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Golpes de la realidad por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Hola, como de costumbre decirle que este capitulo tiene las manos de mi querída beta!!! quien es la unica que conoce el 100% de mis malas influencias e intenciones.

No olvidar que este fic es el regalo de mi querida hermanita Star!!!! <3 

EN DOS DÍAS ESTA DE CUMPLEAÑOS UNA PERSONA DEMASIADO IMPORTANTE Y NO SE QUE HACER???

TENDRÉ UNA CRISIS EN CUALQUIER MINUTO!!!

bueno este capitulo es en si un poco mas relajado y menos emotivo, pero espero les agradé 

Kise se alejó de la tienda lo más rápido que pudo, la verdad es que no podía quitarse la sonrisa del rostro, volver a ver a Aomine después de tanto era como un sueño, su cuerpo estaba extraño, sentía como las mariposas revoloteaban en su estómago y como su corazón latía a  mil por hora, eran todas esas sensaciones las que lo le hacía darse cuenta de que ese no era otro sueño, de que ese moreno que le quitaba el sueño estaba por fin de regreso.

 

Camino hasta su trabajo, entrando al estudio cuando un suave golpe le llego de lleno en la cabeza.

 

-¿Sabes hace cuánto tiempo saliste?… ¿es tan difícil para ti marcarme para informar que te demoraras?- Himuro tenía un aura asesina, la verdad parecía que en cualquier minuto lo golpearía, estaba realmente molesto por la situación, la verdad es que el rubio se había pasado un poco, solo dijo que iría por una soda que quería probar.

 

-Lo siento, Tatsucchi, es que de verdad paso algo increíble, estoy tan… feliz- las lágrimas comenzaron a bajar caudalosas por las mejillas del rubio, mientras la voz se le quebraba a mitad de la frase.

 

-Ryouta… ¿qué paso?- se acercó para llevarlo a su camerino, rodeándolo en sus brazos para que nadie notara las lágrimas del modelo.

 

Himuro se había convertido en el manager después de que Aomine se marchara, el moreno no había sido suave con el otro, le había gritado y lo había hecho levantarse, además de que era el único que no se molestaba si mencionaba al antiguo As de Too.

 

-Ahora mírame, Kise, debes parar de llorar y me explicaras que ocurrió.- le sonrió y ya más calmado, el rubio, logro decir, explicar la razón de la gran alegría que estaba sintiendo.

 

-Volvió, Tatsucchi, Aomine Daiki regresó, está aquí en Japón nuevamente.- su voz se entrecortaba entre las lágrimas, el rubio solo podía sollozar. El moreno apretó las manos del rubio, no recordaba habérselas tomado, pero sabía que ese contacto era necesario.

 

-¿Cómo lo sabes?-le cuestiono, levantando una ceja ante aquello, no creía que pudiera saberlo… a menos que…

 

-Estaba en la tienda… pero…- el gesto del rubio se notó tenso, preocupado, como tratando de esconder algo que le molestaba, Himuro noto esto, quería saber todo lo que había pasado, y más, porque el rubio se comportaba de ese modo.

 

-¿qué más ocurrió?- le pregunto con suavidad el moreno.

 

-él… Tiene un hijo…- silencio, solo eso fue la respuesta ante las palabras del rubio, un completo silencio, aquello había tomado por sorpresa Himuro. Ryouta decidió seguir hablando, contándole lo que descubrió.-es tan rubio como yo y se llama Ryou, le puso mi nombre Tatsucchi, es como un sueño.-dijo muy rápidamente.

 

-Kise, tranquilo, mira entiendo tú felicidad, pero necesito que te calmes y me cuentes que paso, tomémonos un breve receso del trabajo, después de todo, solo nos quedan un par de tomas.-le dijo Himuro con suavidad.

 

-Gracias, es solo que verlo no sabes lo que fue, Dios, era Aominecchi, mi Aominecchi, volvió, no sabes como deseaba saber que él regresaría, estaba con su hijo comprando…-guardo silencio para fijarse en la mirada que el moreno le brindaba.- Himuro…- hablo serio, pero titubeante.- no puedes decirle nada de esto a nadie, no se deben enterar de que lo vi y menos de que le ayude.-aquellas palabras lograron confundir al moreno.

 

-¿Le ayudaste?-cuestiono Himuro, frunciendo ligeramente el ceño.

