pronto habrá más novedades! Tu amigo, Oh Sehun.”- lee. ¿Esta sonrojado? -¿Hiciste que lo firmara? ¡Oh, Luhan! ¡Te amo!- grita.

-Sí, lo hice…. Hice mi cola y todo eso...- digo, mintiendo. Él es feliz, así que vale la pena.

-¡Pero tu odias hacer esas cosas! ¡Me voy a enfermar seguido!- dice.

-¡Hey! No digas esas cosas. ¿Quién me dará de comer?- le pregunto riendo.

-No te golpearé porque estoy feliz. Voy a vestirme, prepararé el almuerzo.-

-¿Ya te sientes bien?- le pregunto, preocupado, el ríe. –Podemos salir a comer si quieres.-

-Claro, estoy bien. Una enfermedad no puede contra mí.-

-Nada puede contra ti.- susurro.

-Repito. No voy a golpearte porque estoy feliz.-

-bueno, voy a cambiarme.- huyo.

Se oyen sus risas.

Hoy es viernes, no trabajo, y a Kyungsoo no le gusta salir.

¡Mi celular ya está vivo! Lo tomo contento y veo una llamada perdida de min. Si es importante, volverá a llamar. Si no, nos veremos el lunes.

Me cambio, poniéndome un short pequeño y un polo muy grande, quizás Kyung me deje ayudarlo en la cocina hoy. O quizás me bote con la cuchara de madera.

Recuerdo el papelito de Oh Sehun, lo miro, es su tarjeta. Dice: Oh Sehun, escritor, bla, bla, bla, número de contrato, bla, bla, bla. Su número real más un, “Llámame bonito.”

El chico se me hace horrendamente conocido. Sé que lo he visto, pero, ¿Dónde? Jamás olvido un rostro después de verlo, ¿Cómo es posible que se me haga conocido si después no voy a saber quién es? ¡Caramba!

Descalzo, empiezo a caminar por la casa, Kyung está en la cocina, y seguro no me dejara entrar. Pero, voy a verlo, solo para saber qué ocurrirá.

Cuando entro el me mira con cara de pocos amigos. Tiene una línea formada en los labios.

¡Oye detén el mundo ahora!

¡Esa línea! ¡La cara de pocos amigos! ¡Oh Sehun!

¡La línea y la sonrisa!

¡Oh Sehun es el chico raro!

¡Maldición! ¡Ya sabía que se me hacía conocido!

¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Lo sabía!

¿Debería llamarlo? ¿Debería decirlo que lo conozco? ¿Deberíamos ser amigos? Oye, espera un minuto, él es amigo de Kai, entonces, ¡Sí! ¡Puedo volver a ver a Kai!

-¿Quieres algo?- la vos de Kyung me saca del mar de pensamientos. -¿O solo te vas a quedar con cara de idiota?-

-Ohm... no, solo… ehh...- ¿Qué le digo?

-Sí, como sea, fuera de mi cocina, te llamaré cuando la comida esté lista.- Perfecto.

-Okey.- salgo casi corriendo de la cocina, subo escaleras arriba y cojo mi teléfono, marco el número del escritor y le llamo. Él me contesta después de dos timbradas.

-Oh Sehun.- se oye, valla, su vos suena tan formal, que aburrido.

-¿Hola? ¿Estas ocupado? ¿Debería llamarte luego?- le pregunto, ¡UPS! No me presente.

-¿Kyungsoo?- pregunta, tuerzo los ojos. El escritor es idiota.

-…Sí… soy yo.- susurro, cansado. ¿Este es un buen momento para presentarme?

-Sabía que llamarías… Kyungsoo.- de nuevo mastica el nombre, ¿Detesta el nombre acaso?

-Sí como sea, ya sé quién eres, ¿Podemos encontrarnos?- le pregunto.

