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Tú, yo y nuestra familia. por G-tzii

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Notas del capitulo:

Aquí vengoooooo! Primero decirles que vuelves las actus más seguidas porque dejé de trabajar, y segundo, que bueno, comenzamos a despedirnos de este lindo fic, y les tengo sorpresas con él. Más adelante lo sabrán. <3 Espero que les guste <3

Capítulo 21

 

Zoo.

 

 

-¡HORA DE LEVANTARSEEEEEE!

 

Ji Yong se removió en la cama y buscó a su marido con sus manos. Tocó su pecho y pronto sintió los brazos del mayor jalarle hacia su pecho, donde acomodó su rostro y se acomodó entre sus brazos para seguir en el sueño. Buscó a tientas su piel y besó parte de su cuello aún con los ojos cerrados. Pero la tranquilidad no duró demasiado cuando sintió la puerta abrirse de golpe.

 

-¡HYUNGS! –Seungri gritó escandalosamente. -¡ARRIBA! ¡ARRIBA!

 

-¡Seungri! –Ji Yong se quejó enojado. -¡Déjanos en paz!

 

-¡No Hyung! –Seungri entró como si fuera su habitación y abrió las cortinas haciendo que les llegara todo el sol en pleno rostro. -¡Vamos de paseo! ¡Arriba!

 

-¡Ah, Ri! –Ji Yong parecía enojado.

 

-Uhm… -Seung Hyun se removió en la cama y abrió sus ojos mientras fruncía el ceño. -¿Por qué el apuro por levantarnos?

 

-¡Porque hay que aprovechar el día, Hyung!

 

-¡Tío Seungri tiene razón, papi! –Tae Hee entró a la habitación con su pijama de Bob Esponja mientras se subía a la cama y se sentaba encima del estómago de Seung Hyun quien maldijo internamente que lo vinieran a despertar a esa hora. -¡Hay que ir al Zoológico!

 

-No… -Seung Hyun frunció el ceño.

 

-Ah… -Ji Yong rodó los ojos. Seung Hyun odiaba los zoológicos, porque hacía mucho calor, uno debía ocupar shorts y camiseta y debía caminar mucho.

 

-¡Sí, así que arriba, eh!

 

Seungri dejó hasta las ventanas abiertas para que entrara aire y luego salió de la habitación. Caminó hasta la habitación del fondo y tocó, luego simplemente abrió.

 

-¡Vestidos o no, entraré! –Pasó como si fuera la suya despertando a la pareja que despertaba. -¡Arriba, vamos!

 

Abrió nuevamente las cortinas y luego las ventanas.

 

-¡Ri! –Daesung se quejó.

 

-¡Buenos días, Youra! –La mujer abrió sus ojos y simplemente soltó una risa asintiendo. Al menos ella era muy parecida a Daesung, era amable y tenía paciencia con Seungri, que era lo importante.

 

-Hola, Seungri.

 

-¡Vamos, te invitaré un helado afuera!

 

-Seungri, no le invites helado a mi novia –Daesung frunció el ceño.

 

-Entonces invítaselo tú, Hyung. Ya deberías estar despierto dándole el desayuno en la cama. Qué poco atento este hombre. Bien, los dejo para que se levanten.

 

Salió relajadamente y volvió a hasta su habitación. Cuando entró quiso golpear a Young Bae por seguir durmiendo y no levantarse como le había dicho, pero lo dejó pasar por la única razón de que él dormía relajadamente con Yun. Se veían tan preciosos que no pudo evitar mirarles tiernamente. Tomó su celular de encima del velador y les sacó una foto en esa posición.

 

Antes, realmente no habría querido tener niños. Y le gustó la idea de adopción únicamente porque era una niña más bien grandecita, no debía cambiar pañales ni enseñarle a caminar, pero le gustó más todavía cuando la conoció. Es que la niña era preciosa, y él la amaba tanto. Si decía que tenía 500 fotos de la niña en su celular mentía, eran muchas más. Y sobre todo, y la parte que más le encantaba de todo, es que Young Bae se veía malditamente sexy siendo padre.

