Tao podía oír los murmullos mientras caminaba por en medio de la multitud. Sabía que las personas estaban hablando sobre él.
Claro, todo el mundo era suficientemente amigable y sonreía para él cuando caminaba en su dirección, pero en el momento en que se alejaba, los susurros comenzaban de nuevo.
Entendio que nada de eso era culpa de la manada. Él se lo había buscado con su fijación indebida por Kris. Había hecho el papel de bobo en frente del alfa, de la manada y, más importante, enfrente de Kris. Debio estar fuera de su mente al pensar que el poderoso beta pudiera mirar en su dirección, y mucho menos emparejarse a él.
Tao había estado tan impresionado por la fuerza del hombre y la manera firme en que ejercía en sus funciones para el alfa y la manada. Kris tenía una actitud protectora que lo atraía. Después del infierno que él vivió cuando fue forzado por el alfa Taeyang a emparejarse con Zhoumi, Kris representaba la seguridad. Cediendo al deseo que Tao había visto los ojos castaños de Kris había sido una compensación fácil para la protección del hombre.
Sólo que la protección había sido temporal y ahora Tao se vio sin alguien para mantenerlo seguro. Él ya había recibido más de una invitación para jugar con otros miembros de la manada. Los había rechazado a todos y cada uno de ellos, pero él no creía que ellos pararan de preguntar. Él estaba seguro de que alguien, tarde o temprano, no iba a aceptar un no como respuesta. No sería la primera vez.
Tao todavía tenía pesadillas casi todas las noches sobre Zhoumi o pasando en torno de sus amigos. La mayoría de ellos se habían ido con Zhoumi cuando el alfa Baekhyun había asumido el mando, pero todavía había unos pocos en la manada. Tao vivía con miedo de ellos viniendo a él. Él sabía que eso pasaría eventualmente.
Já, él podría ver a uno o dos de ellos mirándolo como si estuviesen imaginando lo que harían con él una vez que lo atrapasen. Algunos eran idiotas, pero a la mayoría parecía que le gustaría infligir tanto dolor en Tao cuanto pudieran. Y fue por eso que había perseguido a Kris de forma tan inflexible. Él necesitaba de Kris, precisaba de su fuerza y su protección. Tao habría dado cualquier cosa para pasar una noche sin miedo, sin mirar para la puerta, con temor que alguien fuese a quebrarla y abusar de él nuevamente.
Pero Kris había dejado más que claro que él no quería tener nada que ver con Tao y lo había hecho enfrente del alfa. Las palabras que le había dicho nunca podrían deshacerse. Tao estaba solo. Y encima de todo,era el bobo de la manada.
Todo el mundo sabía que el beta lo había rechazado. Habían visto a Tao perseguir al hombre, y habían visto a Kris correr una y otra vez. Maldición, el alfa y su compañero habían sido testigos del momento más humillante de Tao. Podría haber vivido con la manada entera riéndose de él si no hubiera visto la lastima en los ojos de Kris cuando el hombre lo rechazó.
Kris no estaba enamorado como esperaba. El sentía pena por él. Tragó seco mientras pegaba una falsa sonrisa en su rostro, esperando que nadie pudiese ver a través de su máscara de indiferencia. Podría intentar ignorar los comentarios de diversión a su costa, pero no quería que nadie supiese cuánto realmente lo lastimaban. Tao sonrió y fingió que no oía a las personas cuando lo nombraban.
Rápidamente hizo su camino hacia el kiosco de jugos que recien había sido construido, compró una botella de agua y enseguida se fue tras un grupo de árboles en la parte de atrás de la multitud. Se recostó contra el tronco de un árbol, moviéndose más y más hasta que estaba escondido de la vista. Más que cualquier otra cosa en el mundo él quería haberse podido quedar en casa y perder la reunión de la manada, pero era obligatoria. El alfa quería hablar con la manada entera.