-¿A sí?- su vos baja en dos tonos. –Podemos. ¿Cuándo estas disponible?-

-Mañana, pero, tengo una condición.-

-¿Cuál?-

-Debes traer a Kai.-

-Como sea.- su vos ahora suena molesta. ¿Está celoso? – ¿Tienes pensado algún lugar?-

-Claro, es un lugar que tú debes conocer muy bien.- le digo, que irónica es la vida. –“Café y suspiros” Seguro conoces esa cafetería. A las ocho. En punto.- le digo, se oye una risa.

-Se me hace conocido el lugar, le diré a Jongin, seguro está disponible mañana. Nos vemos mañana, bonito.- me dice. ¿Quién es Jongin?

-Como sea.- digo imitándolo. –Adiós.-y cuelgo.

¡Ja! toma eso escritor.

¿Odio al escritor? Creo que sí.

Pero eso no importa, mañana conoceré a Kai.

Ahora, ¿Qué me pongo?

--

El viernes pasa bastante rápido.

La comida e Kyungsoo, deliciosa como siempre, trato de animarlo para salir el sábado pero él se niega una y otra vez. Ahora poniendo como excusa que está enfermo.

Lo que sí, no es normal, es que Kyung se encierre en su cuarto. Eso es raro. Sim embargo le dejo tranquilo, me paso toda la mañana y tarde del sábado analizando, revisando y actualizando unos papeles de la universidad, cuando son las seis, empiezo a alistarme. Aunque yo me cambio bastante rápido. Solo que, esta vez, estoy poniéndome muy guapo. Y el maquillaje ayuda.

Tomo el tren, todo el mundo se me queda mirando, yo les sonrió coqueto a todos, en ningún momento se cae mi perfil de chico guapo y perfecto. Soy hermoso. El mundo debe saberlo.

Maldigo a mis adentros cuando me paro delante de la cafetería, parece cerrada.

-Carajo.- digo, hoy le toca turno a Baek, Hyuk, Tae y Sunny, se supone que es sábado, maldición, no debería estar cerrado.

Hay una limosina estacionada, lo miro confundido, ¿Hoy vino alguien importante?

Igual, parece cerrado.

Aunque, en realidad, las luces están prendidas, todo está normal, solo que, las cortinas desde adentro, están cerradas, impidiendo la visión desde a fuera. Vamos, trabajo aquí, así no cierran, se perfectamente eso.

Camino despacio hacia la puerta, está abierta, lo sé porque lo noto, la empujo despacio y se abre, la campana de bienvenida suena, esto es muy raro.

Adentro todo está muy normal, aunque parece un desierto.

-Luhan.- me llaman, volteo a ver a hyuk, tiene el uniforme dorado. Ese que te hace parecer un pingüino y que yo tanto odio. ¿Qué está pasando aquí?

-¿Hyukjae? ¿Qué demonios?-

-Buenas noches, señor, por favor acompáñeme por aquí.- me dice, guiándome hacia el segundo piso. ¿Hoy es noche  de gala?-

-Hyukjae. ¿Qué ocurre?-

-Calla Luhan, me van a pagar el doble hoy.-me susurra, cuando empezamos a subir la escalera.

-¿Qué carajos está pasando aquí?- le susurro, el me mira divertido.

-Hoy eres el invitado de honor, alquilaron todo el local, eres importante.-me susurra.

-Vengo a ver al escritor y a su amigo, no sé de qué me estás hablando.- le digo.

-Te ves guapo hoy.- me dice. Yo sonrió.

-Yo siempre me veo guapo.- digo, luego entiendo. -¡No me cambies de tema!-

-Hasta aquí yo, desde aquí, Baek se encarga.- me dice, y sí, Baek viene.

-Tú si me dirás que pasa.- le amenazo. Baek me mira con respeto, ¿Por qué me miran así?

-Buenas noches, señor, le esperan en su mesa.- Baek me dirige a la mesa de honor, la más grande, la más bonita, en ella hay un par de chicos guapos esperándome, okey, se ven jodidamente bien, pero, eso no explica nada. –Por favor siéntese.- me pide, me ayuda a sentarme, y yo lo miro con odio.

-Hola, Kyungsoo.- me saluda el escritor, yo le junto las cejas.