 

-Maldición, cómo los amo –susurró acercándose a la cama.

 

Se sentó en el borde de la cama y sacó algunos mechones del cabello de Yun de su rostro y sonrió. Se agachó un poco sobre su rostro y le besó la mejilla suavemente.

 

-¿Y mi besito de buenos días?

 

Alzó sus ojos y sonrió mirando al moreno que le miraba con un puchero y los ojos cerrados. Seungri sonrió brillantemente y se acercó a él y le besó los labios suavemente.

 

-Buenos días, negrito lindo.

 

-Buenos días, mi vida.

 

-¡Arriba! –Ji Yong entró gritando a la habitación haciendo que Seungri diera un salto. -¡Vamos, Maknae! ¡Levántate ahora! ¡No me levanté por las puras!

 

Y salió refunfuñando de la habitación.

 

-Definitivamente Hyung no es muy feliz cuando lo despiertan.

 

Bae se echó a reír, Ji Yong odiaba despertarse temprano.

 

~

 

Los mayores caminaban lentamente observando los animales y sacando fotos. Seungri insistía en que era un lugar genial. Seung Hyun solamente se cruzaba de brazos, había ido con pantalones, claramente no iría en shorts, y menos en camiseta sin mangas como Ji Yong. De vez en cuando observaba amenazante a todos los que observaban a su marido, no le estaba gustando para nada que hubiera casi 30 grados de calor. Youra parecía divertirse con ellos, hablaban cosas triviales y la mayoría del tiempo los cinco a la misma vez entre gritos y recuerdos de cuando eran más jóvenes que hacían sonrojar a Daesung.

 

Los niños corrían animadamente más adelante, parecía como si los hubieran soltado y por fin estuvieran libres, cosa que también les hacía reír a sus padres.

 

-¡Yun, te vas a caer! –Su Ah miró las agujetas desabrochadas de las zapatillas de la niña y ella entonces hizo un puchero.

 

-No sé hacerlo…

 

-Mmm –Su Ah miró hacia atrás, sus padres venían un poco más lejos, ella ladeó la cabeza y miró a su hermano, quien venía muy en silencio caminando, a diferencia de los demás. -¡Seung Jo!

 

El menor levantó su rostro y le miró atento.

 

-¿Tú aprendiste a amarrar tus zapatos, cierto?

 

-Yo sabiendo –asintió.

 

-¿Puedes amarrarle, sí?

 

Seung Jo les miró tímido. Comenzó a jugar con sus manos. Cuando miró a la niña al frente de él, ella le sonrió de manera tan agradable que él sonrió tímido.

 

Se acercó lentamente y cuando estuvo a su altura y arrodillo en el suelo frente a ella y comenzó a hacer el nudo de la zapatilla.  

 

-Uh… -Seungri entrecerró los ojos cuando se fijó. –Hay mucha cercanía ahí, más distancia.

 

-Están jugando –Young Bae se rió. –La está ayudando, Ri.

 

-Puedo ayudarla –dijo observando meticulosamente.

 

-Jajaja, exageras.

 

-Bae, nuestra niña es muy preciosa –Seungri se llevó una mano a su frente dramáticamente. –Cuando sea jovencita tendremos dolores de cabeza con su hermosura.

 

-Te preocupas mucho, Seungri –le besó la mejilla y el menor simplemente le sonrió.

 

-Ya está –Seung Jo se puso de pie y limpió sus pantalones porque, al igual que su padre, no se pondría shorts ni obligado.

 

-Gracias –Yun sonrió grandemente. El niño simplemente asintió y bajó su mirada.

 

-¿No tienes calor? –Rui miró a Seung Jo algo extrañado.

 

-Déjalo, prefiere andar con ropa para la nieve que quitársela –Tae Hee dijo mientras se reía.

 

-Si él quiere usar pantalones, está bien –Yun miró a Rui y este asintió.

 

-Supongo que sí –entonces los tres sonrieron.

