Capítulo 3.
Tensión sexual.
-Parecen enojados –Tae Hee miró a Seung Hyung, luego a Ji Yong, y luego al otro y así varias veces.
Ji Yong llevaba tanto las piernas y los brazos cruzados y se había puesto las gafas de sol para “disimular” su enojo con su hijo. Seung Hyun llevaba su rostro apoyado en la palma de su mano, sin intentar disimular nada. El hecho de que al menor se le ocurriera sentarse entre ambos nos los hacía muy felices. Daesung, sentado en la fila de al lado se reía ante la escena mientras acariciaba la cabeza de Seung Jo a su lado. Ha Na jugaba con su Tablet, al parecer veía una serie de vampiros o algo así, de vez en cuando suspiraba. Young Bae conversaba con Su Ah divertido y a su lado Seungri miraba la escena del menor con sus padres divertido.
-No entiendo por qué están enojados –Tae Hee negó con la cabeza mientras se cruzaba de brazos.
-Porque acabas de interponerte entre ellos –Seungri se rió. –Están en medio de la tensión sexual.
-¿Y qué es eso?
-¡Seungri! –Seung Hyun frunció el ceño mirando al Maknae, este se rió.
-¡Deja de pervertir a mi hijo! –Ji Yong se quejó mirando hacia otro lado.
-Uy, qué amargados los dos –Seungri se cruzó de piernas riéndose. –Viajamos de vacaciones y ni eso los hace reír.
Ningunos de los dos dijo nada. Miraron a otros lados. Le hubiera gustado aunque sea irse abrazados durante el viaje en el avión, pero ni eso podían hacer. Seungri miró al menor y este bajó un poco sus gafas, miró a sus padres y luego a Seungri nuevamente.
-Entonces… ¿qué es tensión sexual?
-¡Choi Tae Hee, cállate y deja de hacer preguntas estúpidas! –Ji Yong le regañó fastidiado.
-Nunca volveré a viajar contigo. –Seung Hyun le lanzó una mirada de horror a Seungri.
-Qué exagerados, algún día deberán hacerle la conversación.
-Sí, pero tiene 9 años, todavía no necesita saberlo. –Young Bae le dio un codazo.
-Ok, me callo, me callo.
-Oye tío… -Su Ah llamó al moreno. –Yo también quiero saber.
Seung Hyun y Ji Yong rodaron los ojos. Ahora comenzaban a dudar de que este viaje fuera buena idea.
-¡Wow, esto es genial! –Ha Na miraba a todas partes. -¡Realmente genial!
La niña salió corriendo por el lugar mirando las palmeras y el mar. Realmente Miami era precioso, y en eso había que darle la razón a Seungri y su idea de ir al lugar. Su Ah tomó de la mano a Seungri para que caminara con él por la arena. Él la cargó en sus brazos sonriendo. Seung Jo frunció el ceño cuando Daesung tomó su chaqueta.
-¿Qué haciendo tío?
-Sacándote la chaqueta, hace demasiado calor –Daesung sonrió e intentó quitársela.
-No creo que… -Ji iba a hablar, pero el menor le interrumpió.
-¡No queriendo! ¡No queriendo! –Se soltó del agarre de Daesung. -¡No sacando ropa!
-¡Pero morirás de calor!
-¡Prefiero muriendo de calor!
-Déjalo, Dae… -Ji Yong se acercó. –Salió arisco, como el padre. –Ji Yong miró de reojo a Seung Hyun. –Estarán los dos con chaqueta todo el día aunque hayan cuarenta grados.
Daesung se echó a reír. Ji Yong caminó hasta Seung y tomó su mano, el mayor le sonrió grandemente. Seung Hyun pasó su mano por su cintura y la apretó unos momentos. Ji Yong rodeó su cuello mientras acariciaba su cabello.
-Hola –Ji Yong susurró mientras sonreía.
-Hola, amor –ambos se rieron aliviados. Al fin un momento a solas. –Te extrañé.
-También te he extrañado –Seung Hyun apretó un poco más la cintura del menor. –Te amo.
Seung Hyun sonrió. Rozó lentamente la nariz del menor. Ji Yong cerró sus ojos unos momentos esperando el roce de sus labios. Sentía que llevaba siglos sin un beso, de esos que lo dejaban sin aire. Sintió el roce sus labios y su respiración chocar al mismo tiempo.