-Hola, amigo.- la vos de Kai es distinta, suena divertida, en cierta manera me relaja, sin embargo, sigo molesto.

-Carajo.- exploto. Kai se empieza a reír apoyándose en la mesa. –Me llamo Luhan, y ¿qué carajos está ocurriendo aquí?-  miro a Kai, el sigue riendo, parece drogado, el escritor me mira divertido, en sus labios hay dibujada una sonrisa, luego miro a Baek, este me mira molesto.

-Luhan.- Baek habla, yo le miro molesto. –Sumiso, flojito y cooperando.- me susurra.

-Sí señor.- digo bajando la cabeza, trato de calmarme.

-Aquí les dejo la carta, en unos minutos, Taeyeon, vendrá a recoger sus pedidos.- dice, sonriendo amigable, le tuerzo los ojos.

-Bonito.- habla el escritor. Yo le miro neutral, debo portarme bien. –Alquile todo el local, espero no te moleste.- susurra. Kai está regularizando su respiración, creo que se está quitando unas lágrimas de los ojos.

-Me molesta.- digo, los dos me miran atentos, incluso Kai dejo de reír. –Me gusta la atención, pero no así, mis amigos me han tratado distinto. Ellos no me tratan así, yo trabajo aquí, ¿ahora se supone que van a tratarme distinto para siempre? Demonios. Si hubiese sabido esto, no hubiese sugerido este lugar.- exploto. Listo. Lo dije.

-Yo... no…- el escritor habla, pero Kai lo calla al instante-

-Lamentamos haberte molestado, Luhan. A Sehun no le gusta mucho estar rodeado de gente, así que, por ese motivo, alquilo el lugar, y no te preocupes por tus amigos, ellos serán como siempre, solo por hoy, te tratan distinto.- me dice. Apoyo mis codos en la mesa haciendo un puchero, Sehun me mira fijo, da miedo el chico.

-Más te vale Kai.- le digo. El ríe.

-Por cierto, me llamo Jongin.-

-¡Oh! Por eso ayer Sehun dijo que estaría… ya entiendo. ¿A sí que Kai es solo un “Apodo”?- le pregunto, concentrándome solo en él. El asiente.

-Sí, algo así, ese es mi nombre artístico, cuando bailo, me gusta ese nombre, y, Sehun me lo pidió prestado, además me conviene, me pagan por verme sexy.-

-Sí me pagaran por eso, yo sería rico.- le digo, ambos reímos.

-Buenas noches, ¿Puedo tomar sus órdenes?- pregunta Tae, con ese uniforme se ve preciosa.

-Owww, te ves muy bonita hoy, Tae~- le digo, ella se sonroja de golpe.

-Gracias señor.- susurra. Arrugo la fuente.

-Carajo.- susurro. Jongin ríe.

-Yo quiero solo café caliente, con el postre de vainilla.- dice Jongin, yo asiento. Tae anota.

-Yo quiero un cappuccino, con galletitas de café.- dice Sehun, mirándome, yo levanto una ceja.

-¿Y tú Lulú? Perdón, señor.-

-Tae, si me vuelves a llamar señor, juro que no te hablaré por el resto de mi vida.- le digo sonriendo. Ella se muerde el labio. –Y, dile a Yeol que me sorprenda.-  ella asiente.

-En un momento les traeré sus órdenes, con permiso.-

-¿Jongin, podemos encontrar no luego? Como amigos, no sé, salir a bailar o algo.- le digo, ignorando por completo a Oh Sehun. Él se acaricia el cuello indeciso.

-Valla, esto es incómodo.- me dice, yo tuerzo los ojos.

-Dije amigos. No quiero una relación ahora, rayos, apenas soporto a Kyungsoo, no me veo aguantando a otra persona.- susurro.

-Por cierto, ¿Quién es Kyungsoo?- la vos de Sehun suena, lo miro y sonrió.

