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Golpes de la realidad por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Hola, no tengo muchas cosas que decir, simplemente que estoy molesta así que eso!!! 

 

—Aominecchi…— Kise tomó un poco de aire, después de todo era minuto de curar las heridas del pasado.

 

—Quizá esto es algo demasiado difícil para ti, entenderé si aún no te sientes listo para…

 

—Quiero hacerlo, Aominecchi, quiero decirte la verdad, al final mi bebé era tú hijo también.

 

—Kise. — Aomine sentía que el pecho se le llenaba de pena, cada vez que el rubio mencionaba a esa pequeña creatura que ambos habían perdido.

 

—No me di cuenta antes que estaba embarazado hasta el día que aborte, me había sentido bastante raro por varios días, pero estaba demasiado triste cuando te marchaste, que en el fondo justifique todo lo que me estaba pasando, no fue hasta que estaba jugando contra Seirin cuando sentí todo lo que estaba pasando, fue un simple tirón y luego la sangre, pero aún  recuerdo el semblante de Kuroko y de Kagami cuando vieron como pasaba todo.

 

—¿Te golpeaste mientras jugabas?

 

—No, aunque cuando me lo dijeron pensé en esa posibilidad, según me explico el médico, simplemente mi cuerpo había rechazado al bebé, no estaba en el lugar correcto, creo que en el fondo sería siempre un embarazo inviable.

 

—¿Pudiste morir?

 

—Por la pérdida de sangre, tuvieron que operarme cuando me sacaron de la cancha, fue Kagami quien me recibió en sus brazos cuando perdí el conocimiento, según me dijeron su uniforme estaba lleno de sangre. — Kise tenía los ojos tristes, pero no parecía que fuera a llorar. — fueron varios días en los que estuve inconsciente,  cuando desperté y me contaron todo solo podía pensar en ti, en lo defraudado que estarías de mi por no cuidar a tú hijo, en la culpa que sentía de haber matado a un pequeño.

 

—Luego de eso pensaste en suicidarte.

 

—No, al menos no fue inmediato, estaba deprimido, pero amaba mi vida, mi manager fue quien estuvo más conmigo, mis padres realmente no estuvieron presente mucho tiempo, estaba decepcionados, podía verlo en su rostro, no sé si fue por el tema del suicidio o por haberme embarazado sin tener una real preocupación de mi carrera, pero ellos se alejaron de mí, de una u otra forma estaban pendientes, pero no estaban realmente preocupados de lo que me pasara, de un día para otro termine el contacto con ellos y ahora realmente no es más que un mail de vez en cuando o una simple llamada, aunque adoro poder oír sus voces.

 

 

—Lamento saber eso.

 

—En el fondo, si no fuera por mis amigos, realmente nunca habría salido adelante, ellos estuvieron conmigo durante todo el proceso, las sesiones eran duras, hablar de mi dolor, de mis miedos, de cómo preferiría no existir.

 

Aomine estaba apretando el cuerpo del rubio contra él, de alguna forma Kise se sentía protegido entre los grandes brazos del moreno.

 

—Cuando tuve que hablar de mi bebé fue horrible, aun me siento terrible, saber que yo no pude darle un lugar seguro donde crecer me duele demasiado, sé que era pequeño y que no sufrió, pero para mí era mi pequeño, era el regalo más bello que Aominecchi me había dejado, era lo único que me quedaba de ti, era una parte tuya y mía que nunca debería haberse marchado, yo podría conservarlo y siempre tendía algo de ti.

 

—Kise…

 

—Suena patético, pero es lo que siento, lo que siempre creí, incluso ahora sé que sería un niño maravilloso, que crecería a nuestro lado, tú lo habrías amado mucho y hasta Ryou sería feliz de tener un hermanito, habría sido un gran hermano mayor.

 

—Kise lo siento mucho.

 

—Tranquilo, ya no duele tanto. —Kise apoyó su barbilla sobre la cabeza de Daiki. — luego de que me internaran por esas casualidades de la vida me encontré con Tatsucchi, fue realmente bueno estar con alguien conocido cerca, compartimos la habitación, las actividades, nuestras penas y secretos, muchas veces terminar llorando en el cuarto luego de una sesión, pero no importaba, ya que no estábamos solos.