 

-Mira, ya son amigos, ¿ves? –Ji Yong sonreía encantado.

 

-Me siento viejo –Daesung dijo haciendo que los demás se rieran.

 

-Eso le queda a Seung Hyun Hyung que es el mayorcito aquí. A todo esto, Hyung, ¿por qué vas tan callado?

 

-El calor me tiene mudo –aseguró sin decir nada.

 

-Abuelo amargado –Seungri se burló.

 

-¡No soy abuelo! –Se quejó.

 

-Quiero un León de mascota –Tae Hee dijo mirando las jaulas gigantes.

 

-Es imposible –Ha Na rodó los ojos mirándole.

 

-Ay nona, qué amargada –hizo un puchero.

 

-El León es mi animal favorito –Rui comentó mirándole.

 

-¿A que sí? –Tae Hee sonrió. -¡Son geniales!

 

Rui sonrió grandemente y entonces miró unos minutos a Tae Hee, luego le extendió la mano. El menor le miró fijamente sin entender hasta que el pelinegro rió.

 

-¡Vamos a ser mejores amigos!

 

Tae Hee le miró y entonces se echó a reír mientras le daba el simbólico apretón de manos que los volvía inmediatamente en los mejores amigos de la vida.

 

-¡Claro que sí!

 

~

 

-¡Qué lindo! –Ji Yong sonrió grandemente cuando vio al tigre blanco. Le parecía fascinante.

 

-Y tú que no querías levantarte para venir, Hyung –Seungri le palmeó el hombro.

 

-Debo admitir que tuviste una buena idea.

 

Ji Yong se echó hacia atrás con su celular en la mano para sacar una foto, pero terminó chocando con alguien.

 

-Oh, lo siento mucho –dijo girándose.

 

-No te preocupes –un hombre un poco más alto de cabello castaño sonrió mientras le miraba.

 

El hombre extraño le observó unos momentos, como si estuviera analizando cada parte de Ji Yong, cosa que no pasó para nada desapercibida por Seung Hyun que se quitó las gafas de sol y entrecerró los ojos, atento. Ji Yong se sintió algo incómodo por su mirada. Aquel hombre no evitó mirar todo lo que quiso, las clavículas de Ji Yong llamaban la atención, y sus tatuajes a la vista lo hacían atractivo, ahí fue cuando aquel hombre se desvió completamente a los tatuajes en las piernas de Ji Yong cosa que hizo enfurecer a Seung Hyun por la mirada totalmente intensa.

 

El hombre sonrió de manera coqueta hacia el menor con claras intenciones de ligar con él.

 

-Bonitos tatuajes –su voz salió sensual.

 

-¿Gracias? –Ji Yong frunció un poco el ceño. Iba a girarse ya que no tenía nada más que hablar con un extraño, más el hombre le detuvo.

 

-¿Cuál es tu nombre?

 

-Yo lo mato –Seung Hyun hizo puños en sus manos e intentó caminar calmadamente hacia donde se encontraba Ji.

 

-Eh… ¿por qué quieres saberlo? –Ji Yong no le veía el caso a conocer a un tipo desconocido.

 

-Quizás podría invitarte a salir –el hombre había sido muy directo. Ji Yong abrió mucho sus ojos y antes de que ese chico pudiera siquiera tocar un centímetro de su piel, como quería hacerlo,          Seung Hyun tomó su muñeca alejándolo del cuerpo del menor.

 

-Te voy a pedir por favor que dejes de intentar meterte entre sus piernas.

 

Ji Yong se sintió por un momento avergonzado. A pesar de que se había dado cuenta que le hombre le miraba de manera pervertida, decirlo en voz alta sonaba vergonzoso.

 

-Hey amigo, la cosa no es contigo –el hombre se soltó brusco. –No te metas en lo que no te incumbe.

 

-Me incumbe –Seung Hyun le tomó de la camisa con fuerza. –Porque es precisamente mi marido al que quieres llevar a la cama, pedazo de imbécil.