-Un amigo. ¿Cómo mencionó?- me lo pienso un poco, ¿Qué fue lo que dijo Kyung del escritor? Ehhh… creo que fue… - Para ti, Jongin. Como Kai, claro. Kyungsoo te ama, por ser perfecto. Y, para ti, Sehun. Mi bebé te ama, tiene el deseo de conocerte y decirte lo bueno que eres.- luego rio, tapando mi boca con las manos. – ¡El creyó que yo hice cola por el libro! Es tan tierno a veces…- susurro.

-¿Le quieres mucho?- me pregunta Jongin. Yo le sonrió.

-Lo adoro. Y, si tú lo conocieras, apuesto mi vida a que te enamorarías de él. Él es… bastante… ¿Cómo decirlo?... eh… complejo, directo. Fantástico. Y, cuando no quiere matarte, es bastante lindo.- digo. Él me sonríe ladeando la cabeza.

-Parece interesante, ¿Me lo presentarás algún día?-

-Algún día.- le contesto.

-Háblanos de ti, Luhan.- dice Sehun, ambos lo ignoramos, y lo mío si es intencional

-Soy… amigable, con las personas con quien entro en confianza rápido, soy… tranquilo, soy desordenado, cómo dice Kyungsoo. Soy…-

-¿Viven juntos?- me pregunta Sehun, interrumpiéndome, parece molesto.

-Señor carisma.- digo, Jongin ríe escandalosamente y a mí se me escapa una sonrisa.- No te estoy tratando mal, así que, por favor, finge felicidad con migo. Y sí, vivo con Kyungsoo.-

-Lo siento.- dice, Sehun, pero aún sigue enfadado. – ¿Kyungsoo es tu novio?- ahora parece más molesto. ¿Qué le ocurre a este tipo?

-No. ¿Y qué si lo fuera? ¿Te molesta?- le pregunto, ahora a la defensiva.

-No, solo estoy celoso.- me contesta. Valla, el chico es directo. Sonrió satisfecho.

-Entonces, me dices que estas celoso paro actúas como si estuvieras molesto. Oye, tu cara tiene un problema para expresar emociones.- le digo.

Sehun sonríe.

Sus ojos se esconden, sus pómulos se levantan, sus mejillas se sonrojan, sus labios se expanden.

Sehun sonríe.

-Me gustas, Luhan.-

Me derrito en la mesa.

-Valla, eres hermoso.- le digo. Y luego me sonrojo. ¿Qué acabo de decir?

-Gracias, también tú.- me contesta. Jongin nos mira riendo.

Tae vuelve con nuestras órdenes, espero un poco abochornado.

-Para el señor.- Tae le da su pedido a Kai y luego a Sehun. –Y para el señor.- la miro con una ceja alzada. Ella me sonríe. –Y para nuestro lulú, el especial.-

Miro lo que me ofrece, sobre mi mesa hay, un batido, café con leche, con chantillí y chispas de chocolate, ¡todo en una sola copa! Y, para acompañar, galletas oreo. ¡Se ve delicioso!

-Oh Tae, ¡Dile a Channie que lo amo!- grito, llevándome a la boca una galleta.

-De acuerdo. Gracias por su preferencia, con permiso.- dice Tae y se va, yo me despido de ella con la mano. Cuando veo a Jongin, el me mira divertido. Y cuando miro a Sehun…

-Carajo.- escupo.

¿Esa es la única cara que tiene?

-¿Quién es “Channie”?- me pregunto, me cruzo de brazos indignado.

-Es el amor de mi vida.- le molesto, Jongin me mira serio, disimuladamente e guiño un ojo, el asiente y sonríe, comiendo su postre, Sehun junta las cejas. -¿Algún problema con eso, señor?-

-Te he dicho que me gustas, ¿Por qué me tratas así?- me dice, su cara se desfigura y hace un genuino puchero, me dan ganas de apachurrarle las mejillas. Y lo hago.

-Hay, mira qué lindo eres, ¡hasta pareces un niño!- le digo, tocando más de lo debido sus mejillas. Jongin sonríe, luego me alejo de él un poco. Regresando a mi sitio.