 

Aomine estaba realmente atento al rubio y cada una de sus palabras—Me dieron el alta dos semanas después que Tatsucchi, fue realmente horrible, sentía que estaba nuevamente solo, fue sumamente difícil, creo que la peor de mis pruebas, cuando me dieron el alta, solo vinieron mis amigos, mis padres y hermanas se fueron de viajes de negocios, la verdad es que no puedo culparlos, su trabajo era importante, yo mismo era como ellos, lo más triste es que mi manager tuvo que empezar a trabajar con otras personas, no podía quedarse desempleada con todo el tiempo que estuve entre hospitalizado por el aborto y luego internado cuando trate de quitarme la vida.

 

—¿Cómo fue? Sé que te cortaste, pero me gustaría saber…

 

—No fue nada tan artístico, nada realmente pulcro, es decir no fue algo mediático, realmente simplemente me detuve a mí mismo pensando, ¿qué es lo que realmente me mantiene en este mundo? En el fondo estaba realmente solo, no tenía nadie que estuviera por y para mí, así que finalmente decidí que dejaría de usar oxígeno y espacio.

 

—No usas oxígeno y espacio, eres muy valioso, incluso más que yo.

 

—Gracias Aominecchi, pero en esa entonces la vida no era igual, ya ni siquiera tenía contratos, el aborto me había dolido más emocionalmente, que de forma física, terminé por aceptar que en realidad no era bueno para nada, así que me senté en mi computadora y escribí, debía despedirme de cada uno de mis amigos, decirles  que los amaba mucho y que lamentaba ser una molestia durante todo el tiempo que nos habíamos conocidos, fui uno por uno, hasta tenerlas listas, finalmente  me senté en la cama y las envíe, luego simplemente pase el cuchillo una y otra vez por mi brazo. — Kise tocaba sus muñecas como si pudiera ver los cortes en ellas nuevamente. —Cuando me costaba moverlas me di cuenta lo profundo que eran  los cortes, finalmente me recosté, puse las manos en mi vientre y espera, creo que esperaba ver a mi bebé en alguna parte, en el minuto que muriera.

 

—Kise…

 

—Fue Akashicchi y Murasakibaracchi los que me encontraron, tiraron la puerta, no sé realmente cuanto tiempo paso entre que envíe el correo y que los dos llegaron, la verdad es que siento que fueron segundos, me sentía demasiado débil, incapaz de moverme si quiera, no tenía la fuerza como para ver lo que estaba pasando a mi alrededor.

 

—Tiene que haber sido algo difícil de ver.

 

—Lo fue, Akashi sostuvo mi mano, simplemente escuche su voz quebrándose, pero repitiendo una y otra vez, “ni se te ocurra morir Ryota”, “no te lo perdonaré, no puedes irte”, “es una orden”, “soy absoluto, te prohíbo que mueras Ryota”, sé que lloraba, no pude ver su rostro, pero su voz me lo decía.

 

—Akashi.

 

—Murasakibaracchi se asustó mucho, después de eso, incluso ahora que ya estoy de alta, siempre terminaba revisando mis muñecas, siempre que iba con una camisa o una chaqueta, se acercaba levantando mis manos a la fuerza, esperando no encontrar marcas.

 

—No puedo imaginar lo terrible que debió ser, realmente ellos fueron muy buenos amigos, te ayudaron bastante.

 

—Si, por eso me sentí en la necesidad de avisarles cuando te traje a casa, no puedo ocultarles nada, en el fondo, ellos fueron quienes me sacaron de lo más profundo, bueno Shuncchi y Tatsucchi también estuvieron conmigo.

 

—Himuro me comento un poco de su historia, de cómo se conocieron y llegaron a ser compañeros y amigos, también supe lo que Shun hizo, realmente creo que él y yo cometimos demasiados errores, no logro saber si tú y Himuro son demasiado buenos o demasiado estúpidos.

 

—Bueno Tatsucchi fue el único que pudo ver la situación desde mi lugar, para mí fue realmente importante todo lo que hizo, aunque no estábamos en posiciones tan parecidas, su intento fue mucho más potente que el mío, tuvieron que hacerle un lavado de estómago por unos medicamentos que había tomado, agradezco que a Shuncchi no le pasara nada, si no probablemente ahora Tatsucchi nuevamente estaría pensando en alguna locura.

