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Tímido por Ari_123_love

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Notas del fanfic:

Es un asco como fluff romance :C

Notas del capitulo:

Borraron mi fluff romance favorito >:| Estaba enojada, así que quise escribir algo bonito. Supongo que soy mala para esas cosas x)

-¡Kyungsoo!- Taemin llamó desde lo lejos, queriendo detener a su amigo, que caminaba a la distancia. -¡Yah!

 

Resopló con frustración, Do se encontraba demasiado lejos como para escucharlo. Ahora tendría que acercarse, y sabía lo que eso significaba. Con pasos pesados avanzó, haciendo un puchero tonto, ¿por qué conocía tan bien a sus amigos?

 

-¡Kyungsoo!- Le gritó, ya estando a su lado.

 

-¿Qué?- Se cubrió los oídos al escuchar el grito de Taemin. –Yah, creo que me has dejado sordo.

 

-Kai te está buscando.- Sonrió.

 

-¿En serio?- La forma en que la mirada de Kyungsoo se iluminó fue suficiente para encender un campo entero de futbol.

 

-¿No estabas sordo?- Taemin fue sarcástico. –Se tuvo que ir a la práctica, pero quiere que lo veas después de que acabe.

 

-¡Kya! Taemin ah, hoy es el día, yo lo sé.- Empezó a brincar y aplaudir como un niño pequeño. -¡Vamos!

 

-¿A dónde?- Taemin se apanicó. – Kyungsoo, Kai dijo después del entrenamiento, aún falta una hora para eso; además, ¿por qué me tienes que arrastrar a mí?- Hablaba rápido. –Yo en tu lugar, querría privacidad, no que todo el mundo estuviera alrededor mío.

 

-Taemin ah…-Gimoteó. –Tú lo has dicho, falta una hora, no quiero estar sólo allá. No puedo esperar para verlo. Vamos, Tae, Kai es tu mejor amigo…

 

-Pero yo no me llevo con los futbolistas, lo sabes.- Se quejó, mientras era arrastrado por su amigo a la práctica de futbol.

 

-Taemin, deja ir el pasado.- Kyungsoo le regañó. –Ahí está Jonghyun también.

 

-Bueno, Kai y Jonghyun-hyung son la excepción…Además…- Mordió su labio inferior.

 

-¡Ves! Por eso es buena idea que vengas conmigo a la práctica de futbol.- Kyungsoo resolvió el problema dentro de su cabeza, sin realmente darse cuenta que Taemin trataba de clavarse al suelo, para no tener que llegar al campo de futbol.

 

El campo de futbol era enorme, aun así no era difícil encontrar con la vista al equipo que entrenaba arduamente bajo el sol.

 

Taemin y Kyungsoo se sentaron en las gradas, Kyungsoo observando a su futuro novio, Taemin metido en su libro de ciencias políticas, predilecto. No, Taemin nunca fue de los que iban a ver los partidos de futbol de la escuela, o en general cualquier deporte. Si no fuera por su vecino, o séase Jonghyun, y por su mejor amigo, Kai, jamás en la vida hubiese entendido lo que pasaba en el campo. Tampoco era de la gente popular, sobre todo por ser algo introvertido, muy tímido, pero ¿cómo no serlo? Cuando pasó años de la escuela siendo molestado por el tipo de familia que tenía. A Taemin le gustaba leer y bailar, esto último, casi no lo compartía con la gente, sólo algunas personas cercanas lo saben, y por más que insistan, Taemin jamás se haría relucir en ese arte.

 

Taemin no era de los de hablar mucho, a diferencia de Kyungsoo o Kibum, ambos eran de los más reconocidos de la escuela, y por sobre todas las cosas, quienes le habían defendido de los idiotas que se burlaban al saber que era hijo adoptado (claro, porque Kai y Jonghyun eran demasiado ineptos como para defender a Taemin).

 

Alzó la vista, en un suspiro, la práctica había terminado, Kyungsoo había salido corriendo hacia donde se encontraba Kai, le abrazó, a pesar de estar sudado. Taemin suspiró, envidiaba a sus amigos, se habían enamorado, y no les importaba gritarlo a los cuatro vientos.

 

-¡Taemin ah!- Escuchó la voz de Jonghyun llamarle. No tuvo que verle, sabía que le estaba pidiendo que bajase de las gradas. Jonghyun jamás entendería que por más que le quisiera incluir en ese estatus, él no iba a pertenecer a ese grupo. No, si el fabuloso Kibum no había podido hacerle cambiar su manera de vestir, jamás se llevaría bien con los deportistas. -¡Ven un segundo, o iré por ti!- Le advirtió.