-¡Papá, cárgame!
Ji Yong puteó mentalmente a su hijo. Lo adoraba, pero ahora mismo le entraban ganas de darle de patadas. Seung Hyun frunció el frente y abrió sus ojos intentando no enojarse demasiado. Miraron al menor que estaba tirando de sus ropas.
-Necesito que me cargues.
-¿Por qué? –Seung Hyun le miraba serio. –Ya aprendiste a caminar.
-Sí, papa, pero Yang me dijo que no puedo pisar la arena. Mis zapatos quedaran sucios. –El menor se cruzó de brazos.
-Debe ser una broma Seung Hyun revolvió su cabello. -¿Hasta cuándo le haces caso a tu amigo imaginario?
-Ya te dije que es mi representante –el niño le miró indignado. –Tú le haces caso a tu representante, ¿no?
-¿Qué hice para merecer esto? –Seung Hyun le tomó y lo subió a sus hombros, luego miró a Ji Yong, este simplemente suspiró y luego sonrió.
-¡Yo también queriendo ir en brazos! –Seung Jo llegó corriendo. Ji le miró y le sonrió.
-Anda, ven –le tomó y comenzó a caminar con él.
-Son unos niños –Ha Na les miró con desagrado. –Todavía se creen bebes, ¿ciertos?
-Ha Na, no seas así. Son nuestros hermanitos, hay que quererlos –Su Ah miró a su hermana mayor y este rodó los ojos.
-Nona, ¿tú nos queriendo también? –Seung Jo miró a su hermana y este sonrió. Imposible no quererlo.
-Sí, enano, yo también te quiero.
-Debo admitir, Seungri, que este hotel es preciosísimo –Daesung sonrió y el menor asintió varias veces.
-Nunca me equivoco en lo que hago, Hyung, ya sabes.
Los niños corrían de allá para acá en el jardín. Agradecían un momento de tranquilidad al menos. El jardín del hotel realmente tenía muchos juegos y era todo cerrado, no podrían escaparse y no era peligroso. Ellos por su parte compartían una cena entre risas, hace mucho tiempo que no estaban los cinco juntos nuevamente en una cena íntima sólo ellos.
-¡Es bueno estar completos de nuevo! –Daesung volvió a sonreír.
-¿Me extrañaron, cierto? –Seungri les miró serio. El Maknae había vuelto hace casi un mes del servicio.
-¡Claro! –Young Bae le sonrió.
-Claro que tú tenías que extrañarme –Le apuntó con el tenedor. –Hablo de mis demás Hyungs.
-Yo no te extrañé. –Seung Hyun le miró.
-Mentira –Ji Yong se echó a reír. –Constantemente preguntaba cuándo volverías.
-¿En serio? –Seungri sonrió. –Sin mí esto no es igual.
-Claro que no –Ji Yong le sonrió.
-¿Por qué le sonríes así? –Seung Hyun se volteó al menor y este le miró unos momentos.
-Ya, ya… ¿deberíamos hacer un brindis? –Daesung elevó su copa, emocionado. -¡Porque estamos juntos de nuevo!
-¡Salud! –Los demás le siguieron contentos.
-Y bueno, Maknae –Seung Hyun miró al menor. -¿Qué te pareció el servicio? ¿Sufriste?
-¿Qué si sufrí? –El menor tomó la servilleta y limpió sus labios. -¡Hyung, fue lo peor de la vida! ¡Mi mano derecha llegó con tendinitis!
-¿Te caíste? –Ji Yong le miró preocupado. -¿Cómo fue que te golpeaste?
-Nada de eso Hyung –el menor movió su mano a todas partes. –Pero imagínate 2 años sin mi hombre al lado, tú también hubiera recurrido a tu mano y un par de fotos, ¿no?
-¡Seung Hyun! –Young Bae abrió mucho sus ojos.
-¡Ay, no quería saber eso! –Daesung tapó sus ojos.
-¿Qué? –Seungri miró a los demás. -¡Ustedes preguntaron!
-Nunca vas a cambiar –Seung Hyun se lanzó a reír.
-Fueron momentos duros… -concluyó Seungri muy serio.