Baekhyun había sido bueno para la manada. En las semanas desde que había asumido el mando, el alfa había hecho muchos cambios en las reglas de la manada que no sólo reunían a las familias de vuelta, sino también traía nuevos miembros. La manada ya no vivía con miedo de encontrar a sus compañeros y mucho menos emparejarse. La risa de los niños, lobos y humanos, estaban siempre en todas las partes de la reservacion. Las personas tenían sonrisas en sus rostros cuando iban para el trabajo. Se saludaban unos a otros, sin miedo de que serían apuntados por el alfa y castigados como un ejemplo para la manada.
La manada estaba feliz por primera vez años, prosperando bajo la protección y la orientación del alfa Baekhyun. Tao sabía que Kris tenía mucho que ver con eso, y fue una de las razones por la que él estaba tan perdido por el hombre. Kris sólo quería lo que era mejor para Tao y la manada. Y tal vez eso fue lo que lo dejó más triste. Kris realmente quería lo mejor para él, excepto que Kris no se daba cuenta que para él lo mejor era probablemente estar muerto.
—Tao.
Respiró profundo el aire que necesitaba para dar a sus pulmones algún alivio. Cerró los ojos por un momento y deseó estar en cualquier lugar excepto donde estaba. Pero sabiendo que su deseo no sería escuchado así como ninguno de los otros lo habían sido, abrió los ojos y se volvió para mirar al hombre de pie atrás de él.
—Beta Kris— dijo en voz baja, las palabras parecieron gruesas y pesadas en su boca.
—¡Te he buscado por todos lados!
Tao no reconoció la aceleración de su pulso con las palabras de Kris. Eso no le haría ningún bien. Kris no estaba en busca de él por las razones que Tao quería, y él sabía eso.
—Lo siento mucho. Si hubiera sabido, me hubiera presentado.
—Estoy preocupado por ti, Tao.
Tao casi rió, casi. Una risa histérica se estaba creando en su garganta, y sólo después de tragar varias veces antes de hablar fue capaz de mantener los sonidos horribles para sí mismo. Él no hallaba que sería capaz de lidiar con su humillación si Kris supiese exactamente cuán dolido estaba.
—Estoy bien.
Tan bien cuanto podía. Kris se inclinó contra el tronco del árbol al lado de él y pasó una mano por su rostro. Un profundo suspiro levantó su pecho, creándose delante de los ojos de Tao. Casi lloriqueó cuando recordó claramente que tan grande era ese pecho, que tan fuerte, y como se sentía frotarse contra todos esos músculos gloriosos ondulando bajo la camisa negra de Kris. Tao no tendría pesadillas esa noche.
—Realmente siento mucho que tuvieras una impresión equivocada Tao.
Los ojos de Tao se movieron para escucharlo. Podía ver la preocupación en los ojos de Kris. La mirada llena de una culpa pesada, y Tao noto que Kris realmente estaba arrepentido. Él estaba haciendo un gran esfuerzo para arreglar las cosas. A pesar desaber que nada que dijese podría cambiar las cosas, no quería que el beta se sintiera culpable por rechazarlo. Kris no podría elegir por quien estaba atraído, y a pesar de su única noche juntos, Tao sabía qué Kris no estaba atraído por él. Era tan simple como eso. Kris no quería a Tao. Por más que le rompiera el corazón, él entendía.
A partir de la experiencia,sabía que la mayoría de los hombres que estaban interesados en él sólo querían una cosa. Si él cedía a ellos, generalmente lo dejaban tranquilo. Si él se negaba, lo tomaban de cualquier manera. Los hombres que no querían a Tao eran los que estaban en busca de compañeros, y aparentemente ellos buscaban algo en sus compañeros que obviamente estaba faltándole. Él nunca había sido capaz de descubrir que era ese algo especial, sólo sabía que no lo tenía. Si lo tuviese, tal vez otros hombres además de aquellos como Zhoumi, estarían interesados en él.