 

Taemin resopló, tendría que acatar órdenes. Jonghyun en realidad era muy dulce y suave, todo lo contrario a lo que demostraba ser. Pero ese no era el problema. A lado de Jonghyun se encontraba Choi Minho. El eterno sueño de Taemin, desde que le vio por primera vez. Taemin ese día había visto salir fuegos artificiales y escuchado campanas…Pero al instante supo que era un sueño algo lejano. Minho era el líder del equipo, tenía una novia bonita, y sobre todo, jamás le hablaría.

 

Bajó de las gradas, dando pequeños brincos de dos en dos, por el simple hecho de ser divertido.

 

Jonghyun le tomó por la cintura y le cargó, haciéndole girar en el aire. Taemin rio, antes de obligar al mayor a bajarle, golpeando sus hombros.

 

-¡Yah!- Taemin se quejó. –No deberías de hacerte el bueno, conmigo.- Hizo un mohín.

 

-Vamos, no puedes estar enojado todo el tiempo.- Hizo un puchero, después revolvió el cabello de Taemin.

 

-No me ha pedido disculpas, no sé si siga enojado con él…- Hizo otro puchero.

 

-Ahora no sé cuál de los dos es más mimado.-Puso los ojos en blanco. –Sabes…

 

-¡Hyung!- Taemin dio un brinco, se había acordado de algo.- Espere, hace rato pasé por la tiende de comics…- Corrió a su mochila. Y esa era la razón por la cual Jonghyun y Taemin se hablaban, eran un par de nerds. -¡Mire! ¡Mire!- Era como un niño pequeño, brincando mientras hojeaba el libro.

 

-Espera, Tae, traigo el que me prestaste, iré por él.- Jonghyun se alejó, mientras iba a cambiarse y tomar su mochila de los vestidores.

 

Taemin suspiró, mientras se sentaba en el escalón inferior de la grada, cruzando una pierna sobre la otra, mientras empezaba a hojear el comic. Usualmente no estaría ahí, pero ahora, se sentía a la defensiva, usando su vista periférica para cuidarse de cualquiera. Entonces lo notó, Minho estaba a un metro de distancia. Su corazón se detuvo, ¿en qué momento había llegado? Hundió más el rostro en el libro, para poder ver mejor al chico guapo. Sus mejillas debían estar rojas, sentía el calor acumularse en su rostro. Estaba discutiendo, mal momento, el baile de otoño se encontraba cerca, ¿quién discutiría con su novia en estos momentos?

 

Suspiró, tal vez…No, Minho no dejaría a su novia, eran la pareja perfecta; los veía todos los días, llegar en el auto rojo que Minho tenía. Se veían tan bien, todo el mundo anhelaba tener un noviazgo como el de ellos.

 

Su celular vibró, haciendo que Taemin gritara mientras daba un respingo, llamando –quizás un poco- la atención.

 

-¿Yuh-ba-sae-yo?- Era su madre. –Neh…Con Jonghyun-hyung…¿Qué? Él tiene su propia casa…¡Mamá! Aish, está bien.- Puso los ojos en blanco.

 

Jonghyun volvió, notando la mala expresión en el rostro de Taemin.
-¿Qué ha pasado, Tae?

 

-Mamá quiere que vayas a comer con nosotros…- Bufó de brazos cruzados.

 

-Conociéndolas, mi madre está en tu casa.- El mayor se burló. –No nos demoremos más, hay que ir.- Le rodeó los hombros con el brazo, arrastrándole por el campo. ¿Por qué todos le arrastraban?

 

~*~

 

-Amor, ¿qué haces aquí? Creí que estarías en el baile.- Heechul se sentó a lado de su hijo.

 

-No…No soy precisamente requerido en esas cosas…- Taemin estaba recostado en el sofá, viendo una boba película rosa con toques de tragicomedia en el televisor. Heechul hizo una mueca de medio lado, nunca entendería en qué momento Taemin se volvió tan retraído. Acomodó a su hijo, para que pusiera la cabeza sobre sus piernas, y así poderle cepillar el cabello. –Umma…Ya sé lo que dirá, sabe bien que no me gusta estar con tanta gente, y…

 

-No diré nada.- Le sonrió. –Tan sólo que…¿Sigues enojado con Key?