-Bueno, Sehun tiene diecinueve.- me dice, me sorprendo.

-¿QUÉ?- le pregunto, ellos ríen, a la vez.

-Sí, el diecinueve, yo veintidós, soy mayor que él, y tú, tienes…-

Oh, no, llegó el momento.

-Tengo veinticinco.- susurro, ambos se sorprenden, yo me sonrojo. Mirándolos alternativamente.

-Seis años.- dice Jongin, yo asiento, espera, seis años, es la diferencia que tengo con Sehun.

-Pero contigo son tres. Le digo guiñándole un ojo. – ¡Ah! Y Kyungsoo es un año menor que yo.-

-Valla, no me imaginaba eso. ¿Tiene novio o novia?- me pregunta. Yo niego.

-No. Bendito el hombre que este con él, es gay. Y... te veo con mucho interés Jongin. ¿Quieres conocerlo? Tengo muchas fotos e el en mi celular, algunas con su permiso, otras no~- susurro.

-Bueno, enséñame. Creo que estoy enamorado.- bromea, yo sonrió y suspiro.

Espero que Kyungsoo se llegue a enamorar de un hombre que lo trate bien, alguien que lo respete y quiera por lo que es, por lo que vale. Alguien que no solo aparezca de la nada como una ilusión y lo destruya. Alguien que no sea el maldito bastardo de Suho.

-Ten.- le enseño mi teléfono, le quito la contraseña y se lo doy, él se concentra en las fotos. –Es el pálido de ojos grandes.-

-Gracias. Y, por cierto. Sehun, cállate. Mucho hablas.- dice riendo.

-¿Y ese tipo sabe que lo amas?- me pregunta Sehun. Tuerzo los ojos.

-Mira niño, genial que yo te guste y todo, pero, no entiendo porque querías saber eso de mí. ¿Quieres preguntas? Te voy a dar preguntas. ¿Tú eres el que viene los jueves?- le pregunto, él sonríe de lado. Rayos, ¡Es un matador!

Él toma su café y muerde una galleta.

-Sí, así es, por eso me abrigo mucho.- dice confiado.

-¿No tienes calor? Si no quieres que te reconozcan, simplemente, no sé, ponte una peluca rubia o algo así, además, no creo que mucha gente te conozca, ¿Sabes? Yo no te conocía hasta ayer.-

-Los jueves, este local, está lleno de prensa, ¿No te das cuenta?-

-Bueno, sí, los jueves y los domingos este sitio se llena, ¿A sí que tú eres la razón? ¿Tienes mucho dinero?- como una galleta, Jongin se ve mi entretenido con mi teléfono.

-Pues sí, escribo desde que tenía quince.- me dice, encogiéndose de hombros. Yo le señalo con mi índice.

-¡Y nunca dejaste propina!- le digo, el ríe, enseñándome los ojos.

-Me gustas.- me dice. Yo me sonrojo. Carraspeo, eso es un comentario fuera de lugar.

-y, ¿Tú estabas ayer en el tren?- le pregunto, ladeando la cabeza, no estoy seguro de eso.

-Eres muy observador.-

-¡entonces sí eres tú!- le acuso, luego suspiro, entonces no estaba loco.

-Te reconocí por los labios, bueno, de tu perfil en los jueves, tus labios era lo único que podía ver, no sabía si me mirabas o no, pero si, entendía tus labios, veía cuando sonreías o cuando tenías esa línea extraña, pareces molesto. Estuve pensando ayer, y entonces me di cuenta de que eras tú, por eso te llame, nunca olvido una cara, y tú te me hacías horrendamente conocido.- le digo. Tomo de mi copa con la cañita, saboreando todo, ¡esta delicioso!

-¿Me pensaste ayer?- me pregunta, giro los ojos.

-¿eres sordo, niño?-

-Yo llevo pensando mucho en ti. Al levantarme, al dormir, frente a la laptop o cuando bailo junto a Jongin. Pienso mucho en ti. Desde que te vi por primera vez. En el tren.-

-Eso ha sido lindo.- susurro. -¿Qué hacia su excelencia en el tren?- me burlo.

