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Iron man: La llegada de Hulk por Kaulitz

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Notas del capitulo:

Pequeño, cortito, para que vean la relación de Howard con Tony. 

Capítulo 3

 

—No, no es malo... —contestó—. Solo extraño —James comenzó a reír—. Solo tú puedes hacerte amigo de un niño en la calle y que resulte ser... —Acarició el cabello de Bruce—. Eres tan especial.

Bruce le sonrió a su hermano—. ¿Vamos a volver mañana?

—Claro, se lo prometimos a Tony —dijo James tomando a su hermano de la mano y llevándolo a su casa.

***

Tony comenzó a buscar a su padre. No quería molestarlo, pero era necesario. Había unos objetos importantes que debía comprar para su pequeño laboratorio.

—Padre —dijo Tony mirando a su padre. Howard se encontraba frente a una pantalla, que mostraba lo que según Tony era el hogar de Santa Claus—. ¿Sigues buscando a tu amigo? —preguntó sabiendo perfectamente que la respuesta era positiva.

—Sí, Tony —Howard ni siquiera se giró para mirar a su hijo—. Estoy ocupado, ¿qué deseas?

—Dinero —contestó Tony, sabía que no necesitaba decir más.

—¿Qué quieres comprar? —preguntó Howard frunciendo el ceño.

—Unas cosas para jugar —respondió Tony alzando sus hombros. Howard se gira para mirarlo, pensativo—. Son para...

—No importa —dijo Howard girándose para nuevamente, mirar hacia la pantalla, esta vez anotando cosas en una pequeña libreta que estaba junto a su cuerpo—. Compra lo que quieras, ponlo a mi nombre y en cuanto llegue la factura junto al pedido, lo pagare como siempre.

—Gracias, padre —dijo Tony acercándose rápidamente a su padre, lo beso en la mejilla y corrió a su habitación, riendo.

Howard se quedó mirando el lugar por donde su hijo había desaparecido.

***

Bruce y James se encontraban en el parque, estaban jugando mientras esperaban que Tony llegará.

—¿Crees que llegará? —preguntó Bruce sentándose en un banco. James alzo sus hombros.

—Debemos esperar otro rato, debe estar por llegar —comentó James mirando hacía todos lados.

Bruce asintió, entusiasmado. Se sentaron en silencio, Bruce sin poder evitar las ganas de moverse; James sin poder evitar las ganas de reír del entusiasmo de su pequeño hermano.

Segundos después, pudieron ver a Tony acercándose rápidamente hacía ellos.

—Hola —dijo cuando llego—. ¿Qué dicen de ir a su casa a jugar? Mi niñera viene detrás y si me encuentra no podremos jugar —añadió rápidamente.

James rio mientras se levantaba. Tomó a Bruce y a Tony de la mano y comenzó a correr, llevando a los pequeños a rastras.

Mientras corrían, escucharon a lo lejos, alguien estaba llamando a Tony; ellos solo corrieron más rápido.

***

—¿Es tú casa? —preguntó Tony mirando la casa de Bruce y James. En comparación con la suya, era diminuta.

—Sí —contestó James sonriendo—. Mamá está trabajando, estaremos solos por toda la tarde —dijo mientras abría la puerta—. Es enfermera, así que trabaja mucho.

—Mi padre también trabaja mucho, siempre está ocupado —murmuró Tony haciendo una mueca.

—¿No le ayudas? —preguntó James sonriendo.

—¿Cómo? —dijo Tony ladeando la cabeza, confundido, no entendía a qué se refería James.

—Cuando no estoy en la escuela, ayudo a mi madre haciendo aseo en la casa —dijo James encogiéndose de hombros—, o cuidando a Bruce...

—También cocina delicioso —interrumpió Bruce corriendo hacía el sofá, se había aburrido de la conversación.

—¿Crees que si ayudo a mi padre, él querrá jugar conmigo? —preguntó Tony pensativo.

—¡Claro que sí! —respondió James completamente seguro—. Si lo ayudas, tendrá más tiempo libre que podría pasar junto a ti.