 

-No…

 

-Me alegro, en la tarde vino a buscarte, como no estabas le dije que habías ido al baile…

 

-Aunque hubiese ido, no me hubiera hecho caso.- Taemin rio. –Él estaría totalmente embobado con Jonghyun-hyung.

 

-Cierto…- Heechul rio de regreso. –Me alegro que ya no estés molesto con él.

 

-Umma…- Le llamó.

 

-¿Sí?

 

-¿Crees que algún día…alguien me quiera?- Preguntó tímidamente.

 

-Ahh, ya veo, problemas en el amor. ¿Por eso no fuiste al baile?- Alzó una ceja, su hijo seguía siento tan joven e inexperto.

 

-No quiero ver al chico que me gusta con su novia…- Se hizo ovillo, enterrando su rostro en el vientre de Heechul. –Lo peor, es que por más que trate, no la puedo odiar, su novia es demasiado linda con todos, como para merecer que la odie…O que desee que terminen…- Gimoteó.

 

-Cariño, hay veces en que nos enamoramos de personas equivocadas…

 

-Chicos, ya llegué.- Siwon entró a la casa, con bolsas de comida china, la preferida de Heechul. -¿Qué pasa?- Notó el rostro de su esposo, algo estaba mal.

 

Heechul hizo una mueca, señalando a Taemin.
-Tu hijo necesita un abrazo.- Fue serio.

 

-¿Qué pasa, campeón?- Siwon se acercó a su hijo. –No ha habido ni un solo día en que no te haya visto sonreír.- Le alzó, para poder abrazarle. –Sea lo que sea, sé que todo estará bien.

 

-Es amor…- Heechul agregó con picardía.

 

-¡Eso sí que no!- Entonces Siwon se puso celoso. –No dejaré que nadie se robe a mi niño.

 

-¡Papá!- Taemin se quejó. –Umma, ¿por qué le dijiste?

 

-Porque es divertido.- Se burló. –Anden, vamos a cenar, ya que cierto señorito no fue al baile, supongo que te irás a dormir temprano.

 

-Neh…- Taemin agachó el rostro. Amaba a sus padres, eran todo un caso, pero muy divertidos.

 

~*~

 

Taemin estaba sentado en las gradas, tratando de leer. Había olvidado que ese día tenía los del equipo de futbol práctica, usualmente no lo hacían, pero la final estaba cerca y practicaban casi a diario. Suspiró, le era casi imposible concentrarse, sabiendo que a varios metros abajo, estaba Minho, siendo tan ¡él! Dios, ese lugar era un buen lugar para estudiar, cuando se está solo; pero ahora, era el peor lugar para estar. Podía recitarlo de memoria, Minho tenía cabello oscuro, quizás ahora se encontraba algo largo, sus labios eran carnosos, sus ojos grandes y bastante coquetos. Medía un metro con ochenta y uno, y tenía un carácter bastante competitivo, cuando se tratase de…Casi todo realmente, pero también era noble, de gran corazón. Eso último, lo sabía, había estado dando servicio social en un orfanato, mismo orfanato de donde Taemin venía, y al cual llevaba víveres siempre que podía.

 

Por eso Minho le seguía gustando después de tanto tiempo, era perfecto. Se apoyó sobre la palma de su mano, mientras veía como la práctica terminaba. Minho en realidad era el chico de sus sueños, y tenía la suerte, tan siquiera, de poder verle.

 

-¡Yah! ¡Taemin ah, ¿tienes frío?!- Jonghyun le gritó desde el campo. Taemin hizo una mueca, esperaba eso, y todo por llevar un enorme suéter gris aun cuando no hacía buen clima para ello.

 

-Te diré, la biblioteca es fría…Espera, no lo sabes, nunca has entrado a ella.- Gritó desde arriba. Los demás jugadores rieron, Taemin había dejado en ridículo a Jonghyun, sin problema alguno. Taemin les miró, tal vez no debía de temerles tanto, sólo eran personas, algunos de su edad. Pero no, no podía hablarles, le daba miedo.

 

-Vaya malcriado, espera que le diga a tu madre.- Con las manos hechas megáfono siguió con la discusión.

 

-¡Espera! Antes de que te vayas, ¿podrías firmar mi tarjeta de brabucón preferido? Me darán descuento en helado si vuelves a molestarme.- Y los demás volvieron a reírse.

 

-Yah, baja de una vez.- Jonghyun le gritó.