 

-¡Seung Hyun! –Ji Yong se sintió más avergonzado todavía cuando un par de personas escucharon lo que dijo y se quedaron mirando.

 

-¿Qué?

 

El hombre parecía asombrado.

 

-No te metas con él, ni conmigo, si no quieres que me ponga violento.

 

Lo soltó bruscamente y entonces se giró y tomó a Ji Yong del brazo arrastrándolo lejos del lugar. Seungri observó aquello y luego se lanzó a reír.

 

-AJAJAJAJ, ¿Viste eso, Bae? ¡Ay, Hyung es un escandaloso! ¿A que sí?

 

-Algo de razón tiene. Ese hombre miró muy osadamente a Ji Yong, claramente intentaba ligárselo.

 

-¿O sea que si alguien me viniera a hablar así harías lo mismo?

 

-Uhm… -Young Bae metió las manos a sus bolsillos. –Realmente pienso que no controlaría la fuerza a la hora de golpearlo.

 

-¡Bae, tú no eres violento! –Seungri le miró atento.

 

-Bueno… porque no ha pasado, supongo.

 

-Sabes… -Seungri se acercó hasta su oído. –Creo que haré que pase pronto, me pondría muchísimo verte así de celoso posesivo, amor.

 

Youra y Daesung le dieron un helado a cada uno de los niños mientras se sentaban a descansar un poco cuando vieron a Seung Hyun pasar a toda velocidad con Ji Yong.

 

-¿Pasa algo? –Ella le miró preocupada. Daesung iba  contestar, pero Tae Hee lo hizo antes.

 

-A papi lo van a regañar.

 

-¿Por qué?

 

-Porque anda muy atractivo –aseguró. –Papá es muy lindo y cuando se viste muy atractivo todos se le quedan mirando. A papá Seung no le gusta que papi se vista con tan poquita ropa.

 

-Oh… -Youra asintió.

 

Daesung se echó a reír.

 

-Es Ji Hyung ama los putishorts, y Seung Hyun los odia. Odia que miren a Hyung con ganas de… ya sabes.

 

-¿Es muy celoso?

 

-Del uno al diez, Seung Hyun Hyung es 7 –dijo pensativo. –Y del uno al diez, Ji Hyung es… 11. Sí.

 

-Oh vaya. –Ella se echó a reír. -¿Pero se arreglan no?

 

-Claro que sí, no se enojan más de cinco minutos. Son graciosos realmente.

 

-Menos mal que nosotros no tenemos esos dramas de celos, ¿no?

 

-Bueno… porque cuando te miran pienso que yo soy el único en tu corazón.

 

Ella sonrió grandemente y dejó caer su cabeza en el hombro del castaño.

 

-¡Ya, Seung! ¡Suéltame! –Ji Yong se quejó y se soltó. Seung Hyun parecía enojado. -¿Por qué te enojas conmigo? ¡No tengo la culpa!

 

-¡Te dije! –Seung Hyun parecía rabioso. -¡Te dije que dejaras de usar ropa así! ¡Llamas la atención de todos! ¡¿Viste cómo te miró?! ¡En su mente te folló tres veces!

 

-¡Eres idiota! –Ji Yong le mandó un empujón y luego se puso a caminar en dirección contraria.

 

-Ji, ¡Ji Yong!

 

-¡Has gritado a los cuatro vientos que quería acostarse conmigo! –Ji Yong le miró enojado. -¡Exageras!

 

-¡Eso quería!

 

-¡Pero yo no! –Le miró ofendido. –Seung, no puedes enojarte cada vez que alguien si quiera me habla o me mira.

 

-No te miran con intenciones sanas, Ji Yong. Lo sabes.

 

-No me interesa cómo me miren –Ji Yong rodó los ojos. –Jamás los miraría de otra manera. Me casé contigo, ¿no?

 

-Sí –asintió exasperado. –Pero no me gusta. No me gusta que te miren tanto, ni te coqueteen, no me gusta. Yo soy el único que puede hacerlo.

