Capítulo 9
Una propuesta peculiar.
Ji Yong entró lentamente en la habitación. Echó un vistazo, vio a su mejor amigo estirado en la cama boca abajo así que decidió entrar simplemente. Cerró en silencio y se sentó en la esquina de la cama mirándolo.
-Supongo que lo oíste –pronunció el moreno sin moverse ni un centímetro.
-Supongo entonces que es cierto.
Ji Yong se cruzó de piernas. Young Bae giró su cabeza y le miró. Se veía terrible. Ji frunció el ceño y se acercó y luego apoyó su mano en la espalda de su amigo mientras le acariciaba intentando darle aliento.
-¿Por qué? –Preguntó de repente. -¿Se puede saber qué rayos pasó?
-Pasó lo que pasó –dijo sin ganas. –No hay mucho que explicar.
-Dejaste a Seungri, sí hay mucho que explicar –Ji Yong le miró sin entender. –Yo siempre pensé que si algún día llegaran a terminar sería él quien te dejaría a ti, pero veo que es al revés. Y no entiendo, porque hasta donde yo sé tú no vives si él no anda dando vueltas alrededor tuyo.
-Uhm… -Bae volvió a esconder su rostro entre las almohadas. –Creo que vamos en distintas direcciones.
-¿Y? Siempre fue así, ¿desde cuándo eso es el problema?
-No lo sé. Supongo que Seungri se fastidiará de mí en algún momento.
-No lo creo.
-Estoy casi seguro que se debe sentir comprometido conmigo, quizás obligado a hacer cosas. Y no quiero que lo haga simplemente. Cuando comenzamos yo sabía que él era una persona libre e independiente, no podría hacerlo cambiar ahora. Siento que él debe sentirse obligado a cambiar, y detesto eso. No quiero que se sienta así. Él está hecho para ser libre, sin ataduras ni nada por el estilo, Ji Yong.
-Young Bae… -la verdad Ji no sabía qué decirle, no tenía nada que responder. –Piénsalo mejor, ¿uh?
-Debo dejarlo ir, Ji. Él necesita seguir sus caminos y ya… No podría soportar que se sintiera atado a mí. No quiero retenerlo, ni hacerlo cambiar.
-Ah… -Ji Yong suspiró. Se puso de pie en silencio. –Vale… pero aun así, piénsalo. Sin la última pieza no se completa el puzle. Yo no estaría completo si Seung Hyun no estuviera conmigo.
Ji Yong se giró en silencio y caminó a la salida para dejarle aclarar su mente. Caminó en silencio. No le gustaba la situación. Sus amigos llevaban años, no los sabía con exactitud pero era bastante el tiempo que llevaban juntos. Si ellos llevaban casi diez años, entonces Young Bae y Seungri quizás llevaba entre ocho o algo por el estilo. Casi una vida. No puedes deshacer eso en cuestión de minutos. Su amigo necesitaba pensar las cosas, y por su rostro, se notaba que ni siquiera podía descansar su mente.
Entró tranquilamente a la habitación de Daesung, donde estaba él jugando con los niños y Seung Hyun, quien había llegado momentos antes para ver a los niños. Ji Yong los miró y pronto se dio cuenta de la presencia de Seungri también. Bueno, debió imaginarlo, el menor seguramente no quería ir a su habitación, porque compartía habitación con Young Bae.
-¿Cómo se han portado? –Preguntó sentándose sigilosamente al lado de Seungri.
-Bien, Hyung –Daesung sonrió. –Adoro a mis sobrinos, lo sabes.
-Claro que debes quererlos –Seung Hyun se sentó al lado de Dae para jugar mientras los niños jugaban con unos legos.
-Seungri, ¿hay algo que quieras hablar con tu Hyung favorito?
Ji Yong miró al Maknae. Este miró hacia otro lado, claramente queriendo ignorarlo. Pero falló, nadie ignora al líder. Ji Yong se estiró a su lado y le dio una pequeña cachetada.
-Hyung, siempre me golpeas.
-No exageres –rodó los ojos. –Ahora dime, ¿qué demonios pasó?
-¿De qué hablas?
-De que Tae Hee llegó contándome que estabas llorando por la vida.
-Aish, creo que tu hijo no sabe retener información, Hyung.
-Es igualito a ti, Ri. Ahora dime.
-Ah… Hyung, con el paso de los años todo es más difícil, sabes.
-Eso lo tengo claro.