 

Taemin puso los ojos en blanco. Tomó sus cosas y bajó las gradas con suma lentitud, a pesar de ver que los deportistas no eran malos, seguía sin querer hablarles, sabía que terminarían molestándole, por algo.

 

-Taemin, ¿por qué tan enojado?- Jonghyun le revolvió el cabello.

 

-No estoy enojado.- Taemin se quitó la mano de su amigo. Ahí estaba, Minho se encontraba junto con los chicos que se reían de Jonghyun por haber sido callado. –Me tengo que ir.

 

-Ahora estás nervioso.- El mayor le detuvo.

 

-No estoy nervioso, hyung, tengo que irme.- Taemin se soltó.

 

-¡Espera! Taemin ah…- Jonghyun le llamó. –Hay alguien que…

 

Taemin no escuchó, se había alejado lo más rápido posible. Su corazón latía con fuerza, Minho le había observado, por más de un segundo, casi como si hubiese notado su existencia. Se detuvo cuando quedó lo suficientemente lejos del campo de entrenamiento. Apoyó su espalda contra la pared del edificio de filosofía. Necesitaba calmarse.

 

-Taemin ah, ¿estás bien?- Victoria había salido del edificio y visto como Taemin se escondía  ahí.

 

-Oh…Noona…- Le sonrió. –Yo…Em…Yo…Estaba…Y después…Usted…Ya sabe, cosas.- Trató de explicar.

 

-Oh…Cosas.- Ella no pude evitar reírse. –Sabes, iba a la cafetería, ¿me acompañas?

 

Taemin asintió frenéticamente con la cabeza, Victoria le caí muy bien y le había invitado a comer, ella debía ser una diosa disfrazada de humana.

 

La cafetería se encontraba realmente cerca, no tardaron en llegar. Taemin tomaba una enorme malteada de chocolate, Victoria comía un pastel de zarzamoras. Ambos reían, pero era normal, siempre que hablaban pasaban incidentes graciosos.

 

Taemin alzó la vista, ¡no! ¡no! ¡no! ¿Por qué de todas las cafeterías en el lugar Minho había decidido ir a esa? Taemin se agachó, poniéndose rojo. Se encontraba incómodo de saber que Minho estaba en el mismo espacio que él.

 

-¿Taemin ah?- Victoria le miró, realmente se veía mal. Le sonrió, y acarició su mano, tranquilizándole. -¿Todo bien?

 

-Neh…- Taemin le sonrió, Victoria era una gran amiga, amable, y nunca hacía preguntas demás, entendía cuando no debía de hacerlas.

 

~*~

 

-¡Taeminnie!- Kibum se sentó enfrente de Taemin, quien leí un libro en las mesas que había en el lugar. Segundo después Jonghyun se sentó a lado de Key. -¡Quedaste!

 

-¿Yo qué?- Taemin alzó la vista de su libro. -¿En dónde?

 

-Te inscribí en un concurso de baile, y quedaste.- Sonrió.

 

-¿Usted hizo qué?- Taemin se levantó de golpe, mirando al mayor.

 

-Aish…Jjong, dile a Taemin lo que dije, olvido que él no habla mi idioma.- Rodó los ojos.

 

-Key cree que es buena idea que participes en un concurso de baile, para que te desenvuelvas más con la gente. Él, al igual que todos, quiere que tengas más amigos para que todos vean lo lindo que eres.

 

-¡Hyung! ¿Cómo puede pensar eso? Ni siquiera soy capaz de hablarle a la gente, menos podría bailar en frente de todos.- Taemin le empezó a gritar.

 

-Yah, nos hablas a nosotros, a Kai y a Kyungsoo…- Key le sentó en su lugar de nuevo.

 

-Kai ha sido mi mejor amigo desde jardín de infantes. Jonghyun y yo hemos vivido uno al lado del otro desde siempre, aún recuerdo cuando mis padres salían y él era quien me cuidaba, bastante insensato, por cierto. ¿Por qué nunca llamaron a una niñera? ¿Por qué? A usted y Kyungsoo, ni siquiera les hable, ustedes decidieron hablarme… Y… Y…- Empezó a hiperventilar.

 

-¡Respira!- Key le calmó. –Tal vez tengas un poco de razón, pero ¿qué hay de esa chica de filosofía?

 

Jonghyun de inmediato volteo a ver a Taemin, no imaginaba que Taemin pudiese tener una amiga sin que alguien se la hubiese presentado primero.