 

-Él… estaba apuntó de robar…pero no lo malinterpretes, iba a robar pan, un trozo de pan para su hijo,  Aominecchi se veía tan avergonzado y delgado,  las ojeras se le marcaban- se acercó al espejo mirando su tocando su rostro mientras recordaba.- nunca lo vi tan desmejorado, no iba mal vestido, pero no era tampoco la ropa apta para el clima… siento que me necesita, Tatsucchi, necesito ayudarlo, no puedo  quedarme con los brazos cruzados… aunque- el rubio hizo una pausa, con el fantasma de una mueca en su rostro.

 

-Tienes miedo.- no fue una pregunta, el rubio lo sabía, Himuro no solo era su manager, si no su amigo, era quien lo había obligado a continuar con su vida, toco las marcas en sus muñecas, ya casi invisibles para quien no supiera en donde buscar.

 

-¿y si me hace daño?-se preguntó Kise inseguro, agarrando su muñeca inconscientemente.

 

-eso solo el tiempo lo puede decir.- el moreno acaricio las mejillas de Kise y luego lo miro a los ojos.- eres tú quien debe pensar que hacer ahora, Ryouta, si decides buscarlo y exponer tú corazón y tú vida, en sus manos.-le advirtió Himuro, frunciendo el ceño.

 

-Tengo miedo- murmuro el de ojos dorados, bajando su mirada al suelo.

 

-Es normal, el miedo a sufrir, a ser lastimado, más cuando en tu pasado ya viviste la situación.-le dijo Tatsuya con una sonrisa ligera en su rostro.

 

-pero… no quiero saber que les paso algo…- el rubio se alejó, para dejarse caer pesadamente en una silla.- no quiero que nadie se entere.- dijo colocando sus manos en su rostro, cubriéndolo.

 

-Te refieres a mi hermano y los demás ¿verdad?- Kise sonrió de lado dando a entender que se refería a ellos. Himuro se lo pensó unos momentos, viendo como estaba el modelo, a la final solo atino a suspirar y ceder- no diré nada… ahora, muévete que prometí llegar temprano a casa.-le dijo con una sonrisa, sabiendo perfectamente la reacción que tendría Kise en ese instante.

 

-¡TATSUYACCHI ERES EL MEJOR!- sí, justo la reacción que espero. Ryouta se abrazó al cuerpo del moreno, mientras el otro sonreía, eran un buen equipo, a su manera, pero bueno. Himuro aprecio como el rubio cambiaba de posición mientras hacia una pose realmente sexy, pero sin caer en lo vulgar, la verdad el rubio conocía su trabajo muy bien, era un profesional.

 

El rubio se quitó la camisa dejando al descubierto su dorso, el moreno recorrió el cuerpo de su amigo notando como en un suave movimiento el modelo giro sus brazos ocultando las marcar que su antigua depresión había dejado. Llamó a las maquillistas para que cubrieran las marcas con un poco de maquillaje.

 

-gracias…- solo fue el movimientos de los labios de Ryouta, pero Himuro lo entendió a la perfección, no pudo evitar como se habían conocido,  como hace 5 años ellos se habían encontrado por primera vez en el hospital… Cerca de las 12, y con el trabajo terminado, ambos estaban realmente listos, era minuto de volver a casa.

 

-van a matarme…

-Tatsucchi, no me digas que esta solo…-le dijo en la incredulidad, mirando al otro con los ojos muy abiertos. Himuro, comprendiendo lo que trataba de decirle, negó rápidamente con su cabeza.

 

-Claro que no, Ryou, esta con Makoto, hoy Teppei terminaba tarde, así que ese idiota dijo que lo cuidaría.-le aclaro, mientras esperaba a que el modelo se terminara de alistar para irse.

 

-Aun no entiendo esa pareja, de verdad.- le respondió, quitándose la ropa, poniéndose nuevamente su camisa. Notando como Himuro se cruzaba de brazos, negando con la cabeza.

 

-Mira quien lo dice…-contraataco- te recuerdo que tú vas a ayudar a Aomine, abrígate está lloviendo afuera, parece que nevará.- le aviso, viendo como el rubio automáticamente se alarmaba, mirándole.

 

-¡¿Lloviendo?!- la preocupación del rubio fue casi palpable en el aire, eso no era bueno, para nada bueno. El moreno, confundido por la reacción exagerada del modelo decidió responderle.