-La cosa es esta. Estoy seguro que Bae quiere algo más estable, él necesita familia, casa, qué sé yo. Cosas que tiene la gente madura. Pero yo no lo soy, ¿bueno? –Seungri dejó caer su cabeza en el colchón. –Él necesita de alguien que sea parecido a él, y yo no lo soy, Hyung. No puedo darle ni la mitad de la seguridad o estabilidad que él necesita.
-Creo que ustedes son tan imbéciles.
-¡Hyung!
-Soy sincero –Ji Yong se elevó de hombros. –Uno no quiere obligar al otro a cambiar y el otro piensa que no es adecuado. Mira qué estupidez.
-Hyung, es que tú no-
-Llámame cuando se den cuenta de que son tan idiotas.
Ji Yong sonrió de medio lado y se puso de pie dejando al menor con las palabras en la boca. ¡Eran estúpidos! Los dos creyendo que le están haciendo un bien al otro y al final lo único que hacen es hacerse sufrir mutuamente. Pero ya se darían cuenta por ellos mismos. Se acercó a los menores y vio a Tae Hee bostezar. Podía pedir un deseo, su hijo menor se había cansado. El niño le estiró las manos y Ji Yong no dudó ni cinco minutos en tomarlo entre sus brazos. El menor se abrazó a su cuello y dejó descansar su cabeza en el hombro de Ji tranquilamente.
-¿Bajemos a cenar? –Ji Yong propuso.
Seung Hyun dejó el juego y se puso de pie junto con Daesung.
-Esto es un milagro –Seungri dijo riéndose. –No puedo creer que Mr Choc esté tranquilo.
-No lo molestes, Ri –Ji Yong se rió también.
-Una vez a la semana tiene estos momentos –comentó Seung Hyun tomando la mano de los gemelos. –Hay que aprovecharlo.
-Tío Seungri –Ha Na se acercó al mayor. –Ya que ahora estás soltero, por favor, espérame.
-¿Eh?
-Te aseguro que en unos diez años más seré la más hermosa mujer que podrías conocer.
-¡Woah, se está declarando! –Daesung sonrió grandemente.
-¡HA NA! –Seung Hyun soltó a los dos menores y se acercó a su hija.
-Oh my god –Seungri sonrió mirándola.
-Así que, Tío Seungri. Por favor, fíjate en mí, seré una mujer hermosísima. Sólo espérame poco.
-¡CHOI HA NA! –Seung Hyun le miró casi a punto de estallar.
-¡Seungri, enamoraste a mi hija! –Ji Yong miró divertido al menor. Seungri sonrió.
-No, Ha Na lo quería desde que tenía como 1 año –Daesung comentó.
-Nadie quiere a nadie. No lo permito –Seung Hyun le miró enojado.
-Papá, tú ya eres feliz, déjame a mí.
-Papá, si tío Seungri puede esperar a Ha Na unnie, entonces ¿tío Young Bae puede esperarme a mí? –Su Ah miró atento a su padre.
-¡¿QUÉ HICE?! –Seung Hyun se maldijo mentalmente.
-Lo siento, Ha Na –Seungri le sonrió. –Seguro serás la más linda, pero mi corazón ya tiene nombre. Me aseguraré de buscarte un chico bueno.
-¡NO! –Tanto Ji Yong como Seung Hyun hablaron al mismo tiempo.
-¡Que aguafiestas!
-¿Vamos a cenar? –Daesung apresuró la cosa.
Bajaron a cenar más tranquilos. Seung Hyun había ido por Young Bae para ir al comedor y una vez que el moreno se les unió se hizo el silencio. Era obvio que todo era muy reciente, así que era un tanto incómodo. Era incómodo no ver a Seungri colgando de Bae de allá para acá y al moreno riéndose de todo lo que el menor dijera. Claro que era incómodo.
Se sentaron en silencio en la mesa y cada uno fue por comida. Seung Hyun fue a traer comida a Ji Yong porque este todavía tenía entre sus brazos a Tae Hee, quien parecía haberse quedado dormido entre los brazos de su padre. Ji Yong golpeaba su espalda con cariño mientras se mecía junto con él. Seungri le miraba con un puchero en sus labios mientras que miraba a los demás buscando su cena.
-¿Cuántos años dices que tienen tus hijos, Hyung?
-Ha Na 13, Seung Jo y Su Ah tienen 9 y Tae Hee tiene 7.
-Ah… -Seungri asintió. –Que dolor de cabeza.
Ji Yong se rió.
