Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Golpes de la realidad por Samantha0507

[Reviews - 227]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Hello, ¿cómo va la vida gente hermosa?

Yo volví a clases esta semana, ayer para ser más exacta y bueno mi vida vuelve a ser la locura y rabietas que es normalmente... pero que se le puede hacer.

Este año mucha gente que adoro comenzó la universidad, así que mucho animo a esas personitas hermosas y maravillosas que tengan un gran año...

 

Además quería contarles algo, este mes hice la peor de las locuras, me le confesé a la persona que me gusta, obviamente todo terminó como yo esperaba, me rechazó, pero eso no es algo malo para mi realmente, esa persona es alguien sumamente maravilloso y que está muy lejos de mi alcance y fue como sacarme un peso de encima, finalmente esos sentimientos no son solo míos, son de esa persona también, lo que más me alegra es que esa persona actuara tan normal al saber la verdad, eso lo adore  

 

¡¡¡Bueno, sin más que decir les dejo el capítulo!!!

 

Nos leemos 

Daiki había guardado las cosas en su lugar, aunque le había costado bastante fingir cuando el rubio lo había visto entrar al baño.

 

El moreno realmente estaba preocupado e inquieto, pero prefirió dejar pasar los días,  aunque psicológicamente no estaba siendo realmente una buena opción.

 

Las cosas con Kise habían seguido realmente normales, repentinamente habían comenzado a comportarse como una pareja, Kise lo besaba en los labios o lo abrazada, aunque evitaban que Ryou los viera hasta que realmente pudiesen  explicarle que era lo que estaba pasando entre ellos.

 

Todo esto tenía a Aomine en un límite que  su cuerpo nuevamente estaba resintiendo, sus horas de sueño habían disminuido nuevamente y aunque quisiera evitarlo, cada vez que probaba bocado, su estómago se revolvía a tal punto de que varias veces había terminado con la cabeza en el baño del departamento de rubio.

 

Un tarde y a petición de todos termino visitando a Midorima, aunque en el fondo estaba claro a que se debía su malestar.

 

—Nuevamente estás bajando de peso Ahomine. — Midorima se veía molesto, a pesar de que el peliverde y su pareja estuvieron de acuerdo en atenderlo, era obvio que no estaban realmente cómodos con su presencia en la vida de Kise, pero algo en el ceño fruncido del mayor le hacía pensar al moreno que quizá el cariño o respeto que Midorima guardaba por el en el pasado aún existía.

 

—Midorima—dijo. — Quizás no sea correcto lo que voy a preguntar, pero siento que es necesario.- los ojos del peliverde estaban fijos en los gestos del moreno, esperando que esté continuara. —Sé que Kise tuvo un aborto espontaneo. —La duda se reflejó en el rostro del moreno. — ¿Kise intentó suicidarse por perder a ese bebé?

 

El peliverde desvió la mirada dándole la terrible respuesta que de cierta forma Daiki ya conocía, no necesitaba que nadie se lo dijera, ese bebé que Ryota había perdido era su hijo.

 

Se levantó sin prestar atención a los gritos del médico, ni como Takao lo había seguido tratando que este se detuviera.

 

Camino por horas, podían haber sido días y ni el mismo se habría percatado de como el tiempo a su alrededor avanzaba, sentía su alma devastada, un nudo en lo profundo de su garganta le cortaba la respiración, unas extrañas ganas de vomitar y de llorar lo embargaron, se detuvo cuando sus pies lo llevaron directo a ese lugar que tantas veces había sido testigo de los furtivos encuentro entre él y su amante de turno, incluso le había robado más de un beso a Kise bajo ese árbol cerca de la casa de sus padres,  se dejó caer con la espalda recargada en aquel firme tronco, mientras lo frío del clima le calaba hasta los huesos, sentía que podría morir en ese instante, en que su cuerpo estaba más que rendido, más que superado con todo,  era demasiado iluso de creer que nuevamente podría ponerse de pie, que los secretos se habían acabado, pero como hacerlo si solo puedes traer dolor a la vida de quien te rodea.

 

 

Mientras tanto un Kise devastado lloraba a mares tratando ser calmado por Himuro,  quien había visto al rubio contestar una llamada y repentinamente entre lágrimas había terminado en el suelo.

 

—Kise ¿qué paso? Mírame, ehh Kise, anda vamos ¿qué paso?

 

—Aominecchi, Aominecchi, Aominecchi. —Himuro miró al rubio de forma dudosa al percatarse de como el nombre del moreno salía de sus labios con desesperación.- Lo sabe, lo sabe Himurocchi, sabe lo de mi bebé. — Kise se dobló sobre sí mismo oprimiendo su vientre.

 

Kise sentía como si ese dolor punzante atravesara su pecho y le oprimieran el corazón poco a poco, la vida no era justa, no ahora que sentía que nuevamente podría salir adelante y todo terminaba quebrándose.

 

Himuro lo puso de pie y agregó.- Vamos a casa, lo mejor ahora es que descanse.- pero el rubio se movió bruscamente evitando el contacto que Tatsuya tenía con él.