Era impresionante su habilidad de hablar estupideces con un tono demasiado serio.
Luego de aquella conversación decidieron salir al jardín un momento. Daesung corría tras los niños jugando. Seungri estaba intentando descaradamente ligar con Young Bae ahí, pero el moreno se resistía ya que habían personas a su alrededor. Eso le causó risa a Ji quien solamente observaba a los menores corriendo. Seung Hyun llegó a su lado con una copa de vino. Se miraron unos segundos y luego sonrieron mientras desviaban sus miradas. Parecían jovencitos enamorados que intentan declararse.
-¿Está bueno? –Ji miró a Seung Hyun y este le extendió la copa con una sonrisa.
Ji Yong la recibió y la movió un poco antes de llevarla a sus labios, bebió un poco ante la atenta mirada del mayor. Hasta bebiendo vino se veía sexy para Seung. ‘Ji saboreó el vino en su boca y luego miró al mayor devolviéndole el vino, este le sonrió.
-Te ves hermoso.
Ji Yong sintió su cara arder, juraba que estaba sonrojado a más no poder. Seung Hyun dio un par de pasos y se puso frente a él. Ji Yong le miró con atención, sentía su corazón acelerarse demasiado en esos momentos. Seung Hyun dio un sorbo de su vino y luego volvió su mirada al menor, una mirada fija e intensa que estaba comenzando a hacer a Ji Yong sentir bastante calor, más de lo normal. Seung Hyun sonrió de medio lado y se acercó al menor, Ji extendió su rostro, pero Seung pasó de él acariciando su mejilla con la suya. Su nariz delineó toda su mandíbula. Ji Yong cerró los ojos ladeando su cuello al sentir la respiración de Seung Hyun cerca su oído. Seung Hyun no podía evitarlo, sus labios pedían a gritos la piel de Ji Yong. Rozó lentamente su cuello con sus labios, sintió un suspiro de parte del menor y besó la zona con suavidad, luego succionó de ella con fuerza con claras intenciones de dejar una marca. Ji Yong gimió cerca del oído del mayor todavía con sus ojos cerrados.
-¡Papás! –Ambos se separaron rápidamente, Su Ah les miraba con una sonrisa. -¿Van a venir a jugar con nosotros?
-Ah… -Seung Hyun suspiró fastidiado. Ji Yong miró sin ganas. -¡Jugamos a las pilladas!
-No creo que… -Seung Hyun comenzaba a desesperarse.
-¡Noooooooooooooooo! –Sintió algo tirando de su pantalón, Seung se volteó. Tae Hee gritaba como loco.
-¿Qué te duele? ¿Qué sucede? –Le miró preocupado unos momentos.
-¡Viene, viene!
-¡Atrapando! –Seung Jo le dio un golpecito en la espalda a su hermano menor. -¡Atrapando!
-¡lo atrapó! –Su Ah apuntó a Tae Hee. Seung Hyun rodó los ojos.
-Sí, lo atrapó –Ji Yong sonrió. –Ahora vayan a jugar allá.
-¡Noooo, quiero que me carguen! –Tae Hee seguía colgado de Seung Hyun.
-¡Anda, papá juega!
-No queriendo –Seung Jo empujó a Su Ah. –A papá no gustando correr.
-Pero quiero jugar con él.
-¡Quiero que me cargues, papá!
-Él no cargándote.
-Papá, juguemos, ¿bueno?
Seung Hyun se agachó y tomó a Tae Hee para alejarlo de su pierna y dejarlo de pie al lado de su hermana.
-¡¿Por qué demonios no sólo van a jugar ustedes lejos?!
-Seung Hyun… -Ji Yong se acercó sigilosamente al mayor.
-Joder. –Seung Hyun se despeinó.
-¡Papá dijo una palabrota!
-Ya, ya… -Seungri se acercó sonriendo. –Vamos a jugar, niños. El tío Daesung tiene un juego muy genial para ustedes.
-¡Pero quiero jugar con papá!
-Sus padres van a ir a descansar ahorita –Seungri sonrió. –Y ustedes van a jugar aquí y se portarán bien… y si se portan bien comeremos helado viendo películas en la cama de tío Young Bae toda la noche.
-¡Sí!