Tony asintió comprendiendo. Su padre hacia todo solo; debía ser agotador para él. Ahora ya tendría un asistente en quien apoyarse.

Tony se sentó junto a Bruce, mirando hacía el pequeño televisor que en s momentos pasaba caricaturas.

—Bruce —dijo Tony girándose para ver a su amigo—, he estado pensando…  ¿qué harás cuando terminen las vacaciones?

—Iré a la escuela, como mi hermano —respondió Bruce encogiéndose de hombros—. El año pasado no te vi, ¿no vas a la escuela? —preguntó Bruce confundido. James se sentó junto a ellos, siendo espectador silencioso de su pequeña conversación.

—Mi padre contrato profesores particulares —dijo Tony haciendo una mueca—. Me gusta aprender, pero esos profesores son aburridos —confesó en un susurro, como si no se le estuviera permitido hablar mal de sus profesores.

—¡Dile a tu padre que te inscriba en mi escuela! —dijo Bruce entusiasmado—. De esa manera podremos estudiar juntos, y jugar cuando James este en su escuela y mamá en el trabajo, ¡ya no estaré solo en casa! —James sonrió mientras jalaba el cabello de su hermano, juguetonamente.

—Le diré a mi padre, seguro dirá que sí —dijo Tony sonriendo.

—¿Quieren algo de comer? —preguntó James levantándose y perdiéndose dentro de la cocina. Bruce y Tony, ambos, comenzaron a gritar las cosas que querían para comer. Eran muchas, demasiadas, habían un montón que ni siquiera estaban presentes en el pequeño supermercado de la ciudad—. ¡Solo les llevare leche y galletas! —dijo James luego de una carcajada.

***

—¿Dónde estabas? —preguntó Howard en cuanto Tony entro a la mansión.

—En casa de un amigo —contestó Tony sonriendo.

—¿Qué amigo? He llamado a todos tus amigos, y no estabas en ninguna de sus casas, Obadiah estaba preocupado, tu madre estaba asustada, y yo... —meneo la cabeza—. ¿Cómo se llama tu amigo?

—Su nombre es Bruce, y su hermano se llama James, los conocí ayer en el parque, padre —contestó Tony asintiendo conforme con su respuesta.

—Tony, no puedes ir a casa de un desconocido —dijo Howard seriamente.

—¡Es mi amigo! —reclamó Tony frunciendo el ceño.

—Lo conociste ayer —dijo Howard—. Cuando te escapaste de Obadiah. Estas castigado, jovencito.

—¡No puedes castigarme por querer jugar! —dijo Tony alzando los brazos, enojado.

—Te estoy castigando por escapar, por ponerte en peligro mientras caminabas por la calle solo, y por ir a la casa de un niño que no conoces; y, ¿sí te hubiera pasado algo malo, Tony? Estás castigado —repitió Howard con voz firme—. No saldrás de casa hasta que yo te lo permita.

—Pero mañana iba a ir a ver a Bruce —dijo Tony haciendo un pequeño puchero.

Howard suspiró mientras guardaba silencio, pensativo. De repente asintió—. En ese caso, yo iré contigo.

—¿En serio? —preguntó Tony sorprendido.

—Sé que si vas con Obadiah intentaras escapar y dejarlo atrás, y nos preocuparás a todos; además, necesitó conocer a tu nuevo amigo. Es mi deber cuidarte —dijo Howard sonriendo ante el entusiasmo de su hijo.

Tony asintió de acuerdo, sonriente y entusiasta.

Howard acarició el cabello de su hijo.

Obadiah, parado detrás de Howard, negó con la cabeza, su jefe siempre permitía que el mocoso se saliera con la suya.

Notas finales:

¡Si han llegado aquí, ya leyeron el capítulo! Y como tal, puedo decirles, y preguntarles, ¿les ha gustado Howard? Es decir, es... "estricto" y aveces parece desinteresado, pero ama a Tony, como ya pudimos verlo.

 

Les dejare el siguiente en un par de días, si se portan bien y me dejan comentarios, quizá lo suba mañana.

 


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