 

-Victoria noona.- Sonrió hasta que sus ojos se hicieron pequeños. –Noona tenía la mala suerte de siempre acercarse a mí cuando decía cosas fuera de contexto o cuando hacía cosas raras.- Rio. –Siempre quería explicar lo que sucedía, por eso empezamos a hablar. Noona es muy linda conmigo, no se asusta de lo que me escucha decir, o de lo que ve que hago.

 

-¡Ves! Apuesto a que Victoria te irá a ver, por favor ¿si? Concursa en el baile.- Key insistió.

 

-Espera, ¿Taemin tiene una amiga que él sólo hizo?- Jonghyun seguía estupefacto.

 

-Hyung, tal vez no le hable a la gente, pero no soy antisocial.- Taemin hizo una mueca. –A Victoria noona es fácil hablarle.

 

-Te creo…Es tan sólo que…Nunca habías hecho el esfuerzo de hablarle a nadie, y pues…A ella le hablaste.

 

-Yo…- Taemin no supo que decir.

 

~*~

 

-No lo haré, no lo haré, no lo haré…- Taemin hiperventilaba. Había escuchado su nombre en el altavoz, era su turno de bailar. Key y Kyungsoo trataban de convencerle de que entrara de una buena vez al escenario.

 

-¡Taeminnie!- Victoria llegó, Kai había ido por ella, era la única que podía convencerlo o no.

 

-Noona.- Taemin corrió a abrazarla, escondiéndose en su regazo. -¡Dígales que no lo haré!

 

-Kibum, ya déjale en paz, ¿qué no ves cómo está?

 

-Es por su bien, Taemin no puede seguir así…- Key trató de hacerle ver que todo era por el bien del menor.

 

-A mí me gusta Taemin tal y como es.

 

-A mí también…- Key murmuró mientras se cruzaba de brazos.

 

-Entonces, ¿no tendría sentido si lo quieres cambiar? Actualmente, somos cinco personas los que queremos a Taemin, después de esto, mucha gente querría salir con él, y ya no saldría contigo. ¿Quieres eso?

 

-No…- Hizo una mueca. -¡Pero, Taemin…Quiero que aprenda a darse su lugar…

 

-Taemin sabe hacerlo…

 

Taemin en serio consideraba a Victoria una diosa, era la única que le defendía todo el tiempo, incluso de sus abusivos amigos. Sonrió, todo estaba bien cuando Victoria se encontraba cerca.

 

-Sabes, Tae…- Victoria corrió a los demás del lugar. –No tienes que salir si no quieres, pero sé de alguien que vino a este concurso…Alguien a quien quizás te gustaría que te vea bailar.

 

-Noona…

 

-Eres algo obvio a veces.- Rio. –Es tu turno.- La dio una suave palmada en el hombro, animándole.

 

La música sonaba fuerte, él cerró los ojos, tal vez si imaginaba que no había nadie, podría bailar como lo hacía en casa. Suaves movimientos, que se conectaban entre ellos. Taemin movió su cadera, mientras sus manos viajaban a su alrededor. El ritmo de la música subió, al igual que los movimientos del chico. Ya no eran suaves, eran marcados, sensuales, apasionados. Amaba bailar, podía desaparecer del mundo real cuando bailaba, como ahora. Había olvidado que estaba enfrente de mucha gente, que le miraba.

 

El silencio se hizo, Taemin abrió los ojos, regresando a la realidad. ¡Dios! La gente le aplaudía, toda esa gente le había mirado bailar. Gimió, mientras hacía una mueca, saldría corriendo de ahí. Y lo hizo, a pesar de seguir escuchando los aplausos, de tal vez ser reconocido como un gran bailarín. No, tenía tanto miedo, de la gente, no le gustaba hablar con desconocidos, menos que le vieran bailar.

 

Al escapar chocó con alguien. Alzó la cabeza, sobándose, le había dolido el golpe. Oh no, maldición, era Minho. Gimió, no podía estar pasándole esto. Redireccionó su huida, sin dejar escuchar la disculpa que Minho le había pedido por haber chocado con él.

 

~*~

 

Minho suspiró, era el día, le iba a hablar a ese chico tímido, el que era amigo de Kai y de Jonghyun. Había querido hacerlo desde hace tiempo, pero el niño siempre traía un libro entre las manos, y parecía no querer ser molestado. Además, sólo le hablaba a unas cuantas personas, fuera de ellos, agachaba el rostro y no hablaba con nadie más.