-Escapaba de los paparazi. Son como el infierno cuando se ponen en plan de hostigamiento. No puedo salir a la calle como una persona normal, aunque no lo creas, hay gente que me conoce.- dice, enserio, me gusta el chico cuando sonríe.

-Valla, quién diría.- me burlo.

Sehun me mira y me gustan sus ojos, me atrae mucho, y, el hecho de que me haiga repetido que le gusto, me tiene nervioso. Nadie habla, pero, no se siente nada incómodo.

Jongin sigue mirando fotos con cara de idiota, se ve distinto de esa manera. Su cara es de niño mirando caramelos, mientras que su cuerpo es el de un violador. Ambos están con terno, se ven bien, Sehun se ve mayor, yo no le pondría unos diecinueve. Sehun es… guapo. Muy guapo.

-¿Te gusto?- me pregunta. Yo sonrió.

-Sí, estás bueno.- él sonríe. Luego pone cara seria.

-No me contestaste, sobre ese tipo.- giro los ojos de nuevo.

-Es un amigo, pronto tendrá novio, no estoy enamorado de nadie en este momento.- le digo. Él sonríe.

-Me gustas cuando sonríes.- le digo. –Pero cuando no lo haces, te odio.-

-Oh, creo que Kyungsoo te está llamando.- me dice Jongin, se le ve feliz. Me pasa el teléfono.

-Gracias.- descuelgo y lo pongo en mi oído.- ¿Kyung?-

-Quiero comer helado.- me dice, suspiro. –El helado se acabó.-

-¡Compre helado esta mañana!- le digo ofuscado. Agitando mis manos. -¡Tú eres el único que se come el helado, por eso estas enfermo!- le acuso.

-No seas llorón y tráeme helado.-

-¿Antojos Kyungsoo? ¿No estarás embarazado?-

Pongo el teléfono en alta voz, los chicos pueden oír la conversación, Jongin se ve algo confundido.

-No seas idiota, solo se embarazan las mujeres y los hombres hermafroditas, y, yo no soy ninguno de esos dos.-

-Bueno, ¿De qué sabor el helado?-

-Estoy en altavoz.-

-La inteligencia del diablo.- los chicos ríen. Jongin se ve divertido. -¿Cómo lo supiste?-

-Tu vos se oye mas distante, y estas acompañado, hay personas que están escuchando la conversación.-

-Valla, en serio, eres bueno. Dime más.-

-Datos.-

-Dos chicos, con terno, muy guapos los dos, uno pone mucho interés en esta platica, es muy tierno y amigable, le cae muy bien ese peinado, tiene su edad exacta, ni mayor ni menor. El otro solo se ve bien cuando sonríe, no parece de su edad, sus mejillas son suaves, le gusta el cappuccino y las galletitas de café, me gustan sus labios.- le digo.

-Los dos son menores que tú. No muestras ningún respeto hacia ellos, hay un hico que parece de su edad, él es tu amigo, o, por lo menos, le tienes confianza, y está interesado en mí, o en conocerme. Dile que no pierda su tiempo. El otro chico, seguro es el menor del grupo, ya que, mencionaste que no aparenta su edad, y como los dos son menores que tú, se llega a esa conclusión por descarte. Por cierto, Luhan, si sigues por ese camino, pronto estarás enamorado de ese tipo. La gente normal no se figa en los labios de otra persona. Ni mucho menos admite que le gusta.-

-¡Kyungsoo!- estoy sonrojado, ambos chicos me miran riendo y sorprendidos.

-Oh, parece que te gusta. Cuidado.-

-Bueno, hablamos luego.-

-Luhan.-

-¿Sí?-

-Chocolate. Nos vemos luego.- y me cuelga.

-Tu amigo lo dijo. Te gusto. Pronto te enamoraras de mí.- me dice Sehun, le partiría la cara en este momento por altanero, pero su sonrisa es demasiado bonita como para desfigurarla.