-¿Qué? –El moreno abrió mucho sus ojos. Eso significaba que no dormiría al parecer.
Los niños salieron corriendo hasta Daesung y lo lanzaron al suelo para luego jugar a las pilladas con él. Seungri miró a los otros dos.
-¿Qué esperan?
-¿Te quedarás con ellos? –Ji Yong le miró preocupado.
-Oye, soy responsable, ¿ok?
-Uhm… -Ji asintió levemente. –Gracias.
El menor asintió y le hizo unos gestos con las manos para que se fuera rápidamente.
Ji Yong se giró, tomó a Seung del brazo y comenzó a caminar hasta el ascensor del hotel. Entraron en tranquilidad. Ji Yong sabía que Seung estaba algo estresado y no era para menos, él también lo estaba.
-Lo siento –Seung Hyun miró al menor, este sonrió.
-¿Por qué? –El mayor sonrió también.
-Parezco otro niño al lado de ellos –Ji sonrió, en eso sí tenía razón.
Se quedaron en silencio una vez más. Miraban el marcador de los pisos, recién iban en el 2 y debían ir al 15. ¿Cuánto podía tardar? Ji Yong miró de reojo a Seung Hyun, se le veía bien con camisa blanca y pantalón apretado y con aquel beso que le dio hace unos minutos atrás había quedado con muchas ganas de besarlo más y más. Pero no quería parecer desesperado. Seung Hyun contaba los malditos segundos que se demoraba aquella cosa en subir, lo único que quería era tener un rato a solas con Ji Yong, ¿era demasiado pedir? Giró un poco su vista al menor y se topó con sus ojos mirándole. Ambos sonrieron y desviaron la mirada una vez más. Miraron el suelo, el techo, las paredes, el número que ahora iba en el 7. Volvieron a mirarse unos minutos y en cuestión de segundos y un movimiento desenfrenado, Seung Hyun había tomado a Ji Yong entre sus brazos y le había apretado contra la pared mientras atacaba sus labios. Ji Yong rodeó rápidamente su cuello y enredó sus dedos en su cabello mientras recibía sus labios con gusto.
Seung Hyun mordió los labios del menor y este gimió apretando los del contrario. Ji abrió sus labios para respirar y Seung aprovechó de juntar su lengua a la del menor. Ji la enredó a su gusto y cerró sus labios en un beso mucho más profundo. Era lento, pero totalmente placentero. Seung Hyun ladeó su rostro un poco para tener más acceso a Ji Yong. Se separaron por falta de aire cuando el marcador sonó anunciando que llegaban al piso quince. Se miraron intensamente unos minutos con las respiraciones agitadas.
Caminaron lentamente fuera del ascensor con las sensaciones a flor de piel. Ji Yong buscó en sus bolsillos las llaves. Caminó rápidamente a la habitación, sacó las llaves e intentó meterla en la cerradura cuando sintió las manos de Seung Hyun rodear sus caderas. Sus labios fueron directo al cuello de Ji Yong. El menor ladeó la cabeza cerrando los ojos y se dejó envolver en sus brazos haciendo presión contra su cuerpo. Podía sentir excitación. Suspiró pesadamente.
-Abre amor. –La voz del mayor sonó más ronca que lo normal.
Ji entre abrió sus ojos y llevó las llaves a la cerradura. Abrió con sus manos temblando. Caminó lentamente sin separarse del abrazo del mayor. Una vez adentro Seung Hyun cerró la puerta y Ji Yong se giró para besarle con más necesidad que antes. El mayor respondió de inmediato y apretó su cintura con fuerza. Sus lenguas volvieron a hacer una lucha entre ellas. Ji pasó sus manos por el fuerte abdomen de su marido mientras seguía besándole. Seung Hyun tanteó a ojos cerrados y dio un pequeño apretón en los glúteos del menor. Ji Yong separó sus labios de Seung y gimió al sentirlo, inmediatamente Seung atacó su cuello mientras seguía en su masaje por el trasero de Ji Yong. El menor acarició sus cabello y cerró sus ojos entre suspiro.
-Seung… te necesito, amor… te necesito con locura…
-Yo también, mi amor –Seung Hyun tomó el rostro del menor y le besó nuevamente con más intensidad que antes.