 

Y no podía dejar de pensar en que eso era la cosa más tierna del mundo. El chico tímido, conocía su nombre, porque Jonghyun lo repetía todo el tiempo, pero no quería decirlo, como si no tuviera el derecho…Después de todo, no había tenido el valor de hablarle nunca.

 

Recordaba la primera vez que le notó. Fue el en orfanatorio. Ese día, estaba lloviendo, y Taemin había llevado cobertores para que los niños no pasaran frío en la noche. Taemin no era tímido con los trabajadores del lugar, ni con los niños. Sobre todo, había una niña que siempre cargaba. La niña se llamaba Minji, fue adoptada hace poco.

 

Caminó hacia el orfanatorio, solía ayudar ahí, le agradaba mucho hacer lo que fuese por ayudar a quienes le necesiten. Y más que nada, creía adecuado hablar con Taemin en el ambiente en el cual no fuera tan tímido. Al llegar, los niños corrieron hacia él, era común verlo ahí, y los niños le habían tomado cariño.

 

-Minho oppa, ¿por qué sonríe?- Una niña le preguntó.

 

-Niños, ¿recuerdan del chico bonito del que les hable?- Preguntó, hincándose junto a los niños.

 

-¡Neh!- Contestaron alegres.

 

Minho miró para nada disimulado, hacia la oficina, donde Taemin había llegado y saludaba a los trabajadores.

 

-Hoy hablaré con él.- Rio. –Le diré que me gusta.

 

Los niños rieron, por saber el secreto de Minho. Serían cómplices de Minho.

 

Y así fue. Los niños jugaban con Taemin, hasta que uno dijo que tenía hambre, entonces todos empezaron a hacerlo. Taemin entró en pánico, no debían de comer antes de la hora de la cena, de cierto modo para no arruinar sus apetitos, pero también, debían de ahorrar un poco en comida.

 

-Hyung, por favor, busque en la alacena.- Suplicó uno.

 

Taemin se mordió los labios, no debía, pero lo haría sólo por esta vez.
-Está bien, no le digan a ajhussi, ni a las noonas, que les di galletas.- Les indicó que guardaran el secreto con su índice sobre sus labios. –Ahorita vuelvo.

 

Taemin camino hasta la bodega que fungía de alacena. ¿Dónde podían estar las galletas? Suspiró, quisiera poder ayudar más en ese orfanatorio, así los niños tendrían más cosas y podrían gozar de una mejor vida.

 

Entró más profundo, había sido muy pequeño cuando le adoptaron, no recordaba cómo era vivir ahí, pero tenía en claro que siempre ayudaría a ese orfanato, donde pudo encontrar a su familia. Era todo tan oscuro. Encendió la luz, mientras se giraba para seguir buscando. Un sonido le desconcertó. Alguien había cerrado la puerta.

 

Taemin se giró, asustado de haberse quedado encerrado.

 

-La puerta…- No, alguien la había cerrado. Minho. -¡La puerta!- Estaba en shock.

 

-No te preocupes, tengo la llave.- Minho trató de tranquilizarle.

 

-Cerraste la puerta…- Sus ojos estaban abierto por completo. -¿Por qué cerró la puerta?- Taemin seguía insistiendo con el tema, no cabía dentro de su mente que alguien cerrara la puerta de una alacena a propósito, para encerrarse ahí. -¡La puerta!

 

-Era la única manera en la que hablarías conmigo.- Minho se excusó.

 

Taemin se cubrió la boca…Era cierto, le había dirigido la palabra a Minho, sin titubear, o sin quedarse paralizado del miedo. Agachó la mirada de inmediato, que idiota había sido, ahora tendría que seguir hablando con él, y no encontraría la manera de continuar.

 

-Taemin…- Minho quiso seguir.

 

-¿Conoces mi nombre?- Taemin se consternó. -¿C-cómo?

 

-Jonghyun.

 

No dio más explicaciones, la cara de Taemin era obvia, seguía en shock por estar encerrado en la alacena consigo, no quería hablar más de la cuenta, y ahora se había sumado algo de rabia, probablemente hacia Jonghyun.

 

-¿Por qué cerró la puerta?

 

-Tenía que hablar contigo, pero siempre que trato, te vas, o simplemente no me ves.

 

¡Qué no le veía! Era lo único que Taemin hacía, verle. Gimió, sin querer, no entendía que estaba pasando, su cabeza no podía hacer las conexiones.