Tao pego una sola sonrisa en sus labios. Él no se sentía feliz. En realidad, él no sentía ninguna alegría, nada. No había ni siquiera un grano de felicidad dentro de él, del que había estado hasta años atrás. Sin embargo el sentía una necesidad de alejar la culpa de Kris. No había ninguna razón para que el hombre debiese sentirse mal, porque no quería a Tao. No era culpa de Kris. Había algo mal con Tao, algo quebrado dentro de él que lo tornó atractivo para los hombres que no eran buenos. Podía ver eso ahora. Los únicos hombres que parecían quererlo eran los que querían abusar de él. Los orificios de la nariz de Tao quemaban cuando sus ojos comenzaron a arder con la necesidad de llorar. Inhaló lenta y profundamente antes de hablar.
—Aprecio su preocupación, beta Kris, pero estoy bien.
Kris prácticamente rodó los ojos como si esperase esa respuesta de Tao.
—Mira, esto es difícil para mí. Aquella noche que pasamos juntos fue maravillosa, pero…
—Por favor, no diga nada más—Tao rápidamente levantó la mano para impedirle seguir a Kris. No creía poder oír otra palabra. —Entiendo que pensé las cosas equivocadas. Vi lo que quería ver. Estaría mintiendo si dijera que no estaba equivocado, pero voy a superar eso.
—Tao …
—No tiene nada para sentirse culpable, beta Kris, entonces por favor, déjeme ir.
Los ojos de Kris se estrecharon en pequeñas rendijas, y Tao vio un flash de rabia en sus profundidades marrones. —Si no tengo nada para sentirme culpable, entonces ¿por qué me sigues llamando beta Kris en vez de apenas Kris? Pensé que éramos amigos, Tao.
Ellos nunca serían amigos. El corazón de Tao no lo aceptaría. Él no podía fingir ser amigo de Kris cuando quería más del hombre. Ellos serían miembros de la manada y, ocasionalmente, se reunirían para las funciones de la manada, pero nunca habría más que eso entre ellos, y Tao lo sabía.
—Creo que es mejor si mantenemos nuestra relacion solo como miembros de la manada.— Tao permitió que su sonrisa se ampliase, esperando que Kris no consiguiese ver la tristeza en sus ojos. Kris se quedó en silencio por un momento, mirandolo tan severo que Tao sintió como si el hombre pudiese ver hasta su alma. Tao no tenía idea de lo que Kris vio.
—Si eso es lo que quieres Tao— dijo finalmente Kris.
No era lo que quería, de ninguna manera, pero era la forma en que las cosas tenían que ser. Kris no lo quería, y tan duro como fuera para Tao aceptar eso, tenía que desistir de su sueño de tener a Kris y seguir adelante con su vida.
Hasta se había divertido con la idea de pedir para ser transferido para otra manada. Tao no hallaba que podía pasar el resto de su vida viendo día al día a Kris, sabiendo que el hombre que amaba no quería nada con él. Eso ya estaba destrozando el alma de Tao. Con el tiempo, eso iría lentamente destruyéndolo.
—A pesar de lo que ocurrió— continuó Kris —espero que sepas que puedes venir a mí si necesitas alguna cosa. Todavía eres un miembro de la manada, y yo soy el beta. Y me importa lo que pasa contigo.
—¡lo sé!— Tao se alejó antes de que Kris pudiera ver las lágrimas que era incapaz de mantener tras sus párpados. —Gracias— susurró antes de correr. Sabía que debería quedarse para la fiesta de la reunión de la manada, pero la necesidad de correr y esconderse, para lamer sus heridas solo era más fuerte que su necesidad de quedarse.