-Lo son. Ahora es cuando adoro que esté durmiendo –dijo Ji refiriéndose al menor de todos.
Seungri volvió su vista a los demás. Veía a Young Bae eligiendo algo de comer. Por más que intentaba, no podía dejar de mirarlo, ni de preocuparse, ni de estar atento a cualquier cosa que el moreno necesitara.
-Seungri, ¿piensas dejarlo así?
-Sabes Ji Yong Hyung, creo que Bae necesita una chica con él.
-¿Te estás escuchando?
-Sí, por eso lo digo –Seungri se giró a Ji Yong. –De verdad creo que una mujer iría bien con él.
-Has perdido la cabeza.
-Aquí te traje, amor –Seung Hyun se acercó con dos platos y antes de sentarse le regaló un beso suave a Ji Yong en los labios y luego se sentó a su lado. -¿Quieres que lo cargue para que comas?
-No te preocupes, Seung –sonrió el menor. –Puedo comer así, tú échale un vistazo a los demás enanos.
Seung Hyun sonrió y sentó a los gemelos juntos. Ha Na estaba con Daesung y Young Bae todavía eligiendo algo para comer. Seungri les miraba de vez en cuando.
Ji Yong miró al Maknae y luego se rió. Eran tan tontito. Él y su mejor amigo. Ji Yong vio a lo lejos a su mejor amigo y a una mujer quien parecía hablarle, así que llamó la atención de Seungri y le apuntó con la cara lo que sucedía. Seungri frunció el ceño.
-¿Qué se ha creído?
-Tú dijiste que necesitaba una mujer –Ji Yong sonrió divertido.
-Oh, parece que coquetean –Seung Hyun añadió.
-Bah, Young Bae no coquetearía con ella.
-¡Omo, omo, le sonrió! –Ji Yong se hizo el asombrado. Seungri apretó sus puños.
-Estúpido.
-No le digas así, Ri. Tú dijiste que él necesitaba una mujer, ella me parece bien.
-¡¿Qué?! –Seungri se puso de pie. –No, claro que no. Es muy puta. Se le nota.
Ji Yong se rió ante el comentario del menor. Claramente Seungri estaba en modo novia celosa viendo aquello. Y es que él también lo estaría. Seung Hyun miraba todo sin saber ni entender qué sucedía, pero no iba a preguntar, porque si algo aprendió con los años al lado de Ji Yong es no preguntar cuando las cosas se ven tensas si no quieres que te golpeen.
Young Bae simplemente terminó aquella conversación y caminó hasta la mesa con Daesung en silencio. Seungri simplemente se cruzó de piernas y comenzó a comer en silencio.
-Tío Young Bae –Seung Jo llamó su atención. -¿Por qué tú conversando con esa mujer? Tío Seungri dijo que siendo puta.
-¡Seung Jo! –Seung Hyun le regañó y Ji Yong rodó los ojos.
-Se durmió uno pero queda el otro –Daesung se puso a reír.
-¿Qué? –Bae abrió mucho sus ojos y miró a Seungri, este lo ignoró completamente. ¿Y ahora qué decía? Su amado sobrino lo había echado al agua.
-Pues, ni que fuera mentira –dijo poniéndole más atención a su comida. –Igual tenía cara de sociable con los hombres.
-¿Cómo es ser sociable con los hombres, papá? –Su Ah miró a Seung Hyun.
-Eso es justamente algo que no puedes ser, NUNCA.
-Pues, sólo para que quede claro, ella sólo preguntaba de dónde podía sacar la cena.
Young Bae aclaró. Lo que menos quería era hacerle creer a Seungri que estaba en un intento que coqueteo con ella, claro que eso era lo que menos quería hacer. Pero a los ojos del menor era todo completamente distinto.
-Ah, mira, pero que bueno. ¿Y le serviste la cena también, no? ¡Qué amable!
-Creo que esto se puso incómodo –Daesung comentó mientras miraba a los mayores.
-¡Claro que no!
-Eso parecía –Seungri le miró con una sonrisa de lado.
-Pues, creo que te imaginas cosas.
-Pues, creo que eres un cobarde.
-¿Van a hacer esto en la mesa? –Ji Yong frunció el ceño.
-¿Por qué peleando los tíos?
-Nunca me he arrancado de nada, Seung Hyun.
-Uh… -Daesung abrió mucho sus ojos y miró a Seungri.
-¡Te arrancaste de mí!
