Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Golpes de la realidad por Samantha0507

[Reviews - 227]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola es algo corto y sin mucha emocion, pero espero comprendan el motivo de este capitulo.

 

Disculpen los errores, las ediciones me estan costando más de lo que desearia.

Los ojos realmente le pesaban demasiado, el ambiente estaba cálido, pero no sofocante como solía ser su casa.

 

Se giró sintiendo el delicado contacto que las sabanas generaban contra su piel, no recordaba que las sabanas de su cuarto se sintieran así de suaves, así de acogedoras.

 

A pesar del cansancio había dormido bastante bien, había descansado como no recordaba, ni siquiera Ryou lo había molestado.- Ryou… - se levantó de golpe, sintiendo como la cabeza le empezaba a dar vueltas, se sentía como un pésimo padre, había olvidado a su hijo.

 

-No deberías levantarte tan de golpe... aun no estás sano.- Aomine miró a su lado notando a un chico moreno quien llevaba una pequeña toalla en sus manos.- lo bueno es que ya no tienes fiebre.

 

-¿Quién eres?- sabía que lo había visto, pero por más que lo pensaba no podía recordar su nombre.

 

-Me llamo Izuki Shun, jugamos alguna vez y este pequeño es Hiroki, quien está muy contento de que despertaras.- Shun señalaba su redondo vientre haciendo que los ojos de Aomine se abrieran.

 

-Felicidades, yo… mi hijo, quiero saber ¿Dónde está mi pequeño?- nuevamente intentó levantarse, siendo detenido por las palmas de Shun sobre su pecho.

 

-Tú hijo, qué es un sol, la verdad es la ternura en persona, o en versión personita, por lo peque.- Shun solía irse por las ramas.- bueno, qué te decía, a si tú hijo acompañó a Kise,  tenían que hacer unas pruebas de vestuario y se llevó a tú pequeño, me dejaron a tú cargo, por si despertabas para que no te preocuparas.

 

-Kise…- fue un susurro, pero lo único que pudo recordar fue como se sentía el suave tacto de los labios del rubio sobre los propios, había pasado tanto tiempo desde que algo se había sentido tan cálido.- Izuki, ¿Cuánto llevó dormido?

- tres días…- Shun lo miró.- debes tener  hambre,  prepare un poco de comida, te la traeré.

 

-Tres días, al parecer no estaba nada bien.- Aomine estaba sorprendido, pero si había alguien a quien dejaría su pequeño era a Kise, ese modelo era quien más confianza le daba en su vida.

 

-Midorima dijo que estabas bajo peso, que debes hacerte análisis.

 

-¿Midorima?... ellos estuvieron aquí, ¿verdad?

 

-Si.- Shun a pesar de saber que debía traerle comida al moreno, se sentó a su lado, esperando que él moreno preguntara por los miembros de la Kiseki.- ¿todos vinieron?

 

-Sí, Midorima les aviso, venían… al rescate de Kise.- El moreno sonrió tristemente, después de todo no podía esperar un buen trato como el que Kise estaba teniendo con él, de parte de los demás, si hasta sus padres lo habían rechazado.- ellos hablaron mucho, pero de alguna forma Kise les doblo la mano, ellos aceptaron darte una oportunidad, no la desperdicies.

 

Shun se levantó y dejó el cuarto, para de una vez alimentar al moreno.  Aomine sentía su estómago pesado luego de tres o cuatro cucharadas del estofado que Shun le había servido, no recordaba la última vez que había comido una comida caliente o con tantos vegetales, ni mencionar la porción frente a sus ojos.

 

Shun y Aomine siguieron una plática tranquila, hablaron de lo que había pasado en Japón, de quien se había casado con quien, aunque Izuki esquivaba ciertos temas y luego le agregaba que Kise se lo contaría o se lo explicaría.

 

Aomine insistió en ayudar a Shun a ordenar un poco el lugar, ya no se sentía tan débil y de alguna forma debía devolver a Kise el favor de cuidarlo a él y a Ryou esos días.

 

Cerca de las 6 de la tarde la puerta se abrió dejando entrar un niño vestido con un lindo traje muy elegante, hasta con una mini corbata.

 

-¡Papi!- el pequeño feliz se lanzó a los brazos de su padre, mientras Tatsuya y Kise entraban al departamento.- Mira Kisecchi, los cuidados de Izukicchi recompuedon a mi papi.- el niño saltaba por todos lados, mientras Kise entraba en silencio, absorto ante la escena ante sus ojos, nuevamente el recuerdo de la pérdida de su hijo le había llegado, ellos habrían sido una hermosa familia.

 

Himuro notó la molestia en el rostro del rubio y no perdió el tiempo.- No pienses demás, qué eso no te queda, basta del ayer…yo creo que él es quien te debe sacar.-  le había hablado al oído, era un gesto íntimo, demasiado para el gusto de Aomine, quien rápidamente se sintió sumamente celoso, sintiendo que su cuerpo se ponía tenso.

 

-Tkss…- abrazó a su hijo intentando recordar que ese era su motivo, que esa era su única prioridad y que si Tatsuya era quien ahora hacia feliz al rubio, se haría un lado.