 

-Eres demasiado tímido para hablar con extraños, yo tenía la esperanza de ser amigo de tus amigos, aun así nunca pude hablarte, no me dejabas. Sales corriendo, por cualquier motivo. Sé que no te gusta entablar conversaciones, pero necesito decirte esto: me gustas.

 

Taemin parpadeó incrédulo. ¿Había escuchado bien? Minho, él había dicho que le gustaba…Debió haberse quedado dormido, probablemente seguía en cama, durmiendo y ya se le hacía tarde para ir al orfanato.

 

-¿Qué ha dicho?- Su voz fue suave, temerosa de quebrarse, no quería hablar alto, por temor a despertarse.

 

-Me gustas.- Minho lo repitió, observando cómo Taemin agachaba el rostro, para evitar que él viera lo ruborizado que estaba.

 

-Pero…Usted tiene novia…

 

-Eobsseo, hace tiempo que ya no salgo con ella. Desde hace meses que no siento nada por Yuri.

 

-¿Cómo puede decir esas cosas?- Su voz seguía siendo tan baja, que podría arrastrarse por el suelo. No comprendía, en general, qué estaba pasando.

 

-Me gustas, desde que te vi. Aquí, un día de lluvia.

 

Taemin volvió a sonrojarse, tenía que salir de ahí, respirar aire fresco, probablemente la falta de aire era lo que le había hecho alucinar esas palabras. Trató de llegar a la puerta cerrada, pero no podía ni caminar, temblaba, nervioso, avergonzado de lo que había escuchado. Se cayó, quizás no tan aparatosamente como lo imaginó en su cabeza, pero vaya manera de ponerse más en ridículo que esa.

 

-¡Taemin!- Minho corrió a su lado, para ayudarle a ponerse en pie.

 

Cosa de segundos, se miraron, compartiendo el aire, debido a su cercanía. Minho no lo dudó, le gustaba el chico tímido. Se acercó a los labios del menor, robándole un beso.

 

Los ojos de Taemin volvieron a abrirse enormemente, cubriéndose la boca. Por un momento, Minho creyó haberse equivocado, tal vez no debió confesarse, y ¿si al chico tímido no le gustaba? Pero no era así.

 

-Ese…- No encontró su voz. -…Ese era mi primer beso…- Susurró. Si no hablaba con la gente, menos haber besado a alguien más.

 

Minho sonrió, se creía el ser más idiota del planeta. Por supuesto que ese era el primer beso de Taemin, debía ser, no tenía el aspecto de andar con mucha gente, ni siquiera parecía ser de los chicos que resaltan entre los demás. Pero para Minho, Taemin había resaltado desde el primer día en que le vio.

 

-Lo siento…- Le sonrió, tratando de arreglar su error. –Yo…Debí haber sido más prudente.

 

Taemin se sonrojó, ¿cómo hablar ahora? Había dicho que ese era su primer beso, no encontraba cómo rescatar la situación. No era un sueño, pero ahora quería estar dormido. El chico que le gustaba se había confesado, y aun así no encontraba la manera de confesársele.

 

El tiempo quedó muerto en aire incómodo.

 

-Dijo que no me gusta entablar conversaciones…- Desde el fondo de su garganta, logró escapar su voz. –No es cierto…-Aclaró. –Tan sólo…Toda mi vida se burlaron porque soy adoptado…No me gusta hablar con la gente, porque temo que piensen mal de mí, por mi procedencia.

 

-Pero no es así.- Minho acarició la mejilla de Taemin, seguían en el suelo, ahora sentados, al menos Taemin ya no seguía interesado en abrir la puerta. –Tus padres son geniales.

 

Taemin tildó el rostro hacia el lado izquierdo, haciendo que Minho se riera por su pequeño error, había hablado de más.

 

-Te vi aquí, así que pregunté por ti. Sé que fuiste adoptado por una pareja homosexual, y que ellos son los padres más amorosos que pudiste haber conseguido.- Explicó. –Después…Después te vi en la escuela, estabas con los chicos que esperaban ser aceptados en el equipo. Hoy en día sé que estabas acompañando a Kai.

 

Taemin lo recordaba, JongIn le había arrastrado hasta ahí, alegando que era su amuleto de buena suerte. Hizo una mueca.

 

-Taemin, no hubo ni un solo día en que no volteara a verte.- La manera sería en que lo dijo fue suficiente para dejar sin aliento al menor.