-Es muy inteligente.- interviene Jongin yo asiento.

-Es perfecto, te dije.-

-Creo que estoy enamorado.- me dice. Le apachurro las mejillas.

-Awww eres muy bonito.-  él se sonroja. –Kai es sexy, Jongin es tierno.- digo, Sehun asiente.

-¿Queras ir mañana a mis ensayos? Puedes entrar si yo te invito.-

-No me digas, ¿Niño  rico?-

-Algo así, ser la imagen del libro se Sehun tiene sus desventajas.-

-Sí, bueno. Creo que ya debo irme. Pediré la cuenta.- digo. Sehun me detiene.

-Todo está pagado a mi cuenta, Luhan. Ventajas de ser rico.-

-Y yo te conocí, porque pose para unas fotos junto a Kai, y eso, porque soy guapo. Ventajas de ser guapo Oh Sehun. Ahora, me debo ir, debo comprar un par de litros de helado de chocolate. Odio cunado mi bebé se enferma.-

-¿Está enfermo?- me pregunta Jongin, parece preocupado. -¿Por qué le compras helado?-

-Eso quiere, y él se enferma más cuando no cuplés sus caprichos, ya lo conocerás, es bastante tierno. Pero, está metido en su caparazón.  Le hicieron daño.- susurro.

-Te llevare a casa.- dice Sehun, yo lo miro molesto.

-¿Qué parte de, tengo que compra helado, no entiendes?-

El teclea algo en su teléfono, me mira y sonríe.

-Ya me encargue de eso.-

-Eres raro, señor todo poderoso.-

-¿No era señor carisma?- yo rio.

-Me caes bien.-

Cuando nos levantamos, salgo despidiéndome de todos, ellos me miran sonrientes, los chicos suben a la limosina y yo los imito. ¡Es un lugar precioso!

Luego de viajar y analizar un poco, como se supone que Oh Sehun sabe dónde vivo, para que me responda de que, tiene sus contactos.

Cuando bajo de la limosina, Sehun me sonríe, y me besa.

De la nada, yo solo me congele. Pero, debo admitir, que su mano en mi nuca, sus labios sobre los míos, fueron suficiente como para mantenerme despertó toda la noche.

-Tus helados.- en dice, yo le sonrió sonrojado.

-Mañana nos vemos Luhan, vendré a recogerte con mi moto. Vendré a las diez de la mañana- me dice Jongin.

Yo estoy muy sonrojado, muy quieto, muy paralizado.

Y oh Sehun aprovecha.

De nuevo me besa, sus labios se mueven sobre los míos, y, en vez de alejarme, me dejo llevar, disfrutándolo.

-Hasta pronto, bonito.-

--

La semana paso bastante rápido, el domingo, en el ensayo de Jongin, conocí a Kai, enserio, el chico se transforma, le encanta bailar. Ese mismo día descubrí que, oh Sehun también baila, se ve totalmente distinto con ropa suelta, se ve más niño, más lindo. Es día también me dio un beso.

El lunes trabaje, todos los chicos me saludaban admirados y molestándome, yo solo me sonrojaba. Cuando Salí, yo pensé que Jongin venía a recoger, pero no, era oh Sehun con casco. Me llevo a casa, y dio tres besos. Y esta vez si los aproveche muy bien.

De martes a miércoles, me di cuenta de que me gustaba mucho, y que, Valla, creo que estoy enamorado. Para ser un niño, Oh Sehun actúa muy bien como adulto, y tiene las palabras correctas para todo, siempre muy poeta, siempre, muy aburrido.

Y hoy, es jueves.

Hoy llega oh Sehun. Quince minutos antes de cerrar. O bueno, eso creo. Ya que solo faltan quince minutos para cerrar. El sitio está lleno, y, por primera vez, me doy cuenta, de que, enserio, todo está lleno de fotógrafos. Bueno, al menos ellos consumen.

