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Golpes de la realidad por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Hola""""!!!! como estan!!"

 

Bueno les dejo el capitulo. espero tengan un feliz año nuevo, un beo gigant para todos y agradecere sus cometarios y dudas

 

Gracias no tengo animo para escribir mas asi que eso 

 

nos leemos 

Había pasado una semana, Aomine sabía que su cuerpo ya no estaba tan débil, que ahora de verdad se estaba reponiendo como hace mucho tiempo no lo hacía y esto no era solo gracias a Kise, Izuki e Himuro se habían mantenido al pendiente de él y de su hijo en cada momento, bueno y sus otros amigos habían hecho presente, pero sin cruzar realmente alguna palabra con él, a excepción de Midorima quien como médico tratante lo había regañado muchas veces, que la anemia, que los medicamentos y así sucesivamente.

 

Aomine sabían que eran cerca de las 5 de la mañana, pero no podía pegar los ojos esa noche, se giró en la cama, a pesar de que en esa casa se sentía realmente cómodo no había querido usar los cajones que Kise le había indicado como para él y su hijo, la verdad es que Aomine no podía parar de pensar en todos sus errores, en cómo había abandonado a Kise, sentía que en cualquier minuto el rubio podría pedirle que se marchara, terminaría nuevamente en la calle y con una deuda muy grande con el modelo.

 

Se levantó preocupado de no hacer ruido y su hijo dormía en la cama de junto, Kise había adaptado el cuarto de visita con dos camas y muebles para que tanto Aomine, como Ryouta guardaran sus cosas, aunque en realidad no tenían muchas, todo lo que traían con ellos caía en una sola de las cajoneras y sobraba espacio.

 

No tenía dinero, no tenía trabajo, realmente no tenía nada y eso era algo que verdad creía que cambiaría al regresar a Japón, aquí estaban sus amigos, sus padres, Kise, pero en realidad no lo tenía realmente, después de todo él había provocado que todos lo odiaran.

 

Suspiro, lo mejor era volver a la cama, conseguir un trabajo, una casa, cuidar a su hijo y enamorar a Kise, ese beso, esos labios, él quería una segunda oportunidad, era lo que realmente deseaba.

 

Cuando amaneció se levantó junto con su hijo, notando como Shun y Tatsuya ya estaban en la sala esperando a Kise.

 

-Buenos días.- Aomine se mantenía distante de Himuro, el moreno le producía un recelo diferente, era algo mucho más que pensar que ellos podían tener una relación, como si él y Kise escondieran un profundo secreto, un lazo propio de ellos y en el que nadie podía entrometerse, sus celos crecían con los días, a pesar de saber que Tatsuya sería padre en menos de 3 meses.

 

Shun solía quedarse junto a Aomine y a Ryouta cuando el modelo tenía que hacer secciones o pruebas de vestuario o cosas por el estilo.

 

-¿qué te aqueja? – Shun llevaba un rato observando al moreno, las miradas furtivas, los gestos,  las caras y los murmullos, no solo sobre Kise, sino también sobre Himuro.

 

-tsk… creo que no disimulo bien.

 

- para nada, ahora me dirás que te tiene tan tensó, tengo bastante claro que tiene que ver con mi esposo.

 

-Tsk…- valía la pena decirle todas sus dudas a un embarazado, realmente se lo preguntaba.- ¿realmente confías en Tatsuya?

 

Shun sonrió, justo cuando el pequeño Ryou llego corriendo hasta su padre.- papi, papi, saludaste a bebécchi, Kisecchi ice que bebécchi nos cucha, que bebemos saludadlo.- el menor se apoyó en el vientre de Shun.- hola bebecchi, soy Dyou, te toy pedando, asi que cuídate y quese gande pa´conocedte, si bebecchi…aahhh y no hagas llodad a tio Shuncchi, poque te ama, es tu angel y el de tu papi…-luego de eso el niño volvió a jugar dejando a Shun con una sonrisa y a un Aomine realmente sorprendido.

 

-Tú hijo es un sol, realmente es un sol, creo que él ilumina cada lugar por donde pasa.

 

-Es como Kise, solo con una sonrisa es capaz de iluminar todo a su paso, aunque ahora, él es diferente.

 

-Han pasado muchas cosas, quizás por eso es que notas esa diferencia.

 

-Necesito entender, Himuro, Kise, incluso tú, todos esconden cosas, Kuroko, Kagami, Murasakibara, ni el mismo Midorima me vería si no fuera por petición de Kise, necesito saber que paso cuando me fui, que afecto tanto la vida de todos, como para que esto terminará de esta forma.

 

-No puedo contarte eso, la verdad es que no me corresponde, es algo que Kise debe contarte.

 

-maldición, es que no lo comprendo, no entiendo esa cercanía, no entiendo la actitud de Kuroko o incluso la de Midorima, la verdad es que ninguno se llamaba realmente amigos cuando me fui, pero ahora Midorima y Kuroko pasan al menos 3 días a la semana aquí, aunque no me quieren ver sé que están aquí, todos al pendiente de Kise, como si yo fuera a dañarlo, a lastimarlo.

 

-bueno es que a veces solo el tiempo te hace entender lo que realmente tienes a tú lado.- Shun bajo la vista, realmente se veía triste, se acariciaba el vientre, mientras se acomodaba.