-Se pone bueno –Seung Hyun comentó dejando de comer, Ji Yong rodó los ojos y sintió como Tae Hee se removía entre sus brazos.
-Ay no, ¡ya lo despertaron!
-¡No me arranqué de ti!
-¡¿Entonces qué?! –Seungri se puso de pie bruscamente. -¡¿Terminaste conmigo para buscarte una mujer que si te diera lo que quieres?!
-¡No! –Young Bae también se puso de pie rápidamente. -¡No quiero a nadie más! ¡Sólo quiero que tú estés feliz! ¡Todo lo que hago, o he hecho, ha sido por ti!
-¡Mientes! –Seungri le apuntó con el dedo. -¡Si quieres tetas ve y búscate unas, pero no me pongas de excusa! ¡Eso es lo que tú quieres, casa, niños, un perro, familia! ¡Eso! ¡Eso!
-Seungri… -Young Bae le miró, cansado. La gente comenzaba a acercarse a mirar qué sucedía por los gritos.
-¡Pero no te lo puedo dar, ni quiero! –Seungri caminó hasta el mayor y le dio un golpe en el pecho, se le notaban los ojos llorosos. -¡Porque yo soy tu bebé!
-¿Qué?
-¡Que yo soy tu único bebé! ¡Tú sólo debes mirarme a mí!
Todos se quedaron en silencio ante las palabras del menor. Young Bae abrió mucho sus ojos y le miró fijamente.
-¡No quiero niños porque sinceramente no los soporto! No soy bueno con ellos y los prefiero lejos y… tampoco quiero compartirte. –Nuevamente se hizo el silencio. –Ni siquiera quiero compartirte con tus padres, y eso es ser muy egoísta. Pero si por mí fuera te tendría atado a mí todo el bendito día. ¡Yo soy tu bebé! ¡Puedes hacerme cariño a mí! ¡Puedes hacerme dormir a mí! Y puedes darme de comer si quieres, qué se yo.
-Seung Hyun.
-Papá, Choc quiere evacuar –Ji Yong miró a su hijo.
-Ahora no, mi amor. Duerme, duerme.
-O… ¡Ya sé! ¡Si quieres, compramos un perro!
-¿Un perro? –Young Bae ladeó la cabeza sin entender.
-Sí, un perrito, y, no sé. Ya no sé ni qué digo. ¿Qué tengo que hacer? ¿Uh?
-Seungri, no tienes que hacer nada- -El moreno quería decirle cuánto le amaba, pero Seungri no le dejó.
Esta vez sentía en su corazón que debía hacer algo por Young Bae. Siempre había sido él quien daba todo por el menor, así que ahora tenía que demostrar que también estaba interesado. Y que podía ser todo lo que él necesitara en su vida.
-Vale –Seungri se agachó y se puso de rodillas.
Ji Yong abrió mucho sus ojos y se puso de pie al igual que Seung Hyun y Daesung, que miraban casi atónitos lo que sucedía. Young Bae le miraba asombrado y sin entender. Seungri sacó de sus bolsillos rápidamente unas llaves y tomó las manos de Young Bae para ponerlas encima de sus palmas. Inmediatamente la sala quedó en silencio.
-No sé hacer esas cosas cursis que haces tú, no lo sé. Soy idiota y liberal, lo sabes. Pero realmente no puedo vivir lejos de ti. Y lo daría todo porque te quedaras a mi lado, tienes que saberlo.
-Seungri-
-Cállate, no me quites la inspiración –Young Bae medio sonrió y le miró atentamente. Seungri l dejó caer las llaves y le miró hacia arriba. –Estoy intentando pedirte que vengas a vivir conmigo.
-Esperen, ¿qué? –Daesung miró a todos lados. -¿Me quedaré solo en la casa de Bigbang?
-Dong Young Bae, ¿quieres vivir conmigo? ¿Uh? Ya sabes, como una pareja estable, así… así como… cofcofcasadoscofcof –le costaba expresarse, pero el moreno lo entendía, por lo menos sabía a lo que se refería. Sacó otras llaves de sus bolsillos y se las dio. –Y también te doy las llaves de mi auto. Y las llaves de mi habitación y mis tarjetas de crédito si quieres. Pero vente conmigo y vivamos juntos como una pareja estable y… maldición, tú sabes a qué me refiero.
-Seungri… -El moreno sonrió grandemente. Jamás se esperó una cosa así de parte del menor. Nunca lo imaginó.