 

-Sí ¿qué tiene?-le cuestiono, levantando una ceja.

 

-Ellos no llevaban paraguas, y su chaqueta…- el recuerdo del niño con la ropa del mayor le llego de lleno.- ellos…-murmuro, alarmándose aún más, cada segundo poniéndose más nervioso por el bienestar de aquellos dos.

 

-Tranquilo, fue hace horas, además si andaban por aquí deben haber ido a algún lugar, Aomine debe tener algún familiar.-intento razonar con el modelo, quien hizo una mueca.

 

-Los padres de Aominecchi  viven a un par de cuadras de aquí, no es tan cerca… pero…-susurro, no estando cómodo con la idea de que el de piel morena estuviera fuera aun, en este frio.

 

-Ven vamos, qué ambos necesitamos descanso.-le dijo Himuro, comenzando a caminar fuera del edificio. Al salir del estudio, el frío les caló hasta los huesos.

 

-Tatsucchi, necesito preguntarte algo…- murmuro el rubio, mientras continuaban caminando hacia el auto que Himuro conduciría.

 

-dime.- le dijo el moreno, mirando con curiosidad al modelo.

 

-¿De verdad no le dirás a nadie de Aominecchi?-le volvió a preguntar, viendo como este suspiraba, negando con la cabeza.

 

-Claro que no Kise…- le respondió Tatsuya, sintiéndose algo mal porque el rubio dudara de su promesa.

 

-Pero, si me hace daño, Kagamicchi se molestará y Kurokocchi, todos ellos se lo tomaran muy mal.- continuo diciendo el modelo con preocupación, frunciendo el ceño.

 

-Kise, quiero que entiendas algo, nadie tiene derecho a tomar decisiones por ti- le dijo, notando como el rubio intento hablar- y antes que empieces con el tema de la depresión… muchas veces solo la persona que te hizo caer en el agujero, es quien puede sacarte.-le interrumpió, viendo como este le miraba y le sonreía ligeramente, entrando en el automóvil.

 

-Gracias…- murmuro cuando el sueño lo embargo, se acomodó en asiento del auto esperando que los brazos de Morfeo lo envolvieran, el recuerdo del moreno llego a su cabeza, la imagen de ese Aomine delgado y pálido, la imagen del pequeño sol que caminaba junto a su moreno, se le apretó el pecho, y la respiración se le acelero, la sola imagen de la situación le hizo sentir un extraño terror.

 

-Tengo nauseas…- se cubrió los labios sentándose bruscamente, Himuro lo miro por el retrovisor, el rubio se sentía asqueado al pensar en Aomine pasando hambre, teniendo que mendigar, pasando frío esforzándose por que su hijo estuviera bien.

 

-detendré el auto.- Himuro se detuvo girándose para mirar al rubio, que se encontraba con las manos en la cabeza como si estuviera mareado.- ¿te sientes mal?-  el modelo negó mientras respiraba entrecortadamente.

 

-Solo fue un mareo… quizás el viaje y el día de trabajo…- se quedaron unos minutos, la mirada del pelinegro no se despegó ni un segundo del rubio, esperando que este se recompusiera su gesto. Kise no quería levantar la cabeza una extraña angustia lo había embargado, sentía que algo estaba pasando, pero no podía identificar qué.

 

-Ya podemos continuar, Tatsucchi, ya me siento mejor.-murmuro, sentándose derecho en el asiento, sintiendo como aquella sensación aumentaba a cada segundo, algo no andaba bien…

 

-¿Seguro?- el otro asintió mientras el moreno se giraba para partir el coche, las luces indicaron que el motor estaba listo para dar partida cuando Himuro exclamo.-…no puede ser…- mientras miraba directamente al frente con los ojos muy abiertos.

 

-¿Qué pasa, Tatsucchi?- ambos quedaron con la vista fija un par de segundos antes de reaccionar.- … no puede ser… - salió del automóvil a toda velocidad siendo seguido por el mayor. El cuerpo del moreno era iluminado por las luces del automóvil, Tatsuya y Ryouta se acercaron veloces a la parada del autobús.

 

-¡Aominecchi!- el rubio solo atino a gritar al notar el inconsciente cuerpo de su compañero y al pequeño Ryou acunado en su pecho…

Notas finales:

Gracias por leerme !!!


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