 

-ponte esto.- Aomine le entrego un cojín más delgado.- ponlo en tú espalda, te acomodaras mucho más.

 

-Esto hacías con la mamá de Ryou, realmente es una tristeza que falleciera.

 

-Creo que ella realmente no quería seguir viviendo, cuando quedó embarazada muchas puertas se le cerraron y perdió mucha gente, dejó la vida que llevaba por cuidar al bebé, por cuidar su embarazo, la verdad es que ella decía estar más tranquila sabiendo que su hijo estaría siempre en buenas manos.

 

-Eso es muy triste.- los ojos de Shun se aguaron, mientras se le quebraba la voz.- yo lo que más quiero es ver a este bebé crecer, quiero amarlo…cui…cuidarlo y que con Tatsuya seamos una familia.- Aomine se preocupó al notar las lágrimas en los ojos del pelinegro.

 

-No llores, te hará daño.- Aomine se sentía como un bruto, como podía hacer llorar a un embarazado.

 

-Te sentirás muy culpable cuando sepas la verdad, tú y yo tenemos mucho en común, cuando Kise te cuente la verdad lo comprenderás, yo le hice muchas cosa a Tatsuya, por mi culpa el realmente perdió mucho de lo que el realmente era, perdió parte de lo que había ganado, incluso el respeto por sí mismo, por su vida, todo eso se lo quite, cuando solo debía amarlo.- Shun se cubrió el rostro entre lágrimas.

 

-Pero es que no lo comprendo, ustedes se aman, se les nota, como puedes decirme esas cosas.- Shun le iba contestar cuando la llave indico la llegada de los dos que hacían falta en  ese hogar.

 

-Estamos en casa.- y el pequeño Ryouta corrió rápidamente, aferrándose a la pierna del rubio.- hola mi pequeño sol, ¿cómo estuvo tú tarde? Te divertiste con papá y con Shuncchi.

 

-Si mumi y salude a bebecchi como me dijo Kisecchi, luego jugué y hice eto pada Himudocchi, ¿none ta?

 

Shun se levantó al notar que su esposo no estaba con el rubio, pero Kise le sonrió para calmarlo.- Estaba hablando con Kagamicchi, justo lo llamó para ver cómo sigue.- y lo ojos de Shun se volvieron a poner acuosos.- Shuncchi no llores.- Kise sabía que eso era común en su amigo.

 

-Shuncchi…¿chente mal? Es bebécchi.- Kise y Aomine sentaron al moreno, mientras este lloraba, justo cuando Himuro entró.

 

-Ya llegu…Shun…- corto la frase a medias, cuando noto las lágrimas.- amor ¿qué tienes? ¿Es el bebé? ¿Les pasa algo?

 

-lo…lamento…lo siento tanto.- Shun se aferró a su cuello mientras sin lograr calmarse, la verdad es que se sentía terrible, culpable, después de todo el dolor de Tatsuya era su culpa.

-Kise…- Aomine y Kise se habían ido a la cocina, para darles espacio, además de que el pequeño Ryouta se había puesto un poco nervioso por las lágrimas del mayor.- siempre ocurre eso, la verdad es que no logró comprender como una llamada de Kagami afecta tanto a Shun.

 

-Hay cosas que solo le corresponden a Shuncchi y a Tatsucchi explicar.- Kise levantó al pequeño Ryou que se aferraba a la pierna de su padre.- y tú mi pequeño ¿qué quieres cenar hoy?

 

-Sopa de collita.- Kise sonrió, mientras el pequeño reía en sus brazos, el rubio bajo al pequeño quien corrió a abrazar a Shun, se había relajado bastante el pequeño había comenzado a sonreír después de eso.

 

-Kise, necesito la verdad, ¿qué es  lo que está pasando aquí? Sé que no tengo derecho a exigir nada, pero no logro comprender que paso cuando me fui y sé que Himuro tiene parte en esta historia.

 

-Aominecchi, no me siento listo para todo esto.- los ojos de Kise estaban sombríos.

 

-Papi ¿poque Himudocchi tene yayas en sus manitas? – Aomine miró a su hijo, que habían entrado corriendo, por alguna razón las cosas parecían complicarse y con lo que su hijo estaba diciendo nada parecía claro.

 

-¿A qué te refieres bebé?- se puso a la altura del menor.

 

-quí…- mostró sus muñecas.- el tene didas como cuando caigo, como las que me salen en la llillas.- Aomine observo y de reojo miró a Himuro, sus muñecas, en ellas habían largas marcas, repentinamente las manos de Shun acariciaron las marcas, realmente parecía triste.

 

-Aominecchi…

 

-Intentaron suicidarse.- Kise entendió lo que el moreno susurraba.- es eso, tú y él, son suicidas.- los ojos de Kise y los de Aomine se cruzaron, las orbes doradas del rubio estaban asustadas, pero Aomine lo había confirmado, Kise tiro las mangas de su camisa cubriendo el resto de su pecado.

 

Aomine se sentía ahogado, su Kise era un suicida, el ángel de su vida había intentado quitarse la vida, y por alguna razón lo sabía muy bien, la culpa era suya.

Notas finales:

correcciones y respuestas a las rw mañana 


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