 

—¿Tú volviste a intentarlo?

 

—Una vez, no fueron cortes, como de té mencioné cierta persona revisaba constantemente mis muñecas, había pasado cerca de un mes luego de mi alta, no había logrado encontrar una nueva representante, no tenía contratos, nada parecía estar saliendo como deseaba, sentí que nuevamente estaba siendo una molestia, vi a Kurokocchi llorar por mi culpa, realmente me sentía mal, fue entonces que tome un montón de pastillas, salí compre unas botellas de vino y me fui casa.

 

 

—Kise…

 

—Pensé que si nadie me detenía podría detener el dolor. —La voz del rubio se quebró un par de veces, aunque aguantaba el llanto de forma estoica. — tome cada una de las patillas y pedí disculpas antes de tomarlas.

 

—¿Te lavaron el estomagó?

 

—No hubo necesidad.

 

Kise camino en silencio desde la licorería, apretaba el paquete más y más contra su cuerpo, se sentía tan débil, nuevamente era un cobarde, llegó a su casa, ni se preocupó de cerrar la puerta, simplemente abrió la botella, tomando las pastillas que había dejado sobre la mesa de centro, tomo 5 y las tragó, esperando darle el golpe final con un sorbo de la oscura bebida, pero sus acciones se detuvieron, cuando unas pálidas manos le quitaron la copa y lo obligaron a vomitar.

 

El rubio simplemente cruzó su vista con el moreno, Tatsuya lo afirmaba y le metía los dedos en la garganta obligando a sacar las pastillas de su cuerpo.

 

Solo fueron un par de minutos, pero estaba seguro que las pastillas ya no estaban en su interior, Shun llegó a su lado con una taza de leche tibia, lo hicieron beberla, mientras llamaban a la doctora.

 

 —Luego de eso me llevaron al hospital, Midorima y Takao estaban haciendo su primer internado, me tope de lleno con ellos en la urgencia, nunca había vistos las manos de Midorimacchi temblar como ese día, lo escuche llorar y disculparse con uno de los doctores, según me enteré tuvo un ataque de pánico.

 

—Realmente lo afecto.

 

—Sí, fue demasiado para él, bueno para todos, todos llegaron luego de eso, lloraron, me pidieron perdón, muchas cosas pasaron, luego de eso uno de los amigos de Tatsucchi que era un nuevo diseñador estaba armando un desfile, lo llamo para que él le diera mis datos, desde ese día se convirtió más que mi representante, en un amigo, casi en mi sombra. —Kise dejó salir un profundo suspiro, mientras el silencio entre ambos se hizo presente, no sabían que decir, no tenían nada que preguntarse, ni menos que comentar, fue Kise quien volvió a hablar. — Aominecchi ¿me odias?

 

—No. —Daiki se escuchaba diferente. — te amo más de lo que nunca te he amado, pero no te merezco Kise y eso es lo que más me duele, saber que no importa cuánto tiempo pase jamás seré un hombre digno de ti.

 

—Aominecchi no digas eso.

 

—No puedo tapar el sol con un dedo Kise, fui un simple drogadicto, no soy digno de alguien como tú, pero soy un maldito egoísta. —los ojos del moreno se llenaron de lágrimas nuevamente. —No soy capaz de aceptar que alguien más te tenga, me moriría si eres de alguien más, realmente me moriría si no te quedas a mi lado Kise.

 

—Aominecchi, yo no quiero estar con nadie más—El rubio acaricio suavemente los cabellos del moreno,  Daiki sentía como cada parte que el rubio tocaba se calentaba, sintió como todo él se llenaba de un cariño que llevaba años deseando.

 

Ambos se miraron por un segundo, juntaron sus labios en un beso casto, tierno, era un nuevo pacto, era la confianza y la ternura en un simple gesto, era todo el amor que se tenían.

 

Se dejaron llevar por el calor del momento, cerraron los ojos  y durmieron como llevaban meses deseándolo, en los brazos del otro.

 

 

Notas finales:

nos leemos 


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