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Golpes de la realidad por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Hola, ya estoy de vacaciones y aunque no lo crean sigo sin tener tiempo, bueno la verdad es que empece con otro proyecto y otras cosas estoy creando un blog y bueno eso... además hare unos videos que espero estar subiendo pronto pronto.

 

Espero les guste el capitulo esta muy loco pero espero les gustes 

 

Errores pronto pronto los corregire 

 

Nos leemos 

Aomine había recuperado peso, se sentía físicamente mejor, el poder comer tres veces al día realmente hacía un real cambio en él, pero emocionalmente aún se encontraba devastado, no solo estaba lidiando con el no poder encontrar empleo, sino que además con toda la información de lo que Kise había vivido mientras él estaba lejos.

 

Miró el calendario de la sala mientras terminaba de sacudir, esa mañana Himuro le había pedido que se quedará en el departamento del rubio y que no saliera a buscar trabajo, ya que Shun había estado con molestias y no quería dejarlo solo, llevaba mes y medio desde que había vuelto y todo lo de ese lugar lo hacía sentir en casa.

 

Su hijo se había recostado junto a Shun,  en el sofá de la sala mientras ambos veían televisión, parecía que en cualquier momento nacería el bebé.

 

-Aomine, lamento que Tatsuya exagerara y te pidiera que te quedaras, sé que estás buscando empleo y que estar pendiente de mí no te facilita las cosas.

 

-Basta, sabes que si lo hice es que de verdad no me molesta, además Tatsuya no exagera, simplemente no quiere que a ti o al bebé les ocurra algo.

 

Shun sonrió de forma triste.- Midorima dice que el bebé está bien, aunque mi cuerpo es él que está demasiado débil y que…- no continuo hablando, Aomine solo lo miraba triste, él había pasado por eso cuando Ryou iba a nacer y era el peor ejemplo, después de todo la mamá de su pequeño si había muerto en el parto.

 

-Shun…

 

-Le pedí a Tatsuya, que si debían salvar a alguien, que fuera al bebé, que hicieran todo para que el estuviera bien, que no importa si con eso yo no sobrevivo.

 

-Esa no es tú decisión Shun.- Aomine se sentó cerca de su hijo que dormía apoyado en el embarazado.- No es algo que solo tú puedas elegir solo  Shun, si eso llega a pasar Himuro te elegiría mil veces a ti sobre el bebé, suena cruel, pero creo que es así.

 

-¿tú la habrías elegido sobre Ryou?

 

-La verdad no, pero esto es diferente, ella y yo no nos amábamos realmente, simplemente éramos pareja por comodidad, por no estar solo, bueno por el embarazo, creo que jamás nos besamos o caminamos de la mano.- Aomine no le menciono en ningún minuto que el pequeño no era su hijo.- pero si este niño hubiese estado en el vientre de quien amo, de la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, aunque sea cruel y egoísta, incluso aunque esa persona me detestara por sacrificar a mi hijo, no lo dejaría de elegir.

 

-Aomine…

 

-por ese pensamiento tan egoísta sé que no soy digno de llamarme un buen padre para Ryou, la verdad sé que solo estoy pagando mis pecados, mis errores, lo único que no quiero es que algo le pase a él, aunque siento que lo estoy obligando a vivir una vida de pobreza y de carencias, cuando sea consciente de la vida que lleva, de todo lo que le he obligado a vivir, de las carencias que por mi culpa a vivido.

 

-El entenderá, jamás te juzgara, de verdad te has sacrificado por él.

 

-Sabes, nunca le he comprado un juguete nuevo, todos los que tiene son usados, de tiendas de segunda mano o que personas de mis empleo me llevaban, que sus hijos ya no usaban y que le podían servirá Ryou.- Shun se concentró en las expresiones del moreno, mientras este solo acariciaba a su hijo.- ese osito que siempre lleva, la verdad es que una compañera de un trabajo me lo dio, estaba mal hecho y le faltaba un ojito, estábamos a nada de la navidad, había tenido problemas ese día con las personas de la guardería de la universidad, decían que solo las mujeres podían optar a ellas y como la mamá de Ryou estaba muerta ya no podíamos hacer uso de ese beneficio, me sentí tan perdido Shun, eran las 8 de la mañana, tenía que ir a clases y luego trabajar media jornada en una fotocopiadora de la facultad, además del entrenamiento y finalmente tenía que hacer mi turno en otro trabajo, pero estaba Ryou, nadie lo cuidaría, no tenía amigos que me pudieran ayudar, no tenía familia, estaba solo con un niño y en apuros, me sentía tan inútil.