 

-…Yo…- Taemin no sabía cómo empezar. -…Usted…Entrenamiento…Gradas…el equipo…

 

Taemin decía cosas sin sentido, estaba anonadado con la situación, apenas y podía respirar.

 

-Cada vez que Jonghyun te abrazaba, era para hacerme molestar. Él sabe lo mucho que me gustas.

 

-Nunca…me dijo nada…- Susurró para sí mismo.

 

-Más le valía, ¿cómo iba a ser posible que yo no fuese capaz de hablarte?- Minho le obligó a alzar el rostro. –Es tan tierno lo tímido que eres.- Aún, después de haberse confesado, Taemin seguía siendo tímido con él. Sonrió, antes de tomar otro beso de aquella boca color rosa.

 

-Yo…- Insistía, pero ¿cómo hacerlo? ¿Cómo confesársele al chico que le gusta?

 

-No tienes que decir nada, Tae…- Minho le sonrió calmándolo. –No debí de haberte encerrado aquí, conmigo, pero no encontraba otra manera de llegar a ti.

 

Suspiró, desearía ser más valiente, para haber enfrentado a Taemin en otro lugar, con otras opciones. Pero ya había pasado. Taemin no había dicho nada más, era demasiado tímido como para rechazarle, lo sabía bien. Abrió la puerta, no quería retener al menor por más tiempo.

 

Taemin se mordió los labios, era ahora o nunca. Sabía, que si no se confesaba, que si se iba de ahí sin más, jamás tendría una oportunidad como esa, incluso, podría desaparecer ante la mirada del mayor. Pero no quería, no quería ser visto por Minho, él se había encargado de saber sobre su vida, eso era bello, Taemin no había hecho más que ver todos los días al mayor. Se sentía tan defraudado de sí mismo. No podía dejarle ir, no ahora, que sabía que era correspondido.

 

Le abrazó por la espalda, justo antes de que Minho saliera. Enterró su rostro en la nuca del mayor, sintiendo como Minho se quedaba quieto. No quería despertar de ese bello sueño que estaba viviendo. Minho olía bien, a perfume, nunca imaginó conocer el aroma del chico que tanto le gustaba.

 

-A mí…- Susurró. –También me gusta usted…- Suspiró, aún escondido en el cuello del chico alto. –No pensé jamás decírselo, por temor a ser rechazado. He sido rechazado toda mi vida, me he acostumbrado a eso, pero usted, en realidad me gusta, por eso no me acercaba.

 

Cerró los ojos, al sentir que Minho le obligaba a soltarle. Minho le abrazó, enterrándolo contra su cuerpo, le abrazaba, y se sentía bien saber de ese amor.

 

-Jamás creí ser notado por…ti.- Continuó. –Eres perfecto, para cualquiera, yo no puedo hablar en público, ni siquiera, a quienes se sientan a mi lado, en el salón.

 

-Tímido…- Minho murmuró. –Es mejor, así sólo serás mío.- Rio suavemente. –No me gusta ver cómo te tratan tus amigos –En general, todos.-Ni la chica esa.

 

-¿Chica?- Taemin alzó el rostro, mirando directamente, por primera vez, al mayor. -¿Se refiere a Victoria?

 

-Jonghyun una vez dijo que salías con una chica. Y yo ya te había visto varias veces con ella…Pensé qué…

 

-Song Victoria es la que me defiende de Key-hyung y de Kyungsoo.- Taemin rio, alegre, ella era el único tema en el que Taemin hablaba abiertamente. –Ellos me defendieron, sí, por eso nadie vuelve a insinuar cosas malas sobre el hecho de que soy adoptado…Pero son realmente abusivos.- Hizo un puchero. –Quieren que…Hable más…- Torció los labios, al igual que Minho, a él tampoco le agradaba la idea de que Taemin cambiara. –Victorias es la única que los mete en cintura y les dice que me dejen en paz.

 

-Ya no recurras a ella, por favor.- Minho habló, enterrando su rostro en el cabello de Taemin. –Ya no recurras a nadie más, sólo ven a mí.- Rogó.

 

-¿En realidad le gusto?- Sólo quería saber si no estaba dormido, que todo lo que había pasado era de verdad.

 

Minho le miró, antes de agachar el rostro, besando al chico que de inmediato se puso rojo. Esa era la mejor forma de contestar a la pregunta que Taemin había hecho. 

 

Notas finales:

¿Continuará? 


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