Tao corrió para el bosque, tomando un atajo entre los árboles que lo llevaban para su casa. Eso era más rápido que tomar el camino de la manada reunida en el parque. De esta forma, pasó por varias casas, Tao quería evitar encontrarse con alguien. Casi gritó de alivio cuando su antigua casa de madera apareció en su vista. No era mucho, pero era suya. Sólo tenía dos cuartos, un baño y una sala principal dividida entre la cocina y sala de estar. Ni siquiera tenía una chimenea normal, pero tenía una cocina a leña antigua en el lugar. Tao pasaba horas cortando madera para calentar la pequeña casa.
La casa había pertenecido a sus padres antes de que murieran hace algunos años. Su madre murió en su nacimiento. Su padre había muerto de un corazón quebrado, quedándose apenas el tiempo suficiente para que Tao tuviera una educación y fuera capaz de cuidar de sí mismo. Pero él lamentó la pérdida de la madre de Tao todos los días hasta que el dio su último suspiro. Tanto cuánto le dolía ver a su padre morir cada día que pasaba, la devoción que el hombre tenía con su compañera que murió era la base de todo en lo que Tao creía, y deseaba. Era lo que él quería con Kris.
Los pasos de Tao se detuvieron cuando llegó al gran porche. La vista se extendía por todo el frente de la casa hasta el lago Jinyang, Tao tenía buenos recuerdos de él sentado en la baranda con su padre en la noche oyendo a su padre contar las historias de su madre y de cómo era de maravillosa. Cada palabra era dicha con amor y cariño. Tao se centró en el escalón de arriba y miró para el lago cristalino.Perdió a su padre. Perdió a su madre, aunque nunca la hubiera conocido. Después de oír las historias de su padre, la mayor parte de su vida, Tao sentía como si hubiese pasado cada día al lado de ella mientras crecía.
Las cosas no habían sido las mismas desde que su padre falleció, y Tao se preguntó si alguna vezlo serían. Ni siquiera una semana después de haber enterrado su padre, el alfa Taeyang le había informado que iba a ser emparejado con Zhoumi, Tao había discutido, pero había acabado por rendirse frente a una golpiza. Zhoumi había aumentado sus contusiones en su primera noche juntos, y la mayoría de las noches desde entonces.
Tao apenas había sentido su primer aire de libertad cuando el alfa Baekhyun lo liberó de Zhoumi. Aun siendo secuestrado y golpeado por Zhoumi de nuevo no había sido capaz de quitar esa sensación de libertad lejos de él. Y entonces Zhoumi estaba muerto, muerto por el alfa Baekhyun por el secuestro de Tao. Eso le dio a Tao una sensación de alivio que no sentía hace años. Finalmente fue capaz de hacer sus propias elecciones en su vida. Sólo se arrepintió de que la primera había sido tan terriblemente equivocada.
Suspiró profundamente con resignación y se levantó. Sentir pena de sí mismo no iba a cambiar nada. Su vida era lo que era. Si no podía aprender a dejar ir a Kris, entonces, iría hasta el alfa Baekhyun y solicitaría la transferencia para otra manada. El alfa dijo que no mantendríaa alguien en la manada que no quisiera estar ahí. Tao tenía certeza de que el alfa lo dejaría ir si él se lo pidiese. Hasta entonces, Tao tendría apenas que evitar a Kris y rezar para que el hombre lo evitase. Ciertamente había hecho un trabajo muy bueno sobre eso durante las últimas dos semanas. Tao no vio ninguna razón para cambiar ahora.
El corazón de Tao estaba pesado cuando abrió la puerta, pero también fue llevado por un nuevo propósito. Si no encontraba el amor que sus padres compartían, entonces tendría que haber otra cosa para él allá afuera. Tao sólo necesitaba encontrarlo.
Congeló con su mano en la manija de la puerta cuando un nuevo olor llegó hasta su nariz, uno que no pertenecía a su casa, y era terriblemente familiar. El miedo se prendio dentro de Tao y quitó el aire de sus pulmones cuando se volteó y vio al hombre sentado cerca de la ventana de la sala, un hombre que Tao rezó para nunca ver nuevamente.
—Cierra la puerta, muchacho.