 

-No estés celoso, ellos realmente tienen algo especial, algo diferente entre ellos, algo que realmente comparte y en lo que no nos podemos interponer, ni siquiera yo… además yo, estoy agradecido con Kise, después de todo el acompaño a Tatsu cuando más daño provoque…cuando sepas la historia lo comprenderás.

 

Aomine miró como Shun se ponía de pie con cierta dificultad, pero que cuando entraba en el campo visual de Tatsuya, todo a su alrededor desaparecía, solo tenían los ojos el uno para él otro, realmente fluía el amor entre ambos.

 

Las manos de Tatsuya acariciaron el gran vientre de su pareja, por alguna razón la mente de Aomine solo podía imaginarse al rubio con un enorme vientre, mirándolo con amor, miró a su hijo y a Kise, eran tan parecidos, podían verse tan bellamente juntos, con un niño más, una familia de 4, una familia de 4 perfectas personas amándose.

 

-¿Cómo te sientes Aominecchi?- Ryouta había llegado a su lado, ese rubio solo podía sonreírle, sentía que su alma estaba más tranquila solo con tener al rubio a su lado.

-Quiero…gracias Kise, sin ti no sé qué pasaría conmigo mismo, ni menos con mi pequeño.- Aomine le acaricio el cabello a su hijo quien se río feliz y acaricio el rostro de su padre.

 

-Papi pincha, cosquillas, cosquillas.- el pequeño quería jugar, con su padre, las cosquillas era un juego que hacían a diario.

 

-Amor.- Kise se acercó al pequeño.- papi aún no está bien, creo que es mejor que lo dejemos descansar, pero como él ya despertó esta noche, te parece dormir con él.

 

-SIIII, MI PAPI, MI PAPI.- los cuatro adultos miraron como el niño sonreía.

 

La tarde transcurrió tranquilamente, Aomine sentía la calidez, no solo de Ryouta y de su pequeño, si no la que Himuro y Izuki dejaban ver.

 

Algunas veces podía notar la cercanía que Shun había comentado existía entre Himuro y Kise, pero era algo completamente diferente a lo que quería y deseaba ver.

 

Comieron los cuatros y luego Tatsuya y Kise fueron a la cocina mientras Aomine Y Shun estaban sentados en los sillones de la sala, Daiki había metido al pequeño a la cama y se había acomodado junto al antiguo pilar de Seirin.

 

-Izuki, creo que necesito saber que paso, es que de verdad yo, necesito comprender, sé que me fui  un bastardo, pero siento que hay algo más, algo que desconozco, pero que fue mi error, necesito saber que ocurrió en estos años.

 

-Aomine, bueno… no es mi deber contarte lo que ocurrió, es que son muchas cosas y la verdad no es algo que yo quiera recordar,  no me hace muy bien ahora…- puso la mano sobre su vientre.- es que ha sido muy difícil.

 

Sus ojos se cruzaron, Aomine podía ser un bruto, pero podía notar ese deje de tristeza en los ojos de Shun, en como los recuerdos aun le dolían, el mismo tenía esos demonios peleando contra él cada mañana, cada día desde que había trastocado su camino.

 

-No quiero que te alteres…- Shun le sonrió y le agradeció al moreno que no insistiera.

 

-Creo que Kise te lo contará, solo ve de frente con él.

 

Himuro y Shun se retiraron, dejando a los otros dos solos, quienes rápidamente se quedaron en un incómodo silencio.

 

-Kise, Ryou está durmiendo, mañana cuando despierte tomare nuestras cosas  y me marcharé, no quiero ser una molestia.

 

-Ni se te ocurra decirlo, para mi jamás serás una molestia, además, ya arregle el cuarto de visitas para que tú y Ryou estén más cómodos, me encantaría que se quedaran…conmigo- un sonrojo se formó en la mejillas del moreno, mientras Daiki solo atinó a bajar la cabeza y murmurar.

 

-De verdad eres un ángel, gracias Kise, de verdad muchas gracias- Levantó  la vista  y agregó.- ¿qué dijeron ellos Kise?, sé que estuvieron aquí, quiero saber, te lo pido, dime que opinan ellos de mi regreso.

 

El rubio lo miró con ternura.- para decirte eso, necesito contarte la verdad, aún no estoy listo para que sepas, lo único que te diré es que ellos están de acuerdo con ayudarte Aominecchi, pero que el camino es largo para volver a ser amigos.- se acercó al moreno, fue un movimiento rápido, pero perfecto a la vez, sus labios se tocaron en un beso íntimo,  algo suave y puro, no hubo profundidad, pero si sentimiento.

 

Aomine sentía su estomagó llenarse de bellas sensaciones, llenarse de ese romance y de nervios, de pensar que estás viviendo un sueño, volver a besar a Kise era estar vivo nuevamente.

 

El beso se detuvo de manera abrupta, rubio se levantó y llevó al moreno al cuarto, no hubo palabras, era un silencio cálido, agradable, era como compartir nuevamente una primera vez , solo con el roce de sus manos el mor fluía en el aire, se amarían nuevamente.

Notas finales:

Espero les guste!"


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).