-¡Es hora de irnos!- me dice Hyukjae,  riendo. –Hae me espera sentado por haya, trajo el auto, ¿Quieres que te lleve a casa?- me dice, yo asiento, no tan feliz. Ambos nos dirigimos a vestidores, nos cambiamos, nos despedimos de todos y salimos, en la puerta, hyuk devora los labios de su novio. Siento envidia. ¿Por qué Oh Sehun no vino hoy?

Suspiro y meto las manos a mis bolsillos, un parpadeo llama mi atención. Cuando veo, oh Sehun (ya se que es el, porque él tiene los hombros ligeramente más anchos que Jongin) me saluda, tiene el casco puesto, y desde haya, me ofrece otro. Sonrió.

-Bueno, creo que vinieron a recogerme.- digo, Hae codea mis costillas, riendo.

-¿Es tu novio?- me pregunta.

¿Qué le contesto? “No Hae, no es mi novio, solo es el chico que me Hae suspirar y con el que me beso todos los días, pero no, no es mi novio.

-Sí, algo así.-

Me despido de ellos y camino hacia Sehun. El levanta el visor de su casco y me mira, escondiendo sus ojos. Esta sonriendo.

-Hola bonito, ¿Me extrañaste?-

-Hola… sí...- susurro, ¿A dónde se fue todo mi egocentrismo? Ni idea. Desde hace un par de días me vengo comportando así, estoy enamorado. ¡Maldición!

Una flash me ciega momentáneamente. Las cejas de Sehun se juntan.

Yo hago un puchero. La prensa.

-Luhan.-

-¿Sí?- susurro cabizbajo, ahora seguro me dirá algo, y tendrá que irse. Estúpida prensa. –Estúpido.- se me escapa.

-¿Qué? A veces eres raro. ¿Te gusta que te tomen fotos?-

-Seguro.-

-Bien, ven aquí.- me dice. Se quita el casco, me jala de la cintura y me besa. Un flash parpadea, sonrió en el beso, me cuelgo de sus hombros y le correspondo.  Sus brazos me envuelven me apego más a él, me separo un poco para respirar, el une su frente con a mía. Yo le sonrió. –Me gusta cuando te sonrojas.-

-Me gusta cuando sonríes.-

-¿Te llevo a casa, bonito?-

-Por favor.-

Me pongo el casco y el hace lo mismo, los flases nos persiguen, yo voy aferro a su cuerpo como lapa. Y de seguro ríe.

El me deja en mi casa, una vez más, pero, solo por esta vez, no quiero que se valla.

-¿Debes irte?-

-Me temo que sí.-

-Eres un estúpido.- digo haciendo puchero. El ríe, escondiendo sus ojos. Esas tres palabras son las tres que siempre le repito cuando esa a punto de irse.

-¿Quieres ser mi novio?- me pregunta. –No pues negarte, ya lo eres para la prensa.- me dice.

Le arqueo las cejas.

-Bueno, si no tengo más opción.- digo riendo.

-Te amo, estúpido Luhan.- me dice, sus ojos brillan de una manera distinta, son hermosos.

-Gracias, todos lo hacen.- le contesto. El ríe y niega.

-Debes entrar, Kyungsoo te espera.-

-Sí debo.- me alejo de él un paso, luego le cojo de la mano y lo apego a mí, le doy un beso lento y le susurro. –Te amo.-

Su sonrisa es hermosa, jamás me cansaré de decirlo.

--

-Qué bueno que llegas, ¿Sabes dónde está mi diccionario?- me dice Kyung, yo suspiro.

-Lo tengo yo, en mi cuarto. Estoy enamorado.-

-Eso no me importa, y, no creas que no se nota, ¿Del escritor?-

-Sí, ya soy su novio.-

-¿Felicidades?-

-Es hermoso, lo adoro, y lo que dice.

-Y está bueno.- me dice, repitiendo lo que yo, día a día, le menciono.

-Sí, el escritor está bueno.-

Pau – Pau.

 

 

 

 

Notas finales:

Creo que esto es lo más largo que he escrito hasta ahora~ ewe.

 

En fin, 
Qué tal les pareció?

Me dan amor o me lo quitan? 


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