 

Shun estaba atento.-recuerdo que termine entrando al salón con el niño en los brazos, con mi hijo en los brazos que solo me miraba y sonreía, el profesor se molestó conmigo por la demora, pero me permitió entrar y estar presente, jamás había visto a Ryou tan callado, es como si supiera en donde se encontraba, no lloró ni una sola vez, simplemente me miraba atento y escuchaba, simplemente estaba quieto frente a mí, me sentí tan calmado, hasta que llegó la hora del almuerzo, en ese horario atendía la fotocopiadora mientras podía comer una fruta o alguna cosa para la que me alcanzara en el casino, fue entonces que note, que no tenía dinero para alimentar a Ryou, cuando estaba en la guardería ellos le daban su leche y comidas, pero yo no tenía nada conmigo, solo me alcanzaba para comer algunas frutas o galletas que podría comer y con eso aguantarme, había racionado mi dinero para que me alcanzara para las cosas de Ryou, mis materiales de la universidad y algo  para comer que no fuera tan caro.

 

-¿qué hiciste?

 

-Tenía dinero para mi almuerzo, compre una leche y uno de los guardias que estaba en la universidad la calentó, el me regalo unas frutas, era un anciano, pero dijo que me veía realmente desesperado, le di la leche y Ryou se durmió, pero llegue tarde a la fotocopiadora y me dijeron que encontrarían a otra persona, me había quedado sin guardería, sin comida y sin uno de los pocos  ingreso que tenía para los gastos de Ryou, me senté en una banca con Ryou hasta que tuve que ir a la práctica, ellos conocieron a la mamá de Ryou, ella era parte del equipo.

 

Su hijo se removió inquieto y Aomine lo recostó sobre su pecho.- la manager del equipo me ayudó mucho, cambió a Ryou, le dio la fruta y lo entretuvo un rato, hasta que se durmió, pude entrenar de forma normal, casi despreocupada, si no fuera que el hambre me hacía sentirme mareado, tenía náuseas y el estómago se me apretaba, a eso súmale la falta de sueño, cerca de 20 minutos antes de terminar el entrenamiento me desmayé, me enviaron a la enfermería con mi hijo y me pusieron suero, estaba deshidratado y suponían que podía tener una leve anemia, finalmente pude salir con la promesa de que me cuidaría más, cerca de una hora más tarde, nos sentamos en el parque aunque yo estaba débil y quería descansar, supuse que él debía estar aburrido.- agregó Aomine, mirando a su hijo de forma dulce.- era sociable en la guardería, ese día no había podido jugar, así que lo senté en la caja de arena y que se divirtiera, recuerdo que estaba frío, había nevado y realmente mi ropa no era apta para el clima, menos la de Ryou, le puse mi chaleto y lo envolví, nos fuimos a mi trabajo muy rápido, en él no me hacían problema en que lo llevara, la dueña era una mujer amable y que quería mucho a los niños, ella adoraba que Ryou estuviera en el local, siempre decía que iluminaba todo a su paso, fue en sus manos que vi el osito azul.

 

-Se lo pediste.

 

-Sí, le dije que a Ryou le gustaría, que lo descontara de mi sueldo, sabía que como no estaba en perfecta condición, no me saldría tan caro como otros de los que hacía la señora, menos para la fecha, pero ella me lo regalo, dijo que no me lo podía cobrar si realmente ella lo iba a tirar, lo metí en mi mochila, junto con las cosas de Ryou.

 

-Aomine, sufriste mucho, no entiendo cómo te paraste con todo eso, yo me habría dado por vencido.

 

-No podía, no solo estaba yo, Ryou estaba conmigo, además no era buena fecha, como no tenía que trabajar al día siguiente esa noche decore el departamento, lo limpie y entre las cosas viejas encontré unos botones y unos listones, con eso decoré el osito, hubieras visto la cara de Ryou cuando lo vio, saltaba de felicidad, que era hermoso, que su papi era el mejor, me sentía tan bien.

 

-Te ama mucho.

 

-Yo lo hago con él y este pequeño te adorara a ti, no pienses que puedes morir, no te hagas eso y no se lo hagas a Himuro, disfruten esta parte del ser padres, no se amarguen pensando en algo que quizás no pase Izuki.

 

-Gracias Aomine, de verdad.- Shun le sonrió de forma honesta, se sentía un poco más cercano al moreno, después de todo Aomine le estaba confiando parte de su pasado.

 

Kuroko y Akashi estaban parados en la puerta, simplemente escuchando, la verdad es que ambos tenían llaves de la casa, Kise les había dado toda la libertad de entrar en su departamento cuando quisieran, cuando fuera necesario o simplemente cuando lo desearan, pero  extrañamente se sentían como un par de intrusos en ese instante.

 

-Akashi-kun .- la voz del peliceleste salía entrecortada, la sombra estaba sensible por su embarazo y ahora se sentía terrible por todo lo que había vivido el moreno.- debimos…

 

-Sí, debimos, pero quizá aún tenemos tiempo de apoyarlo.- Akashi cerró la puerta de forma brusca, llamando la atención de Shun y de Daiki, quienes los miraron sorprendidos.

 

Aomine quizá no lo sabría nunca, pero ese día tanto Akashi, como Kuroko querían romper a llorar y correr a abrazarlo, querían disculparse y estar presente en la vida del moreno, ellos lo ayudarían a mejorar.

 

 

 

 

Notas finales:

Nos leemos pronto !!


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