 

-¿Qué quieres que haga entonces? ¿Me quedo encerrado en casa?

 

Seung Hyun guardó silencio y miró hacia otro lado. Estaba haciendo una escena tal como niño de quince años cuando ya iba para los 35. ¿Qué tan ridículo se vería? Ahora se sentía estúpido.

 

Ji Yong suspiró y se acercó a él entonces. Tomó su mejilla para que le mirara.

 

-¿Soy estúpido, cierto? –Ji Yong resopló.

 

-No, no lo eres.

 

-De todas maneras no me arrepiento. Le habría dado un puñetazo en plena cara y no me hubiera arrepentido. Por meterse con lo que me pertenece.  

 

-No soy un objeto.

 

-No he dicho que lo seas –Seung Hyun le miró y rodeó su cintura con fuerza. –Pero eres mío. Y no me gusta que te miren de manera pervertida, el único que puede hacerlo soy yo. ¿Sabes lo que me pone de peor humor? Que te paseas con unos shorts terriblemente cortos delante de mí como si yo no fuera ni siquiera a reaccionar por ello, y debo estar todo el día preocupado y obligarme a mí mismo a no ponerme duro, de no mirarte demasiado para no tener que tocarte y tomarte con todas mis fuerzas, y viene un tipo extraño a mirarte despreocupadamente como si fuera lo más fácil de la vida…

 

Ji Yong le miró fijamente y luego soltó una risa. Sintió el agarre más fuerte aún y entonces escondió su rostro en el cuello del pelinegro, besándole suavemente. Haber escuchado aquella confesión sentía inmensas ganas de irse a casa y encerrarse en la habitación con el mayor.

 

-¿Has estado todo el día así?

 

-¿Controlándome? –Seung Hyun suspiró. –No tienes ni idea. Cuando digo que no te vistas de esta manera no es porque sea un novio loco o posesivo, sino porque me torturas a mí, Ji. Si te vistieras de esta manera estando solos en casa, qué dicha la mía de quitártelo todo de una puta vez –Ji Yong cerró sus ojos sintiéndose acalorado. –Pero en la calle no puedo hacerlo. Y menos delante de los niños. Pero Dios sabe cuántas veces te he quitado todo y te besado cada parte del cuerpo en mi mente.

 

-Seung…

 

Ji Yong elevó su rostro y no necesitó decir nada, encontró sus labios a medio camino y le besó suavemente. Rodeó su cuello con fuerza y enredó sus dedos en el cabello del mayor mientras cerraba los ojos. Seung Hyun deslizó sus manos por la espalda de Ji Yong y apretó su cintura contra su cuerpo con fuerza haciéndole suspirar entre el beso.

 

Pasó sus manos bajo la camiseta sin poder soportar la tortura de no tocar. Ji Yong mordió con fuerza el labio inferior del pelinegro mientras sentía sus manos pasearse traviesamente por su torso.

 

Se separaron con dificultad. Seung Hyun besó su frente entonces y acarició su cintura bajo la tela.

 

-¿Y si vamos a casa? –Susurró despacio. Ji Yong sonrió besando su mentón.

 

-¿Y los niños?

 

-¿No podemos olvidarlos aquí, no?

 

-Hey –le dio un golpecito en el hombro.

 

-Sólo era broma –besó sus labios nuevamente.

 

-Guarda energías –Ji Yong le miró fijamente. –No voy a olvidar fácilmente lo que has dicho. Además, la cama de la cabaña se me hace muy cómoda.

 

Ji Yong le guiñó un ojo.

 

-Me quedan entonces varias horas de tortura antes de llegar a casa.

 

-Te recompensaré, cariño –le besó suavemente una vez más. Seung Hyun sonrió.

 

-Te amo.

 

-Te amo más.

 

-Imposible, te amo más.

 

-Yo también los amo, ahora, ¿podemos seguir? –Seungri rodó los ojos mientras seguía caminando.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, fue con mucho cariño <3 

Gracias por leer, esperaré sus comentarios <3


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