 

—Me odiara, sabrá que soy una horrible persona que no pudo mantener a su hijo, que no fue capaz de cuidar de ese pequeño regalo…—pero un duro golpe en la mejilla del modelo lo obligo a dirigir su atención a quien estaba frente a él.

 

—No presumas algo que no sabes, me escuchaste, Aomine está demostrando que es una persona diferente, es justo que le des la oportunidad de reaccionar y de saber la verdad, de comprender el motivo de que todos lo odien como lo hacen, así que detente, no te hagas daño con cosas que no sabes si serán de esa forma o no.

 

—Himurocchi. — el rubio tenía muchas dudas, pero Tatsuya era una persona centrada, probablemente estaba pensando con la cabeza más fría que él.

 

Himuro se llevó al rubio de vuelta a casa, ese día solo querían evaluar un par de propuestas, pero no parecía que ninguno tuviese cabeza para nada.

 

Ambos entraron el departamento donde Tetsuya, Akashi y Shun jugaban divertidos con un pequeño rubio que tenía todos los peluches que le habían regalado sentado alrededor del viejo oso que su padre le había regalado y quien parecía estaba dirigiendo una celebración.

 

Los adultos rápidamente leyeron la atmosfera, siendo Akashi el primero en preguntar y esperar cualquier problema para de esa forma no asustar a los demás, tomando en consideración que los otros dos se encontraban en estado.

 

—Ryou, amor, puedes ir a la habitación por un cuento para leerte. —Shun espero que el pequeño se alejara después de besar la mejilla de Kise e Himuro de manera sonora, para que Ryota les explicara bien lo que ocurría.

 

—Midorima me llamó, Aominecchi sabe la verdad. — Nuevamente sentía que el pecho se le partía. —Se enteró de que aborte. — Ryota se dejó caer en el sofá mientras se cubría el rostro, se sentía estúpido, débil,  sentía que en el fondo Daiki estaba molestó.

 

Todos se quedaron en silencio, Shun miró el rostro de los presentes y aunque no dijesen nada podía entender lo que estaban pensando, en el fondo todos crían que Aomine recriminaría al rubio por perder a su hijo.

 

—Kise. — decidió tomar la palabra. —Sé que no conocí al Aomine de antes, pero el de ahora es una buena persona, una buena persona que ha sufrido demasiado y que está pidiendo a grito que le tiendan una mano en un mal momento, creo que quizás solo debes compartir tú historia.

 

Todos se quedaron en silencio asimilando las palabras del moreno,  había algo muy bello y maduro en las palabras de Izuki, siempre era quien decía cosas tontas o hacía una broma ridícula que poco se comprendía, pero era el único que comprendía la posición en la que Daiki se encontraba.

 

La tarde se hizo larga y el moreno no hizo acto de presencia, Akashi se llevó a Kuroko a su casa, mientras  Tatsuya y Shun decidieron quedarse a dormir, el rubio no se veía tranquilo y el pequeño parecía darse cuenta de eso.

 

Kise hizo que Ryou se durmiera, era realmente extraño que Aomine no hubiese aparecido, aunque querían presumir que se había ido directamente al trabajo, realmente el rubio se sentía desesperado.

 

Shun se había percatado de como el rubio estaba cada vez más nervioso, se había puesto pálido y sudoroso, no quería que esté sufriera un ataque o algo así, termino por acercarse y llevarlo a la sala.

 

Las manos de Kise viajaron rápidamente a la prominente barriga del ojos de águila. —A veces me pregunto si parezco balón o melón.  —Era una broma tonta, pero era muy Shun. —Debes calmarte Kise, Aomine está asimilando las cosas a su ritmo, solo dale tiempo.

 

Kise se acomodó entre las piernas del mayor y cerró sus ojos esperando que ese fuerte dolor de cabeza que le había comenzado se detuviera,  realmente deseaba que todo ese tiempo hubiese sido un mal sueño.

 

Un suave jaloncito despertó a los mayores que dormitaban en el sofá.

 

—Ryou-cchi— el pequeño tenía los ojitos aguados.

 

—Duele- el menor comenzó a llorar mientras apretaba su barriguita y la sobaba con sus manitas. —Duele mucho, quiedo a papi, llamen a papi pofavod.

 

Shun toco la frente del menor, estaba realmente caliente. — Tiene fiebre Kise— Shun lo levantó para llevarlo de vuelta a la cama.- ven, debiste comer mucho ayer, es mejor que descanses mientras llamamos a tú papi, te quedarás con Kise, mientras con Himuro buscamos una medicina.

 

El pequeño se metió a la cama mientras el modelo acariciaba su frente, Shun le dijo a Tatsuya que fuera a buscar la medicina.

 

Shun sintió como ese pequeño tirón en su vientre iba en aumento,  al parecer su hijo estaba un poco inquieto, salió del departamento dejando una nota para su esposo, solo esperaba que esta vez Kagami si le diera una oportunidad. 

Notas finales:

Los errores los arreglare, lo prometo 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).