-Y podemos comprar un perrito si quieres. Prometo tenerte sopa cada vez que llegues muy cansado en la noche y esperarte aunque sea de madrugada y prometo salir a buscarte con una manta cuando nos enojemos y te mande a dormir con el perro. Y prometo darte amor todas las noches, hasta que la muerte nos separe.
Young Bae todavía no caía en la cuenta. Miró sus manos, tenía tres llaves distintas y una tarjeta dorada. Esta era una propuesta muy al estilo de Lee Seung Hyun, de eso no había duda alguna.
-Ahora… si de verdad quieres niños, podría yo-
-No quiero nada –Seungri levantó su vista al mayor. –Sólo te quiero a ti. Tú llenas todos los vacíos. No necesito de nada más para ser feliz, Seungri. Eres lo que más amo en mi vida.
Seungri casi como resorte de puso de pie y abrazó al mayor por el cuello con fuerza sin querer soltarlo. Inmediatamente se escucharon algunos gritos de las personas que se habían parado a mirar lo que sucedía. Esa sí había sido una propuesta bien fuera de lo común.
-¿Eso significa que volvimos?
-¿Tú qué crees? –El moreno se rió.
-No sé, no me lo has pedido de nuevo.
-Oye, tú te estabas declarando.
Seungri sonrió.
-Cofcof Young Bae, ¿serías mi lindo y sexy novio de nuevo? Pero esta vez no hay devoluciones. Si me dices que si ya no puedes botarme nunca más.
-Tonto –Young Bae se puso a reír. –Claro que sí.
-Anda, quiero mi beso.
Young Bae sonrió y tomó el rostro de Seungri entre sus manos para regalarle un tierno beso lleno de amor. No habían durado separados ni siquiera un día, pero se sentía como si hubiera sido un siglo para ellos.
-¿Eso significa que tío Seungri ya no está soltero? –Ha Na hizo un puchero mientras miraba la situación. –Tío Young Bae es un rival muy fuerte.
-Oigan… -Daesung se acercó. -¿Entonces la casa de Bigbang queda para mí solo? –Se apuntó a sí mismo.
-Dae, nos vemos casi todos los días de todas maneras –Seung Hyun le sonrió.
-Creo que va siendo hora de tener una relación seria.
-Busca alguien bueno –Ji Yong le sonrió.
-De hecho, he salido con alguien un par de veces, supongo que va para algo serio. Ya les contaré cuando suceda.
-Papá –Tae Hee bostezó y tiró de la camiseta de Ji. -¿Ahora sí podemos ir al baño?
El niño se veía cansado y adormilado. Ji Yong sonrió.
-Sí, mi amor –Se puso de pie con él aún en sus brazos para dirigirse al baño. –Luego te llevo a la cama, ¿bueno?
-Bueno, papi.
-Young Bae, vámonos –Seungri tiró al moreno del brazo.
-¿A dónde?
-¿Cómo que a dónde? Pues a la reconciliación, ¿qué más?
-Tú no cambias.
-No, baby. Ahora vamos.
-Me siento solo –Daeusng miró a Seung.
-Idiota, puedes venir a mi casa todos los días si quieres.
-Ji Yong Hyung se enojará por quitarle su tiempo.
-Mejor ven cada cuatro días.
-AJAJAJAJ, tonto Hyung. Buscaré una novia.
-Yo me quedé sin novio –Ha Na hizo un puchero.
-Ha Na, Seungri es malo, muy malo. Deja de mirarlo con amor –Seung Hyun le miró entrecerrando los ojos.
-Ay, papá, para ti todos los chicos son malos.
-¡Lo son!
-¿Y tú no siendo malo para papá Ji? –Seung Jo le miró atento.
-No, yo era re buen partido para su padre.
-¿Cómo es eso? –Su Ah le miró atento.
-Pues sí. Soy apuesto, sexy, muy atento y encima le cumplía todos sus caprichos estúpidos.
-¿A qué le llamas caprichos estúpidos? –Seung Hyun se dio la vuelta de un salto.
-¡JiYongie!
-¿Cuáles son mis caprichos estúpidos?
-No, Ji, creo que escuchaste mal, dije que cumplía todos tus pedidos magníficos.
-Ajá, sí –Ji Yong le miró y luego asintió. –Anda, vamos a acostar a los niños.
-Sí, mi amor.
-AJAJAJAJA Y ahí va el gran partido –Daesung se rió mirándolo mientras Seung Hyun le miraba queriendo matarlo.
-Anda, Seung. Apura.
-Ya voy, cariño.